Conflictividad en el aula. Violencia contra el profesor/a

Además de la violencia entre iguales, en los institutos de Educación Secundaria existe una gran conflictividad en el aula que afecta muy negativamente no solo al proceso de enseñanza-aprendizaje, sino también al profesorado, y esa conflictividad que llega a alcanzar cotas de la violencia real, de alta intensidad, puede hacer que el acoso entre iguales quede como algo periférico.

Durante las clases a alumnos/as de ESO (especialmente en los tres primeros cursos),se hace tremendamente difícil realizar algo riguroso, porque hay conflicto, tensión y descontrol, quedando con estas tres palabras perfectamente definida la situación de la Educación Secundaria. Y la situación, lejos de mejorar, va empeorando respecto a los cursos anteriores. Los innumerables comportamientos disruptivos que varios alumnos presentan durante las clases provocan violencia verbal, psicológica e incluso física, y ello es vivido frecuentemente con enorme disgusto y ansiedad por los profesores, quienes en casos extremos llegan a sufrir la total destrucción de su identidad profesional.

La casi total ausencia de la autoridad docente ha traído como consecuencia, que bastantes alumnos durante las clases presenten conductas inadecuadas, como es el comer chucherías o escuchar música en su walkman mostrando total desinterés hacia las explicaciones y figura de su profesor, cuando no, interrumpiendo las clases por su frecuente impuntualidad, llamando en voz alta a algún compañero, haciendo comentarios inoportunos a voz en grito, levantándose de su sito sin el permiso del profesor, enzarzándose con algún compañero dialéctica o físicamente, e incluso humillando descaradamente a su profesor. Estas situaciones, absolutamente habituales en muchas aulas durante las clases, provocan un importante descontento en el profesorado, que llega a sentir miedo o angustia previo a entrar en determinadas aulas.

Algunos alumnos/as presentan problemas muy serios de comportamiento, comportándose de forma grosera y desconsiderada, y muestran hacia su profesor/a o hacia sus compañeros una elevada agresividad física o verbal sin justificación alguna. Si bien es cierto que en general se trata de una violencia de “baja intensidad” (ruidos intencionados, chillidos estridentes, palabras malsonantes u obscenas en medio de una explicación, sin que muchas veces el profesor pueda reconocer o identificar su origen), no es menos cierto que este tipo de comportamiento crea un estado de tensión tal que tiene dosis de agresividad propia de la violencia real, de una violencia de alta intensidad que afecta sobre todo al profesorado. Ante estas conductas disruptivas, el profesor, una vez agotadas sus “estrategias pedagógicas”, trata de controlar la situación y el orden de la clase poniendo “partes” o “apercibimientos” graves y/o leves a esos alumnos conflictivos ante la Jefatura de Estudios, y cuya acumulación puede originar la apertura de “expedientes disciplinarios” al alumno/a en cuestión.

Un gran porcentaje de profesores señalan los “problemas psíquicos” como su mayor problema. Un 25 % de profesores tiene una baja oficial o circunstancial cada año, y aunque solo un 3 % de ellas se identifican con problemas de estrés, la mayoría de las otras dolencias son originadas por esto mismo. La mayoría de las bajas se producen por la conflictividad escolar a la que los docentes deben enfrentarse a diario, y aunque suele calificarse a esa conflictividad de moderada, también hay que decir de ella que es constante.

Las aulas, a menudo se convierten en verdaderos campos de batalla, por múltiples razones, y en esas condiciones desempeñar la tarea de profesor, exige disposiciones que podrían calificarse de “casi heróicas”.

El psiquiatra Carlos Castilla del Pino (2000), en una entrevista publicada en el “Semanal”, suplemento del periódico “El Sur”, dice: No hay ahora mismo profesión que depare mayor sufrimiento que la de profesor de Instituto. Existe una patología del docente verdaderamente terrorífica. Los alumnos les han hecho perder la autoridad y es imposible mantener el orden en las aulas; ya no tienen miedo a la amenaza del suspenso, porque hasta los padres, en este caso, se ponen en contra del profesor.

En realidad, la escuela, ya no es exclusivamente un lugar para aprender, porque se ha convertido en una prolongación del hogar y de todos y cada uno de los lugares de ocio (bares, discotecas, el barrio, el campo de fútbol…); los alumnos no diferencian entre conductas dentro y fuera de la escuela.

Bárbara Pastor (2002), describe el siguiente hecho:

– Buenos días, puta…

( La profesora no contesta, Trata de aparentar que no ha oído nada).

– Además de puta, sorda…

( Todos se ríen, todos menos uno. Probablemente, el único que entiende que ese no es un saludo adecuado para una profesora).

Los alumnos saludan a un profesor con un insulto, y no pasa nada. Los alumnos rompen la silla del profesor para que no pueda sentarse, y no pasa nada. Los alumnos llevan el teléfono móvil conectado para que suene en clase y no pasa nada. Los alumnos destrozan las persianas de la clase, y no pasa nada. Los alumnos se cargan las cerraduras de las aulas que quieren, y no pasa nada.Hay una actitud generalizada que permite que todas estas cosas y muchas más, ocurran sin que pase nada.

El mal funcionamiento de la disciplina en muchos centros educativos es una verdad innegable. En un estudio llevado a cabo por el CIDE (1995), el 72 % de los 18.000 profesores de secundaria consultados, consideraba ya entonces, que la falta de disciplina en la escuela era un tema importante.

Cuando se habla del “malestar en la enseñanza”, se destaca sobre todo el malestar del profesorado…su descontento…su disconformidad en lo relativo al desarrollo de su trabajo.

Si bien, los profesores de la Comunidad autónoma de Andalucía, parecen sufrir los mayores problemas, se trata de algo generalizado, que ocurre en todas la Comunidades autónomas de nuestro país.

Es imprescindible conocer la magnitud de la violencia que se produce a diario en las aulas de Educación Secundaria, si pretendemos aportar procedimientos que ayuden a prevenirla o a minimizar sus consecuencias. Es necesario conseguir datos sobre el tema, y para ello realizamos una investigación preguntando a los profesores de la Comunidad Autónoma de Madrid sobre ello, sirviéndonos de un cuestionario confeccionado al efecto.

FRECUENCIA DE CONDUCTAS ANTISOCIALES EN LAS AULAS DE DIFERENTES IES DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE MADRID Y MALESTAR DEL PROFESORADO DE SECUNDARIA.

Los datos aportados por las respuestas dadas al cuestionario para profesores de Educación Secundaria ponen de manifiesto que al menos en la Comunidad de Madrid, estamos muy lejos de esa “atmósfera pacífica y responsable que se goza en los centros educativos de España” según los responsables políticos (Instituciones), tal y como explica García Correa (1996).

La situación actual tampoco tiene nada que ver con que “En las aulas existe una autodisciplina basada fundamentalmente en el respeto mutuo entre maestros y alumnos”, según se desprende del Plan EVA (Ministerio de Educación y Cultura, 1996).

Lo cierto es que la convivencia en las aulas no es buena, y ello repercute muy negativamente sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje de los alumnos, porque durante las clases se hace tremendamente difícil realizar algo serio. Esos conflictos que pueden hacer que el acoso entre iguales quede como algo periférico, llegan a alcanzar cotas de violencia real, de violencia de alta intensidad que afecta sobre todo al profesorado.

Durante las clases los comportamientos disruptivos provocan violencia verbal, violencia psicológica, e incluso violencia física, conductas agresivas en suma, que pueden llegar a destruir la identidad profesional del profesor, que con frecuencia vive estos episodios con enorme disgusto y ansiedad. Y ello en parte debido a que la credibilidad de los profesores ante muchos padres de alumnos, es nula, valiendo tanto las palabras de los alumnos como la de sus profesores, por la falta o ausencia casi total de la autoridad del docente (Un 60.4 % de los docentes están de acuerdo o absolutamente de acuerdo en que hay una pérdida total de autoridad por parte del profesor, un 32 % está un poco de acuerdo con esa idea, y sólo un 7.6 % de profesores no están nada de acuerdo con ello).

Lo cierto es que bastantes alumnos durante las clases presentan conductas inadecuadas, comen chucherías y escuchan música en su walkman o i-pod, mostrando total desinterés hacia las explicaciones de su profesor, faltan a menudo a las clases y cuando asisten llegan tarde con frecuencia, y se toman confianza sin límite hacia sus profesores, arrojan al suelo las bolsas, brik o latas una vez consumidas las chucherías, batidos, zumos o refrescos, escriben sobre los pupitres y realizan grafitis sobre las paredes. Todo ello provoca un enorme descontento del profesorado con la situación actual, que ve imposible impartir clase a determinados grupos, e incluso siente miedo o angustia previo a entrar en determinadas aulas.

El estrés sufrido por muchos profesores/as el cual les aboca a sufrir diferentes enfermedades, es provocado por esas actitudes de determinados alumnos y por las humillaciones recibidas por parte de éstos, y por las que constatan también en otros compañeros de profesión.

La evolución de estas situaciones lejos de mejorar parece ir en sentido contrario, y empeora respecto a cursos anteriores. Al menos eso piensa un elevado porcentaje de docentes, quienes reconocen la gravedad de esas situaciones de violencia que se vienen produciendo. No obstante existe también un porcentaje menor de profesores que no aprecian la misma gravedad. Aun así, algunas cuestiones son capaces de homogeneizar a los docentes y polarizarles en una misma dirección. Existe un importante acuerdo con la idea de que se ha producido un gran deterioro del sistema educativo, también en que los niveles de exigencia hacia los alumnos han disminuido drásticamente, y que la crisis de la ESO es una realidad incuestionable. Otras dos cuestiones que también generan un importante acuerdo entre los docentes es que hay una pérdida total de autoridad por parte del profesor, y que en la situación actual, tal y como se desarrollan las clases, se necesita un gran autocontrol y se produce mucho desgaste.

Los bajos niveles de convivencia en las aulas vienen dados por diferentes cuestiones o sucesos que los profesores reconocen haber vivido o conocido, y que se relacionan con ataques a la propiedad, con humillaciones, con insultos, con alumnos que les “levantan la voz”, con situaciones que hacen salir al profesor llorando de clase, con robos, con el deseo de abandonar la enseñanza y con las agresiones físicas por parte de algún alumno o familiares de éste.

Todas las situaciones de indisciplina y su evolución tienen como protagonistas a los alumnos, a los profesores y a las familias, destacando especialmente las familias desde la óptica de los profesores como las más negativas, seguidas por los alumnos. Y aunque en bastante menor medida, los profesores considerados como grupo, bien por desinterés bien porque no ejercen su función, también se asignan una cuota de responsabilidad en la evolución de esas situaciones. Pero no tanto porque se sientan responsables de ese deterioro de la disciplina, de la que piensan no tener en sus manos el remedio para resolverlo, sino que quizás se centre exclusivamente en lo relativo a las suciedad en que quedan muchas aulas desde primera hora de la mañana, y en la constatación de humillaciones y problemas de sus compañeros de profesión, por parte de determinados alumnos, ante los que con demasiada frecuencia suelen ignorar simulando “no enterarse”, algo que a su vez, puede relacionarse con el respaldo recibido por los profesores desde la Jefatura de Estudios (un 23.6 % de docentes afirman no sentirse respaldados por los Órganos Unipersonales de sus centros), pues el respaldo que la Jefatura de Estudios proporciona o no a los profesores en sus conflictos interpersonales frente a alumnos y padres de éstos, resulta determinante para el manejo de la ansiedad del propio docente.

Una posible explicación a todo lo relacionado con la indisciplina de las aulas y su evolución, podría estar en la escuela comprensiva. La escuela comprensiva que justificaría la motivación recomendada por la LOGSE, ha fracasado en todo Occidente. La ampliación de la escuela comprensiva hasta los 16 años es una de las ideas básicas de la LOGSE, y es precisamente en el 2º Ciclo de la ESO donde han surgido los mayores problemas y las mayores dificultades para su aplicación. Motivar a adolescentes que lo tienen todo no es nada fácil, y menos, si se hace desde la idea de que puede “aprenderse” sin esfuerzo… de forma lúdica. En un documento editado en 1987 bajo el título “Proyecto para la Reforma de la Enseñanza”, figura una frase que ha mantenido la LOGSE de una forma férrea: “Los principios de la enseñanza comprensiva son irrenunciables en la reforma global de nuestro sistema educativo”. Sin embargo la Pedagoga sueca Inger Enkvist, que conoce muy bien el modelo de escuela comprensiva, explica que se basa en una filosofía educativa que casi absolutiza al niño o adolescente; se considera a los alumnos dotados de una autonomía intocable y no se puede hacer nada que la enturbie: repetir curso, diversificación, promoción automática, incluso imponer una sanción es complicado. He ahí una de las causas del enorme deterioro de la disciplina (Burrel y De Vicente, 2002).

Creo que es precisamente aquí dónde radica el problema. Se están aplicando en Secundaria criterios que sólo son válidos para los primeros años de la Primaria, como la promoción de curso en función de la edad o el que compartan la misma aula alumnos con capacidades e intereses muy diferentes, y ello hace que el profesor tenga enormes problemas para motivar a sus alumnos. Un 43 % de profesores de Secundaria, están de acuerdo o absolutamente de acuerdo en que a veces, al no ser capaces de motivar a sus alumnos, o el no saber como hacerlo, le produce sentimientos de culpa. Otro 35 %, están también, “un poco de acuerdo” con esa idea.

La implantación de la LOGSE supuso sin duda un enorme avance social al alargar la escolaridad obligatoria hasta los 16 años, pero a pesar de sus muchos aspectos positivos, no ha funcionado como se esperaba. La crisis de la ESO es una realidad incuestionable para un 68.5 % de profesores y un 20.8 % más está “un poco de acuerdo” con ello. La sinrazón de algunos aspectos de la Ley, ha hecho equivocadamente del derecho y del deber de la educación un sinónimo de la mediocridad, del analfabetismo funcional y del embrutecimiento de adolescentes (para un 66.1 % de profesores ha habido un cambio brutal en los niveles, y apenas se exige a los alumnos, y otro 25.8 % está también “un poco de acuerdo”). Para algunos profesores no es que las cosas no marchen bien, sino que se encuentran en unos niveles de degradación difíciles de superar (para un 37.6 % de profesores, la situación es “deplorable, irresistible, no tiene nombres ni adjetivos”, y sólo un 34.9 % de profesores no está “nada de acuerdo” con esa idea.

Pero los docentes tienen difícil arreglar por sí mismos la situación, porque la autoridad académica está cada vez más devaluada. Se ha destruido la autoridad del profesorado, que llega a sentirse inseguro y hasta pierde el control de su clase. Los alumnos gozan de una elevada permisividad en su casa, y los profesores tienen “atadas las manos” a la hora de imponer sanciones. Ha de hacerlo la “Comisión de Convivencia”, el “Consejo Escolar” o el Director del Centro. Pero el profesor, individualmente, carece de competencia real para imponer siquiera mínimas sanciones más allá de la puerta del aula.

Que hay una pérdida total de autoridad por parte del profesor, lo piensa un 60.4 % de profesores, y un 32 % está también “un poco de acuerdo” con ello. El principio de autoridad está fallando en las escuelas y en las familias. En las escuelas porque no dejan hacer uso de él; y en las familias porque hay miedo a ejercerlo. Se hace necesario que los docentes puedan hacer valer su autoridad en la clase ante sus alumnos. Pero esa autoridad o auctoritas que se les supone, para hacerla valer, ha de ser reconocida por la Administración. Y no sólo por la Administración, sino también por la Sociedad. Sólo así dejará de haber profesores blanco permanente de las burlas “sangrientas” que les hacen sus alumnos. Un 27.2 % de profesores reconocen claramente que estos hechos se dan (quizás ellos lo han sufrido) y otro 41.7 % de profesores está “un poco de acuerdo” en que esas situaciones existen en los Institutos. Sin llegar a tales extremos de las “burlas sangrientas”, para un 37.1 % de profesores, entrar en determinadas clases les supone un sufrimiento intolerable, y un 41.1 % está “un poco de acuerdo” en que entrar en determinadas “aulas” se está convirtiendo en un problema…porque en ellas hay alumnos ineducados y asilvestrados, a los que sus padres no han querido o no han podido civilizar, y éstos no sólo no obedecen a sus profesores, sino que se enfrentan a ellos con la más refinada crueldad.

Todo esto, sin duda, requiere en el profesor un gran autocontrol y le produce mucho desgaste, según un 84.5 % de profesores. Sólo un 2.1 % de profesores no está de acuerdo con ésto. Además, queda afectada la propia salud del docente. Según un informe de CCOO sobre “La salud laboral del docente”, (Villanueva, 2000), de los 600.000 profesores que hay en la enseñanza pública, un 25 % toma la baja oficial o circunstancial cada año, y aunque sólo un 3 % de ellas se identifica con problemas de estrés, la mayoría de las otras dolencias son originadas por ésto mismo. Y según otro estudio “Prevención de riesgos laborales en los trabajadores de la Enseñanza” de FETE-UGT, (Pérez y otros, 2002), casi el 90 % de las bajas profesionales de la enseñanza, se ha producido por la conflictividad escolar a la que los profesores deben hacer frente, que si bien es “moderada”, hay que decir también que es constante. Según nuestro estudio, un 4.7 % de profesores de Secundaria de la Comunidad Autónoma de Madrid, tuvieron una baja por enfermedad de 15 días o más; y otro 18.1 %, tuvieron una baja por enfermedad de entre tres y cinco días.

Las agresiones físicas al profesor, también se relacionan con las bajas laborales. Es en la ciudad de Melilla y en Centros de la Comunidad Autónoma Andaluza dónde con más frecuencia se da la agresión de alumnos o familiares de éstos a profesores; y es quizás allí dónde el problema es más grave, pero aquí, en la Comunidad Autónoma de Madrid, y referido al curso en que se realizó el estudio, un 2.1 % de profesores de secundaria (alrededor de 461 docentes), dicen haber sufrido agresiones físicas por parte de sus alumnos o de sus familiares.

Pero todos estos problemas de los que hemos venido hablando no afectan a todos los profesores por igual. La personalidad de cada profesor es determinante en el control del estrés por parte del docente, ante las situaciones de indisciplina, pero a parte de ello, las profesoras resultan “más perjudicadas que sus compañeros varones”. Estos resultados son similares a los obtenidos en un estudio sobre la violencia escolar en Nuremberg-Alemania (Funk, 1997), en donde se concluye que las profesoras sufren más a menudo violencia psíquica y verbal que los profesores varones.

El tener destino en un Instituto de una determinada Área Territorial, también es importante. Los Institutos (en lo que se refiere a alumnado) de Madrid Norte y de Madrid Oeste (salvo contadas excepciones) son los menos problemáticos. Los de Madrid Sur y los de Madrid Este (seguidos por los de Madrid Centro) con diferencia, los peores (salvo, también, contadas excepciones).

La edad y la experiencia docente o antigüedad, también influye. Son los profesores más jóvenes y con menos experiencia docente, quienes suelen sufrir con mayor frecuencia los problemas descritos, resultados en la linea de los encontrados por Terry (1998) quien encontró que tener poca experiencia y ser del género femenino son factores de riesgo para recibir maltrato de los alumnos. Sin embargo no está del todo claro; la menor frecuencia de “problemas” que indican los profesores de más edad y con más experiencia docente puede deberse en parte a que éstos suelen impartir clase en los Institutos de las consideradas “mejores zonas” o Áreas Territoriales, es decir, de Madrid Norte y Madrid Oeste, ya que con su antigüedad acumulan “puntos” suficientes para conseguir esos traslados. Además, suelen elegir las “mejores clases” al pedir primero en las “ruedas” que se efectúan para elegir curso, puesto que por antigüedad tienen “derecho” a ello.

A pesar de todo lo que soportan los profesores de Secundaria, tienen en muchas ocasiones dificultad para denunciar las situaciones de abuso del alumnado, porque suelen volverse contra el mismo docente, al que se acusará de no ser capaz de mantener el orden y el buen clima de la clase.

Se confirma así que el “malestar del profesorado” de Secundaria es real y bastante profundo. Sus particulares enemigos son la violencia en las aulas, la falta de interés por lo que dicen, y los mediocres resultados que obtienen los alumnos con su trabajo, y ello hace que la escuela pública esté perdiendo mucho, que esté degradándose a niveles que podrían calificarse de tragedia. Y son muchos los profesores que lo piensan . “La educación no es que esté mal. Es que está desastrosa”, dice el Orientador de Secundaria (en un IES de Marbella) Ignacio García-Valiño, en una entrevista publicada en una revista profesional (García-Valiño, 2003, pg. 9). Y en este ambiente, los alumnos que más pierden son precisamente los pobres, porque son los pobres los que más carencias tienen, ya sean físicas, afectivas, intelectuales o económicas.

Ciertamente, la violencia escolar tipo bullying merece por supuesto toda la atención de los profesores, y todos los proyectos encaminados a erradicarla serán siempre insuficientes, pero opinamos que la conflictividad en el aula, la violencia catalogada como “de baja intensidad” que se ha venido describiendo, resulta mucho más perjudicial para el sistema y para la convivencia en los centros escolares que la anterior, pues ésta ataca directamente a los profesores mucho más de lo que en un principio pueda creerse. Podría decirse que hoy por hoy, son los profesores de Secundaria los verdaderamente “acosados” por sus alumnos. Al menos, no podemos negarles el papel de víctimas.

549 Responses to “Conflictividad en el aula. Violencia contra el profesor/a”

  1. Como profesora (en excedencia) pero profesora al fin y al cabo, no podría estar más de acuerdo con lo expresado en este artículo.

    He sufrido más en los pocos cursos dedicados a la enseñanza, que en el resto de mi vida. Todavía a día de hoy (casi dos años después de dejarlo), siento ansiedad cuando me acuerdo de aquella etapa o pesadillas pensando que me obligan a volver a entrar en un aula.
    Cuando voy por la calle y veo adolescentes, me cruzo de acera y no puedo dejar de sentir solidaridad por los compañeros que por la causa que sea, no han podido dejar el infierno de los IES.

  2. ES CIERTO LA VIOLENCIA EN EL AULA ES CADA VEZ MAYOR , Y ESTO ES MUY PREOCUPANTE A LOS DOCENTES , POR QUE YA NOS DA MIEDO IR A DAR CLASES , PARECE UNA CARCEL EN VES DE UN INSTIYUTO EDUCATIVO , ESTO ES TERRIBLE Y CREO QUE ESTE PROBLEMA COMIENZA EN EL HOGAR Y TERMINA EN LA ESCUELA

  3. Tienes razón, Alexandra, respecto a que la violencia en el aula es cada vez mayor. La escuela no es más que un reflejo de la sociedad y cada vez hay más docentes con depresión. Si esto sigue así, pronto no habrá suficientes profesores en nuestro país.

    Un cordial saludo.

    Javier Yuste.

  4. Estimada Marta:
    Agradezco tu comentario en mi bliog sobre «violencia contra los profesores». Ciertamente la situación de los IES es incluso peor de lo que yo describo, pues va empeorando cada vez más sin que a la sociedad en su conjunto parezca importarle. Los profesores de Secundaria lo tenemos muy dífícil si la Administración y especialmente los Equipos Directivos de los centros no adoptan las medidas adecuadas.
    Espero sinceramente que te acabes recuperando bien, y pronto dejes de sentir ansiedad al pensar en el tema.

    Un cordial saludo.

  5. si maldita sea la violencia escolar es un problema muy grave el cual crece dia co dia, apenas y entramos al aula y parece que los nazis volvieron a atacarnos. Porque tiene que seguir esto maldicion!, soy profesor de una escuela decente maldita sea! si los alumnos en verdad crecieron en un ambiente sano y decente porque no actuan como tal?, yo opino que detengamos a los estudiantes de la manera mas civilizada y realista que podamos, como lo hacian nuestros maestros, PEGANDOLES, hay que detener esto antes de que sea un maldito genocidio de maestros maldita sea
    -Gacias-
    Rafael

  6. Rafael, muchas gracias por escribir. No se si impartes clases en España o en un pais latinoamericano. Ciertamente, al menos aquí en España, muchos profesores presentan cuadros depresivos y cogen largas bajas por enfermedad, propiciado todo ello por el comportamiento de sus alumnos hacia ellos. Muchos docentes sufren incontables burlas, vejaciones humillaciones y hasta agresiones físicas de alguno de sus alumnos. Pero Rafael…todos sabemos (y aunque a veces tengamos que hacer un esfuerzo sobrehumano para no dar un bofetón a alguno que parece «pedirlo» a gritos) que pegar en la escuela es considerado delito y puede «llevarnos a la ruina más absoluta». Todos los docentes de aquí lo sabemos. Aun así, creo que pegar a los alumnos NO ES LA SOLUCIÓN. La violencia siempre engendra violencia. Es mucho mejor tratar de imponer una autoridad no basada en el miedo al castigo físico. Es mejor buscar una autoridad basada en el respeto. Pero solos, los docentes no podemos hacer nada. NECESITAMOS LA AYUDA DE LOS EQUIPOS DIRECTIVOS DE LOS CENTROS, que sí pueden sancionar las conductas infames que algunos alumnos presentan. Y por supuesto NECESITAMOS QUE INSOPECCIÓN Y LAS AUTORIDADES EDUCATIVAS apoyen sin discusión la necesaria AUTORIDAD que el profesor debe tener en el aula.
    Un saludo.

  7. Querido compañero del aula,
    javieryuste,

    no estoy de acuerdo con tu absurda e ingenua, obsoleta e irrazonable idea de que el pegarle a los alumnos NO es la solucion, ya que asi me eduque y hoy por hoy, soy director de una escuela de incontable prestigio, que se ha adquirido a traves de los años, con el buen y fiel golpe hacia los esudiantes, maldita sea!! es la solucion hacia cualquier discucion. Aunque no estoy de acuerdo con que TU no estes de acuerdo con mi idea, apoyo tu decision de que nos ayuden las autoridaded educativas a golpear a los alumnos, de una manera inhumana.
    P.D Maldita sea… MAldita educacion
    -Gracias-
    Rafael

  8. Rafael, mis felicitaciones por dirigir un centro educativo de prestigio. No se que edad tienes. Yo tengo 51 años y ciertamente, al igual que tú, me eduqué bajo castigos físicos (más de una vez recibí un fuerte bofetón o palmetazos en la punta de los dedos). Entonces la educación no era obligatoria y éramos pocos los que «estudiábamos» empujados y apoyados por nuestros padres. Y éstos, nuestros padres, así como la sociedad entera, investian a los profesores de «absoluta autoridad» y esos castigos físicos que nos inflingían los maestros, se multiplicaban por dos «al llegar a casa». Y ciertamente eso no nos frustró ni nos «marcó» para toda la vida, porque se aceptaba como algo bueno, como algo que era beneficioso para el alumno. Hoy en día, la pedagogía moderna ha exagerado hasta el infinito las secuelas «psicológicas» que puede dejar el castigo físico y se nos ha retirado toda la autoridad. Y hasta que los padres y la sociedad en su conjunto no devulevan la autoridad y la confianza a los docentes, no podemos hacer nada. ¿Cómo muchos padres van a permitir que peguemos a sus hijos cuando no tienen ninguna confianza en nosotros?. Ya te digo que aquí en España PEGAR a un alumno es considerado delito, y un docente que pegue a un alumno (incluso aunque sea de forma comedida y aunque éste lo mereciera por su mal comportamiento en el aula) sabe que «puede arruinar su vida y la de los suyos». Las Autoridades Académicas deberían ayudarnos y apoyarnos en los conflictos con con alumnos y padres por medio de leyes adecuadas, pero como la educación no da «votos» a corto plazo y las familias sí, los políticos prefieren tenerles contentos a ellos, antes de cambiar el rumbo que toma la educación en casi todos los países. El Informe PISA, nos lo recuerda muy bien a los españoles.
    Un cordial Saludo.

  9. Mira, si fuiste educado, al igual que yo, has de ser un excelente profesor, no lo dudo, pero al igual que no dudo en golpear a mis alumnos, tu no lo dudes, creeme, es satisfactorio el soltrar un gran golpe a un alumnnoque tiene inocencia pintado en su cara. Digo! es cosa de logica maldita sea!, en este foro somos personas con logica, y no liberales de mente abierta, la teoria tradicional dice que todo siga su curso como antes, y que no haya cambio, porque ha de ser diferente demonios!!!!, dig digo, no es bueno cambiar!, tu cambiaste y mira!, todo lo que causas. es de símple logica!, yo no cambie y con todo y que golpeo a mis estudiantes, me quieren, y ya me lo han demostrado.. Su nivel academico fluye de una manera excelente, tengo sangre española para que lo sepas… Me gusta el mago de oz me encantan grupos españoles, es excelente vivir aqui!
    -Gracias-
    Rafael

  10. Estimado Rafael,

    Me parece interesante acercarme mas al tema de el maltrato escolar, aunque no apruebo en lo absoluto la violencia como remedio auna sociedad agreciva, ya que como lo sustenta javieryuste, la violencia solo genera mas violencia. Tu punto de vista es muy renombrble, ya que si vosotros retomaramos la mentalidad que se solia tener hace apenas solo unos cuantos años, nos podriamos dar cuenta que tiempo atras la violencia era una solucion muy reelevante.

    Más es muy importante remarcar, que la violencia hacia un alumno resulta ser un delito muy grave y en lo personal me parece una solucion muy desagradable, ya que los alumnos merecen respeto y una imagen que seguir para no caer en la desesperada decision de recurrir a la violencia.

    Personalmente me seria muy grato que tomaras en cuenta esta opinio, ya que si, tal vez los pillos nos puedan sacar de quicio una que otra vez, pero si no les demostramos que la calma es una opcion renombrable, los alumnos seguiran tratandose entre ellos y a nosotros como profesores de una manera agresiva.

    Mucha suerte Rafael y felicidades por tu exito.

    Mario F.

  11. Rafael, hace más 50 años, existía una frase, que ha quedado como «refrán» aquí en España…»la letra, con sangre entra», es decir, si no se aprendía por las buenas, entonces se aprendía por las malas…pero tú sabes que hay muchos alumnos que tienen verdadeeros problemas de aprendizaje (dificultades de conprensión, dificultades para calcular, dilexia…etc) y con ellos no sería ético usar los golpes físicos. Estoy de acuerdo contigo en que posiblemente el orden y la disciplina si se mantendría bien con castigos físicos, pero como dice Mario en otro comentario, sólo estaríamos trasladendo a nuestros alumnos que la violencia sirve para conseguir cosas, y ellos acabarán usándola tanto para «buenos fines» como para «fines malos». De todos modos, aunque discrepemos en este punto, te felicito nuevamente por tu estupendo trabajo y envidio la fácil afluencia del alto nivel académico que tienen tus alumnos. Eso solo se consigue, con un buen equipo directivo, lo que demuestra que tú eres un magnífico Director.
    Un cordial saludo.

  12. querido….Mario….
    Quisiera darte un buen consejo y pedirte que porfavor uses bien la gramatica de vuestra lengua y escribas bien. esto no es agrede simplemente me aturde el ver a personas inutiles escribir mal, maldita sea. Gracias por ovarme por mi exito, lo se, soy famoso y mucho muy rico, pero no importa ahorita, quisiera decirte que el rogarle diariamente a los alumnos es muy irritante y de sobremanera aburrido, joder!, te sugiero que uses mi metodo, y no solo tu sino los demas «maestros» podrian tener el exito que yo tengo hoy. Dejame despedirme diciendote que uses bien la gramatica y que a su ves, esta era una charla entre javieryuste y yo, pero en fin
    P.D, arriba la violencia y arriba Mago de oz y Tierra Santa y La Oreja de Van Gogh

    -Gracias-
    Rafael

  13. Que lamentable todo lo que esta ocurriendo con la educación, los profesores hemos perdido la autoridad frente a esta sociedad, gracias a los idiotas que se les ocurren modificar el sistema que no favorece a nadie. Más violencia, agresiones a profesores todos los dias. ¿Como es posible que un chico de 8 años agreda a su profesora que a dado cuanto de su tiempo en su trabajo para enseñarle a leer? tratarlo con amor, preocuparse por que realmente aprenda.
    Creo también que los directivos deberían involucrarse porque ellos también son parte importante de la escuela, deberian poner un poco de atención e intención.Que desastrozo
    yasmina

  14. Yasmina, aciertas de lleno con tu mensaje; no “pintan” buenos tiempos para la escuela ni para los docentes y ello hace resentirse de forma importante la educación de cualquier país. Lamentablemente, nuestros gobernantes no son (cómo debiera ser) “los mejores”, es más, yo diría que no son ni siquiera “regulares”; en realidad son mediocres y eso, Yasmina, desgraciadamente ocurre en la mayoría de los países del mundo. Sus “ocurrencias” para con la educación empeoran el panorama y no favorecen, como bien dices, a nadie… Cada nueva Ley hunde la educación un “poco más”…, pero a casi que no sea docente, parece importarle. Si no se “endereza” pronto la dirección, los males causados en varias generaciones de alumnos serán irreparables.
    Y por supuesto, los Equipos Directivos (especialmente el Jefe/a de Estudios) deben involucrarse en el mantenimiento del orden y la disciplina en el centro. En realidad son los responsables directos de ello y han de “apoyar” de forma total y sin ambigüedades a aquellos docentes que por diversas circunstancias se vean “superados” en ocasiones por unos alumnos asilvestrados e ineducados, que se muestran insolentes y agresivos con sus profesores.

  15. Mario, muchas gracias por escribir. Me alegra que tu opinión sea cercana a la mia en lo que respecta a la violencia (física o psíquica) contra nuestros alumnos. Creo que si queremos favorecer la concviviencia, no sólo en el aula, sino también fuera de los muros de la escuela, es necesario desterrar el castigo físico del aula, o al menos, que ello sea «La excepción», pero nunca «la norma».
    Un cordial saludo.

  16. Rafael,

    Sigo sin aprovar tu punto, sobretodo retomando lo que escribiste sobre golpear a un alumno mientras tenga una cara de inocencia, ya que eso refleja que el estudiante no merece un castigo, y quisiera yo tambien darte una sugerencia, si castigos severos para ti son una solucion para expresar autoridad, no solamente existe la violencia, exite una gran variedad de castigos apropiados para que un alumno crezca academicamente sin lastimarlos, y con esto puedes lograr ser respetado por ellos. Afortunadamente yo no sufro de el «acoso en el aula», y esto es gracias a que yo controlo a mis alumnos a base de castigos como tareas extras o exposiciones pesadas, puede ser un castigo severo, y no utiliza la violencia.

    Javieryuste,

    Mantengo en pie mi opinion de no maltratar a los alumnos y que bueno que tu tambien, si los profesores no unimos de manera pasiva, los alumnos se daran cuenta de la gravedad del error que los alumnos estan cometiendo al agredir a los maestros.

    Muchas Gracias…

    Mario F.

  17. yo creo que la enseñanza no puede ya denigrarse más. En primaria pasa lo mismo que en secundaria, pero es que no lo puedes decir porque se escandaliza el equipo directivo, te califican de mala profesional si no los controlas. tenemos que disimular por todos los medios. Yo, cuando hay falta de respeto hacia mí, peleas entre alumnos o cualquier otra incidencia, tengo un disgusto grande si se entera el equipo directivo, porque sí, van a amonestar a los culpables, pero la reprimenda mayor me la llevo yo porque se supone que tengo la obligación de controlar a los incontrolables.prácticamente en ningún colegio te va a ayudar el equipo directivo, si por tu carácter te cuesta más mantener el orden; no quieren problemas, lo que suelen hacer es invitarte a dejar el colegio por incompetente. nadie se plantea que los alumnos tienen que venir civilizados a clase; a la orden del día están los gritos, peleas, insultos, hablar alto para que no se de la clase…. Remedio? impunidad total del alumno y silencio del profe para evitar males mayores, porque lo malo desgraciadamente, no es la mala educación que campea por las aulas, sino el culpar al docente de ello por no «controlarlos», las amenazas constantes por parte del equipo directivo… por esto se dan de baja los profesores, no por el comportamiento grosero de los alumnos.

  18. Tere:
    Tienes razón. No se exactamente desde dónde escribes pero ciertamente, aquí en España, la enseñanza pasa por un momento delicado. Y el problema, como bien dices, no es solo en Secundaria, sino que en Primarida, donde los centros no deberían trener problemas, existen unos conflctos cada vez más graves. Estoy de acuerdo contigo en que muchos abandonos de la enseñanza y muchas «depresiones» de docentes tienen su origen, no tanto en el comportamiento inadecuado de los alumnos, sino en el escaso o nnulo apoyo del equipo Directivo. Incluso, los propios compañeros profesores, no suelen en general «ayudar» nada al docente con problemas y lo tachan de «raro» y de no servir «para esto».
    Yo soy Jefe de Estudios en un Instituto de Secundaria y no permito en absoluto este tipo de cosas. Estamos intentando atajar el Bullying (acoso entre iguales) y…¿vamos a negar ese derecho a los propios docentes?…¿vamos a negarles su condición de víctimas?. No sé si habras leído el último articulo de mi blog sobre «El Defensor del Profesor(ANPE). Te recomiendo que lo leas, y lo uses si estás en España y lo consideras necesario.
    Te deseo toda la suerte del mundo…lo mereces…como lo merecen todos aquellos que con estos modelos de sociedad nos dedicamos a «enseñar».
    Un cordial saludo.

  19. Hola. Soy profesor de secundaria de castellano y no puedo menos que felicitar al articulista e investigador por la descripción tan exacta y veraz de lo que ocurre en los institutos de enseñanza secundaria. En mi caso, me encuentro en estos momentos de baja por ansiedad, pues me resulta sencillamente imposible hacer frente a las burlas de las que he sido objeto por parte de un grupo de alumnos. Hasta ahora, en estos años, había llevado mal que bien la desidia de los alumnos hacia el estudio, el nulo interés hacia la asignatura, el descontrol en las aulas, de forma que en muchas ocasiones se transforma en un campo de batalla, en un circo, en cualquier cosa menos en lo que debería ser una clase. Pero este curso, al observar una agresión constante hacia mi persona, me he quebrado. No lo puedo evitar. Las burlas continuas en los pasillos, en los recreos, en las entradas y salidas de los centros me han derrumbado. No pienso pedir disculpas a nadie por mi supuesta «debilidad», o porque, según algunos, no soy un buen profesional porque no sé «hacerme de respetar», o porque «no sirvo para este trabajo». Mi jefe de estudios ha hecho lo que ha podido, pero es muy complicado conseguir pruebas y, en cualquier caso, las sanciones a los alumnos son de risa, no creo que sirvieran de nada más que para que acentúen el odio que parece que sienten hacia mí. Espero, por mi bien, cambiar algún día de trabajo (en eso estoy), pero no pienso dejarme la salud por esto, por lo que no he tenido más remedio que coger la baja.

  20. Estimado Carlos:
    Cartas como la tuya, me producen una tremenda amargura. No es justo que un sistema educativo obligatorio y gratuito para toda la población menor de 16 años, no ponga los medios suficientes para preservar la salud (física y mental)de sus trabajadores. Solo en Madrid, somos más de 42.000 docentes no universitarios…¿pretende el Ministerio y la sociedad en su conjunto que TODOS, ABSOLUTAMENTE TODOS LOS ENSEÑANTES TENGAMOS VOCACIÓN?. Para ofrecer ese servicio se necesitan PROFESIONALES y es el estado quien debe vigilarles, ayudarles y «defenderles» en caso necesario. Me gustaría que conocieses mi opinión sobre este tema; el día 4 de Enero escribí en este blog un artículo titulado «El defensor del profesor (ANPE)», léelo. Creo que como bien dices, una mayoría de compañeros piensan que los profesores que no «controlan» su clase «no sirven para esto» (menuda estupidez), y los Equipos Directivos tampoco suelen hacer «todo lo posible» por ayudar a un docente «en apuros»…Y deberían hacerlo…solo ellos pueden hacerlo.
    Al menos me alegro de que las clases no «terminen» contigo..y de que pienses, estando seguro de no querer dejarte en ello la salud, afrontar tu futuro desde otra perspectiva. Mucho ánimo y mucha suerte.
    Un cordial saludo.

  21. Mucho ánimo Carlos. Al leer tu post me he sentido tan reflejado … Llevo 15 años en esta profesión, lo he pasado muy mal muchas veces, he pillado dos veces baja por ansiedad, ahora, un poco más relajado, sigo en esta profesión aunque siempre temo que pase algo y vuelva a sumirme en la impotencia

  22. Jesus, aunque tu comentario va dirigido a Carlos, no me resisto a desearte también a tí mucho «ánimo» y suerte. Y por extensión, a todos los docentes que se encuentran en una situación similar a la vuestra.
    Un cordial saludo.

  23. hola, amigos y colegas,
    soy de argentina, y trabajo en la educacion secundaria. aca las dificultades son similares a las de ustedes, y en algunos casos mas severas, pero debo reconocer que a veces detras de la burla y la agresion, solo hay un chico que necesita que alguien se le siente al lado y le proponga lago novedoso, interesante, algo que no le dieron otros profesores. no es frecuente, pero hablando, cpn paciencia, con humanidad, demostrando que somos humanos y no maquinas que repiten normas y amenazas, escuchando y dando lugar a que se pueda hablar de la realidad que ellos viven, se puede logar algun cambio.
    fuerzas, y no olviden que elegimos este trabajo con pasion y verdadera generosidad intelectual

    daniela

  24. Muchas gracias Daniela por el ánimo que intentas transmitir a los docentes; desde luego hoy en día resulta imprescindible para enfrentarse a esta tarea enormemente compleja y cada vez más exigente. Y ciertamente, muchos profesores/as, yo diría que demasiados, lo están pasando mal y viven la entrada a determinadas aulas como un «verdadero infierno», con una angustia que excede su capacidad para afrontarla y ello en muchísimas ocasiones les produce estrés y depresión.

  25. Hola muy interesante su investigación me es de mucho interes, solo le pido me auxilie con bibliografia para completar un trabajo que estoy realizando en la escuela. Muchas gracias y espero recibir pronto su respuesta.

  26. Nidia, esta es la bibliografía que cito en mi artículo.

    Castilla del Pino, C. (2000). El poder de los adolescentes. El Semanal, nº 684, suplemento del periódico El Sur. 3-9 diciembre. 33-37.

    Pastor, B. (2002) . ¿Qué pasa en las aulas ? . Barcelona. Planeta. S.A.

    García Correa, A. (1996). La disciplina escolar, el gran reto del siglo XXI. Escuela Española (3.268), 11-12.

    Ministerio De Educación y Cultura. (1996) . El Plan EVA: Contenido, desarrollo y resultados. Cinco años del plan EVA (1991-1996). Madrid: MEC.

    Burrel, J. y De Vicente, F. (2002). El fracaso de la LOGSE. La Vanguardia. 8 de Abril.

    Funk, W. (1997). Violencia escolar en Alemania. Estado del Arte. Revistra de Educación, 313, 53-78.

    Terry, A. A. (1998). Teachers as targets of bullying by their pupils: A study to investigate incidence. British Journal of Educational Psychology. 68 (2) , 255 – 268.

    García – Valiño, I. (2003). Ignacio García -Valiño, novelista y Orientador de Secundaria. Escuela Española nº 3.603, (4 de diciembre), pg. 9.

    La investigación completa está recogida en mi tesis doctoral (depositada en la UNED), defendida el 26 de marzo de 2007 y calificada con sobresaliente cum laude. Los datos del artículo, están respecto a la tesis, muy resumidos.

    Mucha suerte con tu trabajo.
    Un cordial saludo.

  27. Hola a todos, este curso he comenzado a trabajar en un centro privado de secundaria/bachillerato y estoy sufriendo acoso por parte del alumnado.Al principo fue porque me tocó dar la asignatura nueva de Ciencias para el Mundo Contemporáneo que no la quieren los alumnos por diveras razones, sobre todo los de letras.El centro donde me encuentro es un centro sin instalaciones , casi tercer mundista y lo que no me explicaba como los padres enviaba allí a sus hijos pagando una media de 500 euros;empezé a oir comentarios de que allí les aprueban, no me lo podía creer, pero poco a poco veo cual es el sistema.La nula responsabilidad del director que tiene disciplina cero y que lo único que te dice que son chicos con problemas y que son al final mejores que cuando entraron( a él sólo le interesa la cuota a primeros de mes).
    Hay un apoyo inexistente al profesorado, no nos hace caso.Te sugiere de manera ladina que debes bajar el nivel, que por otro lado te ves obligado a hacer puesto que el nivel académico de los que llegan allí no da para más.A pesar de ello en esta primera evaluación yo he suspendido a bastantes chavales, pero ellos están tranquilos puesto que en veran o se les oferta un cursillo de las materias pendientes y milagrosamente aprueban, ya no por el profesor si no por criterio del centro.
    A parte de esta manera sin ética de pasaarle s el curso sufro las constantes ridiculizaciones de mi persona, de no hacerme caso a las explicaciones, comen en clase lo que les parece, si te piden ir al baño y se lo niegas salen porque les sale de los…, cuando les expulsas de clase a veces viene el director y te quita la raxzón delante de ellos…y para más vejaciones me amenazan con que tenga cuidado en las vias del tren puesto que me puedo caer fortuitamente…
    esto no solo me afecta como profesora en esas clases sino que, a la hora de dar otras donde no ocurre eso, estoy tan bloqueada que no doy pie con bola y me está afectando psicológicamente porque tengo miedo, ganas de llorar etc.. no sé como denunciarlo y donde hacerlo, por favor ayudarme.

  28. Carmen:
    He conocido varios casos como el tuyo, y posiblemente aun más “sangrantes”. El tuyo parece que está empezando. Te Diré que para superarlo hace falta mucho apoyo de los propios compañeros/as y especialmente el apoyo INCONDICIONAL del Equipo Directivo del centro. No parece (por lo que cuentas) que eso sea posible en tu caso. Los Directores de ese tipo de centros privados sólo buscan, como bien dices, mantener a cualquier “precio” a “todos sus alumnos” que “pagan religiosamente” una buena cantidad de dinero al comienzo de cada mes. En absoluto les importa que esos niños ricos sólo sean una escoria de adolescentes, bastante iletrados (porque se les regalan los aprobados) sin ningún respeto por sus profesores a quienes humillan una y otra vez con sus acciones y actitudes. Ciertamente me resulta penoso lo que voy a recomendarte. Me gustaría decirte que ADELANTE, que luches, que denuncies, que te enfrentes a esos maleducados chicos/as, aunque no lo merezcan. Y te lo diría si se tratase de niños marginados, con familias socioeconómicamente deprimidas, en definitiva, si se tratase de muchachos desfavorecidos. Te recomendaría para ello algunas estrategias. Pero en tu caso, dandom clase en un centro totalmente privado no merece la pena ese esfuerzo que te costaría sin duda la salud física y mental.
    No se cual es tu situación y si tienes o no contrato indefinido. Si no lo tienes, déjalo cuanto antes y busca otro trabajo. Intenta en las Áreas Territoriales de Madrid (son cinco, y la de Madrid centro está en la calle Vitrubio) inscribirte como interina. Quizás tenga suerte y aunque el primer año suelen llamarte para sustituciones cortas, cuando lleves más tiempo te darán sustituciones largas, incluso de años completos. Prepara mientras las oposiciones (por la asignatura que das supongo que eres de Biología) a profesor de enseñanza secundaria de tu especialidad.
    Si tienes contrato indefinido, coge cuanto antes la baja por enfermedad. Cuenta a tu médico, y si hace falta vas a consulta de psiquiatría a contar “LO MAL QUE TE SIENTES” y lo deprimida que estás, y que cualquier días haces algo que no quieres…etc. Obtén una baja y “utilízalá” todo el tiempo que haga falta, el máximo que puedas (Ese Director de tu colegio merecería que le hicieran esto todos sus docentes), creo que hasta ocho meses (que te irían prorrogando cada 15 días. Durante el periodo de baja, busca otro sitio donde trabajar (bien como interina en la enseñanza pública) bien en algo alejado de la docencia…pero no esperes ni un minuto más. Cuando tengas otro trabajo asegurado, podrías denunciar en Inspección (aunque supongo que lo saben), o incluso denunciar penalmente en los juzgados al director del centro por negarse a ayudarte cuando le comunicabas los problemas que tenias con los alumnos, y que te llevaron a la situación de “baja laboral” por depresión durante bastante tiempo.
    Te recomiendo que tomes muy en serio mis consejos, porque tu salud psíquica corre verdadero peligro si continúas soportando esa situación.
    Te deseo mucha suerte.
    Un cordial saludo.

  29. Hace más o menos un año escribí en este foro para exponer el acoso por parte de alumnos que sufrí en el centro en el que trabajaba, que me supuso una baja por ansiedad en todo lo que quedaba de curso. En la actualidad, trabajo en comisión de servicios en otro centro distinto y en otra población, y, por ahora, la cosa va mucho más tranquila. Sin embargo, ante el temor de que vuelvan en el futuro a repetirse situaciones como la que viví en el anterior centro, he solicitado traslado a Escuelas Permanentes de Adultos, aunque me suponga hacer muchos más km. que los que realizo en la actualidad para llegar a mi centro de trabajo. Le pediría al Dr. Yuste, si fuera tan amable, que me informara, como experto en la materia, sobre la existencia de acoso y violencia al profesor en este tipo de centros. Yo he oído opiniones de todo tipo, aunque predominan las que señalan que existen muchos menos problemas de disciplina en esos centros. Pero me gustaría conocer la opinión de un experto. Gracias.

  30. Carlos, el “clima” existente en los centros de Educación Permanente de Adultos no es, en absoluto comparable, al que se vive a diario en las aulas de Secundaria de cualquier Instituto. A los centros de adultos asisten alumnos de bastante más edad que los adolescentes de Secundaria Obligatoria. Es verdad que cada vez asisten más jóvenes que dejaron el Instituto poco tiempo atrás (uno o dos años), pero es muy raro encontrar a alguien menor de 19 años. Una mayoría de alumnos de esos centros tienen edades mucho más avanzadas. Se trata de gente que en su día no tuvo ocasión de estudiar; personas a quienes en su trabajo les exigen el título de ESO, o de personas que sencillamente desean aprender. Pero todas ellas acuden son “otra” obligación que el “propio deseo” de aprender u obtener un título que dejaron “escapar” durante su etapa de escolarización obligatoria.
    Cómo profesor, les podrás “gustar” más, o menos a estos alumnos, te podrás “llevar” con ellos mejor o peor, pero nunca tendrás los problemas de acoso que sufriste en tu anterior centro. Aquí, tu autoridad es suficiente. En tu otro centro faltó la autoridad del Equipo Directivo, especialmente la de la Jefatura de Estudios.
    Me alegra que en este centro en el que estás en Comisión de Servicios (aunque esté más lejos de tu casa) te vaya mejor que en el anterior.
    Mucha suerte en tu petición, porque la Educación de Adultos es un buen destino para cualquier docente.
    Un cordial saludo.

  31. Hola.

    Escribo por tercera vez en este foro, por si mi experiencia le sirve a algún profesor desesperado, pasados unos años desde que sufrí acoso en un IES, por parte de alumnos de secundaria. Dicha agresión me llevó a sufrir una baja por ansiedad y a cambiar de centro, al siguiente curso, donde las cosas fueron mejor, en un IES más tranquilo.

    En la actualidad trabajo en una EPA de adultos, que es un mundo totalmente diferente al de los IES. Obtener destino definitivo en una EPA me supuso perder un destino cercano a mi domicilio y tener que volver a la carretera, teniendo la certeza de que pasarán muchos años antes de que pueda volver a trabajar cerca de mi casa. Es lo de menos. En la EPA he recuperado la vocación de enseñar y he encontrado lo que debería ser obligatorio en cualquier centro de enseñanza: clases en silencio, respeto al profesor y a los compañeros y ambiente favorable al estudio y aprendizaje. Allí, quien no está interesado en cumplir unas elementales normas, o no se matricula, o se lo deja pronto, por lo que prácticamente no existen los problemas de disciplina, de modo que es muy sencillo para el profesor desconectar cuando termina su jornada laboral.

    No creo que vuelva a trabajar jamás en un IES. No hay nada que compense el vivir rozando la depresión y teniendo necesidad de los ansiolíticos para poder dormir. Como ha estudiado el Dr. Yuste, somos muchísimos los profesores de secundaria que hemos vivido así por motivos estrictamente laborales.

    Saludos,

    Carlos.

  32. Carlos, me alegra enormemente, que con tu cambio a la Educación de Adultos hayas recuperado la vocación de enseñante.
    Estoy absolútamente de acuerdo contigo en que no hay nada que compense una ansiedad continuada producida por unos alumnos «ineducados» y violentos. Es necesario escapar de esas situaciones cuanto antes, especielmente si los Equipos Directivos de los centros no actuan adecuadamente, y «responsabilizan» de las situaciones de indisciplina que se vive en el aula, al propio docente, hecho que, desgraciadamente, sucede con demasiada frecuencia. Ójala tu testimonio ayude a profesores que estén viviendo una situación parecida a la que tu viviste.
    Por cierto, este blog, no funciona como «foro», pero como mucho en mes y medio, pondré en funcionamiento uno, al que se accederá desde el propio blog (que cambiará de diseño), y donde se podrán realizar comentarios y ser contestados por otras personas en tiempo real.
    Feliz Año nuevo.
    Un cordial saludo.

  33. Hola Javier: Soy coordinador acadèmico en un colegio de Bogotá-Colombia, hace tres años y gracias a diferentes situaciones de violencia evidenciadas en el colegio iniciamos un trabajo con su orientación y recomendaciones. Al respecto quiero manifestarle nuestra gratitud pues aunque no hemos logrado erradicar el problema, hoy todos reconocemos el fenómeno y estamos desarrondo diferentes estrategias que han contribuido a mejorar el clima de las aulas, ademas a desarrollar un proyecto de investigación sobre «violencia verbal». Para un país que como Colombia la violencia ha sido uno de sus protagonistas en sus historia, el trabajr en en este tema se convierte en un gran aporte a la sociedad. Cuando leo situaciones de violencia escolar en España y otros paises me siento más responsable de los que podemos hacer en diferentes ciudades y paises por crear una sociedad en donde la violencia en sus diferentes formas y escenarios es necesario erradicarla totalmente. Gracias javier por motivar a que muchos maestros en el mundo reflexionemos pero sobre todo a que trabajemos por nuestros niños, niñas y jóvenes.

  34. Giovanny, me alegra que hayas puesto en práctica modelos de afrontamiento de la violencia escolar en el centro educativo en el que trabajas, y me alegra que mis consejos hayan resultado útiles. Es verdad que la violencia escolar no puede erradicarse en su totalidad, pero sí, con las intervenciones, se reduce de forma importante su incidencia.
    Espero que sigas visitando mi blog, y que participes en el foro que acaba de ponerse en funcionamiento. Será un buen lugar de encuentro para cambiar experiencias con otros docentes.
    Un cordial saludo.

  35. Buenos dias Javier, soy una estudiante de Educación Social y estoy haciendo un trabajo sobre violencia en las aulas. He encontrado por casualidad tu blog y me ha resultado muy interesante. Te agradeceria si me pudieras aconsejar sobre el tema del que trato en mi trabajo, pero no desde el punto de vista de cómo erradicar la violencia, sino más bien cómo pueden enfrentarse a todo ello los profesores en su dia a dia, gestionando el estres, manejándose con los alumnos conflictivos y hacer frente al acoso. En fín, como » continuar siendo docente sin morir en el intento». Una cosa más, ¿realizar algún curso de inteligencia emocional podria ayudarles?. Muchas gracias por compartir tus conocimientos con todos nosotros y un cordial saludo.

  36. Mar, indudablemente, hoy por hoy, dar clase en secundaria produce un enorme desgaste en el profesorado. Algunos (cada vez más) soportan unos niveles de angustia y estrés, casi al límite de lo tolerable, y son precisamente los docentes más jóvenes y las profesoras (porque ser del genero femenino es un factor de riesgo), quienes en general más problemas tienen al respecto, porque los adolescentes suelen hacerles “blanco de sus burlas” con mucha más frecuencia que a los docentes varones y con amplia experiencia el la labor docente. Y ciertamente ello no se erradica sin una incidencia contundente y adecuada de las Jefaturas de Estudio en los IES, y con el concurso, también adecuado, del Departamento de Orientación del centro.

    Estoy convencido de que realizar un “buen curso” sobre inteligencia emocional les ayudaría bastante. Una forma de gestionar el estrés diario y manejar adecuadamente los conflictos en el aula, podría estar relacionada con la posibilidad de que ese estrés no supere unos límites “aceptables” y con que los conflictos no se le “escapasen de las manos” al profesor.

    Dar clase hoy, sin duda, además de saber transmitir ciertos conocimientos, requiere conocer y poner en práctica ciertas «habilidades sociales» que además de favorecer el proceso de enseñanza-aprendizaje, posibiliten unas relaciones cordiales con los alumnos. Muchos profesores, incluso con varios años de servicio a sus espaldas carecen
    o desconocen que poniendo en práctica determinadas “habilidades sociales” muchos conflictos que surgen entre ellos y sus alumnos desaparecerían.
    Una habilidad importante en el docente, y que no todos saben poner en práctica, es «corregir conductas» sin descalificar o poner etiquetas al alumno «díscolo». Hay que mostrar desacuerdo y desagrado respecto a la conducta inadecuada, y no respecto a la persona del alumno, denigrándolo o menospreciándolo.

    Opino que el profesor debe poseer empatía y asertividad, además, debe saber comunicarse con eficacia, debe controlar en su comunicación interpersonal tanto la comunicación «verbal» como la «no verbal» y debe conocer qué actitudes son favorecedoras de la comunicación y cuáles no. Debe practicar la «escucha activa», y sobre todo, debe saber “muy bien” emitir elogios y recompensas. No cabe duda que todo esto es deseable en un docente, y, seguramente, muchos de ellos están deseando que «alguien» les enseñe a ponerlo en practica, es decir, que alguien les de «recetas concretas» y no sólo teoría casi siempre muy alejada de la práctica real. A eso me refiero cuando hablo de “buenos cursos”. Estoy seguro que un curso de inteligencia emocional estructurado a partir de la enseñanza de unas habilidades sociales “muy concretas” (además de las citadas, también “empatía y auto y hetero asertividad” relacionada con ejemplos concretos de situaciones cotidianas”, conseguirían de ellos no sólo que controlaran su estrés, sino que controlaran de forma adecuada las situaciones que lo originan.
    Un cordial saludo.

  37. Muchas gracias por la respuesta Javier. Aunque no soy maestra, como futura educadora social me toca de cerca este tema y por lo que veo a mi alrededor la profesión de docente es casi de riesgo. Desde la dirección tanto de IES como de colegios, se les debería dar más respaldo, pero también dotarles de estrategias para hacer frente a un problema que cada dia se hace más extenso y profundo. Me da la sensación de que en muchas ocasiones el profesor se encuentra solo ante el peligro, frente a unos alumnos que no tienen ningún tipo de respeto hacia la autoridad, unos padres que no saben o no quieren colaborar con el docente en la educación de sus hijos y un equipo directivo que se lava las manos y mira hacia otro lado. Aprovecho desde aqui para reivindicar la figura del educador social en los centros educativos como orientador y mediador en los conflictos, así como de apoyo tanto al profesorado, alumnado y padres. Saludos y mucho ánimo a todos los docentes que ahora mismo estén sufriendo acoso por parte de sus alumnos.

  38. […] Conflictividad en el aula. Violencia contra el profesor/a. Artículo en BULLYING: ACOSO EN EL AULA una violencia a erradicar (Javier Yuste Andrinal) Click here to cancel reply. […]

  39. Buenas tardes,
    Soy una profesora de tecnología, es el tercer año que trabajo y los problemas de disciplina constantes me llevan a situación de gran desgaste, especialmente en el presente año donde la situación particular hace que los alumnos se muestren especialmente en contra mia.
    Este curso cubro una baja por depresión que se ha prolongado durante todo el curso, según me ha comentado el profesor titular, su situación es debida a la indisciplina y burlas constantes de los alumnos, no obstante los alumnos estaban contentos con el profesor porque apenas les daba materia, no les ponía exámenes y daba aprobado general. Al llegar yo el departamento me ha dado la programación y unos criterios a seguir lo cual he hecho hasta ahora, porque considero mi obligación, tanto legal como moral, de dar y evaluar la materia.
    Esta situación ha creado un conflicto constante con los alumnos, en muchas clases he sufrido todo tipo de faltas de respeto, voces, burlas, lanzarse objetos, hacer todo tipo de ruidos cada vez que me doy la vuelta hacia el encerado etc, especialmente en un grupo se me hace casi imposible poder dar clase. En ese mismo grupo una vez me llegaron a lanzar un objeto a la cabeza, lo cual denuncié a jefatura de estudios y al no salir el culpable sancionaron a todo el grupo con la supresión de actividades extraescolares. Todo ello creó mayor aversión hacia mi, la semana pasada me han llegado a rayar el coche, lo he vuelto a poner en conocimiento de jefatura, pero creo que no quieren tomar excesivas cartas en el asunto. Llevo desde navidades tomando ansiolíticos y recurriendo a un psicólogo, que me está ayudando bastante puesto que de otra manera pienso que no hubiera podido resistir lo que llevo de curso. De todas maneras tengo casi a diario pesadillas, muchos días me siento bloqueada en las clases, y muchas veces me planteo si valgo realmente para esto, si es que tengo una manera de ser demasiado débil, si el problema está en mi que no se imponerme o que ocurrirá con mi futuro si estoy empezando en esta profesión y ya tengo tantos problemas. Ahora ya queda poco para finalizar el curso, pero no puedo evitar percibir cada día de clase como una tortura y una preocupación por lo que pueda sucederme, pues tengo miedo a no poder controlar los nervios en clase, o de sufrir más agresiones, bien hacia mi o hacia objetos como el coche. Me gustaría algún consejo sobre que medidas tomar, sobre todo de cara a próximos cursos.
    Gracias y un saludo,

  40. Covadonga, soy consciente del infierno que debes estar pasando. Conozco varios casos como el tuyo y, sin ir más lejos, el profesor a quien estás sustituyendo, dices, se encuentra de baja por depresión, precisamente por la indisciplina reinante en tu instituto.
    Del control de la disciplina en los centros educativos es responsable el Equipo Directivo, y más concretamente la Jefatura de Estudios. Cuando la Jefatura falla, el desastre, en relación a ese tema, es total, y ello, no sólo afecta muy negativamente al proceso de enseñanza-aprendizaje, sino que afecta directamente a la propia personalidad del docente.
    Según estudios relativos al tema, el hecho de ser mujer, y tener pocos años de experiencia (años de servicio), son las variables que más aumentan las posibilidades en el docente de sufrir “acoso” por parte de los alumnos. Tú, desgraciadamente, reúnes las dos premisas.

    Pero ello es algo que de ninguna manera deberían permitir los Jefes de estudios. Ningún docente que se vea superado por las circunstancias debería sufrir ese tipo de humillaciones por parte de los alumnos. Los Jefes de Estudios que no son capaces de controlar eso deberían ser cesados automáticamente en el cargo. Ellos son responsables de la salud “sobre todo mental” de los profesores de su centro. Pero la cruda realidad nos muestra que en muchos institutos, al profesor o profesora con problemas, no solo no se le defiende, sino que desde los propios Equipos Directivos de los centros se les termina culpando de no “saber” controlar la clase. Aunque te servirá de poco consuelo, te diré que me parece una aberración absoluta. Queda poco curso, y supongo que eres provisional, o interina y que no repetirás ahí.

    Te recomiendo que no te desanimes. Primero, porque al curso que viene, quizás acabes en un centro como el mío, en un centro en el que Jefatura de Estudios actúe. Yo soy Jefe de Estudios (en un centro del sur de Madrid, concretamente en Parla) y no permito, bajo ningún concepto esos tipos de situaciones. Apoyo incondicionalmente a los profesores (incluso cuando se equivocan, porque a veces, como nos sucede a todos, también se equivocan). Mi lema es que “el profesor siempre tiene razón, incluso, cuando no la tiene”. Te aseguro que ese apoyo incondicional al profesorado hace que en general haya un buen clima no solo de centro sino también de aula controlándose todo tipo de violencia. Y segundo, porque a medida que pase el tiempo adquirirás estrategias que te permitirán afrontar ese tipo de situaciones con éxito.

    Ten en cuenta que esta profesión nuestra como docentes de Secundaria exige bastantes más cosas que el propio dominio de la materia que impartimos. Dar clase hoy, requiere sin duda, además de saber transmitir ciertos conocimientos, requiere conocer y poner en práctica ciertas «habilidades sociales» que además de favorecer el proceso de enseñanza-aprendizaje, posibiliten unas relaciones cordiales con los alumnos.
    Ten en cuenta que una habilidad importante en todo docente, es saber «corregir conductas» sin descalificar o poner etiquetas al alumno «díscolo». Hay que mostrar desacuerdo y desagrado respecto a la conducta inadecuada, y no respecto a la persona del alumno, denigrándolo o menospreciándolo o poniendo etiquetas que ellos puedan interpretar como tal. Ten en cuenta también que los adolescentes tienen un sentido extraño de lo que es justo e injusto y enseguida dicen que “su profesor les tiene manía”. Cualquier trato que puedan calificar “de favor” hacia otro escolar lo sentirán como un agravio propio. Es importante aprender a repartir y dosificar las “recompensas” (un halago, un “muy bien”, “se ve que has estudiado”…) a todos los alumnos, incluso a los “díscolos”.

    Cuando trates de corregir conductas, o llegar a acuerdos con tus alumnos, es importante que evites generalizaciones. porque los términos “siempre” y “nunca” tienden a formar “etiquetas” desagradables. Resulta mucho más efectivo el uso de expresiones “frecuentemente”, “la mayoría de las veces”, “casi siempre”…Estas formas permiten a los alumnos sentirse correctamente valorados.

    Al corregir a algún alumno, debes referirte a lo que hace, y no a lo que es. Las “etiquetas” no ayudan para nada a los alumnos, y pueden aumentar sus dificultades. Conviene, además, elegir el momento adecuado. Si se trata de corregir una conducta o pedir explicaciones por alguna acción incorrecta, es mejor hacerlo en privado. Sin embargo, si se trata de elogiar una conducta determinada de un alumno, resulta más positivo hacerlo cuando está presente todo el grupo.

    No debes nunca ridiculizar o descalificar a un alumno. A veces es necesario llamarle la atención por conductas inadecuadas, pero hazlo mostrando enfado por el “hecho” o “conducta” con que estas en desacuerdo, descalificando la acción, pero nunca a la persona. Es conveniente que refuerces cualidades que el alumno demostró en otras ocasiones, diferenciando claramente la falta cometida en este momento, porque si refuerzas la imagen de indisciplinado por las “risas y carcajadas” de sus compañeros, el alumno díscolo se adaptará a la imagen y las expectativas que le transmiten, y es preferible que se adapte al refuerzo por la atención y admiración de sus compañeros, que por sus risas y “burlas”. Además eso les hace sentirse tan “humillados” ante los compañeros, que te “odiará a muerte” y eso no es en ningún caso deseable.

    No pongas etiquetas a tus alumnos (listillo, zoquete, burro…). Entre docentes, más correcto que trasmitir etiquetas de alumnos, es explicar las limitaciones que pueda tener un alumno determinado o sus dificultades personales.

    Recuerda que, aunque vayan bien las cosas, nunca debes ser “colega” de tus alumnos. Debes dejarles claro que no eres “su coleguilla”… eres su profesora de tecnología. Ello no quita que te muestres cercana, amigable, y empática con los alumnos, pero sin olvidar el verdadero rol que desempeñas.
    Mucha suerte en adelante.
    Un cordial saludo.

  41. Muchas gracias Javier,

    La verdad es que los consejos que me has dado son de verdadera utilidad, realmente la colaboración con de la jefatura de estudios en este caso es más bien escasa, ojalá en otros centros tenga más apoyo, pero lo principal es que yo sea capaz de desarrollar determinadas habilidades sociales para mantener un clima favorable en clase.

    Gracias por todo y un saludo,

  42. Soy profesor nivel bachillerato en México, soy medianamente joven (29 años) y cuando yo estudié los maestros no pegaban pero tenían autoridad para ponerte cualquier otro castigo o incluso hacer repetir a cualquier número de alumnos por clase.
    Ahora (a sólo 10 años de eso) no se puede ni reprobar a los alumnos pues son la mina de oro de las escuelas (y eso que son públicas), yo en lo personal ya me canse, voy por mi cheque y ya. No se puede dar clase así que sólo voy a pastorear a una bola de animales.
    No entiendo, por que debo tragarme la mierda de unos mocosos que bien podría romperles el hocico de un golpe, y si me traen a sus papás pues si no entienden y quieren golpes pues igual a ver de a como nos toca.
    Los estudiantes de hoy (no todos pero si en su mayoría) son unos brutos, animales, no merecen que el pueblo los mantenga y pague sus estudios (a travéz de los impuestos) si no quieren estudiar pues que no lo hagan y ya, el país esta lleno de profesionistas malos por culpa de estos animales.
    Estoy con Rafael, existen caballos que con que les jales un poquito la cuerda entienden por donde deben ir y otros que hasta el fuete y las espuelas les debes meter, en fin.
    Saludos.

  43. José, aquí, en mi país, muchos docentes de Educación Secundaria, e incluso de Primaria, piensan exactamente cómo tú, porque cómo habrás visto a través del artículo del blog, en las aulas de los institutos existe una enorme conflictividad que afecta muy negativamente al proceso enseñanza-aprendizaje, y también de forma especial al profesorado, destruyendo lentamente, pero sin pausa, la propia autoestima y personalidad del docente.
    La escuela comprensiva, impulsada por la pedagogía moderna, instaurada en Occidente hace más de 35 años (En España hace 20 años), absolutiza al niño (alumno) cómo si fuese el centro del universo, de tal forma que no pueda hacerse nada que le incomode o le “frustre”. Evidentemente la propuesta ha fracasado estrepitosamente en todos los países en los que se implantó. Parece que en el tuyo, un modelo similar, rige desde hace unos 10 años.
    Desde luego se trata de algo “pendular”. Se está llegando a unos extremos tales de fracaso en la enseñanza, que los gobiernos tratan de encontrar medidas paliativas al problema.
    Te entiendo perfectamente. La situación hace que los docentes sufran sobremanera para conseguir finalmente “una cosecha” mínima. Lo calamitoso de la situación hace que los profesores se planteen con frecuencia si merece la pena tal sufrimiento para tan pocos “frutos”. Dar clase hoy no es fácil y las “ganas de tirar la toalla” aflora cada día ante las dificultades que supone enfrentarse a los alumnos díscolos, ineducados, brutos, záfios, estúpidos, y que a nadie de la sociedad (excepto a nosotros, los docentes) parece importar. Es la sociedad en su conjunto quien “ha quitado” a los docentes esa autoridad que antaño tenían, y las consecuencias están ahí.
    Pero a pesar de ello, quiero hacerte una reflexión. El futuro de cada país, aunque sea lentamente y con dificultades, (retrocediendo a veces en lo anteriormente conseguido) sólo está en manos de la escuela, de sus profesores y maestros y sólo ellos y nada más que ellos tienen en sus manos la posibilidad de cambiar a mejor el futuro de cada país, porque el futuro de un país lo escribirán los niños y jóvenes de hoy.
    Y por eso, a pesar de las dificultades que tienes, te animo a seguir con tu magnífica labor “de futuro” y te felicito por ello, por ser docente en estos tiempos en que dar clase es tan tremendamente difícil. Por ser docente en estos tiempos en que una parte importante de la sociedad ignora e incluso “menosprecia” esta “imprescindible labor”, por eso, y solo por eso, te deseo mucha suerte y te felicito.
    Un cordial saludo.

  44. Saludos javieryuste, tienes razón al decir que el gobierno sólo busca remdedios paliamtivos al problema deja te platico que aquí en México les empezaron a dar mini-becas a todos los alumnos hasta los reprobados les dan unos 500 pesos a lo reprobados y 1000 a los de E (ahora son letras, de 45 a 85 dolares aproximadamente) ¿y qué pasa? pues en vez de ayuarlos a esturdiarlos es un incentivo más para que los que no quieren estudiar sigan en la escuela, incluso muchos padres los mandan para que «colaboren con el gasto familiar»
    También como dices uno va por vocación por esa poquita cosecha, y aunque en momentos uno quiere tomar su tiempo para hablar de temas como la comvivencia civil, eso se ve obstaculizado por la misma institución que no te deja «perder el tiempo» en otra cosa que no sea tu ´materia, además ahora los semestres son de 4 meses y tu debes ver como haces para terminar tu programa, aaa que se le va a hacer.
    Saludos

  45. José, hace tiempo, esa práctica actual del gobierno de tu país, de “gratificar económicamente” a los alumnos para que no abandonen prematuramente su educación, trató de implantarse en España en la Comunidad Autónoma de Andalucía, una de las más atrasadas respecto al tema educativo. No se siquiera si se llego a aplicar pues tuvo multitud de críticas. Es una práctica que no comparto en absoluto. Creo que es un error este tipo de iniciativas, porque, cómo bien dices, se convierten exclusivamente en un subsidio familiar. Soy de la opinión de que ningún alumno pueda quedarse sin formación por motivos económicos. Creo que los Estados deben sufragar esos gastos educativos, pero siempre que sean “bien aprovechados” por el alumno.
    Respecto a la obligación de completar los temarios, en España sólo sucede en los institutos con alumnos de 1º y sobre todo, de 2º de Bachillerato (con rangos de edad de entre 17 y 18 años), porque en la Educación Secundaria Obligatoria (1 a 4º de ESO. Alumnos con edades comprendidas entre los 12 y 16 años) los programas suelen adaptarse a la velocidad de aprendizaje del alumnado. Es decir, en los centros dónde los alumnos presentan dificultades de aprendizaje o cuyas familias presentan problemas socioeconómicos importantes, los programas no suelen nunca darse completos.
    Las dificultades encontradas se reflejan después en una memoria (que realiza cada profesor) que es enviada a la Inspección Educativa. Quizás, pronto, las autoridades educativas de tu país, tengan eso en cuenta y dejen de presionaros a los docentes para que terminéis íntegramente los programas.
    Un cordial saludo.

  46. […] a la vez, no debe llevar a subestimar la gravedad del problema. El problema existe aquí y en muchos otros lugares. En España, ya en 2006, se informaba que el 43% de los docentes madrileños presentaba […]

  47. Hola Javier,

    No se si este blog seguira activo, pero me gustaria dejar mis comentarios.

    En la actualidad soy aspirante a interinidad para Secundaria, especialidad Tecnologia, aqui en España. Aprobe las oposiciones pero sin plaza.

    Aparte de tener gran vocacion por la enseñanza (que siempre la he tenido) me atraen muchisimo sus ventajas: gran salario y trabajo de por vida, vacaciones interminables, jornada laboral ridicula, etc. Pero a la vez pienso que es necesario tener vocacion de enseñar para poder lidiar con las bestias que por desgracia existen en la mayoria de los institutos. Puedes dar con clases medio-qués, pero tambien tienes bastante probabilidad de que te toque una de estas clases de protodelincuentes.

    En conclusion, no sé si seria capaz de aguantar cada principio de curso la incertidumbre de saber si he caido en una clase buena o mala, de soportar continuas humillaciones, burlas, vejaciones, agresiones a objetos personales o incluso fisicas.

    A veces pienso que las grandes ventajas que antes he comentado que tienen los profesores solo sirven para que haya gente que se atreva a meterse en el mundo de la enseñanza. Si las jornadas laborales fueran de 40 horas semanales, 1 mes al año de vacaciones como todo el mundo y 1000 euros mensuales de sueldo, estoy seguro que NADIE QUERRIA SER PROFESOR. ¿Quien iba a aguantar todo lo que aguantan muchos docentes si no fuera por que tienen unas condiciones laborales muy superiores a las que se pueden encontrar en una empresa privada? Ante estas condiciones laborales y ante la precariedad actual en el empleo, la gente se tira de cabeza a ser profesor y dicen «si me toca una clase mala, pues ya vere lo que hago…»

    Tengo amigos profesores que les va bastante bien en el mundo de la docencia y confieso que siento cierta envidia de sus jornadas laborales, sus vacaciones y sueldo, pero a la vez pienso que el hecho de que les vaya bien la pelicula a algunos amigos mios no significa que me pueda ir bien a mi. De hecho, tanto en los periodicos como por ejemplo en este blog podemos ver que no a todos los profesores les va bien. Esto es una realidad.

    Por todo esto me encuentro en un mar de dudas de si iniciar mi andadura docente o no. Puede irme muy bien o por el contrario pasarlas canutas y arrepentirme el resto de mi vida, maldiciendo el dia en que se me ocurrio dedicarme a la enseñanza.

    Como experto en la materia, espero tus consejos y comentarios.

    Te envio un cordial saludo,
    Eduardo.

  48. Eduardo, voy a obviar tus dos últimos mensajes (no serán publicados), pues en ellos haces referencia a un posible “error informático” y te disculpas de las “cosas” que dices en el segundo, fruto de pensar que tu primer mensaje no fue publicado por una posible cuestión de censura.
    Te diré que jamás se ha censurado un solo mensaje en este blog (quizás alguna vez tenga que hacerlo), hasta ahora no fue necesario. Por supuesto los mensajes que enviáis requieren “moderación” para ser publicados y aparecer en el blog, si no estarían continuamente entrando spam o mensajes realmente inadecuados.

    Yo no miro todos los días los mensajes recibidos (lo hago cada tres o cuatro días) y ello hace que tarden algún tiempo en aparecer. Por otro lado, a veces, puedo contestarlo el mismo día que llegan, pero lo habitual es que tarde en responderles cuatro o cinco días, incluso una semana. Una vez ha sido moderado un mensaje, todos los siguientes que envíe esa persona sí entrarán y serán visibles automáticamente (los tuyos no porque como te dije al principio tras leerlos los borré), porque ya no estarán sujetos a “moderación”.

    Bueno, tras estas consideraciones paso a responder a las cuestiones que planteas.
    Ya en el año 2000, el psiquiatra Castilla del Pino, en un artículo titulado “El poder de los adolescentes” publicado en el Semanal nº 684 (suplemento del periódico el Sur, 3-9 de Diciembre, 33-37), en una larga entrevista decía entre otras cosas, “No hay ahora mismo profesión que depare mayor sufrimiento que la de profesor de Instituto”. El, casado con una profesora de Instituto conocía bien el problema que tenía la enseñanza secundaria. Trató en su consulta a muchísimos docentes y hablaba de una “patología terrible”. Los problemas de hace casi 11 años (que ya se arrastraban desde unos años antes) no han mejorado en absoluto, es más, muchos docentes afirmarían que el problema se ha agudizado aun más.
    Pero esto no es algo que deba asustarte. Porque dices tener vocación y consideras muy aceptables las condiciones laborables de los profesores. Eso ya es algo importante y sin duda te ayudará a afrontar con éxito una vida cómo docente.
    Lo de la vocación es importante porque, algo absolutamente imprescindible hace años para desempeñar este trabajo (un refrán decía “pasa más hambre que un maestro de escuela”) hoy por hoy no es posible. Cuando un Estado ofrece enseñanza gratuita y obligatoria a toda la población de entre 3 y 16 años, no puede esperar que todos los docentes necesarios para ello tengan “vocación”. Así, muchos docentes, no tienen vocación, pero son profesionales de la enseñanza. Ello requiere una preparación en dinámica de grupos, en el manejo del aula, etc, que puede ser estudiado y adquirido, pero aquellos que tienen “vocación” ya llevan mucho camino andado. También se aprende mucho con la experiencia. Tú debes ser aun muy joven, pero con “vocación” aprenderás mucho más deprisa que si fueras solamente un “profesional” de la educación.
    No cabe duda que las vacaciones no están mal, pero ciertamente “se necesitan” tal como hoy en día se desarrollan algunas clases. Y por supuesto, es incomparable el trabajo duro en una mina, o de mismamente en la construcción, que trabajar bajo techo. El problema viene cuando prácticamente entrar en el aula se convierte para el profesor en un infierno. Cuando sufre día tras día humillaciones y vejaciones de sus alumnos, e incluso, sus propios compañeros docentes y equipos directivos de su centro le “culpan” a él por no imponerse y por no saber mantener el orden. En ese momento se entra en una espiral de difícil salida. Ese tipo de situaciones sólo pueden ser “cortadas” desde la Jefatura de Estudios, pero desgraciadamente en muchos centros se desentiende de este tipo de problemas. Para esos docentes, su trabajo es infinitamente peor que cualquier otro, te lo aseguro.
    No creo que a ti te suceda algo parecido. A través de tus líneas deduzco que podrás afrontar lo que “encuentres” que ciertamente no siempre será bueno. Pero serás capaz de resolver adecuadamente. Yo te animo a que sigas intentando conseguir plaza. Ya aprobaste una vez sin plaza, y si perseveras acabarás aprobando.
    Volviendo a la “dureza” de este trabajo, te diré que la UNESCO hace ya años equiparó cada hora de docencia directa a alumnos de instituto, con tres horas de trabajo realizadas en una oficina. Los profesores de instituto tienen un mínimo semanal de 18 horas lectivas (algunos tienen 19, 20 ó 21 que reducen el número de complementarias). Ello equivaldría cómo mínimo a 54 horas en una oficina. El resto de horario, hasta 27 semanales, son de actividades complementarias. Luego hay otras 5 horas de asistencia a claustros, evaluaciones, etc. Total 32 bloques de 50 minutos que corresponden a 30 horas semanales. En estas no se incluyen las que pasas en casa corrigiendo exámenes o preparando clases. En fin, que te voy a contar, si ya has trabajado como interino, todo esto ya la conoces.
    Te diré que tengo 54 años y llevo 32 de ellos dedicado a esta profesión. No me arrepiento en absoluto. He conocido muchos cambios, unos a mejor, otros a peor, pero cómo te acabo de decir, no me arrepiento en absoluto. Estoy seguro que tú encontrarás dificultades, pero también hallarás satisfacciones. La experiencia, las “tablas”, las irás consiguiendo con años de servicio y conseguirás entonces muchos más momentos buenos que malos.
    Un cordial saludo.

  49. […] Conflictividad en el aula. Violencia contra el profesor/a. Artículo en BULLYING: ACOSO EN EL AULA una violencia a erradicar (Javier Yuste Andrinal) […]

  50. Genoveva

    Soy docente de secundaria actualmente elaboro mi tesis de maestria sobre el fenomeno bullyin y con asombro veo que este problema se ha generalizado en todos los paises, muchas veces como maestros no le damos importancia a este fenomeno lo ignoramos o no lo queremos ver, pero sabemos que afecta a muchos de nuestros alumnos pero lo mas lamentable es que a nosotros como docentes nos esta afectando fisica y psicologicamente, y aun asi muchos lo ignoramos no se recibe apoyo de nuestras autoridades escolares por dierentes cuasas, si se cita a los papas de estos alumnos que cometen faltas al reglamento,que ofenden compañeros y maestros al acudir los padres en vez de llamarle la atencion a los hijos culpan al maestro por llamarle la atencion a sus hijos, y el problema continua como si no se hubiera plalticado con ellos por lo que nosotros como maestros seguimos con la misma situacion dentro del aula es por eso que cada vez se va incrementando mas este problema, yo exijo estricta disciplina en mis grupos pero esto provoca tener que soportar el rechazo de los jovenes que atiendo, y se que estoy en riesgo de sufrir alguna agresion fisica o verbal por parte de algunos alumnos que sienten merecer todo y que nadie debe decirles nada pero creo que es el riesgo que todos como maestros estamos expuestos ya que no tenemos quien atienda esta problema que estamos viviendo se nos exige pero no se nos apoya. Creo que me siento impotente no se como ayudar a mis alumnos y compañeros que padecen esta cituacion desde que he leido y obsevado este fenomeno he tenido la inquietud de hacer algo pero no se como es por eso que ecribo, para recibir algunas opiniones sobre este problema que afecta enormemente a nuestra sociedad.

  51. Genoveva, sin duda el problema que planteas afecta enormemente a nuestra sociedad. La falta de apoyo por parte de los padres de nuestros alumnos posibilita esos comportamientos inadecuados en el aula que tanto daño hacen no solo al proceso de enseñanza-aprendizaje sino también a la propia salud psíquica de muchos docentes.
    El Psiquiatra Luis Rojas Marcos, quien fuera presidente del sistema de Hospitales públicos en Nueva York, en su obra “Las semillas de la violencia”, editado en 1995, dice precísamente que la violencia que desarrolla el ser humano no es institntiva, sino que se aprende. Esas semillas de la violencia se siembran durante los primeros años de vida y se cultivan durante la infancia. Y será a partir de la adolescencia dónde aquellas semillas comiencen a dar sus frutos malignos. Y por supuesto, esa violencia acaba apareciendo en las aulas, tanto en forma de acoso a otros compañeros (bullying), cómo en forma de “acoso” al profesor desde la perspectiva de múltiples formas (desde no hacer las tareas encomendadas, a faltas gravísimas de respeto e incluso de agresiónes físicas directas).
    En el curso 2009/2010, el Defnsor del Profesor (servicio puesto en funcionamiento por el Sindicato ANPE, atendió a las quejas de 3.849 docentes. Quejas relacionadas con temores y angustias de doentes ante la labor que dia a dia han de afrontar en las aulas, y que han aumentado un 10 % respecto al curso anterior. De todas esas llamadas, al menos un 30 % corresponden a profesores que ya están en tratamiento médico por estrés, ansiedad o depresión.
    La violencia está en la calle y traspasa los muros de la escuela. La realidad es que muchos niños agreden a otros niños, a quienes además vejan y humillan. Y también desarrollan esas mismas conductas con sus profesores, e incluso algunos “cuelgan” en internet esas burlas y humillaciones que han provocado.
    Por otro lado, cada vez más menores pegan a sus padres. Cada año, casi 10.000 padres denuncias recibir malos tratos de sus hijos adolescentes. De ellos, un 26 % dicce no saber que hacer con sus hijos ni cómo frenar esos comportamientos, y el 16 % admite haber abandonado hace mucho tiempo su educación, y un 8 % hubiese deseado no haber tenido hijos. El maltrato que estos niños producen a sus padres es tanto físico como psicológico, y convierten su vida en un verdadero calvario.
    En la Comunidad Autónoma de Madrid, entre el 9 y el 10 % de menores internados para medidas judiciales, lo están por agredir a sus padres o familiares próximos.

    Respecto a las clases, un profesor aquí, en España, emplea al menos un 40 % del horario lectivo solamente para poner “orden” y disciplina, y al menos, en un 75 % de los institutos, los alumnos insultan a su profesor y un 13 % de los docentes ha sufrido alguna agresión física.
    No cabe duda de que la educación empiza en casa. Es responsabilidad de los padres educar a sus hijos. Es algo que exige trabajo diario y sin excusas. Mientras los padres no se responsabilicen de la educación de sus hijos y caminen no “contra”, sino “con” los maestros de sus hijos, no cambiará esta situación que parece ir a peor a pasos agigantados.
    Hoy por hoy nuestra profesión como docentes, exige bastantes más cosas que el propio dominio de la materia que impartimos. Dar clase hoy, requiere sin duda, además de saber transmitir ciertos conocimientos, requiere conocer y poner en práctica ciertas «habilidades sociales» que además de favorecer el proceso de enseñanza-aprendizaje, posibiliten unas relaciones cordiales con los alumnos.
    Un cordial saludo.

  52. HOLA A TODOS

    PRACTIQUE LA DOCENCIA POR PRIMERA VEZ EN UNA ESCUELA PREPARATORIA DE LA CIUDAD DE MEXICO. EL AMBIENTE VICIADO DE LCOLEGIO DEBIDO A INDICIPLINA, VIOLENCIA Y DEGRADACION SOCIAL NO PUDO CONMIGO, PERO A UN ASI ME CORRIERON DEBIDO A LA DESECION DE LOS ALUMNOS.

    POSTERIORMENTE TRABAJE EN UNA PEQUEÑA ESCUELA QUE TENIA DESDE JARDIN DE NIÑOS HASTA BACHILLERATO. SE ME ACUSO DE RUDEZA Y SEVERIDAD CUANDO SOLO INTENTABA MANTENER ORDEN Y CIVILIDAD EN EL AULA (A LA DIRECTORA DEL PLANTEL LE DIERON UN BALONAZO Y CUANDO ELLLA RELCAMO QUE SI NO HUBIERA METIDO EL BRAZO LA PELOTA LE HUBIERA DADO EN PLENA CARA, ELLOS CONTESTARON «SERIA BUENA PORTERA MISS»)

    FINALMENTE, ENTRE A TRABAJAR EN UNA ESCUELA SECUNDARIA PRIVADA. PERO SENCILLAMENTE HE DECIDIDO TIRAR LA TOALLA
    ES UN SIS TEMA AL CUAL NO SE LE PUEDE GANAR AUN A PESAR DE QUE SOY JOVEN (23 AÑOS) YA NO TENGO FUERZA PARA PELEAR Y MENOS POR LAS GALLETAS DE ANIMALITOS CON LASQUE TE PAGAN.

    PROFESORES:DIGNIFIQUEN SU PROFESION, NO SE VUELVAN COMPLICES DE ESTOS SINVEGUENZAS, APOYEN A SU COLEGAS (DEJEN DE MATARSE POR LA S HORAS, POR LA MISERIA QUE LE S PAGAN POR ESAS HORAS) NO SACRIFIQUEN SU SALUD Y SOBRE TODO A SUMAN UN COMPROMISO CON LOS ALUMNOS. CREANME QUE LA RENUNCIAR LES DEMUESTRO QUE ME PREOCUPAN AUNQUE ELLOS NO SE DEN CUENTA.

    EN FIN SOLO ES MI OPINION

    GRACIAS Y SUERTE

  53. Iván, sin duda y aun siendo bastante joven, tus experiencias como docente han resultado traumáticas. Ciertamente, dar clase hoy se ha convertido en una tarea difícil, complicada, y sumamente frustrante. Los gobiernos tienen la responsabilidad de mantener a los docentes, en unas condiciones de trabajo dignas y “soportables”. Los países necesitan (si quieren llevar la escolaridad obligatoria a amplios sectores de la población infanto-juvenil) muchos profesores. No pueden dejarlo exclusivamente en aras de la “vocación”, pues no existirían suficientes. Hacen falta muchos y buenos profesionales de la educación para afrontar un reto semejante. Y es por ello, que los gobiernos han de dictar leyes y medidas encaminadas a facilitar un buen ejercicio de la docencia. Los equipos Directivos de los centros deben velar por que ningún profesor sea humillado, vejado, y maltratado por sus alumnos o familiares de estos, o que se deje la salud en el intento. Si no se toman las medidas adecuadas, muchas personas como tú, orientadas en un principio a la enseñanza, huirán de ello casi, en los primeros contactos. No sé cómo estará el asunto en los países de tu entorno (veo que en México no muy bien), pero aquí en Europa, ya hace unos cuantos años, en Holanda no tenían suficientes docentes, creo que en Inglaterra sucedió algo parecido. En Francia las cosas no van mucho mejor, y aquí, en España, el “malestar docente” empieza a ser (ya lo es desde hace años) una constante.
    Te deseo suerte en tu nueva andadura.
    Un cordial saludo.

  54. estimado javier

    gracias por contestar mi mensaje.. en en efecto, veo en youtube vidios sobre la situaciónsw4r56 de los docentes en españa, y no dudo en afirma que, ni siquiera en las peliculas de violencia escolar americanas se ve una situacion tan alarmante.

    en Mexico no es muy distinto, quiza lo mas desesperante (y creo que es el meollo del asunto) es la TOTAL falta de interes de los alumnos por lo que el maestro dice. muchos alumnos con los cuales tuve contacto fuera del aula, se mostraban cordiales y amistosos conmigo, es a ivan el maestro al que odian no a ivan el hombre. es, creo, un síntoma de que el fin del sistema tradicional de educacion esta cerca.

    con todo, queridos ex colegas, me niego a seguir sufriendo. las escuelas te pagan mucho menos de lo que te hace trabajar (en la ultima ganaba algo asi como 100 peso la hora, mas o menos unos 9 dolares) y si tomamos encuenta que, la presiones por parte de las instituciones hacia los maestros es enorme y el apoyo nulo, entonces estamos hablando de que el maestro en el mundo es, en la actualidad, uno de los trabajadores mas explotados y maltratados que existen.

    honestamente, no pienso insistir, solo me aterra el que pasara. mantengo comunicacion con tres ex alumnos por internet: uno esta apunto de ser padre y ya trabaja en un empleo horrible y mal pagado, la otra de cajera en una tienda departamental de 8 a 8, y el tercero no hace nada (en mexico los llaman «generación ni ni» ni trabajan ni estudian. ¿que mundo haran estos muchachos? son el resultado de un sistema que privilegia la ignorancia y la indicipliana en aras del lucro. que tristeza de verdad.

    por ultimo, no esta de mas escuchar lo que pasa en otro ambitos. docentes de altisimo nivel como harold bloom y camille paglia hjan denunciado por años la degradacion de las humanidades en la universidad norteamericana. hablamos de instituciones poderosisimas (harvard, yale, etc) en donde en aras de mantener la millonaria matricula, los directivos, han trasformado los campus en autenticas gurderias. si como maestros en escuelas de educacion basica y media superior, sufrimos con las familias de los alumnos imaginen lo que ha de ser verselas con los papas de estos juniors

    gracias y creanme maestros en activo, tiene toda mi admiracion

  55. estimado javier

    perdon por abusar de este espacio y de tu tiempo, solo quisiera compartir una ultima cosa:

    en la primera escuela en la que trabaje, existe una materia llamada «desarrollo motivacional» el profesor que la impartia (llamado hector) murio de una forma espantosa. atropellado por un camion torton mientras conducia su motocicleta en una via no demasiado transitada.

    no responsabilizo a los alumnos, pero si al stress que causan. me toco observar el hartazgo de hector despues de sus clases. el definia la conducta de los alumnos como «transgrecion de la autoridad del profesor».

    maestros ¿como esta impactando su trabajo en su vida familiar, emotiva y social? estoy seguro que mucho.

    suerte y gracias maestro yuste por este espacio ojala su tesis este en linea algun dia para consultarla

  56. Iván, resulta impactante lo que cuentas sobre la desgracia acaecida a tu compañero Héctor. No es extraño que el comportamiento de sus alumnos le produjera hartazgo hasta niveles difícilmente soportables. Es verdad que del accidente no puede culparse “directamente” a sus alumnos, pero, también es verdad que el estrés, la angustia y la imposibilidad de concentrarse, que esos comportamientos disruptivos provocan en muchos profesores, puede abocarles a afrontar de forma inadecuada determinadas situaciones y circunstancias que requieren máxima atención, para no acabar de forma grave y desgraciada.
    No sé si te has fijado, que desde este blog puede accederse a un foro con varios temas (cartela amarilla, arriba a la derecha), y que apenas tiene gente registrada. Lo creé precisamente para poder debatir de esto y otros temas relacionados con la violencia escolar desde todos sus ámbitos. Te invito a registrarte y poner allí tus opiniones. Espero que el foro se “mueva” un poco más. Mi blog tiene muchas visitas diarias y entra un mínimo de uno o dos mensajes cada tres días, a los que a veces tardo más de una semana en contestar. Sin embargo, el foro, herramienta mucho más adecuada para entablar conversaciones y diálogos cortos y en tiempo real, entre diferentes personas, sin mi concurso, apenas lo visita nadie. Te invito a que lo visites, te registres y “opines” sobre lo que hay allí, a ver si cunde el ejemplo y la gente se anima.
    Un cordial saludo.

  57. Estimado Javier:
    Soy profesora de Secundaria interina en un Instituto. No voy a decir la autonomía. Mi situación es la siguiente: doy clase a varios grupos de 1º y 2º de ESO. Los de 1º son especialmente conflicitivos y me resulta casi imposible mantener la disciplina en la clase. No me siento apoyada por el equipo directivo, y el director hoy me ha dicho que no puedo seguir así, y que si la situación no mejora llamará a la Inspección. Me sentí muy mal, hasta estuve llorando. ¿Me pueden despedir? Agradecería de usted cualquier orientación. Un cordial saludo

  58. Estimada profesora interina:
    Ser hoy docente de Secundaria se está convirtiendo en una profesión de riesgo. Deduzco de tu mensaje que lo estás pasando mal, porque te resulta casi imposible mantener la disciplina en clase. Te diré que, con 1º y 2º de ESO, incluso los docentes más “curtidos”, y con muchos años de servicio a sus espaldas, los que tienen “tablas” y experiencia, los que disponen de habilidades suficientes para manejar la dinámica del aula… ¡esos, incluso esos! , pierden más de un tercio de cada clase en mantener el orden, y la disciplina hasta conseguir una mínima atención de sus alumnos.
    Cuando el comportamiento disruptivo de los alumnos supera los límites que el profesor/a, es capaz de afrontar, sólo el Equipo Directivo del centro, concretamente la Jefatura de Estudios, tiene la capacidad real de eliminar o minimizar ese problema. Pero evidentemente debe hacerlo desde una perspectiva punitiva, y apoyando incondicionalmente al profesor que está “sufriendo” una situación violenta que no es capaz de controlar.
    Un director puede enviar informes negativos a la Inspección Técnica de Educación de cualquier profesor/a que no cumple adecuadamente y con profesionalidad su cometido. Que no cumpla los horarios, que falte con frecuencia sin justificación adecuada, que no asista a las reuniones preceptivas, que no realice la evaluación a los alumnos….pero creo que no van por ahí las cosas. No conozco tu caso, pero me da la impresión que quien no cumple verdaderamente con su cometido, es precisamente él. El tiene la obligación, al menos la “obligación moral” de ampararte e intervenir con los alumnos para que la situación mejore. No es motivo suficiente para poder echarte, el que no seas capaz de mantener el orden en el aula. Tendrá que exponer otros motivos ante el inspector, porque si no será él quien quede en evidencia.
    Platéale al director de tu centro, de forma minuciosa qué sucede en tus clases, qué hacen los alumnos, (me da la impresión que no te respetan) y detállale que no eres capaz de imponer orden porque tus alumnos hacen…dicen…etc. Y plantéale que si no se soluciona serás tú quien lo comunique a la Inspección y a los padres de tus alumnos que si se portan bien pero por el ambiente de la clase no “aprenderán nada”. No importa que seas interina, porque cómo docente, tienes los mismos derechos (exceptuando los derechos administrativos) que cualquier profesor titular del instituto.
    Soy de la opinión que este tipo de Directores y miembros de Equipos directivos que no apoyan a los profesores de sus centros frente a los “desmanes” de los alumnos, son quienes deberían ser apartados del cargo por las Administraciones Educativas. Pero desgraciadamente hay muchos directores de este tipo. Y por ello, si tu problema no se soluciona, te recomiendo que solicites una baja médica, pues estar sometida a esa presión, el estrés y la angustia sufrida te acabarán haciendo enfermar de verdad. No tienes porqué aguantar una situación semejante, cuando quienes tienen la obligación de ayudarte, no solo no lo hacen, sino que además te amenazan. Y por supuesto no debes sentirte nunca culpable. Hay otros institutos en que esas situaciones no se permiten bajo ningún concepto. El instituto dónde trabajo (soy el Jefe de Estudios) es uno de ellos.
    Espero que el problema se solucione pronto.
    Un cordial saludo.

  59. Estimado Javier:

    Tenía pensado escribir algo sobre este asunto tan triste, cuando buscando información he caído en tu blog. Soy profesor de música desde el año 2000 en que aprobé la oposición en Madrid y no puedo sino confirmar punto por punto lo que dices en tu artículo. Para mi lo de dar clases es una cuestión de supervivencia y, para no andarnos con rodeos, puedo decir que mi trabajo es en general un tormento, algo detestable y que si pudiese encontrar otra cosa, aun cobrando menos, no dudaría en abandonar.

    La prueba fehaciente de esta realidad la tenemos en la enorme burocracia de sanciones que gira en torno a las miles de sanciones que se acumulan anulamente en nuestros centros de Secundaria. Este dato, que tiende a ser minimizado por los Gobiernos y por los grupos de interés (psicopedagogos, inspectores, policía educativa) bastaría para plantear con toda su crudeza, que esto no funciona, que es un timo miserable e inmoral.

    Las causas de todo esto es algo que me supera. ¿Y las soluciones? Es ya tal el daño que se ha hecho que no es asunto fácil, incluso si se desamantelase todo el entramado de la LGSE-LOCE-LOE (lo cual sería una maravilla). ¿Recuperar la autoridad? ¿Cómo?

    Para terminar me gustaría indicar una dirección de un grupo denominado DESEDUCATIVOS en el cual participo y cuya razón de ser es la denuncia de este Sistema asqueroso y una renovación radical de la política y la filosofía educativa.

    http://deseducativos.com/

    Un saludo.

  60. Francisco Javier, siento profundamente la situación por la que estás pasando. Y desgraciadamente, son muchos los docentes para quienes día tras días, la entrada en las aulas se convierte en un calvario. Estoy de acuerdo contigo en que se necesita una renovación radical de la política y la filosofía educativa.
    Veo que prestas tus servicios en la Comunidad Autónoma de Madrid. Yo también. Y te diré que esa enorme burocracia que gira en torno a las sanciones que año tras año se acumulan en los IES, desde hace año y medio, al menos en nuestra Comunidad, puede reducirse a la mínima expresión siempre que los equipos directivos de los centros lo decidan.
    En mi instituto, no se permite bajo ningún concepto que un profesor lo pase mal por falta de respeto de sus alumnos, y desde el equipo directivo intentamos atajar esa problemática de forma drástica y fulminante. Lamento profundamente, desde mi puesto como Jefe de Estudios, cuando tardo algún tiempo en enterarme de esas situaciones. En el momento que detectamos algo así, y procuramos estar muy al tanto de ello, actuamos con firmeza desde el equipo directivo. Te diré que el claustro de mi instituto lo componen 113 profesores. Pasan anualmente por él entre 20 y 25 interinos cada año y casi todos los que pueden repetir al año siguiente, vuelven a confirmar.
    Lo que quiero decirte, es que con la nueva legislación de la Comunidad de Madrid (en otras comunidades ni lo han planteado), los Directores de los IES disponen de armas poderosas y suficientes para solucionar este problema y por ello, en mi opinión, tienen una gran responsabilidad respecto a solucionar o no este problema.

    La desgracia es que en un 95 % de los centros, los equipos directivos no quieren “asumir” esas responsabilidades y “culpan” a los docentes de no ser capaces de “poner orden en sus clases”, lo cual verdaderamente es una aberración absoluta.
    En este blog, tengo un foro en donde tus comentarios pueden ser respondidos por otros colegas en la misma situación que tú. Te invito a registrarte y a dejar allí algún comentario dentro del tema “Conflictividad en el aula. Violencia contra el profesor”, en el artículo “agresiones a docentes”.
    Te deseo lo mejor. Ojalá pueda solucionarse tu problema.
    Un cordial saludo.

  61. Necesito una orientación suya, no tiene relación con la violencia escolar, pero en una ocasión le consulte sobre un caso, que por lo que he leido considero que se trata de hiperactividad y deficit de atención. Este diagnóstico o condición se puede revertir o superar con tratamiento medico. Los medicamentos para estos casos siempre son sedantes nerviosos?, crean dependencia?, tienen efectos colaterales?. vivo en Venezuela, no se cual sería el especialista idoneo para tratar este problema. Ah me gustaría saber cual es su profesión. Saludos, muchas gracias por su atención, Dios le bendiga grandemente.

  62. Rosa, el tratamiento de TDAH requiere por un lado terapia psicológica y por otra (aunque no siempre) fármacos concretos, que deben ser administrados bajo prescripción y supervisión médica, generalmente, por un médico especialista en psiquiatría. Los medicamentos usados para el tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad se denominan psicoestimulantes. Suelen usarse fármacos cómo metilfenidato, dextroanfetamina y una mezcla racémica de d-anfetamina y l-anfetamina. Curiosamente estos medicamentos que tienen un efecto estimulante en la mayoría de la gente, al activar zonas del cerebro necesarias para concentrar la atención, tienen el efecto contrario en los niños que padecen ese síndrome, cuya característica más sobresaliente es precisamente la imposibilidad de centrar su atención durante un tiempo prolongado. En ellos, actúan como calmantes. En otras ocasiones, también se usa la atomoxetina, clonidina, desipramina, imipramina y bupropión.
    Ciertamente, al tomar psicolestimulantes, puede acelerarse el ritmo cardiaco, aumentando la presión arterial, o aparecer “desgana” y pérdida de apetito, o dolor de cabeza o estómago. A veces sobre todo en niños, el tratamiento prolongado puede implicar por todo lo dicho pérdida de peso. Pero por ello, ha de tomarse el fármaco bajo estricto control médico. El especialista recetará la menor dosis posible que permita controlar la hiperactividad compulsiva, e indicará la dosis correcta (1/4 de pastilla, 1/3, ½…). A veces puede dejarse de tomar el medicamento los fines de semana. La medicación debe tomarse, o administrarse al niño que sufre el síndrome, exactamente tal y cómo diga el médico, y si observamos que no funciona es necesario comunicarlo, pues a veces, el psiquiatra optará por dos medicamentos diferentes y dosis distintas hasta encontrar el más adecuado (tanto el fármaco como la dosis) para la persona en tratamiento. Suelen tomarse entre 30 y 45 minutos antes de las comidas, pero será el médico, quien con tus informaciones y posibilidades de administrárselo, determine los mejores momentos para las tomas. Podría optar también, en función de las circunstancias, por la que se denomina “toma de acción prolongada”, una sola toma al día antes de la primera comida, o bien antes de acostarse.
    No debes tener ningún miedo al tratamiento, siempre que se lleve a cabo bajo un estricto control médico, porque se ha demostrado que los fármacos utilizados para tratar el TDAH mejoran la capacidad que tiene una persona de realizar tareas específicas tal como poner atención o tener más autocontrol en ciertas situaciones o circunstancias. No se sabe si esta medicación es capaz de mejorar otros aspectos de la vida cotidiana, como las relaciones interpersonales o habilidades del aprendizaje y de la lectura. Pero sí es cierto que cuando los niños que tienen TDAH no logran superar los objetivos educativos y fracasan en la escuela, el tratamiento médico en la mayoría de las ocasiones implica la obtención de mejores calificaciones y mejor comportamiento en el aula.
    La duración de los tratamientos varía de una persona a otra. Algunos niños toman la medicación durante uno o dos años, mientras que otros toman los fármacos durante varios años. Incluso, algunos han de seguir tomándolos durante la edad adulta. Y en muchas ocasiones, en estos tratamiento largos, puede suspenderse (siempre a criterio del médico, que escuchará los comentarios de los padres y maestros respecto a la conducta del niño tratado) durante las vacaciones escolares.
    Son dos los especialistas idóneos, el psicólogo y el psiquiatra, y ambos son necesarios para tratar el TDAH (aunque a veces, si puede controlarse solo con terapia, puede prescindirse del psiquiatra). El psicólogo marcará las pautas y el tratamiento desde una perspectiva psicoterapéutica, y el psiquiatra prescribirá los fármacos idóneos y las dosis adecuadas, a la vez que controla la salud del niño.
    En Europa, estos tratamientos no conllevan ningún tipo de riesgo porque suelen hacerse desde un estricto control médico, y si a ello se añade la buena atención terapéutica de un psicólogo especialista en el tema, lo más probable es que el tratamiento sea un éxito. No sé en Venezuela, pero supongo que allí también habrá buenos terapeutas. Pero no olvides que la medicación siempre debe ser prescrita por un médico, y a ser posible, especialista en psiquiatría.
    Preguntas también por mi profesión. Soy doctor en psicología, y me dedico a la docencia desde hace más de 30 años.
    Espero que soluciones pronto el problema.
    Un cordial saludo.

  63. Muchas gracias por sus buenos deseos y su detallada orientación, le ruego a Dios lo bendiga poderosamente, por esa disposición de su tiempo para brindar orientación y ayuda a quienes se la solicitan.
    Me gustaria si está dentro de sus posibilidades, me describiera las características que presentan los niños con TDAH y/ o un test que pudiera llenar para conversar con los padres del niño afectado (mi nieto), que conocen poco de esto para ayudarlos a tomar la decisición de buscar ayuda especializada, porque tiene10 años de edad y generalmente se siente frustrado, rechazado por sus compañeros de clase y hasta por algunos familiares, no le puedo negar que en muchas ocasiones me altero por sus constantes trastadas y me pregunto, que queda para los demás?, aunado a esto tiene poca atención por parte de la docente a quien le queda más fáci dejarlo que haga o no haga lo indicado en clase, pues lamentablemente, aquí los docentes no reciben orientación para atender y ayudar niños con estos problemas.

  64. Rosa, las características que suele presentar un niño con TDAH (Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad) es una excesiva movilidad y una tremenda falta de concentración en las tareas encomendadas. Ello hace que en la escuela sean frecuentemente amonestados cuando no sancionados. Estos niños no son capaces de “estarse quietos en clase, y “molestan” con frecuencia sus siendo incapaces de terminar los trabajos escolares. En casa a menudo dan disgustos a sus padres, porque continuamente estará haciendo alguna “trastada”, “rompiendo cosas”, “mintiendo a menudo” y “no estando quieto ni un segundo”. Todo esto altera sobremanera a los padres, y en el colegio, no tendrá amigos porque nadie quiere estar con él, porque se irrita a menudo, no cumple las normas en los juegos, chilla con frecuencia, y siempre se estará “pegando” con alguno.
    Te enviaré a tiu correo particular un pdf que te servirá de gran ayuda.
    Un cordial saludo.

  65. Buenas tardes:

    Soy profesora de secundaria y bachillerato en un centro concertado-privado.

    Me he sentido muy identificada con lo que escribes en tu artículo sobre profesores que sienten angustia al llegar al aula. Este es mi segundo año dando clase, y entrar en una de las aulas, de 2º de ESO, donde doy matemáticas todos los días de la semana, me crea una angustia y ansiedad enormes, pues no sé como manejar la situación con niños que faltan al respeto o interrumpen constantemente.

    Yo quiero buscar algún tipo de ayuda profesional que me ayude a tener menos stress, y sobre todo, a saber como hacer frente a estas situaciones, y a mantener el control en el aula.
    No he encontrado nada mirando por internet, y la orientadora del colegio no me ha ayudado cuando he intentado hablar con ella.

    Por favor, si sabéis de algún sitio, indicádmelo.

    Gracias,

    Marta

  66. Estimada Marta:
    Tal y como dije en una respuesta anterior a una joven profesora interina, el ser hoy docente de Secundaria se está convirtiendo en una profesión de riesgo. Llevas poco tiempo dando clase pero te diré que con alumnos de 1º y 2º de ESO, incluso los docentes más “curtidos”, y con muchos años de servicio a sus espaldas, los que tienen “tablas” y experiencia, los que disponen de habilidades suficientes para manejar la dinámica del aula… ¡esos, incluso esos! , pierden más de un tercio de cada clase en mantener el orden, y la disciplina hasta conseguir una mínima atención de sus alumnos.
    Cuando el comportamiento disruptivo de los alumnos supera los límites que el profesor/a, es capaz de afrontar, sólo el Equipo Directivo del centro, concretamente la Jefatura de Estudios, tiene la capacidad real de eliminar o minimizar ese problema. Pero evidentemente debe hacerlo desde una perspectiva punitiva, y apoyando incondicionalmente al profesor que está “sufriendo” una situación violenta que no es capaz de controlar.
    Desgraciadamente no en todos los centros educativos, los Equipos Directivos intervienen adecuadamente para cortar de raíz las conductas disruptivas de los alumnos y las faltas de respeto de éstos hacia sus profesores. Incluso algunos Directores y Jefes de Estudios, (más de los deseables), culpan al propio docente de no ser “capaz” de mantener e imponer el orden en sus clases, y eso lo único que produce es la elevación de la angustia y el estrés en el docente, ya que no sólo no le ayudan a resolver el problema, sino que le culpan de ello.
    Opino que este tipo de Directores y miembros de Equipos directivos que no apoyan a los profesores de sus centros frente a los “desmanes” de los alumnos, deberían ser apartados del cargo por las Administraciones Educativas. Pero desgraciadamente como digo hay muchos directores de este tipo. Habla con algún compañero/a con varios años de experiencia docente y pídele consejo. Cuéntale lo mal que lo pasas y solicita, por favor su ayuda. Comunica al Tutor/a de ese curso los problemas que tienes con sus “tutoradnos” para que hable con ellos sobre el tema y les haga saber que así sólo conseguirán suspender al final de curso, algo que tú, por supuesto no deseas.
    Resulta positivo, como bien apuntas, que realizases cursos sobre control del estrés y de inteligencia emocional. En estos últimos aprenderás estrategias para el control de la dinámica del aula. No sé desde dónde escribes, pero sea de dónde sea, dirígete a los organismos oficiales dependientes de la Consejería de educación. Allí te informarán de dónde se realizan estos cursos y las fechas y horarios correspondientes. También podrías dirigirte a la sección educativa de algún sindicato, pues en sus manos ha quedado una parte importante de la gestión relativa a la formación del profesorado (al menos en Madrid). Muchas Universidades organizan cursos de verano relativos a este tema, y sería también una buena opción.
    Mucho ánimo. Espero que se solucionen pronto tus problemas en ese aula de 2º de ESO y que encuentres información sobre los cursos que deseas realizar.
    Un cordial saludo.

  67. AUXILIOOOOOOOOOOOOOOOOO
    Hola amigos, importantes comentarios,por favor díganme en que se sustenta, que un maestro debe tener mas de 30 alumnos en el aula. Tengo mas de 45 alumno y estoy a punto de enloquecer. Pero en el departamento en el que trabajo dicen que es una norma del MEN y que se debe cumplir. Ademas, mientras unos docentes nos sentimos ahogados con tantos alumnos encima, otros docentes en el mismo departamento se encuentran de brazos cruzados sin asignación académica, Sé, que esta clase de violencia solo se da en mi pais pero busco un sustento que permita entablar una acción legal.

    Amigos docentes un abrazo fraternal.

    Bernardita.

  68. Bernardita, desde luego, tener 30 alumnos ya resulta complicado para el docente, pero tener 45, desde luego, debe resultar “enloquecedor”, especialmente si son alumnos de edades comprendidas entre los 7 y los 14 o 15 años.
    La disminución de la ratio escolar depende de los gobiernos de cada país, especialmente en lo que se refiere a la enseñanza pública. Aquí en España, la ratio máxima en la Educación Secundaria Obligatoria es de 30 alumnos, y hasta 40 en las clases de bachillerato o Ciclos formativos de Grado medio o Superior, donde los alumnos son ya mayores de 16 años. En Primaria, el máximo son 25 alumnos por clase, y en infantil 20.
    Entablar una acción legal si eso está contemplado en la Ley o no está especificado, resulta una tarea prácticamente imposible. Pero sí puedes formar “plataformas” o “agrupaciones” de docentes descontentos que aporten ante las autoridades la imposibilidad de ofertar una educación de cierta calidad en esas condiciones. Si existen sindicatos de enseñantes en tu país (imagino que no), son ellos quienes han de movilizarse para conseguir rebajar el número máximo de alumnos por aulas, si no, puedes empezar tu, desde agrupaciones cómo las que te propongo que formes, haciendo intervenciones en los medios de comunicación denunciando el problema y solicitando la ayuda de padres de alumnos para que con sus movilizaciones y exigencias de una mejor enseñanza, hagan replantearse al gobierno de tu país, la necesidad de invertir más dinero en educación porque un país se juega su futuro y su destino precisamente en la educación que ofrece a sus niños y jóvenes.
    Espero que coseches muchos éxitos, o que al menos siembres la “semilla” que en un futuro relativamente próximo permita a los docentes de tu país tener un número mucho más reducido de alumnos, algo absolutamente necesario para desarrollar una docencia de calidad.
    Un cordial saludo.

  69. Me acabo de encontrar con todos estos comentarios de profesores. He intentado leerlos todos, pero no se si voy a estar repitiendo lo que otros ya han dicho. Soy profesora de castellano y me he encontrado con alumnos terribles a los que es imposible controlar porque tienen una gran seguridad en que de una manera u otra les van dar su diploma. Lo peor es que han decidido que la mejor manera de pasar el tiempo obligatorio en la escuela es NO dejando que los profesores instruyan o que los estudiantes normales ( por los que muchos de nosotros seguimos adelante) puedan aprender. Generalmente suelen ser estudiantes con expedientes por mal comportamiento, con un gran habilidad para camelar a los directores de que ellos ‘no han hecho nada’. Hay otro problema y es que muchos de estos angelitos tienen una familia que les arropa, poderosa y despreciativa hacia los profesores que tienen por el cuello a los directores. Otro problema es que los consejeros tan importantes en los colegios para ayudar a los alumnos que lo necesitan…. por otro lado generalmente no tienen experiencia en la clase, por lo que desgraciadamente suelen estar de parte del alumno en contra del profesor, o simplemente tienen que regirse por normas y regulaciones que protegen a los gamberros que todos tenemos que aguantar. Esto mismo la pasa a las direcciones escolares. Desgraciadamente tenemos que trabajar en las aulas con alumnos que se las saben todas (me he encontrado con demasiados alumnos de terrible conducta que son hijos de educadores). Se saben hasta donde pueden llegar y como quejarse de que la profe es injusta, etc. Todos tenemos las manos atadas porque muchas de las utopicas reglamentaciones y normas que se dictan para regir y evaluar un colegio…. estan escritas por PhDs que no han salido de su torre de marfil y se creen con experiencia suficiente para decirnos como hacer las cosas en la clase…. No tienen ni idea …. pero tienen un PhD y la oreja de los politicos y los altos cargos de las administraciones….. que a su vez no tienen NI IDEA de lo que es sobrevivir en una pecera (la clase) rodeada de peces que como tu sufren el acoso continuo de 4 o 5 piranas… porque no suelen ser mas de 4 o 5. Es terrible pero hasta que las normas y las reglamentaciones UTOPICAS de esta banda de TEORICOS sigan en vigencia, no habra arreglo. Cuanto lo siento … Porque yo todavia quiero poder experimentar la felicidad que un alumno ‘normal’
    siente al entender por fin algo bien…. Deberiamos como profesores empezar por identificar honestamente a los 20 o 30 estudiantes pirana (y no todos los profesores pueden ser honestos porque si te quejas es que no sabes–otra estupidez de la torre de marfil) y ponerlos en su pecera privada para que nos dejen en paz a los demas… y por supuesto para que estudien pero en su pecerita…. no hace falta pegar pero si aislar los en defensa de los estudiantes ‘normales’ y de los profesores. Buena conversacion pero tenemos que buscar soluciones…. y se puede instruir y aprender pero hay que extirpar a los que no tienen otro deseo en la escuela que no dejar a nadie hacer nada…. y en un mes las piranas han sido identificadas de sobra.

    Gloria

  70. Gloria, impartir clase hoy a alumnos de secundaria se ha convertido en una profesión de riesgo. A las cada vez más numerosas agresiones físicas que reciben algunos docentes por parte de determinados alumnos o de familiares de estos, se une el estrés insoportable que a algunos docentes les supone entrar en determinadas clases. Y ello afecta directamente a su salud psíquica.
    El apoyo incondicional que algunos padres otorgan a sus hijos, sumerge en una gran indefensión al docente, quien sólo puede ser “rescatado” con el apoyo incondicional del Equipo Directivo del centro (Director y Jefe de estudios). Pero desgraciadamente, la norma es, precisamente, que suceda lo contrario. Un profesor con dificultades es incluso culpabilizado por la mayoría de Equipos Directivos y por sus propios compañeros de “no se capaz” de hacerse con la clase y de “no valer para la profesión”. Para colmo, la pedagogía moderna que absolutiza al alumno, hace que, como bien dices, una mayoría de Orientadores se muestren más proclives a ayudar al alumno “disculpándolo” y encontrando siempre “la razón que lo justifica”. Craso error a mi entender. Ciertamente hay variables y elementos que podrían “explicar” la conducta disruptiva y violenta de los alumnos, pero “nunca justificarla” que es a lo que en la mayoría de los casos, se tiende.
    Estoy de acuerdo contigo en todos los planteamientos que aportas en tu mensaje. Ciertamente, nos han tocado vivir y trabajar en una época en que la educación se encuentra inmersa en graves problemas, que hemos de intentar solventar con ánimo y con nuestro mejor “hacer”. Dices que basta un mes para identificar a los alumnos problemáticos. Te aseguro que un profesor con experiencia es capaz de detectarlos en una sola semana. La Administración se empeña (por aquello de “la atención a la diversidad”…menuda falacia) a que estos alumnos permanezcan en el aula, cuando debería ofrecérseles “salidas” que el Centro como tal no puede ofrecer. Tampoco puede afrontar los comportamientos violentos y disruptivos de ciertos alumnos (algunos con graves problemas psíquicos) porque no tiene soluciones para ello, y mientras, esos alumnos perjudican enormemente el aprendizaje de sus propios compañeros, y erosionan, despacio pero sin pausa, la salud física y psíquica del profesor.
    El arreglo de la situación actual necesita una “voladura” controlada. Necesita que la propia sociedad se dé cuenta de las generaciones que estamos formando, y de las graves carencias con que estos adolescentes van a afrontar su futuro y exijan SOLUCIONES. Solo cuando sea una verdadera exigencia social, los políticos abordarán el tema de forma adecuada. Mientras tanto, los docentes debemos exigir apoyo incondicional a nuestros directivos y tratar de hacerles ver a los padres que el “profesor siempre tiene razón, incluso cuando no la tiene”. Yo soy Jefe de Estudios en un IES y no permito, bajo ninguna circunstancia (en cuento me entero del problema) que ningún profesor lo “pase mal” como consecuencia del comportamiento inadecuado de sus alumnos. Esa frase que acabo de entrecomillar la empleo con frecuencia a ciertos alumnos, y les aclaro el porqué un “profesor siempre tiene razón, incluso cuando no la tiene”.
    Mucho ánimo en tu lucha diaria con los alumnos. Se necesitan muchos docentes concienciados del problema para que la situación, aunque sea lentamente, vaya cambiando “a mejor”. Esperemos que en los próximos años, no haya ningún profesor que a consecuencia de estos problemas, acabe planteándose cambiar con urgencia de profesión.
    Un cordial saludo.

  71. Estimado Javier:
    Sabes tu tema es muy importante hoy en día, dado que siempre es mencionado el bullying entre alumnos y no así el de profesores, soy alumna de la univerdad y estoy haciendo mi tesis sobre esto, quería saber si ud. tal vez me podría facilitar algo de información, me serviría muchísimo muchas gracias.

  72. Patricia, no entiendo muy bien si te refieres al “acoso” que puede sufrir un docente por parte de sus alumnos, o si te refieres a la violencia que un profesor puede sufrir por parte de sus propios compañeros. En ninguno de los dos casos podría calificarse de bullying, pues ese es el término utilizado para referirse a la “violencia entre iguales”. La violencia entre docentes se enmarcaría en el acoso laboral o mobbing relativamente frecuente entre directivos y subordinados, o incluso entre trabajadores de una misma escala o status.
    Si estás desarrollando tu tesis, en relación a la primera premisa, puedo completarte la bibliografía que cito en el artículo en el que has dejado tu mensaje (si estás interesada en ello dímelo en otro mensaje). Si tu trabajo se refiere al segundo planteamiento te recomiendo que leas algún libro de Iñaki Piñuel, doctor en Psicología del trabajo y de la Organización, especialista y divulgador del síndrome del “Acoso en el trabajo” o mobbing. En el año 2005, Plaza Edición publica “Mobbing en la Universidad” de Rosa Peñasco.
    En el libro «Mobbing: Cómo sobrevivir al acoso psicológico en el trabajo» ed Sal Terrae hay un cuestionario de 42 ítems con el que valorar si una persona sufre realmente acoso en su trabajo. Quizás podrías utilizarlo en tu investigación.
    Un cordial saludo.

  73. Estimada me refería a las agresiones de alumno a profesor, muchas gracias por responderme con tanta prontitud muchas gracias.

  74. Patricia, los datos aportados en el artículo, figuran en mi tesis doctoral, defendida en el año 2006. La referencia completa de la tesis es:
    – Yuste, J (2006). “La violencia en los Institutos de Educación Secundaria. Una propuesta de intervención”. Tesis doctoral no publicada. Madrid. UNED.
    A partir de la tesis, y junto con la codirectora, he publicado dos libros. El trabajo de investigación aparece completo en la tesis, pero un gran resumen de éste está en uno de esos dos libros cuya referencia es:
    – Yuste, J. y Del Campo M.E. (2009). “Habilidades sociales frente al bullying y cualquier tipo de violencia en el aula”. Madrid. Sanz y Torres.
    El resto de bibliografía citada en el artículo te la escribo a continuación
    – Burrel, J. y De Vicente, F. (2002). El fracaso de la LOGSE. La Vanguardia. 8 de Abril.
    – Castilla del Pino, C. (2000). El poder de los adolescentes. El Semanal, nº 684, suplemento del periódico El Sur. 3-9 diciembre. 33-37.
    – C.I.D.E. (1995) . Evaluación del profesorado de Educación Secundaria. Análisis de tendencias y diseño de un plan de evaluación. Madrid. Ministerio de Educación y Ciencia.
    – Funk, W. (1997). Violencia escolar en Alemania. Estado del Arte. Revistra de Educación, 313, 53-78.
    – García Correa, A. (1996) . La disciplina escolar, el gran reto del siglo XXI. Escuela Española (3.268), 11-12.
    – García – Valiño, I. (2003). Ignacio García -Valiño, novelista y Orientador de Secundaria. Escuela Española nº 3.603, (4 de diciembre), pg. 9.
    – Pastor, B. (2002) . ¿Qué pasa en las aulas ? . Barcelona. Planeta. S.A.
    – Pérez, Mª.C.; Ojeda, J.; Hiertas, S.; García, V.; y Agrait, P. (2002). Las condiciones de salud laboral en el colectivo de trabajadores de la Enseñanza de la Comunidad de Madrid. Madrid. UGT Madrid.
    – Terry, A. A. (1998) . Teachers as targets of bullying by their pupils: A study to investigate incidence. British Journal of Educational Psychology. 68 (2) , 255 – 268.
    – Villanueva Velasco, R. (2000). La salud laboral del docente. Madrid. CCOO.
    Un cordial saludo

  75. Estimado Sr. Yuste,
    Lo felicito por sus acertados comentarios y labor de investigación. ¿Podría proporcionarme, por favor, algún artículo suyo sobre la violencia contra los profesores?. Estoy realizando una investigación al respecto y mucho me ayudaría usted.
    Atentamente.

  76. Sr. Yuste,
    Disculpe, le envío mi email: momartino@yahoo.com

    Gracias.

  77. Manuel. Tanto este artículo del blog, como el que te enviaré a tu correo particular en pdf, más ampliado, se refieren al estudio realizado en mi tesis doctoral, defendida en la UNED en marzo de 2006. La tesis no está publicada pero puede consultarse en la sede central de Madrid de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Algún día digitalizaré toda mi tesis y la publicaré en el blog.
    Si lees mi respuesta a Patricia, encima de tu mensaje, verás que le pongo casi toda la bibliografía del artículo del blog. Si en el pdf que te envío aparece alguna referencia bibliográfica que no está ahí, pídemelo y te la completo.
    En realidad, esta es una parte muy pequeña de mi tesis, pues el grueso de ella lo dedico al bullying, y a eficacia de la enseñanza de habilidades sociales para afrontarlo a partir de investigaciones con más de 500 alumnos de Educación Secundaria participantes, de 35 Institutos de la Comunidad Autónoma de Madrid.
    Un cordial saludo.

  78. Es triste leer este artículo y ver que los docentes sufren haciendo su trabajo en distintas partes del mundo. Yo los acompaño desde Argentina, como docente que padece lo mismo que se lee en esta nota…
    Es triste tener una profesión que uno ha elegido con pasión y al ejercerla sentirse dañado psicológicamente por alumnos inadaptados producto de una sociedad sin límites. Nos digan lo que nos digan, quienes no están en el aula no tienen noción de la violencia que vivimos allí adentro. Llevo 3 años viendo como empeora el sistema educativo argentino y después de sufrir nuevamente violencia verbal en un aula el día lunes, he decidido que esta profesión no quiero ejercerla más. Para mi, sentir esto es lamentable, pero REAL.

  79. Florencia, ciertamente dar clase hoy a alumnos de Secundaria no es fácil. Exige un enorme esfuerzo, que prácticamente nunca se ve recompensado, cuando no, como en tu caso, ese esfuerzo es “pagado” con humillaciones y vejaciones por parte de esos adolescentes a quien nos esforzamos por instruir y educar.
    Siento enormemente la situación que dices padecer desde hace tres años, y siento que el equipo directivo de ese colegio no haya tomado las medidas oportunas para que esas situaciones dejen de producirse entre sus profesores. Como bien apuntas, nadie de fuera conoce el sufrimiento al que se ven sometidos algunos docentes (cada vez en mayor número), día tras día, en el desempeño de sus funciones. Es un infierno para ellos enfrentarse a determinados grupos de alumnos, y sin el apoyo de Jefatura de Estudios y la dirección del centro, abordar esas clases se convierte para ellos en “tarea imposible” viéndose abocados al estrés continuo y a la depresión.
    Espero que encuentres un futuro mejor fuera de las aulas. No merece la pena soportar un sufrimiento cada vez más intenso sin al menos una leve esperanza de futuro. Tú has decidido dejarlo. Ojalá te vaya bien.
    Un cordial saludo.

  80. Hola. Soy maestra y ultimamente he tenido conflictos con un grupo. Me gustaria que me pudieras auxiliar con esto, porque es un grupo pequeño donde es manejado por 2 lideres, se perio mi autoriodad por intervencion de la direccion, Necesito ayuda. Ojala pudiera tener una cuenta para poder expresarte mi inquietud. Gracias

  81. Sandra, me hago una perfecta idea de lo mal que debes estar pasándolo. Una vez que desaparece la autoridad del docente, entrar en clase cada día, puede convertirse en algo tremendamente estresante. Una angustia diaria que al final, acaba pasando factura a la salud.
    En estos casos, si la dirección o la jefatura de estudios del centro no intervienen de forma contundente, para el profesor, resulta absolutamente imposible reconducir la situación. No sé desde dónde escribes, pero aquí, en España, una dejación de funciones del equipo directivo podría incluso ser denunciada ante los tribunales.
    En este post hay varios mensajes de otros docentes en una situación similar a la tuya. Lee las respuestas que les doy a ellos. Quizás en alguna haya algo que te aporte siquiera alguna posible solución. De todas formas, para poder ofrecerte algún consejo eficaz, necesitaría saber más cosas del problema, por ejemplo desde dónde escribes, las edades de tus alumnos, y las características concretas del entorno social y docente en que se halla inmerso el centro educativo dónde trabajas.
    En principio, como te he dicho, lee mis respuestas a mensajes similares al tuyo. Después, si lo deseas vuelve a escribir concretando más las circunstancias y trataré de ayudarte.
    Ánimo. Esperemos que la situación sea únicamente “pasajera”.
    Un cordial saludo.

  82. Hola Javier Yuste,
    Soy una profesora interina de tecnología que te escribió hace dos cursos, cuando estaba viviendo una situación terrible respecto a la falta de respeto por parte de mis alumnos. Realmente, cada vez me doy más cuenta de lo esencial que es el modo de actuar de la jefatura de estudios para atajar cualquier tipo de problemas. Cada año estoy en un centro distinto, el año pasado me toco un centro con una jefatura excelente, apenas tuve problemas de disciplina y cuando una compañera tuvo un problema en un grupo el jefe de estudios se involucró completamente y nos pidió al resto de profesores que impartíamos en el mismo grupo que le informásemos sobre cualquier mal comportamiento en el mismo. Este año ya no es lo mismo, en el centro en el que estoy noto que los compañeros se sienten poco apoyados por jefatura. Los alumnos en general son más conflictivos y, sin llegar a ser el infierno que pasé hace dos años, estoy sufriendo faltas de respeto por parte de los alumnos de un grupo. Tengo bastante miedo, puede que este algo traumatizada por la experiencia que viví en otro centro, veo que estamos a principios de curso y, quizá por comparación con la experiencia anterior, temo que esto vaya a peor. Lo único que deseo es ser lo suficientemente fuerte como para que me afecte lo menos posible, poder mostrarme serena y que la experiencia me sirva para aprender y mejorar, no para traumatizarme y estar a la defensiva.

  83. Covadonga, me alegra que, a pesar de que las cosas no van del todo bien este año, al menos no es tan “dramático”, como tú misma dices, en relación a como era tu situación hace un par de cursos.
    Ciertamente la forma en que una Jefatura de Estudios aborda los problemas de disciplina de los alumnos, incide sin duda en “el respeto” que determinados alumnos mostrarán a sus profesores. Cuando un Jefe de Estudios no interviene de forma contundente para atajar ese tipo de indisciplina, puede llegar a convertirse en un “infierno” para el docente, entrar en esas aulas. Y no me cabe ninguna duda que el funcionamiento de ese IES es muy deficiente. Eso se refleja además en las matrículas para primero de ESO, pues las peticiones serán muy inferiores a las plazas ofertadas siempre que los padres de alumnos tengan opciones de elegir otro centro educativo cercano.
    Es importante que te muestres tranquila porque si no, esa intranquilidad y falta de seguridad la trasmitirás a tus alumnos y ello es un “arma” muy importante en manos de esos “alumnos díscolos”, algunos muy inteligentes, capaces, como digo en el artículo donde dejaste tu mensaje, de destruir totalmente la personalidad del docente.
    Piensa que la experiencia que vayas acumulando te aportará las “tablas” suficientes para abordar situaciones conflictivas. Cuando se consiguen, se pueden afrontar sin el concurso de la Jefatura de Estudios, aunque este, seguirá siendo indispensable para afrontar determinados eventos indisciplinarios. Es difícil, y más si cada año vas a un IES nuevo hacer amistades, pero te aconsejo que busques apoyo en compañeros definitivos en el centro, que den clase a los cursos con los que tú tienes más problemas. Cuéntales lo que te sucede. Ellos pueden aportarte alguna estrategia para usar con esos alumnos. Habla también con el tutor/a de esos cursos y plantea la situación, comentándole las faltas de respeto que esos alumnos cometen contigo, y pídele su ayuda para que la situación cambie. En las evaluaciones, No tengas ninguna vergüenza y comenta el asunto al equipo docente al completo. Lo más probable es que esos alumnos estén haciendo lo mismo a algún profesor/a más y entonces juntos haréis más fuerza al presentar esas quejas ante la Jefatura de Estudios o la Dirección.
    No pienses nunca que la cosa irá a peor, porque podría ser así, o no, y cuanto más lo pienses, (aunque no fuera a peor) sentirás más angustia, que repercutirá muy negativamente en tu trabajo docente.
    Mucho ánimo. Ya verás como a medida que acumulas experiencia docente afrontarás estos problemas de otra forma, más eficaz, y con mucho menor coste estresante.
    Un cordial saludo.

  84. hola:
    Soy formadora de formadores y cada día me encuentro con futuros o actuales docentes con una gran dificultad para asumir la evidencia de la realidad del docente y la gran exigencia que esta tarea requiere.
    Para muchas personas la formación es una forma fácil de ganar dinero con unos largos periodos de vacaciones, cosa poco realista, ya que si queremos hacer bien nuestro trabajo exige de una gran preparación de clases y materiales, muchas tareas burocraticas (evaluaciones,programaciones, etc,) y un gran manejo de las habilidades sociales.

    Ya teniendo una gran vocación, esta tarea exige un gran autocontrol, una gran capacidad de automotivación y una de gestión del estrés.

    La falta de valoración a la tarea del docente a nivel social, percibida en los mismos términos que comentaba (ganan mucho, curran poco) no ayuda mucho a mejorar la situación.

    Desde mi punto de vista los formadores necesitamos un trabajo constante de nuestra inteligencia emocional y debemos unirnos para que de forma colaborativa hacer que la sociedad valore nuestro trabajo,
    quedarnos en la queja de que es dificil y cada dia peor, no es la solución, usar nuestras capacidades para autocuidarnos y crear nuevos escenarios es nuestra responsabilidad.

  85. Amparo, estoy totalmente de acuerdo contigo. Efectivamente, quedarnos únicamente en la queja de que es “difícil y cada día peor” el impartir clases, no es solución. Hoy por hoy, la inteligencia emocional es algo que cualquier docente de secundaria ha de “cuidar” y “vigilar” de forma prioritaria para aumentar cómo bien dices su capacidad de “auto cuidado”.
    Un cordial saludo.

  86. Tengo 54 años y llevo 32 años siendo docente en diferentes Institutos públicos. Me encanta enseñar pero en estos momentos me siento impotente en muchas ocasiones para soportar el nivel de estrés y angustia que he ido acumulando a lo largo de todos estos años. Llego a casa agotada y angustiada. No soporto ver como cada día entro en el aula y observo la desgana bastante generalizada que muestran los alumnos. No escuchan, estudian poco y los valores educacionales que poseen cada vez son peores. Trabajo en un instituto pequeño y el alumnado es de clase social media. No es que el comportamiento que tienen los alumnos conmigo sea peor que con otros profesores, al contrario aún soy de las afortunadas pero me siento agotada. Entrar en el aula y cada día tener que pedir que se callen, que saquen los libros y el material para empezar la clase, que recojan los papeles del suelo, que no se levanten sin permiso, que no hablen todos a la vez cuando preguntan, que hagan los ejercicios, que no salgan o entren a la estampida cuando acaba una clase, que se respeten entre ellos, que hablen con un tono de voz adecuado (no a gritos) si tienen que hacer algún ejercicio en grupo, que respeten las normas de convivencia, que sean tolerantes,…. es agotador.
    Un saludo

  87. Remei, entiendo perfectamente ese sentimiento que trasmites en tu mensaje. A pesar de que te gusta la tarea de enseñar, a pesar de la mucha experiencia docente acumulada, que sin duda te proporciona estrategias suficientes para controlar el desarrollo de la clase y que, como dices, el comportamiento de tus alumnos no es peor que con otros compañeros (incluso mejor)…a pesar de todo, terminas agotada.
    Dar clase hoy en secundaria no es fácil. Es una tarea, como dices, realmente agotadora. Yo tengo 55 años y no “me veo” con 70 años “peleando” con el tipo de alumnos que tenemos hoy en día, como aquellos que fueron docentes nuestros.
    Incluso, los 67 años fijados actualmente por Ley para la jubilación, tal y como se desarrollan las clases hoy en las aulas de los IES me parecen muchos años. Es verdad que la experiencia acumulada nos sirve para afrontar la tarea con ciertas garantías de no sufrir depresiones, consecuencia, sin duda de las vejaciones y humillaciones sufridas por el docente de sus propios alumnos, y la angustia que le produce entrar a determinadas aulas. Pero ciertamente, una jornada docente resulta realmente agotadora.
    Supongo que escribes desde aquí, desde algún lugar de España. Con un poco de “suerte”, si no han retirado antes la “jubilación LOGSE”, podríamos jubilarnos nada más cumplir los 60.
    A mi cómo a ti, me gusta enseñar. Ha sido mi profesión toda mi vida. Pero igual que a ti, me resulta agotador. Es triste, pero creo que esta es la profesión en la que muchísimos de sus profesionales están deseando jubilarse. Incluso, muchos profesores con solo la mitad de años de servicios que tú o yo, piensan en jubilarse lo antes posible.
    Pero hemos de ser fuertes. Tanto tú como yo, hemos conocido diferentes tipos de alumnos a lo largo de nuestra dilatada vida profesional, chicos y chicas casi siempre reflejo de la sociedad que tocó vivir en cada momento. Los cambios en el terreno educativo son lentos, y nosotros los docentes los vamos absorbiendo, aunque, incluso muchas veces no estemos de acuerdo con las medidas educativas tomadas por los gobiernos de turno. Tenemos en nuestras manos la educación de generaciones de adolescentes y jóvenes, que representan el futuro del país, y es por eso, por lo que debemos ser fuertes, y hacer votos por que los futuros docentes sean capaces de afrontar la maravillosa tarea de “enseñar” sin caer en el desánimo, la rutina, la dejadez, o la depresión.
    Un cordial saludo.

  88. Muchas gracias por los ánimos y sí escribo des de aquí, trabajo en un pueblo pequeño cerca de Barcelona. Cuando empecé a trabajar tenía 22 añitos y encima en FP. Los alumnos eran complicados y aprendí mucho pero hoy en día muchos de mis recursos ya ¡no funcionan! Tengo también muchas ganas de jubilarme y no me veo con 67 años dando clases, así que espero que nos dejen hacerlo antes voluntariamente ¡a ver qué pasa!
    Un saludo

  89. Lo siento, pero eso de los golpes no me parece nada bien, la violencia genera violencia como bien lo dijeron es una nueva etapa en en el ser humano, donde todo eso es retrograda y cavernícola, no me parece en lo absoluto, el respeto genera respeto y me parece que existen distintas maneras para el control de los alumnos, en la escuela no solo aprendes lo académico, también aprendes de la vida y yo creo que ni si quiera la secretaría de Educación ha planteado bien a su personal cuales son los objetivos, la misión y la visión de la enseñanza, sucede que los profesores ni si quiera saben a donde van, cuál es la meta, cuando eliges y ejerces una profesión o carrera te comprometes a un bien social, no solo es ir y que te paguen con dinero, también tienes una obligación como parte de esa sociedad y esa obligación es comprometerte a estar al día en tu trabajo, los adolescentes gritan lo que no pueden expresar con palabras, por eso como maestro tienes que renovarte día a día, investigar, educarte, el hecho de que tengas cierta edad no significa que sepas todo, tú maestro también aprendes de tu alumno y tienes un compromiso en su educación, es muy fácil tomar el camino fácil y violentar a tus alumnos con golpes, gritos y faltas de respeto, por eso el mundo está como está, por que toma «el camino fácil» que a la larga es el más difícil, hay que reflexionar y comprometernos mas, un saludo y un beso a todos…

  90. Yudi, supongo que tu referencia a los golpes se debe a alguno de los comentarios que otros visitantes del blog han dejado. Estoy de acuerdo contigo en que la violencia solo genera más violencia, y tampoco comparto, al igual que tú, los castigos que impliquen agresión física, humillaciones, gritos y faltas de respeto hacia los alumnos. Es necesario tomar otro tipo de caminos. De todas formas, te diré, que en Europa, (salvo casos puntuales y muy excepcionales) ese tipo de conductas docentes prácticamente han desaparecido de todas las escuelas.
    Un cordial saludo.

  91. Hola a todos; y felicidades por el articulo aunque he de decir que estos casos no solo se presentan en Europa, como lo meciona el señor Yuste se dan en todas partes, yo vivo en Mexico y tambien he sido vistima de situaciones como estas; lo peor es que no cuentas con el apoyo de la institucion donde laboras ya que en mi caso por desgracia me cesaron, en mis funciones docentes y aun sigo buscando trabajo; me encanta el area docente aunque no se si me den la oportunidad de seguir. Saludos a todos desde Mexico

  92. Lizzi, siento que te cesaran en tu trabajo como docente. Espero que pronto encuentres trabajo. Es cierto que lo “peor” es no contar con el apoyo de las instituciones, pues solo desde el equipo directivo puede ponerse freno a esas conductas inadecuadas de algunos docentes hacia sus profesores, cuando estas rebasan el límite de lo tolerable y el docente es incapaz, de reconducir la situación con sus propios medios o estrategias pedagógicas.
    Si te gusta la docencia, sigue buscando, porque estoy seguro, acabarás siendo una buena profesora.
    Un cordial saludo.

  93. Hola a todos, queridos colegas.

    Hace mucho que estaba buscando un sitio como este en donde opinar y, sobre todo, exponer un caso persnal que se relaciona totalmente con el tema.
    Estoy leyendo detenidamente cada comentario, aporte y realmente que han realizado y reconforta encontrar un sitio en el cual exponer casos y también compartir estrategias para que esto no se siga presentando.

    Actualmente tengo 27 años y soy docente en Bogotá Colombia; a finales del 2010, con 25 años, recibí mi licenciatura y como a la gran mayoría tenía todas las expectativas y ánimos de dar lo mejor de sí para ejercer mi carrera sin mayor tropiezo… cosa que pronto sería estrujada por la terrible realidad educativa. En el 2011, ya con 26 años, acepté trabajar en un colegio en donde poco nada importa la educación de los jóvenes; sumado al atropello abusivo hacia los derechos laborales del docente por parte de la institución. Por ello, lastimosamente, no estuve excenta de vivir una situación muy dificil la cual quiero exponer para leer opiniones y consejos al respecto… es extenso mi texto pero me ayuda a «desahogarme».
    Realmente lo agradecería queridos colegas.

    En aquel lugar dicté Biología y Química, Valores, Religión en toda secundaria, con jóvenes entre los 11 a 19 años de edad. Me encontré con estudiantes que para nada tenían ánimo de estudiar, con pésimo rendimiento académico, rebeldes a reconocer la autoridad del profesor, pero más preocupante era el abandono al cual eran sometidos por parte de los padres de esos muchachoss; como me dijo un día un colega que también trabajaba allí: «los padres de estos niños a quienes les dictamos piensan que el colegio es un paqueadero en donde dejan a sus hijos por horas; nos los dejan a su suerte a ver qué hacemos con ellos porque es asunto nuestro cómo nos la arreglamos.» Una verdad muy triste que me tocó aceptar…

    En medio de esa triste verdad, personalmente me enfrenté a una situación muy compleja y tal vez la que está marcando mi vida de docente en este momento (por estar apenas empezando) con un estudiante de 17 años de último grado, la cual me generó demasiados problemas que aún causan intanquilidad, estrés, y sobre todo depresión en mi cuando recuerdo lo vivido; han pasado pocos meses y me cuesta bastante evitar sentirme temerosa de volver a pasar por lo mismo.
    Este muchacho a las dos semanas que llevaba dictándoles adoptó una actitud realmente ofensiva conmigo; a través de uno de los gritos más duros que me han dado en mi vida y de provocaciones casi diarias, me demostró esa obvio objetivo de retarme, avergonzarme, señalarme y juzgarme como si quisiera invertir los papeles de ser él el docente y yo la estudiante. Situación que se mantuvo por aproximadamente siete meses. Todos los días tenía que dictar en su salón y eso para mi era terrible; tener que verle la cara, saber que estaba ahí y que en cualquier momento me iba a volver a gritar o a minimizarme ante los demás con esa dureza que me dejó pasmada frente a algo nuevo para mí y para nada cómodo.

    Creí que con comunicar a las directivas su comportamiento y con hablar con la mamá iba a ser sufuciente, pero me equivoqué.
    Reconozco que me faltó confrontarlo de forma efectiva para frenarlo desde el comienzo, no debí solo quedarme pasmada creyendo que con ignorarlo para evitar discusiones innecesarias sería el camino correcto -al contrario empeoraba las cosas cuando lo ignoraba-.

    No obstante, y sin ánimo de excusarme, consideré, y aún lo manejo así, que no prestarle atención a su evidente objetivo de llamar mi atención para minimizarme e impornerme su dominio (porque resultaba ser el líder del salón) no estaba del todo errrado. Es más, irónicamente el primer día que ingresé a trabajar allí me pareció el estudiante más aventajado y despierto porque, de todo el colegio, fue quien más me escudriñó cuando me presenté en cada clase. Y realmente era inteligente, nunca se lo desconocí… a veces su nivel de conocimiento era superior al de sus compañeros y eso me contrariaba más porque en algunas clases resultaba ser el único que me entendía y eso causaba que la situación fuera más tensionante y contradictoria porque era como enfrentarse a una montaña rusa en donde no sabía cuándo era su momento de estudiante listo en clase pero, luego, de buenas primeras, ofensivo sin razón.

    Sin un psicólogo en la institución, sin un acompañamiento social y con experiencia pedagógica, mi situación con este adolescente empezó a ser el objeto de burleteto por parte de toda la comunidad educativa, empezando por las mismas directivas del colegio. No me cabía en la cabeza que a cambio de tratar de mediar de forma profesional, nos resultaran con chistes irrespetuosos como si no se tratara de un asunto de un estudiante y una docente en conflicto pedagógico y de convivencia sino otra cosa… ya saben a lo que me refiero.

    Ejemplos de esos chistes de pésimo gusto.

    -Opinión de la directora de curso y cordinadora general del colegio ante una situación en donde el niño me estaba saboteando la clase lanzando plastilina: «si tú -dicéndole al estudiante- tuvieses unos añitos más, y tú profesora tuvieses unos añitos menos… les juro que los dos se casarían.» – Algo que me pareció tan salido de contexto e incluso morboso y malintencionado.

    -Indagación de la rectora un día que nos sentó en rectoría para mediar: «¿Acaso tienes algo en contra de ella como mujer?» «Ella no es tu novia». – Y me tenía prohibido debatir semejantes… señalamientos que no debieron vernir nunca al caso.

    -Palabras de la Directora General cuando fui a renunciar porque realmente no podía más, ya después de ser maltratada verbalmente por el estudiante delante de casi todo el colegio; con decisiones absurdas por parte del colegio respecto a que como yo ya no quería dictarle más clase pero que yo debía asumir los gastos, desde mi salario, de un profesor particular para nivelarlo: «mira, haz de cuenta como si fuese tu novio al cual le has dado muchas oportunidades… y que no quiere comprender que hasta aquí llegan» – Comparación totalmente errada, sobrante y nuevamente irrespetuosa.

    En fin, las cosas eran insostenibles… y practicamente perdí el control y eso me hizo sentir imcopetente, señalada, descontextualizada y al borde de un incierto abrumador. Me sentía triste, con rabia, y sin apoyo… dejar el trabajo era la respuesta, pero mi orgullo por no dejarme vencer por uno solo de 120 estudiantes, cuando los demás ya me estaban respondiendo me parecía realmente deseseperanzado… ¿qué sucedía? ¿qué estaba fallando?

    Sin embargo, un día, por decisión del mismo estudiante, se acercó a mí para manifestarme que ya no quería discutir más conmigo. Fue quien inició el diálogo de una forma totalmente inesperada y aún no sé cómo aismilar eso cuando, sin duda, esa debió ser mi labor… pues eso es lo que se considera, ser el docente quien se acerca al estudiante para manejar el conflicto… Esta vez fue al contrario. Con aciertos y desaciertos en sus argumentos para solucionar la situación, me demostró de forma implicita, no directa, en sus palabras de adolescente que todo, presumiblemente, se debío a una necesidad, un llamado a gritos rebeldes de «me está pasando algo y tal vez, tú profesora, me puedes ayudar.» Nunca se me va a olvidar una frase que me dijo en ese momento, no sé si fue sincera de su parte, pero le doy el beneficio de la duda porque me conmovió: «más allá que me dictes Religión Valores, Química… yo quiero aprender de ti como persona.» Me confesó que él también sentía rabia, decepción e incluso rechazo de mi parte -porque lo evitaba en todo momento-; no entendía la razón de por qué chocábamos sin rumbo.

    Y a partir de ahí comprendí que los estudiantes agresivos, desafiantes hacia un docente como lo fue ese adolescente conmigo es porque son los más frágiles, quienes te están tratando de comunicar algo con ese «querer llamar tu atención a toda costa» porque es un campanazo de alerta sobre una vida que está siendo afectada por todo el mal sistema educactivo al cual se han sometido generación tras generación. Enterarme luego que era un estudiante con una para nada despreciable situación económica pero que andaba en total soledad por parte de sus padres; despreocupados indolentes que asumieron que al estar a punto de convertirse en practicamente un adulto ya no era necesario acompañarlo, protegerlo, encaminarlo…

    Y lastimosamente lo entendí tarde, porque al poco tiempo (en noviembre) me fui porque denuncié al colegio por irregularidades tremendas; por ello me despidieron y por represalias por hacer públicos sus abusos ante las autoridades competentes se valieron y tergiversaron mi conflicto con el muchacho y me difamaron… algo que me ha dejado devastada, asustada y que me hace tomar la decisión de buscar ayuda de todo tipo, piscológica, legal, social, espiritual…

    Afortunadamente, porque realmente existe un Dios (sea en la manifestación que sea) que no desamapara, hoy cuento con un buen trabajo, con una nueva oportunidad de dejar ese episodio de mi vida atrás. Un lugar en cual el panorama es totalmente lo opuesto y si se puede lograr que esas situaciones se remedien.

    Pero que, como mencioné al comienzo, por ser reciente aún me afecta con solo recordarlo: no entendí a tiempo que mi labor era ayudar a ese estudiante pero sin apoyo me iba a ser casi imposible, y que por tratar de andar con la verdad, de no permitir abusos toda una comunidad cegada por el facilismo se fue en contra mía. Personas que pensaban igual que yo, pero que fueron pasivas y no hicieron nada al respecto.

    En fin. Eso les cuento estimados colegas. Nuestra profesión vaya que si es difícil, desagradecida… pero por esa vocación y porque se puede, así cueste un poco, pero transformar si insistimos y no bajamos el dedo del renglón.

    Cordial saludo desde Colombia.

  94. Lu.Ale, en primer lugar quiero felicitarte, porque, a pesar de vivir una experiencia realmente traumática como profesora, has vuelto a ejercer la docencia. El que tu experiencia inicial se viera minusvalorada por el equipo directivo del colegio y por tus propios compañeros, con insidias e insinuaciones perversas de tu relación con un alumno violento y enfrentado a ti, es un motivo suficiente para que muchas otras personas en esa situación, no ejercieran nunca más la profesión docente.
    Respecto a todo lo que cuentas, y aunque determinados alumnos se comportan de esa manera para llamar “a gritos” a atención de sus maestros, se trata de conductas que no pueden permitirse de ningún modo. La dirección del colegio obró de manera “vergonzosa” culpándote a ti del descontrol de la situación, cuando en realidad debería haber sancionado con rotundidad esas conductas vejatorias para contigo por parte de ese alumno, algo que te supuso incluso la pérdida de tu trabajo, enorme ansiedad, y terapia para poder “salir adelante”.
    Un colegio que permite las humillaciones de los alumnos a sus profesores, debería ser “cerrado” por las autoridades competentes. O cesado de forma fulminante todo el equipo directivo.
    Reitero mis felicitaciones, y me alegra que tengas un nuevo trabajo y que poco a poco, aunque aquello no lo olvidarás nunca, se vayan con el tiempo difuminando tus recuerdos de aquella pesadilla que viviste durante varios meses. Estoy seguro que eres una estupenda profesora.
    Un cordial saludo.

  95. Muchas gracias, Javier.

    Si bien fueron unos meses realmente duros , creo que nunca, en ningún momento pensé en dejar la docencia. Existe el titubeo y rechazo latente a estudiantes que se asemejen al estereotipo de ese muchacho lo cual debo trabajar desde una terapia, pero declinar mi paso en mi vocación, nunca… amo la docencia y el recibir frases de: «profe gracias, muchas gracias por tu clase… «aunque es mucho lo que vemos, tu clase es muy entretenida». – las cuales me han dicho en este muevo trabajo- son ese motor para que me convenza más que elegí el camino correcto.

    Ahora bien, respecto a lo que señalas, Javier: «un colegio que permite las humillaciones de los alumnos a sus profesores, debería ser “cerrado” por las autoridades competentes.» Como expresé en mi relato, denuncié a la institución ante todos los estamentos, incluyendo el máximo que es el Ministerio de Educación Nacional; no solo porque permite que los docentes sean humillados por los estudiantes, sino porque es tal el atropello a la educación, el abuso y el vicio de lucrarse a costa de los niños que en vez de formar sociedad son un atentado delicado a la misma; es un colegio que carece de todo tipo de valores. Por ello, decidí denunciar y en hoy en día, así esté aún en funcionamiento, tiene un proceso de investigación en la secretaría de educación con un primer análisis de que el colwgio realmente incurre en violaciones delicadas a la educación.

    Denunciar ma acarreó riesgos… el más delicado, ser difamada. Muchos me decían, empezando por mi madre, que me quedara callada, que dejara las cosas quietas y que no me metiera en problemas… y les comprendo porque no quieren que nada malo me pase, pero no tenía paz mental si no hacia algo, por perqueño que fuera pero que fuera desde mis posibilidades para que esa situación termianara.

    Se que esto no será de la noche a la mañana y que mientras disfruto de una buena oportunidad laboral, ésa experiencia de 2011 aún está latente pero soy de esas personas que creen que las cosas suceden por algo.

    En fin. Mil gracias, Javier, por esas palabras tan motivadoras.

    Un abrazo desde Colombia.

  96. Lu. Ale, como te dije en mi anterior respuesta, estoy seguro de que eres una magnífica docente. Hace mucha falta gente como tú en la escuela. Gente que, a pesar de sufrir graves dificulades no abandone nunca la tarea de enseñar y educar.
    Te deseo todo lo mejor.

  97. ¡Hola! yo tengo 31 años de ser Profra., y afortunadamente no tengo problema con mis alumnos de faltas de respeto, cuando entro a mi grupo soy feliz, pues he aprendido a no contar con los papás en muchas ocasiones para sacar adelante a mis alumnos, y a éstos les enseño a manejar «valores» que desgraciadamente ya no se toman en cuenta. Mi problema en sí es con la directora delplantel por la que estoy recibiendo un gran acoso laboral, críticas de todo y por todo a mi persona y a mi trabajo, esto aunque uno sea positivo, va afectando sobretodo en nuestra salud, espero me contesten pues no he permitido ni quiero afecte a mi grupo ni a mi familia.

  98. María Elena, en primer lugar quiero felicitarte por el buen trabajo que sin duda estás desempeñando. No cabe duda de que los 31 años de experiencia docente “son un grado”. Tu experiencia acumulada hace que manejes la dinámica de la clase de forma correcta y ello a su vez, hace que afrontes los problemas que surgen cada día con garantías de éxito, aunque cada vez resulte más difícil enseñar valores a nuestros adolescentes.
    El planteamiento de estar siendo “acosada” por la directora del centro escolar en que trabajas, si es un problema importante. Ciertamente hace falta poseer una personalidad muy fuerte para hacer frente a ese tipo de “críticas, por todo, de todo, hacia tu persona y hacia cómo desempeñas tu trabajo”, sin que al final, no se resienta tu salud y no acaben deteriorándose las relaciones, no ya con tu grupo escolar, sino con tu propia familia. Y sobre todo, cuando esas críticas no vienen de un compañero del mismo nivel, sino que vienen de una persona con rango superior, y que además, quizás tiene en su mano “el poder despedirte” y dejarte sin trabajo.
    No sé desde donde escribes, ni sé cómo están las leyes de tu país respecto al mobbing o acoso moral en el trabajo. Cuando la cosa se pone realmente “fea” lo mejor sería poner una denuncia en los juzgados o en la comisaría de policía. Pero como no conozco el ordenamiento jurídico respecto a este tema en el lugar donde resides, no te lo recomiendo como primera opción, pues ello podría significar que perdieras el trabajo irremediablemente.
    Veo que tienes una fuerte personalidad y estoy seguro que serás capaz de afrontarlo. Piensa que las palabras son sólo eso, “palabras”, y solo hieren en función del significado que cada persona quiera darles. Si tú en ningún momento les das el significado y el valor que pretende esa directora que les des a sus críticas, estas apenas te molestarán. Probablemente está buscando el enfrentamiento, que “explotes” o que te niegues a cumplir alguna de sus instrucciones para poder “despedirte” o tener “munición” para seguir humillándote. Te recomiendo que cumplas en tu trabajo de forma escrupulosa. Como ella seguirá criticando “lo que sea” acabará cayendo en el esperpento ante el resto de la comunidad educativa. Te aseguro, que cuando estas cosas suceden, las personas de alrededor se dan cuenta, y será ella, la directora, quien cada vez será menos querida y respetada. No pierdas oportunidad, sobre todo cuando te critique en público, de explicarle por qué hiciste tal o cual cosa, siempre con buenas palabras, de forma correcta y con un tono de voz suave, pero firme. Nunca pierdas “los papeles”, nunca pierdas “los nervios”. Eso es precisamente lo que ella quiere. Si eres capaz de seguir actuando de esa forma todo el tiempo, acabarás sacándole tú a ella, de “sus casillas”. A partir de ese momento el acoso hacia ti se haría, como te dije, esperpéntico, ridículo y estúpido a la vista de todos los demás, y será ella la que quedará retratada ante toda la comunidad educativa.
    Cuando salgas del centro, no debes “llevarte a casa” nada de lo que te haya ocurrido allí. Debes ser capaz de “desconectar” absolutamente para que todo aquello no influya en tu vida familiar. Y cada mañana, en vez de volver al centro con temor ante cual será la nueva humillación, piensa, que haga lo que haga esa directora no podrá contigo, porque en cada momento y situación tendrás una respuesta adecuada, como decirle que sí, que quizás no debiste hacer eso, pero que por favor, te explique qué deberías haber hecho. No te lo explicará, pero si lo hiciese, refútaselo con nuevos argumentos y dile que eso no resultaría tampoco por tal o cual motivo. Pero siempre contesta de forma correcta, con voz suave, pero firme. Cómo ella siempre te criticará ante otras personas, poco a poco será ella la que irá quedando en evidencia.
    De todas formas, si el acoso se hiciera insoportable, y no te importa acabar perdiendo el trabajo, te recomiendo que durante un mes anotes cada una de las críticas y humillaciones que te haga con fecha, hora, lugar y personas presentes, y con todo ese “material” pon la denuncia ante un juez.
    Tengo la impresión de que lo afrontarás correctamente y esa directora pronto dejará de “acosarte”.
    Un cordial saludo.

  99. Hola Dr. Javier Yuste:
    Excelente el articulo, yo soy docente a nivel universitario y nunca he tenido problemas con mis alumnos, me encanta lo que hago, estoy estudiando la maestria en educacion y mi tema de tesis, es el acoso al profesor a nivel universitario y me interesa saber como obtener el articulo aqui mostrado para poder integrarlo a mi bibliografia. De antemano gracias y saludos desde la Cd. de México.
    QFB Thalia Torres-Nava

  100. Buenos días Javier,

    Mi nombre es Juan José Carral. Soy psicólogo y actualmente investigo sobre las diversas formas de violencia en la escuela. Su artículo me ha parecido bastante interesante. Actualmente, estoy diseñando un proyecto para prevención primaria y secundaria de esta clase de problemas en las aulas. Le agradecería cualquier tipo de información bibliográfica que pudiera proporcionarme sobre labores preventivas. He leido el plan EVA y aunque parece bastante interesante, me parece insuficiente en algunos aspectos.

    Muchas gracias y ánimo a todos los miembros de este bloq.

    Un saludo,

    Juan José Carral Hernández.

  101. Thalia, ciertamente, la violencia de alumnos universitarios hacia sus profesores es algo absolutamente excepcional, muy diferente a lo que ocurre en la Educación Secundaria donde situaciones como las que has leído en mi artículo se dan cada vez con más frecuencia, y no solo en los Institutos de la Comunidad Autónoma de Madrid, dónde se refiere el estudio, sino en todos los institutos de mi país.
    El estudio lo realicé para incluirlo (como una pequeña parte, pues la tesis se centra principalmente en el bullying o acoso entre iguales) de mi tesis doctoral, titulada “La violencia en los Institutos de Educación Secundaria. Una propuesta de intervención”. Está depositada en la sede central de la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia) en Madrid. El texto, más amplio y completo que el del blog, también aparece en uno de los dos libros que publiqué con los contenidos de la tesis. El libro en que aparece tiene la siguiente referencia:
    Yuste Andrinal, J. y Del Campo Adrián, M.E. (2009). “Habilidades sociales frente al bullying y cualquier tipo de conflictividad en el aula”. Madrid. Sanz y Torres pp. 27 a 54.
    En realidad no existen muchos estudios acerca de los maltratos que reciben los profesores por parte de sus alumnos. Te enumero alguno de ellos, de los que si quieres, y me lo pides, podría completarte las referencias bibliográficas.
    Un estudio realizado en el Reino Unido ( Terry, 1998) con una muestra de alumnos pertenecientes a siete institutos urbanos, encuentra que existe maltrato de los alumnos hacia sus profesores, siendo el “tener poca experiencia” y ser del “género femenino” dos factores de riesgo a la hora de recibir ese maltrato de los discentes.
    También, desde la perspectiva del profesorado, en Irlanda ha sido estudiado el problema de la disciplina, con un trabajo realizado por encargo de la Organización Nacional de Profesores (INTO, 1993), en la que se observa que el 77 % de las escuelas consideraban que un 5 % de su alumnado mostraba problemas muy graves de disciplina.
    También en Irlanda, O’Moore y Minton (2001. Proyecto Connet) han realizado estudios sobre el maltrato en el lugar de trabajo, concretamente en el claustro de profesores. Encuentran que un 70 % de profesores considera como el maltrato “más recurrente”, la falta de reconocimiento al trabajo bien hecho.
    En Alemania, Frindte (1998), realiza un trabajo sobre la intolerancia, racismo y tendencia a la violencia. Y en Francia se realiza un estudio por parte de la Inspección, sobre incidentes violentos en la escuela (Inform Marc Rancuret) citado por Debarbieux (2001), con estadísticas sobre el incumplimiento de normas, ofensas, infracciones, absentismos, suicidio, vandalismo extorsión y “acciones de falta de civismo”
    En el Informe del Defensor del Pueblo (2000), también se hacía una pregunta sobre conflictos en los que los profesores resultasen ser “víctimas”. Se encontró que el tipo de maltrato más frecuente sufrido por los profesores, eran insultos, rumores dañinos hacia su persona, destrozar enseres, robo e intimidación con amenazas, y con una frecuencia más baja de “a veces ocurre” (10 %), están las agresiones físicas directas.

    Un cordial saludo.

  102. Juan José, son muchos los autores que realizan aportaciones sobre el concepto del “clima” en un contexto próximo. Te escribo algunas referencias bibliográficas que te servirán para tu trabajo.
    Asensio Muñoz, I. y Fernández Díaz, M.J. (1991). El clima de las instituciones de educación superior. Revista Complutense de Educación, 2 (3), 501-518.
    Brunet, L. (1987). El clima de trabajo en las organizaciones. Definición, diagnóstico y consecuencias. México: Trillas.
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    Zwier, G., y Vaugham, G.M. (1984). Three ideological orientations in school vandalism research. Review of Educational Research, 54. 263-292.

    Un cordial saludo.

  103. Recién acabo de llegar de la secundaria: destruído. Algún alumno del salón prendió fuego a un papel, provocando el desorden y la risa. Como es de esperarse, todos los alumnos(solidarios piensan ellos) cómpices, digo yo, no vieron ni denunciaron quién hizo esta travesura. Y como este caso, muchos más. bancas destruidas, rayones obsenos por las paredes y pupitres. El odio agazapado en los ojos de los alumnos cuando llamo la atención. Me ha empezado un tic nervioso en un ojo y por dignidad y por mi salud emocional, estoy pensando seriamente en renunciar a mi trabajo.

  104. Pedro, siento enormemente la situación que estás viviendo. Dar clase en secundaria hoy, no es fácil en ningún país, pero se complica aún más en los países cuyos gobiernos no legislan para evitar la violencia en las aulas. Afortunadamente, a medida que los países progresan, los gobernantes se van dando cuenta de la importancia que para el futuro tiene la educación de sus niños, adolescentes y jóvenes. Pero mientras, en el camino van quedando personas que podrían haber sido excelentes maestros, pero que por no recibir la ayuda necesaria, abandonaron la profesión docente.
    Te recomiendo que leas mis respuestas a mensajes parecidos al tuyo. En alguno aporto estrategias para afrontar esas clases con el menor riesgo para “la salud” y para mejorar la “dinámica del aula”, pero en tu caso, es necesario además, que el Director o el Jefe de Estudios de ese centro escolar tome “cartas en el asunto” y sancione las conductas disruptivas de tus alumnos. Y tú tienes que dejar de pensar en que “podrías no ser capaz de aguantar”. No sé el tiempo que llevas como enseñante, pero la antigüedad “es un grado”. A medida que se acumula experiencia, se dominan “mejor las clases”. Ten en cuenta que los alumnos “suelen defenderse” entre ellos porque no quieren “ser chivatos”. Es el Jefe de estudios del instituto quien tiene que castigar a aquel que “prendió fuego” a un papel. Se puede averiguar (aunque sea días después) apelando ante los chicos al gran peligro que pudo suponer para la vida de todos ellos si llega a prenderse fuego en el aula, y no solo por las llamas sino por la toxicidad del humo. La “broma” podría haberse convertido en una verdadera tragedia con algún fallecimiento. Y por ello, si el responsable no asume su acción como “persona de bien”, se pondrá un castigo colectivo. Se puede apelar también, a que ese castigo no tienen por qué sufrirlo todos, y por eso han de perder el miedo a denunciar al culpable, pues las consecuencias podrían haber sido terribles, y eso no es ser “chivato” o “delator”, sino simplemente no querer cargar con las “culpas” de las “barbaridades que hacen otros”. Hazles ver que esa conducta ha de ser castigada, a fin de que no vuelva a repetirse. Ante eso, lo más probable es que el responsable “aparezca” diciendo que lo “siente, que ha sido el” (a fin de evitar el castigo a sus compañeros). Y si no sale, en los días siguientes, habrá alguno que acabe diciéndo quien fue.
    Plantéale al director tus problemas con ellos. Pídele ayuda y coméntale lo del tic, que te aparición en un ojo, y que tú lo relacionas con la indisciplina de tus alumnos. Lo más probable es que te ayude, y con ello tú te darás una oportunidad.
    Ahora bien, si no se te presta la ayuda necesaria desde el equipo directivo, el tic va a más, y tu salud emocional se empieza a derrumbar, te recomiendo que busques otro centro o dejes la profesión. Pero que eso sea la última solución, porque cómo te dije, los problemas pueden acabar superándose. Me gustaría que más adelante me cuentes que el problema se ha “reconducido”.
    Te deseo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  105. Respetado Javier: soy una docente que lleva una experiencia de 41 años en primaria, que he leido los comentarios de los colegas docentes y las acertadas sugerencias que usted hace, y puedo comentarle que en Colombia, mi país, se presentan situaciones similares a las expuestas y que en ocasiones han terminado en tragedias dolorosas como el caso de muerte de docentes o de estudiantes ocasionadas por familiares dolidos por los maltratos recibidos. Esta situacion tiene diferentes causas, que el maestro no puede controlar ni solucionar como las siguientes:- La descomposición familiar ocasionada por la situación económica, el desempleo, la infidelidad de los cóyuges, la falta de responsabilidad de los padres en la educacion de los hijos, y la mal llamada liberación femenina, esto conduce al abandono de los niños y adolescentes los cuales en la mayoría de los casos terminan en manos de otras personas que no tienen la suficiente autoridad para dar una adecuada formación. El gobierno trata de solucionar el problema con pañitos de agua tibia, dando subsidios familiares irrisorios que sólamente han servido para fomentar la pereza y el desinterés por el trabajo honrado. Un estudiante con hambre y sin recursos para llevar los utiles elementales para sus clases únicamente podrá generar desorden, indisciplina y altanería cuando alguien intenta persuadirlo de su trabajo académico.
    – Las normas o disposiciones legales han han acabado con la autoridad de los padres de familia y de los docentes. Los padres no pueden corregir a sus hijos porque son enjuiciados por las autoridades civiles,y hasta pueden perder la patria potestad de los hijos y en tal caso son entyregados al Instituto de Bienestar Familiar y de allí son dados en adopcion a otras familas. Como consecuencia se fomenta la permisividad extrema lo cual se refelja en las aulas de clase en donde el estudiante hace lo que le viene en gana porque está seguro que nadie le puede decir absolutamente nada.
    Los directivos docentes no le colaboran al docente, siempre se ponen a favor del estudiante, porque el estudiante se ha convertido en una fuente de ingreso para la institución y entonces se debe evitar la deserción escolar a toda costa sin importar el perjuicio que ocasiona una persona desmotivada, indisciplinada y maleducada al grupo de niños que sí desean superarse.. También puedo decir que la profesion docente cuando se hacia por vocacón era excelente pero hoy día se observa que esta profesión se busca más por una oportunidad de trabajo sin convicción de lo que es la verdadera pedagogía, sin conocer los diferentes recursos metodológicos que existen y que hoy son muy ponderados por la tecnología . Acá en Colombia el maestro es el profesional más mal pagado , mas ultrajado y discriminado, el que menos oportunidad tiene de crecer profesionalmente. Sin embargo, a los colegas que han logrado obtener la oportunidad de ingresar a este gremio de profesionales les puedo decir que ánimo, que procuren buenas relaciones con sus alumnos y con los padres de familia y mucho cuidado con sus mismos compañeros y directivos porque de ellos depende la evaluación por desempeño «Látigo» y arma de amenaza de sus jefes inmediatos.

  106. Concha, suscribo punto por punto lo que dices y las razones (sociales, económicas y políticas), que a tu entender están deteriorando la enseñanza en tu país.
    Aquí, en España, cuando yo iba a la escuela (hace más de 50 años), se decía a alguien con una mala situación económica…”pasas más hambre que un maestro de escuela”. En aquel entonces solo se dedicaban a enseñar, personas con una gran “vocación” que manejaban la dinámica del aula con una autoridad moral, con la que hoy por hoy, no cuentan los maestros porque se la ha arrebatado la sociedad en su conjunto.
    Con el tiempo, al convertir la educación en obligatoria hasta los 16 años (primero fue hasta los 14), se necesitaron muchos más docentes no habiendo suficientes “vocaciones” para cubrir la demanda estatal. Ello hizo que la profesión dejase de ser vocacional para convertirse en profesional. Ahora es el estado quien abona la nómina mensual a los profesores, y por eso no existe ese miedo entre los profesores a perder “la fuente de ingresos” (salvo quizás en los centros privados y concertados). Sin embargo, las leyes al respecto son tan “garantistas” para los alumnos que las situaciones de indisciplina que se viven en los centros educativos de secundaria son cada vez más graves y frecuentes (como has podido leer en el artículo del blog), deteriorándose en gran medida el proceso enseñanza-aprendizaje.
    Te agradezco que cuentes el estado de la educación en tu país. Aportas con ello tu granito de arena por si algún político “sensato” lo leyera, y en consecuencia, trate de influir en la mejora social y económica de los enseñantes en tu país. Y yo también, desde aquí envío a todos los docentes de allí, mis mejores deseos y ánimos para que sean capaces de afrontar la dura lucha diaria que supone esta profesión que compartimos.
    Ciertamente, son muy pocos los países que se toman “verdaderamente en serio” la educación de sus jóvenes y adolescentes, cuando ellos son, precisamente, el futuro y la esperanza de un país.
    Un cordial saludo.

  107. Hola!
    Soy profesora interina y sustituta en un centro de la provincia de Tarragona y no me puedo sentir más identificada con lo que expone Javier Yuste en su blog. Muchas veces describe exactamente mi situación. Ahora estoy pensando en redirgir mi vida porque la docencia va acabar con mi salud.Tengo transtornos gastrointestinales y insomnio debido a la ansiedad. Parece mentira, pero sólo entrar en mi instituto y sentir el olor, ya me pongo nerviosa. Y, a veces, cuando cuento algun incidente que ha tenido lugar en el instituo a mi amigos o familiares, ¡¡me pongo a temblar!!

  108. Laila, ciertamente, la conflictividad que se vive hoy en las aulas de secundaria, hace que muchos docentes tengan verdaderos problemas no solo a la hora de impartir sus clases y mantener el orden en la clase, sino en su propia salud. Esa angustia previa a entrar en determinadas clases se acaba somatizando y aparece, como en tu caso en trastornos del sueño y/o gastrointestinales.
    Por otro lado, el apoyo que reciben los profesores con problemas de este tipo, por parte del equipo directivo de los centros, suele ser, en una mayoría de ocasiones muy limitado, cuando no nulo. Y es precisamente eso, el poco apoyo desde Jefatura de Estudios sancionando las conductas inadecuadas de los alumnos, lo que “hunde” al docente ya que no ve ninguna “salida” a ese “infierno” al que se enfrenta día tras día completamente sólo.
    Te aseguro que la experiencia docente…, cada año acumulado, proporciona “tablas” para afrontar con éxito las situaciones conflictivas con los alumnos. Y es seguro que si tú continuas en la profesión, acabarás obteniéndolas, porque entre otras cosas, no siempre te tocará dar clase a grupos de adolescentes tan “asilvestrados” como los que debes tener este curso.
    Por otro lado, en ocasiones, se hace tan terrible el sufrimiento que no merece la pena seguir y conviene replantearse un futuro fuera de la enseñanza.
    Dos variables que hoy por hoy inciden de forma importante en una mayor conflictividad del aula es tener poca experiencia y ser mujer. Creo que tú reunes ambas cosas, por ello, si finalmente decides seguir, conviene que pongas en práctica determinadas estrategias y de dinámica de aula. Te recomiendo que leas mis respuestas a profesores en tu misma situación (en este mismo artículo). Alguna de esas respuestas podrían servirte a ti también.
    De todas formas, tomes finalmente la decisión que tomes (dejar o no la enseñanza), te deseo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  109. A Laila:

    Si sientes que el aula te daña la salud, trata de dejarlo lo antes posible.
    Con todos mis respetos por la opinión de Javier Yusty, yo no creo que uno se pueda acostumbrar a los problemas del aula. Lo que sufrimos los profesores no son problemas, son MALOS TRATOS. Y ante eso sólo hay una salida: IRSE.
    Todo lo demás es engañarse a uno mismo.
    La inmensa mayoría del profesorado tiene la salud quebrada por la tensión física y psíquica constante a lo largo de años. Cuantos más años pases en la enseñanza, más riesgos para tu salud.
    Mi consejo es que lo dejes cuanto antes.

    La docencia es como las drogas, lo mejor es NO PROBARLAS pero si lo has hecho, déjala cuanto antes. Por tu salud y la de tu familia que se resentirá de tu malhumor, tu depresión y tu ansiedad.

  110. Hola docentes, les transmito mi «táctica» para seguir adelante con esta profesión, no importa cuan violenta sea una clase, y no importa si la dirección del instituto educativo no nos acompaña, sigo ADELANTE, doy la clase para quienes escucharla y para los que no que hagan lo que quieran, llevan su mala calificación y listo, no me involucro, no hablo, no hago NADA, así sobrevivo, los docentes NO DEBERÍAMOS QUERER ARREGLAR SITUACIONES QUE ESCAPAN
    AMPLIAMENTE A NUESTRAS POSIBILIDADES, el granito de arena a esto ultimo es brindar una buena clase de la materia que dictamos.. animo para todos/todas y ojala les sirva mi experiencia, les escribo desde Montevideo, Uruguay.

  111. Disculpen los errores de participación anterior porque escribí rápido y hice una buena puntuación gramatical, saludos.

  112. Listo, compruebo que cuando se publica lo que uno escribe se borran palabras, no es mi culpa…

  113. Aitiana, estoy de acuerdo contigo en que si la enseñanza mina de forma importante la salud de un docente, lo mejor es que “se aleje de ella”. Sin embargo, hay muchas variables que afectan a esa decisión. De laila, solo sabemos que lo pasa mal durante algunas clases, y que solo hablar del instituto o a cercarse a él le produce malestar y angustia. Pero aparte de eso no sabemos nada más de Laila, no sabemos nada sobre su situación familiar, económica, si éste es el primer año que la pasa eso, los años que lleva de docente, si ahora “no puede permitirse” dejar el trabajo…hay tantas cosas que analizar, Aitana, que antes de tomar una decisión de ese tipo, es necesario ponderar. De ahí mi respuesta a su mensaje, esperando quizás, más información por su parte para poder aconsejarla mejor.
    Un cordial

  114. César, es cierto que en la escuela, principalmente en los institutos de educación secundaria, se presentan situaciones que escapan ampliamente a nuestras posibilidades de solución, y eso, sin duda, además, varía de unos países a otros. Sin embargo discrepo contigo en la idea de que los docentes no debemos involucrarnos en la educación de nuestros alumnos. Cómo docentes debemos intentar manejar la dinámica del aula y controlar el clima de la clase con “autoridad” (no autoritarismo). Cierto que a veces es necesario enfrentarse a grupos de adolescentes violentos, inadaptados, ineducados y eso requiere “muchas tablas” por parte del docente, y por supuesto la ayuda de los equipos directivos, que no siempre proporcionan. Pero no podemos, a pesar de las dificultades, renunciar a ello. Debemos intentar que nuestros alumnos aprendan lo más posible. Si permitimos un clima de violencia u holgazanería en la clase, una mayoría de alumnos optarán por la “molicie” y el “pasotismo”, y se creará tal disrupción en el aula, que ni siquiera los pocos adolescentes que están atentos al profesor se enterarán de nada.
    Es verdad que hay que sobrevivir, pero te aseguro que se sobrevive mejor si se ponen en práctica determinadas estrategias relativas al manejo del clima y del liderado, que si pones en práctica la receta de no involucrarse, no hacer nada y no decir nada. De esta forma no conseguirás el cariño de tus alumnos, de la otra sí, y todos (ellos y tú) saldríais ganando.
    Un cordial saludo.

  115. Gracias Javieryuste por tus palabras, lo que escribí antes tiene validez ( en mi mismo ) casi «empírica» porque lo vengo poniendo en practica desde hace anios( no tengo enie ), poniendo primero MI salud y luego la del sistema, no creo que a todos les sirva pero me pareció bueno contárselos al menos para que sepan existe, saludos y gracias de nuevo.

  116. Saludos Javier,
    gracias por este blog tan interesante.
    Le escribo porque estoy padeciendo una situación muy conflictiva y angustiosa para mi en un aula de educación no reglada de adultos. Tras 15 años de docencia en este tipo de aulas solicité una excedencia de varios años y al regresar de nuevo a mi puesto me he encontrado con que dos de adultos me han recibido con rechazo, un alumno me amenaza con quejarse a dirección en cada cuestión que surge en el aula y que no le gusta. Incluso intentando ser asertiva, cuando acababa de amenazarme y de pedirme que le pidiera disculpas de nuevo (lo había hecho diciéndole lo siento pero me pidió que dijera explícitamente te pido disculpas), le dije que
    entendía perfectamente que si no le gustaban mis clases estuviera pensando en dejarlas. Al decirle esto, con muchísima educación, después de que él intentara minar mi credibilidad ante el resto de alumnos, me dijo que yo no iba a ser nadie si no tenía alumnos y que si el se marchaba y me quedaba sin alumnos yo me quedaría sin puesto de trabajo.

    En la última discusión le comentó a otro alumno que no iba a venir a clase porque si no me cogería del cuello. El enfado del alumno fue porque acudió a una visita cultural que había sido cancelada hacía días. El aviso de la cancelación se dió en el aula, en la clase anterior, a la que este alumno faltó. Y nadie le avisó por teléfono.
    La situación me está produciendo mucha ansiedad y aunque con el resto del grupo las clases van bien y están contentos, e incluso han saludo en mi defensa ante este alumno conflictivo no consigo que esta persona asista agusto a clase y no genere conflictos. Solo hay problemas cuando él viene.
    No se que hacer y lo estoy viviendo con mucha angústia.
    Gracias

  117. Por cierto el apoyo de dirección en este caso es nulo.

  118. Sara, desde hace años, la educación de adultos a cuyas clases solo asistían “adultos” interesados en aprender y conseguir un título, se ha convertido en un semillero de conflictos y problemas, desde el momento en que se están matriculando multitud de alumnos que prácticamente acaban de abandonar el instituto por haber cumplido 18 años, sin haber obtenido siquiera el título de graduado en ESO.
    No sé si ese alumno tuyo tiene esa edad o es mucho mayor. Me inclino a pensar que se trata de un joven inmaduro, chulo y que creó infinitos problemas de disciplina en su centro de procedencia.
    Es normal que vivas el problema con angustia, y más si no recibes el apoyo del la dirección. Pero esa falta notoria de educación no tienes porqué aguantarla. La educación de adultos no es enseñanza obligatoria, y no hay porqué aguantar a personajes de esa “calaña” No te dejes amedrentar y ponle límites claros. Sobre todo en el trato hacia ti y si no se comporta correctamente expúlsale del aula. Quizás se niegue, ante una orden fulminante a abandonar el aula, pero entonces dile que no seguirás con la clase hasta que él no se vaya. Y si no se va él vete tú y habla directamente con el director. Cuentale todo esto y la angustia que tienes cuando este alumno esta en el aula, por cómo se dirige a ti. Pídele que tome medidas. Y dile también que si esa actitud del alumno hacia ti no se termina de inmediato, lo pondrás en conocimiento de la inspección. Eso obligará al director a ver qué es lo que realmente pasa y a tomar medidas sancionadoras contra ese alumno “mal encarado”. Tienes que tener claro, que quien manda en el aula eres tú, y tú decides qué se hace y cómo se hace, guste o no a los alumnos. Cierto que debes adaptar tus métodos pedagógicos a ellos, y desarrollar un máximo de empatía, porque un buen clima de la clase es fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje, pero eres tú quien mandas y quien fijas los límites a los alumnos.
    Comienza por dirigirte a ese alumno tratándole siempre “de usted” y exígele lo mismo a él respecto a ti. Notará rápido la diferencia con los otros alumnos, pero plantéale que solo si te respeta como hacen los otros, le permitirás el “tuteo”. Elimina con él todo tipo de confianza y exígele siempre ese mismo trato. Indícale claramente que no le dejarás asistir a tus clases si no se comporta de forma adecuada y dile que tú no tienes ninguna obligación de avisarle de cambios de planes siempre que se hayan dicho en clase. Es responsabilidad suya enterarse…así de claro. La idea de que si deja de ir a clase tu te quedas sin alumnos denota lo infantil de su pensamiento, y su inmadurez. Ponle límites claros y seguramente solucionarás tu problema. Y no discutas con él. No des pábulo a sus estupideces. O se comporta bien o fuera de tus clases. El director no puede obligarte a tenerlo en clase, si se comporta de forma inadecuada faltándote al respeto (lo que hace ese alumno es una clara falta de respeto hacia ti), desde el momento que la E. de Adultos no es una educación obligatoria.
    Espero que se solucione pronto el problema.
    Un cordial saludo.

  119. Hola Javier:

    Efectivamente no sabemos nada de Laila. Como bien dices sólo sabemos (porque ella misma lo cuenta) que el aula le produce angustia y ansiedad. Y eso ya es suficientemente grave como para plantearse dejar el trabajo.
    No conocemos su situación económica, cierto. Yo en eso no me meto. Pero sería muy triste que tuviera que jugarse su salud por un plato de comida.
    Es preferible acudir a un comedor social a pedir un plato de comida que fastidar tu salud. Sin salud no podrás hacer nada aunque haya trabajo, con salud siempre se pueden buscar alternativas por mucha crisis que haya.

  120. Aitana, estoy de acuerdo contigo que “jugarse la salud” por un plato de comida, pudiendo buscar alternativas, no tienen ningún sentido. Pero mi respuesta a Laila va enfocada desde la perspectiva de ponderar bien tanto las ventajas como los inconvenientes de la decisión a tomar.
    Esperemos que Laila no se equivoque, y que haya tomado la mejor decisión… la más adecuada para ella.
    Un cordial saludo.

  121. Encontre la página buscando información sobre violencia en el aula, especificamente en contra de los profesores. ¿Alguien conoce de alguna comunidad virtual de profesores que se brinden apoyo sobre estos temas?.
    La verdad es que como profesora joven veo lo dificil que es enseñar a adolescentes y jóvenes antisociales y violentos, sobretodo si la dirección de los centros educativos privados por fines de LUCRO les interesa poco apoyar al profesor y más bien no quedar mal con los alumnos y padres.
    En el poco tiempo que tengo de experiencia me he enfrentado e impuesto a alumnos y alumnas de la más baja calaña. El día que me despidan o algo parecido por ser como soy voy a denunciar a esos centros educativos que son complices en el maltrato a los profesores.

  122. Ariana, indudablemente, hoy por hoy, dar clase a alumnos de secundaria produce un enorme desgaste en el profesorado. Algunos docentes (cada vez más), cómo seguramente es tu caso, soportan unos niveles de angustia y estrés, casi al límite de lo tolerable, y son precisamente los docentes más jóvenes y las profesoras (porque ser del genero femenino es un factor de riesgo), quienes en general más problemas tienen al respecto, porque los adolescentes suelen hacerles “blanco de sus burlas” con mucha más frecuencia que a los docentes varones y con amplia experiencia el la labor docente. Y ciertamente ello no se erradica sin una incidencia contundente y adecuada de las Jefaturas de Estudio en los centros, y con el concurso, también adecuado, del Departamento de Orientación.
    Desgraciadamente, no es esa la forma de actuar de la mayoría de Equipos Directivos, y mucho menos en la enseñanza privada, dónde como bien dices, lo que prima principalmente es el “tener contentos” a los alumnos y a sus padres, sin enfrentamientos que “mermen” el número de alumnos matriculados, aunque ello suponga un verdadero suplicio para el profesor.
    Tú eres joven y acabas de comenzar. Por lo que veo te estás enfrentando “en solitario” (sin ayuda de la Jefatura de estudios, que considero imprescindible) a la indisciplina de unos alumnos malcriados. Ello podría perjudicar seriamente tu salud, pero siempre puedes intentar paliar en lo posible el daño poniendo en práctica algunas estrategias.
    Si continuas tiempo en esta profesión, con los años adquirirás “experiencia docente” que te ayudará a afrontar este tipo de dificultades de forma adecuada, pero mientras

    Podrías realizar un “buen curso” sobre inteligencia emocional que te ayudaría bastante. Una forma de gestionar el estrés diario y manejar adecuadamente los conflictos en el aula, está relacionada con la posibilidad de que ese estrés no supere unos límites “aceptables” y con que los conflictos no se le “escapasen de las manos” al profesor. Existen cursos de verano relativos a estos temas en diferentes universidades, que suelen resultar muy interesantes y provechosos.
    Dar clase hoy, sin duda, además de saber transmitir ciertos conocimientos, requiere conocer y poner en práctica ciertas “habilidades sociales” que además de favorecer el proceso de enseñanza-aprendizaje, posibiliten unas relaciones cordiales con los alumnos. Muchos profesores, incluso con varios años de servicio a sus espaldas carecen
    o desconocen que poniendo en práctica determinadas “habilidades sociales” muchos conflictos que surgen entre ellos y sus alumnos desaparecerían.
    Una habilidad importante en el docente, y que no todos saben poner en práctica, es “corregir conductas” sin descalificar o poner etiquetas al alumno “díscolo”. Hay que mostrar desacuerdo y desagrado respecto a la conducta inadecuada, y no respecto a la persona del alumno, denigrándolo o menospreciándolo.
    Como docente, es necesario que poseas empatía y asertividad, además, debe saber comunicarte con eficacia, debes controlar en tu comunicación interpersonal tanto la comunicación “verbal” como la “no verbal” y debes conocer qué actitudes son favorecedoras de la comunicación y cuáles no.
    Debes practicar la “escucha activa”, y sobre todo, debe saber “muy bien” emitir elogios y recompensas. No cabe duda que todo esto es deseable en un docente, y, seguramente, muchos de ellos están deseando que “alguien” les enseñe a ponerlo en practica, es decir, que alguien les de “recetas concretas” y no sólo teoría casi siempre muy alejada de la práctica real. A esto me refiero cuando te hablo de “buenos cursos”. Estoy seguro que un curso de inteligencia emocional estructurado a partir de la enseñanza de unas habilidades sociales “muy concretas” (además de las citadas, también “empatía y auto y hetero asertividad” relacionada con ejemplos concretos de situaciones cotidianas” en el aula, conseguirían que aprendas a controlar tu estrés, y además a controlar de forma adecuada las situaciones que lo originan.
    Espero que no te despidan y que llegues a ser una estupenda profesora, aunque tengas que cambiar para ello de centro educativo, porque ese en el que estás, con un director que no se «ocupa» de que los alumnos respeten a sus profesores, resulta «poco educativo» y debería ser clausurado…porque…¡menuda educación para esos pobres («ricos») adolescentes!
    Un cordial saludo.

  123. Javier agradezco tus comentarios y sugerencias. Sobre los cursos que mencionas me encantaría hacer uno para saber como lidiar con conflictos en el aula generados por un grupito de alumnos que tratan de subordinar al resto de compañeros valiendose de formas casi delincuenciales (matonería, amenazas verbales, difamación, acusaciones falsas, insultos machistas y demás).
    La verdad es que no puedo ser comprensiva con ese tipo de alumnos abiertamente antisociales y casi delincuentes. Incluso en el instituto algunos chicos me pidieron que siguiera el juego a los alumnos maleducados, les dije que no lo haría porque conozco sus antecedentes y no me subordino a la malcriadez ni a la prepotencia.
    En el auloa tampoco me estreso mucho, mis clases las desarrollo completas, luego les hago una pequeña evaluación escrita u oral. A los que no responden o se comportan mal conmigo o con sus compañeros/as les pongo la nota que se merecen, a los malos alumnos no los etiqueto ni los señalo en clase (para que encima no se victimizen).
    Sobre cuestiones de género creo que cuenta mucho en el trato de los alumnos el hecho que sea mujer, sobretodo enseñando en un país latinoamericano. Por ejemplo el último día de clases del semestre pasado luego de hacer un comentario general sobre mis impresiones respecto al desarrollo de las clases (felicitando a los/las que de verdad habían trabajado, señalando los puntos debiles por trabajar en cuanto al rendimiento, la mala conducta de unos cuantos y resaltando la actitud de unos cuantos que ya habían comenzado a actuar para no dejar que el aula sea controlada más por esos malos alumnos) escuche a uno murmurar «ay, ¿por qué no eres hombre?, ¿por qué no eres hombre?».

    Sobre continuar con el trabajo de profesora (en un colegio y en un Instituto de formación profesional, ambos privados), por mí si continuo, lo tomo como un desafío. Además siento que aunque sea minimamente apoyo a los alumnos que si quieren aprender.

    Sobre modelamiento de conductas, tuve la oportunidad de trabajar en otra institución educativa con niños y adolescentes de muy escazos recursos, varios incluso con TDAH (sin recibir ningún tratamiento) obteniendo buenos resultados. Algunos de los alumnos si bien tenían malas conductas no llegaban a ser ni malcriados, agresivos o incluso violentos con los profesores y compañeros.

    Espero seguir en la docencia varios años y que los docentes que se exponen todo el tiempo a situaciones similares o peores recuerden siempre que tienen derechos y que algunos niños, adolescentes y jovenes podrían ser facilmente catalogados como delincuentes y ya no corresponde solo al profesor/a encargarse de ellos.

  124. Ariana, cuando te hablé de “buenos cursos” pensaba en algunos que se realizan aquí en España. En ningún momento pensé que escribías desde fuera de este país, pues tu castellano es perfecto y la gente que me escribe desde países latinoamericanos, suele introducir palabras o “giros” gramaticales distintos a los utilizados aquí. De todas formas por lo que explicas en este segundo mensaje no creo que te hagan demasiada falta. Eres capaz de controlar el estrés y la ansiedad pues no te afecta demasiado y además has trabajado con adolescentes con trastorno por déficit de atención con hiperactividad y además aplicas en tus clases estrategias adecuadas.
    Planteas que entre tus alumnos hay un grupo que trata de subordinar al resto de compañeros. En realidad es una forma de acoso en grupo. Seguramente habrá un líder, al que “corean” y “obedecen ciegamente” un pequeño grupo de alumnos y que atemorizan, extorsionan, vejan y humillan al resto de alumnos.
    Es bueno que presentes total firmeza y no toleres en absoluto esos comportamientos en tu clase. Háblales a todos del bullying y de lo que ello supone. Háblales a toda la clase de que nadie tiene derecho a burlarse de otros solo por divertirse. Diles que todo el mundo tiene derecho a ser respetado en la escuela. Hazles ver las graves consecuencias que ello tiene para determinados alumnos y anímales a denunciar acciones de acoso a otros, o a uno mismo, y asegúrales que no tolerarás de ninguna forma ese tipo de comportamientos. Efectivamente, con eso solo no es suficiente, pues se necesita la intervención enérgica de la dirección o la jefatura de estudios del centro para sancionar de forma importante ese tipo de conductas.
    Si consigues inculcar entre los alumnos la idea de que todos tienen derecho a ser respetados en el colegio, y que cuando un alumno tema denunciar que es acosado, haya otro que lo haga por él, habrás ganado la batalla a esos alumnos díscolos y pre delincuentes. Pon frente a los ojos de los alumnos de ese “grupo” y frente a los ojos de toda la clase, las consecuencias que sobre sus propios compañeros de clase, (alumnos como ellos, con los mismos sentimientos que ellos, con las mismas ilusiones que ellos, con los mismos deseos que ellos, con los mismos problemas que ellos…), tienen sus conductas inadecuada, violentas y perversas.
    Intenta también “romper” ese grupo de “maleantes”. Es casi seguro que sólo hay “un líder” , posiblemente el más violento y el que decide en cada momento que fechoría hacer en la clase, y si consigues que el otro grupito deje de “jalearle” y “bailarle el agua”, empezará a pensarse dos veces seguir comportándose de esa manera. El está recibiendo un “refuerzo” por parte de ese grupo de alumnos que le sigue, refuerzo negativo, pero refuerzo al fin. Si logras que ese “refuerzo” desaparezca, el modificará sin duda su conducta.
    Te deseo mucha suerte en el “empeño”, del que estoy seguro saldrás airosa porque determinación, criterio y valores no te faltan.
    Un cordial saludo.

  125. JAVIER
    SOY UNA PROFESORA DE SECUNDARIA EN MEXICO Y DEJAME DECIRTE QUE LA SITUACION AQUI ESTA PEOR POR QUE NO HAY NADIE NI INSTITUCION, NI SIDICATO , NI PERSONA QUE NOS DEFIENDA DEL ACOSO QUE SUFRIMOS LOS MAESTROS, FIJATE QUE HACE TES MESES VIVO UNA SITUACION EN QEU YA NO PUEDO NI ACERCARME A LA ESCUELA POR QUE ME DA PANICO Y SOBRE TODO ENTRAR A DAR CLASES EN EL 2C POR QUE PARA ELLOS TOD ES AGRESION, HACE POCO ME PINTE EL CABELLO Y PUES ESTOS CHICOS Y SUS PADRES SE HAN QUEJADO DE ACOSO PSICOLGICO POR QUE A LOS NIÑOS LES AFECTA QUE ME HAYA HECHO ESTO, QUE SI POR QUE USO LENTES, QUE SI LES DEJO TAREA, QUE SI POR INTERNET LO MANDO QUE SI LES HABLO DE LA FISICA Y DE LA ACCION Y LA REACCION QUE ES UNA DE LA LEYES DE NEWTON; QUE SI DEL PESO, LA MAS Y LA INERCIA QUE LES ESTOY DICIENDO GORDAS Y COSAS POR EL ESTILO, HE SUFRIDO ROBOS, GROSERIAS, POR PARTE DE ESE GRUPO.
    ASI QUE COMO VES EN TODO EL MUNDO ESTAMSO IGUAL Y A NOSOTROS QUIEN NOS DEFIENDE

  126. Ciertamente, Yolanda, el comportamiento de muchos adolescentes (y de sus padres) deja mucho “que desear” respecto a la relación que tienen con sus profesores. Las faltas de respeto, las humillaciones, las groserías y los comportamientos disruptivos que muchos alumnos mantienen durante las clases y en el trato diario hacia sus profesores hace, a veces, que la tarea de enseñar se convierta en una “heroicidad”. Lamentablemente, estos hechos llegan a afectar de tal modo a los docentes, que acaban enfermando, con angustia a enfrentarse a determinados grupos, o con depresiones importantes. Espero que no haya llegado a tanto en tu caso.
    Cuando se tienen problemas con determinados grupos, es necesario pedir ayuda al director del centro, aunque es verdad, que en muchas ocasiones, estos, culpan al propio docente de “no se capaz de imponer orden en la clase”. Conviene que hables con algunos de tus compañeros, y plantéales lo mal que los pasas con los alumnos de 2º C. Pídeles ayuda (seguramente no serás la única profesora del centro que tiene problemas con ellos). Pregúntales qué hacen ellos cuando tienen que enfrentarse a esa clase, y quizás te aporten algún tipo de estrategia para abordarlo. Habla con la jefatura de estudios y con la dirección para que sancione esos comportamientos de los alumnos para contigo.
    Te recomiendo que leas mis respuestas a mensajes similares al tuyo. En ellos explico algunas estrategias docentes para poner en práctica con los alumnos más rebeldes, o cómo afrontar este tipo de hechos con reuniones con el director del centro, e incluso poniéndolo en conocimiento de la inspección educativa, si la dirección del centro escolar no pone remedio adecuado. Espero y deseo que seas capaz de “enderezar” la situación y que ello no te obligue a dejar la enseñanza.
    Un cordial saludo.

  127. En principio enhorabuena por el blog y por contribuir a la mejora de la calidad en la enseñanza. Mi aportación en este sentido es la siguiente: http://sr-profesor-es-la-hora.blogspot.de/
    Este blog va dirigido a maestros de primaria pero es extensible a cualquier grado, donde se explica cómo llevar una clase desde el primer día con inteligencia emocional, dotando al alumnado de valores y motivación que darán lugar a comportamientos ejemplares y, por tanto, evitando no sólo el fracaso escolar sino la violencia potencial que puedan desarrollar con un modelo educativo ineficaz. Confío en que muchos profesores puedan hacer uso de las ideas expuestas de manera amena y cercana. Un saludo.

  128. Sr. Profesor, he leído varios de los post de su blog denominado “Sr. Profesor: ¡Es la hora!” y me han parecido magníficos. Muchos profesores, sobre todo los noveles, encontraran en la página consejos y formas de actuación adecuadas para afrontar, la cada vez más difícil tarea de “enseñar”. Felicidades por tan estupendas aportaciones, que, puestas en práctica, sin duda minimizarán cualquier conflicto o violencia que pueda presentarse en el aula.
    Un cordial saludo.

  129. Yo soy maestra de inglés en una primaria de México d.f. Y quiero compartir el hecho de que aunque son niños más pequeños (de entre 8 y 10 años de edad), presentan las mismas actitudes inadecuadas, haciendo que para mi cada día de clase resulte un verdadero infierno, sólo puedo decir que en verdad he llegado a odiar a la mayoría de esos niños y a sus padres por apoyarlos sin escuchar razones ni importarles nada. En verdad odio a esos niños con toda mi alma..!!!

  130. Ana, a veces las condiciones de trabajo de los docentes son tan “duras” que como tú, el maestro acaba “odiando” a quienes precisamente debe educar , enseñar y transmitir los valores necesarios para convertirles en personas útiles a la sociedad en que viven.
    En ese momento, cuando vemos en los alumnos solamente a enemigos, la tarea docente pierde absolutamente todo el sentido y solo se trata de “sobrevivir”.
    Ciertamente una sociedad que permite que niños de entre 8 y 10 años atormenten diariamente a su maestra, es una sociedad enferma. Si bien, esos niños son un reflejo de la sociedad y de sus padres, que con seguridad no les ponen ningún límite a su comportamiento. No debes mantener esta situación demasiado tiempo. Sería bueno que pidas ayuda a alguno de tus compañeros o a la dirección del colegio para que intervengan. No se si tú eres o no la tutora de esos niños, o tú solo les das inglés y tienen como tutor a otro docente. Si ese es el caso, habla con el tutor del curso y pídele que te ayude exigiendo a sus “tutorandos” un comportamiento adecuado contigo.
    Te recomiendo que utilices, hasta que acabe el curso (a fin de sobrevivir sin tanta tensión) alguna estrategia como el uso de refuerzos positivos, por ejemplo, realiza un gran mural de cartulina a modo de hoja de calendario, con recuadros correspondientes a cada día, y diles que al terminar la clase de inglés, escribirás en el recuadro de la fecha correspondiente el nombre del alumno/a que mejor se haya portado. El que consiga aparecer en el calendario 5 veces ganará…(una golosina), el que consiga estar 10 veces ganará (un lapicero), y el que consiga estar más veces al acabar el mes conseguirá …(una caja de lápices de colores). Ponte en contacto con la dirección del colegio para ver que tipos de premios puedes ofrecer y el colegio puede sufragar. De todas formas, puede tratarse de cosas muy baratas, que tú sepas que les agrada. Inventa más cosas como estas, y entre eso y la ayuda del tutor o algún compañero/a, ver´s como en poco tiempo mejora la actitud de tus alumnos para contigo.
    Te deseo mucha suerte.
    Un cordial saludo.

  131. Entro y leo con tanto detenimiento cada una de los criterios y experiencias de mis colegas. Algunos me hacen recordar momentos no gratos que he pasado en el aula de clase, y ciertamente a veces tendemos a caer en la frustración cuando incluso hasta las leyes de la educacion atentan contra el docente y favorecen las actidudes indisciplinarias del estudiante. verdaderamente nos preocupa a todos. Pero cuando leo tantos articulos, estimados colegas, de sentimientos hasta inhumanos de algunos profesores que dicen tener como estrategia efectiva el maltrato hacia los estudiantes. Aqui en Venezuela es un delito grave tocar a un alumno, y se paga hasta con carcel, pero mas alla de eso, considero que nunca, pero nunca se debe maltratar de manera fisica ni psicologica la integridad de un muchacho. Por Dios Santo, que hacen dentro de un aula si no eres tolerante ante ellos. Estamos de acuerdo en que no se nos paga para aguantarles ni soportarles a ninguno faltas de respeto, pero ese respeto se gana con el ejemplo, y el alma de un chico se gana con amor, paciencia y dedicacion. Imparto clases desde hace mas de diez años a estudiantes entre los doce y dieciocho años. les demuestro que los quiero, que me importan, los ayudo, cuando alguno se me quiere ir del control lo llamo, le converso y me gano su confianza porque los escucho y trato de entender su conducta, que muchas veces son arrastradas por el entorno social aberrante y la mala educacion familiar. un chico no te ataca por el simple hecho de hacerlo, si lo hace y le correspondes, eres su ejemplo en el futuro. No se trata de que entre nosotros corrijamos errores ortograficos de nuestra escritura porque eso no te hace mas sabio ni mejor que los demas, se trata de corregirnos mas bien y revisarnos cada dia y nos preguntemos, que rayos les estamos dejando a estos muchachos que comienzan a ver la vida. Mi lugar de trabajo esta a mas de dos horas de mi casa, y a veces salgo casi al anochecer, pero me conmovio un caso particular cuando se me acerca un estudiantes muy problematico en conducta y me dice: profesora, no se preocupe, mi casa es la suya y mi cena tambien lo es. asi que no me detendre hasta hacer siempre lo ultimo de mi y dar lo mejor que pueda para ayudar esas conductas y dejar algo bueno en las vidas se el destino nos encomendo a educar

  132. Lissette, si leíste todos los mensajes habrás observado que, afortunadamente son muy pocos los docentes que como estrategia efectiva para mantener la disciplina en el aula, emplean con sus alumnos el castigo físico y/o psicológico y ciertamente, al igual que en tu país, en todo occidente está absolutamente prohibido para el profesor usar la violencia con los estudiantes. Dar clase a adolecentes de educación secundaria, hoy en día, es una tarea ardua y en muchas ocasiones desmotivadora y frustrante por los factores que tú enumeras en el mensaje y que yo escribo en el artículo. Determinadas circunstancias convierten al docente en una víctima, quien o bien adopta estrategias para afrontar el problema o bien, por su propia salud física y mental, abandona la docencia. Esos profesores y profesoras inmersos en graves problemas necesitan toda la ayuda posible por parte de sus propios compañeros y los equipos directivos de los centros, quienes deben intervenir adecuadamente para evitar las humillaciones y desprecios al docente por parte de los alumnos.
    Veo que eres una docente “de vocación” y te felicito por ello. Estoy de acuerdo contigo en que a un alumno se le gana con “amor, paciencia y dedicación” y que tu lugar de trabajo diste más de dos horas de tu casa, dice mucho de tu “dedicación” en la escuela.
    Y te reitero otra vez, mi felicitación por ello.
    Un cordial saludo.

  133. La experiencia escolar a veces deja sinsabores, según el estrato social se percibe la educación por parte de los estudiantes. el estrato bajo al no tener metas universitarias no rinde igual que aquel que quiere o puede ser profesional. lo cual hace de la escuela un lugar para ir reunirse y pasarla bien con sus compañeros, así sea maltratando a sus similares o docentes. todo se quiere conseguir fácil, sin sacrificio, sin respeto. la cultura colombiana y la familia donde solo hay un padre o madre hace que sus hijos sean consentidos y alcahuetean cualquier conducta de su hijito. las leyes son violadas por los adultos y así mismo están siendo violadas por los adolescentes, si no hay mano dura en la sociedad, mucho menos en una institución educativa, el reflejo es directo y asi como se descompone la sociedad asi llegan a la escuela.

  134. Fabián, estoy totalmente de acuerdo contigo. De alguna forma, el comportamiento de los alumnos en la escuela es un fiel reflejo de lo que sucede fuera, de la sociedad en que está inmerso. Y ciertamente se nota mucho la diferencia entre aquellos alumnos que quieren continuar los estudios universitarios, y aquellos que van a dejar los estudios “cuanto antes”. Pero hemos de pensar que es labor nuestra, de los docentes, intentar disminuir esas diferencias sociales tratando de sacar el máximo de aquellos alumnos a quien “nos toque” educar. Sobre todo, si trabajamos en la enseñanza pública. Hay que pensar que con “los mimbres que tengamos” hemos de hacer “cestos”. Por supuesto, nuestro esfuerzo y dedicación no debe verse nunca empañado y arruinado por faltas de respeto y vejaciones de esos alumnos o sus padres. Eso es algo que nunca debemos consentir, y los docentes, así como los equipos directivos de los centros deben ofrecer todo su apoyo, sin condiciones, a aquellos profesores que sin duda alguna “lo pasan mal” en las aulas por ese tipo de motivos.
    Un cordial saludo.

  135. Casi todo está ya dicho, pero no se hace nada. La indefensión es brutal. Mi testimonio. Llevo 28 años de trabajo, Bachillerato. He pasado épocas de auténtica tortura psico-física. Indisciplina, mala educación, vagancia, chulería, profundísima ignorancia que va y va yendo a peor, hasta niveles de horror. Elevadísimo riesgo, toma de tranquilizantes, etc. Este año,Galicia, debido a los recortes tengo ¡260! alumnos: 9 grupos. Esto es una salvajada. Delegado, nunca coge el teléfono; el año pasado casi acabo insultada por inspección médica porque tuve que pedir un mes de baja. Compañeros/as, casi todos miran hacia otro lado..si no te zancadillean..Acoso laboral: descendente , horizontal y ascendente. Por supuesto esto es una farsa: a nadie le interesa la educación ¿alguien se puede creer que yo puedo dar clase a 260 personas?. Clases en que hay un nivel de ruido brutal (tengo ya 55 años), maligno y enfermizo, no hay quien ponga realmente orden. Estoy temiendo por mi vida. Temo enfermar gravemente. En esta área han muerto ya muchos compañeros/as «prematuramente». El nivel de estrés es estratosférico, lo mismo que la indisciplina , garrulería, etc. No se puede enseñar a quien no quiere aprender. Clases atestadas de gente que no quiere hacer nada. Además, como digo, la ignorancia es tremenda en la mayoría de alumnos/as: todo el curriculum está desajustado. Todos estos años de «falsocracia» nos han utilizado como escudos humanos. Se ven en las clases alumnos con unos desajustes prácticamente psiquiátricos. Anomia brutal; los que son más conscientes y educados están en medio de esta marea humana (In). Imposobilidad «metafísica»; tortura; los medios o se pierden en tonterías o mienten directamente. Temor absoluto.

  136. Epc, expones un testimonio realmente desolador. Para colmo, tras una dilatada vida laboral dedicada a la enseñanza, al final, solo encuentras frustración, indisciplina, desinterés e incluso temor por tu propia salud tanto física como mental. Observas un futuro pesimista en donde todo “parece ir a peor”.
    No se si desarrollas tu labor docente en un centro público o en una privado/concertado, aunque los problemas que exponen se dan tanto en unos como en otros. No conozco tampoco el sistema de enseñanza gallego, pero ciertamente 260 alumnos son muchos alumnos, y si además la mayoría de esos grupos pertenecen a diferentes niveles el trabajo para el docente puede resultar tremendamente “abrumador”. No se las horas semanales que da allí en Galicia un profesor de secundaria. Por ejemplo, aquí en Madrid se pasó este curso de 18 a 20 horas lectivas. Si se dan todas las clases en bachilleratos, dado a que la mayoría de asignaturas son de 4 horas, el máximo de grupos que tendría aquí un docente de bachillerato serían 5. Pero evidentemente, si el profesor de secundaria imparte materias de dos horas (música, plástica, tecnología, educación física…) un mismo profesor podría llegar a tener hasta 10 grupos. Realmente terrible.
    Nos ha tocado vivir años difíciles…muy difíciles, en que, ciertamente a nuestros políticos no parece importarles nada todo este complejo problema que representa la educación y que es, quieran verlo o no, el futuro del país. Un país que no cuida su educación nunca podrá ser un país puntero y no será capaz de salir de la mediocridad.
    Nosotros los docentes, estamos inmersos en ello y aunque es tremendamente duro hemos de intentar con todas nuestra fuerzas “parchear” todo este destrozo.
    Si no eliminan antes la jubilación LOGSE, dentro de dos años podrías jubilarte (aunque quizás por motivos familiares o personales no te venga bien). Tampoco sé si tienes posibilidad de cambiar de centro, porque te aseguro, que a pesar de todo, cuando un equipo directivo se implica contundentemente en atajar la indisciplina de los alumnos, las cosas funcionan mejor. También es importante que los propios compañeros echen “una mano” a aquellos que lo necesitan. Parece que en tu instituto no puedes contar ni con unos ni con otros (compañeros y equipo directivo) para solucionar esa indisciplina, de ahí mi sugerencia de cambiar de instituto.

    Pero la realidad manda, y a veces resulta imposible cambiar de centro y es necesario afrontar la situación con al menos la garantía de no enfermar ni física ni psíquicamente.
    Debes intentar por todos los medios que la Jefatura de Estudios de tu centro tome “cartas en el asunto de la disciplina” de los alumnos y no debes permitir nunca faltas de respeto de estos hacia ti. Algo independiente de los objetivos académicos que pueda conseguirse con ese tipo de alumnos, que seguramente serán mínimos, pero sobre todo no debes desespérate, no debes deprimirte…has de buscar alguna forma de adaptación a ese entorno tan “hostil” que te rodea, alguna estrategia que te permita desarrollar tu labor docente sin hundirte en el abismo. Tienes que ser fuerte el tiempo que tengas que seguir en ésto. No sé qué es lo que pasa en tu instituto exactamente y por eso no puedo recomendarte nada en concreto pero si lees mi respuesta a algunos mensajes similares al tuyo quizás puedas encontrar algo que te ayude en el futuro próximo. Ánimo, ya queda poco curso y supongo que para ti será (como para muchísimos docentes) un gran alivio la llegada de las vacaciones de verano. ¡ Que las disfrutes porque las mereces ¡. Te has ganado con creces un largo descanso.

    Te deseo toda la suerte del mundo.

    Un cordial saludo.

  137. ME GUSTARIA RECIBIR MAS INFORMACIONES SOBRE ESTA TEMATICA…
    GRACIAS

  138. Gabriel Darío, no existen prácticamente estudios acerca de los maltratos que reciben los docentes por parte de sus alumnos, dado a que apenas se ha estudiado acerca de esa violencia, aunque sin duda, se incrementa día a día. Un estudio realizado en Reino Unido (Terry, 1998) con una muestra de alumnos pertenecientes a 7 institutos urbanos, encontró que existe maltrato de los alumnos hacia sus profesores, siendo el “tener poca experiencia” y ser del “género femenino” dos factores de riesgo a la hora de recibir ese maltrato de los discentes.
    También, desde la perspectiva del profesorado, en Irlanda ha sido estudiado el problema de la disciplina, con un trabajo realizado por encargo de la Organización Nacional de Profesores (INTO, 1993) en la que se observa que el 77 % de las escuelas consideraban que un 5 % de su alumnado mostraba problemas muy graves de disciplina. Así mismo, en Irlanda, O´Moore y Minton (2001. Proyecto Connet*) han realizado estudios sobre el maltrato en el lugar de trabajo, concretamente en el claustro de profesores. Encuentran que un 70 % de profesores considera como el maltrato “más recurrente” la falta de reconocimiento al trabajo bien hecho. En Alemania, Frindte (1998) realiza un trabajo sobre la intolerancia, racismo y tendencia a la violencia. Y en Francia se realiza un estudio por parte de la Inspección, sobre incidentes violentos en la escuela (Inform Marc Rancuret) citado por Debardieux y cols. (2001) con estadísticas sobre el incumplimiento de normas, ofensas, infracciones, absentismo, suicidio, vandalismo, extorsión y “acciones de falta de civismo”. En Holanda se utiliza una adaptación del cuestionario de Olweus incluyéndose además en las escalas de maltrato (directo, indirecto y persistente) el rechazo al maltrato y el maltratar al profesor. En el informe del Defensor del pueblo (2000), también se hacía una pregunta sobre conflictos en los que los profesores resultasen ser “víctimas”. Se encontró que el tipo de maltrato más frecuente sufrido por los profesores, eran insultos, rumores dañinos hacia su persona, destrozar enseres, robo e intimidación con amenazas, y con una frecuencia más baja “a veces ocurre” (10 %) están las amenazas y también “a veces ocurre (10 %) están las agresiones físicas.
    En definitiva, Gabriel Darío, no hay muchos estudios sobre esa violencia de la que el profesor es la “verdadera víctima”.

    Si quieres ver el estudio completo que yo realicé sobre los IES de la comunidad de Madrid (al que corresponde el artículo) podrías consultarlo íntegramente y de forma gratuita en mi tesis doctoral depositada en la sede central de la UNED (universidad Nacional de Educación a Distancia) en Madrid. Si no, también puedes consultar el estudio completo adquiriendo por solamente 1.39 euros mi tesis doctoral (cikeando en la imagen de la tesis que aparece en la parte derecha del blog.

    Las referencias completas de la bibliografía que cito son:

    Debarbieux, E.; Blaya, C. y Vidal, D. (2001). Tackling Violence in schools. A report from France. Connect Projet. European Community.

    Defensor del Pueblo (2000). Violencia Escolar. El maltrato entre iguales en la Educación Secundaria Obligatoria. Madrid. Publicaciones.

    INTO (1993). Discipline in the Primary School: Report of survey Incorporating Aspects of Bullying in Schools . Dublín. Irish National Teachers Organization.

    O’Moore, A. M., y Minton, S.J. (2001) . Tackling Violence in Schools. A report from the Ireland. Proyecto Connet.

    El proyecto Connet de la Comunidad Económica Europea es coordinado por el profesor Peter Smith. “Connet Initiative UK-001. Tackling violence in schools en European-wide basis”. http: http://www.goldsmithsn. ac.uk / connect / countryreports. html

    Terry, A. A. (1998) . Teachers as targets of bullying by their pupils: A study to investigate incidence. British Journal of Educational Psychology. 68 (2) , 255 – 268.

    Un cordial saludo.

  139. Hola,

    Soy profe y estoy sufriendo humillaciones, ya no sólo en la clase, sino por los pasillos y por el patio. Al principio los ignoraba pero llega un punto en el que ya no puedo más.

    Lo de poner partes lo veo inútil ya que mi directiva tan sólo expulsa cuando hay una pelea entre alumnos o hay algún tipo de robo.

    ¿Qué puedo hacer? ¿cómo debo actuar?

    Gracias,

    Marta

  140. Marta, no sé si eres profesora definitiva de ese centro, o si estás en expectativa de destino o si eres interina. Ni sé cuantos años de servicios acumulas. Si no eres definitiva, ya queda poco curso y pronto dejarás de pasar el infierno que estas pasando con la llegada de las vacaciones, y al curso que viene cambiarás de centro. Pero ciertamente aun queda casi un mes entero y debes intentar poner remedio cuanto antes.
    Para superar este tipo de problemas hace falta mucho apoyo de los propios compañeros/as y especialmente el apoyo INCONDICIONAL del Equipo Directivo del centro, aunque no parece que eso sea posible en tu instituto.

    Del control de la disciplina en los centros educativos es responsable el Equipo Directivo, y más concretamente la Jefatura de Estudios. Cuando la Jefatura falla, el desastre, en relación a ese tema, es total, y ello, no sólo afecta muy negativamente al proceso de enseñanza-aprendizaje, sino que afecta directamente a la propia personalidad del docente. Tu misma dices que ha llegado a un punto que “ya no puedes más”.
    Según estudios relativos al tema, el hecho de ser mujer, y tener pocos años de experiencia (años de servicio), son las variables que más aumentan las posibilidades en el docente de sufrir “acoso” por parte de los alumnos. Tú, creo, desgraciadamente, reúnes las dos premisas.
    Pero ello es algo que de ninguna manera deberían permitir los Jefes de estudios. Ningún docente que se vea superado por las circunstancias debería sufrir ese tipo de humillaciones por parte de los alumnos. Los Jefes de Estudios que no son capaces de controlar eso deberían ser cesados automáticamente en el cargo. Ellos son responsables de la salud “sobre todo mental” de los profesores de su centro. Pero la cruda realidad nos muestra que en muchos institutos, especialmente en Andalucía, al profesor o profesora con problemas, no solo no se le defiende, sino que desde los propios Equipos Directivos de los centros se les termina culpando de no “saber” controlar la clase. Aunque te servirá de poco consuelo, te diré que me parece una aberración absoluta.
    Mi primer consejo es que te muestre firme, que no consientas de ninguna manera que se te falta al respeto en clase. Debes ponerlo en conocimiento del equipo directivo exigiendo que eso termine porque no volverás a entrar en una clase mientras el alumno o alumnos que te faltaron al respeto no sean sacados de ella. Amenaza al jefe de estudios del instituto con denunciar ante la inspección educativa su “dejación de funciones” si no toman las medidas pertinentes. Lleva ante la dirección del centro de forma detallada, que es lo que te dicen por los pasillos y por el patio y qué alumnos te lo dicen a fin de que puedan imponerse las sanciones correspondientes. Habla con los tutores de los cursos más problemáticos y pídeles su ayuda. Diles lo mal que te sientes cuando sus tutorados te humillan de esa forma.
    Cuando algún alumno te falte al respeto en clase, Hazle ver a el y a todos, que tú no les faltas a ellos al respeto y que exiges de ellos el mismo trato. Ordénale que salga del aula. Si no lo hace dile que no continuarás la clase hasta que no se vaya (y cúmplelo). Si entonces se monta un alboroto, márchate tú. Dile al jefe de estudios que no permitirás de ninguna manera faltas de respeto de ningún alumno hacia tu persona y que pondrás en conocimiento de la Asociación de padres y la Inspección educativa que no seguirás dando esas clases en esas condiciones. Empezará a tomar medidas solo cuando vean que te muestras absolutamente firme.
    Te recomiendo que no te desanimes, porque al curso que viene, (si no eres definitiva en el actual) quizás acabes en un centro como el mío, en un centro en el que Jefatura de Estudios actúe. Yo soy Jefe de Estudios (en un centro del sur de Madrid, concretamente en Parla) y no permito, bajo ningún concepto esos tipos de situaciones. Apoyo incondicionalmente a los profesores (incluso cuando se equivocan, porque a veces, como nos sucede a todos, también se equivocan). Mi lema es que “el profesor siempre tiene razón, incluso, cuando no la tiene”. Te aseguro que ese apoyo incondicional al profesorado hace que en general haya un buen clima no solo de centro sino también de aula controlándose todo tipo de violencia.
    Para el curso que viene te recomiendo poner en práctica desde el principio algunas estrategias que te permitirán afrontar ese tipo de situaciones con éxito, consiguiendo llevarte bien con tus alumnos desde el principio, y aunque les marques límites claros te respetarán en todo momento.
    Ten en cuenta que esta profesión nuestra como docentes de Secundaria exige bastantes más cosas que el propio dominio de la materia que impartimos. Dar clase hoy, requiere sin duda, además de saber transmitir ciertos conocimientos, requiere conocer y poner en práctica ciertas “habilidades sociales” que además de favorecer el proceso de enseñanza-aprendizaje, posibiliten unas relaciones cordiales con los alumnos.
    Ten en cuenta que una habilidad importante en todo docente, es saber “corregir conductas” sin descalificar o poner etiquetas al alumno “díscolo”. Hay que mostrar desacuerdo y desagrado respecto a la conducta inadecuada, y no respecto a la persona del alumno, denigrándolo o menospreciándolo o poniendo etiquetas que ellos puedan interpretar como tal. Ten en cuenta también que los adolescentes tienen un sentido extraño de lo que es justo e injusto y enseguida dicen que “su profesor les tiene manía”. Cualquier trato que puedan calificar “de favor” hacia otro escolar lo sentirán como un agravio propio. Es importante aprender a repartir y dosificar las “recompensas” (un halago, un “muy bien”, “se ve que has estudiado”…) a todos los alumnos, incluso a los “díscolos”.
    Cuando trates de corregir conductas, o llegar a acuerdos con tus alumnos, es importante que evites generalizaciones, porque los términos “siempre” y “nunca” tienden a formar “etiquetas” desagradables. Resulta mucho más efectivo el uso de expresiones “frecuentemente”, “la mayoría de las veces”, “casi siempre”…Estas formas permiten a los alumnos sentirse correctamente valorados.
    Al corregir a algún alumno, debes referirte a lo que hace, y no a lo que es. Las “etiquetas” no ayudan para nada a los alumnos, y pueden aumentar sus dificultades. Conviene, además, elegir el momento adecuado. Si se trata de corregir una conducta o pedir explicaciones por alguna acción incorrecta, es mejor hacerlo en privado. Sin embargo, si se trata de elogiar una conducta determinada de un alumno, resulta más positivo hacerlo cuando está presente todo el grupo.
    No debes nunca ridiculizar o descalificar a un alumno (aunque dudo que lo hayas hecho nunca). A veces es necesario llamarle la atención por conductas inadecuadas, pero hazlo mostrando enfado por el “hecho” o “conducta” con que estas en desacuerdo, descalificando la acción, pero nunca a la persona. Es conveniente que refuerces cualidades que el alumno demostró en otras ocasiones, diferenciando claramente la falta cometida en este momento, porque si refuerzas la imagen de indisciplinado por las “risas y carcajadas” de sus compañeros, el alumno díscolo se adaptará a la imagen y las expectativas que le transmiten, y es preferible que se adapte al refuerzo por la atención y admiración de sus compañeros, que por sus risas y “burlas”. Además eso les hace sentirse tan “humillados” ante los compañeros, que te “odiará a muerte” y eso no es en ningún caso deseable.
    No pongas etiquetas a tus alumnos (listillo, zoquete, burro…). Entre docentes, más correcto que trasmitir etiquetas de alumnos, es explicar las limitaciones que pueda tener un alumno determinado o sus dificultades personales.
    Recuerda que, aunque vayan bien las cosas, nunca debes ser “colega” de tus alumnos. Debes dejarles claro que no eres “su coleguilla”… eres su profesora de la materia de tu especialidad (que no se cual es). Ello no quita que te muestres cercana, amigable, y empática con los alumnos, pero sin olvidar el verdadero rol que desempeñas.
    Espero que se solucione el problema y el resto de curso que queda te sea algo más llevadero.

    Mucha suerte en adelante.
    Un cordial saludo.

  141. hola soy profr. en México, de secundaria y con plaza y la situación que vivo cotidianamente es tan parecida a la de las demás profesores (as), que puedo decirle que en la actualidad mis alumnos de secundaria me evaden , me dan la espalda, se me hacen a un lado, siento que estoy siendo victima de bullying en su modalidad de difamación o descalificación (aunque aún no sé cual qué es lo que se el argumento de descalificación), debido a que a cualquier grupo al que asisto es la misma situación en todos. No se que hacer porque aunado a esto algunos de mis compañeros maestros siguen el juego a estos alumnos y no quisiera se de que se trata, pero puedo darme cuenta de sus acciones «evasivas» e incluso «discriminatorias. Debido a todo esto he tenido que asistir a tratamiento médico psiquiátrico y no hay día que esto deje de suceder. Saludos…

  142. Luis, planteas en tu escrito que a diario (y supongo desde hace tiempo) tus alumnos te descalifican y te difaman a tus espaldas, que te ignoran cuando no “te desprecian” (“te dan la espalda, se hacen a un lado, se evaden…). Dices que en todos los grupos sucede lo mismo. E incluso planteas que algunos maestros compañeros tuyos “siguen el juego a esos alumnos” con acciones “evasivas e incluso discriminatorias” hacia ti.

    No aportas en tu mensaje ningún detalle concreto y pormenorizado (acciones de alumnos o de otros maestros compañeros) que corrobore todo lo que dices y pienso que quizás sí este pasando lo que dices, pero no en grado que tú presupones. Tengo la impresión de que alguna pequeña acción que te haya ocurrido tú le has dado una importancia que en realidad no tiene, y de alguna manera te estás obsesionando con esa “idea” que no “puedes quitarte de la cabeza”.
    No sé si tienes algún compañero con el que tengas una especial confianza. Quizás no tengas ninguno en quien confiar “ciegamente” pero supongo que sí habrá alguno en quien confíes más que en el resto. En caso de que no tengas ninguno, te recomiendo que trates de hacerte amigo de alguno de ellos, de quien veas más afín a ti. Sería bueno, hacerte amigo de uno de los maestros que imparta clase a los mismos grupos de alumnos que tú. Dirígete a él y pregúntale como le va con esos alumnos, y coméntale cosas que ocurran en el aula. En definitiva intenta entablar con él una relativa amistad. A partir de ahí, plantéale lo que me has dicho a mí en tu mensaje. Pregúntale si él tiene esa percepción de los alumnos y otros compañeros para contigo.
    Él podrá aclararte si hay “algo de lo que cuentas” (incluso ayudarte en caso de que lo haya), o incluso aclárate determinados malentendidos que hayan hecho que tu te obsesiones de esa forma. Es más importante aclarar lo de tus propios compañeros que lo de los alumnos.
    Si el problema que planteas es real, ese compañero al que solicites ayuda, lo solucionara a partir de poneros ambos en contacto con el equipo directivo del colegio a quienes expondréis el problema y a los diferentes tutores de los grupos. Y si finalmente no fuese “tan real” como a ti te parece, te recomiendo que retomes el tratamiento médico psiquiátrico, pues podría tratarse de un comienzo de paranoia, con elevados niveles de angustia insoportables para ti, muy fácil de controlar con fármacos adecuados, recetados por el médico psiquiatra.
    Espero que el problema, sea desde una u otra perspectiva, se solucione pronto.

    Un cordial saludo.

  143. yo soy maestra de 4 año dde primaria y las niñas siempre se la pasan acusándome en la dirección que yo les grito y que me porto mal con ellas y nisiquiera tengo voz fuerte estoy cansada de esta situación la maestra pasada se fue por lo mismo porque no las soportaba y esas niñas se pusieron deacuerdo con la directora para que cualquier cosa que haga o no haga se lo digan a ella… no se qque hacer… ya no soporto mas

  144. Ángeles, dices que eres maestra de 4º de primaria, por lo que estimo, que tus alumnas tienen entre 9 y 10 años. Aquí en España es así. Quizás en México no se corresponda exactamente, pero supongo que aunque allí variasen algo, los rangos de edad de esos alumnos serian similares a los de aquí.

    No dices si impartes clase en un centro privado/ o en uno público, y si solo tienes alumnas en clase o es mixto, es decir de niñas y niños. Si tienes alumnos de ambos sexos, tampoco sé si son solo las niñas las que te acusan de portarte mal con ellas, o se trata de un grupito de niños y niñas.
    Bueno, sea de una forma u otra, el asunto es que tienes problemas y lo está pasando mal. Incluso dices que la anterior maestra se marcho porque “no las soportaba”.

    Tampoco me parece nada bien que la directora dé más crédito a lo que dicen determinadas alumnas que a lo que dice una profesora. Además, ese tipo de actitud no solo no es educativa sino que acabará volviéndose en contra de la propia directora.

    La única forma que hay de arreglarlo, es que consigas que esas niñas maleducadas dejen de “verte como a una enemiga” y comiencen a verte como a una de sus profesoras “a quien le importa muchísimo su educación, y que desea que todas, absolutamente todas superen el curso sin dificultades”. Sería conveniente que hables con la tutora de las niñas y le plantees el problema para que intervenga en tu favor. O quizás tú eres la tutora de ese grupo. Tienes que mantener (aunque sea perdiendo una sesión de clase) una seria conversación con ellas. Coméntales que por su actitud sientes que quizás ellas no están contentas contigo, pero que lo único que deseas, es que todas consigan excelentes calificaciones al terminar el curso, pero que para eso es necesario que os llevéis bien, que estás dispuesta a empezar desde “0” con la relación, como si todo lo anterior no hubiese pasado. Que a partir de ahora todos tenéis que poner de vuestra parte para que esa relación mejore. Que tú les tratarás como ellas quieren, pero a cambio ellas deberán comportarse en clase de forma adecuada y respetándote en todo momento.
    Dado a que como dices, “cuentan todo a la directora”, aprovecha y diles cosas buenas de ella (aunque no las sientas). Diles que tú, lo mismo que la directora, deseas lo mejor para ellas y que solo deseas, también como la directora, que todas sean felices en el centro. También hazlas ver lo bien que lo podréis pasar y todo lo que podrán aprender si hay orden en la clase y se comportan bien. En definitiva tienes que hacerte “su amiga”. Tienes que conseguir que confíen en ti, porque además de desear lo mejor para ellas, estás dispuesta a solucionar cualquier problema que tengan. Es necesario que confíen en ti y eso podrás conseguirlo hablando francamente con ellas. También sería bueno que tuvieses una conversación con la directora, planteándole el problema que tienes con las niñas y pidiendo su ayuda para que las niñas confíen en ti, dado a que, como ella, tú deseas lo mejor para ellas y en esa situación podrían tener dificultades para superar el curso.
    También te recomiendo que pongas en práctica algunas estrategias con relación a tus alumnas.

    Ten en cuenta que esta profesión nuestra como docentes exige bastantes más cosas que el propio dominio de la materia que impartimos. Dar clase hoy, sin duda, además de saber transmitir ciertos conocimientos, requiere conocer y poner en práctica ciertas “habilidades sociales” que además de favorecer el proceso de enseñanza-aprendizaje, posibiliten unas relaciones cordiales con los alumnos.
    Ten en cuenta que una habilidad importante en todo docente, es saber “corregir conductas” sin descalificar o poner etiquetas al alumno “díscolo”. Hay que mostrar desacuerdo y desagrado respecto a la conducta inadecuada, y no respecto a la persona del alumno, denigrándolo o menospreciándolo o poniendo etiquetas que ellos puedan interpretar como tal. Ten en cuenta también que los niños y niñas de esa edad tienen un sentido extraño de lo que es justo e injusto y enseguida dicen que “su profesora les tiene manía”. Cualquier trato que puedan calificar “de favor” hacia otro escolar lo sentirán como un agravio propio. Es importante aprender a repartir y dosificar las “recompensas” (un halago, un “muy bien”, “se ve que has estudiado”…) a todos los alumnos/as, incluso a los “díscolos”.
    Cuando trates de corregir conductas, o llegar a acuerdos con tus alumnas, es importante que evites generalizaciones, porque los términos “siempre” y “nunca” tienden a formar “etiquetas” desagradables. Resulta mucho más efectivo el uso de expresiones “frecuentemente”, “la mayoría de las veces”, “casi siempre”…Estas formas permiten a los alumnos sentirse correctamente valorados.
    Al corregir a algún alumno, debes referirte a lo que hace, y no a lo que es. Las “etiquetas” no ayudan para nada a los alumnos, y pueden aumentar sus dificultades. Conviene, además, elegir el momento adecuado. Si se trata de corregir una conducta o pedir explicaciones por alguna acción incorrecta, es mejor hacerlo en privado. Sin embargo, si se trata de elogiar una conducta determinada de un alumno/a, resulta más positivo hacerlo cuando está presente todo el grupo.
    No debes nunca ridiculizar o descalificar a un alumno/a (aunque dudo que lo hayas hecho nunca). A veces es necesario llamarle la atención por conductas inadecuadas, pero hazlo mostrando enfado por el “hecho” o “conducta” con que estas en desacuerdo, descalificando la acción, pero nunca a la persona. Es conveniente que refuerces cualidades que el alumno/a demostró en otras ocasiones, diferenciando claramente la falta cometida en este momento, porque si refuerzas la imagen de indisciplinado por las “risas y carcajadas” de sus compañeros, el alumno díscolo se adaptará a la imagen y las expectativas que le transmiten, y es preferible que se adapte al refuerzo por la atención y admiración de sus compañeros, que por sus risas y “burlas”. Además eso les hace sentirse tan “humillados” ante los compañeros, que te “odiará a muerte” y eso no es en ningún caso deseable.
    No pongas etiquetas a tus alumnos (listillo, zoquete, burro…). Entre docentes, más correcto que trasmitir etiquetas de alumnos, es explicar las limitaciones que pueda tener un alumno determinado o sus dificultades personales.
    Y por supuesto, recuerda que, aunque vayan bien las cosas, nunca debes ser “colega” de tus alumnos. Debes dejarles claro que no eres “su coleguilla”… eres su profesora, su maestra (nada más y nada menos). Ello no quita que te muestres cercana, amigable, y empática con las alumnas, pero sin olvidar el verdadero rol que desempeñas.
    Espero que el problema se solucione y que pronto tus relaciones con esas niñas maleducadas mejoren de forma significativa.
    Un cordial saludo.

  145. 13 de junio 2013. Muerte de una profesora.Ya sabemos cómo «se busca la vida», según sus palabras, el Sr. Presidente para ahorrar ante la crisis: una de ellas, reventando al profesorado. Años de insultos, faltas de respeto, desprotección ( si no, promovido adrede por los propios políticos en la falsa «transición») desprotección,digo ante esta masa ignorantísima, indisciplinada y maleducada. Número de alumnos, la mayoría conflictivos y lo ya antes dicho, brutal. Cuando pasa «algo» a algun/a chivo expiatorio se mira para otro lado. Estoy desolada y tengo miedo. No voy a decir qué tipo de muerte fue. VERGÜENZA. En esto acabó esta podredumbre llamada «España».

  146. Eva, en mi anterior respuesta a uno de tus mensajes intentaba proporcionarte algunas estrategias para podre “sobrevivir” en este momento en que tan “mal dadas nos vienen” a los docentes. Y como muy bien dices, VERGUENZA es la palabra que definiría la situación en los institutos.
    A veces incluso pienso (aunque me niego a admitirlo) que ello puede ser una estrategia política. Solo hay que ver las noticias que nos abruman a diario respecto a la corrupción. Ante todo ello, un observador externo pensaría, sin lugar a dudas, que nuestro sistema político se basa en el robo y en el engaño. Para que todo esto perviva es necesario que la ciudadanía esté anestesiada, o sencillamente, idiotizada. Cosa que, evidentemente se consigue permitiendo en los centros educativos, insultos al profesorado, faltas de respeto y desprotección de los mismos ante una “masa ignorantísima, indisciplinada y mal educada” que seguirá nutriendo a la sociedad del futuro.
    Efectivamente el panorama es desolador y desalentador, Y lo peor de todo, es que no hay visos de cambio a corto o medio plazo. Pero, como personas individuales que somos, tenemos que sobrevivir, si es preciso, abandonado esta profesión “vilipendiada” hasta límites increíbles. Si no, es necesario que nos adaptemos pues es lo que hay, y lo que desgraciadamente nos ha tocado vivir.
    Siento de veras que estés tan desanimada. Espero que con la llegada del verano veas las cosas, al menos, no tan negras.
    Deseo que pases unas muy felices vacaciones de verano y que descanses mucho. Ciertamente te has ganado a pulso y mereces estas vacaciones.
    Un cordial saludo.

  147. Realmente triste la situación de los maestros, en todas partes, en cualquier país, en cualquier ciudad… muy triste. Lo mas triste es que los gobiernos están poniendo a las escuelas a resolver los problemas de violencia… como si se originaran allí!. Esto es un problema inmenso, de toda nuestra sociedad… problema que se intensifica con cada generación.
    No podemos pensar que esto es un fenómeno escolar, esto tiene raíces profundas… sencillamente, la vida ha perdido su valor!

  148. Natallia, efectivamente la escuela es un fiel reflejo de la sociedad actual, y dentro de sus muros, se reproduce la violencia que se da fuera. Estoy de acuerdo contigo en que el “problema se intensifica con cada nueva generación” Y su afrontamiento solo será posible con ciertas garantías de éxito, cuando los políticos y la sociedad en su conjunto se den cuenta de que el futuro de cada país está en la educación de sus niños, adolescentes y jóvenes. Los maestros y profesores solos, no podemos solucionarlo ni afrontar el reto con éxito. Las estrategias pedagógicas que utilizamos sirven de poco y nunca resultan suficientes ante un problema “tan inmenso y de tan profundas raíces”.
    Un cordial saludo.

  149. Al leer todas estas experiencias de compañeros maestros, no sólo de México, sino de varios países es triste ver la realidad por la que están pasando tantos y tantos maestros, que tienen ese amor a la docencia , que asisten al aula a enseñar, transmitir y poner en práctica la docencia en su máximo esplendor, al llegar al aula y vivir el ambiente que impera ahí,a eso hay que agregar si eres de una escuela privada tienes además que soportar sus actitudes, todavía como premio pasarlos de año, algo en verdad frustrante, me dedico a la docencia por amor a ella, por la satisfacción de transmitir y ser formadora de personas educadas pero en verdad como esta la situación este es mi último año, por que primero esta mi salud y estabilidad emocional o seguir en una guerra donde todas tus armas te las han quitado.

  150. Janeth, por tu mensaje veo que “has tirado la toalla”. Es verdad que la situación educativa de muchos países se encuentra en una situación terrible, en donde las verdaderas “víctimas” son los profesores. También es verdad que “la salud es lo primero” y la “estabilidad emocional” absolutamente necesaria precisamente para no enfermar.
    Por otro lado se mantiene el pensamiento de que el futuro de cada país está en la educación de sus niños, adolescentes y jóvenes y que sólo con la educación se podrá cambiar el mundo. Pero parece que aunque el mundo esté cambiando a peor, la educación parece ser un tema que solo nos preocupa a los docentes, mientras que los políticos, (en su mayoría gente “mediocre”) que son quienes deberían velar por ello, no solo se desentienden, sino que parecen legislar para derrumbarla del todo.
    Si has tomado esa decisión, bien tomada está.
    Deseo que te vaya todo muy bien.

    Un cordial saludo.

  151. A una semana de entrar los estudiantes después de vacaciones, el estrés y la ansiedad ya se apoderan del docente que percibimos el *desprecio* de los estudiantes. Es como si ellos golpearan la cuchara del que quiere alimentarlos. la nobleza y humildad del docente son muy grandes, luchar en contra de la corriente,
    mantener la serenidad ante la grosería, mantener y controlar la desesperación y la reacción del cuerpo es inevitable. sólo queda el consuelo del salario, de los fines de semana para descansar, de las izadas de bandera o actos que nos quiten horas de clase, de las pocas semanas que quedan para las próximas vacaciones….en fin, ánimo mis queridos compaÑeros docentes, la perseverancia vence lo que la salud no alcanza.

  152. Fabián, gracias por tu mensaje. A pesar del “desprecio” de los estudiantes y de cómo está la situación en la enseñanza, eres capaz de encontrar “alegrías” en la profesión y además, ofreces palabras de ánimo para los colegas.
    Un cordial saludo.

  153. definitivamente esto es intolerable que un profesor trate de pegarle a mis hijas y le hago lo que lorena bobby le hizo a su esposo ese rafael me dio una indignacion grande es un pp

  154. con razon cada dia hay mas delincuentes con maestros tan perros como estos, los niños no quieren regresar a las aulas y yo que entre aqui buscando el castigo que recibe un profesor al maltratar a un alumno con bulling imaginate al pegarle…. no entiendo para que estudian educacion y como quieren impartir si carecen totlmente de educacion quien dijo que golpeando se enseña con amor se enseña mostrando a esos niños en el aula lo que no tienen en casa

  155. Mariangel, ciertamente ningún maestro debe usar la violencia física (ni psíquica) con sus alumnos. No hay razón alguna, ni siquiera un comportamiento inadecuado por parte de los alumnos, que justifique una actitud violenta del maestro hacia sus discípulos. Y si alguien lo hace debe ser denunciado.
    No se cómo están las leyes a este respecto en Venezuela, pero en toda Europa, por ejemplo, cualquier maestro sabe que a un alumno no puede “tocársele” pues podría suponer para él una verdadera “ruina”. Habla primero con ese profesor y dile que si vuelve a agredir a tus hijas lo denunciarás a las autoridades educativas. No estaría mal que también informes al director del colegio de este tipo de prácticas.
    Me parece además entrever por tu escrito que tu hijo sufre bullying y que “encima” el maestro le pega. En ese caso debes solucionar también el problema que supone el bullying para tu hijo. Debes entrevistarte con el director o el jefe de estudios y ponerles al corriuente de todo lo que le sucede a tu hijo, exigiendo una intervención inmediata. Si el equipo directivo del centro no soluciona el acoso a tu hijo, podrías denunciarlo ante un juez o en la comisaría de policía.
    Espero que ambos problemas se solucionen pronto.
    Un cordial saludo.

  156. Hola, soy profe de matemática de Chile, y esta realidad en mi opinión ocurre de igual forma, lo peor es que el profesor «no puede quejarse», pues se le atribuye falta de «dominio de grupo», en ocasiones he sentido mucha frustración, de hecho, dejar la docencia, con el consecuente estrés de encontrar otro trabajo, además de que si de verdad tienes vocación por enseñar.. dónde queda eso.. este artículo me ha servido mucho para alivianar el sentimiento negativo que generan estas situaciones.. gracias!!

  157. Víctor, me alegra que el artículo haya servido de “bálsamo” a ese sentimiento tan negativo que suelen generar las situaciones cotidianas que cada día vivimos los docentes en las aulas, y que sin duda, tú, como “profe” vienes sufriendo.
    Te recomiendo, si tienes tiempo, que leas algunos de los mensajes que determinados colegas han dejado al final del artículo. Algunos son estremecedores, pero otros están cargados de esperanza y buenas intenciones.
    Un cordial saludo.

  158. Si.. he leido varios, para mi el problema es que la educación se ha deteriorado demasiado con las políticas centradas en los estudiantes poco interesados en desmedro de los que si les interesa estudiar. Estos estudiantes «flojos» promueven que todos lo sean.. además tienen poder dentro de las escuelas a través de sus tutores.. generalmente provocan bulling a compañeros que desean estudiar y terminan agotando la paciencia de profesores, además son apoyados por los equipos directivos porque son «clientes», y éstos directivos no desean perder matrículas.. no se les aplican sanciones adecuadas y terminan burlándose haciendo gala de su situación.. sin embargo, la mayoría de las veces se le atribuye la responsabilidad a los profesores, argumentando que no tienen dominio de grupo o dominio de contenidos, o malas planificaciones, o mala metodología.. etc.. en Chile el problema educacional tiene mucha relación con esto, pero las políticas están centradas en que los profesores tienen mala preparación.. el profesor en primer lugar debe ser un buen pedagogo en su materia, no un manejador de situaciones de indisciplina sobre las cuales no tiene poder de decisión.. los directivos constantemente eluden su responsabilidad en esto, es el sistema de la educación como un negocio.. ánimo para aquellos docentes que pasan por esto.. yo al menos estoy desarrollando caminos alternativos, a través de los cuales pueda hacer aquello que me gusta y que sirve a otros tantos, que lo merecen, y que están desprotegidos por este sistema mercantil que privilegia a los flojos para que luego sean consumidores de carreras universitarias en instituciones privadas.. la esperanza hay que dárselas a los buenos estudiantes.. desarrollando iniciativas para ellos. gracias por tu blog.

  159. Víctor, por lo que escribes, parece que en tu país está comenzando lo que en el mío empezó hace veinticinco años. Las leyes educativas, basadas en la comprensividad y como tú dices “centradas en estudiantes poco interesados por el estudio” han desembocado en el desastre educativo que hay en mi país. Un gran porcentaje de la población opina que hay que modificar lo que hay, pero otras gran contestación social dificulta los imprescindibles cambios. Es triste que otros países copien sistemas educativos que ya han fracasado en otros lugares. Me da la impresión que tu país está copiando al mío, sin tener en cuenta que aquí a supuesto un enorme fracaso. A su vez, en España se implantó la LOGSE (que ha sufrido mínimos cambios a lo largo de veinticinco años, mientras que lo que en realidad se necesitaban eran reformas profundas), cuando ya había fracasado en Inglaterra y otros países europeos.
    En la actualidad D. Alvaro Marchesi Ullastres es secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y quizás tenga algo “que ver” con la ley educativa de tu país. Era Secretario de Estado para la Educación durante la implantación aquí en España, de la reforma educativa de acuerdo a la LOGSE, y se le consideró uno de “los padres” de la misma”.
    Es triste que políticos mediocres copien leyes fracasadas de otros países y las presenten como algo propio. Nada se solucionará mientras nuestros políticos no sean personas competentes y formadas. No hay más que mirar las noticias para ver cómo es la gente que nos gobierna…y poco se puede esperar de personas así.
    Un cordial saludo.

  160. Estoy haciendo actualmente un proyecto en el que intentamos a través de la música visibilizar el matoneo entre niñas… Les pido el favor, si alguno sabe de algo de bibliografía sobre el tema, tal vez un libro en el que se recoja información sobre el matoneo de manera muy general… les agradecería si me dan el dato

  161. Natalia, te voy a enviar a tu correo particular, un texto que aparece en mi libro “Bullying: cómo detectarlo, prevenirlo y afrontarlo desde los diferentes equipos y estamentos docentes”.
    Allí hablo de los dos informes realizados en España por el defensor del Pueblo en relación al bullying. En mi opinión son los mejores estudios sobre el tema realizados en mi país. Además hago unas comparativa entre ambos estudios realizados respectivamente en 1999 y en 2006. Ahí observarás que la variable género incide de forma manifiesta. Son más chicos que chicas los que agraden, y también son más chicos que chicas los que sufren un mayor número de abusos (especialmente físicos). Las chicas, en cambio, tanto desde la perspectiva de “testigo”, “agresoras” o víctimas”, utilizan y sufren en mayor medida que los chicos, el maltrato de “hablar mal” de otros compañeros.
    Respecto a la agresión física directa, es decir, “pegar”, son también mayoritariamente chicos quienes en grupo (43.3 %) o individualmente (40.4 %) ejercen esta modalidad de maltrato. Las chicas solas, o junto con chicos en grupos mixtos, lo hacen en el 5.8 % de los casos.
    También en relación a las variables “género” y número de quién agrede, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas al comparar los estudios de 1999 y 2006. Se mantiene así la tendencia de que a excepción del “hablar mal de otros” (rumores dañinos) protagonizado mayoritariamente por chicas, el resto de las modalidades de maltrato son atribuidas de forma mayoritaria a chicos.
    Con lo que te enviaré a tu correo particular podrás obtener información sobre el matoneo en general.

    Libros sobre bullying hay muchos. Por sólo 2 euros podrías descargarte el mío clikeando en la imagen de la derecha, sobre la “portada”, pero ya que te refieres al que se produce entre niñas, un libro interesante es “Matoneo entre niñas” de Michelle Anthony, M.A y Reyna Lindert, Editorial PANAMERICANA. Tiene 302 páginas y su número ISBN: 9789583038532. Y cuesta unos 23 euros. Una referencia del libro puedes encontrarla en la siguiente dirección:

    http://www.librerianacional.com/es/index.php?option=com_catalogo&task=mostrarDetalleProducto&idProducto=286521

    Mucha suerte con tu trabajo.
    Un cordial saludo.

  162. Rafael:

    Déjame decirte que uses bien la gramática, maldita sea.

  163. Me sucede todo esto y no le encuentro solución, vivo en Argentina.

  164. Evangelina, planteas que te ocurre todo lo que se describe en el artículo, pero no sabes cómo afrontarlo…”no encuentras solución”.
    No sé si desarrollas tu labor docente en un centro público o en una privado/concertado, aunque los problemas de indisciplina por parte de los alumnos se dan tanto en unos como en otros. No conozco tampoco el sistema de enseñanza argentino, pero estas situaciones se están generalizando en todos lados. Tampoco sé si eres una docente con pocos o con muchos años de servicio.
    Nos ha tocado vivir años difíciles…muy difíciles, en que, ciertamente a nuestros políticos no parece importarles nada todo este complejo problema que representa la educación y que es, quieran verlo o no, el futuro del país. Un país que no cuida su educación nunca podrá ser un país puntero y no será capaz de salir de la mediocridad.
    Nosotros los docentes, estamos inmersos en ello y aunque es tremendamente duro hemos de intentar con todas nuestra fuerzas “parchear” todo este destrozo.
    No me cuentas nada, y no sé si te refieres a un problema al impartir clase, o al sistema educativo de tu país. Si te refieres a lo primero es necesario para no caer en el desanimo ni en la depresión, pedir ayuda a los propios compañeros y especialmente a Jefe de estudios del centro donde trabajas. Es cierto que a veces eso es imposible, pues determinados miembros de equipos directivos culpan al docente de no ser capaz de hacerse con la clase y del mal comportamiento de sus alumnos, con lo que se empeora el problema y se aumenta la angustia del docente.
    Para “sobrevivir” es conveniente poner en práctica algunas estrategias cómo el conseguir que los alumnos dejen de “vernos como a un enemigo” y comiencen a vernos como a un profesor “a quien le importa muchísimo su educación, y que desea que todos, absolutamente todos superen el curso sin dificultades”. Es necesario transmitirles esta idea desde el principio del curso.
    Esta profesión nuestra, como docentes, exige bastantes más cosas que el propio dominio de la materia que impartimos. Dar clase hoy, sin duda, además de saber transmitir ciertos conocimientos, requiere conocer y poner en práctica ciertas “habilidades sociales” que además de favorecer el proceso de enseñanza-aprendizaje, posibiliten unas relaciones cordiales con los alumnos.
    Ten en cuenta que una habilidad importante en todo docente, es saber “corregir conductas” sin descalificar o poner etiquetas al alumno “díscolo”. Hay que mostrar desacuerdo y desagrado respecto a la conducta inadecuada, y no respecto a la persona del alumno, denigrándolo o menospreciándolo o poniendo etiquetas que ellos puedan interpretar como tal. Ten en cuenta también que los niños y niñas adolescentes tienen un sentido extraño de lo que es justo e injusto y enseguida dicen que “su profesora les tiene manía”. Cualquier trato que puedan calificar “de favor” hacia otro escolar lo sentirán como un agravio propio. Es importante aprender a repartir y dosificar las “recompensas” (un halago, un “muy bien”, “se ve que has estudiado”…) a todos los alumnos/as, incluso a los “díscolos”.
    Cuando trates de corregir conductas, o llegar a acuerdos con tus alumnos, es importante que evites generalizaciones, porque los términos “siempre” y “nunca” tienden a formar “etiquetas” desagradables. Resulta mucho más efectivo el uso de expresiones “frecuentemente”, “la mayoría de las veces”, “casi siempre”…Estas formas permiten a los alumnos sentirse correctamente valorados.
    Al corregir a algún alumno, debes referirte a lo que hace, y no a lo que es. Las “etiquetas” no ayudan para nada a los alumnos, y pueden aumentar sus dificultades. Conviene, además, elegir el momento adecuado. Si se trata de corregir una conducta o pedir explicaciones por alguna acción incorrecta, es mejor hacerlo en privado. Sin embargo, si se trata de elogiar una conducta determinada de un alumno/a, resulta más positivo hacerlo cuando está presente todo el grupo.
    No debes nunca ridiculizar o descalificar a un alumno/a (aunque dudo que lo hayas hecho nunca). A veces es necesario llamarle la atención por conductas inadecuadas, pero hazlo mostrando enfado por el “hecho” o “conducta” con que estas en desacuerdo, descalificando la acción, pero nunca a la persona. Es conveniente que refuerces cualidades que el alumno/a demostró en otras ocasiones, diferenciando claramente la falta cometida en este momento, porque si refuerzas la imagen de indisciplinado por las “risas y carcajadas” de sus compañeros, el alumno díscolo se adaptará a la imagen y las expectativas que le transmiten, y es preferible que se adapte al refuerzo por la atención y admiración de sus compañeros, que por sus risas y “burlas”. Además eso les hace sentirse tan “humillados” ante los compañeros, que te “odiará a muerte” y eso no es en ningún caso deseable.
    No pongas etiquetas a tus alumnos (listillo, zoquete, burro…). Entre docentes, más correcto que trasmitir etiquetas de alumnos, es explicar las limitaciones que pueda tener un alumno determinado o sus dificultades personales.
    Y por supuesto, recuerda que, aunque vayan bien las cosas, nunca debes ser “colega” de tus alumnos. Debes dejarles claro que no eres “su coleguilla”… eres su profesora, su maestra (nada más y nada menos). Ello no quita que te muestres cercana, amigable, y empática con las alumnos, pero sin olvidar el verdadero rol que desempeñas.
    Te recomiendo poner en práctica estas estrategias pues favorecen en gran medida una relación cordial entre los profesores y sus alumnos estableciéndose un clima de aula adecuado. Aunque quizás no necesitaras estos consejos por contar ya con una dilatada vida profesional y referirte al sistema educativo del país.
    Sea de una forma u otra, te deseo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  165. bueno yo soy una estudiante y creo que estuvo mal la reaccionen los alumnos ,pero a veces cansa que un profesor te grite y grite como si fueras cualquier cosa eso nos pasa a nosotros con una profesora de matemática y bueno q podemos decir nosotros no reaccionaríamos así pero, hay otros que bueno esa es mi opinión … gracias ..=)

  166. pero porque hablar solo del bulling a los profesores deberiamos hablar del bulling de los alumnos q en verdad no es nada bonito los profesores se pueden defender pero nosotros no , porque si nosotros decimos algo no nos escuchan y eso q tiene q se grave para que recien se den cuenta de lo que pasa no’ yo creo q si todos estuvieramos unidos contra este mal (bullyng ) estariamos mucho mejor a lo estamos ahora.. =)

  167. Ágata, veo que no estás muy contenta con tu profesora de matemáticas. Parece que tu profesora os grita “como si fuerais cualquier cosa”. Parece además, que si vosotros decís algo, los profesores no os escuchan y “ellos se pueden defender, pero vosotros no”.
    Ciertamente, no es correcto que ningún profesor grite a sus alumnos con frecuencia. A los alumnos no debe faltárseles al respeto nunca, así como nunca, un alumno debe faltar al respeto a un profesor. Cuando todos, maestros y alumnos cumplen esta norma, la convivencia en el aula es buena. Pero tienes que entender, Ágata, que las correcciones que los profesores tratan de hacer respecto a vuestras conductas están encaminadas a enseñaros aquello que vais a necesitar en el futuro para ser buenas personas, y seáis adultos preparados para afrontar con éxito el mundo laboral y social en el que en pocos años os encontrareis. Es verdad que a veces molesta la forma en que un maestro os regaña, y os corrige, pero no olvidéis nunca, que a pesar de esa forma tan “grosera” de hacerlo, solo quiere lo mejor para vosotros. Es posible que si todos vosotros le decís a vuestra profesora de matemáticas que a partir de ahora os vais a portar muy bien en clase y vais a hacer todas las tareas que os mande, con toda seguridad, ella dejará de gritaros por que ya no le hará falta. Ella piensa que solo por sus gritos la obedecéis, cuando descubra que no son necesarios dejará de chillaros, y así vosotros, no os sentiréis ofendidos.
    Respecto al bullying tienes toda la razón. Si todos estuviéramos unidos contra ese mal estaríamos mucho mejor que ahora. Yo te invito a que denuncies cualquier caso que conozcas de tu clase (o de tu colegio). Te invito a que te hagas su amiga, y a que lo digas a tu profesora, así como a los padres del compañero que sufre bullying si aun estos no lo saben. Si todos ponemos nuestro “granito de arena” en esta lucha, acabaremos mejorando bastante el clima de aula y esos alumnos que lo sufren podrán empezar a dejar de sufrir angustia en el colegio.
    Un cordial saludo.

  168. Hola… llevo años siendo profesora (unos cursos sustituta y otros interina…)
    Tengo un pequeño defecto físico… los adultos no me lo notan prácticamente, pues no es muy evidente, ni me impide hacer una vida normal.
    Sin embargo, los alumnos, a los tres días de clase ya me lo han notado… y ahí empiezan curso tras curso, instituto tras instituto, las burlas, los motes, los escritos en el encerado… y así siempre.
    Lo peor es que ese defecto, como hace que se rían mucho de mí, y estén pendientes del defecto, en vez de lo que explico… repercute en el nivel de autoridad… pues al considerarme una profesora «risible» ya me quitan la autoridad para dar clase; ya consideran que soy menos válida o que sé menos mi materia.
    Por ejemplo… un curso, al comprobar mi defecto ya el primer día, dijeron en alto:»Fijo que no tiene ni idea de geografía»… y eso, que era el día de la presentación, que ni siquiera había comenzado con la explicación de un tema…; no me dieron ni la oportunidad de demostrarles que sí sé geografía, que me encanta, y que además me encanta impartir esa materia. Me hicieron la vida imposible.
    Lo malo, que al tener esa falta de autoridad tengo que poner más faltas de orden que otros profesores, con lo cual, acabas teniendo más problemas con los padres, equipos directivos, compañeros… etc.
    Yo mantengo a mi familia… y aún así ya me he planteado dejar el trabajo… tarde o temprano lo haré cuando se me abra alguna otra puerta.
    Prefiero comer patatas cocidas todos los días que acabar con una depresión, o que un día me acabe empujando o agrediendo algún alumno o algo así.
    Lo peor es que cuando se lo cuento a amistades o compañeros, me dicen: «qué tontería, pasa de ellos…»
    Yo antes estudiaba y tenía ilusión por quitar la plaza de profesora… pero ya no la tengo…; es más, me alegro de no haber quitado la plaza para así poder abrir mi mente a otra cosa.

  169. Lourdes, siento mucho lo que te está ocurriendo y entiendo lo mal que lo pasas por esas circunstancias de las que hablas, aunque no concretas exactamente qué es. Los adolescentes son tremendamente crueles entre ellos, y por supuesto con sus profesores, especialmente con aquellos con quienes no conectan bien desde el primer día, o con aquellos que por cualquier circunstancia personal presentan “algún detalle” susceptible de crítica o burla.
    Dices que ese defecto que tienes, prácticamente imperceptible para los adultos, los alumnos lo descubren relativamente pronto y a consecuencia de ello y de sus burlas se acaba convirtiendo en una falta de autoridad, algo que además de repercutir negativamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje, influye negativamente también en tus relaciones con padres, equipos directivos e incluso con tus propios compañeros, y eso sin contar la angustia que ello te produce y que a veces hizo que te platearas dejar este trabajo.
    Ciertamente, si la situación llega a un punto en que se te haga tremendamente insoportable, tendrás que dejar la enseñanza, pues como bien dices, es preferible comer “patatas cocidas” todos los días a que tu salud física y mental se resienta.
    De todas formas, aunque no sé exactamente cuál es ese defectillo que “dices tener” (si lo supiera podría ofrecerte sugerencias más concretas), te recomiendo que incluso antes de que lo noten tus alumnos, tú se lo cuentes sin intentar en ningún momento ocultarlo (ya que dices que no tardan mucho en descubrirlo).
    El primer día, cuando te dirijas a ellos y te presentes, después de decirles tu nombre aborda el tema sin ningún complejo. Diles con aplomo y sin ninguna vergüenza lo que te ocurre. Diles que es algo que puede pasarle a cualquiera, y que ello es debido a….Diles que eso podría pasarles a cualquiera de ellos, o a sus madres, o a sus hermanas. Y seguramente, si le pasara a algún miembro de su familia, lo último que se les ocurrirla es burlarse de ellos…porque ellos no son culpables de lo que les pasa.
    Prepara un discurso de este tipo, para a continuación decirles que ello no influirá para nada en tus ganas para que todos aprueben tu asignatura a final de curso y en tus deseos de llevarte bien con todos.
    Este primer discurso tuyo frenará las bromas desde el principio. Y si apareciera alguna (que ya serán pocas), córtalas desde el principio dirigiéndote a toda la clase y recordándoles que nadie tiene derecho de burlarse de nadie, no ya de su profesora, sino de ningún otro compañero/a. Hazle ver al alumno, que no está bien lo que hace, que estás segura de que no lo ha hecho a propósito y que por esta vez no lo vas a sancionar. Y hale ver también, a él y al resto de compañeros que si vuelve a repetirse la burla, la sanción será importante. Si actúas de esta forma necesitarás poner bastantes menos sanciones por esos hechos. Y en cualquier otro tema, tu autoridad en el aula debe ser indiscutible,
    No tengas reparos en solicitar la ayuda de otros compañeros experimentados, sobre todo para que te indiquen estrategias de trabajo con determinados cursos de alumnos difíciles, sobre todo al tutor/a y por supuesto plantea al equipo directivo que intervenga cuando tu lo creas necesario.
    Deseo que todo se solucione, y que ese pequeño defecto físico que mencionas deje de ser definitivamente “un problema” .

    Un cordial saludo.

  170. Hola… espero este disponible para respuestas…. es que no se si tenga mucha relacion con el tema en cuestion pero es que tengo un profesor que parece no estar muy de acuerdo con mis ideas y cuando comento algo que aparentemente le parece y lo citaree! ‘ilogico’ siempre cuando sermonea con eso me la esta tirando y pues me incomoda… Que podria hacer..?

  171. Luis, a veces los profesores hacemos o decimos cosas que, por una u otra razón ofende a alguno de nuestros alumnos. Cuando sucede algo de este tipo, no solemos ser conscientes de esa ofensa. Es muy posible que tú creas que, como tu profesor no está de acuerdo con tus ideas, “cuando te sermonea con eso…te la está tirando”. Me inclino a pensar que ello no es así como tú crees, sino que es algún tipo de “coletilla” que el profesor suele decir en determinadas ocasiones a algunos alumnos, pero que tú interpretas cuando te lo dice a ti, que “te la está lanzado a ti en particular”. Fíjate si solo te lo dice a ti o a algún alumno más.
    De todas formas, mi consejo es que lo aclares directamente con tu profesor. Un día, al terminar la clase (nunca antes de concluirla) dirígete a él con corrección, de forma educada, y dile que te gustaría hablar con él en algún momento en que pueda atenderte.

    No se lo exijas de “mala manera”, ni en un momento en que no pueda hacerlo, por ejemplo entre clase y clase…pídele solo (vuelvo a repetirte que de forma educada) un día y una hora para comentarle alguna cosa que te preocupa.
    El profesor, con seguridad te dirá en qué momento podréis hablar y será entonces cuando has de decirle, con franqueza, que a ti te parece, o al menos lo sientes así, que cuando dice…” citaree! ‘ilogico’ “se está refiriendo claramente a ti, y que eso incomoda te ofende y te sientes mal cada vez que lo hace.
    Lo más probable es que tu profesor te explique las razones reales de porqué lo hace y se aclarará todo. Una vez que sepa que ello te molesta seguramente dejará de hacerlo, e incluso, en el caso de que verdaderamente fuera consciente de ello, y lo estuviese haciendo como una “pequeña broma”, te pedirá disculpas por ello y te asegurará que no volverá a hacerlo.
    Cuando terminéis la conversación, dale las gracias por atenderte.
    Por cierto, no sé en qué curso estás ni de qué asignatura es el profesor a quien te refieres, aunque me inclino a pensar que eres un alumno del último año de secundaria o de bachillerato y el profesor es de historia o de filosofía. De todas formas, estés en el curso que estés y sea el profesor de la asignatura que sea, te recomiendo que actúes de la forma que te indico y el problema, seguramente se solucionará.
    Un cordial saludo.

  172. DEBE HABER REGLAS QUE SE DEBEN RESPETAR SI O SÍ, CON UN DOCUMENTO QUE LOS PADRES DE FAMILIA DEBIERON HABER FIRMANDO AL MATRICULAR A SUS HIJOS EN UNA ESCUELA, POR EJEMPLO LO QUE SUCEDE EN ESPAÑA.
    EN EL CASO DE UN MALCRIADO ESTUDIANTE ESPAÑOL QUE ROMPE UNA SILLA, PUES EL DIRECTOR , CON EL PAPEL FIRMADO , OBLIGAR AL PADRE DE FAMILIA A TRAER UNA SILLA DE SU CASA, O DOS, PARA QUE SIRVA DE EJEMPLO A LOS DEMÁS, Y NO INCURRIR EN CONDUCTAS INADECUADAS, PUES SI NO SE ACTÚA ASÍ EN SU PAÍS ESTOS LLAMADOS CENTROS EDUCATIVOS SERÍAN CENTROS DE ALTO POTENCIAL DE FUTUROS DELINCUENTES, SERES CON PATOLOGÍAS QUE INMEDIATAMENTE DEBIERAN SER DERIVADOS AL DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA O PSIQUIATRÍA, PORQUE AUNQUE PAREZCA INVEROSÍMIL, SON PARTE DE UNA SOCIEDAD QUE YA ESTÁ ENFERMA, PERO ENFERMA DE VALORES, SON ADOLESCENTES CON VALORES TRASTOCADOS, QUE CRECEN EN FORMA NEGATIVA A SU PEOR LIBRE «ALBEDRÍO».
    ESPERO QUE EL EJEMPLO MENCIONADO LES PUEDA SERVIR DE ALGO, PARA CORREGIR TAN NEFASTAS CONDUCTAS, PORQUE SI SUS ESTUDIATNES SIGUEN ASÍ ESTÁN CONDUCINEDOLOS AL ABISMO, TODOS LOS QUE SE ENCUENTRAN EN LA COMUNIDAD EDUCATIVA ESPAÑOLA, PRINCIPALMENTE SUS FAMILIAS QUE «NO LO PARECEN»
    CON ESTIMACIÓN DE PARTE DE UN DOCENTE DE VOCACIÓN Y SENTIDO DE FORMACIÓN DEL FUTURO HOMBRE DE PROVECHO DE SOCIEDAD

  173. Gracias por tu consejo, Carlos. Ciertamente la educación española lleva años sumida en una crisis que parece no tener fin. Y sin duda, la mayor cuota de responsabilidad la tienen las diferentes Comunidades autónomas, con competencias prácticamente plenas en educación, y que han elaborado unos derechos y deberes de los alumno bastante laxos.

    Un cordial saludo.

  174. Hola, buenas noches, soy una alumna de 2º de bachillerato y de antemano pido disculpas por mis faltas de ortografía y expresión ya que es un problema que intento solucionar. Buscando información acerca de la violencia en general, para una redacción de lengua, encontré esta página y la verdad es que me ha sorprendido mucho lo que padecen muchos de los profesores y me entristece mucho la situación a la que hemos llegado.
    Apenas han pasado unos días desde que empezó el curso y ya todos los días ves en las aulas de bachillerato a niños de primero y segundo que se comportan mal, pero no sabemos como solucionarlo a veces ni siquiera puedes dialogar con ellos cuando hay una confusión y se sienten ofendidos van a pegarte directamente incluso a nosotros como si ya la edad ni siquiera importara, así que me imagino como lo pasarán los profesores, cada vez que van a dar clase a una de estas aulas se le ponen una cara de agobio y la verdad es que me deja muy mal sabor de boca después de haber visto esta página…

    En mi opinión deberían haber mas clase de ciudadanía y ética que por lo menos a mi fueron las que me enseñaron mis valores, a respetar a mis profesores e incluso a admirar a muchos de ellos, pero sobre todo concienciar a los padre para que no pasen tanto de sus hijos y que ellos también les inculquen valores.

    Les deseo mucha suerte a todos esos docentes que están de baja por depresión y espero que se recuperen y puedan luchar contra esas aulas de salvajitos que se han formado por la falta de disciplina. Espero que todo mejore. HACEN UNA MARAVILLOSA TAREA GRACIAS POR DOTARNOS DE CONOCIMIENTOS DE VERDAD MUCHAS GRACIAS!!!

  175. Vanessa, me alegra ese alegato tuyo final en el que reconoces que los profesores hacen una “maravillosa tarea” agradeciendo además que a ti y a jóvenes como tú os doten de conocimientos. Agradezco esa sinceridad tuya como alumna de 2º de bachillerato, exponiendo los problemas que tanto los profesores, como vosotros mismos, alumnos, encontráis diariamente en el aula para poder desarrollar ellos y aprender vosotros los temas del programa.
    Ciertamente las aulas de bachillerato se han llenado de alumnos sin preparación suficiente ni motivados para ello. Alumnos que deseaban hacer un Ciclo de grado medio, pero al no obtener plaza, acaban matriculándose en bachiller. Desde hace unos años, acaban matriculándose en 1º de Bto. Alumnos que obtuvieron el título de la ESO con materias pendientes, o que realizaron 4º de ESO en un itinerario dirigido a ciclos formativos o al mundo laboral; alumnos procedentes de Diversificación curricular, e incluso alumnos que cursaron dos años de PCPI y ello les aboca a un rotundo fracaso y casi siempre a un abandono prematuro. Pero no solo eso, sino que al ser alumnos desmotivados e incapaces de seguir las clases a ritmo normal se dedican a interrumpir y molestar al resto exhibiendo falta de respeto y malos modales hacia sus profesores y compañeros.
    De todas formas, no deberían permitirse ese tipo de comportamientos en Bto. dado a que ese tipo de estudios no tiene carácter obligatorio. Los equipos directivos de los institutos deberían evitar al máximo esos comportamientos de alumnos en bachillerato.
    Estoy seguro que la lectura de esta página y de alguno de los comentarios, harán que a partir de ahora “mires a tus profesores” de otra forma, “con otros ojos”…de una forma que quizás nunca habías llegado a plantearte.
    Vanessa, este curso será tremendamente duro para ti. Segundo de bachillerato siempre lo es. Será muy duro no solo para ti, sino también para tus padres que te verán en ocasiones tremendamente angustiada en épocas de examen y lo “vivirán contigo”. Pero estoy seguro que en mayo, acabarás bien, y que harás la selectividad para ir a la universidad, o te matricularás en un ciclo de grado superior…Hagas lo que hagas seguro que elegirás bien.
    Sigue cuidando tu ortografía, especialmente si vas a lasa PAU (aunque en tu mensaje no detecté ninguna). Suerte con tu trabajo de lengua.

    Ojalá la mayoría de los jóvenes y adolescentes fuesen como tú.
    Te deseo todo lo mejor y me agradará mucho saber cómo terminaste el curso.
    Un cordial saludo.

  176. La violencia en el aula no necesariamente es fisica, hay alumnos que buscan hacer la clase pesada. Yo lo estoy viviendo y aunque no te dicen directamente nada sientes que buscan cualquier cosa para criticarte. Ellos nunca debes pensar que van aliarse con el maestro , se protegen entre ellos y el maestro debe tratarse con tenazas, ya que ahora hasta se le piensa para que dejen de checar el celular o bien conductas similares. Tengo una alumna que me da tristeza pero no va seguido a clase pero es la líder y ha tomado situaciones de desobediencia cuando se le exhorta a disciplinarse. Tengo otros grupos en los que no es tan problemática la situación pero a veces se vuelve un trabajo muy mortififcante.

  177. Juan Charles, ciertamente como dices, la labor de enseñar (y educar al mismo tiempo), se está convirtiendo en “un trabajo muy mortificante”. Esa alumna tuya, que falta con frecuencia a clase a pesar de ser la “líder”, parece empeñada en enfrentarte a ti haciendo caso omiso a tus indicaciones. Ciertamente es una pena, pues si las cualidades para liderar el grupo se usasen de forma adecuada se mejoraría sin duda la convivencia y el aprendizaje. Habla con el profesor tutor de esa alumna (aunque quizás seas tú su tutor) para que este hable con sus padres a fin de tratar de corregir esas conductas desafiantes, que además son una falta de respeto hacia su profesor y merecen sanción. También estaría bien que el orientador del colegio hablase con ella a fin de descubrir cuál es la causa de su absentismo escolar y su rebeldía ante la autoridad del profesor. Si se logra cambiar la actitud de esa alumna, se beneficiará no sólo ella, sino todo el grupo.
    Mucho ánimo en el desarrollo diario de tu labor docente.
    Un cordial saludo.

  178. mi pinion es que muchos de estos muchachos vienen de un hogar violento por eso es la escuela debemos tratarlos con amor y no con mas violencia aplicar el estilo educativo de don bosco, la educacion es cosa del corazon lean los castigos de don bosco y les ira mejor

  179. Margarita, estoy de acuerdo contigo a que estos muchachos violentos, suelen vivir la violencia en sus propias casas, y debemos tratarlos con amor y no con más violencia. La pedagogía de Don Bosco se basa en ese principio. Sin embargo, no todos los alumnos violentos y disruptivos que llegan a las aulas y hacen la “vida imposible a sus maestros” provienen de hogares violentos. Muchos de ellos proceden de hogares donde sus padres nunca les han puesto límites y han sido “educados” de tal forma que nunca han sufrido frustración alguna. Todo ello ha hecho que aparezca el llamado “síndrome del Emperador”. Estos niños han sido defendidos a ultranza frente a sus profesores a quienes acusan de maltratar a sus hijos, por haberles reprendido o criticado conductas inadecuadas. Son esos adolescentes que llegado el momento, ya no chillan y se desgañitan como cuando eran niños ante cualquier negativa, sino que pegan y agreden a sus padres.
    Esos muchachos, de personalidad tremendamente compleja, pueden hacer que la tarea de enseñar se convierta para un profesor inexperto, e incluso a uno con muchos años de servicio, en un verdadero infierno. Con estos niños, “educados” sin límites claros e incapaces de afrontar cualquier frustración, la pedagogía de Don Bosco no siempre funciona y hay que buscar otro tipo de estrategias para controlar la clase.
    Un cordial saludo.

  180. ¿Alguno sufrio acoso por parte de un padre de un alumno? ¿Que hicieron al respecto?

  181. hola soy estudiante de argentina estoy haciendo un informe sobre el bullying tengo problemas con el marco teorico y se me dificulta la parte de elaborarlo y creo que en sus libros hay muy buena informacion que me seirve. podria mandarnos algo de informacion?

  182. Sol, no se si eres una alumna, que sufre acoso por parte del padre de otro alumno, o si eres la madre de algún niño en esa situación. No me hago una idea clara del tipo de acoso recibido, pero si se trata del primer caso (eres una alumna) te recomiendo que hables con tus padres para que ellos lo pongan en conocimiento no solo del colegio, sino en una comisaría de policía. Si eres una madre, te digo lo mismo. Debes denunciarlo a la policía o en el juzgado aportando las pruebas correspondientes. Como no conozco los detalles (si conociera algo más quizás te recomendaría otra cosa), creo que es lo mejor que puedes hacer. El acoso por parte de adultos no se resuelve de la misma forma que el bullying escolar, de ahí mi sugerencia de denuncia a la policía como primer paso.
    Un cordial saludo.

  183. Juan, observa en la parte derecha del blog, bajo el epígrafe “Categorias”. Verás que aparece (Bullying 68), (Bullying, marco conceptual 21) y (Estudios 24). Si activas cada un de ellos, se abren páginas con varios títulos de artículos. Si además activas cada título, se abre el artículo completo. Hay mucha teoría que puedes utilizar para desarrollar tu marco teórico, especialmente, los 21 artículos del “marco conceptual” y los 24 de “Estudios” relativos al tema. Todos ellos conforman el marco teórico donde se inscribe el bullying. Encontrarás diversas teorías que afrontan la violencia. Con ello podrás redactar un buen marco teórico para tu trabajo. Si lees todos los artículos conocerás bien el problema. Y si aun quieres saber más, por solo 2 euros puedes descargarte mi libro “Bullying, como detectarlo, prevenirlo y afrontarlo desde los diferentes equipos y estamentos docentes, con 384 páginas y unas referencia bibliográficas completas.

    Un cordial saludo.

  184. Me referia a una profesora acosada por un padre de un alumno. Si no se lo acredita hace algo encontra de la misma. Hay un montón de estos casos y nadie dice nada

  185. Sol, efectivamente hay padres que “presionan” a los profesores de sus hijos para que se les apruebe o se les “regale” el título aun cuando las calificaciones de estos no hayan superado el mínimo exigible para ello.
    Ante casos de este tipo, conviene informar al equipo directivo del centro, e incluso a la inspección educativa, quien tendría, en último extremo la competencia para aprobar a ese alumno (aquí en España se denomina a esos casos excepcionales “aprobado de oficio”. Te recomiendo que “resistas” a esas presiones. No sé cómo estará la ley en Argentina respecto a estos asuntos, pero si el padre de ese alumno te amenaza, se pone violento contigo o hace cualquier cosa en tu contra, como sembrar rumores o levantar contra ti falsos testimonios, debes denunciarle en la comisaría de policía. Aquí en España, por algo así podría acabar en la cárcel, pues los docentes tenemos por ley “condición de autoridad pública”. Por supuesto, que esta conducta del padre no debe influir en que tu le pongas a ese alumno menos calificación que la que merece por su esfuerzo académico, pero tampoco más alta por miedo a su padre. Mantén una entrevista con ese hombre y déjale claro que no tomaras represalias con su hijo por su comportamiento inadecuado, pero que tampoco le aumentaras la calificación por sus amenazas, porque ello supone un verdadero “fraude” para su hijo, ya que se le hace creer que domina una asignatura, cuando en realidad apenas sabe de ella. Aprobándole sin merecerlo se le transmite un mensaje equivocado que en un futuro no lejano serçia muy perjudicial para el chico.
    Dile que intentaras por todos los medios ayudar a su hijo a que termine bien el curso, pero que en absoluto, esas amenazas hacia ti surtirán efecto si su hijo no se esfuerza lo suficiente.
    Espero que ese hombre lo entienda y deje de molestarte.
    Un cordial saludo.

  186. Excelente artículo, estoy completamente de acuerdo.

    La indiferencia con la que se ve este tema dentro de nuestras instituciones escolares es una de las causas para que se produzcan estos atropellos a la dignidad de los profesores. Me pregunto acaso ¿Qué no se nos cataloga a los profesores como personas? Si uno demanda la conducta inadecuada de un alumno o una falta de respeto con frecuencia se nos acusa por falta de control de grupo, lo cual es un argumento que ya de por sí es sabido y gastado ya que la misma institución nos orilla a pedir perdón a los alumnos cuando hemos tratado de demandar el respeto a nuestra propia dignidad. Digamos este es un juego perverso en el que el más perjudicado es el profesor. La escuela gana las colegiaturas, los alumnos ganan la razón de los conflictos, el profesor pierde su dignidad. Un círculo que solo se rompe si hablamos de lo que pasa, como en este artículo. Gracias por escribir acerca de ello, yo no dejaré de denunciar cada falta de respeto, debo protegerme si algo más grave llegase a ocurrir cuando me encuentro dando clase.

  187. Muchas gracias Karina por calificar de “excelente” el artículo.
    En muchas ocasiones el sistema educativo propicia que, como dices en una de tus frases, que “el profesor pierda su dignidad”, acabando siendo, la mayoría de las veces en lo relativo a los conflictos “el más perjudicado”. Hoy por hoy no puede negársele al docente su papel de víctima.
    Un cordial aludo.

  188. Me ha gustado mucho este estudio, y es cierto. He estado en Madrid Oeste y Norte, y ahora estoy en Melilla. Y deseo contaron que también en Barcelona, y allí era muy, muy diferente, era mejor. Yo ya les tengo miedo a los alumnos, de hecho me voy a jubilar voluntariamente. Nadie de la Administración te escucha, sólo esperan de ti, que hagas milagros y que no crees conflictos. En cuanto a las Jefaturas de Estudios que en mi Centro no tienen que dar clases, no sirven mas que para mandate a rellenar papeles y mas papeles. Cosas que ellos se evitan. Y se vas a dar quejas de algún alumno, les pegan cuatro gritos y ala a clase, cosas que yo ya hice.

  189. Hoy fui despedida injustificadamente del colegio donde laboraba, por denunciar dentro de un correo electrónico dirigido al septo de psicopedagogía, la situación de violencia entre lis alumnos y hacia el profesor. Su argumento» no debias habertelo tomado personal ducha agresión por parte de los alumnos» …en fin, he perdido mi fuente de ingresos ,pero hoy comienzo a recuperar mi dignidad, empezare el proceso hoy…»callar es permitir, hablar, el principio para reflexionar…un abrazo para uds. Colegas, recuerden su dignidad no esta en venta…gxs por escuchar!.

  190. María, siento de veras que esas situaciones vividas en el aula hayan hecho que actualmente “temas” al alumnado y que ello te haya obligado a jubilarte de forma voluntaria. Ciertamente, tal y como está hoy la educación secundaria en nuestro país, si los equipos directivos de los centros no intervienen de forma contundente para frenar las actitudes groseras, desafiantes y faltas de respeto de los alumnos hacia sus profesores, solo es posible “sobrevivir” soportando esas humillaciones y una terrible angustia, que cuando llega a hacerse insoportable, obliga, como en tu caso a solicitar la jubilación anticipada, o largas bajas por enfermedades casi siempre depresivas.
    Esos Equipos directivos tan laxos en esos temas de disciplina, desgraciadamente en una mayoría de centros educativos, tienen un gran porcentaje de responsabilidad de ese sufrimiento docente, y quizás sería bueno que “esas personas” que “culpan” al profesor de “no ser capaz de hacerse con la clase” además de exigirle una “burocracia infinita” , dejaran esos puestos directivos para personas capaces de afrontarlo adecuadamente. Las cosas en los institutos irían muchísimo mejor.
    Te deseo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  191. Karina, estoy totalmente de acuerdo contigo en que la dignidad de un profesor o profesora está muy “por encima” de una decisión puramente administrativa, por muy dolorosa que resulte, como es la pérdida de empleo, por denunciar una situación grave de indisciplina no solo entre los alumnos, sino también hacia el docente. Creo que hiciste lo que debías, pues esas situaciones de violencia solo se atajan con garantías, si el equipo directivo del centro “toma cartas en el asunto”. No parece ser el caso pues parece que lo que realmente querían es que el hecho permaneciera oculto. Te aseguro que no merece la pena trabajar en un sitio así. No obstante, ya que te han despedido, y seguramente de forma improcedente, quizás puedas denunciarlo ante un juez y exigir una indemnización económica por tal hecho.
    Te deseo todo lo mejor.

    Un cordial saludo.

  192. Le agradecería me indicara bibliografía sobre el tema en cuestión para comprender mejor el asunto y poder abordarlo con concocimiento. Gracias. Soy profesora y siento-pienso que estoy sufriendo acoso por parte de un grupo de alumnos.

  193. Violeta, asi como en relación al bullying o acoso entre iguales hay muchas investigaciones, no existen prácticamente estudios acerca de esos maltratos que reciben los profesores por parte de sus alumnos, ya que apenas se ha estudiado acerca de esa violencia contra los docentes que parte de sus propios discípulos, aunque sin duda, se incrementa día a día. Un estudio realizado en el Reino Unido (Terry, 1998) con una muestra de alumnos pertenecientes a siete institutos urbanos, encuentra que existe maltrato de los alumnos hacia sus profesores, siendo el “tener poca experiencia” y ser del “género femenino” dos factores de riesgo a la hora de recibir ese maltrato de los discentes.

    También desde la perspectiva del profesorado, en Irlanda ha sido estudiado el problema de la disciplina, con un trabajo realizado por encargo de la Organización Nacional de Profesores (INTO, 1993), en la que se observa que el 77 % de las escuelas consideraban que un 5 % de su alumnado mostraba problemas muy graves de disciplina.

    También en Irlanda, O’Moore y Minton (2001). Proyecto Connet. El proyecto Connet de la Comunidad Económica Europea es coordinado por el profesor Peter Smith. “Connet Initiative UK-001. Tackling violence in schools en European-wide basis”. http: www. goldsmiths. ac. uk / connect / countryreports. Html
    Ambos autores han realizado estudios sobre el maltrato en el lugar de trabajo, concretamente en el claustro de profesores. Encuentran que un 70 % de profesores considera como el maltrato “más recurrente”, la falta de reconocimiento al trabajo bien hecho.

    En Alemania, Frindte (1998), realiza un trabajo sobre la intolerancia, racismo y tendencia a la violencia. Y en Francia se realiza un estudio por parte de la Inspección, sobre incidentes violentos en la escuela (Inform Marc Rancuret) citado por Debarbieux y cols. (2001), con estadísticas sobre el incumplimiento de normas, ofensas, infracciones, absentismos, suicidio, vandalismo, extorsión y “acciones de falta de civismo”. En Holanda se utiliza una adaptación del cuestionario de Olweus, incluyéndose además de las escalas de maltrato (directo, indirecto y persistente), el rechazo al maltrato y maltratar al profesor.

    En el Informe del Defensor del Pueblo (2000), también se hacía una pregunta sobre conflictos en los que los profesores resultasen ser “víctimas”. Se encontró que el tipo de maltrato más frecuente sufrido por los profesores, eran insultos, rumores dañinos hacia su persona, destrozar enseres, robo e intimidación con amenazas, y con una frecuencia más baja de “a veces ocurre” (10 % ), están las amenazas, y también con la frecuencia más baja de “a veces ocurre” (10 % ), están las agresiones físicas directas.

    En definitiva, muy pocos estudios sobre esa otra violencia, que también se produce en el aula y de la que el profesor es la verdadera víctima. El tema, lo trato en mi tesis doctoral. Un amplio resumen sobre esa investigación puedes observarla en mi libro “Habilidades sociales frente al bullying y cualquier tipo de violencia en el aula”, que puedes descargarte, por solo 2 euros, kliqueando sobre el icono del libro que aparece en la parte derecha del blog.
    La falta de apoyo por parte de los padres de nuestros alumnos y la laxitud de los gobiernos al redactar las leyes educativas, hace que los comportamientos inadecuados de los adolescentes en el aula (que tanto daño hacen no solo al proceso de enseñanza-aprendizaje) afecten también a la propia salud psíquica de muchos docentes.
    La violencia, en un principio, exterior a las aulas acaba apareciendo en los centros escolares tanto en forma de acoso a otros compañeros (bullying), cómo en forma de “acoso” al profesor desde la perspectiva de múltiples formas (desde no hacer las tareas encomendadas, a faltas gravísimas de respeto e incluso de agresiones físicas directas).
    En el curso 2009/2010, el Defensor del Profesor (servicio puesto en funcionamiento por el Sindicato ANPE, atendió a las quejas de 3.849 docentes. Quejas relacionadas con temores y angustias de docentes ante la labor que día a día han de afrontar en las aulas, y que han aumentado un 10 % respecto al curso anterior. De todas esas llamadas, al menos un 30 % corresponden a profesores que ya están en tratamiento médico por estrés, ansiedad o depresión.
    La violencia está en la calle y traspasa los muros de la escuela. La realidad es que muchos niños agreden a otros niños, a quienes además vejan y humillan. Y también desarrollan esas mismas conductas con sus profesores, e incluso algunos “cuelgan” en internet esas burlas y humillaciones que han provocado.
    Y si nos referimos al plano académico, un profesor aquí, en España, emplea al menos un 40 % del horario lectivo solamente para poner “orden” y disciplina, y al menos, en un 75 % de los institutos, los alumnos insultan a su profesor y un 13 % de los docentes ha sufrido alguna agresión física.
    Pero la educación empieza en casa. Es responsabilidad de los padres educar a sus hijos. Es algo que exige trabajo diario y sin excusas. Mientras los padres no se responsabilicen de la educación de sus hijos y caminen no “contra”, sino “con” los maestros de sus hijos, no cambiará esta situación que parece ir a peor a pasos agigantados. Así, cada vez habrá menos personas dispuestas a desempeñar la profesión de docente, la cual será vista a corto plazo, y si no se toman las medidas adecuadas, como una profesión de riesgo. Ya, desde hace algunos años en Inglaterra, Francia y Holanda existen serias dificultades para encontrar los profesores necesarios.
    Si tu sufres alguna de estas situaciones mencionadas, es seguro que sufres acoso por parte de tus alumnos, algo que será necesario abordar antes de que acabe por minar tu salud, tanto física como mensatal.

    Algunas referencias bibliográficas que puedes consultar relativas al tema, son las siguientes

    – O’Moore, A. M., y Minton, S.J. (2001) . Tackling Violence in Schools. A report from the Ireland. Proyecto Connet.

    – Defensor del Pueblo (2000). Violencia Escolar. El maltrato entre iguales en la Educación Secundaria Obligatoria. Madrid. Publicaciones.

    – Frindte, W. (1998) . Rechtsextreme Gewalt. sozialpsycologische Erklärungen und Befunde, en H. W. Bierhoff y U. Wagner (Eds.) : Aggression und Gewalt. Phänomene, Ursachen und Intervention. Kohlhammer, Stuttgart. 165-205

    – Debarbieux, E.; Blaya, C. y Vidal, D. (2001). Tackling Violence in schools. A report from France. Connect Projet. European Community.

    – INTO (1993). Discipline in the Primary School: Report of survey Incorporating Aspects of Bullying in Schools . Dublín. Irish National Teachers Organization.

    – Funk, W. (1997). Violencia escolar en Alemania. Estado del Arte. Revistra de Educación, 313, 53-78.

    – Terry, A. A. (1998). Teachers as targets of bullying by their pupils: A study to investigate incidence. British Journal of Educational Psychology. 68 (2) , 255 – 268.

    – Pérez, Mª.C.; Ojeda, J.; Hiertas, S.; García, V.; y Agrait, P. (2002). Las condiciones de salud laboral en el colectivo de trabajadores de la Enseñanza de la Comunidad de Madrid. Madrid. UGT Madrid.

    – Burrel, J. y De Vicente, F. (2002). El fracaso de la LOGSE. La Vanguardia. 8 de Abril.

    – Castilla del Pino, C. (2000). El poder de los adolescentes. El Semanal, nº 684, suplemento del periódico El Sur. 3-9 diciembre. 33-37.

    Espero que la cosa no sea demasiado grave. Y no dudes en volver a escribir si crees que puedo ayudarte o aconsejarte.

    Un cordial saludo.

  194. Muchísimas gracias, Gloria.

  195. Estoy leyendo con mucha preocupación todos los testimonios realizado por los docentes: mi caso es el siguiente soy subdirectora de una institución fui amenazada de muerte por un ex alumno de la institución siempre me amenazo pero nunca le hice caso hasta que fue con un arma a la escuela a buscar un cupo. a todas esta me dieron una beca y fui a estudiar; regreso ahora en Enero obligándome a asistir a la institución me incorpore al preescolar donde queda unas calles mas a bajo de la institución de Básica me están obligando a subir a la escuela de básica cosa que no puedo tengo un nivel de ansiedad que no puedo explicar me da ganas de ir al baño me duele el estomago, me tiemblan las piernas, siento taquicardia el cuello me duele parece que me estuvieran jalando cuando salgo de la institución preescolar lloro es algo que no esta en mi no puedo evitarlo no me quieren trasladar ya no se que hacer

  196. María, el acoso de determinados alumnos hacia su profesor puede llegar a destruir la identidad personal del docente, dejándoles secuelas importantes.
    En tu caso, la vivencia que sufriste, cuando ese ex alumno que te amenazaba de muerte se presentó en tu escuela con un arma te dejo como secuela esa angustia exacerbada que sientes cuando vas a la escuela de básica. Necesitas ayuda psicológica para superarlo. No se si has comentado con la dirección del colegio el problema que tienes cuando has de trasladarte del pabellón de preescolar al pabellón de básica. No me dices si lo has hecho o no. Es probable que si lo comunicaste, la dirección (tu eres subdirectora) no es consciente de la gravedad del problema y piensa que “no es para tanto” y por eso te obligan a ir al otro pabellón. Debes sincerarte con el director o directora pidiéndole por favor que te deje con preescolar hasta que logres superar esa angustia que te provoca ganas de vomitar, dolor de estomago, temblor de piernas y una angustia difícil de controlar. Puedes también comunicarlo a las autoridades educativas (inspección, Área territorial….) solicitando un traslado por esas causas. En definitiva, lo primero que has de lograr es que se te permita quedar con los niños preescolares, presentando si es necesario un certificado médico o psicológico que acredite tu estado de ansiedad. Después solicita ayuda psicológica de algún profesional que con estrategias cognitivas para el control de la ansiedad y de modificación de conducta, te ayude a superar el problema.
    Lo más probable es que cuando el director, o las autoridades educativas conozcan realmente tu problema y las causas por las que surgió, lo tenga en cuenta y no te exija pasar al pabellón de básica.

    Espero que se solucione pronto el problema. Te deseo todo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  197. buenas tardes javieryuste, La gerencia de Educación esta enterada de toda esta situación y lo que me dicen es que no me pueden dar traslado ya que no puedo gozar de otro privilegio, si necesito ayuda porque ya no doy para mas gracias por su atención y por escucharme estaré en contacto con ustedes. ya veo q hay muchos casos y que no son importantes por los entes superiores a nosotros se ha perdido todo el respeto al docente.

  198. María, resulta muy triste que, quienes tienen la responsabilidad de velar por sus docentes se desentiendan de esta forma del grave problema por el que estas pasando. Cómo pueden pensar esas autoridades educativas que ayudarte a afrontar el problema es concederte un privilegio…realmente se trata de verdaderos incompetentes y desgraciadamente sucede en todos los países en los que no se legisla sobre el tema.
    Supongo que denunciaste el caso ante la policía. Ellos al menos deberían proporcionarte protección, y quizás puedas tú denunciar a esas autoridades educativas ante la justicia por negligencia y por denegación de auxilio ante las amenazas a que te has visto sometida por ese antiguo alumno y por su irrupción al colegio disparando con un arma.
    Afortunadamente, a pesar del acoso que sufren muchos profesores, este tipo de episodios con agresiones con armas son realmente infrecuentes y suelen llevarse a cabo por personas desequilibradas. No obstante, el terror que dejan tras de sí tiene graves consecuencias en relación al estado anímico de quien lo sufre, incapacitándole en la mayoría de ocasiones, como es tu caso, paras desarrollar la vida normal, tal y como se llevaba a cabo antes del episodio.
    No dejes de buscar, como te dije en mi anterior mensaje, la ayuda de un profesional, y quizás, durante el tiempo que dure la terapia, seria bueno que tuvieras una baja médica.
    Así podrías estar un tiempo sin tener que ir al pabellón de los mayores, que es lo que en realidad, hoy por hoy, te produce una angustia imposible de controlar.
    Espero que, con el tiempo todo mejore. Te deseo todo lo mejor.

    Un cordial saludo.

  199. Hola Javier,
    Antes de nada, quería felicitarte por este blog y por tu labor difundiendo esta enorme lacra que padecemos los docentes en nuestros institutos actuales.
    Te escribo casi como un desahogo, ya que me siento totalmente desbordada e incomprendida por gran parte de la gente que me rodea. Cuando cuentas los problemas de disciplina que tienes en el aula, la gente que no es docente, no te entiende. Y los propios compañeros te señalan como si tu fueras la culpable.
    Este es ya mi sexto año como docente, me saqué la plaza a la primera, tras muchos meses de trabajo y de sacrificios. Toda mi vida he sido una persona responsable y muy trabajadora, y el verme reducida a hacer una labor que más correspondería a una trabajadora social, o incluso, a una auxiliar de guardería, hace que me sienta totalmente frustrada y perdida.
    Dejaría el trabajo hoy mismo si tuviera algún otro camino. Pero realmente no se por dónde tirar. Y tal y como están las cosas hoy en día, tampoco me atrevo.
    Me gustaría saber si, por casualidad, conocieras a alguien que haya encontrado alguna salida a la docencia, que estuviera relacionado de alguna manera, y cómo de factible sería llevarlo a cabo.
    Muchas gracias. Un saludo.

  200. Muchas gracias Ana por tu felicitación respecto a la difusión que hago a través de mi blog, de la realidad a la que nos enfrentamos día a día los docentes.
    Ojala tuviese la “receta” para evitar el sufrimiento y la angustia que pasan muchos profesores/as cada vez que han de “enfrentarse” a determinados grupos de alumnos. Es verdad, como dices, que el apoyo recibido por parte de los compañeros es más bien escaso, cuando no inexistente e incluso hiriente cuando además, te responsabilizan a ti directamente, de “no ser capaz de hacerte con la clase”. Los equipos directivos de nuestros institutos, tampoco suelen ser, salvo contadas excepciones, una ayuda para el profesor que aunque no se le oye…está “pidiendo a gritos desesperados” ayuda frente a aquello que está minando no solo su salud, sino también su personalidad e identidad.
    Yo te recomiendo, a no ser que sientas una angustia difícil de afrontar y controlar, que resistas. Aunque te parezca que seis años como docente son muchos, tal y como está la situación de nuestros institutos, es un simple “rodaje”, especialmente si has estado prestando servicios en centros conflictivos…ya me entiendes, en todo instituto hay problemas de disciplina, pero en unos más que en otros, algo que correlaciona con la intervención adecuada o no de los equipos directivos. También te diré que pertenecer a género femenino, además de tener pocos años de servicio (como es tu caso, aunque a ti te parezcan muchos), correlaciona con sufrir más indisciplina, violencia y “acoso por parte de los alumnos hacia su profesor”, que los profesores varones con más de quince años en la profesión.
    Ciertamente te has esforzado mucho para sacar la plaza, y no es cuestión de tirarlo todo por la borda (a no ser, como te he dicho, que estés sometida a una angustia que supera los límites de lo tolerable).
    No sé de qué especialidad eres, pero probablemente tengas una con la que puedas solicitar alguna “Comisión de Servicios”, como asesora técnico docente en algún CPR, o en algún Organismo oficial dependiente del ministerio de Educación y Cultura. Se convocan en los Boletines Oficiales de la Comunidad en que residas y suelen salir plazas que se cubren por “concurso de méritos”. Puedes intentar acceder a una de esas plazas y te alejarás así al menos tres años de las aulas, sin perder puntuación ni antigüedad en el cuerpo docente al que perteneces, con lo que no te desligarías de la profesión. Conozco a mucha gente que ha tenido “comisiones de servicios”, incluso yo mismo he disfrutado de un par de ellas durante algunos años. No son fáciles de conseguir (a no ser que tengas algún conocido dentro de las altas instancias de la Administración) porque algunas de ellas “están adjudicadas de antemano”, pero hay determinadas asesorías que no pueden dárselas a cualquiera y necesitan verdaderos técnicos en el tema para cubrir determinadas plazas que salen a concurso. Tú puedes optar a una de esas. A esas solo se accede con un buen currículum…empieza a hacerlo desde ahora.
    Mientras consigues una de esas plazas, puedes intentar poner en práctica algunas estrategias con tus alumnos que favorecerán tu relación con ellos. Te recomiendo que leas mi respuesta a algunos mensajes parecidos al tuyo, de problemas concretos en el aula, en el que describo alguna de estas estrategias para que la ponga en práctica el profesor/a que escribe. Son cosas que se acaban aprendiendo a lo largo de los años…es decir, se adquieren “tablas” con la experiencia…pero que si lo pones en práctica desde el principio pueden resultar de mucha ayuda.
    Puedes también hacer algún curso de control de la ansiedad, y del manejo del grupo clase. Aprenderás cosas nunca debes hacer en el aula y otras que han de ponerse siempre en práctica para minimizar los conflictos.
    Ana, te deseo todo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  201. Buenas noches a todos. Debería estár durmiendo hace tiempo para estar fresco mañana y afrontar lo que los Srs. alumnos tengan a bien hacernos y aquí estoy leyendo entusiasmado los comentarios de gente que piensa igual que yo, vive lo que yo y que supongo tampoco puede expresar en público para no buscarse más líos, como yo. Permítanme usar estas torpes líneas para felicitar y para animar.
    En un primer lugar para felicitar al prof. Javier Yuste. Soberbio docente, maravisollo impartiendo su materia y jefe de estudios y compañero durante un curso como quizás no vuelva a tener la oportunidad de tener, por desgracia. Hubo un conato de difamación hacia mi humilde persona y la única figura amable fue la suya. Desde la distancia y la prudencia que creí debía guardar por mi puesto como el último profesor en llegar al instituto, le observé y aprendí de él. No pude darle las gracias por todo el bien que me hizo (para vergüenza de otros que tenían más obligación que él de velar por mi y no lo hicieron) y es mi deseo dárselas ahora desde aquí. GRACIAS JAVIER. Por otro lado deseo animar a todos a que este especio crezca cada vez más por las consultas al prof. javier Yuste y que su sapiencia y buen hacer nos ayuden a todos y a su vez nosotros podamos ayudar a otros si así fuera necesario. También animar para que las fuerzas no desfallezcan. Nosotros somos «los buenos», no somos un problema, jamás lo hemos sido, si acaso somos parte de la solución o incluso la única solución (en muchos casos). Esto mismo fue lo que dije en un curso de violencia en las aulas que di a profesores/as de primaria y secundaria (defensa personal…sé «algo» de Aikido). Mirad, no nací en una familia rica por lo que he hecho casi de todo para pagarme los estudios: barrendero, limpiar baños químicos, carpintero, conductor de urgencias con ambulancias, camionero de gran tonelaje, montador de muebles, papelero….por último fui escolta. Cuando al fin llegó mi oportunidad no pude creer lo que estaban haciendo con el oficio que tanto amo y tanto me costó alcanzar. Sin perjuicio de otras vivencias, no creo que haya mucha gente que haya pasado por lo que yo he pasado para conseguir mis objetivos por lo tanto creedme si os digo que en cualquier otro oficio se está peor (doy fe). No os rindáis. No abandonéis. Si realmente la docencia os entusiasma, si disfrutáis viendo caras sonrientes cuando por fin entienden algo, cuando os merece la pena ver como el patito feo llega a ser cisne en gran parte por vuestra culpa (porque somos culpables de muchas cosas buenas….ya que nos acusan que nos acusen de todo , no?), si estáis hasta las tantas preparando cosas para la clase siguiente pensando que les va a gustar…..si eso ocurre….aguantad, no os vayais de la profesión. Lo que sobran son políticos analfabetos, sobran «miembros y miembras»…pero no sobran profesores. Estad orgullosos de lo que hacéis y que nadie os haga sentir lo contrario. Un abrazo a todos.

  202. Javier, un millón de gracias por esas palabras “tan amables” que dices sobre mi persona, y que sinceramente creo no merecer hasta esos extremos. Y tampoco creo que fuese el único del instituto que se preocupaba por encontrar la solución de aquel conflicto de difamación hacia tu persona, que apuntas. Siempre trato de ser amable y ayudar a todo el que puedo, especialmente si se trata de profesores de mi centro, desde mi condición de jefe de estudios. No siempre lo consigo, pero me halaga y satisface enormemente, que terminado el curso escolar, te marchases a tu nuevo destino pensando esas cosas que dices de mí.
    Respecto al resto de tu mensaje, yo no podría hacer mejor alegato para que los docentes aguanten a “pie firme” en su puesto a pesar de los tiempos que nos está tocando vivir en la escuela…para que estén orgullosos de su profesión…y para que piensen que ellos son infinitamente más importantes para el futuro del país, y de las generaciones venideras, que esos políticos de diferentes ideologías, incapaces de consensuar una buena y duradera ley educativa, e inmersos en corruptelas y corrupciones varias. Tienes toda la razón…no son los profesores quienes sobran.

    Te deseo todo lo mejor.

    Un cordial saludo.

  203. No me des las gracias Javier, no las merece….creo que es lo mínimo que se debe hacer frente a un docente de tu envergadura y la misión que realizas (humildemente y desde las sombras intento imitarte). Lo que puse fue lo que me dictaba el corazón y mi conciencia. No valgo para mirar hacia otro lado y escurrir el bulto (tampoco me hacen especial ilusión tener problemas de manera gratuita), no puedo dejar de contestar a una pregunta de un alumno si sé la respuesta (con la consiguiente crítica del respetable), no puedo dejar de aprovechar una oportunidad para reconducir al campo educativo cualquier tipo de situación por mala que ésta sea, me resisto a hacer ver que no me he dado cuenta de una injusticia cometida hacia un alumno o un compañero, no puedo callar ante ciertas aberraciones….no puedo. Me aconsejan que dé un temario insulso y anodino sin más y me marche tan feliz sin importarme nada más que yo mismo y el llegar a fin de mes (que no me complique la vida supuestamente, vamos). Pues no valgo para eso (y no me da la gana, dicho sea de paso). Aunque me veo más en instituto (en mi opinión se me sacaría más partido), ahora soy tutor de 6º de primaria. El otro día una criatura que abulta más su mochila que él me pidió por favor si le podía decir como se obtenía la fórmula del volumen de la esfera (le mostré la demostración Arquimediana) y si le podía decir algo de un número que se llamaba algo así como los que llevaban caballos…»número auriga o algo así profe…» (fi, proporción aúrea). Para asombro de todos los compañeros….lo entendió todo. Fue algo mágico. ¡Cosas que más de un chico de bachilerato no conoce y un canijo de 12 años ya le interesan! Absolutamente maravilloso. Por desgracia hago más que enseñar fórmulas. Un alumno de los mas fornidos y agresivos quiso dar una paliza a otro chico, evitándolo aquí un humilde servidor. Al día siguiente no me tocaba guardia de recreo y por fin pudo alcanzar su objetivo, quedando el pobre chico que el día anterior defendí llorando desconsolado y con magulladuras. Triste, muy triste. Al oído me han dicho muchos alumnos que sus padres me felicitan y agradecen un ángel de la guarda pululando por las aulas. Lamentablemente, el agresor, va diciendo que «le he pegado» (frustrado por no poder conmigo en su primer intento) y al parecer chilla más que los otros…insisto, triste, muy triste. No se puede obligar a un profesor a estar en forma y ser cinturón negro pero quizás se le podría quitar el miedo que tiene para hacer algo más que decir «niño malo…..uhmmmm, no se pega….hala…a dirección» (cuando ya son más grandes que el mismo profesor muchas veces). En ocasiones no es suficiente (aunque asegura que no te vas a meter en «líos»?). Estoy seguro que las víctimas están de acuerdo conmigo. No valgo para hacer que no he visto nada. NO VALGO PARA CEDER. Antes se apaga el sol. Los buenos siempre ganan, aunque tarden un poco más….siempre. Dicen que cuando te critican, cuando te atacan, cuando intentan hacerte daño…es que vas por el buen camino. Queridos todos, os adelanto pues en virtud a lo anterior que ya me queda menos para ser Catedrático. Un saludo a todos y en especial a Javier Yuste, inspiración y modelo a seguir.

  204. Gracias otra vez; Javier. Siempre es agradable saber que alguien piensa de ti, como ya te dije en mi respuesta anterior, esas cosas sobre tu persona.
    Veo que este curso eres tutor en un 6º de Primaria, y dices que tú te ves más en un instituto. Ciertamente te manejaste bien con los PCPIs, chicos mucho más mayores y “difíciles” que los que tienes ahora. Eso arregla, ya sabes, aprobando la oposición de Secundaria, algo que, conociendo tu perseverancia, estoy seguro que conseguirás…y después, como dices, “catedrático”.
    Anécdotas como la que cuentas de ese chavalín de 12 años interesado en saber hallar el volumen de la esfera, que escuchó con tanto interés tus explicaciones, son precisamente los detalles que nos animan a “seguir” sin tirar la toalla, aunque otras, como la de ese alumno agresivo, que tras separarle tu en una pelea con otro alumno más chiquitillo que él, va diciendo por ahí que le has “pegado”, nos animan a dejar la profesión cuanto antes.
    Es también la profesionalidad, y no tengo duda de la tuya, lo que nos mantiene al pie del cañón en esta labor dura…aunque como dijiste en tu anterior mensaje, hay muchas otras profesiones tan duras o más que esta.
    Un cordial saludo.

  205. Hola… siento molestar cuando puede que otros docentes tengas más problemas que yo, pero quería desahogarme.

    Llevo tres días bastante mal y llorando. El jueves di las notas y a unos alumnos que no me habían entregado ninguno de los dos trabajos que pedí, en toda la evaluación, les dije que estaban suspensos, como es lógico en cualquier materia.

    Pues bueno, comenzaron a escandalizar y a decirme que tenía que aprobarlos…;(a los que me entregaron un trabajo les puse el 6 o el 7, y a los que me entregaron 2 trabajos un 8 o un 9). Entonces los que no habían entregado nada me dijeron que si por un trabajo te daban un 7, por ninguno les tenía que dar un 5 por lo menos.

    Yo intenté hacerles comprender que no podía aprobarlos sin entregar nada… pero ellos seguían escandalizando.
    Incluso me pidieron ver los criterios de evaluación… a ver si ponía una frase exacta que pusiera: «Se puede suspender a los alumnos que no entreguen nada».

    Yo me siento muy mal, y no por el escándalo que en ese gurpo ya estoy acostumbrada pues lo montan por cualquier cosa… sinó porque ellos no fueron capaces de razonar lógicamente… y darse cuenta de que no tenían razón.

  206. Luisa, ciertamente es realmente frustrante lo poco capaces “de razonar” que parecen algunos de nuestros alumnos. De todas formas, en el caso concreto que planteas pienso que lo hacen como una forma de intimidación hacia a ti, para que les apruebes. De sobra saben ellos que, si no han hecho los trabajos encomendados no pueden “aprobar” la asignatura. Ellos creen que si te presionan un poco (o mucho) acabaras aprobándoles, pero no debes ceder bajo ningún concepto. Si te ves desbordada pide ayuda al tutor del curso e incluso a la Jefatura de estudios del instituto.
    Diles a esos alumnos, que por no entregar nada, tampoco les pones “0”, sino que les pones un 3 ó un 4 (en cuyo casi siguen suspensos). No le des más vueltas al asunto y no vuelvas a llorar por una cosa así. Déjales siempre muy claro a todos tus alumnos, al comenzar el curso, los criterios de evaluación que vas a seguir, y qué es necesario que hagan para aprobar cada una de las evaluaciones, especialmente si ni haces exámenes. Con eso evitarás estas sorpresas que, como te digo, nada tienen que ver con su razonamiento…bueno, sí, su razonamiento es que piensan que presionándote conseguirán su objetivo,
    No sé dónde das clase, ni la edad que tienen tus alumnos (deben ser de entre 13 y 17 años), pero cuando son capaces de pedir a su profesora los criterios de evaluación para ver si pone eso de “se puede suspender a los alumnos que no entreguen nada”, la están faltando gravemente al respeto…y ellos lo saben. Creo que lo estas pasando mal, y que este episodio es solo uno más de muchos otros que te ocurren cada vez que entras a clase con esos alumnos…ojala me equivoque y sea solo una impresión mía. Pero si estoy en lo cierto, te invito a que leas mis respuestas a otros mensajes de profesores que lo pasan mal en sus clases, Les doy consejos para superarlo y les indico formas de actuar ante la jefatura de estudios o el equipo directivo del centro, incluso cuando estos son incapaces de “echar una mano” a un profesor en apuros. Incluso, vuelve a escribir contando cosas concretas y tratare de orientarte de forma concreta. Pero, como te he dicho, ojala este equivocado.

    Un cordial saludo.

  207. YO CREO QUE ESA LACRA SOCIAL DEBERÍA AUTODESTRUIRSE ,ESCORIA MALNACIDA SUMAN Y SIGUEN COMO PARÁSITOS.HOY PASÉ POR UN CASO DE UN ALUMNO QUE AL PARECER NO SABE O NO ENTIENDE DE PROXEMIA ANTE LA INTERACCIÓN DE PROFESOR -ALUMNO. EN UN INSTANTE, CUANDO ME LLAMABA ,YO DICIENDOLE QUE ESPERE QUE ESTABA CON OTRO ALUMNO ATENDIENDO UNA ACTIVIDAD ,SE PARA DE SU SILLA Y SE DIRIGE HACIA EL PROFESOR ,PUNZANDO LOS DEDOS LA ESPALDA; LE DIGO QUE ENTIENDA VUELVA A SU ASIENTO ,SE ENOJA ; DESAFÍA DESDE EL PUESTO ,VUELVE. LO MANDE A INSPECTORÍA .QUE SE MATE ,ESCORIA DE MIERDA,QUE SE MATE.

  208. Antonia, estoy seguro que eres una buena profesora, y que te esfuerzas al máximo a diario en tu labor docente, pero tu mensaje denota que estás pasándolo mal en tu labor cotidiana de impartir clase. No sé qué edad tienen tus alumnos, pero a través de tus líneas y sobre todo el final de tu mensaje “destila” un enorme odio hacia ese alumno (y seguramente a otros muchos) que no respeta las normas de urbanidad y de relación que debería mantener con su maestra. No suelo aconsejar a los docentes que dejen la enseñanza, a no ser casos extremos en los que esté en riesgo la salud y la propia identidad del docente. En tu caso, creo que, si no lo has superado ya, estas a punto de sobrepasar ese límite. Mi consejo, es que si puedes cambiar de actividad profesional, lo hagas. La salud es lo primero, y ese estado en que estas y que te hace escribir cosas como esas de tus alumnos, es un indicador de que podrías acabar enfermando de forma “seria”. De todas formas, no siempre es fácil cambiar de profesión y cambiar un trabajo por otro. Si no pudieses tendrás que buscar ayuda y aprender estrategias para que tu relación con los alumnos mejores. Pero si puedes cambiarlo, será mejor.
    Te deseo todo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  209. ¿Cómo va todo últimamente en las aulas?

    ¿La crisis ha influido en la conflictividad?

    ¿Los profesores notáis menos conflictividad en el aula desde que empezó la crisis?

    Yo tengo amigos en la enseñanza y comentan que ellos tienen la impresión de que el alumnado exhibe mejor comportamiento desde que empezó la crisis y que incluso teniendo una ratio de alumno/profesor más elevada, ellos lo llevan mejor que antes.
    ¿Pensáis lo mismo?

    Un saludo y mucha suerte a todos en tan difícil labor.

  210. Carla, espero que algunos docentes contesten a la cuestión que planteas.
    En mi opinión, la crisis no ha aumentado en absoluto la conflictividad en las aulas.
    Los problemas económicos que determinados (muchos) alumnos sufren en casa, les atemoriza y a la mayoría les “avergüenza” y tratan por ello de disimularlos. Están en clase “apagados” y “tristes”. Por ello no han aumentado los problemas de disciplina.
    Más bien se han despertado conductas solidarias entre los propios compañeros y los profesores. En muchos centros (mi instituto podría ser un ejemplo), se vienen realizando desde hace tiempo actividades (mercadillos solidarios, rifas…) encaminadas a ayudar a los alumnos más “necesitados”, tanto en relación al material escolar, como al desayuno. También, organizados por los departamentos de Orientación en colaboración con las Ampas, se ponen en funcionamiento “fondos solidarios” en los que participan y colaboran tanto alumnos como docentes, y con cuya recaudación se paga el bocadillo diario a aquellos alumnos que no solo no desayunaron, sino que incluso no han cenado la noche anterior.
    Durante las dos primeras semanas de abril si aumento algo esa conflictividad reflejada en mas expulsiones del aula de lo habitual, pero yo pienso que ello se debió a lo largo que ha sido este segundo trimestre. Tanto alumnos como docentes “necesitábamos” vacaciones porque los alumnos alborotaban demasiado y los profesores tenían ya, a estas alturas de curso “menos aguante”. Realmente este segundo trimestre del presente curso escolar 2013-14, ha sido demasiado largo, y el tercero va a resultar, sin duda, demasiado corto.

    Un cordial saludo.

  211. Gracias por tu respuesta, Javier.
    De alguna manera tú confirmas lo que mis amigos me cuentan.
    No deja de ser triste que el ser humano necesite algún que otro «golpe» o «bofetada» de la vida para devolverlo a la realidad y a los más elementales principios éticos y morales.
    Es una tesis que yo tenía antes de que empezase la crisis. De hecho yo tengo algún familiar (algunos hermanos de mis padres, tíos míos por tanto) y algunos amigos que se dedican a la docencia y los vi pasarlo francamente mal en los años de boom inmobiliario y de falsa bonanza económica. Yo siempre pensé que si la economía sufriese un grave revés, la situación el aula mejoraría.
    Era como si la gente se hubiese vuelto loca con la bonanza económica. Todos eran soberbios (no sólo los adolescentes, sino los adultos en general), altivos, agresivos a veces, competitivos y superficiales.
    Quizá la crisis tenga su lado bueno después de todo. Es una lástima que algunos alumnos no puedan siquiera costearse un bocadillo, pero no dejaba de ser triste también ver a algunos docentes destrozados anímicamente por vándalos sin escrúpulos ni moral.
    A esos querría verlos yo ahora. A todo cerdo le llega su San Martín, ¿verdad?
    Es algo sobre lo que reflexionar.

  212. Hola Javier.
    Soy un estudiante de 4°ESO en un centro público de Andalucía. Me gustaría dejar unas palabras por aquí sobre mi experiencia y visión del problema.
    En 1°ESO sufrí un bullying bestial por parte de una «compañera» de clase. Lo pasé realmente mal, no tanto por el acoso en sí, algo a lo que terminé prácticamente acostumbrándome, sino por la actitud del Equipo Directivo, que en lugar de atacar el problema, me llegó a culpar a mí, porque según ellos, no me rebelaba lo suficiente contra la acosadora; realmente, cuatro años después me planteo realmente por qué ese Equipo Directivo no quiso ayudar a alguien que por sí mismo no se podía defender, ya que mi personalidad quedó anulada por el bullying. Lo gracioso del tema es que el tema no se solucionó porque el Equipo Directivo hiciera algo, que no lo hizo, sino porque otra compañera le puso los puntos sobre las íes a la acosadora (que también acosaba a más gente). Eso hizo que el curso siguiente siguiese en el centro, pero ese año fue ya el colmo: la indisciplina total y máxima era algo generalizado en el centro, y ningún directivo hacía realmente nada por remediarlo; de hecho, había una profesora con la que yo hablaba muchas veces que se quejaba de la inoperancia de los directivos, que, como usted bien ha dicho en varias ocasiones, no solo no defendían al profesorado, sino que le culpaban (de hecho, un alumno le puso una chinceta en la silla a un profesor, y este, al llamar al director y venir a nuestra clase, recibió como respuesta un «es normal que los alumnos hagáis estas cosas, es verdad que las clases de Naturales son aburridas». Frase del director, el que en teoría debe velar por un clima de convivencia. Yo, como alumno, flipé con eso, y le puedo asegurar que no fui el único). Estaba harto de ese clima tan sumamente inexistente de convivencia y solicité irme a otro centro. El curso siguiente, ya en el nuevo centro (que tenía unas características en cuanto al alumnado similares al otro), además de que el 90% de las clases se desarrollaban con absoluta normalidad debido a que el Equipo Directivo tenía (y tiene) un gran compromiso con la convivencia, el bullying no se permitía: llegué a ver una sanción de veinte días de expulsión al acosador en un caso de bullying. Lógicamente, el acoso no se repitió. Con esto quiero llegar a que es verdad que el entorno del centro puede llegar a condicionar la vida en un centro, pero realmente la actuación de los directivos es clave, ya que hasta en dos centros con similar entorno se pueden encontrar grandísimas diferencias según el trabajo realizado por los directivos. Y aunque parezca raro que un alummo diga esto: se agradece mucho que desde Jefatura y Dirección sean estrictos y no tengan permisividad ante las conductas disruptivas, ya que así, en un entorno de convivencia favorable, es como se va a gusto al centro, y, desde luego, en mi opinión, es como se marca la diferencia entre un instituto malo y un instituto bueno, más allá de los resultados estrictamemte académicos.
    Gracias por leerme y un saludo.

  213. Estoy de acuerdo, Carla, con tus reflexiones. Aunque quizás, me parece algo excesiva tu frase de “A todo cerdo le llega su San Martín” para referirte a aquellos alumnos “vándalos, sin escrúpulos y moral” que destrozan anímicamente a sus profesores. Te lo digo, porque afortunadamente, son una minoría ese tipo de alumnos, y la crisis se ha cebado no solo en ellos, sino también en el resto, una mayoría de “buenos alumnos”, no tanto académicamente, pero sí “buenas personas”. Además te diré, que los equipos directivos de los centros son los verdaderos culpables, por permitir en sus institutos las faltas de respeto de los alumnos hacia los docentes, sancionadas de forma “blanda”, “inadecuada” e “ineficaz”.
    Un cordial saludo.

  214. MUCHISIMAS GRACIAS ,DESPUES QUE ENVIE A ESTE ALUMNO A INSPECTORIA EL ALUMNO AHORA RESPONDE CON ACTITUD DE RESPETO INCREIBLE; NO SE QUE PASO PERO CAMBIO DE UN DIA PARA OTRO.ESPERO QUE APRENDA A MANTENER ESA DISCIPLINA ADECUADA EN EL AULA Y ESE TRATO DIFERENTE AL TIEMPO ANTERIOR.

  215. Estimado “Alumno”:
    En primer lugar quiero felicitarte por la magnífica forma en que expones tu “visión del problema”. Tu forma de expresarte es fluida y clara. Utilizas una sintaxis impecable, impropia, hoy por hoy, en un alumno de 4º de ESO.
    Siento que hayas sufrido acoso. Y estoy de acuerdo contigo en que la intervención del Equipo Directivo es esencial para detenerlo. Te diré que los amigos (en este caso fue una compañera) son un potente escudo frente a las conductas bullying, así como los compañeros (observadores) que intervienen afeando esas conductas al alumno “matón”.
    Un problema grave es que una inmensa mayoría de los equipos directivos no son conscientes del grave problema que puede suponer el bullying para determinados alumnos. Incluso, como apuntas, llegando a culpar al alumno que lo sufre de ello. Se necesita un trabajo intenso para modificar esta tendencia entre equipos directivos y docentes. Porque te aseguro que muchos docentes no se enteran de que esto ocurre a su alrededor. Y que te voy a decir de la indisciplina que se vive hoy en las aulas. Son precisamente los IES de Andalucía en donde se producen mas problemas de indisciplina y falta de respeto hacia los profesores, probablemente porque se “tolera” más que en otros sitios. Supongo que habrás leído el articulo, si no, te invito a hacerlo. En el hago una descripción de lo que viene sucediendo en las aulas desde hacia varios años. Situaciones que, de no mediar una contundente intervención de los equipos directivos, pueden llegar a destruir la identidad de algunos docentes, al igual que el acoso entre compañeros, puede llegar a destruir la personalidad de alguno de los alumnos.
    Vuelvo, independientemente del contenido de tu mensaje, a felicitarte. Espero que todo vaya bien y hagas bachillerato y a continuación una carrera universitaria. Cualidades tienes para ello. O quizás te decantes, tras el bachillerato, por un Ciclo de grado superior. Lo que creo no debes plantearte siquiera es no cursar el bachillerato.
    Te deseo todo lo mejor.

    Un cordial saludo.

  216. Antonia, me alegra que el problema con ese alumno tan indisciplinado, se haya solucionado, y me alegra sobre todo que no te plantees dejar la enseñanza. Hacen mucha falta buenos profesores y profesoras como tú, que lidien con los alumnos de estos tiempos en que nos ha tocado vivir. Los docentes tenemos en nuestras manos la educación de los jóvenes, que en realidad son el futuro de los países, y no debemos renunciar a ello, salvo, que excepcionalmente, estuviese en juego nuestra salud física y mental.

    Un cordial saludo.

  217. Buscando información sobre el acoso escolar me encontré con este artículo y sobre todo con el blog que me dejó con la boca abierta y con muchas preguntas. Trabajo en una escuela privada con niños de 7 a 11 años, en México. Comencé dando clases y ahora soy la psicóloga de primaria.
    Como docente, aunque me encantó hacerlo ya en los grupos de niños más pequeños todavía hay respeto por el profesor, en algunas ocasiones salí llorando por la impotencia de no poder ayudar a mis alumnos a que realmente aprendieran a tener gusto por la escuela y que de verdad vieran que su única responsabilidad es la escuela, que las decisiones que toman tienen consecuencias positivas y negativas. Decidir dejar de trabajar tenía como consecuencia quedarse sin recreo o tener que hacer ese trabajo en casa.
    Como psicóloga, que llevo solamente este ciclo escolar, trabajo con el equipo directivo. Y al leer todos los comentarios tanto de los docentes como de algunos alumnos que quedo pensando con que el trabajo que hacemos no está siendo suficiente para nadie. Me quedo tranquila porque se que sí se intenta apoyar al alumno pero también al maestro, sin embargo en el intento se queda muchas veces. Todos tenemos una parte de responsabilidad, los padres, ola maestros y los alumnos, ¿como le podemos hacer para que cada quien haga su parte? ¿Es utópico de mi parte pensar que sí se puede lograr? (No hoy pero si empezamos el cambio hoy, ¿en un futuro se dará? ¿Podemos utilizar a los medios de comunicación para este cambio o tiene más éxito reflejar las desgracias y todo lo malo que como sociedad estamos viviendo? ¿Son los medios de comunicación un reflejo de la sociedad? ¿Se podría dar al revés, que la sociedad fuera un reflejo de los medios de comunicación?¿Cuál es la mejor manera de abordar la disciplina? Tengo claro que con golpes y violencia no ya que eso es lo que nos trajo a este punto. En mi escuela la disciplina se maneja de manera reflexiva, hablando y haciendo responsable al alumno de lo que hizo, me parece que es buena, sin embargo en el camino a la reflexión hace falta algo para que se de un cambio inmediato, porque entiendo que el cambio a largo plazo se va a dar, pero el cambio inmediato es el que da tranquilidad tanto al docente como a los alumnos y sobretodo el que deja convivir. Me quedé pensando en la palabra CONVIVIR y en lo difícil que es enseñarlo hoy en día. Tengo el privilegio de estar en una escuela en la que la mayoría de los papás apoyan pero pasa como en muchos países que escribieron en este blog, hay falta de autoridad desde los papás. Veo que en algunas ocasiones le tienen miedo a sus hijos y veo que los profesores también. Es necesario un cambio, pero ¿desde dónde? ¿Los papás, las escuelas, los docentes, los directivos, la forma de enseñar, lo que enseñamos, todo, nada…?

  218. Roberta me encantan especialmente, aunque me gustan todas las reflexiones que desgranas a lo largo de tu mensaje, las que realizas al final.
    …”pero pasa como en muchos países que escribieron en este blog, hay falta de autoridad desde los papás. Veo que en algunas ocasiones le tienen miedo a sus hijos y veo que los profesores también. Es necesario un cambio, pero ¿desde dónde? ¿Los papás, las escuelas, los docentes, los directivos, la forma de enseñar, lo que enseñamos, todo, nada…?”
    Resumes muy bien cuando dices que es “necesario un cambio”…¿pero dónde?”. Esa es la verdadera cuestión. ¿Por dónde empezamos a cambiar?. El comportamiento de los alumnos en las escuelas es un reflejo de su comportamiento fuera de ellas, es decir, es el comportamiento que exhiben normalmente fuera del instituto y sin duda, totalmente tolerado. Es sin duda un reflejo social. Pero ese cambio social ha de llevarse a cabo años antes, en casa, a través de los padres. Tu misma dices que tienes la suerte de trabajar con niños de entre 7 y 11 años cuyos padres se “preocupan” de la educación e instrucción de sus hijos colaborando y “remando” en la misma dirección que los maestros de sus hijos. Pero luego cambia influenciado por los diferentes sistemas educativos que adoptan los gobiernos. Ciertamente la disciplina puede abordarse desde múltiples perspectivas, especialmente desde perspectivas más educativas que punitivas. El problema surge cuando los sistemas y las leyes educativas propician (probablemente sin quererlo) que la indisciplina grave de alumnos de secundaria quede casi siempre “impune” por las muy leves sanciones con que se “castigan” conductas muy graves. Por ello, cuando un profesor carece de estrategias suficientes para controlar la clase, y los Equipos directivos no les apoyan de forma adecuada, los problemas de convivencia y faltas de respeto hacia el, de algunos de sus alumnos (afortunadamente los menos), acaban destruyendo la personalidad del docente.
    Se hace necesario, desde luego, un cambio de rumbo en la educación de la mayoría de los países, pero hasta que encontremos la fórmula (aunque no existen recetas mágicas), los docentes tenemos que intentar dar lo mejor de nosotros para evitar que generaciones de jóvenes se “pierdan”…No podemos olvidar que los jóvenes son el futuro de los países. El futuro de cada país esta en la educación de sus jóvenes…y es algo que una mayoría de gobiernos no han entendido.
    Aprender a CONVIVIR podría ser el comienzo. Pero no se trata de aprender a convivir solo en la escuela, porque si al salir de ella encuentras unos padres que se pelean o agreden entre ellos, si no puedes llegar a acuerdos con tu hermano, si tienes rencillas con los vecinos…aprender a convivir en la escuela no sirve de mucho. Se necesita un cambio social de calado, pero desde luego debería empezar a intentarse desde ya. Los docentes hacemos lo que podemos, poniendo nuestro granito de arena, nuestro ejemplo, nuestra ayuda…pero a veces, para algunos docentes resulta muy difícil desempeñar la profesión en determinadas zonas y con determinados alumnos.
    Te deseo todo lo mejor en es “lucha diaria” que supone enseñar en la escuela.
    Un cordial saludo.

  219. quiero reglamentos de la escuela

  220. Actualmente quisiera saber que tipo de estrategias implementar en una clase de secundaria, con niños de 12- 13 años sinceramente llevo pocos meses y se me hace complicado dar clases, tengo 24 años recién egresado de la carrera. Actualmente no tengo control de grupo y empiezan las agresiones físicas y burlas no quiero que esto se vaya a hacer mas grave que puedo hacer,soy delgado de estatura media siento que no tengo manera de imponer, ni mucho menos vocación, últimamente ando mas tenso de lo normal. A pesar de ello pienso continuar por que hay maestros que consiguen dar sus clases mejor que la mía la cual los alumnos se les hace aburrida ya que es de carácter social. Gracias espero recibir sus comentarios

  221. hola:
    Trabajo en una Escuela Rural, y también se percibe la violencia, es preocupante, creería que debería haber no solo un equipo de psicopedagogos, sino una ayuda espiritual, ya que ellos no rezan, están alejados de Dios, por eso tienen esa expresividad hacia los demás y no ven a su prójimo..

  222. Camila, las escuelas suelen tener reglamentos de régimen interno, pero en la mayoría de los países en los que la educación es “obligatoria y gratuita” son los gobiernos quienes dictan las leyes educativas, que incluyen. Además de los calendarios, horarios y currículos, dictan normas de convivencia y las sanciones a aplicar ante sus transgresiones. Los centros educativos adaptan sus reglamentos de régimen interno a estas normativas. Pero algunas son demasiado laxas y otras, son los propios equipos directivos de los centros quienes no se atreven a ponerlas en práctica.
    Un cordial saludo.

  223. José, realmente eres muy joven, y el llevar poco tiempo en esta profesión, cada día más difícil de desempeñar, es un “problema” que irá desapareciendo con el tiempo, pues a medida que adquieras experiencia, adquirirás “las tablas” suficientes para controlar la clase.
    Impartes docencia a alumnos con edades difíciles. Aquí en España, esas edades corresponden a alumnos de 1º y 2º de Educación Secundaria Obligatoria (12-14 años) y son los cursos más problemáticos. Pero no debes preocuparte, porque si perseveras, acabarás siendo un buen maestro.
    Lo primero que has de conseguir de tus alumnos es que confíen en ti. Deben verte como alguien que no solo les estas enseñando una materia determinada, sino que, como tutor de esa clase, les ayudaras a resolver cualquier problema que tengan. Deben percibir que pueden recurrir a ti, para “cualquier cosa” porque tú les ayudarás todo lo posible. No deben verte nunca como enemigo. Tampoco debes dejar que te traten como a un “colega”. Tu eres su profesor y no debes olvidar que tú diriges la clase, no los alumnos. Debes mostrarte cercano y accesible, pero como te digo, nunca como “colega”. En un principio eso puede funcionar, pero a medio plazo es devastador y no conseguirías mantener la disciplina.
    No debes permitir la violencia entre ellos. Debes hacerles ver que eso no lo toleras y que los responsables serán castigados de forma importante por la dirección del centro a quien tu se lo comunicarías. Y por supuesto, aunque seas delgado, no debes permitir ningún tipo de agresión o humillación hacia ti, hecho que si se produce debes poner en conocimiento de la dirección de forma inmediata.
    No debes tener alumnos “preferidos”. El resto lo nota enseguida, y no se lo “perdonaran” ni a ese alumno privilegiado ni a ti. No debes descalificar a ningún alumno ante la clase. Si un alumno se comporta mal, descalifica la acción, no a su persona. Nunca le “pongas etiquetas” a un alumno por su comportamiento. Si has de reprender personalmente a algún alumno hazlo en privado.
    Ten en cuenta que los alumnos de esta edad tienen un “sentido de la justicia” muy personal. Valoran mucho que el trato “sea igual para todos”, y las continuas llamadas de atención del profesor, la traducen en “que este les tiene manía”.
    Si consigues hacerles ver que tu misión no es hacerles la “vida imposible”, sino es hacer que todos aprueben el curso, si te ofreces a ayudarles incluso con otras asignaturas, si confían en ti para cualquier problema, incluso problemas familiares, si ven justas tus sanciones, y ecuanimidad en tu trato a todos, incluso a los más conflictivos (con los que tendrás que tener mucha más paciencia), entonces dejaras de tener problemas en el manejo de la clase. Todo esto lo adquirirás con el tiempo…no te preocupes, pero si lo intentas desde ahora mismo, lo conseguirás mucho antes.
    Una buena estrategia es nombrar “ayudante tuyo” al alumno más revoltoso y “movido”, al que encargaras “mandados” como ir a por tiza, o a por documentos a otra clase, o a preguntar algo a otro profesor…
    Aunque es más bien para alumno de primaria, encontrarás algunos estupendos consejos que también funcionan para secundaria, en la siguiente dirección
    http://sr-profesor-es-la-hora.blogspot.de/

    Te deseo mucha suerte en el desarrollo de tu labor. Me alegra que estés dispuesto a no “tirar la toalla”. Estoy seguro que terminaras siendo un estupendo docente.

    Un cordial saludo.

  224. Iluminada, estoy de acuerdo contigo en que una “ayuda espiritual” resultaría muy beneficiosa, ante esa violencia que percibes en tu escuela rural, que por cierto también existe en las escuelas urbanas.
    El problema que nos encontramos, al menos en Europa, es que la educación obligatoria y gratuita es “laica”, y aunque se ofrece “Religión católica” como asignatura optativa (que cada vez cogen menos alumnos), existe una fuerte presión desde diferentes estamentos (especialmente en España), para eliminarla totalmente del curriculo, intentando que quede relegada esta enseñanza a las parroquias.
    Solamente en las escuelas privadas o concertadas se permite un culto y un ideario religioso. En la escuela pública, en absoluto. Si tú en tu escuela rural, tienes la oportunidad de animarles a rezar a tus alumnos, e incluso rezar con ellos, me parece una buena idea.
    Un cordial saludo.

  225. Me parece todo muy correcto

  226. Gracias por tu comentario, Antonio.

  227. LLevo 4 años como docente y tengo 29 años. En mi segunda experiencia de docente trabaje 2 años en un colegio de zona vulnerable en al ciudad (chicos pandilleros, con problemas de drogas, agresivos, etc). En el primer año tuve muchas dificultades con la mayoria de los grupos, en donde finalmente etrminaba recurriendo a talleres largos evaluativos con el fin de teenrlos quietos. En el segundo año mejoro la situacion, aunque todavia existia un grupo con el que practicamente no podia dar clase. Hablaban entre ellos, unos gritaban, tocaban el puesto como tambor y afortunadamente sali de ese luegar luego de cumplir el segundo año. En el actual colegio llevo 1 año y medio, y lso primeros 6 meses solo tuve grupos de 11 y 12 y aunque tuve los problemas tipicos y comunes siempre lso soluciones y mi estado de salud mejoro notoriamente, de hecho me apasione con seguir en la docencia y se creo un vinculo especial con la mayoria de alumnos que de hecho hablaban de mi como un buen profesor. En este ultimo año me adicionaron el area de religion ( area que nunca habia dado) y con los grados 9 y 10. La experiencia en este año fue muy dificil. Primero con un noveno debi hacer suspender a una lider negativa de un grupo debido a que intento sabotiar mi clase y logre regular el grupo el restos del año. Luego 3 chicas de otro noveno se pusieron en mi contra por que mi forma de dar religion era mas critica y abierta, y no como habitualmente se daba, Debi citarlas personalmente con sus padres, y aunque mejoraron , se comportan bien pero como a la fuerza y evitando saludarme, como resentidas. Y el grupo que mas me preocupa es una 10 en el cual un lider negativo se a empeñado en poner el salon en contra, haciendo ruidos con la boca, emitiendo palabra dificiles de percibir, haciendo chillidos agudos cada vez que me descuido, y una vez lso confronto lo niegan ys e ponen en silencio. Lo puse a perder el area en todos los periodos, y aunque este metodo me funcion con otros grupos, este estudiante continua con su conducta, no obstante ya he hablado con su mama dos veces y me ha dado su apoyo. la ultima vez noq uerian hacer un examen porque era religion, y era solo de comprension de lectura. Como se negaban a hacerlo , llame a la coordinadora, y al fin ya al final del año me acompaño hasta al salon y los hipocritas en silencio hicieron el examen el restod e la clase. aunque ya no dare religion el otro año, me preocupa tener que ver a este grupo el otro año en mi area principal, debido a que pienso exigirles mas, pero tambien temo que sigan con su actitud molesta y despreciable, que me ha llevado a pensar en buscar trabajo mejor en la universidad. muchas gracias. Lo repeti poque el pasado estaba muy mal redactado, que pena , fue por el afan por escribir y saber su consejo.

  228. Die, ese “vinculo especial” que se creó en el actual colegio con la mayoría de tus alumnos de 11 y 12 años, no se debió exclusivamente a haber dejado un centro con alumnos pandilleros, y aquellos grupos que “hablaban entre ellos, gritaban y tocaban en el pupitre como si fuese un tambor”, sino a la experiencia anterior acumulada como docente. Te aseguro que la experiencia “es un grado”. A medida que pase el tiempo aprenderás estrategias suficientes para abordar cualquier problema que surja en el aula en relación al mantenimiento de la disciplina. Cada año, tendrás unos cursos mejores y otros peores, pero serás capaz de controlarlos.
    Ciertamente, dar clase a alumnos de esas edades y que además se comporten de forma inadecuada, es una tarea difícil y requiere mucha paciencia. Si continuas trabajando en ese centro y vuelve a “tocarte” dar clase a ese grupo de adolescentes, debes aclarar con ellos, al empezar el curso algunas cuestiones.
    Dirígete a ellos el primer día (después de saludarles) haciendo referencia a que ya “os conocéis del año anterior”, diles que te alegra volver a darles clase, y que estamos ante un curso más en que el objetivo es aprobar todas las materias y “pasar de curso”. Diles que estas dispuesto a ayudarles en todo, no solo en lo académico, sino también en los problemas personales que quieran contarte. Diles que confías en ellos, y que aunque al tratarse de un curso superior les vas a exigir más trabajo, vas a intentar que todos ellos aprueben. Intenta ganar la confianza de todos o al menos la mayoría de los alumnos, pues ello evitará que sigan a un líder con mal comportamiento que quiera ponerles en tu contra. Si lo consigues desde el primer día, ningún alumno será capaz de movilizar a otros alumnos en tu contra.
    Y si el comportamiento de algún alumno o alumna es realmente inadecuado, de forma que se interrumpa el normal desarrollo de las clases (algo que afecta negativamente al proceso de enseñanza-aprendizaje de todos los demás), o te falta de alguna forma al respeto, ponlo en conocimiento de la dirección o de la coordinadora para que intervengan.
    Hay muchas estrategias para afrontar los comportamientos disruptivos de los alumnos y para mejorar la convivencia del aula y las relaciones entre alumnos y entre estos y sus profesores.
    Te recomiendo que leas algunos de los consejos que he dado a profesores que dejan mensajes similares al tuyo en este artículo. Ayer, día 28/05/2014, contesté a José en este mismo artículo, que me preguntaba sobre estrategias para el manejos del aula. Lee también la respuesta que le di a él y aunque es más bien para alumnos de primaria, encontrarás algunos estupendos consejos que también funcionan para alumnos de la edad de los tuyos, en la siguiente dirección:

    http://sr-profesor-es-la-hora.blogspot.de/

    Si consigues trabajo en la universidad, ganarás mucho en tranquilidad. Dar clase en la universidad no es comparable en ab soluto a impartir clase a adolescentes de Secundaria. Dar clase en un instituto es mucho mas “cansado y difícil”, es una tarea “ardua” para la que si no existe al menos “algo de vocación” puede resultar tremendamente frustrante e incluso con deterioro para la salud física y mental del docente. Pero como te digo, con los años se aprende a sobrellevarlo y puede producir también inmensas satisfacciones.
    Tendrás que decidir. Te deseo todo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  229. Saludos
    Lo que no es normal es que describais a los estudiantes de secundaria como verdaderos monstruos y a la vez halagueis a lps profesores como si fueran los reyes de roma no estoy de acuerdo con lo dicho en el texto
    P.D:algunos son demasiado exigentes con sus alumnos y parece que nunca hubieran tenido infancia

  230. Anónimo, afortunadamente, lo que se describe en este texto se refiere a un porcentaje pequeño de estudiantes de secundaria. La mayoría de los alumnos son buenos chicos y no se comportan mal en las clases. Tampoco pretendo con el artículo defender a ultranza a los docentes, pues como en todos los colectivos los hay buenos y “no tan buenos” que llevan a cabo prácticas inadecuadas. En diferentes artículos de este blog (en este mismo, en “Sobre mí” o en “Bullying, acoso entre iguales”…. Y otros) hay mensajes de alumnos o padres denunciando las malas prácticas de algunos docentes y yo, lejos de defender a ultranza al profesor, les he orientado en cómo deben actuar y dónde dirigirse. Me inclino a pensar que eres un alumno, aunque podrías ser el padre de uno de ellos. Si eres estudiante, estarás de acuerdo conmigo en que lo mismo que toda la clase conoce al “compañero con quien todos se meten y martirizan”, también hay profesores que lo pasan realmente mal en algunas de sus clases por las faltas continuadas de respeto de algunos de sus alumnos y que acaban destrozándolo anímicamente. Seguro que si eres estudiante habrás conocido alguno de estos profesores incapaces de “hacerse” con su clase.
    Si eres el padre o madre de un alumno a quien algún profesor no ha tratado correctamente, te diré que en mi opinión profesores y padres han de remar juntos, y existen vías y formas de reclamar para intentar solucionar el problema.
    Siento que hayas interpretado que pretendo defender a ultranza a los profesores. No era esa mi intención, pues conozco casos de actuaciones docentes tremendamente erróneas, sin justificación posible, afortunadamente, no demasiado frecuentes, como tampoco lo es las conductas disruptivas de una mayoría de alumnos. No obstante, es mucho más perjudicial para el sistema educativo , perjudicando mucho al alumnado y al proceso de enseñanza- aprendizaje, la violencia de los alumnos hacia sus profesores, que la contraria…y no me interpretes mal, como te dije, porque en absoluto defiendo las malas e inadecuadas practicas docentes,

    Un cordial saludo.

  231. Todo muy lindo con mis casi 900 alumnos de Artes; hasta que apenas sucedió que un alumno de 3o. de secundaria me aventó algún tipo de proyectil en la cabeza, mi reacción fue continuar con las abrumadoras evaluaciones de mi grupo grupo presente (50 alumnos) y en mi estado en shock no pude dejar de llorar y seguir trabajando durante dos horas … ahora comprendo que mi salud es primero.
    Me ha sido grato dar clases con un sueldo que refleja la poca importancia que tiene la educación en nuestro paìs; Mèxico.
    Creo que lo que nos mantiene en la docencia es ese gusto por aportar en los niños y jòvenes el disfrute del conocimiento, su curiosidad y gustos personales, el ver sus propios logros, el que se despidan de ti diciéndote -Gracias Miss me encanto su clase, buen fin de semana- …
    Tal vez es buen momento para dejar algunas horas de trabajo docente y retomar mi producción plástica. Regresar a mi Alma màter UNAM- Academìa de San Carlos-
    Producir con mas ahinco.
    Quiero mantener el gusto de dar clases en artes aunque solo me alcance para transportarme en el metro y camión.

    Saludos colegas y avante siempre… Mi admiración y respeto para todos.

  232. Felicidades Lety. Realmente tienes vocación de docente. Y es posible que como dices “sea hora de retomar tus propias producciones plásticas”. Pero, aunque dejes la enseñanza temporalmente por la mala experiencia que cuentas,…volverás.

    Volverás porque dices querer mantener “el gusto de dar clases de artes”, aunque el sueldo te alcance para poca cosa.

    Por cierto, la educación tiene “poca importancia” no sólo en México, sino en la inmensa mayoría de los países. Las excepciones podrían contarse con los dedos de una mano.

    Se agradecen tus ánimos a los colegas (…“avante siempre”).

    Un cordial saludo.

  233. Hola.
    Ante todo saludar a todos los profesores que escriben en esta web y un saludo muy especial para Javier Yuste.
    Discrepo con anónimo, tendría que estar usted en un salón de clases para darse cuenta que los alumnos no tienen respeto al profesor ni entre ellos mismos se guardan respeto.Entre alumnos se humillan,se insultan se dicen cosas obscenas.Yo como docente trato de hablarles corrigiendo sus erros,haciéndoles ver videos que los lleve a la reflexión,por un días cambian de actitud,pero paso unas semanas vuelven con lo mismo.Ellos saben que su actitud es incorrecta pero lo siguen haciendo tal vez por los modelos que tienen en casa,sus padres, los medios de comunicación o porque es la personalidad que les agrada.

  234. Muchas gracias, Lena, por tu saludo “especial” hacia mi persona.
    Efectivamente, en la época que nos tocó vivir, la influencia de lo que nuestros alumnos ven en casa , o en los medios de comunicación, y en todo lo que les rodea, interfiere en nuestra labor docente de forma negativa. Parece que nuestro esfuerzo apenas sirve para nada, pues muchos alumnos ni se respetan entre ellos ni a sus profesores.
    Pero a pesar de todo, te animo a seguir corrigiéndoles y haciéndoles reflexionar sobre su comportamiento. Ese esfuerzo tuyo, va “calando” como lluvia fina, que aunque durante mucho tiempo no se nota demasiado, acaba empapando de verdad. Te animo a ser perseverante porque ese es el “buen camino” de la educación. Hoy por hoy nuestra labor es tremendamente dura, especialmente para algunos docentes, quienes sufren hasta límites intolerables, que terminan enfermos física y psíquicamente y han de dejar el trabajo, pero como he dicho en muchas de mis respuestas, los docentes tenemos en nuestra mano el futuro del país, en tanto en cuanto, instruimos y modelamos las conductas y actitudes de los niños, adolescentes y jóvenes, base social futura de cada país. Hemos de intentar, siempre dentro de nuestras posibilidades, luchar por un mejor futuro de las generaciones venideras, aunque nos cueste, hoy por hoy, tanto.

    Un cordial saludo.

  235. Hola !soy docente de primaria en ARGENTINA llevo ya 12 años en la profesión y enseñando siempre a niños de 6y7 años.Este año tomé una escuela nueva y la directora es nueva también soy titular definitiva. y ha sucedido algo extraño en clase llamé la atención verbalmente y por escrito a una nena que sacó plasticola roja de su mo chila
    se enchastró todas las manos y su compañera de al lado lo mismo.La mandé a lavarse las manos y le expliqué que no era adecuado.La madre al otro día me dijo que quien era yo para ponerle una nota y se fué a la jefa de inspectores ni siquiera a la directora.La dire enterada e dijo es una pabada y no le van a prestar atención.Luego fué a la directora y pidió el cambio de grado.Ella se lo negó porque en el otro hay 29 y en el mio 26 y un nene integrado en el otro curso pero yo no sé si es verdad que pidió cambio de grado,a esta directora no le gusta dejar nada por escrito.Lo cierto es que fué a decir a inspección que yo la maltrataba . y a raiz de sus dichos la inspectora vino a verme ; Cuando me vino a ver me parecia extraña su visita y ahí la directora me dice » yo creo que fué a decir que vos la maltratabas» me parece poco serio le dije y el yo creo no deberia existir vos tendrias que saber que fué a decir la madre .Negó saberlo ,nadie me notificó de nada y sugiere que para dejarla conforme a la madre con mi compañ rotemos de curso y alternemos los grados.Según ella le ofreció a la madre el turno tarde y la madre no lo aceptó pero como no hace actas todo se pone en duda.Si ya le ofreció el turno tarde ¿ Para qué quiere un taller? la esc ya le ofreció alternativas.En todo caso el equipo orientador debe ofrecer talleres a los padres para hacerles saber las normas de la escuela y que es lo que atañe a la función docente.Mala gestión veo acá no les parece???

  236. Mariana, afortunadamente no son muchas las madres que tras una amonestación de la profesora a su hijo “ponen el grito en el cielo” pidiendo explicaciones. Pero ciertamente el número de ese tipo de padres va en aumento….!Qué lejos quedan los tiempos en que los padres tenían fe ciega en los maestros de sus hijos¡. Ese tipo de padres no son conscientes de que con esas actitudes, los únicos perjudicados son sus propios hijos, porque en un futuro no lejano, esos niños tan “protegidos”, justo cuando cumplan 13 ó 14 años, se enfrentarán a sus padres, incluso con violencia, cuando estos no cumplan todas sus exigencias. Luego ya es tarde, los chicos educados sin límites y con exceso de protección paterna, son los que acaban pegando a sus padres al no poder soportar ningún tipo de contrariedad ni frustración (“síndrome del emperador”), eso en el peor de los casos, y en el mejor, se convertirán en adolescentes y jóvenes apocados, sin iniciativa y con dificultades en sus relaciones sociales.
    Y por supuesto, tienes razón en que es el equipo orientador quien a través de “escuela de padres” debe enseñarles cómo debe ser su actuación con los hijos, y convencerles de que para una optima educación, padres y centro educativo deben “remar juntos y en la misma dirección”. Y los equipos directivos han de explicar a los padres en la primera reunión del curso, cuales son las normas del centro, y como bien dices “qué es lo que atañe a la función docente”. Por lo que cuentas, estoy de acuerdo contigo en que la gestión de tu escuela, en lo referido al tema que planteas (no se respecto a otros), no es demasiado buena.
    Un cordial saludo.

  237. He leído el comentario de epc sobre la situación de la educación en galicia, y lo comparto plenamente. Creo que dentro de lo dificil que es la situación de los docentes, es mucho peor en unas zonas que en otras. Comentaban compañeros que en Andalucía, Galicia o Ceuta, estamos muy fastidiados, y realmente creo que es así. Yo también he visto enfermarse a compañeros en estos últimos años(incluso alguna morirse por enfermedad neurologica , que los especialistas ligan ya a situaciones fuertes de estres), y la verdad es que no sé si irme de esta CCAA o directamente dejar la profesión. Soy funcionaria y llevo 20 años en la docencia (los 6 últimos en galicia, y realmente han sido los peores). Mis padres son mayores y quería estar cerca de ellos, pero cada vez , estoy más estresada y con menos vitalidad y ganas de hacer cosas. Cada vez me molesta más el salvajismo de estos chavales y esa «tontería paleta» que presuponen que tenemos que aguantarles. Afortunadamente, en mis primeros años de docencia, no me encontré con ejemplares así. Es que tienes a payasos en clase hasta en BAC!. Por si esto fuese poco, la xunta nos ha aumentado horas de clase (a 20). No entiendo como se puede hacer esto y que los sindicatos no tengan nada que decir. De qué manera tienen en cuenta los tratados que reflejan que el desgaste físico y psíquico de 1 hora de clase equivale a 3 horas en otros trabajos?. A esto todo, hay que sumar que nos siguen bajando el sueldo cada año y que en esta CCAA trabajos a mayores, respecto al resto del estado, una tarde mínimo a la semana (dando clase también). Cuando no se tienen en cuenta las características de un trabajo a la hora de establecer horarios y salario, el tema va muy mal. Tengo clarísimo que no voy a llegar a los 50 dando clase…pero porque no aguanto…al menos, en galicia no….

  238. Marta, ciertamente, dar clase hoy en día a alumnos de secundaria se ha convertido en una labor difícil. Las normativas desarrolladas por las Áreas territoriales y Consejerías de Educación respecto a la convivencia y a las sanciones, tremendamente laxas, están convirtiendo a esta profesión en una profesión de riesgo para muchos docentes que se ven incapaces de afrontar situaciones disruptivas, cuando no humillantes hacia ellos de algunos de sus propios alumnos. Los Equipos Directivos prácticamente no ayudan demasiado a los docentes en apuros, cuando tienen en su mano cortar de raíz esos comportamientos si interviniesen de forma adecuada.
    Y es verdad, que varía mucho entre Comunidades Autónomas, siendo como dices, Andalucía, Galicia y Ceuta las más conflictivas.
    En Madrid, también la Consejería de Educación aumentó 2 horas lectivas a los docentes, algo que pareciendo una nimiedad (dos horas más semanales) se convierten en un peso «terrible» para el docente con cursos conflictivos. Y los sindicatos prácticamente no se «han movido», igual que cuando se suprimió hace dos cursos la paga extra de Navidad, o cuando hace cuatro años se bajo el sueldo a los docentes un 5 %. No se puede confiar en unos sindicatos a los que pagan los gobiernos de cualquier signo político, viviendo de los presupuesto generales del Estado en vez de las cuotas de sus afiliados.
    Es realmente duro plantearte dejar la profesión tras 20 años de servicios. Si te planteas cambiar de Comunidad, quizás sea Madrid una de las que ha legislado de forma que si un Equipo Directivo quiere frenar esos comportamientos indeseables de los alumnos, al menos ponen a sus disposición «las armas adecuadas», no como en Andalucía, en donde agredir físicamente a un profesor solo puede sancionarse con un máximo de tres días de expulsión. Allí el derecho a la educación «es intocable», sin darse cuenta que el resto de los compañeros de ese alumno tienen el mismo derecho que él, y ven a diario conculcado ese derecho por las disrupciones continuas durante las clases, que no se sancionan.
    Sea cual sea la decisión que tomes, ojala sea la adecuada. Te deseo todo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  239. cordial saludo, mi compañero de area me asigno un curso que el tuvo el año pasado, y en mi primera clase con ellos note que estan muy apegados a su antiguo profe que es mi compañero. Fueron muy respetuosos y dijeron que el asunto no es conmigo, pero que quieren tener de nuevo a su profe. ¿Que debo hacer para ganarme la confianza de este grupo y hacerlos olvidar de su antiguo docente?

  240. Juan, todos los que tenemos ya una edad, cuando tratamos de recordar nuestros años escolares, no solemos recordar a todos los maestros y profesores que tuvimos. Sin embargo, hay uno o dos de los que no se nos olvidó el nombre ni los años que nos impartió clases. Recordamos también a los compañeros que teníamos entonces con aquel maestro. En definitiva, aquella etapa educativa, la que pasamos con aquel profesor, de una u otra forma «marcó» nuestra niñez y adolescencia.
    Es muy difícil olvidar (si no imposible) a aquellos maestros que nos «ayudaron a crecer». Se ve que tus nuevos alumnos querían mucho al profesor anterior que tu sustituyes ahora, por ello, tu objetivo no debe ser que los alumnos «olviden» a ese profesor, sino que con tu actuación «dejen de echarle de menos». En primer lugar hazles ver que tu también sientes que hayan tenido que cambiar de profesor cuando estaban «tan contentos» con el otro, pero que la circunstancia actual, es la que es y hemos de adaptarnos todos lo mejor posible. Ofréceles hacer algunas cosas como lo hacía su antiguo profesor. Pídeles que te expliquen que hacia su antiguo profesor en relación a ciertos temas, como disciplina, sanciones, corrección de ejercicios, etc. En definitiva, diles que si se trata de cosas razonables, tú estás dispuesto a hacerlo de forma parecida, a fin de que ellos no estén «incómodos». Es necesario que ganes su confianza. Es un proceso lento, pero que irá creciendo poco a poco a medida que ellos vean en ti, una persona que quiere ayudarles a pasar el curso aprobando todo. Que vas a esforzarte al máximo par que todos ellos, trabajando contigo, aprueben todas las materias. Cuando ellos vean que pueden confiar en ti para cualquier problema que tengan (no necesariamente académico) porque tratarás de resolverlo de la mejor manera posible.
    A partir de ahí, empezarán a «quererte» tanto como a su antiguo «profe».
    No olvides que en esta profesión nuestra de docente, se exige bastantes más cosas que el propio dominio de la materia que impartimos. Dar clase hoy, requiere sin duda, además de saber transmitir ciertos conocimientos, conocer y poner en práctica ciertas “habilidades sociales” que además de favorecer el proceso de enseñanza-aprendizaje, posibiliten unas relaciones cordiales con los alumnos.
    Ten en cuenta que una habilidad importante en todo docente, es saber “corregir conductas” sin descalificar o poner etiquetas al alumno “díscolo”. Hay que mostrar desacuerdo y desagrado respecto a la conducta inadecuada, y no respecto a la persona del alumno, denigrándolo o menospreciándolo o poniendo etiquetas que ellos puedan interpretar como tal. Ten en cuenta también que los adolescentes (no me dices la edad de los alumnos pero supongo que serán adolescentes) tienen un sentido extraño de lo que es justo e injusto y enseguida dicen que “su profesor les tiene manía”. Cualquier trato que puedan calificar “de favor” hacia otro escolar lo sentirán como un agravio propio. Es importante aprender a repartir y dosificar las “recompensas” (un halago, un “muy bien”, “se ve que has estudiado”…) a todos los alumnos, incluso a los “díscolos”.
    Cuando trates de corregir conductas, o llegar a acuerdos con los alumnos, es importante que evites generalizaciones. porque los términos “siempre” y “nunca” tienden a formar “etiquetas” desagradables. Resulta mucho más efectivo el uso de expresiones “frecuentemente”, “la mayoría de las veces”, “casi siempre”…Estas formas permiten a los alumnos sentirse correctamente valorados.
    Al corregir a algún alumno, debes referirte a lo que hace, y no a lo que es. Las “etiquetas” no ayudan para nada a los alumnos, y pueden aumentar sus dificultades. Conviene, además, elegir el momento adecuado. Si se trata de corregir una conducta o pedir explicaciones por alguna acción incorrecta, es mejor hacerlo en privado. Sin embargo, si se trata de elogiar una conducta determinada de un alumno, resulta más positivo hacerlo cuando está presente todo el grupo.
    No debes nunca ridiculizar o descalificar a un alumno. A veces es necesario llamarle la atención por conductas inadecuadas, pero hazlo mostrando enfado por el “hecho” o “conducta” con que estas en desacuerdo, descalificando la acción, pero nunca a la persona. Es conveniente que refuerces cualidades que el alumno demostró en otras ocasiones, diferenciando claramente la falta cometida en este momento, porque si refuerzas la imagen de indisciplinado por las “risas y carcajadas” de sus compañeros, el alumno díscolo se adaptará a la imagen y las expectativas que le transmiten, y es preferible que se adapte al refuerzo por la atención y admiración de sus compañeros, que por sus risas y “burlas”. Además eso les hace sentirse tan “humillados” ante los compañeros, que te “odiará a muerte” y eso no es en ningún caso deseable.
    No pongas etiquetas a tus alumnos (listillo, zoquete, burro…). Entre docentes, más correcto que trasmitir etiquetas de alumnos, es explicar las limitaciones que pueda tener un alumno determinado o sus dificultades personales.
    Recuerda que, aunque vayan bien las cosas, nunca debes ser “colega” de tus alumnos. Debes dejarles claro que no eres “su coleguilla”… eres su profesor. Ello no quita que te muestres cercano, amigable, y empático con los alumnos, pero sin olvidar el verdadero rol que desempeñas.
    Si sigues estos consejos, pronto ganarás la confianza de tus alumnos, y aunque no olviden a su antigüo profesor, comenzarán a estar contentos con el «nuevo».

    Te deseo suerte en la consecución de tu objetivo.

    Un cordial saludo.

  241. Yo también soy profesora en un centro de Andalucía. he pasado por muchos, a lo largo de mis 24 años de experiencia, unos mejores y otros peores. En el que estoy actualmente, no es que haya graves problemas de convivencia, sin embargo yo los tengo con un curso en concreto, al cuál también les di clases el año pasado. se puede decir que ya nos conocemos, tanto yo a ellos como ellos a mi. el año pasado, ya fue el curso mas conflictivo de todo el centro, tanto por el tipo de alumnado que había en él como por su número, 28 en concreto que había en mi clase. No solo yo tenía problemas de disciplina con dicho curso, sino el resto de mis compañeros. Este año, que acabamos de empezar, me ha tocado volver a darles clase, ya en 4º de ESO. Ahora son aún mas, son 31. el primer problema que se me presenta es que a diario tienen que ir al aula de al lado a traer 5 mesas puesto que no hay suficientes en el aula donde les imparto la clase, y luego devolverlas a su sitio. esto ya crea un gran descontrol al comenzar la clase. Pero el episodio en el que me vi envuelta este pasado miércoles, no lo había vivido en mis 24 años de trabajo. Este año hay alumnos nuevos, a los cuales no conozco. Pues ya desde el principio me supuso un gran problema poder pasar lista, por el descontrol que reinaba en el aula. Tardé mas de lo habitual en poder pasar lista a los 31, debido a las continuas interrupciones que tenía que hacer para mandarlos callar, pero aún así no hacían caso. Empecé la clase, y el nivel de ruido seguía. Al volverme a la pizarra para esribir, ya no solo era ruido, sino que empezó a oírse una especie de berrido que venía del fondo. Puesto que estoy de espaldas, no identifiqué quien era el alumno o alumna que los emitía. inmediatamente me volví y paré la clase. Les pregunté que qué sentido tenían que estuvieran ahí sentados si no les interesaba en absoluto la clase, puesto que es una asignatura optativa que han elegido porque ellos han querido. Mientras notaban mi enfado, se puede decir que conseguí atraer su atención. Sin embargo, al reanudar la clase, de nuevo empezaron los ruidos, las risas, el no dejarme explicar, en fin, un desastre. Intentaba aguantar mi enfado, pero ya cuando vi a uno de ellos vuelto para atrás, riéndose con otro compañero le dije que tenía una amonestación. El por supuesto lo veía totalmente injusto, puesto que alegaba que toda la clase estaba hablando. Así pasó la hora. Sentí una gran impotencia de no haber podido controlar la situación. Al finalizar el día, cuando tuve tiempo, lo puse todo en conocimiento de la directora y la jefa de estudios. Ellas me dijeron que previamente, también habían ido algunos alumnos de los buenos a comentarles la situación. Al día siguiente, me dijeron que habían entrado en clase y les habían puesto los puntos sobre las íes. y hoy cuando he entrado de nuevo en esa clase, la situación ha sido completamente distinta. Con todo esto, he querido desahogarme un poco, pues me sentí realmente mal, incluso me cuestiono mi labor docente, me pregunto como no he sido capaz de controlar una situación así. y también quiero poner de manifiesto la gran labor del equipo directivo de mi centro. Aun así, hoy , una alumna de esa clase me dice que la culpa de todo lo que se organizó la tuve yo. en fin, no iba a perder toda la clase de hoy también discutiendo con ella. Pero bueno, ahora me queda ya esa intranquilidad de que pueda volver a repetirse otro día una situación parecida, por que lo he pasado realmente mal.

  242. Luisa María, es normal que tras aquella desagradable experiencia de los primeros días de curso en los que incluso «pasar lista» se convirtió en tarea imposible, tengas siempre esa «intranquilidad» de que podría volver a repetirse. Afortunadamente, el equipo directivo de tu centro ha actuado como debieran actuar todos, es decir, tomando «cartas en el asunto» advirtiendo de sanciones importantes para aquellos alumnos que continuasen en esa actitud. Tú misma dices que al día siguiente la situación con los alumnos fue totalmente distinta. Seguramente, si volvieses necesitarlo, tu equipo directivo volverá a intervenir, y por ello no debes preocuparte demasiado.
    Llevas 24 años de servicio y estoy seguro que acumulas suficientes «tablas» y estrategias para afrontar con éxito la mayoría de las situaciones que puedan presentarse en el aula. A veces en la ESO los docentes encontramos grupos de alumnos terriblemente indisciplinados, cuyas conductas nos «superan», pero es ahi, justamente, dónde han de intervenir los equipos directivos, (especialmente los jefes de estudio), de forma contundente, para controlar esas situaciones y que la disciplina se mantenga dentro de unos límites tolerables.
    Por otro lado, en esas grupos en los que hay una mayoría de alumnos disruptivos, y a quienes no les importa nada prácticamente «titular», hay también algunos alumnos «buenos estudiantes» claramente perjudicados por las conductas de sus compañeros, que ven mermadas sus posibilidades de aprender. Quizás esa alumna que te culpó a ti de la situación, es una alumna frustrada en ese sentido. Ella piensa que tú tienes que poder mantener el orden, porque tú eres alli la autoridad, y si no lo haces es tu culpa. Es seguro que, si reflexionara un poco se daría cuenta de que no es tan sencillo, y de que no todos los docentes (sobre todos aquellos que no son apoyados por sus equipos directivos) tienen «armas suficientes» para mantener el orden en el aula. Te aconsejo que algún día hables de ello con esa alumna, cuando tengas tiempo, a la salida, o en un recreo, pero convendría que hablases con ella.
    De todas formas, con este tipo de grupos, que necesitan muchas «horas de tutoría», aunque estén en 4º de ESO, no debe importarte demasiado no llegar a terminar el programa (dales trabajo, aparte a aquellos pocos alumnos del grupo que si titularían), y a exigirles un nivel alto para aprobar tu asignatura. Merece más la pena perder clases hablando con ellos y ganando su confianza, especialmente los primeros días de curso, que exigirles trabajo académico. Y en esas conversaciones exígeles un comportamiento adecuado y respetuoso con todos sus compañeros y especialmente contigo. Trata de hacerles ver lo importante que para ellos sería obtener el título de la ESO y que tú, desde tu asignatura, y como miembro de la junta de evaluación tratarás de ayudarles a conseguirlo, pero que ellos han de demostrar a lo largo del curso una conducta irreprochable. Convénceles de que si continúan «por ese camino» adquirirán como grupo una «fama terriblemente mala» entre todos los profesores y alumnos del centro, pero que tienen en su mano mejorar y tratar de conseguir corregir «esa mala fama» que se estarían «ganando a pulso». Si consigues que te escuchen, conseguirás, aunque lentamente un cambio en su actitud hacia tí. Acabará el curso y ellos habrán ganado, quizás poco (o mucho), pero tú acabarás el curso con salud (en vez de tener depresiones y angustia previa a entrar en clase con ese grupo) y eso sí es importante.
    Te deseo todo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  243. Hola, considera que es un tema muy interesante, los docentes sufren mucho el maltrato, pero creo que no se debe implementar violencia a los niños, no es una forma buena de enseñar; ya que debemos pensar que los chicos también vienen de un hogar violento y la escuela debería ser un apoyo para ellos. Soy de Argentina.

  244. Estoy totalmente de acuerdo contigo Claudia. No es aconsejable, en ningún caso, utilizar la violencia para educar a los niños y jóvenes. Ni la educación, ni la violencia que algunos alumnos ejercen contra sus profesores debe ser respondida con violencia, ni física ni psicológica. Hay otras formas de abordar este problema (muchísimo más eficaces) , tanto desde una perspectiva psicopedagógica, como desde una perspectiva punitiva sancionadora.
    Un cordial saludo.

  245. Hola Javier,
    ante todo enhorabuena por tu excelente artículo y tus buenos consejos. Yo también soy una profesora atravesando una mala situación por culpa de mis alumnos. Soy profesora de secundaria en Suecia (doy clase de español y de inglés) y trabajo en un centro privado y mis alumnos tienen de 12 a 16 años. Mis problemas empezaron el año pasado cuando comencé a dar clase de inglés a un grupo de sexto (12 años). Según ellos no soy buena profesora de inglés porque no me entienden cuando hablo (no solo en inglés, sino también en sueco), no se pronunciar y además no sé inglés porque les digo que usen el diccionario en lugar de darles la solución cuando me preguntan por alguna palabra. Han llegado a cuestionar incluso si tengo titulación. Cuestionan el contenido de mis planificaciones, mis evaluaciones, mi forma de dar clase e incluso dicen que no aprenden nada.
    El año pasado hablé con sus tutoras y algunos padres y les expuse el problema. No comenté nada con la dirección del centro por miedo a perder mi puesto de trabajo y a que piesen que soy una incompetente y que no se poner límites que no sé establecer disciplina y controlar al grupo. Para más inri, no se trata de alumnos problemáticos, sino que pertenecen a un buen grupo, con muy buenas notas y nadie más que yo tiene problemas con ellos. A raíz de las llamadas a los padres, el tema se relajó durante un tiempo, pero continúa en la actualidad. Las faltas de respeto son contínuas, pero muy sutiles (se miran unos a otros haciendo gestos y riéndose mis espaldas cuando hablo inglés, mofandose y ridiculizándome cada vez que tienen ocasión). Todo esto hace dificil que pueda demostrar el lo que pasa en clase. A mi todo esto me ha afectado hasta límites extremos, han hecho que dude de mi capacidad, que sienta que me he equivocado de profesión y que no valgo para esto. Tengo la autoestima por los suelos, me crea ansiedad el pensar en que tengo que darles clase y tengo pánico de equivocarme al hablar o al escribir algo en la pizarra (hasta tal punto que no me atrevo a escribir el verbo “to be” en la pizarra sin mirar en el libro). Estoy todo el día en tensión y tengo dolor en todo el cuerpo. Cuando llego a casa estoy como si me hubiesen dado una paliza y no tengo ganas de nada, solo de dormir. Estoy triste todo el dia, no me hace ilusión nada, no quiero ver a nadie, solo quiero estar tranquila. Este verano estando de vacaciones en España tuve un ataque de ansiedad al pensar que se me acababan los días y tenía que volver de nuevo al trabajo. Cuando lo pienso friamente me parece ridículo que crios de 13 años me hagan sentirme como una mierda, como si no valiese nada y no supiese nada. He estudiado filogía hispánica en Madrid e inglés y pedagogía durante 4,5 años aquí en Suecia , incluso he escrito una tesina en inglés, por lo tengo los suficientes conomimientos para impartir las dos asignaturas, pero el tema me ha afectado tanto que yo ya no creo en mí ni en mi capacidad ni en mis conocimientos e incluso me estoy planteando dejar no solo mi trabajo, sino también la educación.
    No sé si es problema es que soy el blanco perfecto poque soy muy vulnerable y todo me afecta demasiado, si es por ser mujer, o extanjera, o bajita, o por parecer más joven de lo que en realidad soy, o porque no me hago respetar y no se poner límites.
    Ahora tengo a la mayoría de los alumnos de ese grupo en mis clases de español y el acoso sigue, como el español es mi idioma materno, no pueden atacarme por ahí. Asi que han empezado a decir que no entienden nada porque vamos demasiado deprisa, que no explico bien, que no me entienden sueco, que todo es muy difícil, que tienen demasiados deberes (20 palabras a la semana) , que no les digo lo que tienen que estudiar, etc, etc. y que el volumen de trabajo es enorme. Lo que hemos hecho en 6 semanas es: los saludos, presentarse ellos mismos (Me llamo…, tengo X años, vivo en, soy de, tengo un perro, hablo español…) los números del 0 al 30, los animales y UN/UNA.

    El jueves estuve en el médico porque me encuentro fatal y al contarle lo que me pasa me dijo que posiblemente tenga una depresión reactiva y dió cita ese mismo día por la tarde con el psicólogo. El psicólogo me dijo que tenía que hablar con la dirección del centro y plantearle el problema. Asi que el viernes hablé con mi jefe y me ha dicho que no me preocupe, que tomarán cartas en el asunto porque ese comportamiento es intolerable. Me ofreció como solución cambiar de grupo o que haya otro profesor conmigo en la clase, pero a mí no me parece una buena solución. Creo que entonces se van a dar cuenta del problema y me van a perder ya el poco respeto que me tienen. Además creo que por mi parte es volverle la espalda al problema y creo que debo enfrentarme a él. Creo que con el apoyo del centro y la ayuda del psicólogo me será más fácil hacerme con la situación. ¿Tú qué opinas?
    Siento haberte soltado este rollo, pero necesitaba desahogarme.

  246. Luisa, si antes de ir al psicólogo allí en Suecia, me hubieses consultado a mí, te habría dado exactamente el mismo consejo. Porque la solución del problema, pasa por la comunicación al equipo directivo del centro, sin cuya ayuda sería difícil de solucionar. No te será difícil demostrar ante la dirección del colegio las sutiles formas que estos jovencitos maleducados (por decirlo suavemente) utilizan para «acosarte», hacerte perder los nervios, y lo que es peor, hacer que dudes de ti misma, y de tu propia formación, sin duda suficiente e incluso superior para el nivel que tienes encomendado enseñar.
    Pareces tener la percepción de que es una mayoría de alumnos de la clase quienes te cuestionan. Yo no lo creo. Estoy seguro que hay un pequeño núcleo de alumnos, no más de tres o cuatro, muy respetados (y seguramente temidos) por el resto, buenos estudiantes con calificaciones brillantes, que son los que están moviendo los hilos, para que toda la clase cuestione tus métodos, tu forma de trabajar, tu titulación…ect. de los que por ello, nadie desconfía, ni siquiera el resto de los profesores, entre otras cosas, porque ellos procuran no dar «la cara», pero te aseguro que están detrás de casi todo lo que sucede en el aula.
    Es necesario que localices a esos tres o cuatro para actuar directamente sobre ellos. Habla con los tutores del tema, para que te ayuden en su localización, para que posteriormente sea la jefatura de estudios y la dirección quien actúe sobre ellos.
    Tu autoestima se ha deteriorado un poco. El hecho de que sintieras angustia con el final de las vacaciones, y actualmente respecto al comienzo de determinadas clases, lo corrobora. Te ayudará mucho algunas sesiones de terapia con el psicólogo. Ciertamente no debes dar la espalda al problema. Tienes que tratar de afrontarlo con valentía. Tienes que volver a confiar en ti misma para afrontar el problema con garantía. La ayuda de equipo directivo también será efectiva y esos adolescentes «sibilinos» dejaran de comportarse así contigo.
    Si a pesar de contar con la ayuda del equipo directivo y las sesiones de psicoterapia, el problema persiste, vuelve a escribir y buscaremos estrategias para trabajar con este tipo de alumnos. Aunque seguro que el problema se acabará solucionando.
    Un cordial saludo.

  247. Hola: He leido algunos de los comentarios con respecto a la disciplina escolar en Espana, Andalucia y he quedado impactada porque no puedo creer que los profesores esten tan desamparados y que nadie se haga cargo de la grave situacion en la educacion que no hace mas que empeorar la calidad de esta.Los profesores estan pidiendo a gritos que alguien los ayude y como es posible que los colegios no dispongan de un Reglamento Escolar elaborado por una comision con la participacion de autoridades y profesores, que los alumnos y apoderados conozcan y respeten al ser inscritos en los establecimientos.Soy profesora de Chile y me acogi a retiro el anio pasado, pero nunca acepte que me faltaran el respeto los alumnos, y si lo intentaban se hacia valer el Reglamento Interno cuyas sanciones iban desde amonestaciones verbales, suspension de clases y hasta cambio de establecimiento. Como se puede realizar una clase valiosa, como pueden aprender los alumnos en una atmosfera de tension y falta de respeto? Los compadezco colegas ojala encuentren una solucion a este grave problema. Saludos cordiales y muchas bendiciones.

  248. Cristina, aquí, en España, todos los centros escolares tienen un Reglamento de Régimen Interno, pero las sanciones a aplicar dependen de las Consejerías de Educación (de los políticos) de cada Comunidad Autónoma, que se muestran tremendamente laxas al respecto. Los docentes, aquí en España, desde hace unos 20 años, vienen perdiendo a pasos agigantados, no solo el respeto de sus alumnos, sino el de la sociedad en su conjunto. Algo muy triste, pues precisamente el futuro de los países depende de la educación de sus adolescentes y jóvenes. Pero es lo que hay, y contra eso hemos de seguir luchando.

    Un cordial saludo.

  249. Hola javieryuste:
    El artículo que hiciste está muy bueno, me ha servido mucho para mi investigación personal que se basa en el incremento de violencia en las aulas de clases entre alumnos y profesores. Me preguntaba: ¿Tendría usted la amabilidad de darme la páginas web de respaldo, libros o revistas en las que se basó para escribir este informe? Para mí sería de gran utilidad.
    Desde ya muy agradecido.
    Atte Manuel Fernando Soto Pape.

  250. Manuel, los datos que aparecen en el artículo pertenecen a una investigación que realicé en la Comunidad de Madrid, y que forman parte de mi tesis doctoral. Posteriormente ese estudio lo publico la editorial San y Torres, con la siguiente referencia bibliográfica:

    Yuste, J, y Del Campo, M.E. (2009). Habilidades sociales frente al bullying y cualquier tipo de conflictividad en el aula. (pp 29-46). Madrid. Sanz y Torres.

    A continuación te completo las referencias que aparecen en el artículo:

    García Correa, A. (1996) . La disciplina escolar, el gran reto del siglo XXI. Escuela Española (3.268), 11-12.

    Plan EVA (Ministerio de Educación y Cultura, 1996). – See more at: http://www.conflictoescolar.es/conflictividad-en-el-aula-violencia-contra-el-profesora/#sthash.vP6lFAlw.dpuf

    Pérez, Mª.C.; Ojeda, J.; Hiertas, S.; García, V.; y Agrait, P. (2002). Las condiciones de salud laboral en el colectivo de trabajadores de la Enseñanza de la Comunidad de Madrid. Madrid. UGT Madrid.

    Funk, W. (1997). Violencia escolar en Alemania. Estado del Arte. Revista de Educación, 313, 53-78.

    Terry, A. A. (1998) . Teachers as targets of bullying by their pupils: A study to investigate incidence. British Journal of Educational Psychology. 68 (2) , 255 – 268.

    Se puede consultar la totalidad del estudio en mi tesis doctoral. La consulta de las tesis doctorales es totalmente gratuita aquí en España, y mi tesis titulada “La violencia en los Institutos de Educación Secundaria. Una propuesta de intervención” se encuentra depositada en la sede central de la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia), en la calle Senda del Rey, nº 5, Ciudad Universitaria, 28040, Madrid, donde puede consultarse sin abonar absolutamente nada.
    Si no tienes ninguna posibilidad de ello, puede descargarse por el “precio simbólico” de 1,39 euros , pequeña cantidad que me ayuda a sufragar el costo económico anual de esta página web, y mantener así su funcionamiento.
    Ahi podrías ver tambien el cuestionario que elaboré
    para la investigación, y la ficha técnica del estudio.
    Un cordial saludo.

  251. Estimado Sr. Yuste,
    Lo felicito por sus acertados comentarios y labor de investigación. ¿Podría proporcionarme, por favor, algún artículo suyo sobre la violencia contra los profesores?. Estoy realizando una investigación al respecto y mucho me ayudaría usted.
    Atentamente.
    Mi email es jopagi10@hotmail.com

  252. Jorge, el artículo que te enviaré en pdf a tu correo particular, aparece publicado en un libro con la siguiente referencia:
    Yuste Andrinal, J. y Del Campo Adrian, Mª. E. (2009), «Habilidades sociales frente al bullying y cualquier tipo de conflictividad en el aula». Madrid. Sanz y Torres.

    En el se recoge una síntesis de mi estudio en la Comunidad Autónoma de Madrid, relativo al malestar de los profesores de Secundaria por la conflictividad creciente que hay en las aulas. El estudio es de 2002, y te aseguro, que la situación desde entonces no solo no ha mejorado, sino que incluso a empeorado.
    Te enviaré también a tu correo particular el cuestionario que confeccione y utilicé al respecto, por si puede servirte o al menos orientarte.

    Las referencias bibliográficas que aparecen en ese artículo son las siguientes:

    – Castilla del Pino, C. (2000). El poder de los adolescentes. El Semanal, nº 684, suplemento del periódico El Sur. 3-9 diciembre. 33-37.
    – C.I.D.E. (1995) . Evaluación del profesorado de Educación Secundaria. Análisis de tendencias y diseño de un plan de evaluación. Madrid. Ministerio de Educación y Ciencia.
    – Craig, W.M. ; Henderson, K. y Murphy, JAG (2000). Prospective teachers’attitudes toward bullying and victimization. School Psychology International, 21 (1), 5-21.
    – INCE. (1998). El funcionamiento de los Centros. Diagnóstico del Sistema Educativo. La escuela secundaria obligatoria. 1997. Madrid. Ministerio de Educación y Cultura.
    – López Zafra, E., y Berrios Martos, M. (2005). Violencia en las aulas. Jaen. Ediciones del Lunar.
    – Ortega, R. (1992) . Relaciones interpersonales en la educación. El problema de la violencia escolar en el siglo que viene . Revista de Educación y Cultura 14, 23-26.
    – Ortega, R. (1997) . El Proyecto Sevilla Antiviolencia Escolar. Un modelo de intervención preventiva contra los malos tratos entre iguales . Revista de Educación nº 313 (1997). 143-161.
    – Defensor del Pueblo (2000). Violencia Escolar. El maltrato entre iguales en la Educación Secundaria Obligatoria. Madrid. Publicaciones.
    – Defensor del Pueblo (2007). Violencia Escolar. El maltrato entre iguales en la Educación Secundaria Obligatoria. Comparativa 1999-2006. Madrid. Publicaciones.
    – García Jiménez, S. (2001). El síndrome de burnout o el infierno de la ESO. Alicante. Instituto Alicantino de Cultura “Juan Gil Albert”.

    Espero que todo esto te sirva para desarrollar tu trabajo.
    Un cordial saludo.

  253. POR FAVOR MANDAME LO MISMO QUE LE ENVIASTE A JORGE. ME INTERESA Y URGE.
    TAMBIEN PADERZCO DE BULLING HACIA MI PERSONA.
    GRACIAS

  254. SOY LEA A NIVEL SECUNDARA (IMPARATO LOS TRES GRADOS). DE 15 GRUPOS, EN UNO 10 ELEMENTOS AL PARECER SE PROPONEN FASTIDIAR CADA CLASE (2HRS A LA SEMANA), CON FLATAS DE RESPETO, ARREMEDAN, RETAN,ETC. POR FAVOR ORIENTACION. ESTO ES EN UN EDO. DE MEXICO

  255. L.E.A. Ante todo no debes tolerar de ninguna forma las faltas de respeto hacia ti por parte de tus alumnos. Debes ponerlo en conocimiento del equipo directivo de tu centro escolar para que ellos «tomen cartas en el asunto» sancionando a aquellos alumnos que traspasen «los límites». De todas formas tú puedes poner en práctica determinadas estrategias para mejorar el clima de aula. Te recomiendo que busques entre mis respuestas a mensajes del blog en este mismo artículo, las que dí a «Juan» (20.08.14), y a «Die» (29.05.14). Además de los consejos que expongo allí, en mi respuesta «Die» indico el siguiente enlace:
    http://sr-profesor-es-la-hora.blogspot.de/
    Ahí encontrarás muchos consejos para poner en práctica a la hora de dar las clases y relacionarte con tus alumnos, que te servirán.

    e enviaré lo que le mande a Jorge, pero era para orientarle en la elaboración de un estudio sobre la violencia contra el profesor. Se trata del estudio que yo realicé en la Comunidad Autónoma de Madrid, una noticia actual relacionada con el tema aparecida en un medio de comunicación, y el cuestionario que elaboré para realizar mi investigación. Todo eso no te servirá para solucionar el problema de disciplina de tus alumnos. Te servirá solo para documentarte sobre el tema y si deseas realizar una investigación similar en tu país.
    Deseo que el problema con tus alumnos se solucione de la mejor manera posible.
    Un cordial saludo.

  256. Muy bien explicado todo lo que tiene que ver con este tema de la violencia entre los compañeros de escuela, sería bueno que en todo el mundo esto se pueda modificar, hay mucho para saber sobre esto, les dejo algo que leí http://jorgeguldenzoph.com/fenomenos-sociales/el-gobierno-socialista-frances-impone-un-fuerte-control-disciplinario-en-institutos-de-ensenanza/ que trata sobre este problema que afecta en la actualidad.

  257. HOLA DESDE COLOMBIA.

    LES SALUDO Y FELICITO POR SUS INVESTIGACIONES.

    QUISIERA CONOCER MAS SOBRE EL TEMA.

    MUCHAS GRACAIS

  258. Laura, ojala cómo dices, «esto se pueda modificar en todo el mundo». Se trata de un grave problema, al que es necesario afrontar desde diferentes equipos y estamentos docentes con eficacia. Muchas gracias por el enlace que dejas en tu comentario.
    Un cordial saludo.

  259. Maruma, muchas gracias por tu felicitación. Te enviaré a tu correo particular el capítulo II de uno de mis libros, concretamente del que lleva el título «Habilidades sociales frente al bullying y cualquier tipo de conflictividad en el aula» (editado por Sanz y Torres en 2009). En él se explica y detalla la investigación que realicé en la Comunidad Autónoma de Madrid y cuyo extracto has leído en este artículo del blog. Si te interesa, puedo completarte las referencias bibliográficas que aparecen a lo largo del tema, así como facilitarte el cuestionario que elaboré para realizar la investigación.
    Un cordial saludo.

  260. Esot tan alta y extremadamente indignado con la absoluta falta de autocrítica a la figura del profesor de hoy en día, tan abrumado por ese victmismo infantilón que hay presente en estas líneas (que reconozco que no he tenido paciencia ni de acabar) y tan anonadado por la incapacidad de adaptarse a los nuevos tiempos que éstas reflejan, que apenas tengo motivación para elaborar una crítica decente, así que seré breve:

    El profesorado de hoy en día es una figura opresora, el brazo izquierdo, vía manipulación, de un poder que tiene la policía y la fuerza armada como extremidad derecha.Los más denigrantes abusan de ese poder (y es que tarde o temprano, el que oprime deberá ser oprimido) y los más «aceptables» por llamarlo de algún modo, son cobardes que aún viendo lo que hacen pretenden mirar a otro lado pues están cobrando por ello.
    Nadie que se dedique al mundo de la educación ni de la enseñanza tiene Derecho a ser cobarde.De su acierto o error dependen demasiadas cosas.
    Para eso, que se busquen otra profesión de menos responsabilidad.

    Y menos lloriqueo.Soy licenciado en Filosofía y no puedo abrir boca para hablar bien de ningún cobarde-opresor-vago de los que me he encontrado en más de 20 años de estudios-escolarización.Aquí os dejo algunos pensamientos de cerebros que (estarán de acuerdo) tienen algo más de autoridad que la mayoría de nosotros:

    «Mi educación fue muy buena hasta que me la interrumpió el colegio» G.B Shaw

    «Nunca consentí que mi escolarización afectara a mi educación» Mark Twain

    Hay muchas más que dejan el sistema (y vosotros sus colaboradores) a la altura del betún (Podéis leer «El mundo como yo lo veo» del señor Albert Einstein, a modo de ejemplo)

    Por cierto, también dejo aquí un enlace de otro peso pesado, muy versado en la materia:

    http://www.kindsein.com/es/21/1/485

    También, si lo preferís y tenéis verdadera vocación, está a vuestra disposición los estudios de Ken Robinson acerca del mismo tema.

    «Si, por distracción o Pereza, permitimos una injusticia, de alguna manera, las estamos autorizando todas»

    Un saludo.

  261. GG, comparto algunos de tus planteamientos como el que expresas al final de tu mensaje » Nadie que se dedique al mundo de la educación ni de la enseñanza tiene Derecho a ser cobarde» porque cómo dices, «de su acierto o error dependen demasiadas cosas».
    pero discrepo contigo con la idea de que «El profesorado de hoy en día es una figura opresora, el brazo izquierdo, vía manipulación , de un poder que tiene la policía y la fuerza armada como extremidad derecha».
    No sé si me equivoco, pero me da la impresión de que te has licenciado en filosofía hace poco tiempo, porque hablas de 20 años de «estudios-escolarización» y pienso que tu escolarización precisamente no ha resultado nada «agradable», y que eso, de alguna forma distorsiona o influye en tu percepción de la figura docente. Ciertamente, como en todas las profesiones, hay profesores «cobardes-opresores-vagos» pero te aseguro, que la mayoría de ellos son buenos profesionales y cumplidores con su obligación. Y tratan de ejercer su trabajo de la mejor manera posible, aun inmersos en un sistema educativo deplorable y sometido a frecuentes vaivenes políticos (llevo 35 años como docente y he conocido 7 leyes educativas diferentes).
    Cuando los países occidentales implantan para sus ciudadanos una educación obligatoria y gratuita hasta una determinada edad, se multiplica exponencialmente el número de maestros y profesores que se necesitan para ello. Ello implica que la docencia pasa de ser una tarea que requiere «vocación» a convertirse en una profesión, porque no hay tantos docentes vacacionales como se necesitan para atender a todo la población en edad escolar. El precio a pagar por esa «extensión universal de la educación» es que existan algunos profesores «cobardes-opresores-vagos», y que ciertamente cómo tu apuntas, con sus errores pueden destrozar a las generaciones de alumnos que pasan por sus aulas. Pero vuelvo a decirte que, afortunadamente es un porcentaje muy pequeño el de los docentes que se encuadrarían ahí. El resto, aun sin vocación, aprenden estrategias y métodos de trabajo, para afrontar adecuadamente no solo el proceso de enseñanza-aprendizaje de sus alumnos, sino también los problemas de convivencia que surgen en las aulas.
    Me gustaría que reflexionases sobre el tema desde la perspectiva que planteo yo.
    Un cordial saludo.

  262. Hola Javier y colegas de este blog. En el 2013 dejé un comentario (además acababa de suicidarse una compañera de mi instituto, y sí la mató todo lo que vivió allí: un horror). Hablo desde Galicia-Vigo. Primero, algo que acabo de leer de pasada: ¿cómo que un/a profesor/a de instituto no tiene derecho a ser cobarde?; ¿sabe Ud. lo que dice?; ¿sabe el infierno, la mentira, la ignorancia . la mala-educación. etc, etc, que tenemos que soportar?. Por supuesto que tengo derecho (es ridículo ya el planteamiento) a sentir miedo de enfermar POR HACER BIEN MI TRABAJO!!!. El sistema es perverso , todo está corrompido, es mendaz. La educación (por así llamarla) es el primer escalón de la envidia y la febril competitividad social y , al menos en España, ha llegado a unos planteamientos no solamente absolutamente falsos, sino promovida para “contentar” a la clase media y media baja con expectativas ridículas. Como decía alguien del blog, aquí Galicia y, en concreto en Vigo. se ha creado un tipo de ciudadanía ignorante, maleducada, muy agresiva (generalizando, claro), muy cateta, pero a la que se ha hecho creer “que todo le es debido” y que ya son triunfadores porque tienen un trabajito, un buen coche y, sobre todo, la ideología de tener hijos a los que tú tienes que poner en ese ascensor social “velis nolis”: cualquier alumno/a te puede “denunciar” porque ¡quiere un sobresaliente a c….!. La situación que se vive en muchos centros es de auténtico terrorismo, insultos, faltas de respeto, amenazas veladas, etc. La patología de sufrimiento psíquico que produce esto es de terror, como digo. similar a la que se vive en el maltrato doméstico: yo he sentido miedo de realizar BIEN mi trabajo: son tan ignorantes y el nivel que traen es tan bajo que, cuanto más intento corregir, más “me la juego”, de manera que al corregir tengo miedo de sufrir “castigo” y, por lo tanto, me “pliego” al maltratador/a. Un breve ejemplo (podría poner miles): hace unos días corregí a una alumna ¡de 2º Bach.! 17-18 años, que no sabía qué significaba “poderes fácticos”:me metí en un auténtico lío, con “denuncias” a hacia mí a Jefatura de Estudios, etc. Como digo, es todo un horror Y NADIE HACE NADA. Te ves completamente desprotegida por todas partes (de ahí la bajada ya en vertical y a ras de suelo del nivel general educativo). Además, al menos aquí, ha aumentado la carga lectiva Y EL NÚMERO DE ALUMNOS POR AULA. En los institutos del centro estamos abarrotados (yo he llegado a tener 270 alumnos divididos en 9 grupos). Es frecuente tener 160 ó 180. Esto es una salvajada. Además algunos/as prof. somos ya mayores (yo 57 años con 30 de docencia), el nivel de ruido en pasillos y aulas es brutal, sudas continuamente, la toma de tranquilizantes (son diuréticos muchos de ellos) sin los cuales es imposible afrontar esta brutalidad hace que tengas que ir al WC continuamente. En algunos momentos aquello parece un campo de concentración, pero a nadie le importa nada, como en la novela TODOS MIENTEN, y más que nadie, los que tienen hijos en esa edad escolar (incluidos algunos colegas prof.) porque temen que el chiringuito mentiroso se venga abajo. Además, si pides una baja cada vez te “persiguen” más y estás más desprotegido/a: pierdes sueldo, más controles como si fueses un/a delincuente que no quisieses trabajar, etc, etc. NADIE se preocupa verdaderamente de tu salud laboral, de mejorar esos recursos humanos y que mejore todo el sistema, etc. Como digo, sólo importa que pongas “buenas notas” y se perpetúe la NADA mentirosa y mortal. Vigo. Uno de los infiernos.

  263. Soy profesora tecnica de FP desde el año 91. Funcionaria y siempre he desarrollado mi trabajo con cordialidad tratandonos los alumnos y yo con respeto. He mantenido siempre coordinación con el equipo directivo. Este año tengo la mala suertede cambio de equipo directivo y de impartir la FP BASICA.

    Nunca he sentido un acoso tan grande en el aula por parte de los alumnos: amenazas, insultos, han llegado drogados, sin material escolar y, con ganas de molestar en vez de atender.

    Cuando se ponen limites a los adolescentes éstos los asumen si ven coherencia.

    El equipo docente del grupo hemos intentado todos los recursos posibles, y la dirección del centro no solo no nos ha ayudado sino que cuestiona nuestra profesionalidad ninguneandonos. Hemos hablado con inspección y mira para otro lado.

    He intentado hasta hoy cumplir el RRI del centro sin ninguna ayuda de dirección, incluso cuestionando mis sanciones. Y ninguneando mi autoridad ante estos alumnos. He tenido que interponer denuncia a la policía por alguas acciones penales hacia mi y no han sancionado a los alumnos. Me encuentro ahora de baja laboral.

    ¿es necesario llegar a este punto?

    El acoso no se detecta hasta que estas inmerso en él

    Despues de reflexionar llego a la conclusión que la culpa es de esta dirección tan inepta.

  264. Hola
    se me paso ponerte que agradezco que tengas abierto este blog ha sido un balsamo para mi encontrarlo.
    es un medio para no encontrarse solo.
    siento bulling de la dirección y de los alumnos..

  265. buenas tardes Javier,
    enhorabuena por haber creado un blog donde puedan compartirse estas experiencias. yo nunca pensé que pudiera encontrarme en la situación en la que me encuentro actualmente, tras más de diez años de docencia. Necesitaría consejo. Si puede ser prefiero contactarle en su correo personal. muchas gracias

  266. Epc, mi frase en repuesta en el comentario al que aludes, es realizada desde una perspectiva totalmente distinta a la que trasmite el mensaje enviado por el usuario que lo manda..
    Cuando yo muestro mi acuerdo con la frase de que «un docente no tiene derecho a ser cobarde» lo hago desde la perspectiva de que un educador tiene que ser capaz de afrontar retos y dificultades, pero evidentemente nunca, aquellos que le minen su propia salud física y psíquica.
    Y desgraciadamente lo que tú describes que sucede en Vigo, sucede en prácticamente toda España, con ligeras diferencias entre comunidades en función de la normativa que hayan desarrollado en relación a la convivencia en los centros escolares y a los derechos y deberes de los alumnos.
    También en la Comunidad Autónoma Madrid, desde hace un par de años, aumentó la carga horaria para el profesorado (dos horas lectivas más semanales) y aumentó también la ratio.
    Está claro, que la educación, hoy por hoy, va totalmente a la deriva y no existe ningún indicio de que vaya a mejorar en los próximos años. Pero aun así, Epc, me gustaría ayudarte a levantar un poquitín ese ánimo, porque lo necesitas en esa lucha diaria del «infierno educativo vigués»
    Te deseo todo lo mejor.
    Un coridal saludo.

  267. Pilar, no sé exactamente dónde impartes clases, pero te aseguro que aciertas de lleno en la conclusión a la que llegas con tu última reflexión: Gran parte de la culpa de lo mal que lo estás pasando es del equipo directivo de tu instituto.
    Cuando un equipo directivo no sólo no ayuda a los profesores de su centro sino que cuestiona su profesionalidad actúa como un equipo directivo de ineptos.
    Ciertamente, cuando la Dirección y la Jefatura de Estudios de un instituto no sanciona de forma rápida y contundente las faltas de respeto de los alumnos a los profesores, se acaba deteriorando la salud física y psíquica de éstos. Ciertamente los alumnos de Formación Básica presentan un perfil «durísimo», pero es precisamente por ello, por lo que hay que controlar al máximo la disciplina.
    Espero Pilar que te recuperes pronto, aunque si has tenido que denunciar a los alumnos en comisaría, y el centro ni siquiera ha sancionado esos comportamientos delictivos, no creo que tengas ninguna gana de volver, al menos este curso, a las aulas. Y reitero que, algunos docentes, no deberían nunca ostentar cargos directivos, si no son capaces de evitar las faltas de respeto y humillaciones reiteradas de algunos alumnos hacia sus profesores.
    Te deseo mucha suerte y una pronta mejoría.
    Un cordial saludo.

  268. Marina, me pondré en contacto contigo a través de una dirección de correo electrónico.
    Un cordial saludo.

  269. Hola! Sufro el mismo problema que pilar , estoy de baja medica por alumnos acosadores. Este año me toco una fp basica y con solo unos meses de experiencia me toco este grupo . Para colmo nadie te apoya , todos miran para otro lado porque no es su problema. Ha llegado un momento en que tienes que recurrir a la baja porque no te ponen un profesor de apoyo ya que no hay dinero para eso, perosi para otras cosas. Estoy totalmente de acuerdo en que la clave esta en la directiva y que si no hacen nada, estas entre la espada y la pared.
    La avalancha de este tipo de alumnos que se nos viene encima es preocupante y espero que pronto se tomen cartas en el asunto, porque de lo contrario vamos a tener correccionales de menores en vez de ies.

    Un saludo

  270. Raquel, que el sistema permita que profesores con poca experiencia impartan clases a esos grupos es un verdadero despropósito. Lidiar con estos grupos de alumnos requiere una dilatada experiencia como docente y sobre todo, unas «habilidades» y «cualidades» llamémoslas «especiales» que no poseen la inmensa mayoría de los docentes.. Este tipo de plazas debería ser cubierto por docentes en comisión de servicios cualificados para el trato con estos alumnos.. He conocido casos de profesores interinos de infantil, enviados a cubrir estas vacantes, y ello sin duda, aboca a una baja laboral, como es tu caso, por la imposibilidad de afrontar adecuadamente las clases. Si a esto se añade que los equipos directivos no sancionan las conductas no solo disruptivas de estos alumnos, sino las conductas de faltas de respeto y humillaciones hacia sus profesores, se aboca a ese docente a un sufrimiento y a un estrés desmesurado e intolerable, que acabará desembocando sin duda con la baja médica. Desgraciadamente, nuestro sistema educativo no contempla estas situaciones, y puede que a ese profesor con baja laboral lo sustituya otro docente en situación similar.

    No hay duda, de que aquellos profesores a quienes les «toca» dar Formación básica, sean definitivos en el IES, o sean interinos que llegar a cubrir vacante, son los que necesitan un apoyo del equipo directivo más explícito a través de sanciones severas y control de esos comportamientos inadecuados de los alumnos. Si ello no se produce, no hay más remedio que sobrevivir sin ayuda. Te recomiendo que te olvides absolutamente del programa curricular, y centra todos tus esfuerzos en que traten de verte como un aliado, y no como un enemigo. No les trates de chantajear con suspensos (aunque al final suspendan) porque no les importa lo más mínimo. Trata de ganar su confianza y trata de ganarlos ofreciéndoles actividades muy sencillas que ellos sean capaces de hacer, y como te digo, olvida totalmente el programa oficial. Si llegan a aprender algo al final, eso que llevarán ganado, pero no trates de imponer esos mínimos que ninguno alcanzará nunca. Se trata, no lo olvides de sobrevivir. Y por supuesto sin sentir ningún tipo de remordimiento.

    Te deseo todo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  271. Estimados compañeros de FP Básica. Llevo ya unos años «dando clase» a estos grupos, anteriormente como sabréis los PCPIs, y en diferentes institutos. El perfil del alumnado es siempre es mismo, o casi siempre, con alguna que otra excepción dentro de los grupos. Aquí como poco sufres insultos, agresión verbal, amenazas reales de alumnos que te sacan la cabeza y pasan más tiempo ya en el gimnasio que en casa. Hay también un perfil claro de alumnos que vienen al instituto a pasar el día. Van a lo suyo, hacen lo que les da la real gana, y no se meten contigo mientras no les interrumpas sus quehaceres, tales como usar el móvil, hablar con compañeros, comer en clase, darse una vuelta por el instituto si les apetece, etc,,,
    Se drogan en el propio instituto, sobre todo en los recreos. Nuestras carteras olían a nocilla, o a bocata chorizo; ahora huelen a marihuana, no todas.

    Personalmente ya he tenido un intento de agresión real con herramientas de taller; he tenido que separar a alumnos con peleas dentro de clase que ya quisieran muchas películas; he visto como un alumno clava a otro un destornillador en el brazo y no pasa nada; la mayoría no hacen nada ni lo pretenden.

    Pues todo esto, y mucho más, es conocido por inspección de Educación, y por supuesto por los equipos directivos. Para mí, es muy curioso ver como se oferta un tipo de enseñanza NO obligatoria, pero de la cual luego nadie, ABSOLUTAMENTE nadie quiere saber o realmente hacerse cargo. Juntan en un aula lo mejor de cada casa, meten allí a dar clase a los últimos de la fila, y si molestas al equipo directivo con quejas sobre el comportamiento de las joyas de la Corona, y te acaban diciendo que si pones muchos partes de disciplina no tendrán valor, o que expulsarlos constantemente no es la solución. De cierto equipo directivo de cursos ya pasados, he tenido que oir, que no sé tratar con ellos, y que hay que darles un trato exquisito (cuando todo el resto del instituto no ha sabido hacer NADA con ellos durante 3 ó 4 años).

    Resumiendo, estamos más solos que la una. Sobre la teoría, la FP Básica o antiguos PCPIs estarían muy bien si realmente se derivara a alumnos que realmente se quieren iniciar en una profesión. Pero no, no no:

    a) Los «compañeros» de secundaria los usan de escombrera, por eso cuando te ven sufrir y sufrir con ellos, a sabiendas de que te los han derivado en su mayoría, miran para otro lado; como mucho te dan una palmadita de ánimo de vez en cuando. Su comentario favorito es » yo también los tuve»; ya, pero seguro que no todos juntos a una media de 4 horas al día.

    b) Los equipos directivos (he conocido varios dando PCPIs) más o menos actúan igual. La mayoría quieren tener el PCPI o la FP Básica para completarles horas a los amiguetes o a ellos mismos, desviar los alumnos más conflictivos hacia casi siempre profesores novatos o recién llegados al centro, recibir dinero de la administración, etc…
    Por eso, al final, cuando te pones pesado con los partes de disciplina, siempre, o casi siempre, terminan haciéndote creer que no los sabes llevar, y que expulsarlos continuamente no vale para nada. La culpa es nuestra, y si tienes que ir a clase de bufón, pues de bufón te vistes.

    c) A toda costa la Administración quiere que estos personajes estén en los centros, aunque eso sí, que los aguanten los últimos de la fila, y por supuesto ese colectivo en vías de extinción, pobretes, los interinos. Las estadísticas son las estadísticas, hay que contentar a la clase política, que para eso les pagamos el sueldo.

    Por tanto, os digo, compañeros de FP Básica, y perdón si sois también de secundaria, que también tenéis lo vuestro:

    – No vais a tener apoyo real de los compañeros, porque somos los que los han librado de soportar la cruz que más pesa del instituto.

    – No vais a tener apoyo real del equipo directivo, porque ellos no quieren al final enfrentarse a este tipo de alumnos, saben quien son y lo que son, pretenden tenerlos allí por diferentes intereses, pero los aguanten otros.

    – No vais a tener apoyo de inspección, son la extensión de los políticos de turno. Si realmente alguien se preocupara por la educación,¿pasaría todo esto?Tampoco quieren implantar un sistema disciplinario que los enfrente con las familias más conflictivas. Políticamente no queda bien. Su misión principal es acumular programaciones en la mesa, bien en papel, bien en PDF.

    Por todo ello, compañeros/compañeras de FP Básica y/o Secundaria que sufras tanto o más que nosotros, os digo, que estás sólo/sola ante el peligro, y sólo/sola vas a estar, no te lleves a engaño. Si te sientes acosado/a, humillado/a, amenazado/a, una retirada a tiempo en forma de baja remunerada es una victoria, y no te sientas mal por ello, que otros compañeros y compañeras por sufrir todo esto e intentar cumplir con su obligación de profesor y profesora no lo van a poder contar como yo aquí.

    Un saludo.

  272. Samuel, suscribo prácticamente todo lo que expones, con enorme pesar, por las pocas expectativas de mejora que veo y que nuestro sistema educativo se encarga de cronificar. Desafortunadamente planteas en tu escrito la cruda realidad que se vive a diario en los institutos con los alumnos de Formación Básica, antes PCPI, y anteriormente Garantía Social. Yo he conocido los tres tipos, y te aseguro que los alumnos son cada vez peor en lo que respecta a educación. La propia sociedad y los problemas familiares graves están creando unos alumnos tremendamente disruptivos. Cada año los alumnos presentan problemas más graves de disciplina, que el anterior. Parece que en casa se han desentendido totalmente de su educación y se pretende que en el centro escolar les civilicemos, algo muy difícil, sino imposible, por su edad, por sus problemas de desestructuración familiar, porque como dices, se drogan en el propio instituto, y porque estos grupos ingobernables se adjudican siempre al último que llega, porque no tiene posibilidad de «coger» otros grupos.
    Los equipos directivos son los únicos que pueden frenar poner freno a esas conductas antisociales, aunque cómo dices, la mayoría de ocasiones, miran hacia otro lado. abocando a los docentes de esos grupos, a un estrés constante y a una angustia insoportable que, si no puede afrontarse adecuadamente, termina en demasiadas ocasiones en «baja laboral». Al menos, en la Comunidad de Madrid, la normativa de la convivencia, permite expulsiones de hasta 29 días…sólo es necesario aplicarla. Ciertamente expulsarles continuamente no es la solución adecuada…pero casi siempre, con muchos de estos alumnos, es la única que podemos dar desde la enseñanza «reglada». Ciertamente, la Administración no «ve» o mejor dicho «no quiere ver», pero en pocos años, si no se toman medidas adecuadas (como por ejemplo docentes en comisión de servicios, en puestos catalogados de difícil desempeño, mayor inversión en profesores de apoyo de forma que siempre haya dos o tres en el aula….) los IES acabarán «reventando».
    En el centro en que presto servicios, los docentes de estos grupos, evidentemente no «están a gusto» desempeñando ese puesto, pero desde mi posición de jefe de estudios, les ayudo y apoyo en todo lo que puedo y no permito que la más mínima falta de respeto hacia un profesor, quede sin la sanción correspondiente (normalmente expulsiones de varios días, con frecuencia, de 29 días)-
    Ciertamente se trata de la última oportunidad que tienen estos jóvenes y adolecentes, pero una vez hecho todo lo que puede hacerse por ellos en un centro educativo «corriente», la única solución, y por el bien del resto del grupo, es apartarles. La Administración debería invertir mas dinero (y sobre todo mejor gestionado que hasta ahora) en Aulas de Compensación Educativas (ACE), pues los alumnos que llegan a la formación básica actual, tienen perfil claro de ACE, y nunca cómo «aprendices» de cualquier enseñanza reglada-
    Mucho ánimo, Samuel.
    Te deseo todo lo mejor.

    Un cordial saludo.

  273. Lo primero, javiier, darte las gracias por tu apoyo.Estoy totalmente de acuerdo con samuel, a mi me dieron la fp basica porque es lo que no queria nadie, tambien sufri lo de una directiva indiferente y una inspeccion educativa que te llega a insinuar que sino sirves para el puesto. Al final estas solo y lo unico que te queda es aguantar y es lo que hay. La decepcion que me he llevado con la educacion ha sido abismal, pero no pienso desisitir de mi sueño de ser profesora por unos «mocosos».

    Un saludo

  274. Raquel, me alegra ver que tu malísima experiencia con la enseñanza, no te haga «tirar la toalla». Aplaudo esa determinación tuya, de «no desistir» de tu sueño de ser profesora.
    Has tenido mala suerte hasta ahora (grupos de alumnos tremendamente difíciles, equipo directivo indiferente (más bien incompetente), e inspección técnica educativa «cínica» o quizás también incompetente), pero no siempre será así y estoy seguro de que llegarás a ser una magnífica docente.
    Mucho ánimo lo que resta de curso.
    Un cordial saludo.

  275. Javier lo que pasa es que nadie quiere coger el toro de la Educación Pública por los cuernos, y ya está. Y la educación pública se nos está yendo, se nos va y los politicuchos de turno no hacen nada, sólo acomodarse en ella, y los inspectores y mayoría de equipos directivos lo mismo, a vivir bien dentro del Ministerio de Educación, y los demás que apechuguen…si de verdad les importara la educación pública esto no pasaba.

  276. Totalmente de acuerdo contigo, Samuel. Si de verdad importara la educación pública…no pasaria esto que está pasando (desde hace años, ya, por cierto).
    Un cordial saludo.

  277. Mi aplauso para samuel, por aguantar todo eso. Yo con menos, no he podido, he preferido retirarme a tiempo.un saludo

  278. Hola a todos y un saludo a las personas que aún tenemos esperanza en la educación .
    Tengo 23 años en la educación y el día de ayer le di un zape (golpe en la nuca) a un alumno, considero no fue fuerte, a consecuencia de que el le había soltado uno a otro alumno, el cual considero fue muy fuerte, lo que me enardeció y me hizo reaccionar de esta manera, sin embargo encare a este joven el cual se molesto demasiado y al momento de sacarlo lo lleve a las autoridades quienes citaron al padre de familia para la próxima semana.
    Sé que el golpe no se justifica, pero este joven en otra ocasión le abrió la cabeza con una escuadra a otro joven en mi clase y no creo que sea prudente que siga intimidando a los demás.
    Estoy fuera de sí, sin embargo lo que haré en función a mi error más allá de la sanción que me pueda pasar es, voy a sacar partido de esto voy hacerme un juicio dentro del salón para saber si resulto culpable y saber que sanción me darán mis alumnos, pensando que en el futuro ellos mismos harán conciencia de su proceder, tres equipos defensa acusador y dictaminador. Esto por supuesto regulado por el profesor que ellos elijan.
    Y que sea quizás, para enmendar mi actitud.
    Espero sugerencias no para salir de problema sino para continuar de mejor manera en mi proceder.

  279. Hola Samuel y Raquel, no estamos solos aunque lo parece.
    Sigo de baja, y cada día me pregunto el porqué de mi situación, qué me ha llevado pese a mi experiencia docente a no controlarlo.
    Los chicos se crecen unidos contra los profesores… deberian estar en otro lugar…a clase se va a aprender y, ¿es eso lo que quieren?
    Los inspectores quieren unos resultados idílicos y no quieren ver lo evidente, la dirección va su rollo y el resto de los profesores no se pueden ni imaginar el día a día dentro de la clase.Las teorías en un despacho a veces no funcionan en la practica. Y a mi entender este invento de la FPB , PCPI o GS no sirve.
    El adolescente necesita motivación y lo mas importante QUERER ESTUDIAR

    Tiene razón Samuel, la única salida es la baja laboral pero…..no es la solución

  280. Javier
    Tienes muy claro el marcar limites a los alumnos y éstos aprenderán que los limites son importantes en todos los colectivos de la vida.
    tu blog me está ayudando mucho. Por favor no cambies de filosofía
    Me dan envidia los profesores y alumnos que te tienen como jefe de estudios.
    Gracias por el ánimo que nos das.
    Con este curso y la FPB tienes para otra tesis doctoral!
    GRACIAS

  281. Luis, me parece cuanto menos, curiosa y simpática la forma en que te prestas a ser «juzgado» en tu aula por tus propios alumnos y por otro docente que ellos elijan. Sin duda, esa experiencia conllevará un mayor acercamiento a esos chicos que aumentarán su confianza en ti (si no de todos si un elevado porcentaje). También te diré que los alumnos suelen ser mucho más duros con sus propios compañeros de lo que somos los docentes. Casi seguro que te acabarán absolviendo y planteando que deberías haber «dado a ese alumno» en el cogote, mucho más fuerte de lo que lo hiciste.

    Ciertamente, dar una «zape» en el cogote a un niño (siempre que no sea muy violento) suele ser algo instintivo (que no debe hacerse), pero tampoco es excesivamente grave, por tratarse de una reacción a una conducta totalmente inadecuada del niño. Por ello no debes «angustiarte». Si esto de todas formas ocurre en España sí habrías tenido un grave problema. Las denuncias de este tipo suelen hundir la carrera de cualquier profesor. Un docente, aquí en España tiene que tener un cuidado exquisito con esas cosas, pues pueden amargarle de por vida. Cualquier docente sabe que los alumnos son «intocables» pase lo que pase en el aula.
    Pero dejando aparte estos detalles de carácter más «burocrático», sí hemos de tener en cuenta que «la violencia siempre engendra violencia» y no es en absoluto un buen método educativo. Tienes que buscar estrategias para utilizar con ese alumno violento, intentando aumentar su empatía y su asertividad. Es probable que tenga pocos amigos por ser violento, con lo cual sería necesario aumentar su autoestima y sus habilidades sociales.
    Es fundamental que, que los chicos reciban una enseñanza (no solo en la escuela, sino también en casa) que les ayude a entender los beneficios del diálogo y la negociación para resolver las diferencias, a fin de que comprendan y entiendan claramente lo que es la violencia y los factores que la provocan, Digamos que, es necesaria «Una educación para la no violencia». Puedes encontrar varias actividades para ello, para realizar en horas de tutoría, en este mismo blog. En la parte derecha, bajo el epígrafe «Recursos», veras dos enlaces, denominados «Educar para la convivencia» y «Juegos para la cooperación y la paz». Ahi encontrarás multitud de actividades encaminadas a ese objetivo.
    Las conductas violentas o agresivas suelen aprenderse a una edad temprana; los padres, y profesores desempeñan un papel fundamental para que los niños y adolescentes se enfrenten y vivan sus emociones sin utilizar la violencia con sus iguales.
    Pero ese alumno (y sus padres) debe tener clara una cosa ( a pesar de que emplees con el esas estrategias pedagógicas que te comento), «Que no permitirás de ninguna manera que se muestre violento con sus compañeros», y que será sancionado duramente cada vez que lo haga, (si bien nunca con bofetadas o golpes físicos).
    Llevas 23 años enseñando, y eso son muchos años de experiencia. Te animo a que sigas en tu línea…tu idea del juicio a tu conducta por parte de tus alumnos, me parece genial. Me agradará saber cómo termina todo.

    Creo que el mejor consejo que puedo darte (además de que plantees varias tutorías para la educación de la no violencia), es que continúes haciéndolo como hasta ahora. Estoy seguro de que eres un magnífico docente.

    Un cordial saludo.

  282. Muchas gracias, Pilar, por tu amable comentario….Y sí, tienes razón, lo que pasa en los IES con los alumnos de Formación Básica, da de sobra para otra tesis doctoral.
    ¡Qué nunca falte el ánimo!.

    Un cordial saludo.

  283. Hola a todos! Yo también he sufrido el dar clase a los grupos de Formación Profesional Básica y realmente resulta muy complicado dar una clase en condiciones. Sin embargo, no estoy de acuerdo con Samuel, no se puede echar toda la culpa a los políticos y jefatura de estudios. Desde mi punto de vista, el docente también tiene responsabilidad, porque debe tener las herramientas suficientes como para ser capaz de enganchar a estos alumnos. Está claro que enganchar a todos no es posible,pero con ser capaz de que 3 o 4 no abandonen el sistema educativo, yo creo que merece la pena el programa. Ánimo Samuel!!!!
    Un saludo.

  284. Carolina, veo que tu experiencia con alumnos de Formación Básica no ha sido «del todo mala». Ciertamente, con que tres o cuatro alumnos con ese perfil no abandonen el sistema educativo es un «logro importante».
    El problema aparece, cuando el docente no es capaz de hacerse con estos alumnos, y sufre cada día humillaciones, vejaciones e incluso insultos directos y explícitos. Si se llega a esa situación y Jefatura de estudios no interviene de forma contundente, ese profesor está abocado a sufrir una angustia y un estrés insoportable, que le conducirá directamente a la «baja médica».
    No vale cualquier docente para trabajar con alumnos del perfil de la Formación Básica. Y el problema es que para cubrir esas vacantes envían profesores desde las Áreas territoriales en función de su posición en una lista, de tal forma que suele impartir esas clases, el último interino que llega al centro, o en su defecto, el último del departamento a donde se haya asignado. Y ello la mayoría de las veces es un verdadero despropósito. He conocido a maestras de infantil cubriendo esos puestos docentes, sufriendo a diario lo indecible, hasta las lágrimas. Esas situaciones nunca deberían llegar a darse.

    Felicitaciones Carolina, por ese ánimo que intentas transmitir a nuestra profesión docente.

    Un cordial saludo.

  285. Soy profesora de matemática en argentina y sufro la violencia en el aula, la indiferencia hacia los contenidos que dicto, la disrupción, la falta de valorarse a si mismos como personas capaces de realizar logros. Lo intento por todos lados, reflexionando con ellos sobre sus capacidades, pasándoles videos sobre personas que han logrado cosas a pesar de sus discapacidades, trabajando en grupos, sentándome a explicarles pero ya no se mas que hacer, sigue la indisciplina, el maltrato entre ellos y hacia mi y hacia mi materia. No aprenden. Me vienen animando tres o cuatro alumnitos que si lo logran. Pero estoy cansada, me siento desvalorizada. Para colmo el equipo directivo y el gabinete psicopedagógico nos piden ideas a los profesores. Ya no tengo mas ideas. Lo único que me queda es pedir licencia por ansiedad y estress, que lo tengo.Pero me gusta lo que hago y no quiero bajar los brazos.

  286. Hola Javier y compañeros.
    Gracias Javier por tu tiempo y dedicación, por escucharnos y además aconsejarnos. Actualmente estoy en un colegio internacional en Alemanía. Afortunadamente no existen los graves problemas de disciplina que hay en España y que leo en las entradas de los blogs, es terrible. Pero existen otros, aqui los protagonistas y causantes de los problemas suelen los padres, que por el hecho de pagar creen que sus hijos deben sacar matriculas. Hoy una madre se quejaba mandando un correo al director de que su hijo había sacado un 5 , pero era porque yo era una mala, malísima…terrible… profesora y no sabía valorar bien el trabajo de su hijo que debía ser de un 6 . Comentarios de este tipo no son frecuentes la verdad, pero haberlos los hay., algunas veces por por razón de las notas otras porque los padres justifican en ocasiones las conductas y comportamientos maleducados de sus hijos. Lo cierto es que trabajo mucho, intento todo para que los niños aprendan y comentarios como estos me afectan bastante. Me pregunto (no llevo mucho tiempo enseñando en colegios) si uno llega a endurecerse un poco con el tiempo….
    Un saludo, si vuelvo a España, llevo ya más de 17 años fuera, quiero trabajar un tu Instituto Javier.!!
    Cristina

  287. ¡Hola a todos!
    He podido leer muchos de los mensajes de este foro y yo que estoy trabajando en Francia creo que estoy sufriendo de acoso por parte de una clase entera de formación Profesional. Soy interina y trabajo en tres centros diferentes dos colegios y un instituto de FP, en este ultimo tengo 5 clases diferentes y sólo me pasa con una y con otra un poco también pues son de la misma filial y se conocen entre ellos aunque unos sean del primer año y otros del segundo. No puedo dar clase con ellos porque es imposible así que he decidido ponerles películas en versión original y así al menos no me humillan. ayer por ejemplo, me dijeron que soy una vieja con Alzheimer y cómo soy española y profesora de español se burlan de todo lo de España. El centro en el que trabajo es enorme tiene colegio, instituto de enseñanza general e instituto de fp. Cada uno tiene un director diferente y luego hay un director para todos. No tengo suerte porque el director de FP considera a sus alumnos (los de esta filial) como los mejores del mundo (esta filial se llama oficios de la seguridad y se preparan para ser policías, bomberos, guardias de seguridad, etc), así que ellos piensan que son la flor y nata del instituo de FP, además, mis compañeros no me ayudan mucho, me imagino que ellos piensan que es culpa mía. Bueno, esto no va a desanimarme porque siendo yo la misma persona, en los dos colegios no tengo ningún problema y con las otras clases de FP tampoco, no son grandes trabajadores pero conmigo son bastante simpáticos. He pedido cita con el director general para el miércoles, para que tenga en cuenta lo que pasa con esa clase y que no es la primera vez pues he sabido que al profesor de español del año pasado le hacían lo mismo, por otro lado, no me gusta tener conflictos porque quizás el año que viene no me den ningún puesto, así que no sé si voy a anular la cita.
    Bueno, muchas gracias Javier Yuste por ayudarnos,
    Un cordial saludo

  288. Dominic, es probable que a tu hija le cueste adaptarse al nuevo colegio y al nuevo grupo, por lo mal que lo pasó en el otro colegio. Es necesario aumentar su autoestima y conviene trabajar con ella ciertas habilidades sociales, a fin de que ella sea capaz de «hacer amigos» y «mantenerlos». Conviene que pongas en conocimiento de su tutor/a todo lo que sufrió en su anterior escuela por el trato que le dieron algunos de sus compañeros (razón por la que la cambiaste de colegio), a fin de que intervenga con el grupo para que no vuelva a suceder nada parecido, y a fin de que nombre a una niña «ayudante» para que se ofrezca a ayudar y estar con tu hija durante el periodo escolar, hasta que consiga tener algunos amigos y amigas. Además, esa «compañera ayudante» podría ayudarla en la realización de las tareas escolares, pues deduzco que tu niña puede tener algún desfase curricular o académico, por los problemas acaecidos en su anterior colegio.
    Es importante que hables también con el orientador del colegio (el psicólogo), a fin de que realice con tu hija actividades, como te dije, encaminadas a mejorar sus habilidades sociales, y a aumentar su autoestima. Tanto el tutor, como el psicólogo del centro son las personas indicadas para intervenir y solucionar los problemas de tu hija.
    Habla a diario con tu hija y explícale que debe mejorar su carácter, pues en caso contrario será difícil conseguir amistades. Te enviaré a tu correo particular un documento con unos cuantos consejos para conseguir amistades y mantenerlas en el tiempo. Conviene que tu hija reflexione sobre ello.
    Espero que con la intervención de su nuevo maestro o maestra, y del psicólogo del colegio, se solucionen los problemas de tu niña.
    Un cordial saludo.

  289. Patricia, admiro tu tesón y sobre todo…»que no quieras bajar los brazos». A veces es suficiente con que unos poquitos de nuestros alumnos «salgan adelante» para recompensar nuestro esfuerzo y para animarnos para seguir «tirando del carro». Aun así, la salud es lo primero. En el momento en que tu ansiedad y tu angustia superen el límite de lo tolerable, deberás pedir esa «baja laboral» por un tiempo. De todas formas, te recomiendo pedir ayuda al equipo directivo del centro escolar. Plantéales el problema. Hazles ver que llegado un punto, no «hay ideas que valgan». Si la jefatura de estudios interviene sancionando las conductas disruptivas continuadas, sin duda, todo mejoraría. También puede resultar de gran ayuda la intervención del propio tutor/a de ese grupo en concreto. Pídele que exija a sus tutorados respeto a tu persona.
    Ciertamente, dar clase hoy a alumnos adolescentes se ha convertido en un verdadero «reto», para los docentes. Te recomiendo que leas, en este mismo artículo, mi respuesta a un mensaje de Marta, de fecha 2 de junio de 2013. En ese mensaje expongo estrategias a utilizar para mejorar la relación de convivencia en el aula con nuestros propios alumnos. Expongo cosas que debemos hacer y otras que no debemos hacer nunca. Ponerlas en práctica podría ayudarte a superar esta situación de crisis que presentas.
    Te deseo todo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  290. Cristina, has conseguido hacerme sonreír con tu frase de despedida. Eres muy amable…te aseguro que en mi instituto, también tenemos problemas. Dices que llevas poco tiempo enseñando (aunque llevas mucho fuera de España). Si continuas varios años más, comprobarás que no es que nos hagamos «más duros», sino que adquirimos «tablas», aprendemos estrategias para manejar la convivencia del aula, y a «lidiar» con los padres…porque la experiencia, sin duda, «es un grado».
    Los problemas que se te plantean allí (padres que exigen a los profesores calificaciones más altas para sus hijos, cuando no el «aprobado» aunque no lo hayan alcanzado), solo se dan aquí en la Comunidad de Madrid, en institutos de determinadas zonas (en muy pocos), en el resto suelen darse los problemas que has leído en las entradas del blog.
    Ciertamente, el sistema educativo español deja bastante que desear, probablemente porque la educación, parece no importar demasiado a los políticos de nuestro país. llevo 35 años en educación, y he conocido 7 leyes educativas diferentes…no hay acuerdos estables para algo tan «sensible» como es la educación, y todo ello nos lleva a una situación complicada.
    Si finalmente continuas en la enseñanza, acabarás siendo una magnífica profesora.
    Un cordial saludo.

  291. Patricia, para considerar o etiquetar como «acoso o bullying» determinadas conductas, es necesario que estas se produzcan de forma sistemática y se prolonguen en el tiempo (meses, e incluso, años).
    En el caso que planteas, creo que solo se trata de una niña agresiva y violenta, que agrede a las demás compañeras.
    Si la niña ha dejado de hacerlo, no es necesario hablar con la maestra. De todas formas, debes estar atenta, porque la agresividad de esa niña podría aflorar en cualquier momento, y convertirse en agresiones rutinarias a algún alumno de la clase (que podría ser tu hija), en cuyo caso sí habría que hablar seriamente con la maestra.
    Habla a diario con tu hija sobre como fue el día en el colegio. Si hay algún problema la niña te lo contará y si no contara nada, lo notarias tú con su cambio de actitud y de humor. Asegúrate de que la niña va feliz y con gusto al colegio. Esa será el mejor indicio de que no existe ningún problema.
    Un cordial saludo.

  292. Virginia, ciertamente, uno de los grupos a los que das clase te están «acosando» descaradamente. En primer lugar mi consejo es que no anules la cita que tienes con el director general, y no creo, en absoluto, que ello pueda traerte ningún conflicto para que el curso que viene no te den ningún puesto.
    Es seguro que el Director general no sabe absolutamente nada de lo que te está pasando. Cuéntaselo con todo detalle. Hazle ver lo poco que aprenden esos chicos de tu asignatura, porque en realidad es imposible darles clase. Hazle ver que el proceso enseñanza-aprendizaje con esos chicos está totalmente deteriorado, porque no te escuchan, porque no trabajan, pero sobre todo, porque te han perdido el respeto. Cuéntale las humillaciones, los insultos y los comentarios ofensivos que hacen de tu persona (hazle ver que con los otros grupos no ocurre nada de esto). Aclárale que necesitas su ayuda (esto solo se resuelve si el equipo directivo interviene de forma contundente), y con voz suave, pero firme, transmítele que esas faltas de respeto no estás dispuesta a tolerarlas. Seguramente, el director general hablará con el otro director, y si tras ello, la cosa siguiese igual, solicita otra reunión con el director general.
    Es verdad que los compañeros, en estos casos no suelen ayudar mucho…más bien, nada. No obstante deberías hablar seriamente con el tutor/a de ese grupo en concreto. No te avergüences de pedirle clara y directamente su ayuda. Dile lo que está pasando, explícale cómo te faltan al respeto y pídele que intervenga para cortarlo. Dile que no sabes ya qué hacer, y que por eso, le pides ayuda. Si lo haces así, de forma clara y directa no se va a negar a ello. Otra cosa es que ponga suficiente empeño en la tarea, pero al menos, alguna intervención hará en tu favor frente a los chicos.
    Otra persona con quien puedes hablar es con el Orientador/a o psicólogo del instituto. Ellos pueden intervenir con el grupo e incluso con los alumnos más conflictivos. Cuéntale también el problema porque seguramente hará lo posible por ayudarte, con algún tipo de mediación.

    También creo que debes hablar con el director de la filial. Dile lo que pasa, pero más que en forma de queja, hazlo desde la perspectiva de que no vas a consentir insultos ni humillaciones de tus alumnos, dile que no consentirás comportamientos inadecuados en el aula y que las faltas de respeto a los profesores menoscaban su autoridad y enfréntale a esos comportamientos de los chicos…¿cómo unos futuros servidores públicos, destinados a trabajar en defender y ayudar a las personas, pueden maltratar a la persona que les está enseñando?. Hazle ver a ese director de la filial, la necesidad de enseñar a esos alumnos determinados valores y normas, así como la necesidad de sancionarles cuando transgreden esas normas. No es de recibo el permitir a los alumnos que insulten y humillen a sus profesores. Es algo que tiene que resolver el equipo directivo.

    Cuando hables con ambos directores, procura estar tranquila (se desarrolle como se desarrollen, no llores en ningún momento), exponles los hechos de forma clara, y con firmeza transmíteles la idea de que no estas dispuesta a seguir permitiéndolo.

    Respecto al desarrollo de las clases, cuando sucede a una cosa de esas, para de hablar, detén lo que se esté haciendo en el aula, y mira fijamente al alumno que haya dicho alguna inconveniencia (hacia tí o hacia algo español). Dirígete a él sin gritos, pero con firmeza….»usted me está ofendiendo…creo que yo no he hecho ni dicho nada para ofenderle a usted». Eso que acaba de hacer es incorrecto y le ruego que no vuelva a hacerlo, porque con ello no solo me está ofendiendo a mí, sino también a alguno de sus compañeros que no piensa como usted»…a continuación le ordenas salir del aula enviándolo a Jefatura. Si el alumno se negara a salir del aula, entonces dile que no continuarás la clase hasta que no se vaya. Si persiste y no se marcha, tras unos minutos, sal tú y busca al jefe de estudios para que lo saque de allí. Solo tendrás que hacerlo una vez, porque los alumnos se darán cuenta que en el aula, siempre «manda el profesor». A veces es necesario tomar este tipo de iniciativas para comenzar a poner orden.
    Seguro que las cosas irán bien…además, ya queda muy poco curso.
    Estoy convencido de que el director general tomará cartas en el asunto.
    U cordial saludo.

  293. Hola Javier,
    muchísimas gracias por tu respuesta y tus consejos. Fui a hablar con el director y poco más o menos me dijo que la culpa era mia. Estaba al tanto de todo porque el director del instituto de FP le había ido a hablar de mí. Le dijo que yo basaba mis cursos en lo audiovisual y el director general del centro me dijo que quizás yo no tuviera la autoridad suficiente con esos alumnos. Seguí tus consejos pero desgraciadamente se me saltaron las lágrimas porque no me esperaba que él estuviera al tanto y no me hubiera dicho nada. Le dije que en los otros centros en los que trabajo no tengo ningún problema y que con las otras clases del suyo tampoco, pero me fui bastante decepcionada y no creo que den un buen informe de mí al final del año. Dijo que haría algo, pero ya casi no queda curso, además esta semana estamos de vacaciones aquí.
    Lo único de lo que me arrepiento es de haber sido tan débil, de lo demás no, porque así al menos ya sé cómo es el cuerpo directivo de este instituto.
    Veremos qué pasa el año que viene, ya te tendré al tanto, yo en todo caso no tiro la toalla aunque el día que hablé con el director me dije que quizás tuviera razón él y que yo no puedo dar clase a ese tipo de jóvenes. Tengo suerte de tener algunas compañeras que me han dicho que no deje esto ni loca que en realidad no es culpa mia, así que yo sigo adelante enseñando nuestro precioso idioma aquí en el país galo.
    Besos y hasta pronto.
    Virginia

  294. He leído el artículo y todos los comentarios. Yo trabajo como profesora particular de inglés, no en colegios. Por muchos años mi trabajo me ha hecho muy feliz y estoy muy agradecida. Sin embargo, hace unos dos años he empezado a notar que los alumnos malcriados, agresivos e insolentes están aumentando. Se supone que mi trabajo es bastante simple porque es individual, sin embargo la situación se ha deteriorado tanto que me siento como varios que se expresan aquí: cansada emocionalmente y con ganas de dejar todo. Me parece que es una actitud que se está extendiendo en todo el mundo occidental y en todos los ámbitos. No puedo imaginar el nivel de sufrimiento de tantos profesores que soportan acoso de grandes grupos de alumnos. Toda mi solidaridad y apoyo. Saludos desde Perú.

  295. Virginia, es realmente decepcionante lo que me cuentas. Has pasado un mal trago para absolutamente nada. Al menos, cómo dices, «ya sabes cómo es el equipo directivo de tu instituto»…»tienen las vergüenzas al aire» . Tú hiciste lo que tenías que hacer, es decir, denunciar el comportamiento denigrante de tus alumnos hacia tí y hacia la asignatura que impartes, a la máxima autoridad del centro. Su respuesta lo dice todo de él y de ese otro director, cuyos alumnos «creen ser los mejores del instituto».
    Lo que más me alegra, es que aun tras esa experiencia tan frustrante «no vas a tirar la toalla», y yo estoy de acuerdo con esas amigas tuyas que te dicen que no debes dejar la enseñanza bajo ninguna circunstancia, porque te aseguro, que cómo dicen, «no es culpa tuya», tu das otras clases en las que no hay ningún problema, y los problemas que tienes con ese grupo en concreto, deberían ser resueltos por el equipo directivo. En todos los centros existe algún grupo parecido a este, y las faltas de disciplina y acoso a sus profesores solo pueden ser «controlados» y «minimizados» por la intervención contundente de la dirección y la Jefatura de Estudios. No es tu caso, por lo que no queda más remedio que «aguantar el tirón». Apenas queda curso, y al año que viene, con suerte, no tendrás ningún grupo con esas características
    Espero que hayas disfrutado de esas pequeñas vacaciones en España, sin duda tan merecidas, y que lo que queda de curso no se te haga demasiado «cuesta arriba».
    Te deseo todo lo mejor, y me agradará saber de ti más adelante.
    Un cordial saludo.

  296. Sonia, seguro que los profesores que sufren acoso por parte del grupo de alumnos, agradecen tu apoyo y solidaridad. Desde luego, algunos lo sufren hasta extremos absolutamente intolerables. Acaban enfermando física y psíquicamente, teniendo que abandonar la enseñanza. Y ello resulta tremendamente frustrante, cuando todo podría arreglarse con la actuación contundente de los equipos directivos. Algunos de estos equipos directivos, no sólo no ayudan al docente en apuros, sino que le culpan de la situación.
    En cuanto a tu situación me parece increíble, pues las clases particulares, que se imparten de forma individualizada se contratan y se «pagan» a fin de que los alumnos superen ciertos retrasos académicos en determinadas asignaturas (generalmente matemáticas y Lengua), y son los padres de estos alumnos quienes deben velar porque estos trabajen y aprovechen bien esas clases individualizadas. Pero como dices, parece extenderse por todo el mundo occidental (y en diferentes ámbitos) un deterioro importante en todo lo relativo a la enseñanza fallando incluso la educación y los valores que han de enseñarse en la propia familia, y que propician alumnos malcriados, agresivos e insolentes.
    Espero que seas capaz de aguantar, aunque el cansancio emocional haga que tengas ganas de dejarlo todo. Al tratarse de clases particulares, no es lo mismo que trabajar en un centro educativo «donde digamos, no existe escapatoria» (a excepción de una baja médica). Tú puedes dejar de atender a aquel alumno cuyo comportamiento inadecuado excede con mucho a una «mínima educación».
    Te deseo todo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  297. Totalmente de acuerdo. Personalmente ya me siento aburrido de esta labor aveces es demasiado dificil dar clase. Asi uno realice una planeacion dinamica sobre un articulo interesante buscando la discusion, asi se presenten videos creativos sobre la vida cotidiana para motivar, los muchachos de hoy dia permanecen des motivados. Por otra parte las directivas siempre nos acusan de no tener autoridad frente a los estudiante cuando ellos no son rigurosos con la norma, de modo que los que no tienen autoridad son ellos. A pesar de que en mis 5 años de experiencia no padezco como en los 3 primeros años, aun debo lidiar con preguntas tontas que buscan desviar el tema, risitas sin explicacion durante una explicacion, aveces rostros aburridos y sin pasion por lo que explicas, a excepcion de unos pocos. Enseñar filosofia ha sido dificil y aunque me he ganado el cariño de la mayoria de estudiantes, me tiene muy desanimado que las directivas me digan que me falta autoridad, o que siempre me critiquen el mas minimo detalle en una clase. Aunque llamo la atencion y regaño y los estudiantes obedecen luego, las directivas creen que mi salon debe ser un silencio absoluto, que con el solo hecho de verme deben callar y escucharme. Si a ese nivel debo llegar para al fin ser reconocido en mi esfuerzo, prefiero claudicar y seguir terminando mi maestria y aplicar para la universidad y enseñar a gente que si le interese el conocimiento. Muchas gracias

  298. Die, ciertamente, las directivas de los centros pueden desmotivar tanto a un docente como los propios alumnos de secundaria de hoy en día, a quienes darles clase hoy, se ha convertido en un verdadero reto.
    Hoy en día es absolutamente imposible que todos los alumnos estén en absoluto silencio ante un profesor de secundaria. Ni siquiera con los más mayores de 16, 17 y 18 años, se consigue de forma total. La directiva de tu centro está fuera de la realidad.
    Aquí en mi país, incluso en los dos primeros años de Universidad, es necesario a veces que el profesor llame la atención a determinados alumnos durante las clases porque «parecen estar a otra cosa» sin dejar de hablar con compañeros.
    No debes desanimarte. Los tiempos que nos está tocando vivir son tremendamente duros para los docentes, pero alguien tiene que hacer éste trabajo, pues de el depende el futuro de cada país. Por eso te animo a que sigas luchando. Ya vendrán tiempos mejores…esta profesión reporta a veces grandes satisfacciones.
    Un cordial saludo.

  299. Hola a todos/as, soy periodista de televisión nacional. Me he animado a escribir en este foro, porque estamos preparando un programa especial donde vamos a tratar la violencia en las aulas sufrida por parte de los docentes en la educación. Queremos valorar hasta qué punto, los recortes en educación, la falta de autoridad en la figura del profesor por parte del alumnado es la causante de todo esto.
    Si algún docente está interesado en participar se puede poner en contacto con nosotros a través del teléfono 91 768 40 17.
    De 10 horas a 21 horas.
    Un saludo.

  300. Muchas gracias afortunadamente esta ha sido una buena semana, el estres es mas por el juicio injusto de las directivas.

  301. Periodista, no es fácil conseguir la colaboración de docentes para que expresen públicamente a través de un medio de comunicación las humillaciones y vejaciones que sufren por parte de sus alumnos. En el artículo sobre el que has dejado tu mensaje, expongo datos de una investigación que realicé en la Comunidad de Madrid hace 13 años. Por aquel entonces y aunque el cuestionario era anónimo, hubo ciertos ítems a los que unos cuantos docentes de la muestra total no quisieron contestar (probablemente por miedo a que en algún momento fuesen identificados). No resulta fácil a los profesores hablar sobre ese acoso que están sufriendo en el aula, cuando gran parte de los equipos directivos de los centros, e incluso sus propios compañeros les culpan a ellos de la situación. Se les culpa de no poseer la habilidad suficiente para controlar la clase, induciéndoles de forma más o menos explícita a abandonar la docencia, porque «no sirven para eso». Los profesores/as que se ven inmersos en situaciones de ese tipo sufren una angustia y un estrés tal, que llegan verdaderamente a enfermar física y psíquicamente, e incluso, a sentirse culpables, cuando en realidad son los que menos culpan tiene de ello. La conflictividad en las aulas de secundaria, se ha venido deteriorando de forma continua desde hace años, y la situación actual supera con creces los resultados de mi investigación cuyos datos reflejo en el artículo.
    En mi opinión, los recortes en educación, aunque influyen sin duda en el ánimo de los profesores, no son determinantes en el acoso a sus profesores por parte de determinados alumnos, pero sí, y mucho, la falta de autoridad del profesor.
    Si me dices de que se trata exactamente, yo podría participar, aunque no como docente acosado, sí como experto conocedor del tema.
    Un cordial saludo.

  302. Die, me alegra que hayas tenido una buena semana. Céntrate solamente en tu trabajo, sin esperar absolutamente nada de la directiva de tu instituto. En realidad esas personas sólo merecen desprecio.
    Te deseo todo lo mejor para lo que queda de curso y siguientes.
    Un cordial saludo.

  303. Hola a todos y gracias por compartir vuestras experiencias.

    Soy docente en Catalunya y hay una nueva normativa «autonomía de centros» que degrada aún más la docencia , Se resume en que los directores ahora pueden decidir a dedo qué docente puede continuar en el instituto y quién no…., -claro está-, tienen potestad para hacer un informe negativo dirigido al gobierno local, la Generalitat -sin argumentos profesionales ninguno-, pero apoyados por todo lo que comentáis:
    – agresión en las clases: a las cuales hacen caso omiso, y si el docente intenta poner disciplina con lo que conlleva, entonces no es un buen profesional.
    – aprobar a los alumnos por sus notas reales: es decir un bajo número de aprobados por la falta de interés en el esfuerzo
    – cuidar la salud: coger una baja laboral por motivos reales de salud (descarto aquí posibles abusos que hayan podido haber), lo que conlleva a las direcciones más trabajo para reorganizar la ausencia del profesor.

    Estos directores y su equipo cobran hasta 1000€ de más que el resto de docentes (según el número de alumnos por centro) pueden decidir sobre el «pan» de lso trabajadores. La lista de interinos es una falacia. Además se han inventad los puestos «K» que se refieren atención a la diversidad, y que son intocables y cubiertos por profesorado elegido por la dirección. Lo más bueno, es que una vez en el centro te das cuenta que muchas de las veces la persona que cubre la plaza «K», está dando clases a alumnos sin ser de atención especial, sino las mejores clases.

    Quiero expresar, que la agresión y acoso del docente va más allá del alumnado y propiciado por la avaricia de «listillos improfesionales e ignorantes» que cubren puestos de dirección sin hacer su faena. Y para colmo, estos directores son apoyados por la administración pública y ya no elegidos por el claustro docente.

    Con estas perspectivas es imposible que vaya haber una mejora, más bien de mal en peor. Y por muchas estrategias de «cursos de inteligencia emocional, coaching, o lo que sea» cuando el indivíduo está expuesto a tal maltrato, falta de reconocimiento y mostrándole que se puede poner en juego su pan,…., creo que ya no hay estrategias de habilidades o experiencia de años para conseguir una mejor adaptación y logros en a docencia. Yo a esto le llamo sobrevivir y a la situación actual un crimen hacia los derechos de la dignidad de la humanidad, alimentado por los intereses del sistema, la sociedad. Y los sindicatos no están actuando a la altura de las demandas deltrabajador.

    Encuentro muy bien un primer paso de expresar de manera pública lo que sucede. Ahora bien, deberíamos de pasar a la acción y eficaz, unidos, con fe.

    Hay un refrán que dice.. «quien algo quiere algo le cuesta». Pero hoy estamos muy acomodados y en círculos pequeños expresamos nuestro malestar, pero no hacemos nada para que haya un cambio y me incluyo en ello. Hoy prevalece la «política» del miedo, a perder su trabajo, a perder parte del sueldo,…, pero si miramos a grandes rasgos, nuestra actitud pasiva durante estos años nos ha llevado a perder la dignidad en nuestro trabajo, a confundir acoso con culpabilidad, a perder la autoestima, y propiciar una sociedad futura ignorante y sin valores representen nuestro país. Esto lo considero una gran pérdida.

  304. Javier:
    Siendo director de un centro me sorprende que hayas abierto este blog al igual que tus comentarios. Tenía entendido que a los directores los tenía muy presionados desde las Administraciones públicas para que hicieran caso omiso de la violencia y problemática general (bajo nivel de estudio, etc) de centro docentes. Al menos es lo que se comenta en Catalunya.

  305. Mari Carmen, aunque soy del equipo directivo de un instituto de Madrid, no soy el Director, soy el Jefe de Estudios. Y como tal, entre otras cosas me ocupo del funcionamiento y del mantenimiento de la disciplina.
    En Madrid, no existe en absoluto ningún tipo de presión desde la Administración, para que los directores hagan caso omiso de la violencia y problemática general en los centros docentes. Otra cosa es que un elevado porcentaje de directores, no presten a la violencia entre iguales, o a la que se puede producir hacia el profesor por parte del alumno, la atención que deberían prestar, tomando las medidas necesarias al respecto. Pero como te digo, no por presión de las Administraciones públicas, sino porque no quieren involucrarse en esos temas o porque en realidad no saben cómo afrontarlo. Suelen no darle importancia y mirar «hacia otro lado» la mayoría de las veces. Yo intento que en mi instituto, no pasen esas cosas.
    Lo que me dices que «se comenta en Cataluña», te aseguro que es totalmente falso.
    Mucho ánimo. Intentemos mirar al futuro con confianza esperando la llegada de tiempos mejores en la educación de todo el país..
    Un cordial saludo.

  306. Mari Carmen, desde luego esa «nueva normativa de autonomía de centros» degrada aun más la ya degradada educación en nuestro país.
    Las comunidades autónomas tienen competencias (en la práctica) plenas en educación. Ello les permite hacer «normativas» como las que explicas que habrá próximamente en Cataluña. Intuyo que pocas comunidades se atreverán a tanto, y te aseguro, que aquí en Madrid no sucede. Los profesores funcionarios, solo podemos ser desplazados del centro en caso de que no haya horas suficientes para el departamento. En ese caso, es desplazado un profesor, que sería el último en llagar si nadie quiere «desplazarse», teniendo siempre preferencia para irse en primer lugar (en caso que quisiera) el docente más antiguo del departamento. Eso se rige así. Solamente para proyectos específicos, el director puede solicitar a la administración que envíe profesores especialistas en comisión de servicios, pero en ningún caso, desplazando a un profesor con destino definitivo en el centro. Creo que como funcionarios tenéis unos derechos (igual que nosotros), y esa normativa tiene menor rango que la Ley General de Funcionarios. Supongo que podría recurrirse.
    Estoy de acuerdo en que la actitud de la mayoría de mostros ha sido pasiva durante todos estos años, esperando quizá que algún día nuestros políticos fueran capaces de ponerse de acuerdo para hacer una buena ley de educación que no estuviese sometida a los vaivenes de gobiernos de distinto color una vez alcanzado el poder. El problema se agravó aún más dejando las competencias educativas en manos de las comunidades. llevo 35 años como docente y he conocido 7 leyes educativas diferentes. Es de risa, si no fuese tan tremendamente trágico porque como dices desde hace años solo se propicia una sociedad ignorante y sin valores. Y ello como también apuntas, es «una gran pérdida» para el país.

    Y por supuesto, solo el equipo directivo puede detener el maltrato sufrido por un docente a quien sus alumnos humillan a diario. No existe ninguna otra solución. Lo triste es que, como dices, un gran porcentaje de los puestos directivos están asignados a personas mediocres e ignorantes, que no solo no apoyan a los docentes en apuros, sino que les culpan a ellos del problema. En esos casos hay poco que hacer. Lo mejor es «escapar» del centro cuanto antes.
    Te deseo todo lo mejor, y como te comenté en mi respuesta a tu otro mensaje, «mucho ánimo, e intentemos mirar al futuro con confianza esperando la llegada de tiempos mejores en la educación de todo el país».
    Un cordial saludo.

  307. Javier:

    Gracias por tu respuesta. Es de agradecer que existan aún personas con cargos y responsabilidades y que las asuman.

    Las normativas comentadas anteriormente, ya están aprobadas en Catalunya des de hace 3 años y profesores funcionarios sin olaza pueden ser desplazados por interinos elegidos a dedo por la dirección. Es más la dirección, puede para asegurarse que dicho funcionario no vuelva, pedir que le firme una propuesta de no continuidad en el centro y no hay sindicato alguno que defienda al docente, ya que la ley lo contempla.

    Como dices, lo mejor es escapar del centro, pero el problema reside que con políticas así, donde el profesor no vale nada y a la dirección se le da tanto poder y no se le cuestiona, esta oportunidad de abuso de poder se extiende peor que una pandemia. Todos somos corruptos frente a la comodidad, avaricia y quedan muy pocos centros públicos que valgan la pena.

    Yo estoy muy decepcionada de todo este sistema. Pienso que cualquier mensaje de educación o ejemplaridad empieza por uno mismo con sus actos y con palabras.

    El currículum docente está lleno de palabras como,,,,,,, educar con valores, por la igualdad, por una integración de la diversidad, etc….., y los representantes son los primeros de pasarse por el forro todas esas palabras y tienen potestad de desplazar a un docente con una generalización como » no encajas en el proyecto educativo del centro». TODO MENTIRA. Y lo que más me entristece que personas tan denigrantes puedan decidir por el pan de unos trabajadores (como los interinos).

    Sé que no va a cambiar nada todo lo que expreso,…., pero es una vergúenza todo lo que está sucediendo en los centros públicos. A esto sinceramente le llamo feudalismo, esclavitud, analfabetización y más.

    Lo que no entiendo es como seguimos tan anestesiados frente a tal degradante situación,…. Igual queremos esperar a salir cuando debamos arrodillarnos para pedir pan. Divide y vencerás y realmente lo han conseguido, estamos todos muy divididos.

    No obstante, gracias por tu blog y saber que hay personas que SÍ tienen como mínimo ganas de expresar lo que pasa hoy en dia.

  308. Mari Carmen, no sabía que en Cataluña funcionabais así en lo relativo a la docencia. Ciertamente los sindicatos desde hace muchísimos años se nutren de los presupuestos generales del estado (en vez de las cuotas de los afiliados), tienen en su «haber» pocas mejoras para el gremio docente, por supuesto, a nivel nacional. Pero no entiendo que situaciones como las que describes puedan darse y que no hayan hecho nada por evitarlo. De hecho, es posible que ni siquiera se hayan preocupado de que se sepa fuera de Cataluña. De algún modo, son conniventes con el gobierno de la Generalitat.
    Es triste que queden, como dices, «muy pocos centros públicos que merezcan la pena». Es absolutamente decepcionante, y me indigna tanto como a tí «que personas tan denigrantes puedan decidir por el pan de unos trabajadores (como los interinos)».
    Ojalá tu «voz» resuene fuerte en este blog y tenga el suficiente «eco» para. que se entere todo el mundo de la situación que los docentes estáis viviendo en Cataluña.
    un cordial saludo.

  309. Javier:

    Gracias por tu respuesta. Agradecería que en este blog se haga ruido de lo que está sucediendo en Catalunya, porque entiendo por tus comentarios, que en otras comunidades la bolsa de profesores interinos sigue siendo prioritaria para elegir centro de trabajo, al igual que los profesores sin plaza puedan quedarse en el centro y no ser desplazados por profesores en comisión de servicio, a decisión de la dirección.

    Otra aberración impuesta en catalunya, son los contratos de 1/3, con lo que se cobra más o menos 700 euros. Conozco indirectamente un profesor de 50 años que debió cogerlo, dejar su piso y coger una habitación alquilada. Este compañero no tuvo opción, en caso de negarse a coger la plaza, lo sacaban de la bolsa. Es més, cuando firmas un contrato con enseñananza indica explícitamente que no puedes dedicarte a ninguna otra actividad remunerada. ¿Qué podía hacer esta persona?

    Javier, ¿me estás diciendo que no están pasando estas cosas en otras comunidades?

    Yo estoy sindicalizada y voy a contactarlos para comunicarles que qué están haciendo. Todo lo que está sucediendo es una aberración y vergonzoso de cara a la dignidad de las personas.

    Os pido que esta información se pase al resto de docentes en España y que nos unamos. Nosotros ya estamos en situación muy precaria.

    Gracias

  310. Javier:

    Creo que podemos definir la educación pública de Catalunya como sigue:

    – docencia privada
    – lo clientes son los alumnos
    – alumnos que se quejen a dirección de un profesor «X», ya han conseguido que este profesor no pueda continuar trabajando en ese centro.
    – es decir: quien nos contratan son los alumnos a través de direcciones acomodadas en su puesto, ya no elegidas por claustro sino por la generalitat.

    Obviamente la mayoría de las quejas de los alumnos son consecuencia de haber realizado el trabajo con responsabilidad: pedir disciplina en clase, pedir que trabajen a diario los deberes, que estudien, y que acepten sus notas de exámenes como un reflejo de su esfuerzo de estudio.

    Se podría decir, que quien sobrevive es quien baja la cabeza, omite sus responsabilidades por miedo a no ser renovado o traslado lejos y de su familia.

    ¿Qué nombre tiene esto?

    Sé que en Baleares quieren implantar ahora autonomía de centros, como lo que describo anteriormente. O se hace algo, o bien, nos vamos todos a pique.

  311. Javier me ha sorprendido mucho que comentes que no sabéis nada de la situación de Catalunya.

    A lo contado anteriormente os añado más información, ya que nosotros pensamos que algunas son a nivel nacional, pero igual no es así:

    – cuando tenemos una baja, los 3 primeros días nos descuentan el 50% del sueldo, los restantes va disminuyendo el descuento, no sé a qué cantidad

    – tenemos en todo el año 4 días no justificables por enfermedad. Acabado el cupo, sistemáticamente se ha de coger la baja aunque sólo sea para un día.

    – las pagas extras no las percibimos desde 2012. Nos devolvieron 200 € en marzo (un 25% de la paga extra que se cobró indebidamente con carácter retroactivo) anterior a la aplicación de la ley .

    – hay diferencias entre interinos y sustitutos. Estos últimos les pagan menos. No estoy bien segura, pero me parece que únicamente las horas de clase, y no cargos (tutoría, jefe departamento, etc). No obstante las direcciones les piden que realicen los cargos del puesto que sustituyen, y como puedes entender, es un ABUSO y un acoso.

    Está todo muy mal, en menos de 3-4 años, se ha perdido a una velocidad exagerada los derechos que consiguieron en los años 70-80 por generaciones anteriores. Y nadie hace nada, prevalece la política del miedo. Posiblemente estemos muy atrapados…….

  312. Mari Carmen, la verdad es que cada Comunidad, impone unas normas (suponemos que sin ir en contra de las nacionales), como si en cada una de ellas quisieran diferenciarse del resto a toda costa.
    Efectivamente, cuando tenemos una baja de tres días, nos descuentan el 50 % de esos días, y entre el 4 y el 20 día nos descuentan un 25 % de los días que estemos de baja. Desde los 21 día hasta los tres meses no quitan nada. Y en enfermedades como cáncer y embarazos de riesgo, no quitan ni en los tres primeros días.
    Esa es la norma, pero en la comunidad de Madrid, no se está aplicando la reducción hasta el 4º día. Es decir, los docentes podemos estar tres días de baja (seguidos o no), que por ellos no nos descuentan nada. Empiezan a aplicar esas deducciones a partir del 4º día. Estas faltas llevan el código 011. El resto de faltas por visita médica (faltas de algunas horas en un día concreto), por fallecimientos de familiares, por hospitalización de familiares, por asistencia a exámenes, por actividades sindicales, por traslado de domicilio, etc (hay al menos 15 motivos diferentes) no quitan nada de la nómina.
    ¿Lleváis tres años sin cobrar pagas extra? ¡Qué vergüenza!. En Madrid nos la quitaron en diciembre de 2012 nada más. Y este año nos han devuelto el 25 %..
    En Madrid el interino suele ser el sustituto del docente de baja y no cobra por el cargo que tuviese la persona sustituida, aunque aquí solo se le exige que realice las funciones de tutoría, si el sustituido fueses tutor. No se les paga los cargos, pero se les hace contrato a horario completo, y se les paga como tal, ya que hacen las guardias de clase o de biblioteca que tienen en el horario el profesor sustituido. Desde hace un par de años creo que a los interinos no se les pagan las vacaciones, mientras que ante de 2012 sí las cobraban. Pero no hay diferencias entre el sustituto y el interino.
    Creo que en Madrid, aun habiendo perdido también a una «velocidad exagerada» los derechos conseguidos en los 80, estamos un poco mejor que vosotros. Afortunadamente, en Madrid, la «Autonomía de centro» no está tan «desarrollada» como allí. Algo que bien utilizado podría ser una herramienta muy valiosa, en manos de dirigentes mediocres y sin escrúpulos se convierte en «zapa» para el propio sistema y en un martirio para los docentes que no se muestran «sumisos» a sus normas y caprichos. Desde luego, mal vamos.
    Un cordial saludo.

  313. Javier:

    Gracias por tu respuesta. Queda evidente que las modificaciones que se han ido realizando en educaci´pón sea a nivel nacional o comunitario, NO han sido para mejorar la calidad de enseñanza. Una lástima. Saludos

  314. Buenas tardes Javier.
    Antes de nada decirte que tienes un blog muy pero que muy interesante. Felicidades.
    Ahora vamos al grano.
    Desde siempre me ha gustado mucho ayudar a mis compañeros con los estudios y explicarles cosas que no entendían. Ver que con mi ayuda otras compañeros conseguían aprobar siempre me ha producido una gran satisfacción. Por ello, y también porque veo pocas oportunidades profesionales con el grado que estudié, me había planteado realizar el master en formación del profesorado de educación secundaria para poder opositar pero por el artículo y comentarios que se pueden leer por aquí está claro que en mi caso era una muy mala idea ya que soy una persona bastante sensible que soporta muy mal ese tipo de presiones ya que no solo me angustia el daño propio sino también me afecta el daño ajeno y la injusticia y cuando no puedo hacer nada para remediarlo me produce una sensación de frustración.
    Recuerdo que cuando estaba en el instituto, como alumno, ya hace 12 años, cuando los profesores eran incapaces de mantener el orden en clase (cosa bastante frecuente) algunos optaban por no explicar la materia, fastidiando así a los pocos alumnos que sí estaban interesados e imperando la impunidad para los que impedían el normal funcionamiento de las clases.
    Por si esto fuera poco las burlas, las humillaciones, los insultos, las amenazas y las agresiones que generalmente hacían grupos de 3 o más alumnos (algunos de ellos, para colmo, hijos de profesores) hacia un único alumno eran reídas y aplaudidas por el resto de los compañeros (creo que era yo el único que me incomodaba tal situación en la clase), lo que propiciaba que estos aumentaran la frecuencia e intensidad de estas acciones. Reinaba la impunidad para este tipo de comportamientos y ni compañeros de clase ni profesores hacían nada por frenar tales comportamientos. Incluso si el alumno afectado se quejaba a los profesores los compañeros de clase le llamaban «exagerado» en el mejor de los casos y los profesores le restaban importancia no sé si por desidia o porque no sabían la gravedad de la situación o quizás por miedo a represalias. Lo cierto es que alguno de esos alumnos afectados tenía pánico de acudir a clase.
    Para mi sorpresa, 12 años después, la cosa parece que en lugar de mejorar ha ido a peor y ahora los profesores también son humillados, amenazados y agredidos tanto por alumnos como por padres de alumnos.
    ¿¿¿Realmente 12 años no es tiempo suficiente para que NADIE haya podido hacer nada para mejorar la situación???
    ¿¿¿Tenemos que resignarnos a aguantar esta barbarie si queremos ejercer esta maravillosa labor como docentes???
    O lo que es peor ¿¿¿tienen que soportar los alumnos de ESO, o bachillerato (que además tienen que estar obligatoriamente en el instituto) la falta de civilización de sus compañeros porque nadie quiera hacer nada???
    ¿¿¿Por qué medidas como el dotar al profesorado la condición autoridad pública mediante leyes autonómicas como por ejemplo la LEY 4/2011, de 30 de junio, de convivencia y participación de la comunidad educativa. En el caso de Galicia no han tenido efecto alguno???
    Sabiendo esto y con la experiencia que he vivido hace 12 años la verdad es que no tengo muchas ganas de volver a pasar por situaciones tan incómodas y ver como impera la injusticia a mi alrededor sin que nada ni nadie pueda hacer nada.
    Por todo ello no hay mejor decisión que la que se toma con información.
    Muchas gracias y felicidades por el blog.
    Un saludo

  315. Chucho, agradezco mucho tu felicitación.
    Efectivamente, el ayudar a los demás puede llegar a producir una enorme satisfacción. Y ciertamente el campo de la educación proporciona un «vasto territorio» para ejercer esa ayuda. Es verdad que el daño propio y el ajeno puede no solo angustiarnos, sino producirnos una gran sensación de frustración, pero no debe ser, al menos inicialmente, un impedimento para dejar de lado, sin más, ese primer planteamiento de «hacer un máster» para después opositar a una plaza de Educación Secundaria.
    Afortunadamente, es un porcentaje pequeño de profesores, quienes sufren estas dificultades «insalvables» que has leído en diferentes comentarios de este blog. Algo, que a priori, no tiene porqué pasarte a ti. Aunque ciertamente, dar clase hoy a los alumnos de Secundaria no es fácil, puedes llegar a adaptarte y ser un excelente profesor. Para dejarlo siempre hay tiempo, y por ello, y a pesar de los comentarios que leíste, te animo a intentarlo.
    Lo que cuentas relativo al acoso entre compañeros es algo habitual en nuestros colegios e institutos. Muchas veces los docentes y los equipos directivos no saben qué hacer ni como afrontarlo. De ahí, mi lucha desde estas páginas para concienciar sobre el problema y erradicar el bullying del las aulas en la medida de lo posible. Afortunadamente cada vez va habiendo más conciencia sobre el problema, especialmente cuando saltan a los medios de comunicación los suicidios de algún adolescente por el acoso que sufría en su colegio.
    No conozco la Ley 4/2011 de 30 de junio de convivencia y participación de la comunidad educativa, por lo que no se qué tipo de sanciones son aplicables a los alumnos. Pero sí sé que en Andalucía, lo más que puede expulsarse a un alumno son tres días. Se dieron casos de agresiones a docentes en centros andaluces, por parte de alumnos, que solamente fueron expulsados tres días. Evidentemente Leyes de ese calibre no tienen ningún efecto sobre las conductas vandálicas de los alumnos.
    Podría ser también que a pesar de poder sancionarse con expulsiones de muchos más días, los equipos directivos no lo pongan en práctica por presiones de toda índole. Con lo cual las leyes tampoco resultan efectivas.
    En la Comunidad de Madrid, puede expulsarse a un alumno por un máximo de 29 días. Y cuando vuelve, otros 29 porque pueden fraccionarse las faltas y sanciones en función de la gravedad de los hechos. Incluso puede cambiársele de centro educativo. Con determinados alumnos es necesario aplicarlo porque el centro no tiene capacidad real para dar solución a los problemas que plantean determinados alumnos, de los que deberían hacerse cargo otro tipo de instituciones.
    De todas formas algo se está «moviendo». La propia sociedad tan permisiva hasta ahora empieza a darse cuenta de que se necesita un vuelco educativo en el que todas las fuerzas políticas se pongan de acuerdo. En los últimos 35 años ha habido siete leyes educativas diferentes, y el producto es exactamente la juventud que tenemos. Nuestros adolescentes son producto de este sistema educativo «amorfo» que mantenemos sin ya apenas convicción. Los cambios sociales son lentos, pero creo, han empezado a cambiar.
    Me agradaría que te replantearas lo de hacer el máster en educación. Y a continuación, las oposiciones.

    Un cordial saludo.

  316. Hola Chucho y Javier,
    vuelvo a escribir porque ayer tuve la reunión de ultimo trimestre de una de las dos clases que este año me han acosado. Solo tengo que decir, que cuando se terminó las apreciaciones sobre los resultados acádemicos de los alumnos, dije lo que me habían hecho y también dije que los otros profesores sabían como eran los alumnos, pues una profesora de inglés dijo casi gritándome que ella se había llevado muy bien con la clase y que la culpa era mia. A estas reuniones acuden generalmente los directores, pues allí estaba el director de FP del instituto y no dijo absolutamente nada, solamente un colega que por cierto es policia dijo que no eran alumnos ejemplares.
    Bien, Javier dice que el porcentaje de profesores que sufren acoso por parte de los alumnos es bajo, pero hay que saber que muchos sufren y no lo dicen a nadie incluso a sus familias. Yo sé que aquí en Francia está muy mal visto hablar de eso, porque quedas como un malísimo profesor. Este año como dije en mi anterior mensaje he estado en 3 centros diferentes, este problema lo he tenido con dos clases de las cinco que tengo en el centro de FP y allí nadie me ha ayudado, es más, bastante gente me ha despreciado y para colmo he sabido que tengo mala fama!
    Como dije yo no tiro la toalla, espero volver a enseñar el curso que viene, pero hay muchos profesores que sufren esto y no lo dicen para que no les pase lo que me ha pasado a mí. Todavía me queda despedirme del director general, porque aquí cunado se es interino lo correcto es hacer un balance con el director sobre el curso, así que me espero cualquier cosa.
    Muchísimas gracias por leer mis mensajes esto me ayuda bastante.
    Hasta pronto,
    Cordialmente,
    Virginia

  317. Virginia, resulta realmente penoso lo que te ha ocurrido. Y ciertamente, cómo dices, hay profesores que prefieren callar y sufrir en silencio las humillaciones que sufren, para evitar otras tan dolorosas como aquellas que les llegarían de sus propios compañeros docentes y de los directivos de sus centros. Desgraciadamente, si ante estos casos no toman medidas los equipos directivos de los centros, poco o nada puede hacerse, salvo la denuncia pública que has hecho tú, poniendo ante los ojos del resto de docentes (aunque simulen no verlo) la cruda realidad.
    Todo lo que te ha pasado invita sin duda a dejarlo todo. Pero esos compañeros que «nunca te han ayudado, que te han humillado, y para los que además «tienes mala fama» solo merecen TU DESPRECIO (y el mío, y sin duda el de muchísimos otros docentes). En realidad son peores que esos alumnos asilvestrados que has tenido.
    Espero que tu reunión de «despedida» con el director general vaya bien. Es probable que en el fondo, el piense que tienes razón, y que como dijo ese compañero tuyo policía, «no eran alumnos ejemplares».
    Mucho ánimo. Te hará falta para afrontar el nuevo curso, y ojalá sea en un nuevo centro cuyo director vele porque los alumnos no acosen a sus profesores.

    Un cordial saludo.

  318. Me alegro mucho de encontrar esta página. Escribo porque tuve un disgusto muy grande ayer con un curso. Una alumna empezó a bardearme -insultarme, maltratarme- Es una persona de 22 años. Pedí ayuda a los directivos. La respuesta fue cara de malhumor de parte de la preceptora y del vicedirector. Fueron al aula, de mala gana, y lo que hicieron fue poner voz de coredero diciendoles a los chicos que si les parecía bien, bla, bla, bla…la alumna empezó a mentir en mi contra que ella estaba tranquila, que no había hecho nada, y que yo en todo caso fui el que la provocó. Lo cierto es que estaban diciendo malas palabras con otros alumnos, frases de doble intención, etc. Yo dije directamente que mentía. La alumna delante del directivo volvió a las andanadas, y fue llamada por la directora. Le dijo que yo le grité cosa que no es cierto. La directora empezó a criticar mi metodología de trabajo sin siquiera haber venido una vez al aula, solamente «por lo que le dijeron». Resultado: tuve que licenciar mis horas.

  319. Fernando, no entiendo muy bien que significa eso de «Resultado: tuve que licenciar mis horas».¿ Significa que te han despedido?.
    Veo que das clase a alumnos adultos, aunque no dices el nivel. Tampoco si trabajas en un centro privado o uno público. Te lo digo por que este tipo de cosas suelen pasar más en los centros privados en los que como pagan mensualmente, se mantiene el refrán de que «el cliente siempre tiene razón». En muchos colegios, antes de perder un alumno, prefieren humillar al profesor ante ellos, como es tu caso, dándoles a ellos la credibilidad y quitándosela al docente. Es duro en ese sentido trabajar en la enseñanza privada (aunque como no lo dices, no se si es el caso).
    Como te dije, no comprendo muy bien la frase, pero si has de volver a enfrentarte a esa alumna, es posible que trate de volver a las andadas y vuelva a faltarte al respeto y a mentir. Te recomiendo que hables con algún otro docente (con el que tengas cierta confianza) que también le de clase, y le preguntes como es su relación con esa alumna, tras contarle tu caso.
    Al tratarse de una alumna adulta (aunque bastante infantil por su actitud), mi consejo es que hables con ella en algún descanso o a la salida de clase. Dile, a solas, nunca ante los compañeros, que te sientes tremendamente dolido por lo que hizo. Aféale la conducta hacia ti, cuando tu único objetivo es que aprenda y supere el curso. Qué tu solo quieres bien para ella,, y que tu papel, aunque no le guste, es reñirles cuando actúan de forma inadecuada. Explícale lo que te han perjudicado sus mentiras personalmente, y hazle ver que hubiese sido mucho más honesto no decir nada ante el directivo, que mentir de forma descarada. Dile que esperas que esa conducta no vuelva a repetirse, porque de repetirse, aunque no lo crea, le perjudica a ella más que a tí, porque la rebaja al «papel de embustera». Hazle comprender que solo los niños mienten, pero que los adultos «asumen la responsabilidad de sus actos». Hazle ver que mentir sobre otras personas tiene consecuencias graves e indeseables, y por ello, no debe hacerse nunca.
    A partir de una conversación de este tipo con ella, esa relación entre ambos que podría enquistarse e ir a peor, cambiará. Y hasta es posible que ella te ayude con el resto de alumnos, para que no vuelva nunca a producirse una circunstancia como la que describes.

    Un cordial saludo.

  320. Buenos días ,

    Estoy haciendo el Master de Profesorado y mi trabajo de Fin de Master es sobre la violencia escolar, agradecería si podéis contestar esta encuesta, es totalmente anónima, o si podéis pasarla a profesores de primaria, secundaria, Bachillerato o FP os dejo el enlace. Gracias por participar

    http://www.survio.com/survey/d/G7Z5P4F0S6P7L3U6K

  321. Mucha suerte con tu trabajo, Marta. Ójala contesten muchos profesores a tu cuestionario.
    Un cordial saludo.

  322. HOLA a tod@s:

    Estoy gratamente sorprendida por este blog. Es impresionante ver en los comentarios las semejanzas en las vivencias del profesorado en las aulas de países tan diferentes.
    Soy de Argentina trabajo en escuela pública y es realmente desesperante muchas veces la soledad con la que uno enfrenta situaciones de violencia con alumnos librados a su impulsividad
    Las escuelas son guarderías, centros de rehabilitación de adicciones, Institutos de menores, clubs, o cualquier otra cosa menos escuela.
    Creo que nuestros gobernantes han encontrado la forma ideal y barata de suprimir un montón de instituciones y reemplazarla por una sola: La escuela secundaria.

    Gracias a todos por compartir sus vivencias . Me siento más acompañada.

  323. Analía, estoy de cuerdo con tus reflexiones. La escuela Secundaria, en casi todos los países “aúna un montón de instituciones”, menos precisamente, “la escuela”. La sociedad, en su conjunto, no solo ha quitado la autoridad a los docentes, sino que les exige proporcionar a sus hijos “una educación” que antaño era sólo responsabilidad de ellos, de la familia. Las familias, cada vez más, presentan una “dejación de funciones” alarmante. Lo que aboca a muchos docentes (como los que dejan mensajes en este blog) a una angustia y un estrés insoportables que les deteriora física y psíquicamente, haciéndoles en muchos casos abandonar la enseñanza. Y nuestros gobernantes parecen “no enterarse”, no son capaces de encontrar “la fórmula” que pare el deterioro a que está llegando la educación en la mayoría de los países del mundo. No parecen darse cuenta de que el futuro de los países, depende de la educación de sus jóvenes.
    Es lo que tenemos, y a lo que debemos hacer frente de la mejor manera posible. Me alegra que tras leer algunos comentarios, te “sientas más acompañada”.
    Un cordial saludo.

  324. Estimado Javier:

    Muchas gracias por contestar.

    Qué bueno sería que hicieras una recopilación de estos comentarios (más tus excelentes reflexiones) y editaras un libro!!
    No hay bibliografía, no hay un discurso estructurado que desarme la lógica de los » técnicos» de los Ministerios que culpa de ineptos a los docentes.
    Saludos

  325. Quizás lo haga algún día. Si me animo, , tu serás la primera en enterarte, Analía.
    Un cordial saludo.

  326. Qué interesante artículo que he logrado encontrar, pues soy docente en Perú y realmente Las instituciones educativas se han visto desbordadas por la violencia que ejercen los estudiantes hacia nosotros y si nos quejamos en la oficina de orientación y bienesttar del estudiante te responden es que no tienes autoridad, si quejas en la dirección te responden del mismo modo. Realmente lo que queda es sufrir en silencio este maltrato

  327. Eliza, hace años, cuando la gente de mi edad íbamos a la escuela, los maestros gozaban de una autoridad plena y absoluta. La sociedad en su conjunto admitía esa autoridad o «auctoritas». Los maestros de entonces (hace más de 50 años) se hacían merecedores del respeto de quienes le rodeaban, a través de sus conocimientos (bastante limitados entonces, pero muy superiores al resto de la población), a través de la experiencia, y a través de la realización durante mucho tiempo de otras virtudes. Entonces, los maestros tenían capacidad moral para emitir opiniones cualificadas sobre determinadas decisiones. Y aunque esas decisiones no eran vinculantes legalmente, ni podía «ser impuesta», tenían un valor de índole moral tremendamente fuerte. Así, la figura del maestro era muy respetada por toda la sociedad.
    Pero desde hace ya años (demasiados), la propia sociedad ha despojado a sus enseñantes de una «Auctoritas», que ahora ha de ganarse a base de «entrega» y «buen hacer». Algo realmente difícil para muchos docentes que han de «lidiar» a diario con unos adolescentes «ineducados» y que en demasiadas ocasiones les hacen objeto de sus burlas y humillaciones.
    Ante esas situaciones, si las Instituciones Educativas, y los Equipos Directivos de los centros no toman las medidas adecuadas, el docente vive un «verdadero infierno». Afortunadamente, los años de «experiencia docente» son «un grado». Con el tiempo se aprenden estrategias para manejar la clase y controlar la convivencia en el aula. Pero no tengo ninguna duda, de que ser docente, hoy por hoy, puede llegar a convertirse en algo tremendamente duro.
    Y las soluciones dependen en gran medida, de las legislaciones al respecto que realizan los gobiernos, en los diferentes países.

    Un cordial saludo.

  328. Señor Yuste:
    Acudo a usted en un momento de profunda desesperación para que por favor me oriente en que debo hacer respecto a mi situación.
    Resulta que desde comienzos de septiembre estoy laborando en un pueblo de Colombia como docente nombrada en periodo de prueba (luego de haber aprobado el concurso docente) en las areas de inglés y tecnología en todos los grados de segundo de secundaria (séptimo grado) y practicamente desde el día en que comencé labores encontré una gran oposición por parte de la mayoría de los cursos que me manifiestan gran desprecio por haberle quitado el puesto a la anterior docente (que era provisional). Esta situación se hace más evidente en uno de los cursos en donde en repetidas ocasiones los alumnos no me dejan dar clase, se burlan de mi, interrumpen continuamente, ya sea haciendo ruidos, riéndose, comiendo, llegando tarde, gritando, diciendo que no me entienden, que no comprenden lo que escribo en el tablero, preguntándome si en otros cursos tampoco me respetan, etc. La situación es realmente díficil con uno de los estudiantes quien es el lider negativo del salón y parece tener mucho ascendente sobre muchos de sus compañeros. He hablado con el, lo he regañado, enviado a coordinación y nada parece servir. Es mas parece ser que ha encomendado a sus compañeros el hacerme la vida imposible y lo peor de todo es que en otros salones al enterarse de lo que pasa me estan empezando también a faltar al respeto cada vez mas.
    No sé que hacer la verdad es que estoy en periodo de prueba y para permanecer en el magisterio dependo de la calificación que me ponga la rectora y un item muy importante es el manejo de la disciplina en la clase.
    En cuanto al apoyo por parte de las directivas, si lo he sentido, ya que los coordinadores incluso me reunieron con el curso y me dieron su apoyo, sin embargo, esto no parecio servir de mucho, ya que en la institución la disciplina es muy relajada y los estudiantes saben que en realidad es muy dificil que les pase algo si no se comportan.
    En cuanto a mis compañeros docentes la verdad no se que pensar, unos me aconsejan unas cosas, otros otras, otros me critican hasta mi forma de caminar y me dicen que los estudiantes te «miden el aceite» (como odio esa frase) y que yo soy muy suavecita, pero ninguno me ha dado hasta ahora una solución práctica como haga esto y esto en tal situación y hablan de mi a mis espaldas. Yo quisiera saber como poder empoderarme pra que este tipo de cosas no me sigan sucediendo, sobre todo desde el próximo año lectivo en donde voy a estar todo el año a prueba. Pienso que de pronto ahora mismo lo que debo hacer es soportar, pero también aprender estrategias que me permitan tener menos problemas el próximo año, en donde se decide mi futuro.
    De verdad yo tenía muchas ganas y motivación para enseñarles a estos jovenes, pero ellos me las estan matando.
    Por otro lado hoy se me presentó una situación realmente grave por la cual me gustaría hablar con usted via e-mail, ya que no sé que hacer y no la puedo ventilar publicamente.
    Espero su respuesta con ansiedad
    Gracias

  329. «Docente angustiada»
    Veo que el comienzo de tus prácticas como docente comenzaron ya mal desde el principio, al confundir tus alumnos los concursos de traslados entre docentes (donde hay profesores provisionales y profesores titulares) con «el robo del puesto» a la anterior profesora. Quizás sea eso lo primero que tienes que aclara a tus alumnos. Explícales cómo funcionan los traslados docentes y hazles ver que tú en absoluto eres responsable de que la anterior profesora haya tenido que dejar ese puesto.
    Es importante que tengas el respaldo del equipo directivo del colegio, porque sin su intervención es difícil, cuando no imposible, superar este tipo de problemas. Es hecho de que la disciplina en ese centro sea bastante «relajada» es un elemento negativo a la hora de afrontar la situación. Y tus compañeros tampoco parecen servir de mucho. No importa que «seas suavecita» con los alumnos, siempre que entiendan que tú eres quien manda en la clase. Es necesario que plantees el problema abiertamente a la clase, aunque pierdas dos o tres clases de la materia correspondiente en ello. Hay que solucionar el problema para poder continuar adecuadamente.
    Dirígete a ellos tratando de hacerles ver que tú no estás allí, no para fastidiarles, ni para hacerles la vida imposible, sino para que al final de curso puedan pasar al siguiente con las materias que les impartes aprobadas. Tienes que hacerles ver que tú no eres su enemiga…que eres alguien que tratará por todos los medios que aprendan inglés y tecnología y que deseas llevarte bien con todos, y que esperas de ellos un comportamiento adecuado en el aula para poder conseguirlo. Hazles ver que no tolerarás que se te falte al respeto ni que se lo falten entre ellos.
    Es importante que ganes su confianza, o al menos la de la mayoría de ellos para que las cosas empiecen a cambiar. A partir de dejar claras esas cosas, muéstrate cercana y amigable, preocupándote de sus problemas, no solo de aprendizaje, sino también familiares. Vuelve a hablar con ese alumno «líder» a solas. Intenta hacerle entender que su comportamiento está influyendo en forma muy negativa en sus propios compañeros que acabarán teniendo dificultades para terminar el curso. Intenta conocer la causa por la que se comporta contigo de esa forma y hazle ver que de continuar por ese camino, el único realmente perjudicado será él mismo, porque su futuro está en su educación, está en la escuela, y si no lo aprovecha ahora se arrepentirá toda su vida. Pregúntale por sus problemas fuera del centro (seguro que tiene problemas familiares importante), y ofrécele ayuda si está en tu mano solucionarlo. Es necesario que deje de verte como una enemiga o como alguien a quien da lo mismo la forma en que se trate.
    Es importante que «te lo ganes», o al menos, que rompas ese «seguimiento ciego» del resto de alumnos a sus consignas (de ahí que hables francamente a toda la clase sobre el tema).
    Por otro lado, debes tener en cuenta que dar clase, además de saber transmitir ciertos conocimientos, requiere conocer y poner en práctica ciertas “habilidades sociales” que además de favorecer el proceso de enseñanza-aprendizaje, posibiliten unas relaciones cordiales con los alumnos.
    Ten en cuenta que esta profesión nuestra como docentes exige bastantes más cosas que el propio dominio de la materia que impartimos. Dar clase hoy, (además de saber transmitir ciertos conocimientos), requiere sin duda, conocer y poner en práctica ciertas “habilidades sociales” que además de favorecer el proceso de enseñanza-aprendizaje, posibiliten unas relaciones cordiales con los alumnos.
    Ten en cuenta que una habilidad importante en todo docente, es saber “corregir conductas” sin descalificar o poner etiquetas al alumno “díscolo”. Hay que mostrar desacuerdo y desagrado respecto a la conducta inadecuada, y no respecto a la persona del alumno, denigrándolo o menospreciándolo o poniendo etiquetas que ellos puedan interpretar como tal. Ten en cuenta también que los adolescentes tienen un sentido extraño de lo que es justo e injusto y enseguida dicen que “su profesor les tiene manía”. Cualquier trato que puedan calificar “de favor” hacia otro escolar lo sentirán como un agravio propio. Es importante aprender a repartir y dosificar las “recompensas” (un halago, un “muy bien”, “se ve que has estudiado”…) a todos los alumnos, incluso a los “díscolos”.
    Cuando trates de corregir conductas, o llegar a acuerdos con tus alumnos, es importante que evites generalizaciones. porque los términos “siempre” y “nunca” tienden a formar “etiquetas” desagradables. Resulta mucho más efectivo el uso de expresiones “frecuentemente”, “la mayoría de las veces”, “casi siempre”…Estas formas permiten a los alumnos sentirse correctamente valorados.
    Al corregir a algún alumno, debes referirte a lo que hace, y no a lo que es. Las “etiquetas” no ayudan para nada a los alumnos, y pueden aumentar sus dificultades. Conviene, además, elegir el momento adecuado. Si se trata de corregir una conducta o pedir explicaciones por alguna acción incorrecta, es mejor hacerlo en privado. Sin embargo, si se trata de elogiar una conducta determinada de un alumno, resulta más positivo hacerlo cuando está presente todo el grupo.
    No debes nunca ridiculizar o descalificar a un alumno. A veces es necesario llamarle la atención por conductas inadecuadas, pero hazlo mostrando enfado por el “hecho” o “conducta” con que estas en desacuerdo, descalificando la acción, pero nunca a la persona. Es conveniente que refuerces cualidades que el alumno demostró en otras ocasiones, diferenciando claramente la falta cometida en este momento, porque si refuerzas la imagen de indisciplinado por las “risas y carcajadas” de sus compañeros, el alumno díscolo se adaptará a la imagen y las expectativas que le transmiten, y es preferible que se adapte al refuerzo por la atención y admiración de sus compañeros, que por sus risas y “burlas”. Además eso les hace sentirse tan “humillados” ante los compañeros, que te “odiará a muerte” y eso no es en ningún caso deseable.
    No pongas etiquetas a tus alumnos (listillo, zoquete, burro…). Entre docentes, más correcto que trasmitir etiquetas de alumnos, es explicar las limitaciones que pueda tener un alumno determinado o sus dificultades personales.
    Recuerda que, aunque vayan bien las cosas, nunca debes ser “colega” de tus alumnos. Debes dejarles claro que no eres “su coleguilla”… eres su profesora de tecnología y de inglés. Ello no quita que te muestres cercana, amigable, y empática con los alumnos, pero sin olvidar el verdadero rol que desempeñas.
    Espero que las cosas mejoren pronto, y que tu calificación sea positiva para poder seguir tu carrera docente.
    Un cordial saludo.

  330. Buenas tardes,

    Soy profesora de Secundaria desde hace pocos meses. Hasta ahora solo había realizado suplencias. Mis alumnos son bastante ‘buenos’ ya que son de clase media y la escuela está implicada. El centro es concertado. Aunque casi no llevo tiempo estoy empezando a aborrecer mi profesión. Llego a casa agotada y sin ganas. ¿Es eso síntoma de que tengo que cambiar de profesión?

  331. Cris, llegar a casa agotada y sin ganas, no es «síntoma» de que tengas que cambiar de profesión. Sencillamente es debido a lo «dura» que hoy en día es esta profesión. Dar clase hoy en secundaria no es fácil. Y por supuesto, si además sufres indisciplina por parte de tus alumnos, y humillaciones y vejaciones que quedan impunes por la inacción del equipo directivo del colegio estarías abocada a sufrir una importante depresión.
    No parece ser este tu caso, porque dices que la escuela «está implicada». El agotamiento tuyo probablemente es más psíquico que físico (aunque suelen solaparse y parecer lo mismo). Intenta ver si la actividad que desarrollas tiene algún sentido. Si crees estar o no haciendo algo valioso, cómo es la educación de tus alumnos. Si está haciendo algo que les beneficiará o no en su futuro…tienes que planteártelo desde esta perspectiva y no desde la óptica de por el cansancio con que llegas a casa empiezas a «aborrecer la profesión». Date un poco más de tiempo, porque acabas de empezar. Ciertamente dar clase hoy resulta duro (y debes concienciarte de ello), pero con el tiempo adquirirás estrategias que te permitirán manejar bien el aula, y volver a casa menos cansada. Aguanta un poco, Cris..porque para dejar la profesión siempre hay tiempo.
    Un cordial saludo.

  332. como trabajador@s que somos, este tema del acoso al profesorado se esta trabajando a nivel sindical? yo creo que el panorama esta pidiendo una huelga indefinida del profesorado para exigir trabajar con dignidad. Se esta permitiendo al alumnado actitudes que no consentirias ni a un jefe en cualquier puesto de trabajo en el mundo de los adultos
    un saludo

  333. Victoria, tienes razón cuando dices que «se está permitiendo al alumnado actitudes que no consentirías ni a un jefe en cualquier puesto de trabajo en el mundo de los adultos».
    Aunque no lo creas (me da la impresión que eres muy joven y llevas poco tiempo en la enseñanza), es algo que viene sucediendo desde hace casi 20 años. Las autoridades educativas tienen gran responsabilidad en este asunto. Constantemente miran hacia otro lado, y la disciplina en el aula y el respeto al profesor parece no importarles demasiado. A consecuencia de ello el problema se ha agravado en los últimos cinco años.
    Respecto a los sindicatos, ANPE puso en funcionamiento «El defensor del profesor» que anualmente, a partir de las llamadas y consultas que recibe, expone los problemas más graves que nos afectan a los docentes. Intenta, (sin mucho éxito visto como empeora el panorama), poner de relieve la importancia de la educación, e intenta mejorar la consideración social de los docentes. Es el único sindicato que al menos intenta hacer ver a la sociedad, aunque a la Administración, como dije antes, parece no importarle, la problemática que se vive a diario en las aulas.
    Según los datos publicados y relativos al curso escolar 2014-15, un 35 % de los casos atendidos se referían a faltas de respeto de alumnos a profesores (aumentaron un 8 % respecto al curso anterior). Un 16 % se referían a acoso y amenazas de los alumnos (un porcentaje similar al curso anterior). Un 6 % se refería a agresiones de alumnos a sus profesores (afortunadamente bajo un 1 % respecto al curso anterior). Un 3 % se referían a agresiones de padres a profesores (un 2 % más que el curso anterior). Un 28 % se refirieron a acoso y amenazas de padres de alumnos (manteniéndose el mismo porcentaje que el curso anterior).
    Creo que las «huelgas indefinidas» sólo deben comenzarse en casos extremos. Sin duda este lo es. Pero te aseguro que la pérdida de autoridad a los docentes nos la ha quitado la sociedad en su conjunto, y es la sociedad en todo su conjunto quien debería movilizarse para solucionar el tema. Son los propios padres quienes deberían exigir a la Administración que legislara en consecuencia. Pero mientras la propia sociedad, la totalidad de padres, no sean conscientes del deterioro a que está llegando la educación no se conseguirá absolutamente nada. Ciertamente, parece increíble que los sindicatos convoquen huelgas contra leyes educativas y no lo hagan contra este problema tan específico y concreto.
    Muchas de las huelgas convocadas y realizadas en los últimos cursos, parecen perseguir únicamente «desgastar al gobierno de turno», pero no solucionar realmente los problemas que tiene la educación.
    Un cordial saludo.

  334. Estimado Javier:

    Soy una profesora que empezó en la docencia en academias hace 8 años. Necesitaba un trabajo y lo primero que surgió fue una academia en la que estuve 5 años y tenia grupos homogéneos de hasta 12 alumnos. Trabajaba todos los días de 4 a 10, sin descansos y bueno, para ser academia, pagaban más que algunos colegios privados pero acabé cansada de ese sitio, de las condiciones que me tenía… Y decidí probar suerte en los colegios…

    onseguí una sustitución a finales del curso pasado que me tome como un trampolín. Era experiencia en un colegio que me podría ayudar a conseguir el ansiado puesto de profesora en un concertado o privado. Así lo hice, di clases a niños de 1º, 2º y cuarto de la ESO , tuve problemillas de disciplina pero era sólo una sustitución trampolín. Acabo y busque y busque en colegios privados y concertados, eché miles de cvs.

    Tuve varias entrevistas y parecía que para ser profesora tenía que ser no sé superwoman y además gustarle al entrevistador, lo cual era complicado.

    El 1 de septiembre me llamaron de un cole privado, fui y , milagrosamente, le guste al entrevistador y necesitaban a alguien con mi perfil y me aceptaron. ¡¡Iba a ser la profe titular!! Llevo 4 meses y me han pasado muchas de las cosas aquí descritas por usted.

    Doy clase a 1º,2º y 4º de la ESO, 35 horas semanales. Al empezar en el cole me dijo una compañera: ´» Aquí lo difícil son los padres, si no te la lían de aquí a finales de curso te hacemos la ola» y me explicó que al ser nueva todo lo que yo hiciera iba a ser mirado con lupa por los niños, que si un profe normal le da a un niño una palmadita no pasa nada pero que si lo hacía yo como nueva que aún no tiene su posición asentada me cuestionarían….

    Efectivamente, así ha sido. Como usted bien dice, los de 1º de la ESO están asilvestrados, y los de 2º , los de 4º algo… Al ser la nueva, me hablan en clase muchísimo, hacen muchísimo ruido… En el cole no me han dejado «sola» han intervenido los tutores etc. aun así acaban volviendo a hablar y a hablar, a hacer ruido y molestar y yo lo paso fatal…

    He hecho cosas mal, como enfadarse, lo cual es algo que debo controlar porque los niños lo huelen TODO. Así que enfadándome no soluciono nada, debo estar serena.. Lo paso fatal cuando hablan y hacen ruido porque la dirección después, aunque no me hayan abandonado a mi suerte, me echa a mi la culpa y me dice que la responsable de la clase soy yo.

    Los problemas derivados de que hagan ruido y hablen es que hay alumnos que son buenos que no pueden atender como querrían o no están tan cómodos como les gustaría y la dirección de nuevo lo pone en mi conocimiento y me ha dicho que lo «medite» y que a ver si la disciplina cambia a partir de Navidad.

    Me ha pasado de todo. Ejemplos:

    -Decirle a un niño que si seguía hablando en el examen le iba a poner un cero más grande que su cabeza y que este dijera que le había llamado «cabezón» cuando en realidad me refería a un cero imponente. Consecuencia: este niño iba hablando mal de mí diciendo esa falacia, que crea rumores y me perjudica. Otro profesor que lleva mucho tiempo y es hombre le llamo literalmente «cabeza buque» y oye eso no lo dice.

    -Una clase va a ver si tengo los más mínimos errores para criticarme, en especial, los más inteligentes de la clase que están pendientes para ver si pueden ir a por mí. Tengo 35 horas y una hora de trayecto para ir y otra para volver a mi casa, más las preparaciones de clases así que sí hay días que me muero de cansancio y sueño y puedo equivocarme en algo, en especial si hay que corregir exámenes, aunque no es lo normal que me equivoque.

    -Un niño que me hizo una foto y la subió a internet llamándome put@, el colegio se enteró y le van a expulsar 3 días…

    -Cómo el ruido en algunas clases era demasiado, les puse un examen más difícil, que no imposible (además presumían de que la asignatura era fácil). Con el examen más difícil han suspendido 7 de 28, 11 de 28 y por ello me critican a mí también cuando va unido a su desidia en las clases (el contenido del examen fue vito en clase).

    -Uno de los profesores del colegio se mostró seco y distante conmigo desde el principio. Lo cual no es problema, pero es que ese profesor lleva 33 años en el colegio, fue director del mismo 10 años y no sé el motivo de su sequedad y rechazo hacía mi porque no le conozco de nada. Lo que pasa es que el tiene peso allí, en cuanto mis clases hacen ruido y el está cerca se que él lo comenta todo a la dirección.

    Este es un resumen de lo que me está pasando.. He leído todos los comentarios y lo que les pasa a otros docentes.. Aguanto en este cole porque lo necesito mucho, no puedo no trabajar y sumar experiencia al cv, tengo 34 años y la oposición me parece incierta porque trabajando tanto lo veo imposible por ahora.
    Me han llamado de un colegio que necesitará a alguien para el curso que viene y es concertado, así que la semana que viene tendré una entrevista con ellos porque son concertados y quizá sea más feliz allí…

    Por favor se admiten palabras de aliento, consejos, sugerencias. ..Vivo en su ciudad no muy lejos de Fuenlabrada, me han llamado de muchos colegios para hacer sustituciones y aguanto aquí por ahora porque en términos de contrato el suyo es hasta fin de curso, pero tengo miedo de que me echen. Antes de Navidad ya me dio un toque la jefa de personal diciendo que a ver si mejora la disciplina que estoy teniendo muchos problemas..

    Un saludo y mil gracias.
    V.

  335. «Profesora que Buscas Vocación», Intuyo por tu escrito , una gran fuerza de voluntad y una enorme determinación en querer dedicarte el resto de tu vida a la enseñanza. Te felicito por ello. Veo las dificultades que has tenido que ir superando para conseguir una plaza de profesora titular y las dificultades que estás encontrando en tu trabajo. Dar clase hoy en secundaria se ha puesto tremendamente difícil. Y en los centros privados (también, aunque no tanto en los concertados) mucho más difícil que en los públicos, pues a un comportamiento similar de los alumnos, se unen las 35 horas semanales de clase…y eso, tal y como está la situación, agota.
    Por otro lado, la experiencia acumulada en tus ocho años dando clase en academia, no sirven de mucho, porque la dinámicas son totalmente distintas. Eres joven, eres mujer, y con poca experiencia, ingredientes que hacen al docente más vulnerable ante el «acoso de los alumnos». Hazte a la idea, de que este curso te va a costar…pero con la determinación que tienes, estoy seguro que conseguirás ser una buena profesora. Sólo necesitas un poco de experiencia
    Me cuentas que tienes el apoyo de la dirección. Pero a mi ese apoyo me parece muy pequeño. En mi centro un alumno hace una foto a un profesor/a. la etiqueta con la palabra puta y lo sube a internet y se va a casa 29 días (máximo que permite la Comunidad de Madrid). Si lo hace de un alumno, puede que se vaya solo 15 días, pero se le hace ver que es un delito y se anima a los padres a que lo denuncien en comisaría.
    Al tratarse de un alumno de 1º de ESO, es probable que no sea consciente exactamente el alcance de lo que ha hecho. Y no se trata de «machacar» al alumno, pero con un castigo tan leve, él nunca llegará a tomar conciencia de la gravedad del asunto.
    Por lo pronto, lo que necesitas en mantener cierta disciplina en el aula y que los alumnos te hagan caso. Es importante que tú tengas claro que quien manda en el aula eres tú. Es verdad que no debes perder los nervios, ni la calma. Debes mostrarte serena. y no «gritar» salvo casos muy excepcionales, porque los alumnos se acaban habituando a ello.
    Es importante que hables seriamente con ellos y les digas que de esa forma no se puede continuar, porque entonces no aprenderán nada y serán ellos los únicos perjudicados. Y que si no se mantiene cierto orden en la clase, les castigará y les quitarás 10 minutos de recreo (o el recreo completo, aunque evidentemente asi también te castigas tú pues tendrás que quedarte con ellos durante ese periodo), pero cuando lo pones en práctica suele dar resultado. O dejarles castigados un tiempo extra al salir del colegio. El asunto es buscar que tipo de sanción les «duele más» y aplicarla cuando sea necesario.
    Habla con sus padres, aunque no seas su tutora. Si algún alumno te crea problemas en el aula, hazte con su teléfono y coméntale a los padres el problema para que hablen con su hijo, porque si no tendrá problemas para aprobar la asignatura. Pero siempre diciéndoles que tú quieres ayudarle, pero que con su comportamiento solo él es el que se está perjudicando. Se trata de avisarles con tiempo, para que entre ellos y tu solucionéis el problema antes de que lleguen las notas. Y no dejes nunca que un mal entendido circule por el colegio (como eso de que llamaste «cabezón» a un alumno. Aclárale a ´él lo que quisiste transmitirle, incluso dile que en ningún momento quisiste ofenderle).
    Ten en cuenta que los alumnos, incluso algunos de bachillerato, tienden a confundir la acción con la persona. Si le dices a un alumno «deja de hacer payasadas» el dirá que le has insultado, que le has llamado payaso. Es mejor decirle…»»deja de hacer payasadas, porque tú no eres un payaso, ¿verdad?…entonces no hagas cosas que hacen los payasos». Respeto al cero que pusiste hubiese sido mejor decirle…»si sigues asi, te voy a poner un cero como tú de grande…fíjate que cero tan enorme».
    Te recomiendo que leas, (aunque quizás ya lo hayas leído), mi respuesta de 17 de octubre, en este mismo artículo a «Docente angustiada». Ahí comento algunas formas de actuación con los alumnos respecto a la corrección de conductas, que, si las pones en práctica pueden ayudarte a resolver tu problema de indisciplina. Debes intentar ganarte la confianza de tus alumnos, haciéndoles ver que así no pueden continuar.
    Te aconsejo también que intentes un acercamiento a ese profesor que lleva 33 años en el centro. Dile que quisieras hablar un día con él, que necesitas trabajar y por eso necesitas su consejo. Dile que estás segura de que los alumnos en sus clases no se portan como se portan contigo, y pídele, por favor, algunos consejos para controlar el aula. Sé sincera con él, dile que necesitas el trabajo y temes que te echen. Seguro que te dará algún consejo, o al menos, dejara de decir o comentar a la dirección que los alumnos de tu clase hacen ruido. Aunque no te conozca el de nada y se muestre seco contigo, tú sé muy amable con él y trata de ganar su confianza aunque al principio de cueste un poco. Es el más recomendado para ayudarte de aquí a que finalice el curso.
    Deseo que tengas suerte en tu próxima entrevista. Seguro que en la concertada serás más feliz que en dónde estás ahora. Y no sé tú especialidad, pero quizás podrías apuntarte a la lita de interinos de la Comunidad de Madrid. Es verdad que ello no te asegura el trabajo (y actualmente, menos que hace cinco o seis años), y puede que estés un año trabajando solo medio curso y en diferentes centros, pero a partir del primer año las cosas suelen mejorar bastante. Bien es verdad que hay especialidades que se «mueven más que otras», pero te animo a que lo pienses. Ello además te permitiría preparar y «ganar» puntos para la oposición. Si de verdad quieres dedicarte a la enseñanza, te animo a que aprobar algún día la oposición, sea tu verdadera meta. Pero trabajando mientras como interino. La diferencia es importante.
    Mucho ánimo. Ya solo quedan dos trimestre para que acabe el curso.
    Te deseo todo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  336. Buenas noches:

    Sé que este no es un foro, pero siento que es el mejor sitio para expresar lo que me ha pasado.

    Este viernes pasado he sido despedida por los problemas que he tenido, en especial con la disciplina.

    Creo que lo que ha pasado es lo mejor que me podía pasar porque el viernes de la semana anterior un niño me puso pintauñas transparente líquido dentro de mi botella de agua y ya no aguantaba mucho más. Además el colegio no le castigo ipso facto, de hecho todavía no le han castigado.

    Me aconsejaba usted que los castigara en el recreo aunque me castigarse a mi, ojalá pero no me dejaban dar castigos colectivos así que como mucho castigaba a alguno de forma individual y con mucho esfuerzo para que cumpliera el castigo, estando alerta de que lo cumpliese.

    He vivido una pesadilla, he dado clases después de Navidad, algunos grupos habían mejorado, pero otros, especialmente los de primero de la ESO, eran horribles.. Seguían igual o peor, en uno de ellos entraba en clase y parecía invisible para ellos… Luego los padres se quejaban a dirección de los problemas de disciplina, del ruido y el colegio me ha culpado de ello a mi.

    Siento pena, vergüenza y no sé que será de mí. He tenido mientras estaba en este cole llamadas de otros y quería seguir fiel a mi palabra y estar ahí este curso, por cuestión de palabra…El jueves que viene tengo otra entrevista en otro concertado.. A ver que sucede, aun consiguiéndolo me gustaría poder controlar mejor la disciplina porque me da terror pensar que se repita la misma historia.

    Por algún motivo no encaje en el colegio de niños pijos en el que estaba en el que todo el mundo se quejaba por lo más mínimo, en el que castigue un día a un niño y me dijo que se iba a quejar de eso y que me iban a echar…. El dinero todo lo puede parece, y el colegio sólo quiere la pasta. Si eres un mono con dinero entras en ese colegio y te harán caso. Si maltratas al profesor y le maltratan muchos otros le echan a él…. Así sucesivamente.

    No sabía que podía apuntarme a lista de interinos,¿ como funciona?¿ He de ir al ministerio? ¿Y sin hacer examen?

    Gracias por todo. Hasta siempre.

  337. Estimada «profesora que buscas vocación» Siento enormemente que te hayan despedido de tu puesto de trabajo, cuando es el equipo directivo de ese colegio (Director y jefe de estudios) los únicos culpables de lo sucedido. Pero es lo que tienen los colegios privados, que prefieren despedir a un docente antes de prescindir de un alumno que «paga muy bien» su ¿educación?.
    Es vergonzoso. Pero este paréntesis hasta que encuentres otro centro dónde trabajar no debe afectarte anímicamente. Te aseguro que todos los centros privados son iguales, pero no así los concertados (al menos una gran mayoría) ni los públicos, pues aunque también en ellos puedes encontrarte «grupos difíciles» no te despedirán por el hecho de que con ellos te cueste mantener la disciplina.
    Ciertamente esta página no es un foro, pero lo leen muchos docentes. Es una lástima que no hayas dado el nombre del centro para que queden a la luz sus nefastas prácticas educativas.
    Para ser interina debes pasar por las Áreas Territoriales en dónde quisieras trabajar y allí te informan detalladamente de lo que tienes que hacer. Si tu especialidad apenas tiene gente en la lista, sólo te pedirán fotocopia del título de licenciada compulsada. Algunos títulos permiten apuntarte en más de una especialidad. Te informan allí. Antes, (no sé si seguirá vigente) obligaban a presentarse a la oposición y a sacar un mínimo de nota para estar en las listas. Pero no siempre fue así. Ahora mismo no sé exactamente cómo está el tema, pero acércate una mañana a informarte porque no pierdes nada y puedes ganar mucho. Incluso puedes llamar por teléfono y pedir que te pongan con interinos, aunque creo que es mejor hacerlo en persona.
    En Madrid hay cinco Áreas territoriales:
    Madrid CENTRO: abarca los institutos de Madrid capital. está en c/ Vitruvio nº 2, 28071 MADRID. D.A.T.: 91.720.30.00
    Madrid SUR: abarca los institutos de la zona sur de Madrid: Getafe, Leganés, Móstoles, Alcorcón, Parla, Pinto, etc. Está en Calle del Maestro, 19, 28914 Leganés, Madrid. Teléfono:917 20 27 00

    Madrid ESTE: abarca los institutos de la zona este de Madrid: Torrejón de Ardoz, Alcalá de Henares, Daganzo, etc. Está en c/ Alalpardo, s/n ó c/ Jorge Guillén, s/n
    28806 Alcalá de Henares (MADRID) Tel: 012 – 91.887.20.00
    Madrid OESTE: abarca los centros de la zona oeste de Madrid: Las Rozas. Collado Villalba, el Escorial, Majadahonda, etc. Está en Calle de la Granja, 4, 28400 Collado Villalba, Madrid. Teléfono:918 56 25 00

    Madrid NORTE: abarca los institutos en ciudades o pueblos del norte de Madrid: Algete, Alcobendas, el Molar, San Agustin de Guadalix, Tres Cantos, Colmenar Viejo, La Cabrera, etc. Está en Avda. Valencia, s/n . Código Postal: 28702 San Sebastián de los Reyes. Teléfono: 91 720 38 00

    Dependiendo de la zona de Madrid en que vivas, te vendrá mejor una zona u otra (si tienes coche), sino te conviene Madrid Centro, pues ahi tienes trasporte público para ir a cualquier instituto, si bien, a veces atravesar Madrid de punta a punta es peor que ir a un lugar cercano como Torrejón, o Alcobendas.

    Deseo que tengas suerte y encuentres pronto un centro educativo en el que trabajar. Uno concertado, pero sin olvidar el tema de la interinidad y la meta en aprobar algún día la oposición. Olvida cuanto antes tu mala y desgraciada experiencia en este colegio (la culpa no ha sido tuya), y por supuesto no pienses que puede volver a pasar. Encara el futuro con optimismo.
    Me alegrará saber de tí de vez en cuando para ver cómo te va.

    Un cordial saludo.

  338. Hola llevo desde el 80 en un colegio de Educación Especial, cada vez que leía o me enteraba del acoso a profesores en la enseñanza secundaria pública, lo veía lejos pero impactante, pensaba que en mi colegio no se daria nunca ese tipo de acoso, porque estos chicos tienen una sensibilidad maravillosa y estas recibiendo siempre muestras de afecto, la semana pasada empecé a formar parte con mucha tristeza, indignación, de este grupo.
    Una alumna de 19 años de edad cronológica y 1año y medio de edad madurativa le contó a su madre que yo le había indultado y pegado un bofetón, cosa que no he hecho, me costó que el director y la jefa de estudios me creyeran, es más me amenazaron con el despido. El psicólogo intervino hablando con la niña y con las compañeras y según el psicólogo que conocía a las 3 alumnas interrogados se vio que había mentido, pero los padres están dispuestos a denunciarme a la primera de cambio. A la alumna me la han quitado del grupo, hecho en el que no estoy de acuerdo porque al hacerlo, dudan de mi profesionalidad lo que me agrada es que tanto el director como algunos de mis compañeros han salido en mi defensa ante los padres. La alumna cada agresión verbal o física que recibe de sus compañeras en situaciones de la jornada escolar, me lo adjudica a mi y los padres vuelven a creerle. Esta es mi situación.

  339. Me alegra saber que hay profesores que hablan de sus experiencias porque, desde mi opinión y mi experiencia como profesora en secundaria durante 8 años, el maltrato escolar (hacia profesores y entre alumnos) es un problema sistémico que ocurre en muchísimos más centros de los que creemos. No hay ni un solo centro en el que haya trabajado en el que no haya presenciado esta violencia : todos los años he sufrido maltrato por parte de mis alumnos, da igual que estos sean de clases socioeconómica alta o baja, he sido insultada y amenzada, ignorada y humillada en todos y cada uno de los centros en los que he trabajado. Afortunadamente, no he vivido situaciones tan duras como las que describe el artículo, pero he vivido situaciones que no son tolerables bajo ningún concepto en una sociedad democrática y mucho menos en un centro educativo. Es brutal el grado de violencia que esta sociedad «civilizada» considera como aceptable.

    Me da la sensación de que la sociedad está reaccionando (lenta y torpemente) ante el maltrato o acoso escolar entre alumnos, pero que no sucede lo mismo en los casos de maltrato hacia el profesor. Se considera algo normal, como un gaje del oficio, como hace años cuando casarte con un hombre podía entrañar con toda naturalidad el riesgo de que te insultara o te pegara.
    Es una barbaridad que ante casos gravísimos de maltrato al profesor algunos esgriman el argumento de que para esta profesión hay que tener vocación, y de que todo se soluciona hablando con el alumno para ver qué problema tiene. Imaginaos que le dijeran eso a una mujer maltratada.
    Es una barbaridad y, desgraciadamente, es una constante en los casos de maltrato: la de culpabilizar a la víctima de las acciones del agresor, es más, ese tipo de comentarios son cómplices de la violencia a la que diariamente los profesores nos vemos expuestos en las aulas.

    Espero que con el paso del tiempo esta sociedad vaya evolucionando y deje de estigmatizarse al profesor y a culpabilizarsele de la violencia de la que es víctima, cosa que hacen no sólo padres y alumnos, sino muy especialemente los «compañeros» de profesión.

    Ánimo a todos mis valientes compañeros que han sufrido en las aulas y un aplauso grande por ser humanos y contarlo.

  340. Isabel, el caso que planteas es excepcional, pues en los centros de Educación Especial no se da acoso hacia el profesor. Lo corrobora que llevas 30 años trabajando con alumnos con necesidades educativas especiales, y veías «muy alejado» de tu trabajo diario este tipo de problemas. Ese «acoso» que sufres de esa alumna proviene de algo psicológico, que seguramente ni ella es consciente de ello. Se trata de algo totalmente diferente al acoso que sufren determinados docentes, del alguno de sus alumnos. A diferencia de tu alumna, ellos sí tienen intención de dañar.
    El que te hayan retirado de tu grupo a esa alumna, no debes tomarlo como «que dudan de tu profesionalidad», sino cómo algo beneficioso para tí. Esa alumna, por un problema psicológico te acusa de maltratarla, y ante unos padres, te sería muy difícil demostrar lo contrario, a no ser que toda tu jornada de trabajo fuese grabada en vídeo. Además, dices que incluso no estando en tu grupo, te sigue adjudicando a ti la autoría de cada agresión física o verbal que recibe de otros compañeros. Procura alejarte lo más posible de esa niña. Probablemente con el tiempo, deje de acusarte. Me alegra que el equipo directivo y tus propios compañeros defiendan tu profesionalidad y tu buen hacer ante los padres.
    Mi consejo es que sigas desarrollando tu magnífica labor como hasta ahora, y no le tengas en cuenta a la alumna «su acusación hacia ti» porque con un año y medio de edad mental los niños fabulan cosas extrañas. Tampoco se lo tengas en cuenta a sus padres (aunque te haya dolido mucho). Esos padres, seguramente no entienden (o no asumen) la enorme discapacidad mental de su hija, y ese amor de padres, hace que intenten defenderla a ultranza sin pararse a pensar siquiera la posibilidad de que podría estar mintiendo. Procura olvidar el asunto cuanto antes, y hasta que esa alumna deje de acusarte, procura que otros compañeros tuyos sean testigos de tus actuaciones, y que puedan corroborar que todo es invención de la niña.
    Espero que pronto se solucione todo.
    un cordial saludo.

  341. Cordelia, efectivamente, tal y cómo dices, es «brutal el grado de violencia que esta sociedad civilizada considera como aceptable», y es triste que sea precisamente en la escuela, lugar dónde se forja el futuro de cada país. Tocan malos tiempos para la educación en España. Todo el mundo conoce el desastre en que hoy por hoy está inmersa la educación secundaria, pero ni la sociedad en su conjunto, ni nuestros políticos parecen saber qué hacer. Hago míos tus deseos de » que con el paso del tiempo esta sociedad vaya evolucionando y deje de estigmatizarse al profesor y a culpabilizársele de la violencia de la que es víctima, cosa que hacen no sólo padres y alumnos, sino muy especialmente los compañeros de profesión», porque es doloroso que alumnos y padres acosen al docente, pero es mucho más doloroso que sean tus propios compañeros quienes te culpen de esa violencia y de no saber o no poder contrarrestarla..
    La reacción «lenta y torpe» de nuestra sociedad (que se está produciendo actualmente) frente al acoso entre iguales, lleva, en nuestro país más de 30 años de retraso. Esperemos que no haya que esperar tanto para que los Equipos Directivos y las Autoridades Educativas tomen en serio el grave acoso que hoy por hoy sufren muchos docentes en las aulas de Secundaria.
    Desearía que recales en un instituto dónde no se permitan, bajo ningún concepto, los insultos, las amenazas ni las humillaciones de alumnos a sus profesores, sin que se aplique, de forma inmediata una sanción importante al autor de esos comportamientos.
    Un cordial saludo.

  342. Triste realidad social. Ya la violencia le resulta placentera.

  343. Soy profesora y constato que todo lo expuesto en el artículo describe la triste realidad de la enseñanza pública.
    Me entristece profundamente el panorama.

  344. Rosa, estoy seguro de que un porcentaje elevadísimo de docentes de la enseñanza pública, opinan exactamente como tú.
    Nos encontramos ante un panorama tremendamente desolador. Y sí, es algo realmente triste.
    Un cordial saludo.

  345. Yo no soy maestro, quizas me atreveria a serlo porque soy de caracter vertical y meridiano. Desearia serlo yo en vez de mi esposa de 41 años, maestra desde hace unos 20 años y no ejercio su profesion sino hasta este año y cada dia su respuesta a mi como te fue? Es la misma: Pesima conducta abusiva y retadora de su autoridad por parte de algunos niños y en especial uno, el cual es un verdadero demonio, escucho lo que le dice a ella y digo: un verdadero delincuente tenes en clases, un violador, ladron, narco o lo que sea hay alli potencialmente hablando. No es como en mi epoca. Jamas pase de hacer una broma inocente a un profesor, eso es lo peor que hice. Mi esposa tiene que aguantar verdaderos demonios malcriados, hijos alcahueteados que jamas han sido amonestados. Me da coraje, quisiera estar yo alli para grabar semejante salvajismo escolar y tener una prueba fehaciente de este fenomeno producto de esta podrida sociedad sin valores de nada. Escribo para desahogarme desde C.A.

  346. Estuve pensando sobre la profesora a la que una alumna denuncia y sus padres, por no variar, la creen antes que a un adulto.

    Mi consejo es que esa profesora se coja una baja o incluso un permiso sin sueldo, y que espere a que la.niña vuelva a acusarla.

    Cuando vuelvan los padres al centro a protestar que Dirección les diga que esa profesora ya hace tiempo que no va a trabajar, y por tanto que es la profesora la que puede demandar a.los padres por calumnias y falsas acusaciones.

  347. Arístides, lo que planteas es como una plaga a nivel mundial. Las diferentes sociedades, de prácticamente todo el planeta (salvo tres o cuatro excepciones), han permitido y siguen permitiendo lo que ocurre en las aulas a diario. La instrucción y la transmisión de los conocimientos han dejado de ser prioritarios y se exige a los maestros que eduquen a estos niños asilvestrados, a quienes sus padres no educan ya de forma correcta. La sociedad exige a la escuela que haga algo que en realidad, tenían que hacer los padres…educar a sus hijos. El cambio de los valores de antaño por los actuales, y el desprestigio de la figura del maestro, hace que, muchos docentes tengan que soportar lo que tu esposa parece soportar a diario. Malos tiempos para la educación por la nula visión de futuro de nuestros políticos. La educación no aporta réditos electorales a corto plazo, que es lo único que ellos buscan para ganar elecciones. La legislación educativa cada vez es más deprimente, y la inversión en ello es a todas luces insuficiente. Esperemos que esto cambie por el bien de las generaciones venideras.
    Deseo lo mejor para tu esposa, y que esa situación que está viviendo no la lleve a enfermar.
    Un cordial saludo.

  348. Luisa, parece una buena idea lo que planteas, pero la vigilancia con cámaras durante varias horas al día supone una instalación y un coste que no se si el centro educativo estaría dispuesto a asumir. Tampoco sabemos si la profesora estaría dispuesta a coger una baja, o a pedir un permiso sin sueldo, pues ello dependerá de la situación socioeconómica de la profesora.
    Al tratarse de una alumna con deficiencias psíquicas quien la acusa, creo que la mejor solución (aunque para la docente le parezca que es poner en duda su profesionalidad), es cambiar a esa alumna a otro grupo, con otro responsable. Y es creo, la solución «más barata». El problema desde luego se complicaría si en ese colegio no existiese esa posibilidad, en cuyo caso si seria necesario tener en cuenta tu idea, no tanto para que la docente pudiese demandar a la familia de la alumna por calumnias, sino para convencer a esos padres de que la profesora nunca maltrató a su alumna.
    Un cordial saludo.

  349. Hola,
    Soy una alumna en prácticas en un IES que funciona bastante bien. Con bastante bien me refiero a que los jefes de estudio se implican mucho en todos los aspectos de funcionamiento del centro, incluidos las cuestiones referidas a los comportamientos disruptivos de los alumnos. En general el centro no destaca por la mala conducta de los alumnos. Pero yo, como novata cien por cien, he dado clase por primera vez, aunque sea en prácticas pero he estado manejando la gestión de una clase y lo que ello conlleva. Bien, pues no sé si por mi edad y por lo joven que soy, y además, que no termino de diferenciar los límites entre profesor-alumno, los alumnos no terminan de respetarme. Y aunque, no son faltas graves, hacen que pierda el control, me desconcentre y no sepa actuar ante determinadas situaciones. Además veo que me supera la situación en muchas ocasiones.
    Todo esto me tiene muy preocupada porque si en diez sesiones que llevo tengo una ansiedad y malas sensaciones, no quiero pensar en el futuro, en vez de motivarme me produce ansiedad y miedo ante lo que espera en las aulas. Y todavía más, teniendo en cuenta que lo que he vivido no es nada en comparación con lo que puedo encontrarme.
    Hoy por hoy me veo incapaz, y no sé si es normal, o es que no es mi profesión. Me da mucha rabia porque he querido ser profesora desde siempre, creo que tengo vocación de verdad, pero la mala educación y los comportamientos actuales de los adolescentes hacen que me replantee si quiero pasar el resto de mi vida aguantado eso día a día y lo que es peor, que me afecte de forma personal y psíquica.
    Agradecería algún consejo, ya que estoy muy preocupada y desmotivada de cara al futuro…
    Gracias

  350. Estimada «novata». Te diré que ser docente «mujer» y con «poca experiencia» son dos factores de riesgo para sufrir acoso por parte de los alumnos.
    Ciertamente, dar clase hoy, en secundaria se ha convertido en «una profesión de riesgo». Un riesgo tanto físico como psíquico, que, para algunos docentes resulta demoledor.
    Dices que eres una alumna de prácticas en un IES. Mi opinión es que, los alumnos de prácticas no gestionéis nunca en solitario el aula. Deduzco que tú has tenido que hacerlo, pues en caso contrario, el profesor titular (estando presente) nunca hubiera permitido esas situaciones que tu escribes como estresantes y que te producen ansiedad.
    O quizás podría ser que esas situaciones las estuviese sufriendo el docente titular y que al ser tú su «ayudante» te salpican también. Además, si se trata de un centro dónde el equipo directivo se involucra en el control de la disciplina y los alumnos no destacan por un comportamiento excesivamente disruptivo y violento, no deberías tener demasiado problema.
    Es probable que desde el primer día diste demasiada confianza a los alumnos Y eso es un error (que debió corregir tu tutor, o profesor titular), Los alumnos, aunque seas jovencita, no deben verte nunca como una igual, porque eres su profesora, no «su colega». Debes mostrarte cercana y a su disposición para enseñarles cosas y para ayudarles en lo que necesiten, pero «sin colegueo de ningún tipo». No debes perder nunca el control, y debes corregir todas las conductas inadecuadas que se produzcan en tu presencia. Es un trabajo agotador por «esa falta de respeto» hacia el profesor que practican a diario y con frecuencia los adolescentes de hoy en día. Empieza a ponerles límites ya. No esperes ni un día más.
    No debes desanimarte si realmente quieres ser profesora. No pienses para nada en tener «vocación». Si la docencia dependiera de ello ya no habría docentes. La enseñanza es una profesión que necesita profesionales, (y si además hay vocación, mejor; pero no es imprescindible para acabar siendo una magnífica profesora). Con el tiempo y la experiencia acumulada aprenderás estrategias con las que podrás manejar y gestionar en día a día de un aula. Ciertamente encontrarás grupos difíciles, pero incluso se aprende a trabajar con ellos, o si la cosa se pone demasiado fea y hay que dejarlo, ya tendrás tiempo de planteártelo.
    Afronta el futuro con optimismo. Lo que te está pasando no es significativo de un devenir futuro. Cuando aprendas bien dónde poner los limites a los alumnos habrás andado un gran paso adelante. En el aula, tú eres quien manda y ellos deben obedecer. A veces es necesario poner sanciones (adecuadas y proporcionadas), pero cuando vean que las pones, empezarán a dejar de verte como una «compi»
    Es posible que hayas leído varios mensajes de docentes, en este artículo» de docentes que lo pasan realmente mal a los que en algunos casos recomiendo dejar la docencia, pero a otros les explico estrategias para afrontar el problema que determinados grupos plantean al docente que me consulta.
    Mi consejo es que termines las prácticas haciéndoles ver a los chicos que tú eres la autoridad en el aula (igual que el profesor titular), reprendiéndoles y sancionándoles cuando no lo hagan bien. Exige hacia tí un tratamiento amigable, pero con respeto, y no permitas, bajo ningún concepto que ningún alumno te falte a él. Esa actitud debes sancionarla siempre. Y en caso de que un alumno determinado no cumpla la sanción que le impongas, ponlo en conocimiento del docente titular y/o del equipo directivo del centro para que tomen cartas en el asunto. Verás como todo mejora.
    Me gustaría que vuelvas a escribirme cuando termines las prácticas para ver que tal te ha ido y qué decisión de futuro tomaste.
    Un cordial saludo.

  351. Hola Sr. Yuste: escribo de nuevo en el foro para dar cuenta de un nuevo suicidio de una colega el pasado fin de semana; profesora secundaria, área de Vigo. No pretendo erigirme en experta sobre un tema tan delicado (según la psicología, en los suicidios no hay una sola causa, sino que concurren varias), pero lo cierto es que esta profesión implica un altísimo riesgo por el brutal desgaste pisco-físico, la sensación de estar INERMES ante toda esta barbarie, anomia, etc, etc. («Entre todos la mataron, y ella sola se murió»). Y la degradación del sistema educativo sigue acelerándose. Repito, nadie, ningún partido político, habla realmente de lo que está pasando porque, como dicen algunos del foro, afecta a la raíz misma del sistema de falso cracia creado. Todo esto ya no tiene sentido alguno. Una supuesta «racionalidad» al servicio de la nada» (Adorno, filósofo de la Escuela de Frankfurt). Gracias a todos. ¡resistiremos!.

  352. Lamento profundamente lo que acabo de escuchar de una compañera de Vijgo… Vivo tiene institutos con muy mala fama.

    Yo quería hacer una reflexión

    Soy sustituta y en mi comunidad he estado al.menos en 25 centros distintos. Yo reconozco que tuve y tengo problemas en algunos cursos y con determinados alumnos. Es más, salgo de las clases y me desahogo con el tutor o con otro compañero, contando lo que ha pasado.

    El caso es que en eso 25 centros, el 90 por cien de los profesores cuentan que jamás de los jamases tuvieron problemas, jamás oyeron en sus clases el ruido de una mosca… Si les cuentas algo la respuesta es: a mí eso no me lo hacen, o que mal se te portan, remarcando el te.

    Es más hay compañeros que hablan pestes de institutos de sitios grandes y de costa como dijimos antes de Vigo, Coruña… Etc y cuando les preguntas si ellos tuvieron problemas en tales centros en seguida te contestan: yo no, yo estaba muy contento/a allí.

    Eso me lleva a reflexionar si los compañeros dicen la verdad o si mienten por quedar bien. Porque yo en años nunca oí a casi ningún compañero/a decir que se sentía mal al entrar en ciertas aulas o al tratar con ciertos alumnos.

  353. Eva, me alegra volver a saber de tí…Pero, ¡ qué mala noticia, el suicidio de otra profesora! . Pienso exactamente como tú. Es verdad que en el suicidio no existe una sola causa, pero el estrés a que sin duda estuvo sometida esta compañera durante sus clases, aceleró bastante el proceso.
    Vayan desde estas líneas un homenaje a su persona…DECANSE EN PAZ.
    Aunque quizás, el mejor homenaje que podemos hacerle, a pesar de que cada vez resulta más difícil nuestra profesión, es cómo planteas el final de tu mensaje…¡RESISTIREMOS¡
    Un cordial saludo.

  354. Luisa, a los profesores, en general, les cuesta reconocer que lo pasan mal cuando tienen que entrar a determinadas aulas, así como reconocer que poner un mínimo orden en el aula les lleva al menos veinte minutos o más, para poder comenzar la clase y que del resto del tiempo llaman «montones» de veces la atención a alguno de los alumnos. Así es como suelen desarrollare las clases en Secundaria. En la mayoría de los casos, cuando un profesor solicita ayuda, suele negársele por el resto de sus compañeros y de los equipos directivos, culpándole a él, de no ser capaz de hacerse con la clase. Ante ello los docentes suelen ocultar las dificultades reales que tiene para dar sus clases de una forma mínimamente adecuada. Cada uno busca estrategias para sobrevivir en el caos de la mejor forma posible. Afortunadamente una mayoría lo consiguen. Otros, como esa compañera de Vigo (y otros cuantos, de los que se oculta la verdadera causa de su muerte), sucumben ante el despropósito en que se ha convertido la enseñanza Secundaria en España. Los institutos, a juzgar por lo que sucede en ellos, no persiguen realmente enseñar a los alumnos las diferentes materias que se imparten (si no las políticas educativas serían muy diferentes), sino que se han convertido en meros «parking» de grandullones adolescentes, gamberros, e ineducados que en ocasiones son capaces de destruir la personalidad del docente, llevándole al suicidio.
    Espero que tú, con la experiencia, consigas hacerte con buenas estrategias para dirigir tus clases, sin que te afecten anímicamente las conductas groseras de tus alumnos.
    Un cordial saludo.

  355. Muy buenas!
    Lo primero, agradecer tu respuesta, «javieryuste», porque me ayudaron mucho tus consejos, además de que tenías razón en las apreciaciones que hiciste sobre mi situación.
    Lo segundo, escribo también para contar que mi situación ha cambiado desde que escribí este blog hasta el día de hoy, ya que he conseguido ver esta profesión desde el punto de vista de un profesor y no de un alumno y aunque, no he conseguido totalmente el respeto y trato cordial de los alumnos hacia mí, me llevo muy buen recuerdo de mis prácticas y todo lo aprendido gracias a mi tutora.
    Por último, comentar que estoy muy motivada y con ganas de trabajar como profesora, y embarcarme en esta experiencia que hace crecer tanto como persona, que tiene cosas malas pero también muy buenas y gratificantes.
    Así que el mundo de las oposiciones me espera…
    Muchas gracias por tus comentarios, seguiré visitando el blog, y el día que desempeñe la función de profesora espero tener en cuenta todos los consejos que tanto me han ayudado.
    Muchas gracias!
    Saludos

  356. ¡ Cómo me alegra tu respuesta , novata !, seguro que serás una estupenda profesora. Mucha suerte en las oposiciones. Ójala no tardes en conseguir «plaza» y mantengas siempre el ánimo que trasmites en este segundo mensaje.
    Un cordial saludo.

  357. hola buenas tardes mi duda es lo contrario a los que dice el post
    en mi caso nuestro maestro nos habla con groserías
    en mas de una ocasion
    por ejemplo: al entrar al aula no dice (levante ce refiriéndose a la basura del salón)
    o en dos ocasiones les lanzo un borrador a unas compañeras de aula argumentando de que estaban platicando.
    quisiera saber si hay alguna forma de denunciarlo el profesor realmente es muy agresivo

  358. Luies, ciertamente un maestro no debería hacer nunca eso que cuentas que hace el vuestro. Nunca debería dirigirse a sus alumnos humillándoles comparándoles con la basura de la clase, y por supuesto, nunca debería lanzar un borrador de pizarra a ninguno de ellos, aunque éstos estén hablando sin atender a sus explicaciones y requerimientos de atención. Ello supone un enorme riesgo de lesión física para el alumno, y a cambio, los alumnos tendrán mucho miedo a su maestro, pero nunca respeto por la figura que representa un maestro en sí. Aquí en España, eso sería absolutamente impensable. Aquí, tanto la normativa, como las leyes educativas, prohíben esas conductas a los maestros. Ello le podría suponer al maestro el ser apartado del servicio, sin empleo y sueldo, y arruinaría sin ninguna duda su vida. Podría incluso, en casos extremos, ir a la cárcel. Los docentes españoles lo saben «muy bien». Podría ser denunciado tanto a la inspección educativa, cómo en un juzgado.
    Sin embargo, en tu país, así como en todos los países latinoamericanos, las leyes no son ni siquiera parecidas, a las europeas.
    Mi consejo es que, con respeto, al finalizar la clase, uno de los alumnos (el delegado de curso) se dirija al maestro, en representación de todos los compañeros, pidiéndole por favor que no se muestre agresivo ni violento con vosotros, y que no os diga groserías, porque os sentís humillados. Que tratareis de portaros bien en clase, pero que, por favor, cambie su actitud hacia vosotros.
    Algunos maestros creen que deben portarse así con sus alumnos, para que la clase «le respete» y «no se le vaya de las manos». Pero eso lo único que indica es su falta de experiencia docente, y su falta de recursos pedagógicos para afrontar las clases. Seguramente lleva poco tiempo dando clase. Tenéis que intentar cambiar vuestra actitud hacia él (portándoos mejor en clase y haciendo las tareas que el mande) , y seguramente, el dejará de tener «ese miedo a que la clase se le vaya de las manos» y comenzará a portarse de una forma más educada hacia vosotros. Cuando el vea un cambio de actitud de la clase en general, el cambiará la suya.
    También podéis decirlo en casa, para que vuestros padres, juntándose unos cuantos, presenten la queja al director del centro. Es probable que el director no sepa nada de esto, y seguramente, al enterarse, pediría a ese docente un cambio radical de actitud.
    En caso de dar estos pasos y no conseguir que el profesor deje de hacer esas cosas que cuentas, estoy seguro que podría denunciarse en la inspección educativa para que tomara cartas en el asunto. Pero esa denuncia debe hacerla un adulto, es decir, un padre o grupo de alumnos, a modo de queja formal.
    Seguramente no es necesario llegar a tanto y podrá solucionarse hablando con el propio maestro o con el director del centro.
    Espero que se solucione pronto, y que ese docente se dé cuenta de que con su forma de actuar, solo consigue que sus alumnos «le odien», algo que sin duda, no desea.
    Un cordial saludo.

  359. En mi caso el problema no es tanto dentro de las clases como fuera de ellas. No es raro estar en el patio del centro y recibir insultos desde fuera o ir hacia mi vehículo y que alguien desde un coche o moto te insulte.
    El problema no es solo dentro del aula sino más bien fuera de esta. Muchos chavales que dentro del centro se reprimen fuera de él no lo hacen porque saben que nadie va a hacer nada para impedirlo.

  360. Ciertamente es verdad, algunos alumnos también lo sufren como yo, desde que salí de primaria a la secundaria no he parado de pensar en suicidarme, es horrible ver como te calumnian, me pelee un montón con mis padres para que no fuera a clases, les dije que era horrible la situación de clases, y lo único que me dijeron es que siga yendo a clases y que era totalmente lo normal,

    Pero también quiero manifestar que algunos profesores no hacen nada para evitarlo sino que, se hacen los sordos ante la situación, no entiendo como con profesores autoritativos se comportaban bien y con algunos no, por lo que he vivido pienso que la culpa es de los profesores.

  361. «Alguien», siento profundamente la situación que debes estar pasando. No se tu edad ni en que curso de secundaria te encuentras, ni si eres un chico o una chica. Es importante que pienses que el problema tiene solución, y es muy importante también que dejes de pensar en suicidarte. Eres muy joven, y tienes toda la vida por delante. lo que te está pasando tiene solución a corto o medio plazo y no merece la pena pensar en «pensar que no merece la pena vivir», porque entonces les darás una alegría a quienes te lo hacen pasar mal. Tienes que ser fuerte. Yo te ayudaré en todo lo que pueda.
    Ciertamente, tal y como apuntas en tu mensaje, los profesores tienen una parte importante de culpa por no intervenir de forma adecuada para frenar el acoso hacia alguno de sus alumnos..
    Veo que tus padres tampoco te han apoyado, y no se han involucrado en tratar de detener el acoso que sufres planteándolo al director del centro. Es el Equipo directivo del centro (director y jefe de estudios) quienes tienen la obligación de intervenir, a petición de los padres del alumno que lo sufre.
    Mi primer consejo es que convenzas a tus padres del calvario que estás pasando. Tienes que conseguir que te escuchen, tiene que conseguir que se sienten contigo. Y les contarás de forma muy detallada lo que te pasa en el instituto, pero no de forma genérica, sino con «todo lujo de detalles». Si aun así no te hacen caso, habla con el orientador del instituto y con el PTSC (en los institutos hay una persona que se ocupa de los «servicios a la comunidad»). Entérate quien es y plantéale tu problema. Ellos lo harán llegar a la dirección del centro para que comiencen a intervenir. Lo ideal sería que fuera tu padre o tu madre a entrevistarse con el director. Si la convences, yo puedo explicarle los pasos que deben dar y cómo deben actuar en esa «reunión».
    Incluso, el acoso sufrido, puede denunciarse a la inspección educativa, y por supuesto ante la policía o en un juzgado. Para ello si debes ir acompañado de un adulto, que si no son tus padres, podría ser el PTSC de tu instituto.
    Lo que trato de decirte es que el acoso escolar tiene solución. Pero para ello hay que hacerle frente denunciando los hechos, no solo ante los equipos directivos de los centros, sino ante la policía si fuese necesario.
    Puedes escribirme cuando quieras. Me alegrará saber de ti, y de que a partir de este mensaje se empiece a solucionar el problema.
    Un cordial saludo.

  362. Andrés, ciertamente vivimos tiempos en que la sociedad en su conjunto a renunciado a unos valores que cuando nosotros éramos niños o adolescentes (incluso ya adultos), no se cuestionaban en absoluto. Resulta realmente vergonzoso que jóvenes y adolescentes insulten a sus profesores con tanta impunidad (aunque sea fuera del recinto escolar).
    Por otro lado, no estoy de acuerdo en que ellos «saben» que nadie va a hacer nada para impedirlo. Si es posible identificar a esos jóvenes como alumnos del centro, el equipo directivo debería intervenir de forma contundente con sanciones severas, aunque la conducta se realice fuera del centro escolar. Y si ya no son alumnos del centro, y se les identifica, puedes poner una denuncia en la comisaria. Lo más probable es que en cuanto sean visitados en casa por los agentes, dejarán de hacerlo. Es más, creo que el equipo directivo, con su director al frente, debería ser el quien pusiese esa denuncia en la comisaría o el juzgado por atentar contra uno de los trabajadores de su centro. Supongo que hay más profesores de tu centro que lo sufren. Ir juntos a pedir al director ayuda para que intervengan porque ello no solo os perjudica a vosotros, sino al prestigio del toso el instituto. Si el director no atiende vuestras peticiones no merece ser director de un centro educativo y merecería dejar el puesto. También podéis comunicar los hechos a la Asociación de Padres y Madres del instituto, e incluso ponerlo en conocimiento de la inspección.
    No es de recibo sufrir ese tipo de conductas por parte de alumnos, y que no se pongan los remedios pertinentes para erradicarlos.
    Espero que el problema se solucione pronto.
    Un cordial saludo.

  363. Hola Javieryuste:
    Soy docente argentina y aquí pasa exactamente lo mismo. No estoy de acuerdo con pegarle a los alumnos, también acá es delito, si creo que se ha desdibujado los valores. Acá venimos de tres generaciones de padres muy jóvenes y con poco o ningún trabajo, alumnos que han crecido con la abuela o en muchos casos solos. NO TIENEN REFERENTES FUERA DE LA ESCUELA, la computación y el celular les absorbe la vida, han perdido el interés por el conocimiento y vienen como autómatas a la escuela. Estoy de acuerdo con vos respecto a la falta de apoyo desde la Dirección. Estoy convencida que esto se supera generando orden, coherente entre todos los profesores y directivos, un lineamiento de conducta con sanciones para el inadaptado. Si el alumno ve coherencia, respeto y orden, se adapta y se enfoca en el aprendizaje. Gracias.

  364. Hola Javier,
    Felicidades por la página, que permite a muchos docentes poder expresarse.
    Me gustaría expresar mi opinión acerca de la docencia actual, que creo ya no debería llamarse docencia. Puede parecer fuerte lo que vaya a exponer…, pero creo que es el problema real. La docencia de hoy…..se ha convertido en un trabajo denigrante, infravalorado, y que si el mercado laboral estuviera mejor, muchos de nosotros no dudaríamos en marchar.
    Las directivas de los centros ya no apoyan al profesor. El gobierno local de nuestra comunidad ha otorgado total poder a las direcciones para elegir su profesorado a dedo «que encaje en su proyecto educativo» que me hace tanto reir…. las listas de interinos ya no sirven de nada. La primera observación es como la dirección ya no vela por mantener una disciplina y una convivencia de respeto. Si hay alguna queja de una familia, la responsabilidad es del profesor….. y por supuesto…. ¡no del alumno!. La dirección está velando por no tener problemas y mantener su puesto. Dentro de esta olla hirviendo (el instituto me refiero), podeis imaginar el grado de tensión que hay entre compañeros (para que se les renueve el puesto de trabajo) y lo vulnerable que es el docente hoy día, cuando el alumnado observa lo poco protegido que está el profesor. Las escuelas públicas tienen sus clientes como en la empresa privada, que son los alumnos.
    Quieren poner la educación obligatoria hasta los 18 años, que el sueldo del profesorado sea en función de una evaluación del trabajo docente. Lo cómico es que los evaluadores, son la dirección, inspección y los alumnos. Todos menos un profesor en nuestro departamento, han sido suspendidos por los alumnos, la mayoría con un 1, y un único 10. Somos 7 profesores. Por ahora…. esta nota, tan sólo queda reflejada en la página web del centro, pero…, este es el previo paso a las consecuencias en el sueldo… tal como van las cosas.
    A día de hoy… no creo que podamos hablar de docencia, sino de párking de jóvenes, que el gobierno chorizo no sabe donde ubicar tras haber destruido tantos puestos de trabajo. A donde voy…. es que hoy somos víctimas de una situación situación económica precaria consecuencia de los políticos corruptos que nos representan y que TODOS, en este caso de la comunidad educativa, profesores, alumnos estamos pagando muy caro… y que más adelante veremos sus consecuencias. Estos jóvenes, en el futuro… son los que deben apoyarnos, serán los responsables de hacer lo mejor por el mundo y generaciones venideras. A ver qué es lo que entienden por … hacer lo mejor… o bien… ¡sálvese quien pueda!
    – ¿se puede obligar a estudiar si uno no quiere? ¡es imposible meter información en el cerebro de alguien que no tenga interés! Al igual que es imposible mantener a una persona sentada durante 30 horas semanales escuchando o haciendo actividades sobre algo que no le interesa. Nosotros adultos tampoco lo aguantaríamos.
    – ¿Se puede intentar dar clases y pedir a los alumnos que mantengan una disciplina y respeto sabiendo que pueden quejarse a la dirección y que los tienen de su lado? Hago énfasis en este punto.. porque sé Javier…. que eres jefe de estudios y que a lo mejor hay una reflexión en este punto. Quiero puntualizar… que la falta de respeto de los alumnos es también consecuencia… de que la dirección no da ejemplo no cumpliendo con sus responsabilidades y no apoyando al compañero profesor. No todo le pertenece al alumno.
    – ¿debemos los ciudadanos empezar a evaluar los policías por su trabajo y dicha evaluación será objetiva? ¡seguramente le pondremos un 10 a aquel policía que nos perdone la multa!
    – Los sindicatos (subvencionados por los gobiernos) convocan huelgas de un día con la excusa de luchar para recuperar muchos derechos perdidos. Nos descuentan del sueldo dicho día, y al día siguiente no ha pasado absolutamente nada. Se excusan de no poder convocar un parón idefinido.. porque los docentes deben hacer frente a hipotecas y otros gastos. Yo me pregunto… En tiempos antiguos, nuestros padres, abuelos… no tenían tanto poder adquisitivo y lucharon de verdad. Pero creo… que en aquel tiempo había conciencia de comunidad social… si a alguien le faltaba algo, otros compañeros le apoyaban para sobrevivir a la lucha. Hoy en día… esto no sabemos hacerlo
    – Creo que debemos hacer una reflexión del problema desde la raíz que es el sistema, la codicia inherente al ser humano, compañeros que dejan de serlo, tras coger un cargo de dirección y que el ansia de poder los ciega, los políticos que nos representan que son indignos de ocupar los puestos que tienen y el puro capitalismo depredador.

  365. Paula, parece que lo que sucede aquí en España en la Educación Secundaria, sucede también en varios países latinoamericanos. Los problemas que se encuentran los docentes de aquí, también los encontráis los docentes de allí. Es muy acertada tu reflexión. Los alumnos parecen haber perdido todo interés por los conocimientos que quiere transmitirles el maestro, y ello, provoca a veces problemas de convivencia graves, no solo entre los propios alumnos, sino también entre éstos y sus profesores..
    Estoy absolutamente de acuerdo contigo que si el alumno ve «coherencia, respeto y orden» se acaba adaptando y enfocándose hacia el aprendizaje. Pero ello que parece tan fácil de plantear, requiere el concurso de muchas personas y colectivos. Requiere cómo dices un «alineamiento» de la conducta de los profesores hacia sus alumnos, pero la realidad es que sobre todo en los centros muy grandes (de más de 1300 alumnos y más de 100 profesores), los métodos de un docente no le parecen adecuados a otro (se habla de la «libertad de cátedra») y mientras unos docentes son muy estrictos con la disciplina, otros son muy laxos con ella. A su vez, padres y profesores deben «remar» en la misma dirección en lo que respecta a la educación de los chicos, cosa que en ocasiones resulta imposible, por la puesta en «cuestión casi permanente» que algunos padres hacen de los maestros de sus hijos.
    La dirección y el equipo directivo debe velar por ese alineamiento de que hablas, en relación a todos los estamentos implicados. Cuando un equipo directivo «funciona» y tiene una línea clara de actuación, entonces es más probable que el resto de colectivos, profesores y padres actúen según un modelo coherente con sus alumnos e hijos. Y ello, como comentas, repercutirá sin duda alguna, de forma muy positiva en el proceso de enseñanza-aprendizaje al que están sometidos los alumnos en edad escolar.
    Un cordial saludo.

  366. Mari Carmen, muchas gracias por tu felicitación, en relación a mi página. Estoy de acuerdo contigo en que la docencia, hoy por hoy, es un trabajo infravalorado, y que en ciertos casos (cada vez más frecuentes), se ha convertido en un trabajo denigrante del que, muchos docentes «escaparían» si pudiesen.

    Es verdad, salvo honrosas excepciones, que las directivas de los centros no apoyan al docente cómo debieran. Lo que hace, que muchos maestros y profesores de secundaria lo pasen realmente mal, sufriendo episodios de ansiedad inasumibles, que les hace enfermar física y psíquicamente. Y desgraciadamente, una mayoría de equipos directivos, culpan al docente de su situación, porque es incapaz de controlar sus clases, y «si no sirve para esto, debería dejarlo». Te aseguro que me duele el alma ante estas acciones de gente que tiene en su mano modificar la situación de esos alumnos con un determinado profesor, y no toma cartas en el asunto. Esas personas (que cómo dices solo desean mantener su puesto, y dan siempre la razón a los padres ó a los alumnos, no deberían nunca alcanzar un puesto directivo en un instituto. Pero desgraciadamente, una gran mayoría es cómo tú los describes. Junto a estos problemas, los docentes (generalmente interino, aunque podría afectarle también a algún numerario) ven tambalearse la posibilidad de seguir trabajando, porque la dirección tendrá competencias para elegir a sus docentes. No pintan buenos tiempos para los enseñantes.

    Por otro lado, aunque la enseñanza es obligatoria hasta los 16 años, de facto, ya lo es hasta los 18, pues multitud de alumnos terminan a esa edad la ESO, ya que muchos de ellos han repetido al menos un año en cada uno de los dos ciclos.
    Hoy por hay un alumno con más de 18 años no puede matricularse en un IES, pero si alargan la escolaridad obligatoria hasta esa edad, la realidad es que estarán en la ESO hasta los 19 ó 20 años. Resulta realmente deprimente.

    En relación a la falta de respeto de los alumnos a sus profesores, no es que sea «también consecuencia de que la dirección no cumple con sus responsabilidades». Sobra el «también». Opino que esas faltas de respeto de alumnos a docentes, se producen exclusivamente porque una Dirección y una Jefatura de estudios lo permiten. En mi instituto, esas situaciones apenas se producen porque son sancionadas de forma muy severa. Los alumnos que faltan al respeto a cualquier profesor son sancionados con la sanción máxima, son expulsados 29 días. Lo saben todos los alumnos del instituto. Es verdad que dentro de esas faltas de respeto hay grados, pero incluso la mínima es sancionada con cinco días lectivos de expulsión (que equivale a una semana).
    Eso es lo que sucede en mi instituto. Suelo estar muy pendiente de que ningún profesor o profesora lo pase mal, e intervengo con el grupo en cuanto me entero que hay problemas, y te aseguro que me siento realmente mal, cuando me entero de que alguno de los profesores de mi centro, lo ha estado pasando mal y no me he enterado de lo que pasaba. Desafortunadamente son pocos los centros educativos cuya Dirección y Jefatura de Estudios funcionan de esa forma.
    Las reflexiones del final de tu mensaje dibujan unos planteamientos demoledores para nuestra sociedad en su conjunto (no solo para educación). Ciertamente el sistema se tambalea. Es necesaria una reflexión profunda a todos los niveles, pero urge hacerlo en educación, pues los niños y adolescentes que educamos representan el futuro del país…en realidad son el futuro del país. Un futuro que, actualmente, parece tremendamente negro.
    Un cordial saludo.

  367. Hola Javier,
    Gracias por tu respuesta. Y también gracias, por expresar que aún, aunque pocos, existen profesionales como en vuestro instituto, que tienen un cargo en dirección entendiendo que es un cargo de responsabilidad para velar por el respeto de la comunidad educadora (profesorado, alumnado, y otros miembros) y no un cargo con «unos beneficios» sin cuestionarse las responsabilidades ligadas a ese puesto.
    Temo decirte, que con el tiempo, os será difícil mantener una postura tan firme, porque queda claro, que son los gobiernos locales (al menos en nuestra comunidad) e inspectores de educación que dejan bien claro a las directivas de los institutos, que las familias son los clientes y deben ser cuidados en detrimento de la labor del docente. Aunque mi última frase se formula desde educación con otras palabras, el mensaje viene a ser este. Y, por tanto… direcciones como la vuestra,…, en algún momento dado, el departamento de educación os llamará la atención, porque no hay que expulsar los jóvenes, para evitar que hayan problemas de delincuencia en la calle. Esto, es consecuencia, de que se han anulado muchos puestos de trabajo. Ya no importa la educación, pero si importa, tener los jóvenes en otro sitio, distinto a la calle.
    Lo que sí hubiera sido importante, para no dejar llegar las cosas tan lejos… si tuviéramos un punto de vista maduro y reflexivo de manera responsable, acerca de como queremos dejar el mundo para las generaciones futuras…., y es que las direcciones de hoy… hubieran actuado conjuntamente en contra de las nuevas pautas de educación,…, que no son pautas con criterios educativos sinó una cortina a un problema económico.
    Por ello insisto,… en el último parágrafo del mensaje anterior.. que mientras la codicia sea una característica inherente a la biología y fisiología del ser humano…., los resultados que vemos hoy en nuestra sociedad, son y serán consecuencia de la naturaleza humana. Y ahora nos queda…. o cambiamos o vamos a sufrirlo todos muchísimo. Que de hecho ya está sucediendo…
    Gracias Javier por esta página… porque aunque pueda comentar esto entre mis compañeros… a la hora de la verdad,… todo el mundo baja la cabeza por miedo…., y uno se siente muy solo entre sus pensamientos. Tu página me ha permitido… que quede expresado, y además alguien está respondiendo y permite que estas ideas queden reflejadas en algún sitio… con derecho de expresión y existir. Gracias de verdad!!

  368. Podría resumir lo que digo de la manera siguiente….
    Es importante que nos demos cuenta que nuestros actos no debieran ser para obtener 1- un beneficio instantáneo, en este caso,… evitar un problema de inmediato -sino resolverlo y esperar sus resultados con el tiempo-, 2- salvar una posición «entre comillas cómoda o beneficiosa a nivel individual» (porque en realidad es falso si pensamos que tiene sus consecuencias a nivel de grupo humano, y el ser humano es social y necesita de una comunidad humana). Sino que cualquier acto que decidamos ahora… tendrá sus consecuencias en un futuro y, está en nuestras manos, decidir que sean consecuencias constructivas para un mundo mejor o consecuencias negativas.
    Acordarnos que detrás de cada ser humano, -nosotros los adultos- hay un padre, una madre, un abuelo, una abuela, un tío, una tía, un amigo o una amiga adulto/a. Y que nuestros actos, harán que el mundo sea de una manera u otra para nuestros hijos/as, nietos/as, sobrinos/as o pequeños amigos/as. Nadie está exempto de responsabilidad.
    Lo comento… porque hacemos quejas de como funcionan los centros de educación… pero a nivel individual… la mayoría de los compañeros somos también responsables de que las cosas estén funcionando así, por dejar que una mayoría de direcciones abusen del trabajador y no unirnos para mostrar nuestro desacuerdo. No nos organizamos en colectivo,… nos vamos quejando a nivel individual, no nos unimos porque el miedo es lo que prima en el presente y nos hemos olvidado de que la «unión hace la fuerza» y que nos garantizaría unos cambios en beneficio para todos.

  369. Hola Javier:
    Gracias por contestarme, en verdad hoy necesitaba leer comentarios de personas que comparten mis mismos desafíos. No quiero quedarme en el problema sino buscar soluciones, pero a veces para pensar y encontrarlas, hay que hacer catarsis y nada mejor que un blog como este donde no hace falta ser excesivamente explícita porque todos entienden el fondo del problema. Nuevamente gracias.

  370. Hola, soy maestra mexicana de primaria y secundaria. Encontré tu blog buscando información que me ayudara a entender lo que está sucediendo. Como podrás imaginar en México el asunto es mucho más grave porque es el propio aparato estatal quien promueve el acoso a profesores. Aca los niños de10 años ya saben construirte un caso jurídico con falsedades y si te descuidas , puedesvacabarven la cárcel. Por eso la mayoría de los profesores se calla y no hace nada. Pero yo no quiero quedarme quieta. Estoy buscando asesoría legal y pedagógica que me ayude a enfrentar el asunto que acá es como el pan de cada dia.

  371. Patricia, ciertamente en México parece existir un enfrentamiento importante entre el gobierno y los enseñantes. He leído noticias de que en tu país, en el último año hubo importantes huelgas de maestros. También leí que, varios de ellos fueron asesinados por paramilitares y que tras varios meses sus cuerpos aparecieron calcinados.
    Ese tipo de actuaciones de los gobiernos, que acaban degradando la profesión hasta límites insospechados, parece ser tendencia en todo el mundo, si bien, existen diferencias respecto a la intensidad de la aplicación de las normativas. En tu país, el acoso a los maestros debe ser alarmante por «demasiado» cotidiano.
    Espero que, al menos tú, no lo sufras demasiado.
    El problema de tu país tiene difícil solución, porque es el propio aparato estatal quien no solo permite, sino que promueve el acoso al maestro.
    Solo habrá alguna posibilidad, si existe allí una verdadera separación de poderes entre el ejecutivo y el legislativo. De nada sirve poner denuncias ante jueces si estos están al dictado del gobierno. Puedes comenzar por denunciar esto ante las asociaciones de padres y madres de alumnos, haciéndoles ver el gran error pedagógico que la pérdida de autoridad del maestro supone, en relación al proceso de enseñanza aprendizaje de los alumnos. Desde esa perspectiva y llevándolo a los medios de comunicación, puedes empezar a concienciar a todos los padres en general, de la importancia que tiene el apoyo a medidas contrarias a las actuales. Sólo ante un gran respaldo social, el gobierno podría plantearse el tema y cambiar las directrices. Es una tarea enorme la que tienes por delante, pero merece la pena intentarlo. Te deseo mucha suerte.

    Un cordial saludo.

  372. Paula, gracias por tu comentario. Ciertamente la educación secundaria presenta hoy una enorme complejidad. Los docentes, como muy bien dices, «compartimos los mismos desafíos» pero hemos de tener claro que sólo nosotros (nadie nos va a ayudar), podemos afrontar los problemas buscando soluciones imaginativas.
    Un cordial saludo.

  373. Mari Carmen, llevo 12 años desempeñando el cargo de Jefe de Estudios, y espero no cambiar a pesar de las presiones que puedan venir desde las Aéreas Territoriales de Educación. Afortunadamente, hoy por hoy, no son demasiado «fuertes» en mi centro.
    Te agradezco también los elogios que haces de mi página, como lugar con derecho a expresar y criticar los errores que se vienen cometiendo con las políticas de educación, para que sean conocidos públicamente por aquellos que al estar fuera del mundo educativo no tienen ni idea de cómo funciona ni de las dificultades que entraña para el profesorado.
    Las reflexiones que haces en tus comentarios son muy acertadas. Los docentes, cada vez trabajamos de forma más independiente, y una mayoría de profesores callan y «aguantan» los abusos de unas direcciones que no defienden a sus trabajadores. El nuestro es un colectivo, que como bien dices, ha olvidado que «la unión hace la fuerza».
    Da la impresión que nuestros políticos «dan palos de ciego» con cada nueva norma o directriz que elaboran y pretenden se cumpla en los centros educativos. Los equipos directivos, que no pueden negarse a su aplicación, sí pueden hacer que «el destrozo sea mínimo», o al menos, minimizar al máximo las consecuencias de esa aplicación.

    Vivimos una época en que la educación ha adquirido una tremenda complejidad. Ojala seamos capaces de mantenerla «en pie», a pesar de que parece que cada año va a peor. Los docentes somos «el único pilar» que la sustenta, porque parece haber sido «abandonada» por la sociedad en su conjunto. Intentemos aguantar.
    Un cordial saludo.

  374. Gracias, Javier. Tu dedicación al contestar todos nuestros comentarios es tan admirable como imitable. Me enteré de que el congreso de ustedes aprobó una ley que confiere calidad de autoridad pública a profesores y directivos de centros escolares. Quisiera saber si esto es a nivel local o nacional. Por lo pronto he enviado esa ley (que conseguí en Internet) a una de mis directivos que prometió revisarla para extraer ideas para el reglamento escolar interno. Durante dos años sufrí una infame persecución por parte de una directora. Cuando esto sucede, los alumnos no tardan en detectarlo y hacer leña del árbol caído. Yo hice lo que se recomienda en cualquier caso de bullyng: hacerlo del conocimiento de tado el que quiso escuchar. Estaba dispuesta a vender cara mi cabeza. Aprenďí que primero que todo está mi dignidad de persona. Recibí apoyo y hasta salí beneficiada. Ahora esa directora me quiere de regreso en su área (secundaria) pero yo ya tengo otras asignaciones en la misma institución. Los maestros tendemos a depender emocionalmente de la aprobación principalmente de los alumnos, pero así olvidamos a los que sí quieren estudiar. Acá en México los noticieros dedican un momento diario para deslizas frases como » otra vez los maestros secuestrando las calles» «salen a las calles a provocar disturbios dejando a miles de alumnos sin case» etc. Gracias por tus consejos. Ya he comenzado e iré, tal vez lento pero seguro, movilizando ideas y enfoques. Creo que el primero que tiene obligación de reconocer autoridad al maestro es el propio maestro.

  375. Patricia, aquí en España, las competencias en Educación están transferidas a las Comunidades autónomas (gobiernos locales). El ministerio de Educación y cultura elabora las leyes generales (hoy en vigor la LOMCE) para todo el estado, que luego, cada Comunidad autónoma adapta a su territorio según criterios muy diferentes entre ellas. En lo que se refiere a la convivencia escolar, cada Comunidad tiene competencias plenas, y no todas elaboran disposiciones de «Derechos y deberes de los alumnos», así como las «sanciones pertinentes» por incumplimiento de las normas, iguales entre si. De hecho son bastantes diferentes. La sanción máxima que puede imponerse a un alumno (por el motivo más grave que puedas imaginarte) se reduce a una expulsión del centro de tres días, en La Comunidad Autónoma Andaluza, mientas que en la Comunidad de Madrid, la sanción máxima e una expulsión de 29 días,o incluso el cambio de centro educativo. La Comunidad de Madrid es la única que desarrollo una ley de «autoridad del profesor», es decir, de considerar a los docentes como autoridad pública en el desempeño de sus funciones (Ley 3/2012 de 10 de mayo. También la Comunidad de Castilla la Mancha, si bien no elabora una Ley como tal, si enuncia un Decreto de «autoridad del profesorado» (Decreto 13/2013 de 21/03/2013). Pero en ninguna otra hay nada parecido, y suelen ser más laxas en lo referente a las sanciones.
    Estoy de acuerdo contigo en que quien primero ha de reconocerse con autoridad es el propio maestro, pero sólo los gobiernos pueden reconocer como autoridad a los docentes, para parar las agresiones hacia ellos, tanto psíquicas como físicas, y tanto de alumnos o familiares de estos, como de los propios compañeros.
    Te enviare a tu correo particular unos pdf relativos al tema.
    Te deseo mucha suerte en tu empeño. Las cosas que acaban «terminando bien» se debe a los esfuerzos de particulares, que mantienen con tesón sus ideas y proponen formas de mejora del sistema, defendiéndolas en múltiples foros.
    Un cordial saludo.

  376. Hola Javier soy de Colombia y voy a entrar a mi primer trabajo como docente aunque estoy titulada para enseñar a niños de preescolar me han entrevistado para trabajar en una institución donde tienen un rango de estudiantes desde los 14 hasta casi 40 años, la población es según lo que me dijo la colega que me contacto, es bastante complicada, quiero afrontar el reto (porque me gusta la idea de que a pesar de la situación que se viva allí, las personas van por voluntad, nadie las obliga) pero veo que en su articulo dice que personas como yo (sin experiencia y mujer) estamos mas propensas a ser victimas de miles de cosas por parte los alumnos, yo quisiera saber si usted tiene alguna referencia de la enseñanza en adultos que me pueda brindar, para entrar con algunas bases que me pudieran servir a la hora de llegar al aula y que no me vean por decirlo así, débil. Gracias por la atención.

  377. Paola, he visto multitud de casos, aquí, en mi país, de profesoras de infantil (preescolar), o de primaria a las que se les adjudican plazas de alumnos (difíciles) de entre 15 y 17 años, que viven todo el curso como una terrible pesadilla, acabando alguna de ellas cogiendo una baja médica. La enseñanza de niños de preescolar no tiene absolutamente nada que ver con la enseñanza a adolescentes mayores de 14 años. Si además, esa población es “complicada”, la cosa empeora notablemente. De todos modos, tú pareces estar muy motivada, y eso es importante. Además, parece que esos alumnos que asistirían a tus clases no son obligados a ello, sino que asisten porque quieren, y ello también puede ser un factor para que tengas éxito.
    Es importante que domines la materia que vayas a explicar. No debes dar a los alumnos la imagen de que apenas sabes de los que estás hablando o exponiéndoles. Por muy bajo que fuese el nivel académico de esos alumnos de 14 años y más, no puede compararse con niños preescolares. Trátales siempre con respeto y exige de ellos el mismo respeto hacia tu persona. muéstrate “cercana” y “amable” demostrándoles que te preocupan sus problemas (familiares, afectivos o de cualquier tipo), pero no te muestres nunca como “su colega”…Tú eres su profesora y quien manda en el aula. Procura ser justa en tus decisiones, y no grites y levantes la voz salvo contadas excepciones que sea necesario.
    Debes tener en cuenta que dar clase, además de saber transmitir ciertos conocimientos, requiere conocer y poner en práctica ciertas “habilidades sociales” que además de favorecer el proceso de enseñanza-aprendizaje, posibiliten unas relaciones cordiales con los alumnos.
    Ten en cuenta que esta profesión nuestra como docentes exige bastantes más cosas que el propio dominio de la materia que impartimos. Dar clase hoy, (además de saber transmitir ciertos conocimientos), requiere sin duda, conocer y poner en práctica ciertas “habilidades sociales” que además de favorecer el proceso de enseñanza-aprendizaje, posibiliten unas relaciones cordiales con los alumnos.
    Ten en cuenta que una habilidad importante en todo docente, es saber “corregir conductas” sin descalificar o poner etiquetas al alumno “díscolo”. Hay que mostrar desacuerdo y desagrado respecto a la conducta inadecuada, y no respecto a la persona del alumno, denigrándolo o menospreciándolo o poniendo etiquetas que ellos puedan interpretar como tal. Ten en cuenta también que los adolescentes tienen un sentido extraño de lo que es justo e injusto y enseguida dicen que “su profesor les tiene manía”. Cualquier trato que puedan calificar “de favor” hacia otro escolar lo sentirán como un agravio propio. Es importante aprender a repartir y dosificar las “recompensas” (un halago, un “muy bien”, “se ve que has estudiado”…) a todos los alumnos, incluso a los “díscolos”.
    Cuando trates de corregir conductas, o llegar a acuerdos con tus alumnos, es importante que evites generalizaciones. porque los términos “siempre” y “nunca” tienden a formar “etiquetas” desagradables. Resulta mucho más efectivo el uso de expresiones “frecuentemente”, “la mayoría de las veces”, “casi siempre”…Estas formas permiten a los alumnos sentirse correctamente valorados.
    Al corregir a algún alumno, debes referirte a lo que hace, y no a lo que es. Las “etiquetas” no ayudan para nada a los alumnos, y pueden aumentar sus dificultades. Conviene, además, elegir el momento adecuado. Si se trata de corregir una conducta o pedir explicaciones por alguna acción incorrecta, es mejor hacerlo en privado. Sin embargo, si se trata de elogiar una conducta determinada de un alumno, resulta más positivo hacerlo cuando está presente todo el grupo.
    No debes nunca ridiculizar o descalificar a un alumno. A veces es necesario llamarle la atención por conductas inadecuadas, pero hazlo mostrando enfado por el “hecho” o “conducta” con que estas en desacuerdo, descalificando la acción, pero nunca a la persona. Es conveniente que refuerces cualidades que el alumno demostró en otras ocasiones, diferenciando claramente la falta cometida en este momento, porque si refuerzas la imagen de indisciplinado por las “risas y carcajadas” de sus compañeros, el alumno díscolo se adaptará a la imagen y las expectativas que le transmiten, y es preferible que se adapte al refuerzo por la atención y admiración de sus compañeros, que por sus risas y “burlas”. Además eso les hace sentirse tan “humillados” ante los compañeros, que te “odiará a muerte” y eso no es en ningún caso deseable.
    No pongas etiquetas a tus alumnos (listillo, zoquete, burro…). Entre docentes, más correcto que trasmitir etiquetas de alumnos, es explicar las limitaciones que pueda tener un alumno determinado o sus dificultades personales.
    Recuerda que, aunque vayan bien las cosas, y como apunto en un párrafo anterior, nunca debes ser “colega” de tus alumnos. Debes dejarles claro que no eres “su coleguilla”… eres su profesora.. Ello no quita que te muestres cercana, amigable, y empática con los alumnos, pero sin olvidar el verdadero rol que desempeñas.
    Espero que, si pones en práctica estos consejos, las cosas te vayan bien.
    También te enviaré a tu correo particular algunos documentos e investigaciones sobre la educación de adultos que te servirán para profundizar en la “Educación de Adultos”.
    Mucha suerte con la experiencia que vas a comenzar.
    Un cordial saludo.

  378. BENDICIONES.. Colegas.

    Soy docente en Colombia en el nivel de educación preescolar, en nivel económico, bajo.
    La educación se divide en espacios de diferencia gigantescos de un nivel económico social, a otro.
    Trabajar con niños de 4 y medio a cinco y medio, comprende el grado transición de los niveles que comprende la educación preescolar. La cual inicia con los gateadores o parbulos.

    Les cuento que ando muy recargada de estrés y cada día peor,los niños se golpean por que si, agreden a otro por que se les da la gana. y ya no funciona castigarles un rato en la pared o sentarlos aparte…por que al poco rato vuelven y maltratan porque se les da la gana….Las madres de familia no los educan y los consienten todo el tiempo alcahueteando la grosería…cual es la salida para este deterioro de valores,y falta de respeto…..

  379. Luz Ángela, la verdad es que cuando los padres hacen dejación de funciones en la educación de sus hijos, éstos se comportan en la escuela de forma inadecuada. Y si no les ponen freno y límites a sus caprichos, su comportamiento puede llegar a ser tremendamente agobiante para cualquiera, especialmente para su maestra. Es seguro que en casa, esos niños hacen «su santa voluntad», son «los reyes de la casa», de unas casas con muchas carencias económicas (comentas, de un nivel económico bajo), y quizás afectivas, y con presencia de violencia doméstica entre sus miembros. Y todo eso, sin duda, influye en su comportamiento llegando a ser tan violentos y groseros y carentes de valores como sus propios padres que «los consiente todo el tiempo alcahueteando la grosería».
    No es extraño que estés estresada, y que cada día parezca peor que el anterior. Ahora es necesario que seas capaz de sobrevivir en ese escenario tan negativo.
    Te recomiendo que comiences por reunir a los padres de tus alumnos para hacerles ver que las cosas no van bien, que la educación de sus hijos no va «por buen camino» y que es necesario que exijan a sus hijos un comportamiento adecuado, si es que desean que se les pueda «enseñar algo», por ejemplo las letras y los números. Tienes que hacerles ver que no sirve de nada que tú trates de enseñarles valores, como la amistad y la empatía, si ellos en casa, no les dicen que no deben «pegarse» con sus compañeros ni insultarles. Que deben decir a sus hijos, si son agredidos, que ellos no deben «pegar», que deben decírselo a su maestra, porque su maestra es quien ejerce de «madre» mientras ellos están en la escuela. Tienes que hacerles ver, qué, por el bien de sus hijos, tanto ellos como tú debéis «remar en la misma dirección», porque tú, lo único que quieres es lo mejor para sus hijos.
    Y en cuanto a tu estrategia con los niños, en vez de castigarles frecuentemente por sus conductas inadecuadas (aunque a veces no tendrás más remedio que hacerlo) , te recomiendo que premies las conductas adecuadas. Comienza cada día poniendo un reto que premiarás con una golosina al final de la clase.
    Por ejemplo, intenta captar la atención de todos y diles que al final de la mañana el niño que durante la clase no haya pegado a nadie recibirá un caramelo. O el que mejor haya hecho la tarea, o quien no de gritos en clase, en fin, puedes pensar muchas cosas. No tienen porqué ser cosas materiales. Puedes poner una hoja con el nombre de cada niño colgadas en la pared de la clase, y con un sello (tampón), le haces una marca por cada buen comportamiento, y quien tengas más «sellos» al final de la semana tendrá el premio. A final de cada mañana recuerda el nombre del ganador en voz alta, hasta que ellos mismos compitan entre si para portarse mejor cada día y ganar el premio correspondiente. Te costará un poco al principio, pero cuando consigas implantar en la clase ese tipo de competición (de buenas prácticas) entre tus alumnos, las cosas mejorarán.
    Mucho ánimo, Este tipo de cosas cuestan un poco al principio, pero con niños pequeños suelen conseguirse buenos resultados.
    Un cordial saludo.

  380. Parece increíble todas estas respuestas y comentarios desde el 2007, y nada parece haber cambiado sustancialmente casi diez años después, al menos en la Comunidad de Madrid. Estuve en Francia haciendo sustituciones en su secundaria, y había allí mucho más personal adulto en las escuelas que en España. Aquí todo lo tienen que hacer los profesores. Allí parece que la labor del profesor es sobre todo académica. Como tienen más personal en las escuelas algunos de los conflictos que deben resolver los profesores españoles allí los resuelven otros profesionales. Es como si en España fueras a un ambulatorio y el médico tuviera que hacer de médico, enfermero, etc. Al final el paciente ya no sabría qué o a quién tiene delante.

  381. Efectivamente, Mario, resulta increíble el hecho de que nada parece haber cambiado en lo que concierne a educación en la Comunidad de Madrid desde hace al menos 10 años. Lo realmente triste, es que eso no sucede sólo en nuestra Comunidad Autónoma, sino que ocurre en todo el territorio nacional. De todas formas, el deterioro de la educación en España viene de más atrás, al menos de 20 años atrás y no parece que el problema vaya a arreglarse. He conocido desde dentro, desde hace 37 años, un deterioro paulatino, lento pero constante, que ha desembocado en lo que conocemos actualmente, y que a ti, te ha sorprendido tras 10 años de docencia en el extranjero.
    Sin duda, uno de los motivos de ese tremendo deterioro, es el que tú apuntas con tu reflexión: «En España se obliga al docente a ocuparse de muchas más cosas de las que debería» lo que repercute negativamente no sólo en el proceso de enseñanza-aprendizaje de los alumnos, sino en la propia salud física y mental de los docentes, que pueden llegar (exactamente igual que los alumnos que sufren bullying) al suicidio, cómo los dos profesores que en sólo nueve meses se han suicidado en un instituto de Valencia, hecho que hemos conocido recientemente por los medios de comunicación.
    Un cordial saludo.

  382. Hola soy Miriam Obando de Ecuador, al leer los comentarios me da mucha pena e impotencia al leer vivencias tan tristes de una profesión que se supone da alegrías. Personalmente no he tenido inconvenientes ni ese tipo de acoso con mis estudiantes llevo 21 años de carrera docente y hasta ahora solo uno que otro mal educado ha intentado faltarme el respeto pero yo he implantado mi autoridad. Considero que es muy importante la primera impresión y explicar las reglas dentro de una sala de clase. Con esto no quiero decir que soy dictatorial, pero una cosa es ser amigos y bajarse a nivel de los estudiantes para entenderlos y otra cosa es ser el líder, el guía. He enseñado a mis alumnos xq se deben poner y respetar las normas y gracias a Dios no he tenido problemas. Muchas veces para hacer respetar las reglas he tenido que sacar de clases, llevar a inspección, llamar al padre de familia, firmar compromisos e incluso ir hasta rectorado todo esto ha permitido que los estudiantes me respeten y así tener un estatus en el colegio. Pero soy amiga de ellos, converso me río y hasta negocio con ciertas actividades, los motivo y en ocasiones dejo a un lado la cátedra para conversar temas que ellos me sugieran y que son de su interés. Aunque esos mismos chicos acosan y no obedecen a otros compañeros docentes de aula y es por eso que reitero la primera impresión es la que cuenta.

  383. Solo para darle las gracias javier desde Senegal.

  384. Miriam, estoy absolutamente de acuerdo en que la profesión en enseñante debería ser de «alegrías» y no de «vivencias tristes».
    Quiero felicitarte, porque sin duda, no sólo tienes una enorme vocación, sino que además cuentas con las estrategias necearías para impartir clase. Sin duda eres una magnífica profesora. Me lo corrobora tu forma de actuar con tus alumnos. Les has enseñado a respetar las normas, afrontando correctamente aquellos casos difíciles que se hayan podido presentar, consiguiendo que tus alumnos te respeten sin dejar por ello de «ser amiga» de ellos mostrándoles confianza al «negociar con ellos ciertas actividades».
    Sin duda haces una extraordinaria labor educativa.
    Cómo dices, es muy triste que una gran mayoría de docentes no cuenten con esas habilidades que tú tienes. A muchos profesionales les cuestan años aprenden a enfrentarse a alumnos adolescentes con éxito, y mientras sufren el acoso de determinados alumnos. Tú misma dices que «esos mismos alumnos que a ti si te respetan, acosan y no obedecen a otros compañeros». Y seguro que estos no lo pasan nada bien. Te pediría, si me lo permites (aunque debería ser labor del jefe de estudios o del director del colegio), que trates de «echar una mano» (quizás ya lo hagas) a aquel compañero o compañera que lo esté pasando peor. Has conseguido «ser guía, respetada y seguro que muy querida» por parte de esos alumnos. Tú puedes hacerles ver que ese compañero/a lo está pasando muy mal por cómo se comportan con él y pedirles que dejen de hacerlo. Ellos te explicarán el porqué se portan así con el/ella, con un montón de quejas sobre el profesor/a en cuestión (muchas de ellas con razón), que sin duda tú sabrás «explicar y restar importancia» (aunque a veces la defensa resulta tremendamente difícil por las malas prácticas docentes).
    Con esa información que te den ellos, puedes hablar con el docente implicado a fin de que cambien su comportamiento y actitudes hacia ellos (con la «mano izquierda» que consideres oportuna), Entre eso y tu mediación con los alumnos es probable que ese docente deje de pasarlo tan mal.

    Reitero otra vez mis felicitaciones por la forma en que desarrollas tu trabajo.

    Un cordial saludo.

  385. Magy, espero que no tengas los problemas que se describen en este artículo, con tus alumnos. Sé que en Senegal, respecto a educación, conviven el sistema público y privado y a excepción del colegio americano, sigue el sistema educativo francés.
    En el blog, hay más de 2.500 mensajes, pero ninguno (este es el primero) desde el continente africano. Siempre he pensado que este tipo de violencia contra el profesor, o no se producía en África, o si se producía se trataría de algo muy poco frecuente. Siempre he creido (igual es un tópico) que los alumnos africanos respetan, quieren y admiran a sus maestros. Por eso me ha sorprendido tu mensaje. Pero sea por lo que sea por lo que me das las gracias, me alegro, porque eso significa que lo que has encontrado en el blog, te ha servido de algo.

    Un cordial saludo.

  386. Por lo menos me alegro que en algunos casos.Si reconocen sus labores como docentes.Mi caso es distinto yo me preocupo por una enseñanza exelente .Pero por haber reclamado que las maestras de diferentes areas que me designaron no daban clases se volvieron mis enemigas.Y ahora soy victima de búlling,Incluida la compañera del DECE.Se pasa viendo todo lo que yo hago.Como que no existiera otros /as Docentes.Llegaron al extremo de dejarme encerrada en el centro educativo.Mi hora de salida según la señora Directora era a la 1 p.m ,Para todo el personal Pero yo salí a las 4 Porque un compañero me dejo encerrando.Salí por una escalera que me trajo la policía en conjunto de una compañera al subir la misma me cahí.Pero mi preocupación no es esa ahora es que una madre de familia me acusa que yo le he cogido del cuello a su hijo sin haberlo hecho y a otro le he metido una galleta a la fuerza y están apoyada por la compañera del DECE.

  387. María, siento enormemente la situación en que te encuentras. En tu caso, más que de bullying (término utilizado para referirse al acoso entre iguales o compañeros de escuela) hablaríamos de mobbing, que es el acoso entre adultos compañeros de trabajo. Te recomiendo que pongas en conocimiento de la Directora lo que te está sucediendo con esa compañera del DECE, que parece no dejar de vigilarte. E incluso, parece apoyar las denuncias de algunas madres respecto a que maltratas a sus hijos. Es importante que lo aclares todo ante esas madres. Pero convendría que lo hicieses en presencia de la directora. Mi consejo es que cuentes todo eso a la directora. Además, pídele que te gustaría tener una entrevista con esas madres en su presencia. En esa entrevista aclara las situaciones que han originado ese rumor de «que has cogido por el cuello a un alumno» y que «a otro le has golpeado». Hazles ver que en ningún momento la realidad es cómo ellas creen, incluso disculpándote de aquellas actitudes tuya que hayan podido dar origen al malentendido, porque en realidad, lo mismo que ellas, tú solo quieres el bien de sus hijos, y diles también que crees que su denuncia está alentada por una de tus compañeras, que trata de perjudicarte continuamente.
    Estoy seguro que a partir de ello, la directora te apoyará a tí y esa compañera tuya del DECE dejará de molestarte. Por otro lado, debes intentar llevarte bien con las maestras que te han designado. Hay que encontrar el motivo de «porqué no dan clase» y tratar de poner remedio, y más cuando se forma parte de un Departamento de Consejería Estudiantil.
    Espero que se soluvione pronto el problema.
    Un cordial saludo.

  388. Me gustaría compartir con vosotros una experiencia reciente que me ha dado mucho que pensar estos días.
    Dando clase en un grupo de la ESO, donde me cuesta mucho explicar ya que los alumnos son bastante bulliciosos, le pido a una alumna que se calle, haciendo esta caso omiso, transcribo aproximadamente la conversación:

    YO: Carmen (nombre ficticio), ¡cállate!
    (Carmen continúa hablando)
    YO: Carmen, ¡te he dicho que te calles!
    (Carmen mira con un gesto de fastidio y continúa hablando)
    YO: Carmen, ¡te he dicho ya varias veces que te calles y continúas hablando, sin hacer caso! (aquí ya mi voz suena en un tono más alto y alterado)
    ALUMNA: (en tono relajado, sin alterarse) ¡es que hay más gente hablando!
    YO: Ya pero el hecho de que no seas la única que hable no te da derecho a no hacerme caso
    ALUMNA: Ya, ¡pero es que a ti nadie te hace caso!

    Después de clase, he tenido una charla con la alumna, desgraciadamente no a solas, donde ella hizo hincapié en su postura: no se le podía recriminar su actitud, dado que otros también se portaban mal, y me siguió espetando con toda seguridad y sin inmutarse que a mí nadie me hacía caso, le dije que eso era su opinión y no era adecuado decírmelo de esa manera, a lo que ella me contestó que no era una opinión, era la verdad ya que todo el mundo lo decía, que a mí nadie me hacía caso.
    Os podéis imaginar la situación de pérdida de autoridad, donde la alumna (que obviamente no es la única, pero sí la que mayor descaro ha tenido) se muestra en una posición de seguridad, sintiéndose respaldada por sus compañeros y considera que tiene derecho a hacer lo que quiera dado que, como otros no respetan, ella no tiene por qué respetar a la profesora.

  389. María, ciertamente, los alumnos de la ESO (en general) se toman unas confianzas con sus profesores similares a las que se toman con sus padres. Desgraciadamente, es la sociedad en su conjunto quien a sustraído la autoridad a los docentes, con la anuencia pasiva de las autoridades educativas. Afortunadamente en algunas comunidades autónomas se está tratando de poner freno a ello con leyes relativas a la «autoridad docente». Los últimos años ( más de 20) los docentes hemos venido observando un deterioro constante tanto del propio proceso enseñanza-aprendizaje de los alumnos, como de las relaciones de convivencia entre los propios alumnos y entre éstos y sus profesores. No corren buenos tiempos para la educación secundaria en nuestro país.
    Has sufrido una falta de respeto clara y directa por parte de una de tus alumnas y tu autoridad ha quedado dañada frente al resto de tus alumnos. Tienes que recuperarla.
    Dices que hablaste con la alumna al final de la clase, pero no a solas. ¿Cuál fue la razón por la que no pudiste quedar a solas con ella? ¿fue porque la niña no acepto quedar a solas contigo y exigió a otros compañeros que se quedaran también? Si fue así, debiste forzar que el resto de alumnos se marchara. En mi opinión, deberías ponerlo en conocimiento de la jefatura de Estudios (aunque no sé el respaldo que esta Jefatura os proporciona). Es importante que esa acción sea sancionada, porque si no la alumna no comprenderá nunca que lo que ha hecho está mal. Tú misma comentas que «considera que como otros no respetan, ella tampoco tiene que respetar a su profesora». Es necesario que la expliques que no puede hacer eso. Que no debería hacerlo ningún alumno, y por ello es merecedora de una sanción (puede ser dejarle sin recreo en la biblioteca, o castigarla a prolongar la jornada escolar con una hora extra, o con las medidas que soléis utilizar para sancionar a los alumnos en tu centro. Pero desde luego, no debes dejarlo sin sanción.
    Por otro lado, tu mensaje no trasmite irritación o malestar contenido, por lo que deduzco que manejas la clase con soltura y sin angustia, a pesar de que te «cueste mucho explicar». Creo que incluso te llevas bien, en general, con tus alumnos porque me dices que esa situación vivida «te ha dado mucho que pensar estos días». Unas reflexiones encaminadas seguramente a «mejorar la enseñanza» no a abandonarla.
    Estoy seguro que encontrarás la manera de volver a recuperar tu autoridad en esa clase. Empieza por hablar seriamente, y a solas con esa alumna, hasta convencerla de su gran equivocación.
    Un cordial saludo.

  390. Agradezco enormemente tus consejos, Javier. Ciertamente, el hecho de no haber hablado con la alumna a solas ha sido un error mio, habrá de tratar de reponer lo mejor posible mi autoridad. Cada año estoy en un centro distinto y noto bastantes diferencias en la manera de actuar de la jefatura de estudios, en este centro la tendencia es a tratar de evadirse de los problemas, realmente no me siento muy apoyada por ellos.

  391. María, espero no tengas problema en recuperar la autoridad, que yo creo, no has llegado a perder del todo. ese episodio hizo que tu autoridad se tambalease pero estoy seguro, por tu primer mensaje, que podrás reponer el daño porque cuentas con estrategias suficientes para ello. El no sentirte apoyada por el equipo directivo, si puede convertirse en un grave problema, si no eres capaz de controlar la clase. Es importante que seas capaz de manejar bien las relaciones con tus alumnos, y las relaciones de tus alumnos entre sí. Si te muestras cercana a ellos (con ciertos límites, nunca como una colega), y logras que confíen en ti en todos los terrenos y en cualquier circunstancia, entenderán que estás dispuesta a ayudarles siempre. Consiguiendo que tus alumnos confíen en tí tendrás mucho terreno ganado. Habrá momentos y días difíciles, siempre los hay, pero no serán absolutamente insuperables, y cada vez, aunque cada año estés en un centro diferente, manejarás mejor el aula.
    Te deseo todo lo mejor.

    Un cordial saludo.

  392. Hola, Javier.
    En primer lugar, felicidades por este blog, me está sirviendo de mucho.
    Quisiera dar una opinión acerca de las escuelas de adultos. Yo particularmente, soy profesora de matemáticas en un CFA , y sí que existe el acoso al profesor aquí, sobretodo en el área de matemáticas. Hay adultos que son como niños, y te acosan de otra forma , más «civilizada» , pero te acosan al fin. Yo estoy teniendo actualmente problemas con una alumna que es «líder» de un grupo, es la delegada, y le encanta tener cierto protagonismo ( ya se apuntó voluntariamente al consejo escolar , etc ) : va por detrás mío haciendo comentarios al director del centro, en el cual percibió que dudaría primero de mi palabra que de la suya ( siempre lo hizo… ) , va diciendo mentiras que yo misma destapé en frente a toda la clase, que no soy buena profesora y que élla desea tener un profesor de matemáticas como «Dios manda» , que yo no me preparo las clases , etc. etc . Y a esto se unen aquellos alumnos que , aunque ya son adultos, les resulta más fácil culparme de mala profesional que admitir que son irresponsables porque faltan una semana seguida y no piden apuntes, porque no dedican esfuerzos ya que no tienen tiempo ( por problemas de trabajo, familiares, etc ) , porque no atienden en clase ( un alumno que jamás le he visto poner atención porque está todo el tiempo con el móvil ) , etc. Por suerte son pocos estos alumnos conflictivos en estos centros, pero existen.

    Y esta alumna sabe bien que el equipo directivo no me apoyará …. porque lo huele. El director tiene una actitud demasiado empática con los alumnos y les cree antes a ellos que a mí. Pone en duda mi palabra. ¿Qué puedo hacer frente a esto? Hablar con el director me parece una pérdida total de tiempo, porque se pondrá del lugar de la manipuladora.

    Esto me pasa sólo con una clase, por suerte…. y para desmentir las barbaridades que dice esta chica ( una egocéntrica y narcisista de 22 años que desea protagonismo a costa de lo que sea ) , se me ocurrió hacer, cada semana, un «test» de contenidos a los alumnos, y hacerlos pasar a la pizarra , para controlar lo aprendido . Al ver que casi todos hacían bien los ejercicios , sentí una gran satisfacción. Porque si ellos aprenden, todo lo demás que pueda decir élla es humo….

  393. Buenas tardes a todos. Me siento identificada con la descripción de impotencia y temor docente que expone el artículo a la hora de abordar el trabajo en las aulas en las que predomina un alumnado violento, sin hábitos de convivencia ni (aparentemente) voluntad de adquirirlos. En mi opinión, además de lo recogido en el artículo, hay tres elementos que empeoran la situación:
    1. Las condiciones que impuso la última reforma educativa elevando la ratio de alumnos por aula y materia (aumentando la concentración de perfiles conflictivos)
    2. Los recortes presupuestarios, que dejan sin efecto las solicitudes, algunas son ya pedidos desesperados, a la administración de contar con más personal docente de apoyo.
    3. El nuevo escenario mediático donde se nutren nuestros jóvenes y que crean modelos de acción violenta especialmente crueles sobre aquello que se tacha de «débil», que no es otra cosa que el comportamiento cívico y ético.
    Recuerdo que cuando era niña las terroríficas estadísticas de violencia (asesinatos, violaciones, intimidaciones, robos, portación de armas, linchamientos, atentados callejeros por causas xenófobas, masacres en escuelas, etc) cometidas en Estados Unidos, hacían que la gente por un lado se llevara las manos a la cabeza y, por otra parte, agradeciera que ese modelo de sociedad enferma quedara muy lejos de nuestras fronteras, de nuestras calles y de nuestras aulas. Bien, hoy ya lo tenemos aquí. Convivimos con él en caída libre bajo uno de los peores efectos de la globalización. Podemos llorar como de impotencia, darnos de baja hartos o maltratar a los jóvenes en respuesta a su deplorable comportamiento: pero ninguno de estos caminos va a resolver la situación, porque tanto ellos como nosotros somos piezas vulnerables. Sin embargo, sólo nosotros somos completamente responsables por ser adultos y por pertenecer a uno de los entramados estructurales del sistema. En mi opinión debemos reclamar más recursos, más docentes, más vías efectivas y rápidas coordinadas con otras instituciones que velen por los menores (guíen, sancionen, corrijan, protejan), y exigir que los objetivos educativos dejen de estar tecnificados para colocar el interés en la formación integral del adolescente. El futuro que nos espera, de continuar como hasta ahora, lo tenemos al otro lado del océano: una sociedad integrada (más bien desintegrada) con alta tasa de especializacion técnica y una muy alta (y vergonzante) criminalidad.
    Yo, al menos, prefiero no correr el riesgo de elevar innecesariamente la violencia con resultados imprevisibles (siempre se puede estar peor).
    Mi ideal no es el de una sociedad que golpea al menor (la sola idea remonta a épocas oscuras de las que costosamente hemos salido), o ejerce autoritarismo en lugar de autoridad.
    Tal como están las cosas, nuestra pelea debería ir encaminada hacia quienes ostentan el poder y no han contado con nosotros para ninguna de las medidas que nos afectan. La autoridad se gana con coordinación y con el respeto indiscutible hacia nuestra profesión. Quienes en primera instancia se están burlando de todos nosotros y nos somete a la tortura de sobrevivir cada día en peor situación, son los propios gobiernos (central y autonómico) que esperan que sigamos adelante a costa de nuestra salud y de nuestra dedicación ingructuosa, a costa del abandono total de nuestros jóvenes, y llevandonos a una desesperación social a la deriva. Es una realidad descarnada. Pienso que hay que plantarles cara.
    Saludos a todos.

  394. Claudia, los Centros de Formación de Adultos, hace mucho que dejaron de ser lugares a los que asistía gente que «verdaderamente quería aprender», gente que trabajaba durante todo el día y asistía a clase como aliciente para mejorar en su vida laboral. Hasta hace 15 o 20 años, la enseñanza de adultos era «una balsa de aceite» para los profesores, comparado con lo que se empezaba a vivir en los institutos de secundaria. Ahora, los alumnos desmotivados, que al cumplir los 18 años tienen que dejar los institutos, sin haber obtenido el título de secundaria, se matriculan en esos centros de adultos, manteniendo unos comportamientos parecidos a los que tenían en la enseñanza reglada. Otros dejaron el instituto con 16 años, trabajaron unos años, y con la crisis económica y el paro volvieron a la enseñanza, pero muchos sin gran motivación. Y todo ello, sin duda, afecta a la dinámica de la clase y a que aparezcan casos como el que describes.
    Me parece estupenda la estrategia que tomaste para demostrar ante todos tus alumnos, que tus clases funcionan, porque una mayoría de alumnos «aprende» y es capaz de resolver de forma adecuada los ejercicios planteados.
    No hay nada más atrevido que la ignorancia. Esa alumna tuya demuestra mucha ignorancia cuando va sembrando el rumor de que no eres buena profesora y que ella desea tener un profesor de matemáticas como Dios manda» . No debes hacer caso de esas «bobadas» de adolescencia tardía. En realidad solo quiere reafirmarse ante sus compañeros, quiere llamar su atención, y quiere que la consideren alguien capaz, de si hace falta «enfrentarse al poder establecido». Ese tipo de personas, ya adultas (con rasgos adolescentes, aunque ya no lo son), con su narcisismo y su egocentrismo publico sólo tratan de ocultar complejos de inferioridad. No se lo tengas demasiado en cuenta.

    Lo que no debes permitir bajo ningún concepto es que se comporte mal en tu clase, que te boicotee en el aula, y no te permita impartir clase con normalidad. En ese caso, échala fuera. Y hazle comprender que no volverá a entrar hasta que no cambie su comportamiento, porque todos sus compañeros tienen derecho a que su profesora no pierda el tiempo en llamarle constantemente la atención. Es decir, si el problema son solamente los rumores, como te he dicho, no debes hacer caso de ese tipo de habladurías. Como bien dices, no tienes problemas en ninguna otra clase, y eso, no lo dudes, lo sabe tu director. Es posible que sea «demasiado condescendiente con los alumnos» pero es muy improbable que la creyera a ella antes que a ti.
    Si continua con esos rumores sobre tí, busca estrategias (parecidas a la que buscaste) para desmentirlas ante el resto de alumnos, pero quizás también sería positivo que un día hables con ella , a solas, sin testigos, solo tú y ella, y pídele cuentas de su comportamiento. Exponle a la cara los rumores que está diciendo respecto a tí (lo más probable es que ella no sepa que tú lo sabes), y pídele que te explique por qué lo hace. Aféale su conducta, mucho más propia de una adolescente, que de una muchacha de 22 años. Es posible que entonces lo niegue todo, o que vuelva a decirte que ella «quisiera tener un profesor de matemáticas como Dios manda». En ese caso dile que tienes los estudios, y el título correspondiente para impartir esa materia, y que quizás ella es la que tiene problemas de aprendizaje. Dile además, que todos, en nuestra época de estudiante, tuvimos profesores que no nos gustaban, y no uno, sino varios, y de diferentes materias, pero era el que nos tocó, y no hay más remedio que adaptarse a él si quieres aprobar la asignatura. Hazle ver que tu deseo es que ella, así como todos los demás, aprendan matemáticas, y que probablemente si esa animadversión hacia ti desapareciera, quizás podría centrarse más en el temario y entender todo con más facilidad.
    Una conversación así, tan directa, la desarmará y la hará sin duda cambiar de actitud. Y seguro que solucionas el problema.
    Me agradaría que al finalizar el curso, esa chica de 22 años, terminara siendo una de tus mejores alumnas.

    Un cordial saludo.

  395. Paula, haces en tu escrito, unos planteamientos magníficos. Estoy totalmente de acuerdo contigo en los tres elementos que, a tu juicio empeoran la situación. También estoy de acuerdo, en que, cómo dices, » nuestra pelea debería ir encaminada hacia quienes ostentan el poder y no han contado con nosotros para ninguna de las medidas que nos afectan.» Desde hace muchos años, en nuestro país, parece no importar a nadie la educación de nuestros niños y jóvenes, si no es a los propios maestros. Sistemáticamente, cada gobierno de turno lo ha empleado como arma arrojadiza, y siempre para conseguir votos. Aciertas también al decir que » Quienes en primera instancia se están burlando de todos nosotros y nos somete a la tortura de sobrevivir cada día en peor situación, son los propios gobiernos (central y autonómico) que esperan que sigamos adelante a costa de nuestra salud y de nuestra dedicación infructuosa a costa del abandono total de nuestros jóvenes, y llevándonos a una desesperación social a la deriva «. Las múltiples reformas educativas realizadas en los últimos 25 años, jamás han tenido en cuenta a los docentes. Sólo han escuchado a «expertos educativos», que en realidad no tienen ni la más mínima idea de lo que sucede tras los muros de la escuela. Y así, desgraciadamente, se camina hacia el precipicio.
    Admiro tu deseo de hacer y conseguir cambiar esto, reflejado en tu reflexión final : «Pienso que hay que plantarles cara». Totalmente de acuerdo, y ojala sirva para movilizar a este colectivo docente tan desmotivado. .
    Un cordial saludo.

  396. Hola,
    Soy profesor de música de Argentina, con mas de 10 años de experiencia en escuelas y talleres comunitarios. Esta semana tuve una situación dando clase con alumnos de 16 años que no se bien como resolver, voy a intentar sintetizarla para compartir y ojalá recibir algún buen consejo sobre como actuar.
    En una escuela privada de la argentina doy, aparte de talleres optativos, la materia Cultura Musical para un curso de 4to año de secundario( 30 alumnos de entre 16 y 17 años) para la ultima clase planifique mostrar y probar algunos instrumentos de vientos y experimentar con un monocordio,que es un instrumento de una sola cuerda muy útil y grafico para introducir el concepto de acústica y la relación proporcional entre la altura del sonido y la distancia de la cuerda. Esta relación entre la Musica y las matemáticas se le atribuye a Pitagoras en el siglo quinto antes de cristo. Aproveche la situación para contarles a mis alumnos sobre la admiración que me genera la figura de Pitagoras. Aproveche también para preguntarles a ellos que figuras de la historia les generaban admiración, Alguno contesto Gandhi, otro no eligió ninguno. Hubo uno en especial y sobre este caso estoy pidiendo ayuda que respondio: -Hitler.
    -¿Por qué?- le pregunte.
    Por que se propuso algo y lo consiguió- me respondió
    ¿Que se propuso?- pregunte
    Matar a todos los Judíos- respondió
    Anda a la oficina del Director y describí lo que acaba de pasar- le dije.
    El alumno se negó a ir a dirección y un compañero suyo se sumo a defenderlo diciendo que no tenia por que ir a dirección por expresar lo que pensaba.
    Volvi a pedir sin exito que se valla a la oficina del director . Finalmente resolvi que todo el curso vuelva a su aula (estábamos en la sala de Musica) 10 minutos antes que termine hora. Ya en el Aula y con la ayuda del preceptor(asistente), el alumno y yo fuimos a la oficina del Director.
    El Director de esta escuela tiene como protocolo que en líneas generales siempre recibe primero al profesor a solas y después al alumno. Mas alla de que fui explicito con el alumno en que espere afuera de la dirección. Él se fue(ya era la hora que ellos salen a almorzar)
    Al director le describí la situación a acababa de pasar y le pedi como primera medida una reunión con los padres del alumno para revisar que pasa en un adolescente de 16 años que elije admirar a un personaje como Hitler. En segundo termino se hizo evidente la falta de respeto hacia la figura del profesor en el aula, resistiéndose a la consigna de ir a dirección y no esperando a la reunión junto al director.
    Ese mismo dia mas tarde fui a dar un taller a la misma escuela, que funciona doble turno y tiene talleres extra currriculares ,cuando me acerque al director, el me dijo que todavía no había hablado con el Alumno.
    No se bien como encarar el próximo encuentro con este alumno y con este curso, mi primera idea es la de no dejarlo entrar a la clase que doy hasta que demuestre un mínimo de respeto.
    Por que comparto esta experiencia y pido consejos:
    En principio por que me siento desvalorizado y agredido por el alumno, vale aclarar que tengo familia judía y la figura de Hitler es en especial provocadora. También por el director que todavía no tomo cartas el asunto.
    Por ultimo quiero agregar que esta situación esta ocurriendo en una escuela privada donde concurren alumnos de alto poder adquisitivo y a veces da la sensación que mas alumnos son clientes a quienes estamos intentando educar.

    Gracias!

  397. Matías, lo primero que me gustaría saber es si ese alumno tuyo sabe que tú tienes familia judía. Si conoce el hecho, el asunto adquiere una especial gravedad, pues se trataría de un ataque directo a tu figura, es decir, a la figura del profesor, con absoluto descaro, desprecio y alevosía hacia ti, y ante todos sus compañeros.
    Sin embargo, si no conoce ese dato, el problema no sería tan grave. Ciertamente habría una falta de respeto hacia su profesor desde el momento que no quiere cumplir tu orden de dirigirse al despacho del director y que posteriormente, sin tener el permiso para marcharse, se va a casa en cuanto suena «el timbre del final de las clases». Si como digo, el alumno no conoce el dato de que tienes familiares judíos, no debes sentirlo como una ofensa personal, y enmarcar la situación como algo «absolutamente penoso» que tendrás que tratar con él de otra forma, y no precisamente con castigos.
    La situación ocurre en clase a partir de que tú propones a tus alumnos que digan » que figuras de la historia les generaban admiración». Desde el momento que planteas tu pregunta de esta forma, estas arriesgando (aunque no es lo habitual afortunadamente) que alguno de ellos diga una barbaridad como esa. Es muy posible que en su casa ese alumno haya escuchado hablar así a su padre sobre ese tema. Tu reacción ante ello, mejor que mandarle al despacho del director hubiese sido aprovechar el momento para abrir un debate en la clase sobre el tema. Pedir a la clase la opinión sobre «esa opinión». O si no querías en ese momento interrumpir la clase, acordar un día determinado para abordar el tema. Pocos compañeros pensarán como él.
    Te recomiendo que hables con él a solas. Hazle ver que merece una sanción, pero no por su opinión, sino por desobedecerte, por desobedecer tu autoridad. Su opinión has de tratar de cambiarla con argumentos de peso y en un debate que participen todos los alumnos. Cuando dices «No dejarle entrar a tu clase hasta que muestre un mínimo respeto» ¿te refieres a que te pida perdón? o ¿es que ese alumno siempre se muestra irrespetuoso contigo?. De todas formas creo que no dejarle entrar a tu clase no es buena idea. Creo que es mejor que quede una hora extra durante dos o tres días. Es decir, quedarse en el centro una hora más después de que todos salgan, (haciendo tareas en la biblioteca del centro) y previo aviso a los padres. Este tipo de sanción suele parecerles bien, en general, a los padres, y a los alumnos les fastidia sobremanera.
    Ciertamente, si el centro educativo donde trabajas es privado, con alumnos de familias de alto poder adquisitivo, más que de alumnos, se trata de clientes. No es fácil lidiar ni con sus padres, ni con los directores que en una mayoría de ocasiones se pondrán de parte «del cliente». Tampoco es fácil lidiar con ese tipo de alumnos, pero si consigues ganarte su confianza, si consigues que vean en ti, en todo momento a alguien que quiere ayudarles a sacar el curso, que les apoya y que les soluciona problemas con buenos consejos, entonces no tendrás problemas con ellos.
    Dar clases a alumnos de esta edad, hoy por hoy, es una tarea tremendamente difícil. En ocasiones (cada vez más frecuentes), los alumnos faltan al respeto a sus profesores, y desgraciadamente muchos directores no apoyan como debieran a los docentes. En un centro privado este hecho suele multiplicarse exponencialmente. Aquí, lo profesores debéis conseguir estrategias suficientes para hacer frente a eso en la medida de lo posible, y que las circunstancias diarias del aula no os afecten anímicamente.
    El asunto que planteas, parece puntual. No percibo a través de tu escrito que tengas demasiados problemas y por ello espero que todo se resuelva sin problemas añadidos..
    Un cordial saludo.

  398. Gracias Javier por tu respuesta y buenos consejos, efectivamente el Alumno sabia de mi origen judio.
    Ya tuvimos la clase siguiente al hecho, donde se debatió este asunto con los demas compañeros, y si bien se me pidio disculpas manifestando que no lo estaba diciendo en serio, yo respondi que las voy a aceptar cuando demuestre que puede participar de la clase con respeto.
    Saludos cordiales

  399. Buenas tardes a todos, ya he escrito otro post en el mes de enero comentando problemas con una alumna, la cual, tras entrevistas con ella y con su familia, se han solucionado bastante favorablemente, a día de hoy dicha alumna tiene un comportamiento bastante aceptable.
    Me gustaría comentar una situación que padezco desde primeros de curso con otra alumna y grupo de 2º de ESO, pero que cada vez se ha ido agravando más, llegando actualmente a una situación de acoso.
    Ya a principios de curso había sido advertida por jefatura que ella cada curso trataba de seleccionar con qué profesor/a se podía «pasar» más, y de esta manera distorsionar la clase para llamar la atención, parece ser que yo he sido la profesora elegida, con lo que la mayoría de las veces me monta verdaderos escándalos en clase, o se apoya en compañeros para boicotear totalmente la clase, haciendo que cada vez que me vuelva al encerado o a explicar a alguien, hagan ruidos o voces para molestar.
    Muchas veces la he expulsado de clase, algunas veces se niega a salir y he tenido que pedir que llamen a alguien de jefatura para venir a buscarla.
    La última vez que vino el director, dado que ella protestaba, preguntó al resto de la clase si la alumna había gritado, ante lo cual varios alumnos lo negaron, dejándome a mi por mentirosa. Más tarde, en el despacho del director, éste me reitera que le parece muy extraño que los compañeros la defiendan, reforzándose en que el fallo era mío, que la había expulsado sin razón.
    Comentando la situación con una compañera, me dice que el otro día había tenido guardia con ese grupo y había quedado muy sorprendida con el comentario que le habían hecho: que ellos se llevaban muy mal entre ellos, pero que cuando se trataba de hacerle la vida imposible a un profesor se unían todos.
    Estos días se ha agravado la situación, el acoso está claramente dirigido por esta alumna, pero una gran cantidad de compañeros la siguen, buscando la complicidad para que yo no pueda acusar a nadie directamente, se sienten crecidos e impunes, ya que ven que el director no me apoya. Trato de mantener la calma lo más posible, pero hoy me ha temblado la voz y he tenido que respirar hondo para no perder los nervios, ellos lo han notado y se han reído y hecho gestos entre ellos.
    Hoy he intentado hablar con la jefa de estudios pero me ha dicho que no tiene tiempo, que vuelva mañana.
    Aunque no es el primer conflicto que he tenido, ahora mismo éste me resulta difícil de resolver, me siento muy poco apoyada y aunque seguiré peleando día a día, me va a resultar duro. Agradezco cualquier consejo que me puedas dar, escribirlo aquí me resulta de desahogo. La verdad es que debería haber una mayor compenetración y apoyo entre nosotros, este blog hace una gran labor.
    Gracias y un saludo,

  400. Increíble que diez años después de que comenzó este tema no exista gran avance al respecto. Soy maestra en un centro de educación para adultos en México y actualmente más que adultos la mayor parte de los estudiantes son jóvenes de entre 15 y 18 años expulsados de otras escuelas. Ya se imaginarán lo que hay que pasar con algunos grupos; simplemente por mencionar algunas conductas: Comen en clase; llegan tarde y apestando a cigarro; no toman apuntes; están toda la clase con el celular; no hacen las actividades y encima se quejan si les regañas. Todo lo anterior sin mencionar las faltas de respeto a mi persona ( todos comentarios machistas ya que tengo un grupo de puros hombres). Lo peor; no hay apoyo por parte de la dirección ya que prefieren perder a un profesor antes que a un insumo económico por parte de un alumno.

  401. María, me alegra que los problemas que tenias con aquella alumna el pasado mes de enero, se haya solucionado. Hablar individualmente y a solas con los alumnos, así como entrevistarse con los padres de éstos, hace que en la mayoría de las veces, estos chicos/as mejoren su comportamiento en clase.
    Hablas también, de una situación que vienes sufriendo desde principio de curso con una alumna de 2º de ESO que boicotea deliberadamente tus clases. Ciertamente, tal y como te dijo Jefatura, hay alumnos que miden «hasta donde pueden llegar» con cada profesor. Ellos saben con qué profesor no pueden «ni moverse», y saben quiénes son los docentes más tolerantes. Y en muchas ocasiones, con aquellos que les toleran más, llegan a «sobrepasarse» demasiado, llegando a situaciones, tal y como dices, de verdadero acoso.
    Es importante que no pierdas los nervios durante la clase, pero tampoco debe preocuparte, que en un momento determinado «te haya temblado la voz» y hayas estado a punto de llorar, (o de partirle la cara a alguno), y que ellos lo hayan notado y se hayan reído entre ellos. El problema no es que eso haya pasado, sino como eres capaz de reponerte. Situaciones como esa, y tal y como está la docencia en la actualidad, aparecen con cierta frecuencia durante la vida profesional de un docente. No hay que preocuparse, porque a medida que pasan los años, se adquieren «suficientes tablas» para solucionar cualquier tipo de problema que se presenta en el aula.
    Es verdad que resulta duro, pero veo que estas dispuesta a «pelear día a día» a pesar de «no sentirte apoyada por la dirección». Y eso es importante.
    Creo que lo primero que debes hacer (además de lograr que Jefatura de Estudios te escuche), es hablar con el tutor/a de ese grupo de 2º de ESO y comentar con él/ella lo que te está pasando. Cuéntale el mal comportamiento de esa «alumna líder» que arrastra al resto de compañeros en sus boicot a tus clases. Pídele por favor, que intervenga porque de mantenerse esa situación los más perjudicados serán los alumnos en las calificaciones finales. Dile también que lo estás pasando realmente mal, que te encuentras mal emocionalmente, y que necesitas, por favor, que te ayude. Seguramente (a no ser que te lleves mal con ese tutor/a) intervendrá hablando con esa alumna para que deje de comportarse así. Incluso, si el tutor/a la conoce bien, podrá decirte alguna forma de «conectar positivamente con ella».
    También puedes hablar a solas con la alumna. Dile claramente que sabes que es ella, más que el resto de los alumnos, quien fastidia las clases. Pregúntale qué es lo que tú le has hecho a ella para que ella te trate así en clase. No le has hecho absolutamente nada para merecer por parte de ella ese mal comportamiento. Explícala que los más perjudicados por la situación van a ser ella y todos sus compañeros, porque acabarán suspendiendo la asignatura. Intenta que te explique por qué lo hace, qué es lo que no la gusta de tí, qué es lo que no aguanta de ti, insiste una y otra vez en ello (será incapaz de hacerlo, será incapaz de razonar el porqué). O quizás te diga alguna cosa sobre la cuál podáis entablar una conversación y llegar a acuerdos.
    Sencillamente creo que es que se siente bien «jaleada por el resto de la clase», se siente bien porque muchos la admiran, solamente porque se «enfrenta» al poder establecido que tu representas, y está «ganando» la partida. Y eso es algo que no puede permitirse.
    Es posible que a esta niña no le hagan mucho caso en su casa y tenga diferentes problemas que enmascara con esos comportamientos en el aula. Es algo que podrías descubrir si tus conversaciones privadas con ella se repiten.
    Comienza, como te digo, por hablar con su tutor/a y un tiempo después (cuando el tutor haya hablado con la alumna), también con ella.
    Espero que con esto, el problema comience a solucionarse.
    Un cordial saludo.

  402. Gracias por tu respuesta, Javier.
    He hablado con la tutora y he hablado con otra jefa de estudios, que me ha escuchado y me confirma que conoce los problemas que tiene esta niña no solo conmigo, sino también con otros profesores, que están estudiando la forma de actuar. He hablado también con la madre, ofreciéndome a tener una charla con ella y a ser posible también con la alumna presente, aunque me ha dado largas. Sé que la niña tiene una situación familiar complicada, además de problemas de salud mental. No creo que se llegue a resolver del todo la situación, pero al menos pienso que estoy actuando todo lo que puedo dentro del margen que tengo y que la situación ha de mejorar.
    De nuevo gracias y un saludo.

  403. sufro de pérdida de autoridad el alumnado se vuelve contra mí y me acusan con sus padres y el director. Escriben leyendas como maestra fea a la verga. Puta Rebeca loca. no se callan en clase, hacen ruidos intensionados, hacen comentarios en voz alta, se burlan de mí. Mi estrategia ha sido no hacer caso y continuar con mi
    trabajo pero es desgastante y sentir que no te aceptan hagas lo que hagas durante años es terrible. De padecer esto llevo años y cada año escolar vuelven a repetirse ciertas acciones solo que ahora ya quieren acusarme con autoridades del estado

  404. Dice el artículo: «los profesores tienen “atadas las manos” a la hora de imponer sanciones. Ha de hacerlo la “Comisión de Convivencia”, el “Consejo Escolar” o el Director del Centro. Pero el profesor, individualmente, carece de competencia real para imponer siquiera mínimas sanciones más allá de la puerta del aula.».

    O sea, que hay un procedimiento para aplicar la disciplina, por los cauces de la “Comisión de Convivencia”, el “Consejo Escolar” o el Director del Centro. Animaría a los profesores a utilizarlos diligentemente cuando sufran faltas de respeto o cuando las sufra algún alumno. Son funcionarios así que no es de recibo que les asuste un poco de papeleo. Hay que tener en cuenta que, si los profesores sufren a alumnos agresivos o irrespetuosos seguro que hay alumnos que sufren agresiones y faltas de respeto mucho más graves de esos alumnos conflictivos. Las agresiones a los profesores son la punta del iceberg.

  405. Epaminondas, estoy de acuerdo contigo en que las agresiones a profesores (dices que «es la punta del iceberg») muestran un deterioro importante de la convivencia, y que sin duda, ello a su vez implica que algunos alumnos, compañeros de esos otros alumnos agresivos (o sus padres) con el docente, sufran también agresiones y faltas de respeto, sino más graves, sí más frecuentes y durante mucho más tiempo.
    Efectivamente existen cauces para aplicar la disciplina, y sería muy bueno, como tú apuntas, que los profesores lo aplicaran diligentemente, dado a lo que puede llegar a dilatarse el proceso, perdiendo con ello toda la efectividad, las posibles sanciones.
    La aplicación de sanciones reguladoras de la convivencia, en los centros escolares varían en función de la Comunidad Autónoma en que se ubique el centro. Y algunas tienen reglamentos disciplinarios tremendamente laxos.
    Afortunadamente, aunque aún queda mucho por hacer, la sociedad en su conjunto está tomando conciencia (si bien, lentamente) de la importancia que tiene el controlar la violencia escolar, tanto entre alumnos, como entre estos y sus profesores.
    Un cordial saludo.

  406. Rebeca, me hago una idea de tu estado emocional ante un ambiente educativo que te “aplasta”, que te “supera” y del que no ves clara una “salida” en el corto plazo (dices que «llevas así años»). Ciertamente el ser hoy docente se está convirtiendo en una profesión de riesgo porque incluso los docentes más “curtidos”, y con muchos años de servicio a sus espaldas (como es tu caso), los que tienen “tablas” y experiencia, los que disponen de habilidades suficientes para manejar la dinámica del aula… ¡esos, incluso esos! , pierden más de un tercio de cada clase en mantener el orden, y la disciplina hasta conseguir una mínima atención de sus alumnos y controlar sus actitudes muchas veces cercanas a lo que podemos calificar de «faltas de respeto hacia su persona».
    Ahora bien, cuando el comportamiento disruptivo de los alumnos supera los límites que el profesor/a, es capaz de afrontar, sólo el Equipo Directivo del centro, concretamente la Jefatura de Estudios, tiene la capacidad real de eliminar o minimizar ese problema. Pero evidentemente debe hacerlo desde una perspectiva punitiva, y apoyando incondicionalmente al profesor que está “sufriendo” una situación violenta que no es capaz de controlar.
    Desgraciadamente no en todos los centros educativos, los Equipos Directivos (que en tu caso, además quieren acusarte con autoridades del estado) intervienen adecuadamente para cortar de raíz las conductas disruptivas de los alumnos y las faltas de respeto de éstos hacia sus profesores. Y me da la impresión de que eso es lo que está ocurriendo en tu instituto (aunque quizás tu no las pedido, porque dices que tu estrategia ha sido «no hacer caso y continuar con tu trabajo»). Incluso algunos Directores y Jefes de Estudios, (muchos más de los deseables), culpan al propio docente de no ser “capaz” de mantener e imponer el orden en sus clases, y eso lo único que produce es la elevación de la angustia y el estrés en el docente, ya que no sólo no le ayudan a resolver el problema, sino que le culpan de ello. Este tipo de Directores y miembros de Equipos directivos que no apoyan a los profesores de sus centros frente a los “desmanes” de los alumnos, deberían ser apartados del cargo por las Administraciones Educativas. Es posible, aunque lo desconozco con certeza, que no puedes esperar ninguna solución a tu problema desde esa perspectiva. Pero necesitas arreglar algo la situación, aunque solo sea por preservar tu salud física y mental.
    Se hace necesario que pongas en práctica determinadas estrategias para conseguir “llevarte bien” con tus alumnos o al menos con una amplia mayoría de ellos. Este curso está ya a punto de terminar y no te será fácil, pero para el próximo debes de tenerlo en cuenta desde el principio.
    Debes conseguir que tus alumnos confíen en ti, que no vean en tu persona “una enemiga”, sino alguien que les escuchará y ayudará si tienen algún problema en cualquier circunstancia. Han de llegar a “verte” no solo como una profesora, sino como alguien “que se preocupa por ellos” y que quiere ayudarles a superar esos cursos que más adelante les abrirá las puertas de la universidad o de un ciclo de grado superior. Para ello tienes que “mostrarte “cercana” y “accesible”, debes estar dispuesta (aunque a veces te cueste) a enseñarles los fallos cometidos tanto en las tareas cotidianas como en los exámenes para que ellos sepan claramente porqué sacaron la nota que sacaron. Cuando esa nota sea baja, anímales a no desesperarse, anímales a que estudien un poco más y a superarse.
    Deja muy claro desde el principio que en clase es necesario mantener la disciplina, por su bien y no consientas en absoluto que te falten al respeto. Debes mostrarte firme en eso y pon en conocimiento de Jefatura de Estudios los casos graves, negándote a admitir en tu clase a alumnos que lo hagan, y no se les castigue adecuadamente.
    Cuando reproches a algún alumno su conducta, muestra rechazo por la acción en sí, pero no etiquetes al alumno, porque eso solo crea animadversión hacia ti, por su parte y por el resto de alumnos. Si dices a un alumno “Deja de hacer el payaso”, ese alumno y el resto de compañeros dirá que le has insultado porque le has llamado payaso. Es mejor decirle…No hagas tonterías, porque tú no eres un payaso, y si haces eso parece que lo eres. Es decir, separa la conducta en si de la etiqueta, a no ser que lo expliques claramente. Procura ser lo más justa posible. Los adolescentes tienen un sentido de la “justicia” muy relativo. No admiten “los grises”, para ellos las cosas son blancas y negras, y debes explicarles muy bien si cambias de criterio antes situaciones parecidas.
    Se dura en tus exigencias, pero con cierta flexibilidad y consigue que ellos interpreten que todas, absolutamente todas tus acciones van encaminadas a ayudarles siempre. Cuando lo consigas, incluso tus sanciones les parecerán necesarias, correctas y justas.
    Intenta ser cercana a ellos, pero nunca te comportes con ellos como “una colega”, porque no eres su colega. Compórtate en todo caso con ellos, como lo harías con tus propios hijos.
    También sería bueno que hables con algún compañero/a con años de experiencia y que tú veas que se lleva bien con los chicos. Pídele consejo. Cuéntale lo mal que lo pasas y solicita, por favor su ayuda. Comunica al Tutor/a de los cursos más conflictivos los problemas que tienes con sus “tutorandos” para que hable con ellos sobre el tema y les haga saber que así sólo conseguirán suspender al final de curso, algo que tú, por supuesto no deseas.
    También puede resultar positivo, que realizases cursos sobre control del estrés y de inteligencia emocional. En estos últimos aprenderás estrategias para el control de la dinámica del aula. Muchas Universidades organizan cursos de verano relativos a este tema, en la mayoría de países, y sería también una buena opción.

    Si la Jefatura de Estudios (ni las autoridades educativas) no interviene como debiera tendrás que resolverlo tú sola, especialmente si no puedes cambiar de centro. Lo prioritario ahora es que salgas cuanto antes del “bache” por tu propia salud física y mental.
    Te deseo mucha suerte.
    Un cordial saludo.

  407. María, me alegra que a partir de tu gestión del problema, la cosa vaya en lo posible «arreglándose».
    Como bien dices, la situación no acabará resolviéndose del todo al existir una situación familiar complicada, e incluso problemas de salud mental de la alumna. Pero no me cabe duda de que la situación acabará mejorando por tus acertadas actuaciones y por la ayuda (ahora parece que si) de otra Jefa de Estudios, que parece haberte escuchado.
    Te deseo todo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  408. Sofía, ciertamente es una constante de los centros privados (salvo contadas excepciones), dar más credibilidad al alumno que a su profesor, porque cómo dices, prefieren prescindir de un profesor que de un alumno cuyos pagos de los recibos mensuales. supone una importante ventaja económica para el centro.
    Pero te diré, que esas conductas que explicas, hacen tus alumnos (como llegar tarde a clase, comer en el aula, mirar y jugar continuamente con el móvil, etc), lo hacen una mayoría de alumnos de secundaria de España. Y también, con mucha más frecuencia de la deseada, faltan al respeto a sus profesores con el mayor descaro, tal y como describo en el artículo.
    Ahí en México, quizás solo haga 10 años que «comenzó esto», pero aquí, en España llevamos así más de 25 años, sin que las autoridades educativas muestren siquiera conciencia del problema ni «deseos de intervenir». Corren malos tiempos para la enseñanza secundaria obligatoria y para la enseñanza de adultos en todo occidente, y a veces, los profesores no pueden hacer mucho más que «sobrevivir». Mucho ánimo.
    Te deseo todo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  409. El problema de este asunto son la falta de valores de los hijos, la falta del principio de autoridad por parte del docente y el incentivo por parte del Estado en incrementar el sueldo de los profesores son los factores más importantes ante un profesor desmotivado que no puede controlar al alumnado con estas conductas anti sociales,

  410. Mariano, el comportamiento disruptivo y anti social grave en las aulas por parte de algunos alumnos/as (cada vez más, por cierto), responde a múltiples y variadas causas, pero ciertamente las que tú apuntas, sin duda destacan por su importancia e influencia en ello.
    Un cordial saludo.

  411. Buenas tardes.

    No soy profesor de ningún colegio o instituto, tengo 33 años y me dedico a la actividad física.

    Desde los 16 años empecé como entrenador de futbol, atletismo y me dedico hoy día a las Artes Marciales, conquetamente a las Defensa personal, habiendo desarrollado un curso específico anti bullying.

    Leo mucho que si los preofesores cobraran más tendrían más motivación para imponerse en las clases.
    Que si los padres son los responsables de estos comportamientos por la falta de disciplina y una serie de cosas que primero, estamos culpabilizando a personas que no sabemos que sean los culpables y por otro lado, no estamos responsabilizándonos de lo que a cada uno nos toca.

    Yo no creo que si un profesor cobrara 3000€ al mes se enfrentaría a 20 o 30 adolescentes cabreados, enrabietados, sin motivación alguna por aprender y viendo que da lo mismo que conducta tenga, que no pasa absolutamente nada.

    El problema creo yo, que viene de un cúmulo de circunstacias que vienen desde bastante tiempo atrás, yo era de los que me portaba bien en clase y podía observar todo lo que pasaba en cada una se ellas.
    En algunas no se oía ni una mosca y en otras la gente no paraba de saltar por encima de las mesas y tirar bolitas de papel mojado a otros proferores/as.

    El problema principal viene de la falta de autoestima del profesorado, en este caso, (llevo 14 años haciendo artes marciales y el 100% de los problemas, verbales, físicos o emocionales vienen por la falta de autoestima y autoreconociemiento) esto hace que su falta de poder no pueda poner límites, seguramente en la vida de ese prefesor/a en su vida cotidiana le ocurre exactamente lo mismo(aunque con adolescentes se ve más claro), la generación de profesores hoy en día(aunque cada vez hay más gente joven) es la generación de los adolescente desatados sin motivación alguna, así pues, si juntamos a una generacíon con falta de autoestima(en general, no digo que ocurra así en todos los casos) cuyos hijos aprenden de esto, tenemos 2 opciones, o el típico que es como sus padres y solo asienten con la cabeza y hacen todo lo que se les diga sin ser capaces de expresar como se sienten(lo que me pasó a mí) o los que están sobre excitado e igualmente enrabietados pero estos lo exteriorizan porque no quieren ser igual que sus padres porque se averguenzan seguramente de ellos.

    A esto le sumamos la «educación» televisiva, que es igual a: en cuanto más inculto y guapo seas, más dinero vas a tener, la falta de tiempo de los padres con los hijos porque cada vez se trabaja más y se cobra menos y el tipo de educación tan pobre que tenemos en españa aburrida y desactualizada, tenemos estos resultados.

    Si un niño/adolescente se divierte en clase, aprende y muestra interes y motivación por aprender, si se aburre y le «obligan» a estar sentado y memorizar a lo loco, la va liar porque siente(y en mayor o menos medida es así) que está perdiendo el timpo.

    Los padres no animan y acompañan, los padres imponen y cuando llegan a su área de estudios más de lo mismo y estás hartos!

    Es verdad que la educación en los coles esá cambiando, pero demasiado lento, no nos atrevemos a dar el paso y cambiar definitivamente la vida de los españoles(en política yo no quiero entrar), asique para que esto cambien, tal y como vamos, va a tardar unos cuantos años.

    Yo veo solamente una solución pero hay que implicarse al 100%. Si nos paramos, padres, profesores, monitores extraescolar, etc. a escuchar y entender a cada persona, podríamos motivarlas y acompañarlas hacia donde quieren dirigirse y los conflictos se acabarían.

    Pero aquí viene la pregunta del millón, ¿estamos dispuestos a implicarnos para que esto cambie?

    Mirando y esperando a que los demás hagan lo que creemos que no tenemos que hace nosotros, es seguro que esto no cambiará.

    Siento la parrafada, gracias por permitirme expresarme y mucho ánimo a todos/as.

    Un abrazo.

  412. David, estoy de acuerdo con las reflexiones que planteas (aunque con matices). No es vedad, como tú mantienes, que si los profesores cobraran 3000 euros al mes mejoraría las cosas. Ciertamente eso sería un buen incentivo para los docentes, pero está claro que para enfrentarse a una clase de 30 adolescentes (en Madrid la ratio en la ESO puede llegar a 32 y con los «recortes por la crisis» algunos años ha llegado a 34 y creo que en todas las Comunidades estará más o menos), cobrar ese dinero no sería suficiente.
    Estoy de acuerdo contigo en que a los profesores les falta autoestima. Pero no solo eso. Antes, hace muchos años, cuando la enseñanza no era «obligatoria y gratuita» solo se dedicaban a la enseñanza quienes tenian lo que entonces se llamaba «vocación». Esas personas sabían tratar a sus alumnos y sus alumnos les querían. La gente de mi edad (tengo 61 años), tenemos un grato recuerdo de casi todos nuestros maestros, y aunque guardamos «mal recuerdo» de algunos, de la mayoría nos acordamos con cariño, y de algunos, de unos pocos, de una manera muy especial, porque dejaron una «grandísima y grata huella» en nosotros.
    Desde el momento en que la enseñanza por ley, se convierte en obligatoria, primero hasta los 14 años y luego hasta los 16, hace necesario una cantidad enorme de docentes, profesionalizándose la labor docente. Pero evidentemente, una gran mayoría de esos docentes no tienen eso que se llamaba «vocación» y carecen de una serie de habilidades y estrategias pedagógicas que la gente con vocación parece tener de «forma natural». Es verdad que esas estrategias y habilidades pueden aprenderse, pero unos lo hacen con más acierto que otros . Por otro lado, efectivamente está la autoestima. Desde luego, los profesores que lo pasan mal en clase y no son capaces de hacerse con sus alumnos (aunque hay grupos muy difíciles), suelen tener, como dices, una baja autoestima.
    Por otro lado está, como muy bien apuntas, la «educación televisiva». La sociedad en su conjunto parece no darse cuenta del estado actual de la educación en nuestro país.
    Los cambios en educación suelen ser lentos. Se ven solamente a «largo plazo». Estoy de acuerdo contigo en que es necesario implicarse al 100 %
    tanto padres, como profesores, como monitorees que atienden a los alumnos en horario extraescolar, para que las cosas cambien y por el momento no parece que ese pensamiento prevalezca en la sociedad.
    Es muy importante que cada uno de nosotros, en la parcela educativa en la que nos movemos, pongamos nuestro granito de arena, y no «esperemos», como dices, a que vengan otros a solucionarlo.
    Dices, al final de tu mensaje, que sientes la «parrafada», pero en realidad planteas cuestiones muy interesantes en relación al tema educativo, y que todos los que nos dedicamos a enseñar, deberíamos plantearnos..
    Un cordial saludo.

  413. Gracias Javier, por tu respuesta. Quería puntualizar y aclarar un detalle ya que no debimos entendernos bien. Quería decir que, aunque un profesor cobrase mucho dinero, no creo que cambiara nada en cuanto a la implicación en las clases, sobre todo en las más complicadas.
    Un saludo.

  414. David, totalmente de acuerdo contigo.
    Saludos.

  415. Buenas tardes. Hace un año entré a cubrir un interinato por jubilación en una institución de nivel medio superior (bachiller), yo entré muy entusiasmada, traía ideas y proyectos que había empezado a desarrollar hacía algún tiempo, y aunque desde el primer día empezaron a tratarme mal no me desanimé y continúe mi labor con esmero. Poco a poco te empiezas a desanimar, para empezar, la directora y administrativos me dijeron que «ayudara» a los estudiantes, ayudar significa ponerles altas notas inmerecidamente, a mi no me gustó la idea, y como veían que no cedía a su petición llegaron al grado de decirme que administrativo resolvería los exámenes de los alumnos porque tenia que ayudarles a aprobar a como diera lugar; me di cuenta de que tal petición se debía a que la escuela se está quedando sin estudiantado, llegando al grado de tolerar a estudiantes violentos e incluso a uno que se sabía iba armado. Los alumnos saben esto y se sienten intocables.
    Para resumir mi historia, los primeros días recibí amenazas, muchas burlas, pero no me quebré, sin embargo a un año de estar ahí ya no tengo esa energía inicial; apenas entro a un salón comienzan a gritar incoherencias, un manicomio sería de lo más equilibrado comparado con los alumnos de esa escuela. el día de hoy me faltó poco para no echarme a llorar, pero no quise darles el gusto de verme derrotada. Se que mi físico no impone, soy muy delgada y aparento menos edad, y aunque se que eso no importaría en una escuela normal, en la raquítica mentalidad de esos estudiantes no les inspiro autoridad ni el respeto más elemental al que tiene derecho cualquier persona.
    No quieren hacer nada, su desinterés ante lo académico es insuperable, lo cual resulta en estudiantes con enormes vacíos de conocimiento, casi no se saben expresar de manera escrita y algunos hasta los considero pseudo analfabetas, leen muy lento y escriben mal, e intentado con muchas cosas y no les interesa en lo más mínimo aprender, saben que administrativo vendrá y les pondrá una calificación aprobatoria aunque yo no esté de acuerdo, esas personas que anteriormente escribieron acerca de comprender y escuchar al «pobrecito» estudiante que arrastra problemas socioestructurales no saben de lo que están hablando ni creo que se hayan enfrentado a «estudiantes» de esta clase, que hacen que incluso mi fe por la raza humana se vaya abajo pues me llena de pavor lo que serán estos individuos en la adultez, cuando están acostumbrados a ser unos déspotas, estúpidos y con una soberbia insultante. Al entrar a esa escuela siento que voy entrando a una prisión, que encima los premian con becas alimenticias, becas por no abandonar la escuela, becas de aprovechamiento y otro llamado «próspera», en total 4 becas que hacen que crea que cada mes reciban más dinero que mi salario
    Me encuentro realmente mal, incluso tengo ya dolencias cardíacas que hace un año no tenía, y ni hablar de los estados mentales en que a veces me encuentro. Te escribo desde México y aquí con un mal gobierno corrupto que ha disparado la tasa de desempleo a su máximo nivel no me veo salida más que seguir y morir en ese infierno, luché mucho por tener una oportunidad en la docencia y veo que mi lucha fue un fracaso, no se que hacer, es muy difícil terminar el día sin el sentimiento de humillación, he llegado a sentirme tan insignificante, tan poca cosa; yo quiero salir de aquí, pero conseguir otro trabajo es difícil, ojalá encontrara otro trabajo, sin importar que el salario fuera mucho menos, a pesar de que mi salario es bajo, lo cambiaría por otro más bajo si encontrara una oportunidad. Disculpe la extensión de mi mensaje, necesitaba escribir esto y desahogarme. Saludos cordiales.

  416. Vaya, otra vez con la dichosa vocación de por medio… Parece ser que existe un auténtico temor a señalar claramente la principal causa del problema:

    No todos los alumnos sirven para estudiar. No todos los alumnos merecen estudiar. No todos los alumnos deben estudiar…

    ¿Hace 60 la enseñanza era mejor en las aula? ¿Y quien se sorprende de ello? Yo no olvidare nunca a mis mentores, ni tampoco sus historias. Por ejemplo aquella del profesor que le rompió un cenicero a un alumno en la cabeza, y al día siguiente volvió aún peor de la paliza que le había dado su padre de regalo.

    Intentad soplar un cabello de un alumno hoy en día y veréis lo que pasa. No sólo tenemos alumnos que no sirven ni deberían estar en el aula, sino que la ley obliga a sus padres, muchos de los cuales tampoco están capacitados para serlo, a pelear contra unos hijos a los que nunca han sabido o se han molestado en educar.

    Yo lo tengo clarísimo, hasta el punto de plantearme abandonar mi profesión en un futuro: sobran alumnos, y justamente sobran todos esos que molestan y que muy probablemente no llegarán a ser nunca nada.

  417. Samuel, siento que cómo docente, te plantees el abandonar la profesión en un futuro. aunque te entiendo perfectamente, porque ser docente en un IES, hoy por hoy, se ha convertido en una profesión de riesgo físico y sobre todo psíquico para los que nos dedicamos a esta profesión. Además, las diferentes Administraciones se han «ocupado con esmero» y con sus «legislaciones» de que en unas Comunidades Autónomas» impartir clase sea mucho peor y más difícil que hacerlo en otras.
    Estoy de acuerdo contigo en las causas que enumeras como generadoras de la situación que se vive en las aulas, si bien con ciertos matices, porque hay más, aunque ciertamente, las que tu apuntas tienen un «peso» importante.
    Como he dicho muchas veces respondiendo a otros mensajes, la vocación es algo imposible de encontrar en todos los docentes pues desde el momento en que la educación se hace obligatoria y gratuita hasta los 16 años (que luego en la realidad se alarga hasta los 18), no existen tantas «vocaciones» para atender a tantos alumnos. Las «vocaciones» en realidad son muy pocas. Una inmensa mayoría de docentes no tienen «vocación» y son profesionales a «secas». Digamos que la «vocación» desde hace muchos años, queda solamente para los religiosos (curas y monjas).
    Sólo la profesionalidad hace a los docentes afrontar diariamente los retos de las aulas, con el único objetivo de «sacar adelante» a alumnos que en muchos casos, como tú dices, molestan perjudicando el aprendizaje de otros y poniendo a veces «al límite» a sus profesores. Estoy de acuerdo contigo en que hay alumnos «imposibles» que no deberían estar en un aula ordinaria. El problema es dónde ubicarles. Y a eso debe responder la Administración.
    La Administración debe poner orden cuanto antes, porque la educación en nuestro país se está deteriorando de forma alarmante y son muchos los docentes que, como tú, se están planteando dejar la profesión.
    Un cordial saludo.

  418. Estrella, resulta muy triste eso que cuentas de que desde la misma administración del centro educativo en que trabajas, se te exija «regalar altas calificaciones» a los alumnos de forma inmerecida sólo por el hecho de que cada vez tienen menos alumnos. Es posible que sea eso precisamente lo que hace que cada vez haya menos alumnos. Los buenos alumnos (aunque les inflen las calificaciones) «huyen» de los centros escolares que permiten a los alumnos violentos «campar a sus anchas» porque en realidad «se sienten intocables» al no tomar el centro medidas disciplinarias contra ellos. El hecho de «regalar notas altas» pero no incidir en la disciplina, provoca precisamente el efecto contrario al que persigue el centro, provoca que muchos cambien de colegio, provoca el quedarse sin alumnos.
    Veo que lo estás pasando realmente mal, y que no tienes el apoyo del equipo directivo. Eso que te esta pasando, aquí, en España podría ser denunciado a la inspección educativa, pero allí en México no estoy seguro de que las autoridades educativas se tomen en serio lo que diga un docente, frente a lo que exprese el director.
    Veo que ya se está resintiendo tu salud física y mental y eso ya son «palabras mayores». MI consejo seria que dejases ese centro educativo cuanto antes, pero si necesitas el trabajo y hay mucho paro, es algo que por ahora no puedes plantearte.
    Lo importante ahora es «sobrevivir». Y para sobrevivir, necesitas adaptarte. Tienes que adaptarte, aunque te duela y te cueste mucho haz lo que te piden, «dales aprobados» a esos alumnos, pero dejando constancia ante la directora y los administrativos de que no lo merecen en absoluto. Eso te dará cierta tranquilidad por el flanco de la dirección y de la administración. Hasta es posible que dejen de tratarte de la forma en que lo hacen.
    Lo que cuentas, sobre esas cuatro becas que reciben esos alumnos a los que en realidad no les «interesa nada» por su «gran desinterés académico», es realmente injusto. Son cosas que provienen de leyes equivocadas de los gobiernos, o que son mal aplicadas, o que no se vigila adecuadamente a quien se les concede. En Europa hay mucho más control sobre las becas.
    Pero no has de perder de vista el principal objetivo, que es «sobrevivir», al menos hasta que encuentres otro trabajo en otro centro educativo(que no has de dejar de buscar).
    Es muy importante que salgas del «bache en que te encuentras» especialmente por tu propia salud física y mental. Dado a que no tienes el apoya explícito del equipo directivo, tienes que afrontarlo tu sola. Sería bueno que consiguieses ayuda del algún compañero/compañera, y mejor aun, de los Tutores de esos cursos tan problemáticos.
    Tienes que poner en marcha algunas estrategias que te ayudaran en el día a día, estrategias, que, por no repetirlas aquí, te recomiendo que leas mi respuesta a Rebeca, de fecha 13 de mayo de 2017, seis o siete mensajes más arriba en este mismo post de «Conflictividad en el aula. Violencia contra el profesor». Ella también pasa por una situación «insostenible». Lee mi respuesta a ella, prestando mucha atención sobre todo, desde mitad de respuesta donde digo…»Se hace necesario que pongas en práctica determinadas estrategias para conseguir “llevarte bien” con tus alumnos o al menos con una amplia mayoría de ellos….» hasta el final.
    Espero que la situación mejore. Puedes escribir las veces que quieras, porque también poder desahogarte resultará beneficioso para tu salud.
    Un cordial saludo.

  419. Muchas gracias Javier, leí también la situación laboral de Rebeca, y efectivamente tal como dice ella y otras personas, se le suele echar la culpa siempre a los docentes; en mi caso la directora cuando los problemas se le salen de control con tal de mantener a flote ese patético plantel le echa la culpa a los docentes. Muchos inspectores educativos aquí en México suelen ser «comprados» por los directivos para que digan que «aquí no pasa nada». Las autoridades educativas hacen oídos sordos a las quejas de un maestro(a) frente a la palabra de un directivo. La situación del docente en México, al menos en el sur del país, es precaria.
    Gracias de nuevo y trataré de implementar las estrategias que aconsejas, de cualquier forma, voy a luchar para no estar ahí, porque el cuerpo puede pagar las facturas de una angustia y estrés constante y terrible, no así el espíritu.
    Saludos.

  420. Estrella, ojala encuentres otro centro donde ejercer tu profesión en el que no peligre tu salud, ni física ni psíquica. Es triste que los gobiernos no se tomen en serio la educación de sus niños y jóvenes, porque ellos son sin duda el futuro. Cuando el sistema educativo permite el sufrimiento de los docentes, está abocando al país a un futuro incierto y sombrío. Te deseo todo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  421. Hola a todos. En primer lugar, me gustaría agradeceros el haber creado este espacio para expresar lo que muchos profesores sentimos, pero no siempre podemos contar – a personas ajenas a la profesión porque no lo pueden entender (como bien señalaba alguien en un comentario), y a personas de nuestro entorno laboral porque tememos que nos tachen de incompetentes. Es curioso ver cómo este hilo sigue activo después de tantos años. Por mi parte, me ha ayudado leer las experiencias de compañeros para comprobar que no soy el único al que le pasa. Actualmente estoy sufriendo cierto estrés con un grupo de 1º de Bachillerato. Es complicado porque los dos alumnos que me generan esta situación no entran en conductas que puedan justificar sanción, son pequeños detalles, comentarios, burlas, pero hacen que me sienta muy incómodo en clase, es como una gota malaya que te va erosionando… Estoy en mi segundo año de ejercicio docente en IES y últimamente me ronda la cabeza la idea de pedir una excedencia, pero no quiero perder mi puesto de funcionario de carrera. En contra de lo que esperaba, aprobé las Oposiciones a la primera y sólo tuve una experiencia de 7 semanas como interino. Entiendo que me falta ese periplo por diferentes centros del docente interino, en el que los cambios de centro te permiten acumular experiencia y alejarte de situaciones más o menos tóxicas. Éste es mi segundo año en el centro en el que entré después de obtener la plaza, así que mi experiencia fuera de él se limita a mis 7 semanas de interino… Al estar en expectativa de destino definitivo, debo pedir centros todos los años y me planteo probar la enseñanza para adultos, aunque tampoco sé hasta qué punto estos centros en España (como comentaba la compañera de México) son receptores de alumnos que no han obtenido el título por los cauces habituales, pudiendo, por tanto, ser alumnos que presenten conductas altamente disruptivas… En fin, no sé qué hacer, me gustaría ir cada día a trabajar sin temer las situaciones que me voy a encontrar. Un saludo a todos.

  422. Estimado docente de bachillerato, no me cabe ninguna duda de que, con el tiempo llegarás a ser un buen docente. Te falta experiencia, desde luego, pero eso «se cura con el tiempo». Y la experiencia es «un grado» que te enseñará a manejar esas situaciones que comentas de comportamientos que «no llegan a «justificar una sanción» pero son «cómo una gota malaya».
    Felicidades por aprobar la oposición de Secundaria a la primera. A partir de ahora podrás acumular años de experiencia sin temor a «no cobrar los veranos» y sin tener que dedicarlos al estudio de la oposición. No se de qué especialidad eres. Pero si te diré que debes ponerte serio con esos dos alumnos. Habla con ellos seriamente. Explícales que en bachillerato ya no pueden comportarse así, porque si lo siguen haciendo acabarás expulsándoles de clase. Pueden der comportamientos disruptivos «leves», pero si se repiten con tanta frecuencia deben considerarse como una falta de respeto al profesor. Y eso no debes estar dispuesto a permitirlo. Una vez que hayas hablado con ellos a solas, si continúan igual, expúlsales de clase sin miramientos y ponlo en conocimiento de la jefatura de estudios.
    Hace años a bachillerato solo llegaban alumnos motivados y buenos estudiantes. Hoy en día, muchos alumnos, tras conseguir el título de la ESO con uno o más suspensos (a otros se les regala incluso con más), se matriculan en bachillerato y se comportan de manera inadecuada en las clases. Algunas clases de 1º de Bachillerato pueden llegar a resultar insoportables. Tu, afortunadamente parece que en el grupo solo tienes a dos alumnos de eses tipo. Mi consejo es que cortes de raíz esos comportamientos. Aclárales que no vas a seguir permitiéndolo en tus clases. Y échales del aula sin contemplaciones.
    Te diré también que si cambias a educación de adultos, te encontraras con alumnos de 18 y más años que no consiguieron en el IES el titulo de la ESO, y «desean sacarlo», pero muchos manteniendo las conductas disruptivas que tenían en el instituto. Hace años dar clase en Adultos era algo fantástico, pero hoy en día no se parece en nada a aquello.
    Me gustaría conocer tu especialidad y en qué comunidad das clase, si sólo das clase a Bachillerato y si si lo estas pasando muy mal o solo tienes algunos problemas con ese curso determinado. Si es esto no es demasiado grave porque cada año puedes cambiar de centro, mientras no te den la plaza definitiva. En fin, creo que debes tomarlo como un reto. En realidad acabas de empezar y es pronto para «tirar la toalla». Es cierto que hay profesores que lo pasan realmente mal, pero no parece (al menos eso creo) que sea tu caso. Por otro lado es bueno aguantar en el mismo centro todo lo que se pueda, siempre que el equipo directivo del mismo apoye al profesorado y no permita las faltas de respeto alumnos a profesores.
    Te deseo mucha suerte y una larga vida profesional como docente.
    Un cordial saludo.

  423. Hola, Javier. Gracias por tus ánimos. Mi especialidad es inglés y trabajo en un IES en el centro de Madrid. De los grupos que tengo, éste es el que me da algunos quebraderos de cabeza, los otros cursos son de Bachillerato nocturno y es agradable trabajar con ellos, son más maduros, si bien tampoco son mayores, pero han salido de esa edad del pavo que, como comentas, se está alargando y entrando en las aulas de Bachillerato. Esos 4-5 años de diferencia se notan mucho. De ahí que piense en la educación para adultos. Por otro lado, además de estos grupos, imparto Secundaria para adultos y el perfil de muchos de los alumnos es el que comentas, 18 años y comportamiento de adolescente. Tengo la sensación de que en cierto modo estoy magnificando mis «obstáculos» con el grupo de Bachillerato, precisamente porque este año tengo por lo demás grupos muy tranquilos que dan poco estrés (muchos de los alumnos de nocturno trabajan y el aula que estaba llena en septiembre se vacía para cuando llega diciembre y los grupos se reducen). El año pasado impartí sólo un grupo de nocturno, lo demás era Bachillerato (incluído 3 grupos de primero), por lo que probablemente estaba más cansado y tal vez no me fijaba tanto en detalles… Gracias por tus consejos.

  424. Docente de bachillerato, creo que, como dices «en cierto modo estás magnificando tus obstáculos», Durante el poquito tiempo que has trabajado de interino, no sé si llegaste o no a dar clase en la ESO. Dar clase en la ESO, de casi cualquier materia, incluido el inglés, por supuesto, supone una auténtica «lucha diaria». Los profesores suelen terminar la jornada cansados (incluso físicamente) de «aunar voluntades» dentro del aula, de recriminar comportamientos inadecuados, de poner orden pidiendo silencio, cuando no, soportando actitudes muy desconsideradas de sus alumnos hacia ellos, algunas de las cuales, claras faltas de respeto. Algunos docentes lo pasan realmente mal, cosa que ceo has comprobado leyendo alguno de los mensajes de este artículo.
    Con este mensaje confirmas mi primera impresión. Afortunadamente no te encuentras verdaderos problemas que puedan afectar a tu salud física y psíquica y estoy seguro que con uno o dos años más de experiencia serás capaz de afrontar los problemas, (posiblemente más graves) que podrás encontrar más adelante.
    Un problema importante de la educación actual y que incide sin duda en más comportamientos disruptivos dentro de las aulas de bachillerato, es que una gran cantidad de alumnos nada motivados hacia estudio, se quedan sin plaza en la Formación Profesional, y acaban matriculándose en Bachillerato al terminar la ESO. Estudios que tras repetirlo cuatro años (máximo tiempo que permite la ley), lo acaban dejando, o cambiando de instituto matriculándose en nocturno, donde por ley, sí les está permitido seguir esos estudios sin límite de tiempo.
    Cuando te den plaza definitiva, seguramente será un IES distinto del que estás actualmente. Deseo que no sea un centro conflictivo y te encuentres cómodo. Además ya habrás acumulado más experiencia, y en educación «la experiencia es un grado».
    Espero que, tanto si sigues en la enseñanza normalizada, cómo si decides cambiar a la enseñanza de adultos, te vaya muy bien.
    Un cordial saludo..

  425. Gracias de nuevo, Javier, creo que tienes toda la razón. Mi experiencia impartiendo ESO durante mi corta etapa de interino fue poco realista, ya que fue sólo un grupo de sección bilingüe y no planteaban dificultades. Sé que he tenido mucha suerte y no tengo entorno difícil ni una oposición que estudiar. Es eso lo que me preocupa y me causa angustia, pensar que si ya sufro cierto grado de estrés en un destino fácil en comparación como el actual, qué voy a hacer cuando me encuentre en un entorno más complicado, cosa que ocurrirá más tarde o más temprano. No soy muy fuerte físicamente y, como comentas, a menudo el agotamiento es tanto físico como psicológico. Oigo historias de compañeros en la sala de profesores sobre FP básica, etc. y me preocupa… Es lo que me hace plantearme seriamente mi futuro en la profesión. Un saludo.

  426. Docente de Bachillerato, efectivamente, más tarde o más temprano tendrás que enfrentarte a situaciones mucho más complicadas que a las que te enfrentas actualmente. Pero eso es algo que no debe angustiarte por ahora. Cuando lleguen ya habrá tiempo de ello. Es posible que tarden y mientras, adquieras suficiente experiencia para afrontarlas sin dificultad.
    Ciertamente, los comentarios que se escuchan de profesores que imparte la Formación Básica «dan miedo», pero te diré que en mi centro hay un profesor que quiere impartir esos cursos. Todo su horario es de Formación Básica, y está encantado con los chicos y ellos con él. Quiero decirte con esto, que no debes replantearte tu futuro ahora, solo por los comentarios que escuchas en la sala de profesores. Además, que tuvieras que dar clase a esos grupos durante uno o más cursos, te proporcionaría una experiencia inmensa. El que no seas muy fuerte físicamente tampoco importa, mientras tu carácter si lo sea.
    Te diré que cuando el comportamiento disruptivo de los alumnos supera los límites que el profesor/a, es capaz de afrontar, sólo el Equipo Directivo del centro, concretamente la Jefatura de Estudios, tiene la capacidad real de eliminar o minimizar ese problema. Pero evidentemente debe hacerlo desde una perspectiva punitiva, y apoyando incondicionalmente al profesor que esté “sufriendo” una situación violenta que no es capaz de controlar.
    Desgraciadamente no en todos los centros educativos, los Equipos Directivos intervienen adecuadamente para cortar de raíz las conductas disruptivas de los alumnos y las faltas de respeto de éstos hacia sus profesores. Es de esos institutos de los que «debes huir» independientemente de los grupos de alumnos más o menos conflictivos.

    Antes de que por todo esto te replantees tu futuro profesional, te recomiendo que pongas en práctica estrategias para conseguir “llevarte bien” con tus alumnos o al menos con una amplia mayoría de ellos.

    Debes conseguir (desde cada principio de curso) que tus alumnos confíen en ti, que no vean en tu persona “un enemigo”, sino alguien que les escuchará y ayudará si tienen algún problema en cualquier circunstancia. Han de llegar a “verte” no solo como un profesor, sino como alguien “que se preocupa por ellos” y que quiere ayudarles a superar esos cursos que más adelante les abrirá las puertas de un ciclo de grado medio o si son de la ESO, del Bachillerato..

    Para ello tienes que “mostrarte “cercano” y “accesible”. Debes estar dispuesto (cosa que muchos docentes no lo están) sobre todo en los exámenes de evaluación a enseñarles los fallos cometidos para que ellos sepan claramente porqué sacaron la nota que sacaron. Si eres tú quien cometes un error, reconócelo. Debes hacerles ver que tú también puedes equivocarte, y que cuando lo haces, corriges el error. Y ellos deben hacer lo mismo.

    Cuando los alumnos obtengan una nota sea baja, anímales a no desesperarse, anímales a que estudien un poco más y a superarse.

    Deja muy claro desde el principio que en clase es necesario mantener la disciplina, por su bien y no consientas en absoluto que te falten al respeto. Debes mostrarte firme en eso y pon en conocimiento de Jefatura de Estudios los casos graves, negándote a admitir en tu clase a alumnos que lo hagan, y no se les castigue adecuadamente.

    Cuando reproches a algún alumno su conducta, muestra rechazo por la acción en sí, pero no etiquetes al alumno, porque eso solo crea animadversión hacia ti, por su parte y por el resto de alumnos. Si dices a un alumno “Deja de hacer el payaso”, ese alumno y el resto de compañeros dirá que le has insultado porque le has llamado payaso. Es mejor decirle…No hagas tonterías, porque tú no eres un payaso, y si haces eso parece que lo eres. Es decir, separa la conducta en si de la etiqueta, a no ser que lo expliques claramente.

    Procura ser lo más justo posible. Los adolescentes tienes un sentido de la “justicia” muy relativo. No admiten “los grises”, para ellos las cosas son blancas y negras, y debes explicarles muy bien si cambias de criterio ante situaciones parecidas.
    Se duro en tus exigencias, pero con cierta flexibilidad y consigue que ellos interpreten que todas, absolutamente todas tus acciones van encaminadas a ayudarles siempre. Cuando lo consigas, incluso tus sanciones les parecerán necesarias, correctas y justas.

    Intenta ser cercano a ellos, pero nunca te comportes con ellos como “un colega”, porque no eres su colega. Eres su profesor de Inglés.

    Sería bueno, que si en un momento determinado lo estás pasando mal, que hables con algún compañero/a con años de experiencia y que tú veas que se lleva bien con los chicos. Pídele consejo.
    Cuéntale lo mal que lo pasas y solicita, por favor su ayuda. Comunica al Tutor/a de los cursos más conflictivos los problemas que tienes con sus “tutorandos” para que hable con ellos sobre el tema y les haga saber que así sólo conseguirán suspender al final de curso, algo que tú, por supuesto no deseas.

    Y si llega un momento en que lo estas pasando realmente mal, puede resultar positivo, que realices cursos sobre control del estrés y de inteligencia emocional. En estos últimos aprenderás estrategias para el control de la dinámica del aula. Muchas Universidades organizan cursos de verano relativos a este tema, y sería también una buena opción.

    Además de poner en práctica estas estrategias, conviene que intentes siempre, (a partir de tu primer destino provisional), «recalar» en centros en los que la Jefatura de estudios no permita que bajo ningún concepto los profesores sufran humillaciones, estrés, y angustia por la indisciplina de algunos de sus alumnos.
    Te deseo mucha suerte, que disfrutes mucho de las próximas vacaciones, y que pases unas muy felices fiestas de Navidad.
    Un cordial saludo.

  427. Hola Javier! Me encanta visitar este blog porque veo que no soy la única que percibe el (a veces) infierno que vivimos los docentes en las aulas.
    Trabajo en un instituto en Cataluña y estoy muy agobiada/agotada/ estresada. Lo primero y más preocupante (ahora entenderás porqué) para mí es que hay muchísima disciplina, eso hace que sea un centro muy tranquilo con alumnos muy educados y no es habitual ver peleas, faltas de respeto,etc. Sino todo lo contrario. La directora y jefe de estudios llevan este tema a rajatabla y todos los días hacen una gran labor para que ese centro siga siendo así. Todos mis compañeros interinos dicen que jamas habían estado en un sitio así, y que es poco probable que trabaja en otro centro así (de bueno) porque a la mínima sancionan a los alumnos y los expulsan. Además que no hay casos de absentismo ni alumnos que vengan a incordiar o a no trabajar en clase.
    Hasta aquí todo bien. Pero, es mi primer año trabajando (tengo 24 años) y lo estoy pasando realmente mal. Los primeros días intenté ser estricta, poner normas y cortar ciertos comportamientos. Pero con el paso del tiempo, por mi cansancio, por estar lejos den casa etc quizá he ido relajándome y tolerando ciertas cosas. Ahora me encuentro con grupos que no me respetan, no puedo dar clase y no consigo que se callen. Ante tales situaciones pierdo el control, me pongo nerviosa, no sé qué hacer (y aún así consigo salir del pso: a veces les contesto, les expulso de clase, los dejo copiando etc y ni aún así)
    Creo que tiene que ver mucho con respecto al mi persona, en ocasiones les he dado confianzas (más que confianzas he intentado de buenas maneras acercarme e interesarme por ellos, puesto que tienen graves problemas familiares, hablarles, entenderlos y acercarme a ellos con temas que les interesan , incluso haciendo la asignatura (lengua castellana) más atractiva)
    Pienso a veces que el problema principal es mi actitud, pero de verdad que he intentado todo, incluso enfrentarme a ellos, pero pueden conmigo… además la mayoría son chicos y aunque no es nada grave , yo me siento sobrepasada por la situación.porque cuando alguien hace una mínima falta de respeto (aunque lo expulse, la vuelve a repetir, después lo ignoro, después intento ganármelo… y así) ya los demás dicen “con esta podemos hacer lo que queramos”
    Y así estoy con casi todos los grupos, y al final me agoto y tengo que hacer la vista gorda (qué sé que no debo) pero por mi salud…y cada vez todo se complica más
    A esto le sumas que la dirección está muy pendiente de mí (porque deben hacerme una evaluación) pero esto es una excusa, porque quien que mantenga el orden y la disciplina como hacen los demás, y yo les digo que hago todo lo que puedo y ellos me presionan y observan en mis clases..
    En fin, que estoy saturada, empecé en septiembre y estamos en febrero y no encuentro mejoría en mi , ni seguridad, sino todo lo contrario. A veces incluso les temo a algunos alumnos… no sé si esto es normal pero me hace replantearme muchas cosas… es una lástima porque yo si me veo en esto pero no a ese precio de salud y psicológico ….
    He intenso tantas cosas que no sé lo que me queda, no sé si soy soy y mi forma de actuar, o que soy joven y nadie me toma en serio… también mi poca experiencia de lamcoda psra resolver conflictos ellos lo ven y a partir de ahí no te toman en serio…
    Además todo el trabajo que conlleva preparar las clases…estoy muy muy saturada no sé si podré acabar el curso (tengo una vacante) y lo que es peor, ni siquiera sé si esto es lo mío , porque en otro centro encontraré otro alumnado peor, seguro, y si mi trabajo no me va bien ahora … en otros sitios … dudo que sea mejor
    En fin perdón por la mala expresión pero quieroa contarlo todo y no dejarme nada y me he repetido mucho
    Espero tu respuesta
    Muchas gracias

  428. PaulaNNN, veo que los problemas que no eres capaz de afrontar en el aula, no solo te superan, sino que incluso («aunque tú si te ves en esto»), el miedo que llegas a sentir de ciertos alumnos, te hace replantearte muchas cosas, entre ellas el precio a «pagar» en salud tanto física como mental.
    Te diré que casi todos los estudios relativos al tema, concluyen que le edad, el sexo del profesor, y la experiencia docente son variables que influyen en el control de la conflictividad en el aula. Son los profesores más jóvenes y con menos experiencia docente, y concretamente las mujeres, quienes suelen sufrir con mayor frecuencia conductas disruptivas durante sus clases. Tú reúnes las tres características. Pero eso es algo que se supera con el tiempo.
    No cabe duda que tu actitud con los alumnos no ha sido la mejor. Más adelante te daré algunos consejos en cómo debes afrontar tu relación con los alumnos desde el principio de curso.
    Pero antes quiero hacer algunas reflexiones. No me «cuadra» tu comentario de que en tu centro escolar «hay muchísima disciplina, eso hace que sea un centro muy tranquilo con alumnos muy educados y no es habitual ver peleas, faltas de respeto, etc. Sino todo lo contrario. La directora y jefe de estudios llevan este tema a rajatabla y todos los días hacen una gran labor para que ese centro siga siendo así». Si tu problema se redujera a un grupo me parecería más probable, pero si te pasa con «casi todos los grupos» la cosa como te he dicho, no encaja. Tampoco cuadra la idea «que no hay casos de absentismo ni alumnos que vengan a incordiar o a no trabajar en clase». Este tipo de alumnos no «maltrata de esa forma a su profesora, aunque sea joven». Es extraño que el centro sea cómo dices, «tan idílico» y tú lo estés pasando realmente mal.
    Quizás me equivoque, pero con todo lo que está pasando en Cataluña, es posible que impartir clase de «Lengua castellana» en un instituto de secundaria, tenga algunos problemas añadidos. Desde principios de septiembre y sobre todo a partir de 1 de octubre pasado, hemos visto innumerables manifestaciones a favor de «Proceso catalán». Se suspendieron las clases (en múltiples ocasiones) en una inmensa mayoría de institutos para que los alumnos pudieran asistir (o al menos se ha promovido la participación de esos jóvenes estudiantes de secundaria y de universidad en las diferentes manifestaciones (lo hemos visto y constatado en diferentes medios de comunicación). Con todo ello, no seria extraño que los alumnos «pasen» de esa asignatura, que por otro lado, necesitan «aprobar» para conseguir el título o presentarse a las pruebas de selectividad.
    Mi consejo, aparte de los que te escribiré después, es que hables con sinceridad a la dirección y a la jefatura de estudios. No importa que te tengan que evaluar. Diles que tienes graves problemas de disciplina en la clase y que necesitas su ayuda para mantener el orden, al menos por ahora. Una vez que ellos intervengan, si lo hacen tal y como dices, «manteniendo el orden a rajatabla», entonces las cosas comenzarán a arreglarse y poco a poco podrás tomar las riendas de la clase. En la situación en la dices encontrarte y llevando así desde que comenzó el curso, es imprescindible que la jefatura de estudios intervenga.
    Tú debes también hablar con ellos seriamente, aun a costa de perder horas de clase en la materia. Utiliza dos o tres sesiones, o las que hagan falta para aclararles que de esta forma no podéis continuar. Hazles ver que tu asignatura, aunque ellos no lo crean es muy importante. Porque no se trata solo de saber castellano, sino de conocer a fondo la lengua española. Cualquier analfabeto sabe español y lo entiende perfectamente aunque no sepa ni leer ni escribir, pero ellos deben formarse para hablarla, leerla y entenderla correctamente, tanto culta como coloquialmente. Y hazles ver también que no estás dispuesta a continuar de esa manera.
    Se hace necesario que pongas en práctica determinadas estrategias para conseguir “llevarte bien” con tus alumnos o al menos con una amplia mayoría de ellos. Este curso está ya mediado y no te será fácil, pero para el próximo debes de tenerlo en cuenta desde el principio.
    Debes conseguir que tus alumnos confíen en ti, que no vean en tu persona “una enemiga”, sino alguien que les escuchará y ayudará si tienen algún problema en cualquier circunstancia. Han de llegar a “verte” no solo como una profesora, sino como alguien “que se preocupa por ellos” y que quiere ayudarles a superar esos cursos que más adelante les abrirá las puertas de la universidad o de un ciclo de grado superior. Para ello tienes que “mostrarte “cercana” y “accesible”, Pero sin olvidar nunca que eres su profesora de Lengua española, no su «coleguita».

    Deja muy claro desde el principio que en clase es necesario mantener la disciplina, por su bien y no consientas en absoluto que te falten al respeto. Debes mostrarte firme en eso y pon en conocimiento de Jefatura de Estudios los casos graves, negándote a admitir en tu clase a alumnos que lo hagan, y no se les castigue adecuadamente.
    Cuando reproches a algún alumno su conducta, muestra rechazo por la acción en sí, pero no etiquetes al alumno, porque eso solo crea animadversión hacia ti, por su parte y por el resto de alumnos. Si dices a un alumno “Deja de hacer el payaso”, ese alumno y el resto de compañeros dirá que le has insultado porque le has llamado payaso. Es mejor decirle…No hagas tonterías, porque tú no eres un payaso, y si haces eso parece que lo eres. Es decir, separa la conducta en sí de la etiqueta, a no ser que lo expliques claramente. Procura ser lo más justa posible. Los adolescentes tienes un sentido de la “justicia” muy relativo. No admiten “los grises”, para ellos las cosas son blancas y negras, y debes explicarles muy bien si cambias de criterio antes situaciones parecidas.
    Se dura en tus exigencias, pero con cierta flexibilidad y consigue que ellos interpreten que todas, absolutamente todas tus acciones van encaminadas a ayudarles siempre. Cuando lo consigas, incluso tus sanciones les parecerán necesarias, correctas y justas.
    Intenta ser cercana a ellos, pero nunca te comportes con ellos como “una colega”, porque no eres su colega. Compórtate en todo caso con ellos, como lo harías con tus propios hijos si tuvieras.
    En relación a las calificaciones que les pongas, debes estar dispuesta a enseñarles los fallos cometidos en los exámenes para que ellos sepan claramente porqué sacaron la nota que sacaron. Debes hacerles ver que tú también puedes equivocarte, y que cuando lo haces, corriges el error, pero si no hay error en la nota has de hacerles comprender que esa es la nota que han conseguido. Cuando esa nota sea baja, anímales a no desesperarse, anímales a que estudien un poco más y a superarse.

    También sería bueno que hables con algún compañero/a con años de experiencia y que tú veas que se lleva bien con los chicos. Pídele consejo. Cuéntale lo mal que lo pasas y solicita, por favor su ayuda. Comunica al Tutor/a de los cursos más conflictivos los problemas que tienes con sus “tutoradnos” para que hable con ellos sobre el tema y les haga saber que así sólo conseguirán suspender al final de curso, algo que tú, por supuesto no deseas.
    También puede resultar positivo, que realizases cursos sobre control del estrés y de inteligencia emocional. En estos últimos aprenderás estrategias para el control de la dinámica del aula. Muchas Universidades organizan cursos de verano relativos a este tema, y sería también una buena opción.

    Estos consejos suelo darlos a todos lo que como tú, tienen problemas en el aula. Solicita como te dije ayuda a la Jefatura de Estudios pero si no interviene como debiera tendrás que resolverlo tú sola. Lo prioritario ahora es que salgas cuanto antes del “bache” por tu propia salud física y mental. Es muy poco lo que llevas en la enseñanza para «saber si es lo tuyo». Te animo a que sigas algún curso más y afrontes estas situaciones con determinación. Cierto que «nunca podrás dejar de ser del género femenino», pero las variables «edad» y «experiencia docente» , con los años no actuaran en tu contra, como sucede ahora. Y no tienes porque pensar que quizás en otros centros estés peor, y con peores alumnos. Puede ser que si o puede ser que no. Lo importante es aprender y prepararse para afrontar el día a día en el aula. Puedes escribir cuando lo desees, porque aunque tarde un poco en responder, contesto a todos los mensajes que recibo.

    Te deseo mucha suerte.
    Un cordial saludo.

  429. Hola de nuevo, lo primero muchas gracias por contestar.
    Quería decirte que me expliqué mal en algunas cosas: el centro tiene mucha disciplina, la cual aplican por su lado la directora y el jefe de estudios, (visitan a los alumnos , les animan, les riñen o castigan cuando han hecho algo mal, etc) Al principio cuando no le obedecían los alumnos , estos me ayudaron, ellos iban a la clase y les reñían , pero eso duraba una semana, porque al final tienen que respetarme a mi… hablé con su tutora hace poco y me dijo que ellos le habían dicho que se portaban así de mal conmigo porque YO NO HACÍA NADA (ni castigarlos ni reñirles..) me parece increíble que digan eso cuando he intentado hacer de todo, pero pra ellos nunca es suficiente al parece. Son duros,muy duros…
    Eso me hace darme cuenta de la dureza que requiere este trabajo…y yo creo que no he estudiado pra guardia civil…
    Por otro lado, es muy difícil ser cercana a ellos y llevarse bien y al mismo tiempo conseguir que haya límites y un respeto. Intente hablar con ellos a buenas y sólo me encontré con más faltas de respeto (se reían, me contestaban..) está claro que ellos no razonan y además son machistas…
    No soy la única profesora que se queja de este grupo, pero si la única a la que le faltan el respeto y además en mi clase es donde se desfogan , pues incluso a principio de curso dos alumnos se pegaron y estuvieron expulsados
    En fin, me tienen muy cansada. Sobre todo los chicos, ya no son los grupos (porque algunos me van bien) pero es con los chicos creídos, violentas y machistas con los que peor me va. (Tanto pequeños como mayores)
    Supongo también que es por la edad, el género…pero lo que más me frustra es que solo es conmigo y no con los demás profesores y profesoras…
    En cuanto a la asignatura, desgraciadamente dudo que sea por la naturaleza de esta, sino que aquí funciona la ley del más fuerte , y la débil es a por la que van y se aprovechan de ella y su bondad.
    Por eso, si no eres un hogro,no eres nadie…
    Es una desgracia que pra este trabajo tengas que tener tanta actitud , mala leche, y un par. Deberían ser ellos quienes besarán por donde pasamos porque en nuestras manos (buena parte) está su futuro.
    Que lastima de sociedad y de adolescencia
    Intentaré cambiar mi actitud , pero estoy ya bastante perdida, y eso tendré que sufrirlo en años(si es que sigo en esto) porque soy así de cercana,amable con ellos etc y eso no se puede cambiar de un día a otro.
    Seguiré intentándolo porque a veces pienso que vale la pena, pero otras veces pienso en que ojalá hubiera estudiado otra cosa más afín a mí y a mi forma de ser.
    Muchas gracias por leerme Javier

  430. Paula, aunque veo en general, bastante desánimo en tu mensaje hay una frase importante. Me alegra cuando dices…» Seguiré intentándolo porque a veces pienso que vale la pena…». Esa es la frase que debe primar entre otras ideas en tu cabeza. Y no esas otras ideas derrotistas que solo te proporcionarán malestar.
    En el año 2000 (ya ha llovido desde entonces), el prestigioso psiquiatra Castilla del Pino, en una entrevista para el periódico El Sur, dice textualmente…»No hay ahora mismo profesión que genere más sufrimiento que la del profesor de instituto» y las cosas en la enseñanza, sin prisa pero tampoco sin pausa, no han dejado de empeorar.
    No cabe duda, que la enseñanza secundaria, hoy por hoy resulta tremendamente dura para los docentes. Dura y frustrante, y que requiere mucho valor, para que en situaciones como en la que tú te encuentras, no tirar la toalla y abandonar. Pero te aseguro que también tiene momentos agradables, y gratificantes, que de alguna manera hacen sentir al docente que su gran esfuerzo sirve para algo. Sólo hay que conseguir, que estos momentos más gratificantes sean equiparables en número, a los primeros, a esos momentos que parecen hundirte en el pozo. Te aseguro, que la experiencia es un grado, y a medida que pase el tiempo adquirirás estrategias para gobernar el aula. Es verdad que al principio cuesta bastante, más a unas personas que a otras, pero llevas muy poco tiempo en esto para dar por hecho que no vas a ser capaz de superarlo.
    Es verdad que los docentes no estudiamos para «guardia civil», pero es lo que hay en este tiempo que nos tocó vivir. Y aunque no llegues a parecer un policía, sí te recomiendo que empieces a poner «límites» a tus alumnos. Y no permitas bajo ningún concepto, aunque sigas mostrándote cercana a tus alumnos, que ninguno de ellos te falte al respeto.
    Si finalmente decides seguir en esto, procura poner en práctica los consejos que te di en mi anterior mensaje. Este curso ya va a resultar difícil de enderezar. Afortunadamente las vacaciones de semana Santa no tardarán en llegar y te darán un respiro.
    Ojala algún día puedas decirme, que las cosas te van mejor.
    Un cordial saludo.

  431. Esto es fruto de la Ley Rubalcaba, que quitó toda la autoridad al profesor, dándole manos libres a los padres para hacer lo que les daba la gana dentro de las escuelas, entre otras, ir de supremacistas, hecer creer a sus hijos que la razón está de su lado, que diga lo que diga el profesor, siempre estarán ellos para defenderlos, que para eso son sus padres. Los padres tienen también mucha culpa de esto, pues le quitan la autoridad al profesor delante del alumno.

  432. Hola
    Soy Jazmín, realice la compra de uno de sus libros pero me pide una contraseña por favor me la podría facilitar lo más pronto posible, gracias.

  433. Jazmin, espero que hayas recibido la contraseña y que no tengas problemas con la descarga. En caso contrario házmelo saber.

    Un cordial saludo.

  434. Luisa, efectivamente, hace ya 28 años, Alfredo Pérez Rubalcaba impulsó y fue aprobada en 1990 la Ley Orgánica 1/1990 de 3 de octubre de Ordenación General del Sistema Educativo, LOGSE. Sin duda, una Ley con luces y sombras, aunque como tú reflexionas y yo comparto, muchas más sombras que luces.
    Ciertamente, el alargar la educación obligatoria hasta los 16 años fue uno de los importantes logros que podríamos apuntar en el «haber» de esta ley, pero su forma de implantarse creo graves problemas en el sistema. La LOGSE supone un cambio radical pues alumnos que antes, con la Ley del 70, pasaban desde 6º de Primaria a la FP, pasan a los institutos sin excepción para cursar cuatro cursos de la ESO, (repitiendo muchos de ellos dos cursos), para finalmente con un mínimo de 16 años (que casi siempre son 17 ó 18) pasar a la FP y cursar un ciclo Formativo de Grado medio. Y además, para poder acceder a ello han de ser titulados, es decir, haber obtenido el título de ESO, o el de Bachillerato para hacer un Grado Superior. Ello ha hecho que ambos títulos, aunque mucho más el de la ESO, se devalué hasta límites insospechados, ya que para que el alumno pueda pasar a la FP, y no quede colgado fuera del sistema educativo, a un porcentaje importante de alumnos poco menos que se les regala, pues pueden obtenerlo hasta con dos asignaturas suspensas siempre que no sean matemáticas y lengua «juntas», que cómo sabemos todos los que nos dedicamos a la enseñanza, pueden convertirse en tres, cuatro o a veces cinco suspensos, pues «la junta de evaluación» es competente para entregar el título incluso en esos casos.

    A esto se une el hecho de que muchos alumnos, (en torno a un 25 %), objetores escolares, convivan con el resto de alumnos convirtiendo las clases de los institutos, en lo que en realidad se han convertido, aulas en las que se generan unas tensiones difíciles de afrontar y superar, tanto por los docentes, como por los alumnos que si toman su educación en serio.

    Además, esta Ley apostó por ampliar y profundizar en la comprensividad introduciendo también, unos años más tarde la diversificación, algo inexplicable porque esto (comprensividad y diversificación) ya se estaba retirando de los países en donde llevaba implantado desde los años 60. ¿Porqué se hizo esto en nuestro país?. En mi opinión, creo que más bien por motivos ideológicos que pedagógicos.
    La LOGSE estuvo en vigor hasta el 24 de mayo de 2006. Puede decirse que LODE, LOGSE y LOPEGCE forman el triángulo básico de leyes educativas de los socialistas. La primera de ellas sigue en vigor. Las otras dos están derogadas, pero los principios educativos de la LOGSE se mantienen en la actualidad, pues ninguna ley posterior ha entrado en el fondo del asunto. Y así nos va. Lo que me parece más triste, es que haya sido la izquierda la que ha dejado la educación, tras casi 30 años de vigencia, en la situación en que está. Y no parece que nuestros gobernantes tengan intención de acometer un gran «Pacto por la Educación» que la deje fuera de los vaivenes políticos y cambios de gobierno. Hasta que la educación no se tome en serio y deje de ser algo con lo que ganar elecciones, estamos condenados no solo a aguantar esto, sino a ir incluso a peor cada vez. Y por supuesto, los padres, como dices, también tienen mucha culpa, pues han quitado totalmente la autoridad a los docentes.
    Esperemos que algún día lleguen mejores tiempos a la educación.
    Un cordial saludo.

  435. José
    26 Mayo 2018
    Soy maestro jubilado. Los problemas que causan la indisciplina en las aulas son mucho más importantes de lo que los políticos pueden imaginar. Se van amontonando generaciones de jóvenes que por las graves deficiencias de educación que padecen, solo hacen lo que les apetece en cada momento y son incapaces de hacer trabajos que requieran esfuerzo continuado o un cierto nivel de preparación. Y por lo mismo se llevarán mal con su familia y fracasarán en sus relaciones de pareja. Muchos caerán en adicciones perjudiciales, en la delincuencia, bandas callejeras, etc. Ahora bien nuestra civilización es muy sofisticada y requiere muchísima energía y dedicación de gentes preparadas, solo para mantenerla; y si no hacemos que todo funcione correctamente y sobre todo la educación, en un futuro no muy lejano todo puede venirse abajo. Seguramente que el cambio climático, el excesivo nivel de odio y enfrentamiento que hay en numerosos países, el gran número de familias que se destruyen por las malas relaciones, el hambre, las guerras, etc. demuestra que hay un déficit en la educación en valores que el mundo necesita. Así que yo pienso que la indisciplina en las aulas no es un problema menor, sino un problema esencial, porque impide la educación, y este problema lo debemos atajar lo antes posible. Por eso voy a exponer una solución en la que he reflexionado desde hace mucho tiempo. La solución se llama cabinas unipersonales. En cada aula en la pared habrá cabinas unipersonales parecidas a las cabinas telefónicas, también puede haber algunas aulas especiales donde solo haya estas cabinas. Cuando un alumno empiece ha hacer conductas inapropiadas se le invitará a que entre en una cabina, bien del aula donde está o bien en otra aula especial. Si el alumno no quiere o se resiste se llamará a un vigilante que estará para eso, y éste lo introducirá en la cabina. Se le asignara una tarea educativa que tiene que realizar sí o sí. Por ejemplo si es leer una lección, hacer unos ejercicios, traducciones, leer literatura o sobre valores morales, etc. Estas cabinas están hechas para que el alumno pueda trabajar sentado y el maestro desde fuera pueda ayudarle a hacer las tareas. El maestro del cada aula ayudará a los alumnos que estén en las cabinas de su aula. pero además también habrá otros maestros que ayuden, porque todos los maestros tendrán horas libres, estas horas libres, entre otras cosas, también se pueden dedicar a ayudar o apoyar a los alumnos que estén en las cabinas.
    El alumno no podrá salir hasta que no haga su tarea; así que si es necesario se quedará en ella en el recreo, o a la hora de salir etc, pero siempre podrá contar con algún maestro de apoyo. Estoy seguro que con este sistema se acabará la indisciplina, y los alumnos conflictivos en virtud de las tareas educativas que tendrán que hacer, se irán educando, aprenderán y dejarán de ser conflictivos, estarán más preparados para el trabajo y las relaciones de pareja y en suma, se recuperarán para lo sociedad. Es posible que alguien piense que este sistema es caro, por ejemplo lo que cuesten las cabinas, pero pienso que es más caro tener jóvenes delincuentes en las calles o en la cárcel y profesores con baja por depresión. El primer país que imponga este sistema adelantará a los demás en mejora educativa y progreso social. Yo ya estoy jubilado, pero me gustaría que maestros y profesores en activo se implicaran en implantar este sistema. ¿ Quién se anima ? El país y la educación os lo agradecerán.

  436. José, efectivamente, tal y como dices, el problema de la indisciplina «no es un problema menor, sino un problema esencial, porque impide la educación, y este problema lo debemos atajar lo antes posible». Es algo sumamente complejo a lo que el gobierno no se atreve para nada a afrontarlo de forma eficiente. Supongo que al ser maestro, conoces de primera mano los conflictos de los colegios. Pero no se si conoces la conflictividad en las aulas de los institutos de Secundaria. Los conflictos ahí son muy diferentes a los que se producen en Primaria, que ya de por si son muy importantes, pero en absoluto equiparables. Tu idea de las cabinas podría funcionar con niños de primaria pero en secundaria se considerarían como «celda de aislamiento» y no sería aceptable de buen grado ni por padres ni por alumnos, ni por determinadas pedagogías. Y desde esa perspectiva, sin esos apoyos, las autoridades educativas no «mueven un dedo». No creo que el problema sea tanto «de dinero» cómo de «decisión política». La educación en nuestro país está sometida a múltiples presiones políticas, y es usada como arma arrojadiza entre unos partidos que no han sido capaces en 35 años en ponerse de acuerdo para elaborar una «buena ley de educación» y dejarla fuera de sus disputas políticas y «colores» de partido. Hasta que eso no suceda, nuestra educación seguirá hundida en el fango. Y nuestros alumnos «seguirán llevándose mal con sus familias y fracasarán en sus relaciones de pareja. Muchos caerán en adicciones perjudiciales, en la delincuencia, bandas callejeras, etc» y muchos profesores, compañeros nuestros tomarán «baja por depresión». El panorama parece poco alentador, aunque ciertamente, creo que en los colegios, tu idea de las cabinas individuales podría funcionar.
    Un cordial saludo.

  437. Estimado Javier,
    Soy una profesora de secundaria que llevo años siguiendo el blog y que, en alguna ocasión, he compartido situaciones difíciles en el mismo. Poder contarlo y compartirlo siempre ha sido un desahogo para mí y tus palabras, Javier, me han llenado de ánimo.
    Llevo once años en la enseñanza, trabajando en un centro distinto cada año, hasta el presente, ya que, habiendo sacado la plaza recientemente, tengo mi primer destino definitivo. Esto me hace cambiar la perspectiva, pues sé que algunos de los problemas que haya tenido este curso tendrán continuidad en el próximo.
    En todos estos años se me ha faltado al respeto en todas las formas posibles: se me ha gritado, se me ha insultado, me han intimidado familias con objeto de que suba las notas, se me han llegado a lanzar objetos y me han rayado el coche. También he conocido alumnos educados y algunos con gran afán de superación, con los que me he alegrado y he tratado de compartir su entusiasmo.
    Con respecto a las direcciones de los centros, algunas me han apoyado más que otras, algunas han tratado de “echar balones fuera” ante los problemas y culpabilizarme de las situaciones conflictivas.
    Noto también gran falta de compañerismo en nuestro colectivo, gran parte del profesorado aprovecha su experiencia para huir de los grupos conflictivos y después critica a aquellos a los que les toca lidiar en los mismos. Otros niegan que les ocurra estas situaciones, por miedo o por vergüenza. Cuántas veces me he encontrado en reuniones de evaluación con que yo soy la única que tengo un problema con determinado alumno/a o con algún padre o madre que me dice que su hijo/a jamás ha tenido un problema de comportamiento con otra persona.
    Las situaciones más difíciles siempre las trato de enfocar como un reto, me generan gran desgaste emocional, pero creo que también hay un crecimiento personal en la resolución de las mismas.
    Como ya he dicho antes, este año el fin de curso no será un punto y aparte como hasta ahora sino un punto y seguido, para lo bueno y para lo malo.
    Me despido deseando a todos los compañeros y compañeras un buen verano, ánimo y fuerzas para seguir en esta profesión, que nuestra labor sigue siendo hermosa a pesar de su dureza.
    Y gracias de nuevo a ti, Javier, por escuchar, apoyar y comprender.
    Un saludo.

  438. María, agradezco que “lleves años” siguiendo mi blog y me alegra enormemente que mis palabras “te hayan llenado de ánimo” en momentos difíciles. Desde que gestiono este blog ese es uno de mis mayores objetivos… poder ayudaros en todo aquello que esté a mi alcance, aunque, desgraciadamente no es mucho lo que puedo hacer, aparte de brindaros algunos consejos.
    Eres una auténtica superviviente. Llevas once años en la profesión y lo que has vivido queda perfectamente resumido en la frase:.. “En todos estos años se me ha faltado al respeto en todas las formas posibles”. La frase, lo dice todo. La descripción de las faltas (gritos, insultos, lanzamiento de objetos, rayado de tu vehículo, presiones familiares para subir las notas…) no añade nada especial, porque todo el dramatismo de las situaciones se condensa en esa frase, que como te he dicho, “lo dice absolutamente todo”.
    Es triste que más del 80 % de los Equipos Directivos no se impliquen en este tipo de problemas, cuando en realidad son los únicos que podrían solucionarlo minimizando al máximo las situaciones conflictivas. Y para colmo terminan culpando al docente de esas situaciones indeseables. Los compañeros tampoco suelen, como dices, ayudar demasiado. Se trata de una “falta de compañerismo” extraño. Los docentes suelen tener muchos más problemas de los que se esfuerzan en aparentar que tienen, y más que ayudar al compañero de al lado, tratan “de huir por todos los medios para no tener que implicarse. Porque aunque no lo parezca, tienen también “lo suyo”. Tú lo has visto más de una vez en las reuniones de evaluación.
    Y a pesar de todo, concluyes que “nuestra profesión y nuestra labor sigue siendo hermosa, a pesar de su dureza”. Haces una afirmación preciosa, que suscribo en su totalidad. Y es una frase, que sin duda va a animar y reforzar a todos aquellos docentes que lo están pasando mal y sufren la indisciplina y faltas de respeto de sus alumnos.
    Es una buena idea “enfocar” las situaciones difíciles como un reto, porque aunque es cierto que ello supone un gran desgaste emocional, su resolución te aporta, sin duda, un crecimiento personal.
    Tu obtención de plaza definitiva, hace que efectivamente, el final de este curso no sea un punto y aparte, sino un punto y seguido y aunque es verdad que “para lo bueno y para lo malo”, verás como resulta bastante mejor que cambiar de centro cada año. El curso que viene conocerás cómo funciona todo en el centro, como funciona el Equipo Directivo, en que compañeros puedes confiar y en quienes no, qué alumnos o grupos son los más problemáticos…, y eso unido a tu bagaje cada vez más alto de experiencia, te ayudará a lidiar mejor con los problemas que surjan.
    Y finalizas tu mensaje agradeciéndome que os escuche, así como mi “apoyo y comprensión”. Yo quiero despedirme, con tu magnifica frase, para que todos los docentes la tengan en cuenta en sus momentos difíciles: “ÁNIMO Y FUERZAS PARA SEGUIR EN ESTA PROFESIÓN, QUE NUESTRA LABOR SIGUE SIENDO HERMOSA A PESAR DE SU DUREZA”.
    Deseo que durante el verano desconectes todo lo posible (seguro que sí) y pases unas muy felices y merecidas vacaciones.
    Un cordial saludo.

  439. Agradezco enormemente tu respuesta y te deseo igualmente un feliz verano, Javier.
    Un saludo

  440. Buenas tardes. El año pasado escribí en este sitio y recibí buenos consejos que traté de aplicar. Sólo quiero decir que ya no tengo esperanzas de nada, no tengo esperanza con los «estudiantes» del bachillerato donde lamentablemente trato de trabajar y sobrevivir todos los días.
    Me pregunto cuando me van a dejar de doler las burlas, las risas, las humillaciones, la prepotencia y las crueldades de esas «personas» con las que he tratado de ganarme su confianza; yo quiero que alguien me diga ¿Qué clase de «juventud» es ésta? ¿que clase de juventud representan mis alumnos, jóvenes enviciados, promiscuos y enajenados por cosas pueriles? que disfrutan humillar profesores, que no pierden oportunidad de burlarse de ti de todas las formas posibles, hasta de mi físico, como si ellas y ellos fueran todos unos modelos. ¿se puede hablar de juventud cuando en ellos sólo impera lo negativo y lo cruel? ¿ que clases de monstruos van a ser si no es que lo son ya?
    Pero la sociedad, al menos la realidad mexicana los sigue empoderando y mostrando como seres superiores con derecho a ningunear y a sobajar. En el momento que doy un paso en esa deplorable y triste escuela soy menos que nadie, no soy nada, absolutamente nada. Todo cobijado por autoridades educativas mediocres y viles que les toleran todo con tal de que no se queden sin alumnos.
    Hoy le pregunte a Dios (soy creyente más no religiosa ) ¿cuando va a ser la última burla, la última humillación, la última amenaza o prepotencia que soportar de estos seres?, ¿cuando voy a dejar de sufir ataques, cuando me van a dejar de señalar y decir: allá va esa pobre idiota»?
    Cuando será la última vez que una tipa o un tipo me grite?, cuando se dejarán de burlar de mi por el más mínimo error?, ¿cuando va a llegar ese día?
    No tengo alternativa por el momento, tengo que cambiar de empleo, más si no logro encontrarlo no quiero dejar mi juventud aquí, no quiero envejecer en esta porqueriza, no quiero que se incrementan las humillaciones cuando sea vieja, no quiero. Prefiero morir a dejar mi vida aquí, tengo animales de compañía que me demuestran la infinita superioridad que tienen por encima del tipo de personas que veo a diario, cuando ellos se vayan yo me quiero ir con ellos, no podría ya soportar ese infierno sin ellos pues precisamente son mi consuelo, mi ayuda y mi bendición. Perdón por tanta palabra, disculpen que me desahogue aquí.

  441. Estrella, me parte el corazón el desconsuelo que expresas a través de las líneas que escribes en tu mensaje. Me impresionan sobremanera tus «requerimientos a Dios: «¿Cuándo va a ser la última burla, la última humillación, la última amenaza o prepotencia que soportar de estos seres?, ¿cuándo ….» Porque ponen al descubierto tu infinita desesperación. Y me impacta la idea de que prefieras morir e irte con tus animales de compañía (cuando ellos se vayan) porque te ves incapaz de soportar «este infierno» sin ellos, porque ellos son tu consuelo. Deduzco que vives sola y que no tienes familia directa (padres, pareja, hijos…) en quien apoyarte y consolar toda la desdicha que acumulas y traes a casa desde el trabajo.
    Si escribieras desde aquí, desde España, interpretaría la angustia que te invade, cómo una respuesta normal al final de las vacaciones, (pues en solo 11 días comienza el nuevo curso), y los docentes que suelen pasarlo mal empiezan ya a «vivir y a sentir los problemas, que saben, vendrán». Pero ahí en México, igual ya estás dando clase hace tiempo, y no es precisamente el final de las vacaciones lo que aumenta tu angustia.
    Es terrible dar clase a Secundaria en centros con autoridades mediocres. Y es penoso, que las Autoridades Educativas del país no se preocupen del bienestar de sus docentes, elaborando leyes adecuadas, porque en realidad son los docentes quienes tienen en sus manos el futuro del país.
    Es raro que yo recomiende a alguien dejar la enseñanza, pero en tu caso, creo que debes planteártelo seriamente. Al menos de momento. De momento, con una baja por enfermedad, aunque tampoco sé cómo funciona eso en México.
    Aquí en España, con tu título, podrías presentarte a múltiples oposiciones. Cuyo desempeño posterior no tiene nada que ver con la enseñanza en centros educativos. Supongo que allí en México también podrás hacerlo.
    No se tampoco como es tu situación económica, y si puedes prescindir unos meses del trabajo, pero lo mejor es que de alejes durante un tiempo de ese centro educativo. Tómate un tiempo, si te es posible para repensar qué hacer. Para intentar cambiar de empleo, Puede más adelante, que en otro centro educativo no te vaya tan mal. Porque volver a la enseñanza será un recurso que siempre estará ahí.
    Y hay algo que debes intentar hacer. Tienes que apoyarte «en la familia» que seguramente tienes en algún lugar, aunque sea en otra ciudad. Contacta con ellos. No puedes sustentar tus emociones, únicamente en tus mascotas. Intenta mejorar tus relaciones de amistad, con alguna vecina, o frecuenta algún sitio donde conseguir amistades, porque pueden ser un apoyo emocional muy importante. Quizás me equivoque (ojala), pero tu escrito «me dice» que te sientes muy sola». Y eso hay que tratar de combatirlo por todos los medios.
    Y puedes escribir cuanto quieras para «desahogarte». Me encantará saber de ti y de cómo te va, y tambien que hayas encontrado un camino mejor, lejos de las aulas y de la gente que tanto daño te ha hecho.
    Te deseo todo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  442. Muchas gracias por leerme y por la respuesta Javier, actualmente estoy en la búsqueda de otro empleo pues ya no quiero ni puedo estar en esa escuela. Seguiré tu consejo y voy a buscar a la familia que aun me queda, pues aunque amo a los habitantes felinos de mi casa, las amistades y la familia son insustituibles y de gran ayuda en situaciones como ésta.
    Tengo esperanza de que si todo sale bien, voy a recuperar ese espíritu de entusiasmo que tuve cuando entré por primera vez en ese lugar, lamentablemente lo perdí no por falta de fortaleza, sino por agotamiento por las actitudes hostiles que a diario encontraba y encuentro, legitimadas por los miserables directivos de la escuela.
    Espero de verdad poder contarte un día que estoy mejor y que mi situación ha cambiado. Tengo todas mis energías puestas en ello. Muchas gracias de nuevo y muchos saludos.

  443. Saludos

    Soy de Ecuador y la educación aquí esta igual o peor que allá, los gobiernos nos han quitado la autoridad a los docentes con esta leyes estúpidas que crean protegiendo en todo tiempo a los estudiantes, y a los maestros quien los defiende, como decía un comentario el salón de clase se ha vuelto un completo campo de batalla, los conflictos se han vuelto mas frecuentes tanto entre estudiantes y hacia los maestros, ya no hay respeto, ni consideración hacia nosotros y creo que esto va para peor, pienso que muy pronto el gobierno tendrá que contratar policías para cada curso para que controlen la disciplina y para las horas de los recreos por que a los docentes ya no nos respetan.

  444. Yoly, ciertamente, la disciplina en los centros escolares es cada vez más «laxa». Sin duda por las leyes educativas que desde hace años, elaboran los gobiernos al respecto. Pero no sólo por eso. Hace años que la sociedad en su conjunto, al menos en Europa (y de forma especial en España) viene desprestigiando la labor docente. Son los padres los que, antes que los alumnos, nos han despojado de toda autoridad. Una mayoría de padres, cree y defienden a sus hijos por encima y en contra de la opinión de los profesores. El prestigio social de los docentes está «por los suelos», y las autoridades Educativas no hacen absolutamente nada por evitarlo. Es muy triste, porque el futuro de los países radica en sus jóvenes, y la educación que estos están recibiendo es realmente deficiente. Mucho deben cambiar las cosas, para que los conflictos, cada vez mayores y más frecuentes, desaparezcan de las aulas. Algo lejano, porque la «marea actual» empuja fuertemente en la dirección equivocada.
    Ojala no tarden demasiado en cambiar las cosas (a mejor) en la escuela, aunque como te digo, no soy muy optimista respecto a ello, al menos, ni a corto ni a medio plazo.
    Un cordial saludo.

  445. Buenos días Javier, me ha parecido muy interesante este artículo el cual he de decir que utilizaré para la realización de un trabajo y es por eso que le envío este mensaje. Si me puede facilitar algunos datos para poder cumplimentar las referencias del mismo, se lo agradecería. (Apellido, A. (año, día, mes). Título del post [web log post]. Recuperado de htpp://xxxx.)

  446. Carlos, me llamo Javier Yuste Andrinal. Soy Doctor en Psicología, desde el año 2006, por la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia) tras defender mi Tesis Doctoral : «La violencia en los Institutos de Educación Secundaria. Una propuesta de intervención» y calificada con «sobresaliente Cum Laude».
    El día 29 de agosto de 2007 , utilizando cómo referencia mi tesis doctoral, comencé a escribir en este blog denominado:
    BULLYING:ACOSO ESCOLAR http://www.conflictoescolar.es/

    El artículo al que haces referencia y dónde has dejado tu mensaje, «Conflictividad en el aula. Violencia contra el profesor/a», fue publicado ese día de 29 de agosto de 2007, junto con otros cuatro artículos, que fueron los primeros del blog, que actualmente cuenta con 93 entradas, 12 páginas y casi 3.000 mensajes de personas cómo tú, a los que voy contestando lo antes que puedo (a veces, por problemas de tiempo tardo varios días).

    La dirección web de este artículo en concreto es:
    http://www.conflictoescolar.es/conflictividad-en-el-aula-violencia-contra-el-profesora/

    Y es una parte resumida de una de las investigaciones de mi tesis doctoral, y que también se recoge en el libro «Habilidades sociales frente al bullying y cualquier tipo de conflictividad en el aula». Ed. Sanz y Torres. Madrid 2009.
    Un cordial saludo.

  447. […] (2007). Conflictividad en el aula, Violencia contra el profesor/a. Recuperado el 12 de noviembre de 2018 de http://www.conflictoescolar.es/conflictividad-en-el-aula-violencia-contra-el-profesora/ […]

  448. Aquí queda la aportación que envías.
    Un cordial saludo.

  449. Durante mis añis como docente he tenido 3 agresiones. En las dos primeras fui apoyada por la dirección y pude resolverlo sin consecuencias para mi salud mental. Pero en esta última, en la que he tenido episodios agresivos de mayor y de menor intensidad, me he encontrado con una JE. Que no me ha apoyado, ha retrasado la imposición de sanciones e incluso me ha propuesto que sea yo quien pida disculpas a pesar de tener testigos de lo acontecido. Y para ultimar el centro no ha seguido la normativa frente agresiones al profesorado de mi Comunidad Autónoma..
    La desprotección al profesor ha sido total y me siento doblemente victimizada. No quiero volver a mi trabajo

  450. Marta, no me extraña en absoluto que no «quieras volver a tu trabajo». Resulta indignante que los docentes en este país, puedan ser agredidos por sus alumnos o familiares de estos y la cosa quede «en nada «o incluso, que se le exija al docente agredido, por parte del Equipo Directivo, que «sea él quien pida disculpas». Con toda razón te sientes «victimizada» ante tanta estulticia de la Jefatura de Estudios de tu instituto. Y lo peor, es que desgraciadamente, esa actitud deja al docente «a los pies de los caballos». En realidad ese Equipo Directivo te ha quitado la autoridad de un plumazo. No sólo ante el alumno con quien hayas tenido el altercado, sino con todos los alumnos de esa clase.
    Si el centro no ha seguido la normativa frente a agresiones de tu Comunidad Autónoma, quizás puedas denunciar ante la Inspección Educativa la nefata gestión del altercado por parte del Equipo Directivo del Centro, con el Director del mismo a la cabeza. De todas formas desconozco tu situación real. No sé si eres Interina, o dispones de plaza en propiedad. O si llevas años en el mismo centro, o sólo llevas ahí lo que ve de este curso. Son detalles que sin duda, influyen a la hora de tomas decisiones. Pero es totalmente normal «que no quieras volver a tu trabajo•
    Me apena tu situación, e imagino lo que tienes que estar pasando. Tampoco sé si puedes permitirte dejar la profesión o no, pero mi consejo es que luches. Hay docentes que lo pasan muy mal porque son verdaderamente acosados por sus alumnos y los Equipos Directivos, los únicos que podrían terminar con ello, no hacen apenas nada por evitarlo. Pero no parece ser tu caso. Aunque comentas haber sufrido tres agresiones, no comentas nada sobre un sufrimiento continuo durante las clases, lo que me hace pensar, que esos episodios han sido puntuales y no responden a una situación intensa de estrés al impartir clase (aunque quizás, como no das casi detalles, me equivoco). Tengo la impresión de que tu desanimo es más bien por dignidad, por orgullo…sabes que tienes razón, y una Jefe de Estudios estúpida, te sugiere que seas tú quien pida perdón al alumno tras un altercado violento.
    Desgraciadamente, en nuestros institutos hay muchos Jefes/as de Estudios realmente estúpidos, que no se dan cuenta del valor y la importancia que tiene el mantener una disciplina férrea en relación del respeto que han de mantener los alumnos hacia sus profesores.
    Yo sé, que al final, todo acabará arreglándose. Habla con tu Jefe/a de Estudios y dile claramente que tú no vas a pedir perdón al alumno (y deja de lado a los testigos, porque en el fondo no debe importar lo que ellos digan), sólo debe contar tu palabra, por tu propia dignidad y hazle ver a tu Jefe/a de Estudios que nunca debe anteponer lo que dicen los alumnos, a lo que dice uno de los profesores de su claustro. Aféale incluso su conducta y actitud, (sin voces y con respeto), porque con ella, solo está denigrando la labor docente. Al menos esto te hará sentirte mejor y aunque tense un poco tu relación con el Equipo Directivo, ya tendrás tiempo de reconducirlo más adelante.
    Mucho ánimo, Marta.
    Un cordial saludo

  451. Hola a todos:

    En primer lugar, felicidades al autor por el blog.
    En segundo lugar, y no menos importante, mi apoyo a todos los profesores víctimas de la violencia escolar en el aula.

    Siento profundamente lo que pasa en las aulas españolas actualmente. No sé si el estado actual de cosas puede empeorar todavía más, porque parece que en el sótano del terror siempre hay una subplanta más. Conozco la situación a través del testimonio de algunos familiares que se dedican a la enseñanza. Cuentan que hoy ni siquiera los alumnos de bachillerato saben escribir mínimamente bien, que es imposible mantener el silencio un par de minutos seguidos, que los insultos entre los propios alumnos son cada vez más despiadados. En fin…nadie sabe dónde está el límite de todo eso.

    Por lo demás, me gustaría saber si hay algún estudio sobre el porcentaje de abandonos o excedencias (que en muchos casos son abandonos encubiertos) del profesorado español. Encontré algunos datos sobre el porcentaje de abandono o renuncias entre los profesores estadounidenses o chilenos, pero nada en el caso de España.

  452. Marina, muchas gracias por tu felicitación, y por tu apoyo a todos los docentes que sufren a diario violencia en el aula. Dices no saber si lo que pasa en las escuelas e institutos puede empeorar todavía mas…y te digo que sí. La educación parece no haber tocado fondo. Y viene de antiguo, de muy antiguo.
    El INCE (Instituto Nacional para la Calidad de le Educación) en 1998 publica «El funcionamiento de los Centros. Diagnóstico del Sistema Educativo. La escuela secundaria obligatoria. 1997. Madrid. Ministerio de Educación y Cultura.
    El informe admitía (ya por entonces) que la situación en las aulas no estaba bien, pero que era todavía controlable, y se instaba a tomar medidas inmediatas al respecto. Cosa que, desde entonces, en absoluto se ha hecho. En 2002 yo realicé un estudio en la Comunidad de Madrid para mi tesis doctoral. Algunos datos encontrados se exponen en el artículo. Una de las preguntas del cuestionario que utilicé, Decía: «Si pudiese cambiaría sin dudarlo de profesión…..SI NO.
    Respondieron «SI» un 19 % con diferencias significativas respecto al sexo de profesor y respecto a la experiencia docente.
    Si hiciéramos hoy un estudio similar me atrevería a asegurar que más de un 40 % de docentes responderían también afirmativamente.

    Te diré que efectivamente en España no hay prácticamente estudios sobre el tema de abandonos de la profesión por parte de los docentes. Quizás el dato podrías averiguarlo a través de las Áreas Territoriales o a partir de las Inspecciones Educativas. Quizás también a partir del Sindicato ANPE: https://anpemadrid.es/
    Si cliqueas en su página, a la derecha sobre un fondo azul hay una pestaña llamada «El defensor del profesor». Aunque lo más probable es que ello solo dispongan de datos relativos exclusivamente a la Comunidad de Madrid. De todas formas, el malestar docente quedaría mejor reflejado conociendo el dato, no solo de los que abandonan realmente (cifras oficiales que tendría la Administración Educativa), sino en los que, si pudieran, dejarían la profesión, pues bastantes docentes no pueden permitirse abandonarla.
    Te escribo una dirección con un artículo respecto al tema
    http://blog.intef.es/cniie/2018/03/01/nuevo-estudio-eurydice-sobre-la-profesion-docente/
    Y te enviaré a tu correo particular noticias publicadas en diferentes diarios, más actuales que pueden darte una idea de cómo va el tema en estos momento.
    Un cordial saludo.

  453. Hola Javier, hola a todos:

    Muchas gracias por tu respuesta. Efectivamente, cuesta encontrar datos sobre el porcentaje de profesores que abandonan cada año la profesión docente en España. Supongo que como la mayoría en lugar de abandonar de una manera explícita, cogen una excedencia con lo cual las renuncias quedan enmascarados bajo la apariencia de excedencia.
    Por desgracia hay profesores que no pueden abandonar el aula. Hace poco hablaba con uno de Barcelona, que me comentaba que él no podía porque tenía muchos gastos (tiene varios hijos y la mujer gana poco) y además intentaba aguantar hasta la jubilación (no le queda mucho y quería jubilarse por el cuerpo de profesores de secundaria). Me comentaba que la mayoría de docentes que él conoce están deseando largarse.
    De todas maneras me parece que hay bastante diferencia entre el ambiente en las aulas en las zonas rurales y en las urbanas. Los centros de ciertos barrios de Madrid por ejemplo, son infernales. Tengo una amiga cuyo hermano es profesor de secundaria en la capital y dice que esa profesión te lleva al manicomio.
    Hasta ese punto está asustada cierta gente.
    Mucho ánimo a todos y ojalá todos los docentes que desearan abandonar el aula pudieran hacerlo. Vale la pena vivir pastoreando ovejas en el monte que no volviéndose loco en un instituto.

  454. Marina, estoy completamente de acuerdo con tus reflexiones. Y se agradece ese ánimo que intentas transmitir a todos aquellos docentes que desearían dejarlo pero que, por unas u otras razones no les es posible. Nuestros gobernantes deberían cuidar con esmero a los docentes, porque de ellos depende la educación de nuestros niños y jóvenes, que son, sin duda, el futuro del país…de cualquier país.
    Un cordial saludo.

  455. Después de cinco meses apartada de mi profesión por un proceso depresivo, soy capaz de escribir y de hablar sobre el último episodio de agresión que he sufrido,
    Lo más duro de todo no ha sido ver como una alumna te falta al respeto, te insulta y te difama y como los padres apoyan a su hija en este hecho.
    Oara mi, lo más duro ha sido comprobar cómo la jefa de estudios a la que le advertí que esta situación en buena medida se debía a medidas muy tibias tomadas en otras ocasiones e incluso a disculpar y a aceptar comportamientos muy impropios, se toma 15 días para decidir la sanción, que debes reclamar que lo haga, que responda que la pongas tu, que veas que la alumna se niegue a cumplir la sanción y que ponga como condición que te disculpes tu antes y que la jefa de estudies te pregunte ante la alumna si quieres disculparte. Además entre las medidas de convivencia no se recoge que hacer ante la negativa a cumplir sanciones y la actuación de la alumna queda impune y tu quedes desautorizaday desprotegida, que demandes que lo sucedido sea notificado como una agresión externa ante salud laboral ( lo que es obligatorio en la normativa de la CA) y no se acepte hacerlo y te tachen de injusta y de desagradecida.
    Aún hoy no entiendo este desaguisado, este miedo a frenar determinados comportamientos y la poca concienciacion del colectivo docente en prevenir y tomar medidas ante sus riesgos laborales.

  456. Lo siento, ya ni recordaba que escribí con anterioridad, pero he pasado por tantas fases de indignación, ansiedad, tristeza, depresión y estadísticas ánimo distintos que estoy despistada

  457. Gracias por tu respuesta de febrero, no la había leído, inmersa como he estado en una situación anímica deplorable.
    He decidido una jubilacion anticipada y tratar de no recordar el tiempo de verdadero disfrute con mi profesión por este incidente con personas tan osadas y tan poco aptas para ejercer ningún cargo de responsabilidad en un instituto, pero se aferran al puesto y al poder de dominar a los demás desde su sillón, signo de su debilidad.

  458. Marta, he releído mi respuesta de 9 de marzo, a tu escrito (contrastando a tu mensaje de 2 de febrero). En una parte de mi respuesta te digo….»Aunque comentas haber sufrido tres agresiones, no comentas nada sobre un sufrimiento continuo durante las clases, lo que me hace pensar, que esos episodios han sido puntuales y no responden a una situación intensa de estrés al impartir clase (aunque quizás, como no das casi detalles, me equivoco). Tengo la impresión de que tu desanimo es más bien por dignidad, por orgullo…sabes que tienes razón, y una Jefe de Estudios estúpida, te sugiere que seas tú quien pida perdón al alumno tras un altercado violento».
    Y aunque sabía que te enfrentabas a una situación durísima, en ningún momento pensaba que ello podría sumirte en una depresión continuada durante cinco meses en donde dices haber alternado «fases de indignación, ansiedad, tristeza, depresión y estados anímicos distintos.» También dices que «has decidido una jubilación anticipada y tratar de no recordar el tiempo de verdadero disfrute con mi profesión por este incidente con personas tan osadas y tan poco aptas para ejercer ningún cargo de responsabilidad en un instituto». Si es tu decisión, sí lo has meditado, no seré yo quien intente hacerte cambiar de opinión, porque la salud es lo primero, pero me duele el alma cada vez que algún docente tira la toalla por ese tipo de razones, por tener en sus centros Equipos Directivos de personas que no se ocupan de los docentes del centro, que no se ocupan de resolver los conflictos de forma adecuada, personas, que cómo tú muy bien defines, son «tan poco aptas para ejercer ningún cargo de responsabilidad en un instituto, pero se aferran al puesto y al poder de dominar a los demás desde su sillón, signo de su debilidad». Y este, sin duda, es otro de los grandes problemas que aquejan a nuestra enseñanza. Y así nos va. Hace más de 35 años que nuestro sistema educativo viene deteriorándose y no le veo solución ni a corto ni a medio plazo, porque los políticos parecen no estar interesados en el tema.
    En todas las Comunidades autónomas hay problemas, pero Andalucía( desde dónde creo que tú escribes) se lleva la palma. Lo que ocurre en los institutos de por allí, no ocurre en ningún otro sitio.
    Siento de veras lo que te ha pasado, y espero que a partir de ahora el futuro te depare algo mejor. Algo mucho mejor que lo que dejas atrás.
    Un cordial saludo.

  459. Hola! Me alegra que exista este foro! He leido los comentarios y me he sentido identificada. Llevo ejerciendo de maestra interina de inglés en España durante casi tres años. He tenido cursos desde 5 años a 13 años. Y me he planteado la profesión, porque los pocos momentos buenos que he podido vivir no comepnsan los actos de indisciplina y falta de respeto en ciertas clases que he vivido y que me han creado ansiedad. Los problemas normalmente aparecen con alumnos a partir de los 11-12 años. Al no lograr hacerme respetar me ha sido difícil dar mi asignatura que es inglés y el clima en aula se convierte en un desastre. Por otro lado la falta de control de la situación, me genera una gran falta de autoestima y al ver que a otros compañeros no les ocurre como a mí , siento que quizá no estoy cumpliendo mi labor, aunque le pongo intención. Me llevo el problema a casa y me cuesta desconectar. He intentado ser yo misma pero parece que no genero mucho respeto, he intentado parecer más dura y serena pero cuando el clima se degrada ellos lo notan. He intentado estrategias y se que tengo que seguir intentándolo y no rendirme. Pero a veces me cuestiono si debería mirar otras opciones laborales, aunque ahora mismo vivo de esto y es lo más seguro que tengo. En fin, me da rabia que unos críos puedan afectarme, yo soy de carácter sensible y tiendo al nerviosismo, y estoy intentado enfocarlo de otra manera para sobrevivir en clases desafiantes, pero no esto no debería sentirlo. Me he desmotivado mucho desde que me inicié. Un saludo!!!

  460. Celia, hace ya años que esos problemas de disciplina que sólo se daban en Secundaria, se trasladaron a Primaria. Veo que tú impartes (o has impartido) clases de inglés a alumnos de primaria y también de los primeros años de Secundaria (o repetidores de 6º, con 13 años). Desde hace ya muchos, muchos años, la educación en nuestro país viene deteriorándose sin pausa. Los centros de Primaria, eran «balsas de acetite» (comparado con Secundaria), pero desde hace más de 25 años su deterioro es manifiesto y creciente, y aunque el peor curso es 6º ya se dan muchos problemas de disciplina incluso desde 3º de primaria. Desgraciadamente para ti, reúnes en tu persona los tres principales factores de riesgo para que un educador tenga problemas de disciplina con los alumnos: » tener poca experiencia docente» (la edad del profesor y la experiencia docente o antigüedad influye en el control de la disciplina en el aula. Son los profesores más jóvenes quienes suelen sufrir con mayor frecuencia conductas disruptivas durante sus clases., otro factor es «la personalidad del profesor» (que es determinante en el manejo del estrés) y un tercer factor, «el ser mujer» (la variable de género resulta determinante. Las profesoras resultan más perjudicadas que los docentes varones). Y además, trabajas en la peor comunidad en la que podrías hacerlo, porque en Andalucía es dónde se producen los episodios más «sangrantes» en lo que se refiere a la educación.

    Con ello, no pretendo en absoluto desanimarte y más cuando dices que «ahora mismo vives de esto y es lo más seguro que tienes».
    Efectivamente, tienes que seguir intentándolo y no rendirte. El tiempo te acabará dando la experiencia que necesitas e irás aprendiendo estrategias para «sobrevivir» en las clases más duras. Dices que «has intentado ser tú misma pero parece que no generas mucho respeto, dices que has intentado parecer más dura y serena pero cuando el clima se degrada ellos lo notan». Y dices llevarte el problema a casa y que te cuesta desconectar. Eso es quizás lo primero que tienes que aprender…a desconectar. Es difícil, pero has de intentarlo con toda tu alma, porque si no acabarás derrotada. A favor tienes, que ahora podrás disfrutar de unos días de vacaciones, y que a la vuelta, queda ya poco tiempo para el verano. Si además eres interina, es posible que el curso que viene estés en otro centro, que no tiene que ser peor que en el que estás, que quizás con suerte sea mejor. Que quizás cuente con un Equipo Directivo que escuche tus problemas y te eche una mano. La intervención de los Equipos Directivos en los casos de indisciplina de los alumnos es fundamental e imprescindible. Si no intervienen, los docentes están «perdidos». No dejes de pedir su ayuda, e incluso exigirla. Ellos tienen la obligación moral de intervenir.
    Plantea a tus compañeros que «no parecen tener los problemas que tú» tu situación y pídeles que te aconsejen sobre qué hacer con determinados cursos, y sobre todo busca la ayuda del tutor/a de esos cursos conflictivos. Pide que intervenga en la solución del problema. La figura del tutor, y su intervención, a no ser que sea un estúpido/a, puede resultar clave en la resolución del problema de relación con esos chicos.
    Te enviaré a tu correo particular una serie de estrategias, que deberías poner en práctica todos los comienzos de curso, porque te ayudaran en tu quehacer diario (quizás las hayas leído ya si has visto mis respuestas a algunos comentarios de la página.
    Mucho ánimo. Por el momento trata de luchar todo lo posible. Más adelante, en función de cómo siga el desarrollo del trabajo, podrás plantearte dejar la profesión para dedicarte a otra cosa, pero de momento creo que es pronto para tirar la toalla.
    Espero que te vaya bien, que te olvides de todo por unos días, y que descanses mucho en estas vacaciones de Semana Santa.
    Un cordial saludo.

  461. un profesor denuncio a mi hija y nadie en el instituto sabe el porque, me llamo el director diciéndome que la guardia civil pidió datos de mi hija y no sabe el motivo de la denuncia. El profesor ni siquiera le da clases a mi hija, hoy le dijieron a mi hija que vendrá la guardia civil a casa, la verdad no se que pensar, alguien que pueda orientarme desde ya gracias

  462. Llegué a este texto,buscando solución a mi caso particular. Llevo tres meses y medio soportando a una estudiante de 14 años. Me hace bullying cada clase,me insulta,no deja explicar los temas,no hace los trabajos, me grita de frente que me odia,me detesta,le caigo gorda y soy ridícula,se burla de mi aparienci física(y eso que soy bonita), dice públicamente que mi cerebro es de plástico(tengo estudios superiores,varias especializaciones,soy bastante inteligente);nunca prestaron atención a mis quejas ni se le aplicó ningún correctivo y en todo lo que va del año se las ingenia para que no se pueda dictar la clase,es una líder negativa; al hablar con su madre,dice ella, fué golpeada brutalmente cuando fué corregida en su casa.Es familia del docente director de su grupo ,quien sólo se ha limitado a hablar con ella. Se ha llegado a tal extremo,que estoy sufriendo depresión,me han medicado y siempre salgo muy enferma de dicha aula,con un nivel de ansiedad muy alto. Siento miedo ir al colegio porque depronto ella me echa sus pandillas,siento temor cada vez que voy a entrar a esa aula de clase y quiero destacar que manejo de forma excelente la materia que enseño e incluso siempre me han calificado como una excelente profesora,muy responsble,honesta y respetuosa.
    Hoy se llevó el caso a comité de convivencia tras yo presionar mucho que me solucionaran el problema e incluso decir que llevaría el caso a Secretaría de educación y conseguiría un abogado que ayudara en mi caso.
    La solución ante mi presión,fué que dialogando con la estudiamte,seguiríamos interactuando en la misma aula porque ya eramos personas que razonan.
    No acepté esto y presenté otros argumentos,decidiendo cambiarla de grado y nada más. Es pertinente resaltar que la reunión la estaban haciendo sin mí y cuando yo llegué casualmente, sacaron a la chica y pretendieron solucionar las cosas de cualquier modo,por lo cual me ví obligada a argumentar que la estudiante no quiere cambiar ya que incluso en la ultima clase su actitud no fué correcta.
    Si alguien lee este texto y sabe que es lo que debo hacer o donde acudir,le agradezco su valiosa ayuda.
    No hay derecho cuando das todo de ti y no se te valora,cuando se han perdido los valores en gran parte de la juventud, cuando el respeto se ha perdido en su totalidad y hay mentes jóvenes carentes de inspiración,de sueños,de autoestima…
    No puedo evitar que las lágrimas broten sin querer de mis ojos, pero también una gran sonrisa cuando pienso en mis dos hijos que son grandes seres humanos,porque fué lo que me esforcé en formar;pero mi sonrisa también es por esos tres estudiantes que enfrentaron a la estudiante,sacaron una carta quejándose de su actitud y resaltaron de su profesora que para ellos es una excelente maestra.

    Atte,
    Docente de bachillerato.
    Medellín,Antioquia-Colombia

  463. Miguel, cuando la guardia civil o la policía nacional se presentan en un centro educativo pidiendo datos de algún alumno (y sin haber sido requerida su presencia desde el centro), suele ser por algo que ha sucedido fuera del instituto. Intenta hablar con tu hija a ver si ha tenido fuera del centro últimamente algún problema.
    Probablemente tu hija ha sido denunciada por alguien. Dices que un profesor denunció a tu hija, docente que ni siquiera le da clase. Si fue verdaderamente él, sólo él conoce el motivo de esa denuncia. Te recomiendo que hables con él para que te cuente que es lo que ha pasado. Es posible que solo se trate de un malentendido, ya que el director dice que «tu hija es buena y no da problemas». Creo que lo primero es aclarar el porqué ha sido denunciada tu hija, de ahí mi recomendación de que hables con ese profesor. Si no, espera que la guardia civil te lo comunique, porque ellos te informarán seguro de qué es lo que ha pasado.
    Si pasan unos días y aun no sabes nada, ve a ver al Director por si sabe algo. Igual todo queda en un simple malentendido o en una broma pesada.
    Espero que todo se solucione. Si la cosa se complica, puedes volver a escribir. Pero primero hay que saber qué es lo que pasó realmente.
    Un cordial saludo.

  464. Emilsem, si has leído algunos de los mensajes que otros docentes dejan en este post, verá que muchos de ellos se encuentran en una situación similar a la tuya, porque aunque parezca increíble que «una mocosa de 14 años pueda llegar a hundir y destrozar la integridad física y psíquica de una de sus profesora, sin que las autoridades educativas pongan remedio, es algo que sucede, por desgracia, con demasiada frecuencia. El sistema educativo español. muy permisivo y laxo con las sanciones hacia estos desmanes de algunos alumnos, si tiene vías para afrontarlos a través de los equipos directivos de los centros, a través de la Inspección y de la Alta Inspección, o incluso, por la vía penal, denunciando a la policía o ante el juzgado. He intentado buscar, cómo es o sería ese proceso en Colombia, es decir, dónde o a qué Organismo puede dirigirse un docente maltratado por un alumno, para denunciar los hechos.
    La verdad que encontré muy poco. Solo encontré unas pocas direcciones webs que no se si te servirán de algo. Quizás encuentres en ellas el sitio a dónde acudir. Son ests:
    http://denuncias.supereduc.cl/cuestionario1/denuncias_tematicos.html
    https://vlex.com.co/tags/sanciones-disciplinarias-escolares-2174748
    https://www.magisterio.com.co/articulo/el-concepto-de-falta-su-tipificacion-y-su-inclusion-en-el-manual-de-convivencia
    https://www.somoscapazes.org/ley1620.php
    https://www.mineducacion.gov.co/1759/w3-article-353431.html
    También te enviaré a tu correo particular tres artículos relacionados con el tema y que quizás puedan ayudarte.

    Lo que en realidad te ocurre es que una de tus alumnas te hace la vida imposible, hace que te deprimas (y que necesite medicación), te produce un tremendo estrés por sus continuadas faltas graves de respeto (te insulta y te grita) y poco a poco va minando tu propia personalidad docente. Me alegra que al menos se haya llevado el caso al «Comité de convivencia» y que tú te muestres firme diciendo que si el caso no se soluciona, llevarás el caso a Secretaría de Educación, con un abogado que te llevara el caso.
    Plantea también al equipo directivo del centro, que incluso recurrirás a la justicia ordinaria y pondrás una denuncia a la niña (sus padres son responsables civiles subsidiarios) y otra a la Dirección del centro, por no intervenir de forma adecuada, lo cual está afectándote de lleno a la salud.
    Me parece bien tu exigencia de que a la niña la cambien de clase (grado), o bien, que a la hora de tu clase, ella vaya a la biblioteca con tareas. El caso es que no tengas que tenerla en clase. Haz ver, que no es tanto por tí, sino por el bien del resto del grupo, pues esa alumna no te dejas avanzar el temario con sus disrupciones.
    Habla otra vez, seriamente, con el profesor tutor del grupo (dices que son familia él y la alumna), e intenta que te cuente la razón de ese comportamiento de la niña. Tengo la impresión de que esta te identifica con alguna persona a la que detesta (quizás su madre) y por eso te grita, te dice que le caes gorda, que eres ridícula y se burla de tu apariencia física.
    Te recomiendo que hables con ella a solas, al final de las clases. Quizás se niegue en un principio, pero tienes que conseguir quedarte con ella a solas (podría ser a través de tutor, familia suya).
    Cuando estés frente a ella, plantéale con firmeza, que te explique qué es lo que le has hecho tú, para que te trate de esa forma en clase. Plantéale que cuando le has faltado tú al respeto (y si alguna vez lo hiciste o se sintió ofendida fue por algo de lo que tú no eres consciente). Dile que tú solo quieres lo mejor para ella, cómo para todos sus compañeros, que solo quieres que apruebe el curso, que quieres ayudarla en todo lo que necesite y por ello no entiendes las actitudes que tiene hacia ti. Dile que crees que tiene problemas y que de alguna forma, lo está pagando contigo. Ofrécele tu ayuda, hazle ver que tú no eres en absoluto su enemiga, y que te gustaría que te viera cómo una persona que puede ayudarle en todo aquello que necesite. Que estás dispuesta a ayudarle en todo lo que necesite, pero a continuación hazle ver, suavemente (sin tono de amenaza) que no puede continuar así, y que si no cambia te verás obligada a impedir que vuelva a tu clase y tendrá que ir a la biblioteca con tareas que tú misma le pondrías para que no pierda la oportunidad de seguir el curso.
    En realidad, cómo dices, es una líder negativa, que necesita mostrarse así para hacerse respetar por sus compañeros (creencia errónea que también puedes hacerle ver). Dile que ir de «malota» solo la perjudica a ella porque suspendería la asignatura, y ella no necesita hacer eso para obtener el «aplauso» de sus compañeros, «de su pandilla». Descúbrela alguna actitud o rasgo positivo que tenga (seguro que, a pesar de cómo es, tiene alguno).

    Tras una conversación de este tipo es posible que cambie su actitud hacia ti en clase, y quizás, finalmente terminéis por llevaros bien.
    Esta sería la mejor solución (una charla de este tipo con ella, sin testigos, sólo tú y tu alumna). Pero si la cosa no mejora a pesar de la charla, exige con firmeza que esa alumna debe abandonar tu clase. En definitiva, si la Dirección del centro no lo soluciona, sigue adelante con el plan de denunciarlo a la Secretaría de Educación, e incluso, como te dije, denunciando en un juzgado.
    Felicidades por esos dos hijos que tienes y que no dudo, educas con mucho cariño y tesón, y felicidades también por esos alumnos, que no han tenido miedo a enfrentarse con esa alumna y su pandilla, firmando una carta en defensa del buen hacer de su profesora, y denunciando la actitud negativa de esa alumna.
    Espero que se soluciones pronto.
    Un cordial saludo.

  465. Hola Javier,

    Me he decidido a escribir, tras leer en este foro durante bastante tiempo, al sentirme bastante identificado con el mensaje de Celia. Yo también soy docente de Lengua Extranjera (Inglés), pero en un centro de Secundaria. Llevo tres años como docente interino en la CCAA de Castilla La Mancha. Tengo que aclarar que mi situación no es tan desesperada ni complicada, como la de muchos otros compañeros que aquí escriben, por el siguiente motivo: tengo una plaza de funcionario de la administración regional que conseguí hace 13 años. Tras unos 10 años en este puesto, vía excedencia por incompatibilidad, me decidí hace tres a dar el salto a la Docencia, y mis experiencias, hasta mi último destino han sido complicadas pero más bien satisfactorias.
    Sin embargo, en el centro en que me encuentro actualmente, doy a clase a un grupo de segundo ciclo de la ESO que ha cambiado totalmente mi percepción sobre la situación de los docentes en la actualidad, abriéndome los ojos ante la absoluta desprotección que tenemos ante los comportamientos disruptivos de los alumnos.
    El grupo en cuestión no es excesivamente numeroso, pero aproximadamente el 60% del mismo está compuesto por alumnos extremadamente maleducados, impertinentes y consentidos, viéndome sometido a un tremendo desgaste en cada sesión con ellos que me hace acabar agotado cada clase. Lo que más me inquieta sin duda es la absoluta falta de empatía que demuestran hacia alguien que sólo intenta hacer su trabajo de la mejor manera posible, desprendiéndose de su actitud una especie de egocentrismo que les incapacita para pensar más allá de ellos mismos y lo que les apetece hacer en cada momento (hablo que charlar continuamente entre ellos en voz alta como si estuviesen en un evento social, risas, tirarse objetos, levantarse de sus sitios con total tranquilidad, incluso a veces «arrancarse» a cantar), incapaces de reaccionar de forma normal (a veces, ni si quiera hay reacción) a mis peticiones de que cambien su actitud. Me parece increíble que chavales de 15,16 años muestren tal falta de empatía y sensibilidad hacia alguien, a la vez que una enorme desconsideración hacia unos mínimos básicos de educación que, obviamente no han adquirido en su casa, y que les hacen, en mi opinión, no estar preparados para tener un comportamiento mínimamente normal en el aula. Me inquieta también el hecho de que la mayoría no son alumnos económica o socialmente desfavorecidos, sino de clase media-baja, de familias «normales», por decirlo así. La conclusión que saco es que algo estamos haciendo mal entre todos (docentes, autoridades, familias, y sociedad en general) para vernos en situaciones así.

    La segunda cosa que me inquieta, quizá más que lo anterior, es la impresión de que algunos compañeros «escurren el bulto» (y repito, es sólo una impresión) ante esta situación. He hablado con varios profesores que también imparten clase a este curso, e individualmente coinciden en que es un grupo insoportable. Pero en la evaluación fui el único en comentarlo, y me quedé «solo». ¿Quizá pequé de ingenuo, por mi poca experiencia? ¿Quizá no tengo nada que proteger, pues puedo volver a mi otro puesto cuando quiera, y no me importa que se me tachen de incompetente por no poder manejar a un grupo? No me importa, y he reconocido abiertamente que soy incapaz de «hacerme» con este grupo delante de varios profesores. Hace poco estaba de guardia y dicho grupo estaba sin profesor. Al tener clase yo con ellos más tarde, le pedí a mi compañero de guardias que si no le importaba pasar a él, pues dos horas con ellos el mismo día, para mí era demasiado. Baje a la planta de abajo y persiguiendo a un alumno volví a subir, pasando al lado del aula del grupo conflictivo en cuestión. Podía oír con claridad los gritos/voces fuertes de 5 o 6 de los alumnos más conflictivos del grupo. Al terminar la hora le pregunté al compañero si habían dado mucha guerra, y me respondió que habían estado muy tranquilos. ¿Hacemos bien en ocultar que hay un grupo con el que tenemos problemas para que no nos señalen? ¿Y qué consecuencias tiene el no tomar medidas con estos alumnos para no meternos en un lío? ¿Realmente hacemos bien mirando a otro lado y permitiéndoles lo que (seguramente) les permiten en casa? ¿Es esta una actitud profesional por nuestra parte? Son las dudas que me han surgido en estos últimos meses y que, aunque aún no me hacen replantearme volver a mi antiguo puesto, si que representan una pequeña sombra en el camino que tan felizmente inicié como docente hace tres años.

    Agradecería mucho tu «feedback», Javier

    Un Saludo, y Gracias

  466. Javier, según dices, llevas tiempo leyendo en este post los mensajes que muchos docentes van dejando, dónde cuentan sus experiencias (casi siempre negativas) en relación con sus tareas y actividad docente. Además dices, que lo que te ha impulsado a escribir es el sentirte identificado con el mensaje de Celia (también cómo tú, docente de Inglés). Supongo entonces que también habrás leído mi respuesta de fecha 17/04/2019. Lo digo porque varias de las cosas que digo allí, podrían sin duda servirte a tí. De todas formas a ella también le envié a su correo particular algunas cosas que ha de afrontar y poner en práctica cada comienzo de curso. Algo que sin duda, ayuda mucho, pero que en absoluto funciona con todos los cursos. Ello ayuda a mejorar la relación con los alumnos, pero esa clase que tienes de alumnos ineducados y vandálicos necesita otro tipo de intervenciones.
    El que hayas llegado a la docencia desde otro puesto de la Administración, es sin duda una gran ventaja, pues cómo dices, tu situación así no es «complicada y desesperada» porque supongo, siempre podrías volver a tu anterior puesto de trabjo, si al final las aulas no te acaban de convencer.
    Si has leído con atención el artículo del blog (supongo que si), se describen conductas antisociales que entre los años 2000 y 2002, los alumnos de la Comunidad de Madrid, realizaban en las aulas. Son datos de una investigación que realicé en IES de la Comunidad de Madrid, para una parte de mi tesis doctoral. Estamos hablando de hace 18 años, y la situación desde entonces no ha hecho nada más que empeorar. Y en todas las comunidades autónomas viene sucediendo lo mismo, siendo Andalucía en dónde los problemas con que se encuentran los docentes, son mucho más graves.
    Dices que «La conclusión que sacas es que algo estamos haciendo mal entre todos (docentes, autoridades, familias, y sociedad en general) para vernos en situaciones así».
    Está claro que los alumnos son un reflejo de la sociedad en que vivimos. Y dar clase en Secundaria, desde hace años, se ha convertido en una tarea titánica, cuando no de riesgo para la propia salud psíquica (e incluso física) del docente.
    Ciertamente los alumnos ya no se comportan como tradicionalmente se habían comportado, rechazan la opción del mensaje socializador de la escuela a través del “fracaso del aprendizaje” o a través de la “violencia y otras conductas de marginalidad social” o con la “indiferencia y la menor dedicación de esfuerzo al trabajo bien hecho”
    El control externo que ejercía la escuela ha pasado a ser irrelevante, cuando ya, desde la propia familia, se refuerzan las extravagancias; pero sobre todo, cuando ciertas conductas extremadamente agresivas (violencia física o verbal de un padre hacia un profesor) se aceptan sin pestañear o se toman como normales o aceptables, calificándose como mucho de “excéntricas”. Si el respeto hacia el profesor y su autoridad, han sido minados por la familia y la propia sociedad con el tácito consentimiento del Sistema Educativo… ¿qué referente de comportamiento ético le queda al niño/a que no sea su voluble voluntad y capricho, instrumentos perfectos, para que fluya todo el caudal de su violencia? Y si el control externo de la escuela resulta nulo, el interno resulta francamente difícil de mantener. Es cierto que ello depende de multitud de factores, pero el resultado de esto, es que se produce un sufrimiento intolerable para muchos profesores.

    Por otro lado, la “confianza ciega” que muchos padres tienen respecto al comportamiento de sus hijos en el centro, muy superior a la que tienen sobre la actuación del profesor, al que cuestionan cuando éste les impone una sanción es otro elemento que daña la situación. Es la mala pedagogía de los derechos, que ha conducido a una cultura de la reclamación y la queja, en vez de una cultura de la participación y la responsabilidad y en demasiadas ocasiones los padres interpretan cualquier intento de corrección de sus hijos, como una agresión a sus derechos.
    Y por supuesto, una gran parte «de culpa» la tienen las políticas educativas que se han venido machaconamente aplicando y no modificando, incluso después de ver los resultados, por parte de nuestros políticos. Y también por supuesto, los Equipos Directivos de los centros que son quienes en realidad tienen en su mano el cortar este tipo de conductas disruptivas en las aulas.

    Podríamos resumir en que, de la antigua pedagogía que rezumaba dureza, rigidez y autoritarismo (la letra con sangre entra), se pasó sin apenas transición a un limbo de permisividad, donde los alumnos/as tienen más derechos que deberes, donde se les mima en exceso y donde se tolera casi todo.

    Respecto a la segunda cuestión que planteas, te diré que has sido muy valiente «reconociendo» ante tus compañeros que eres incapaz de hacerte con ese grupo. Yo, siempre lo recomiendo a aquellos docentes que me cuentan tener este tipo de problemas con alguno de sus grupos.

    Te diré que hablar en público de lo mal que lo pasan en clase, hace años que, comenzó a ser un tabú, algo inconfesable que debe ocultarse a toda costa, incluso aunque se corra el riesgo de poner en peligro la propia salud mental (según un informe de CCOO sobre “la salud laboral del docente” (Villanueva, 2000), el 80 % de los profesores de Centros Públicos, señala a los “problemas psicológicos” como su mayor problema. Además, de los más de 600.000 profesores que hay en la enseñanza pública, un 25 % toma la baja oficial o circunstancial cada año y aunque solo un 3 % de ellas se identifica con problemas de estrés, la mayoría de las otras dolencias son originadas por esto mismo).
    Ello es porque siempre ha estado «mal visto» entre los docentes (salvo excepciones) que un profesor sea incapaz de controlar la clase. Incluso, a los ojos de los Equipos Directivos un «profesor que no controla a sus alumnos» no debería dedicarse a la enseñanza, y seguramente por eso, la mayoría de los Equipos Directivos no intervienen o lo hacen de forma muy laxa en los problemas de disciplina, para solucionar el problema al docente. Cuando en realidad son ellos los únicos que tienen la competencia y el poder para solucionarlo, en vez de «culpar» al docente de no poder o saber hacerlo.
    Por supuesto que no hacemos bien en ocultar que tenemos problemas con un grupo determinado, porque lo ideal sería tomar medidas disciplinarias (a veces muy contundentes) para evitar comportamientos peores en el futuro por parte de esos alumnos. Por supuesto no deberíamos mirar hacia otro lado ni permitírseles hacer cosas, que seguramente si les permiten en sus casas.
    No me extraña nada que todas esas dudas que expones, te hagan replantearte, aunque no de forma inminente, volver a tu antiguo trabajo. La cuestión es adaptarte. Dar clase en Secundaria hoy, es una cuestión en muchos casos, de «supervivencia». Aun llevas poco tiempo. Si aguantas un poco verás que hay cursos mejores y peores en función de los grupos que te «toquen». Esta profesión también da satisfacciones y cómo todas, tiene ventajas e inconvenientes. Con el tiempo iras aprendiendo estrategias que te ayudarán a lidiar con cursos «rebeldes». Te enviaré a tu correo particular lo que le envié a Celia, que seguro te servirá. Y si no, siempre te queda la opción de marcharte a tu antiguo trabajo.
    Estaremos en contacto.
    Un cordial saludo.

  467. Muchas gracias por tus consejos Javier. Escribí en este blog en abril de este año. Me han servido de ayuda y de alivio al ver que hay factores como la experiencia, el ser mujer, o mi personalidad, que influyen en el mal comportamiento de ciertos alumnos pre-adolescentes en mis clases de inglés. Y he entendido que son solo pocos alumnos, ya que el resto de la clase son alumnos que muestran más interés y respeto. Por tanto no debo hundirme por unos pocos alumnos.

    No obstante seguiré leyendo el blog y comentando cuando me surjan nuevas dudas, ya que alguna vez he comentado estos problemas de indisciplina en mi colegio, pero cada profesor lo ve de una manera y más aun si ellos no los tienen o llevan más tiempo en el colegio y están más tranquilos, por tanto en este blog puedo encontrar una respuesta más objetiva a estos temas relacionados con la indisciplina. En mi caso he comprendido que el origen de mi problema de estrés con clases de pre-adolescentes de la ultima etapa de primaria, es la actitud con lo que me enfrento a ciertos alumnos disruptivos y los pensamientos negativos que me genero. Debo cambiar el «chip» y poner en practica estrategias que me indicaste en el correo, y hacer mas cursos para formarme en el manejo de la clase y de las emociones. He acabado el curso con más esperanza y fuerza mental. No obstante, seguiré este blog por que me sirve de ayuda. Un saludo.

  468. Celia, efectivamente «no debes hundirte por unos pocos alumnos». Poco a poco, a medida que vayas cogiendo experiencia, cambiaras «el chip» y la actitud al enfrentarte a los problemas de indisciplina de los alumnos más «rebeldes» y esa experiencia que vayas acumulando te servirá para afrontar nuevos cursos y manejar mejor las clases.
    Me alegra que hayas acabado el curso con más esperanza de la que mostrabas el pasado abril, y que hayas recuperado «fuerza mental». Eso es importante, y además, las vacaciones te ayudarán a relajarte y a dejar un poco de lado los problemas.
    Y por supuesto puedes escribir para consultar cualquier cosa que desees.
    Felices vacaciones de verano.
    Un cordial saludo.

  469. Despues de leer algunos comentarios quería dejar mi granito de arena como docente de ingles en secundaria en Madrid. Yo tb lo he pasado mal. Todo depende del grupo que te toque cada año… la mezcla de chavales de muy distintas nacionalidades, nivel cultural, económico y el qe haya 30 alumnos en el aula no nos ayuda… Consejos por si a alguien le valen:
    – Nunca te tomes los desprecios como personales. Los chicos que actúan con agresividad hacia el profesor suelen no tener padre/ madre/ educacion/ formacion de ningun tipo en su casa… su padre quizas sea alcoholico, su madre puede recibir golpes del padre, quizas pasen la tarde solos y hayan estado solos desde que eran muy pequeños etc etc… no te tomes personalmente su actitud. Su desprecio hacia ti es solo un reflejo del poco amor que sienten hacia ellos mismos. Eso mo significa que aceptes sus insuktos. No toleres ni media pero hazte elnsordo de vez en cuando. A veces dicen cosas para recibir la aprobacion de los compis pues nada mas tienen en la vida…
    – Valora a tus alumnos, intenta enseñarles valores. Dioes que SON importantes y que lo que hagan en estos años influira sobre su felicidad futura. En una palabra: enseñales valores, todo lo que deberian enseñarlea en casa y que no les enseñan.
    – Comprendeles, comorende su rabia, su frustracion, su infelicidad, sé flexible con tus clases y habla de cosas que les son interesantes. Intenta que tus clases no sean un ladrillo. Enseña con gracia, con arte, que tengan ganas de que llegue tu clase. Que te quieran.
    – Quiereles!, lo sé… muy dificil…. los agresivos son imposibles de querer… pero cogeles fuera de clase e individualmete, intenta ganártelos, que sepan que tú estás de su lado y no en su contra.
    – No te tomes todo a la tremenda. Hay chavales que son asi, maleducados, pero no te lleves ese malestar a casa… déjalo en el insti…
    – Ten mucha paciencia. Los primeros años son los peores… hace falta experiencia,… y no todos valemos ni queremos ser docentes. Si llevas años y sigues sufriendo, dedicate a otra cosa.
    – lee libros sobre los adolescentes, si no has tenido hijos de esa edad, te ayudarán mucho a comorender por qué actúan así y que todo es porque se sienten horriblemente mal con ellos mismos y no han tendio apoyo en casa. Hay algunos que son directamente malnacidos pero son los menos.
    Un saludo y mucho ánimo a todos. Los chavales no ñs necesitan. Si ven que a tí te importan es mas probable que te los puedas llevar a tu terreno.0

  470. me tratran muy mal me dicen pea fea tonta boba

  471. Paula, ahí quedan tus aportaciones, que seguro le servirán a profesores «en apuros».
    Muchas gracias por tus reflexiones.
    Un cordial saludo.

  472. Jeymi, has dejado un mensaje tan reducido que ni siquiera se si eres docente o eres un alumna. Está claro que te insultan y te lo hacen pasar realmente mal. No sé porque empezaste a escribir, y enseguida lo dejaste, pero asi no puedo darte ningún tipo de consejo. Tómalo con calma y vuelve a escribir. A veces, sólo por expresar y sacar fuera todo lo que te hace daño supone un alivio y puede funcionar como terapia.
    El único consejo que puedo darte, es que vuelvas a escribir.
    Un codial saludo.

  473. A quien corresponda ;
    De mi mayor consideración:
    Por la presente me dirijo a usted a efectos de darle a conocer diversas situaciones ocurridas durante el correr de este año en la institución del Cerp en la cual pertenezco como alumna , con la finalidad que se tomen medidas pertinentes.
    Durante el curso me e visto afectada moralmente y psicológicamente al igual que otros compañeros, debido a la forma en que nuestro profesor del área de Pedagogía el señor J. Iglesias se dirige a nosotros durante el dictado de clases , utilizando palabras que poseen una carga de discriminación , refiriéndose a ciertas personas de manera despectiva por su condición física o procedencia causando en algunos alumnos diversos tipos de incomodidades y perturbaciones de orden psicológico y emocionales.
    En cuanto al dictado de clases cabe agregar que no se nos a enseñado de manera que nos sientamos motivados . En el transcurso de la clase el profesor tiende a hablar más de si mismo y de su vida personal , siendo que a muchas personas les molesta , no solo no comprenden la materia sino que se ven obligados a permanecer escuchando su vida personal , lo cual hace perder el interés de muchos por su materia al punto de varios llegar a abandonar dichas clases. Por otro lado dicho profesor no cumple con lo establecido por las reglas de la facultad en cuanto a los días de alerta climáticas en la que no corresponde pasar lista, poniendo en riesgo el curso de muchas personas que viven lejos , viéndose estas obligadas a concurrir bajo temporal por miedo a perder la materia comprometiendo su salud. Varios alumnos apelamos a la comprensión por parte del profesor por lo cual varios alumnos hemos llegado a pedirles que saque las faltas de días que hemos asistido y por distracción no hemos colocado la línea de asistencia en la lista. Negándose a sacar las faltas aún sabiendo que el alumno/a asiste y participa . Dándonos la lista de asistencia a nosotros los alumnos para que coloquemos la asistencia , tarea que le correspondería al docente. Sumado a esto busque soluciones y ayuda en la secretaría y no tuve respuesta. Dejo de manifiesto mi disconformidad con la cual el profesor dicta las clases y su trato para con nosotros los alumnos , con el fin de buscar una solución y un cambio. Sin otro particular saluda atentamente . Marcella Di Luca.

  474. Marcella, tengo entendido que las siglas «Cerp» (aunque quizás me equivoque) se refieren a «Centro Regional de Profesores» y que son instituciones dónde se puede desarrollar la carrera docente, o perfeccionarse, a modo de postgrado, ciertas habilidades, para docentes ya titulados. Tú te presentas como alumna de un Cerp y creo que escribes. por la dirección I.P de tu email, desde Irlanda.
    No cabe ninguna duda, de que las actitudes de ese profesor, J. Iglesias, dejan mucho que desear. El hecho de que se refiera a alguno de vosotros, sus alumnos, de una forma despectiva en relación a su procedencia o por su condición física, le «retrata». Es una persona realmente estúpida y que no merece de ninguna manera impartir clases. No merece dar clase de ningún tipo, ni de pedagogía ni de nada. Esa persona debería ser apartado de su puesto de docente de forma inmediata.
    Veo que has presentado alguna queja en Secretaria, pero que no han dado respuesta. Tus quejas, y las de todos los compañeros que os sintáis molestos con las actitudes de ese profesor, debéis ponerlas por escrito dirigiéndola al Director del Centro, y presentar una copia en Secretaría, para que le den «Entrada». A vosotros deben sellaros la copia del escrito. Ello obligará al Director al menos a escucharos y contestar a la carta. Es posible que a partir de ahí tome las medidas pertinentes contra el docente. En definitiva, es importante hacer llegar esas quejas a la Dirección o incluso a la Inspección Educativa, a fin de que el docente reciba, al menos, un aviso.
    Dices que el profesor, » tiende a hablar durante las clases más de sí mismo y de su vida personal que de la materia en cuestión». Ello me indica que no domina la materia que imparte e intenta llenar el tiempo de la clase con «esas cosas», que no sólo no os aportan nada, sino que ciertamente os aburre y os desmotiva. La actitud de negarse a sacar las faltas corrobora además un complejo de inferioridad (él sabe y es consciente de que no domina la materia) pero tiene que dejar claro «que es él quien manda». Resulta increíble que precisamente, la asignatura que imparte sea precisamente «Pedagogía».
    Supongo que habrá una persona que sea «Delegada» de los alumnos de tu clase. Ese alumno/a podría plantearle al profesor las quejas, en general, advirtiéndole del descontento de la clase y solicitándole de forma educada que cambie sus actitudes para con vosotros. Si se aviene a hablar con la clase, podréis acabar llegando a un acuerdo. Si se niega a ello y persiste en esos comportamientos, elaborar un listado, firmado por todos vosotros, y dirigirlo al Director y a la Inspección Educativa. Si escribieses desde aquí, desde España, te enumeraría todos los pasos que podrías dar para terminar con eso, pero no conozco el Sistema Educativo Irlandés. Pero creo que con una conversación de la clase con el docente, o las quejas al Director, el problema puede solucionarse.
    Espero que el profesor cambie a mejor, porque no es «de recibo» ese comportamiento con los alumnos.
    Un cordial saludo.

  475. Sufro cuando tengo que hacer clases a un 8vo, no me respetan, me sacan en cara que nadie me toma en cuenta. Me dan ganas de llorar pero me contengo. Soy introvertida, a ellos les gustan los docentes extrovertidos que los sorprendan con sus historias. Aparte hay que ser payaso.

  476. Vivsara, dar clase, hoy por hoy a adolescentes, se ha convertido en algo tremendamente difícil, por lo que supone de «desgaste» físico y psíquico para los docentes.
    Dices que eres introvertida, y que a tus alumnos les gustan «los maestros extrovertidos que les sorprendan con historias». Pero el que una profesora sea introvertida no les da derecho a los alumnos a faltarle al respeto y a «echarle en cara» incluso que «nadie la toma o tiene en cuenta». Y tienes razón en eso que dices de «aparte hay que ser payaso». Una gran mayoría de alumnos de hoy, de cualquier parte del mundo occidental (lo propician los sistemas educativos actuales) solo quieren ir a clase a «divertirse» a «pasarlo bien», no a trabajar y a esforzarse en aprender y sacar los títulos que en el futuro les servirán para encontrar un mejor puesto de trabajo.
    Si lees los mensajes que docentes cómo tú van dejando en este blog, concretamente en este artículo de «Conflictividad en el aula. Violencia contra el profesor», verás que los docentes tienen problemas en prácticamente todo el mundo. La globalización y la permisividad actual con este problema en las aulas, hace que esta «enfermedad social» esté asentada en todas partes. Tu escribes desde Chile, pero en cualquier parte de Latinoamérica o de Europa o en los EEUU suceden cosas parecidas. A veces el único camino, si se pasa realmente mal, es dejar la docencia. Pero eso, por diferentes circunstancias no siempre es posible y hay que centrarse, sobre todo en «sobrevivir».
    Por ello, Vivsara, se hace necesario que pongas en práctica determinadas estrategias para conseguir “llevarte bien” con tus alumnos o al menos con una amplia mayoría de ellos.
    Debes conseguir que tus alumnos confíen en ti, que no vean en tu persona “una enemiga”, sino alguien que les escuchará y ayudará si tienen algún problema en cualquier circunstancia. Han de llegar a “verte” no solo como una profesora (a quien no respetan), sino como alguien “que se preocupa por ellos” y que quiere ayudarles a superar esos cursos que más adelante les abrirá las puertas de la universidad o de un ciclo de grado superior. Para ello tienes que “mostrarte “cercana” y “accesible”, debes estar dispuesta (aunque a veces te cueste) a no mostrarte demasiado introvertida.
    Deja muy claro desde el principio que en clase es necesario mantener la disciplina, por su bien y no consientas en absoluto que te falten al respeto. Debes mostrarte firme en eso y pon en conocimiento de Jefatura de Estudios los casos graves, negándote a admitir en tu clase a alumnos que lo hagan, y no se les castigue adecuadamente.
    Cuando reproches a algún alumno su conducta, muestra rechazo por la acción en sí, pero no etiquetes al alumno, porque eso solo crea animadversión hacia ti, por su parte y por el resto de alumnos. Si dices a un alumno “Deja de hacer el payaso”, ese alumno y el resto de compañeros dirá que le has insultado porque le has llamado payaso. Es mejor decirle…No hagas tonterías, porque tú no eres un payaso, y si haces eso parece que lo eres. Es decir, separa la conducta en si de la etiqueta, a no ser que lo expliques claramente. Procura ser lo más justa posible. Los adolescentes tienen un sentido de la “justicia” muy relativo. No admiten “los grises”, para ellos las cosas son blancas y negras, y debes explicarles muy bien si cambias de criterio antes situaciones parecidas.
    Se dura en tus exigencias, pero con cierta flexibilidad y consigue que ellos interpreten que todas, absolutamente todas tus acciones van encaminadas a ayudarles siempre. Cuando lo consigas, incluso tus sanciones les parecerán necesarias, correctas y justas.
    Intenta ser cercana a ellos, pero nunca te comportes con ellos como “una colega”, porque no eres su colega. Compórtate en todo caso con ellos, como lo harías con tus propios hijos (si los tuvieses).
    También sería bueno que hables con algún compañero/a con años de experiencia y que tú veas que se lleva bien con los chicos. Pídele consejo. Cuéntale lo mal que lo pasas con ese grupo de 8º y solicita, por favor su ayuda. Comunica al Tutor/a de los cursos más conflictivos los problemas que tienes con sus “tutorados” para que hable con ellos sobre el tema y les haga saber que así sólo conseguirán suspender al final de curso, algo que tú, por supuesto no deseas.
    También puede resultar positivo, que realizases cursos sobre control del estrés y de inteligencia emocional. En estos últimos aprenderás estrategias para el control de la dinámica del aula. Muchas Universidades organizan cursos de verano relativos a este tema, y sería también una buena opción.

    Los Jefes de Estudios de un colegio o de un Instituo, no deberían permitir que bajo ningún concepto, los profesores sufran humillaciones, estrés, y angustia por la indisciplina de algunos de sus alumnos, pero en muchos casos la Jefatura de Estudios (y las autoridades educativas) no interviene como debiera, y eso haría que tengas que resolverlo tú sola, especialmente si no puedes cambiar de centro o de trabajo.
    Lo prioritario ahora es que salgas cuanto antes del “bache” por tu propia salud física y mental y no te veas obligada a plantearte siquiera dejar la profesión..
    Te deseo mucha suerte.
    Un cordial saludo.

  477. Muchas gracias, por tu consejo. Ayer ya no pude mas con la situacion y termine en llanto, despues que les entregue a las alumnas mas irrespetuosas una citacion para sus apoderados. Una me trato con groserias y hasta hizo bromas con mis ganas de llorar que he intentado aguantar hasta antes de ayer y con resolver esto a golpes. Por lo menos fui contenida por la direccion, tras sufrir un ataque de nervios , de llanto. No podia dejar de llorar.
    El lunes vuelvo a ver al curso. Deseo mostrarme mas fuerte y no caer en las provocaciones de los alumnos.
    Creo que explote porque ademas a la profesora que hacia la asignatura en el curso el año pasado, no le caigo bien porque soy profesora de otra especialidad. Me he sentido ademas angustiada porque ella hizo muy buenas relaciones con el curso y ha hecho comentarios como que ese curso le pide que vuelva a hacerles clase y que como le tienen tanta confianza y afecto le cuentan TODO, le han contado que nadie me respeta , que nadie me quiere. Ella no es muy buena colega, por lo que imagino hace esos comentarios para hacerme sentir mal. Ademas de la angustia por no ser querida por el curso mas conflictivo , siento angustia por lo que piensa ella de mi.

  478. Vivsara, veo que lo estás pasando realmente mal, y lo siento profundamente. La profesión de docente se ha venido convirtiendo en «una profesión de riesgo» no solo físico, sino también psíquico para el profesor. Sólo hay que leer los mensajes que se van dejando en este artículo, para darse cuenta de hasta dónde puede llegar el sufrimiento de un docente…sin duda hasta límites insospechados. Sufrimiento que (salvando las distancias) podría equipararse al de un alumno que sufre «acoso» por parte de sus compañeros.
    Pero tienes que sobreponerte. Has de intentar por todos los medios no perder las formas ni los nervios ante los alumnos. Tienes que pensar que has de manejar la clase con serenidad, aunque a veces cueste «un triunfo», y no dudes en pedir ayuda a la dirección denunciando ante ella las acciones de esas alumnas tan irrespetuosas. Exige a la dirección que tome medidas ante los comportamientos incívicos de esas alumnas maleantes.
    Dices que la profesor a quien sustituyes no es buena colega. Estoy de acuerdo contigo, si después de que tus alumnos le dicen que «nadie te respeta y que nadie te quiere» no ha pedido a esos alumnos, que le quieren tanto a ella, que se comporten contigo de forma adecuada.
    Mi consejo es que hables con ella. Hazle ver que si estás dando clase a ese grupo, aunque seas de otra especialidad, es porque estas preparada para ello, con la titulación adecuada, y además, lo haces porque te lo ha encomendado la directora. Deja de sentir angustia por lo que «piense ella de ti» porque eso no importa, eso no es relevante. Ahora eres tú quien dirige esa clase. Hazle ver que, por el bien de esos alumnos, ella que se llevaba tan bien con ellos el curso pasado, debería intervenir para facilitar tus relaciones con los chicos, especialmente con esas alumnas tan groseras.
    Ármate de valor y sobre todo deja de angustiarte por lo que pueda pensar esa «mala» compañera tuya, de ti. Habla con otros compañeros que den clase a ese curso y pídeles consejo, y sobre todo no permitas ninguna falta de respeto de ningún alumno. Ante ello expúlsales de clase de forma inmediata. Y si por un casual ellos no se van, entonces vete tú directamente al despacho de Dirección, a plantear el caso y a comunicar que si esos alumnos que te faltaron al respeto no abandonan el aula, entonces tu no enriarás a ella. Mantente firme y hazlo cuantas veces sean necesarias. Todos, alumnos y Dirección deben entender que no aguantarás ni una falta de respeto más hacia tu persona. Pon en práctica las estrategias que te envié, y si llega un momento en que no puedes resistirlo más, toma una baja por unos días, porque la salud es lo más importante.
    Espero que la cosa se vaya solucionando.
    Un cordial saludo.

  479. Muchas gracias por este necesario artículo. Me siento completamente identificada con él. Hace unos meses conseguí un trabajo en un cole concertado de Madrid y lo tuve que dejar porque muchos alumnos me boicoteaban la clase. Creo que las cosas tienen que cambiar y los padres deberían colaborar educando a sus hijos. Mucho ánimo a todos los profes que seguís dando el callo día a día.

  480. María, veo que has tenido una muy mala experiencia cómo docente, pues tuviste que dejarlo por el mal comportamiento de tus alumnos. No sé si era tu primera experiencia cómo enseñante, por no haber dado nunca antes clase, o has tenido experiencias mejores de la profesión.
    Ciertamente dar clase hoy en día, en cualquier nivel (Los universitarios de 1º y 2º de carrera también crean problemas de disciplina a sus profesores, cómo corroboran muchos de ellos) es tremendamente difícil. Veo que has leído el artículo completo, pero basta echas un vistazo a los mensajes que han dejado otros docentes, para darse cuenta lo terriblemente mal que lo pasan algunos profesores desempeñando una labor que lejos de ser gratificante, puede volverse peligros para la salud física y mental del docente.
    Es cierto que los padres deberían colaborar educando a sus hijos, porque muchos de ellos llegan a las aulas «asilvestrados» y el sistema educativo, después de 30 años yendo a peor, no parece poder (o querer) arreglarlo.
    Gracias por los ánimos que das a todos aquellos que a diario siguen dando «el callo» en las aulas para educar en lo posible a estos jóvenes, que al fin y al cabo serán el futuro del país.
    Espero que si llegas a tener más oportunidades de dar clase, no sean tan «desagradables» como esta que comentas.
    Un cordial saludo.

  481. Estos casos son los peores, yo sufrí un acoso bastante grave por parte de mis alumnos hace más de 6 años ya…. Y lo que no debéis de hacer nunca es no decir nada, porque entonces nadie os podrá ayudar. Dejarme que me explique, era mi primera clase desde que me contrataron en el instituto. Imaginaos…… era un matojo de nervios y en cuanto llegue a la clase fue peor. Los alumnos no me escuchaban, no se sentaban, hacían como si yo no estuviera allí. Al paso de los días fue a peor empezaron los insultos, las humillaciones….. Y esto siguió así durante meses porque no tenía el valor de decirselo a mis superiores. Tenía miedo a que pensaran que no tenía carácter suficiente para imponerme. Pero un día me atreví y se lo comenté y allí es cuando todo fue a peor….

    Hicimos una reunión con los padres de los alumnos y en vez de intentar comprendernos, defendieron a sus hijos a capa y espada, llegó un punto en el que los padres querían denunciar al instituto por no saber hacer bien su trabajo. Esto fue un jarro de agua fría para mí, pero más para mis superiores, ya que era un instituto antiguo y no estaba actualizado en cuanto a leyes se refiere. Por temor a que estas amenazas se convirtieran en realidad el instituto contactó con un despacho de abogados de aquí, Alicante. Se llaman Muñoz Abogados y nos advirtieron de todas las posibilidades y vías de acción que se podían tomar en caso de que la denuncia se llegase a producir. Al final la sangre no llegó al río y no denunciaron pero seguimos trabajando con el despacho de abogados en todos los temas burocráticos que conciernen al centro. Os dejo el link, por si buscáis una ayuda parecida:
    https://www.munozabogadosalicante.es/derecho-educativo/centros-docentes/

  482. Julia, veo que lo has pasado mal dando clase. Parece que durante meses sufriste un serio acoso por parte de tus alumnos y que, incluso, cuando te atreviste a contarlo a la Dirección del centro todo fue a peor.
    Deduzco que se trataba de un centro educativo privado o concertado, porque dices que se trataba de «un instituto antiguo y no estaba actualizado en cuanto a leyes se refiere». Eso no sería posible en la enseñanza pública, pues allí están al tanto de toda la legislación educativa que rige su funcionamiento diario. Otra cosa es cómo afrontan este tipo de casos, muy mal en muchas ocasiones, como puedes ver si lees los comentarios que docentes con problemas en el aula, vienen dejando en este blog.
    Los docentes públicos saben que pueden recurrir en estos casos a Sindicatos como ANPE (Defensor del Profesor), presente en diferentes Comunidades Autónomas, y cuyos abogados defenderían casos como en que comentas, u otros del docente con su Dirección, o con sus alumnos o padres de éstos, y de forma (creo) gratuita.
    De todas formas ahí queda el link que envías, por si docentes que trabajan en centro Privado o Concertado necesitan la ayuda de un abogado. Parece que a vosotros os va bien porque seguís trabajando con ellos.
    También espero, Julia, que una vez superada aquella etapa no hayas vuelto a tener problemas graves con tus alumnos y que la docencia no sea para ti una profesión cada vez más «insufrible»
    Un cordial saludo.

  483. Creo que si no nos movilizamos y salimos a la calle a gritar esto, sólo quedará aquí. Un muy buen sitio para desahogarse, pero mañana hay que entrar en clase otra vez.
    Soy tutora de 3°Eso, doy clase en 2°Eso y3°Eso.
    Los domingos por la noche ya me cuesta dormir pensando en lo que tendré que presenciar el día siguiente. Esto es inaguantable.

  484. Susana, las situaciones que diversos docentes exponen en este blog, no son nuevas. Las aulas se vienen convirtiendo en un «despropósito» desde hace muchos años atrás, yo diría que más de 20 años. La situación no acaba de abordarse adecuadamente por las autoridades educativas, y el deterioro educativo se hace cada vez más patente. A pesar de ello, este colectivo nuestro, el de docente, nunca se ha movilizado y ha salido a la calle a «gritarlo». Sólo se sale para pedir mejoras, para pedir más inversión en la enseñanza pública, o para enfrentarla a la concertada, pero los sindicatos de clase que tenemos, parece no importarles absolutamente nada este problema (enorme problema) exceptuando ANPE que en los últimos años ha puesto en funcionamiento «El Defensor del Profesor» y cada año elabora un informe sobre el tema. Pero ya ves, que hacen falta medidas de gran calado que nuestros políticos no parecen dispuestos a afrontar. Es muy triste, desde luego, pero ello hace que webs cómo este blog, sirvan poco menos que para desahogarse.
    De todas formas. aunque por tu mensaje se detecta lo mal que lo estás pasando, no se si se trata de algo puntual (de este curso) o si te pasa con frecuencia los últimos años. No se si llevas varios años de experiencia, o has accedido hace poco a la docencia. Tampoco dices de que especialidad eres, y en qué Comunidad Autónoma prestas servicios. Si lo supiera, podría aconsejarte en función del problema concreto (cómo hago con muchos de los mensajes que otros profesores van dejando), la mejor forma de abordarlo. Es necesario poner en marcha ciertas estrategias con los alumnos, y pedir la actuación del equipo directivo, o de otros compañeros con experiencia. Algo que no siempre es posible por la nula implicación de la Jefatura de Estudios, pero aun así, puede denunciarse ante la Inspección Educativa.
    Incluso a veces, si la salud se resiente demasiado, es necesario replantearse el dejar atrás esta magnífica (aunque en ocasiones maldita) profesión.
    Hoy es domingo. Seguro que eta noche no dormirás bien, solo pensando que vas a encontrar mañana. Yo te animo a no pensarlo, porque con ello solo consigues angustiarte. Vive el momento. Ya llegará mañana y lo que haya, lo afrontarás de la mejor manera posible.
    Puedes escribir las veces que quieras, porque desahogarse, al menos te ayudará un poco. Y si me cuentas cosas concretas, podría intentar ayudarte con algunos consejos para que tu estancia en el aula fuera más «llevadera». Te deseo todo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  485. No soy docente de instituto pero sí he impartido lenguas extranjeras a alumnos de todas las edades en enseñanza no reglada: desde niños de 7 años hasta adultos. Sin duda, las clases más difíciles han sido las de adolescentes. He impartido clases de español en dos ocasiones, una a adolescentes italianos que afortunadamente tuvieron un buen comportamiento, y otra a adolescentes eslovacos que, aunque no tuvieron un comportamiento punible ni irrespetuoso, estaban tremendamente desconectados y desmotivados de la materia. Entrar en esa clase y tratar de llevar a cabo las tareas que había preparado me generaba bastante ansiedad, y eso que en general tenían un desempeño en español muy superior al equivalente que puede tener un adolescente español en inglés. Intentaba empezar la clase preguntándoles qué tal había ido el día, para empatizar con ellos, pero también dejando muy claro que había un trabajo que hacer que no se podía eludir. Por otra parte, siempre he rechazado como opción dar clase en IES, precisamente porque aunque la enseñanza me gusta, no tengo la capacidad, ni el aguante ni la mano izquierda para lidiar con todo lo expuesto en este post y los comentarios. Sufrí acoso escolar desde los 5 hasta los 15 años, y todos esos años me dieron para observar la absoluta crueldad con la que muchos alumnos pueden actuar hacia sus iguales y sus profesores. He visto muchas faltas de respeto, robos hacia mí y hacia el material escolar, agresiones físicas y sexuales entre compañeros, agresiones físicas pasivas a profesores, insultos, vacíos… Y sé que no quiero ese futuro. No quiero volver a pasar por eso. Nunca. Por mucho que España sea un país donde ser profesor es la salida profesional más clara para muchos titulados.
    Puedo entender la desmotivación de los alumnos hasta cierto punto, porque yo también fui adolescente, yo también me aburrí y hablé en clase cuando no debía y tuve algún comportamiento inadecuado, pero había una línea que nunca me planteé sobrepasar. Y en mi casa me enseñaron que al profesor había que respetarlo, a pesar de que sí me llevé algún bofetón injustificado por una profesora (monja) que llegó a reconocer abiertamente que me tenía manía porque mi carácter le recordaba a una hermana suya. Mis padres hablaron con ella y la situación mejoró. Yo supe entender que las situaciones injustas debían resolverse dentro del colegio y mi rol tenía que seguir siendo el de alumna, guardarle respeto y limitarme comunicar a mis padres si en algún momento ella me faltaba el respeto a mí.
    El extremo al que se ha llegado actualmente es aterrador.

  486. Claudia, es la última frase de tu mensaje, la que recoge, resume y explica de forma totalmente certera lo que ocurre realmente hoy tras los muros de la escuela…» El extremos al que se ha llegado actualmente es aterrador». Y a pesar de los ánimos que suelo dar a los docentes en mis respuestas no tengo más remedio que admitir esas tremendas dificultades a que se enfrentan diariamente los docentes de cualquier colegio público, concertad o privado, o en cualquier instituto público o concertado o de Formación Profesional.
    Ciertamente, cómo dices, en este país, una salida profesional para muchos titulados es ser profesor, pero cómo dar clase es cada vez más duro, acabarán faltando docentes porque la profesión resulta cada vez menos atractiva. Antes, cómo muy bien dices incluso refiriéndote a ti en tu etapa escolar, aun teniendo a veces un comportamiento inadecuado, «había una línea que nunca te planteaste sobrepasar». Incluso entendiste que a pesar de esa situación injusta que viviste con aquella profesora monja, tu rol tenía que seguir siendo «de alumna».
    Yo he dado clase en un IES durante 38 años. He sido durante 12 años Jefe de Estudios, y siempre ante cualquier queja de un alumno sobre el comportamiento de un profesor le decía…»El profesor siempre tiene razón, incluso cuando no la tiene». Porque un profesor que se equivoca debe reconocer su error ante el alumno, pero el alumno no puede superar nunca su rol, que es precisamente el de «alumno».
    He visto degenerar a la enseñanza años tras años, siempre a peor, y es la sociedad en su conjunto quien lo propicia con los políticos a la cabeza, secundados por unos padres que parecen no dar importancia a lo que está pasando. Por eso me hace mucha gracia la discusión en relación al «PIN PARENTAL», pecata minuta si tenemos en cuenta lo que sucede. Los árboles parecen no dejarnos ver el bosque.
    Tenemos los alumnos cuyos padres en casa no les educan cómo debieran, y eso, perjudicará sin duda a las generaciones venideras.
    Espero, por nuestro bien que las cosas acaben cambiando, porque los jóvenes a quienes hoy se educa tan mal, son el futuro de cualquier país.
    Espero que el acoso que sufriste entre los 5 y 15 años sea ya algo del pasado y ojalá no te haya dejado ningún tipo de secuela.
    Pero me llama la atención que en uno de los párrafos dices que la enseñanza te gusta, pero que a pesar de ello «siempre has rechazado como opción dar clase en IES, precisamente porque no tengo la capacidad, ni el aguante ni la mano izquierda para lidiar con todo lo expuesto en este post y los comentarios». Ante esto, quiero decirte que la enseñanza no sólo proporciona disgustos, porque también proporciona muchas «alegrías». Y que el hecho de comenzar la andadura cómo docente, no tiene porque sucederte, necesariamente, lo que se comenta en este post. Cierto que encontrarías dificultades, pero no tendrían por qué ser insalvables a priori. Decidas finalmente lo que decidas, dedicarte o no a la enseñanza, te deseo lo mejor…todo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  487. aunque el artículo tiene algún tiempo, acabo de leerlo y no puedo estar mas adecuado. Estoy sufriendo actualmente las amenazas, insultos e intentos de agresión por parte de un alumno de 15 años, el cual ha sido expulsado de todos los institutos del municipio, incluido el centro de menores, y el cual no solo ejerce violencia sobre mí, sino sobre sus compañeros/as, agrediéndoles (a uno de ellos le ha intentado ahogar en dos ocasiones), amenazas de muerte, intentos de quemar el pelo…hacia mí son insultos sobre todo muy machistas ya que imparto Tecnología y no soporta que una mujer lo haga.
    Al final estoy de baja por ansiedad y estrés, ya que teniendo prohibida la entrada en mi clase, y habiendo puesto una denuncia ante inspección educativa de los hechos que estan ocurriendo, él me sigue persiguiendo y amenazando y entrando en mi clases. La verdad que último día fue horrible y debería haber llamado a la guardia civil pidiendo auxilio, ya que buscaba quedarse a solas conmigo en el taller para a saber que…

  488. Sandra, efectivamente el artículo tiene algún tiempo, pero es «de rabiosa actualidad», porque eso pasa a diario, y desde hace ya muchos años, en las aulas de nuestros institutos. Por lo que cuentas no me extraña nada que estés de baja médica. Lo que no es normal es que las autoridades académicas no hayan tomado cartas en el asunto de una forma contundente. Cada comunidad autónoma tiene sus normativas respecto a la disciplina escolar y algunas, muy laxas respecto a las sanciones. Cierto que ese alumno es menor, y que tiene derecho a la educación, pero en varias autonomías una conducta de este tipo lleva aparejada una expulsión de 30 días y un cambio de centro. Ello solucionaría el acoso a que te está sometiendo ese alumno. Desde luego el equipo directivo del centro donde trabajas (supongo que conoce por ti el problema) deja mucho que desear en sus actuaciones. Lo mejor sería, si está en tu mano, cambiar de centro lo antes posible, aunque ello no garantiza una mejor actuación de los equipos directivos, quienes en verdad, son los únicos responsables de permitir ese tipo de comportamientos por parte de los alumnos en sus institutos.
    Entiendo perfectamente la gravedad de la situación, y de tu estado permanente de angustia. Ese alumno, que dices ha sido expulsado de todos los institutos del municipio y hasta del centro de menores, debería ir a un centro tutelado de internamiento aunque fuese en otra ciudad. O quizás, si presenta un comportamiento tan violento, debería estar en tratamiento psiquiátrico. Plantéalo en la Inspección educativa, y continua con tu baja médica, si fuese necesario, durante lo que resta de curso. Por ahora, tu salud física y mental es lo más importante. Por ahora, lo más adecuado es que te alejes de ese muchacho lo más posible. Casi con toda probabilidad, ese muchacho, acabará delinquiendo y en cuanto sea mayor de edad acabará en la cárcel. Es realmente triste. Quizás los servicios sociales deberían ver que pasa en esa familia casi con seguridad desestructurada y tratar de poner remedio a sus necesidades más básicas…no sé, no conozco el caso, pero por ahora no está en tus manos hacer nada. Si finalmente acabas volviendo al trabajo y no puedes fácilmente cambiar de centro, buscaríamos algunas estrategias para que utilices con ese alumno, sin demasiadas garantías de éxito por cómo dices que se comporta contigo y con sus compañeros.
    Te deseo lo mejor.
    Un cordial saludo.

  489. Hola. Hace meses escribí en el blog. Soy maestra de inglés. La verdad que el blog me gusta mucho como apoyo psicológico. La verdad, que mi gran problema de disciplina que es partir de 5°y6°de primaria lo he asumido ya y lo «estoy despersonalizando» antes me tomaba las faltas de disciplina como algo muy personal y siempre me auto-criticaba. He descubierto que los cursos pequeños son muchos más afines a mi, y los manejo mucho mejor. Soy consciente que me pueden tocar cursos pre-adolescentes y no puedo evitarlos, pero me causa alivio saber q con cursos pequeños me manejo bien. Un consejo es aceptarse a uno mismo, aceptar la realidad y encontrar los puntos fuertes de uno mismo y ver qué cursos o situaciones se nos da mejor. Lo mejor es aceptar la realidad, y no rendirse y ver siempre algo positivo dentro de lo malo. Un saludo. Me encanta el blog.

  490. Quería añadir que la vocación es relativa, yo he asumido que los adolescentes y preadolescentes no son mi fuerte. He tenido suerte de sacar plaza de maestra de inglés en una comunidad se españa y en el colegio actual he sido franca y he dicho que los cursos altos no se me dan bien. He sido franca y me da igual admitirlo. Por otro lado, más adelante quiero especializarme en educación especial, porque se trata con número muy reducido de alumnos, y creo que se me dará bien ese ámbito, y grupos reducidos donde estoy más feliz y podré ser más útil. Un saludo.

  491. Celia, me alegra que mi blog «te gusta mucho cómo apoyo psicológico», pero sobre todo me alegra que hayas encontrado la manera de afrontar los problemas del aula de forma que no afecten demasiado a tu salud ni física ni mental. Es estupendo ese consejo que das cuando dices que » lo mejor es aceptar la realidad, y no rendirse y ver siempre algo positivo dentro de lo malo». No cabe duda de que es una magnífica forma de abordar el día a día de las clases. Y tu franqueza, te ayuda a que el equipo directivo, si está dentro de sus posibilidades, no te adjudique cursos altos. Ir con la verdad por delante, te dignifica y te ahorrará futuros disgustos
    Y por supuesto que la vocación es algo muy relativo. Desde el momento en que el estado ofrece educación obligatoria y gratuita a toda la población infantil, es lógico que no existan tantos docentes como se necesitan, con la pertinente o deseada vocación. Es suficiente con comportarse cómo un buen profesional.
    Me alegro que amplíes tu horizonte y que intentes opositar a la Educación Especial. Desde luego es otro mundo, pero si lo afrontas con entusiasmo, seguro que te irá muy bien.
    Un cordial saludo.

  492. Hola Javier estoy muy interesada en entrar al foro ..he intentado registrarme pero no me da acceso me podrías ayudar ? quería entrar en el foro de violencia contra el profesorado soy docente de secundaria. Muchas gracias

  493. Hola Carmela, Gracias por tu mensaje. Ahora mismo estamos haciendo un mantenimiento informático y no está disponible. Lo arreglaremos lo antes posible y te lo haremos saber. Muchas gracias por el interés. Un saludo,Javier.

  494. Aquí me encuentro, a día 13 de Septiembre, padeciendo y con ansiedad de saber que la segunda sustitución que voy a hacer (parcial) en un instituto puede suponer otra recaída de mi enfermedad. Tengo miedo, angustia y llevo teniendo pesadillas desde la primera sustitución.
    Insultos, nula higiene, analfabetismo, comportamiento propio de cafres, maleducados….¡y encima todo justificado por padres!
    Me gustaba dar clases particulares a alumnos aplicados que buscaban subir sus notas, pero esto…Planeo ahorrar dinero y probar suerte en Austria o Japón. Nada que ver.
    He querido renunciar a la sustitución alegando que estoy en tratamiento psiquiátrico y luchando contra una enfermedad y me coaccionan a sacarme de la lista, así que vuelvo al principio, aquí estoy sufriendo angustiada por la gentuza que me voy a encontrar dentro del aula otra vez más. Esto no es para mí.

  495. Interina, tal y cómo describo en el artículo, dar clase hoy por hoy en secundaria, supone un enorme desgaste para el profesorado. Y ciertamente, algunos docentes lo pasan realmente mal en el aula. No conozco tu situación, ni tu especialidad.
    Veo que prestas servicios en la Comunidad autónoma de Castilla y León. Y que, a pesar de estar en tratamiento psiquiátrico te amenazan con sacarte de las listas de interinos si no te presentas. Yo supongo que ello se debe a la situación actual. La pandemia a trastocado la normal vuelta a las aulas, y nuestros políticos no hacen más que dar «palos de ciego» intentando arreglarlo. No me extraña nada que tengas miedo, y que la angustia que sientes a veces se haga insoportable. Has tenido malas experiencias en tu primera sustitución y ahora te aterra el volver a pasarlo, quizás, por segunda vez.
    Fíjate que te digo «quizás». Esta segunda vez no tiene porque ser igual que la anterior. Además, lo más probable es que ni siquiera sea en el mismo instituto.
    Desde luego, nunca será cómo dar clases particulares a alumnos que quieren subir nota, pero no debes pensar que siempre será igual de mal.
    Deduzco, aunque igual me equivoco, que tienes muy poca experiencia docente. Pero te aseguro que eso se soluciona con la práctica.
    He querido esperar unas fechas en contestar tu mensaje, para ver qué tal te fue estos días. A ver si vas superando tus miedos. En caso contrario, pide cita con el psiquiatra, cuéntale tus problemas, la angustia y estrés que sientes, el insomnio que sufres por ello y lo deprimida que estás. Seguramente te dará una baja larga y ya no podrás sacarte de las listas de interinos.
    De todas formas, alguna vez tendrás que afrontar el problema y decidir si quieres dedicarte o no quieres dedicarte a la docencia. En caso afirmativo debes intentar por todos los medios aprobar la oposición, porque una vez ganada, las cosas cambiaran y acabarás teniendo la oportunidad de acabar en un buen centro. También tendrás algún año malo, porque siempre habrá alguno de los cursos a los que des clase, con cuyos alumnos no te lleves bien, pero también habrá otros con los que sí conectes. Y en pocos años tendrás la experiencia suficiente para afrontar las clases, dependiendo del tipo de alumnado, de la mejor forma posible. A mí podrías escribirme cuantas veces quisieras pidiendo consejo o ayuda.
    Si tu decisión finalmente es dejarlo, trata de enfocar tu vida profesional hacia otro campo. Pero por ahora, lo importante es tu salud. No es bueno sufrir ese estrés y esa angustia durante muchos días seguidos. Por eso esperé unos días a ver qué tal te ha ido.
    Te deseo todo lo mejor y espero que estos días te hayan ido bien, o al menos no demasiado mal.
    Un cordial saludo.

  496. Interina, tal y cómo describo en el artículo, dar clase hoy por hoy en secundaria, supone un enorme desgaste para el profesorado. Y ciertamente, algunos docentes lo pasan realmente mal en el aula. No conozco tu situación, ni tu especialidad.
    Creo que prestas servicios en la Comunidad autónoma de Castilla y León. Y que, a pesar de estar en tratamiento psiquiátrico te amenazan con sacarte de las listas de interinos si no te presentas. Yo supongo que ello se debe a la situación actual. La pandemia a trastocado la normal vuelta a las aulas, y nuestros políticos no hacen más que dar «palos de ciego» intentando arreglarlo. No me extraña nada que tengas miedo, y que la angustia que sientes a veces se haga insoportable. Has tenido malas experiencias en tu primera sustitución y ahora te aterra el volver a pasarlo, quizás, por segunda vez.
    Fíjate que te digo «quizás». Esta segunda vez no tiene porque ser igual que la anterior. Además, lo más probable es que ni siquiera sea en el mismo instituto.
    Desde luego, nunca será cómo dar clases particulares a alumnos que quieren subir nota, pero no debes pensar que siempre será igual de mal.
    Deduzco, aunque igual me equivoco, que tienes muy poca experiencia docente. Pero te aseguro que eso se soluciona con la práctica.
    He querido esperar unas fechas en contestar tu mensaje, para ver qué tal te fue estos días. A ver si vas superando tus miedos. En caso contrario, pide cita con el psiquiatra, cuéntale tus problemas, la angustia y estrés que sientes, el insomnio que sufres por ello y lo deprimida que estás. Seguramente te dará una baja larga y ya no podrás sacarte de las listas de interinos.
    De todas formas, alguna vez tendrás que afrontar el problema y decidir si quieres dedicarte o no quieres dedicarte a la docencia. En caso afirmativo debes intentar por todos los medios aprobar la oposición, porque una vez ganada, las cosas cambiaran y acabarás teniendo la oportunidad de acabar en un buen centro. También tendrás algún año malo, porque siempre habrá alguno de los cursos a los que des clase, con cuyos alumnos no te lleves bien, pero también habrá otros con los que sí conectes. Y en pocos años tendrás la experiencia suficiente para afrontar las clases, dependiendo del tipo de alumnado, de la mejor forma posible. A mí podrías escribirme cuantas veces quisieras pidiendo consejo o ayuda.
    Si tu decisión finalmente es dejarlo, trata de enfocar tu vida profesional hacia otro campo. Pero por ahora, lo importante es tu salud. No es bueno sufrir ese estrés y esa angustia durante muchos días seguidos. Por eso esperé unos días a ver qué tal te ha ido.
    Te deseo todo lo mejor y espero que estos días te hayan ido bien, o al menos no demasiado mal.
    Un cordial saludo.

  497. El problema está en que la ley no permite darle un buen bofetón correctivo al subnormal que impide, no ya impartir normalmente la clase, sino que los alumnos y las alumnas que desean aprender puedan seguir la clase sin impedimentos. Mientras no se permita a los profesores corregir las «disrupciones» mediante la fuerza, la docencia será una maldición y el aprendizaje de los alumnos que sí valen para el estudio se verá gravemente mermado. Otra desgracia es haber metido a los padres y a las madres en las escuelas e institutos, porque la mayoría están ahí para coaccionar y presionar a los docentes con la finalidad de que les aprueben o les suban las calificaciones a sus retoños de forma injusta, sin merecerlas. Además, es necesario y urgente replantear y modificar la función de la enseñanza en el siguiente sentido: Limitar la educación a sólo quien la quiera y la merezca (es cara y no deben desperdiciarse recursos), restaurar la autoridad docente incluida la facultad de compeler mediante la fuerza al «disruptivo» porque ningún inocente debe sufrir por razones ideológicas y, finalmente, cambiar los supuestos pedagógicos en el sentido de exigir resultados y dejarse de prejuicios y tonterías que han demostrado ineficientes y causa de muchos males y desgracias. Y, por último, excluir de la educación a la izquierda, que es la responsable del inmenso daño ocasionado a las nuevas generaciones.

  498. Fernando, estos mismos argumentos y soluciones que aportas, ya «estaban sobre la mesa» hace más de 30 años. Muchos docentes de aquella época ya hablaban de los males que por entonces aquejaban a la educación. Exactamente lo mismo que tú dices ahora. Y mira «si ha llovido» desde entonces, sin que nuestros gobernantes se den por enterados. Y no sólo eso, sino que cada vez a ido a peor. El hecho de que los políticos usen la educación cómo arma arrojadiza, no hará, por supuesto que mejore.
    Estoy de acuerdo contigo en que la Izquierda es la responsable del «inmenso daño ocasionado a las nuevas generaciones» como dices, y a muchas de las anteriores (añado yo). Pero tampoco la derecha ha hecho nada por solucionarlo. Sólo pequeños parches que no arreglan nada. Hace falta un consenso claro en reste tema, y dar un cambio de timón absolutamente radical. Algo que no parece estar nada cerca, a pesar del inmenso deterioro que sufre no solo la escuela, sino también los institutos y la propia universidad. Empiezo a creer que nuestros políticos pretenden precisamente tener súbditos y no ciudadanos críticos. La mediocridad de nuestros gobernantes y la poca crítica hacia ellos los demuestra. En fin. Esperemos que lleguen tiempos mejores, porque la profesión de enseñante hace mucho que se convirtió en una profesión de riesgo, al menos en secundaria.
    Un cordial saludo.