Concepto de Habilidad social
Hoy hablaré del concepto de Habilidad social.
También aquí (al igual que respecto a la competencia socio emocional) existen gran variedad de definiciones (Caballo, 1983, 1986; Gil, 1984; Michelson y otros, 1987; Pelechano, 1987; Vallés y Vallés, 1996; Martínez y Marroquín, 1997; Trianes y otros, 1999; Trianes y Fedez-Figarés, 2001), pero esta superabundancia de definiciones puede llegar a generar confusión y cierta ambigüedad a la hora de delimitar de forma concreta el fenómeno. Esta dificultad tiene el origen en que una determinada conducta, puede resultar habilidosa en un contexto determinado, pero no serlo en otro (Caballo, 1988), debido a que esa determinada conducta resulta influida por la edad, el sexo, las creencias, la educación, las actitudes, etc, del propio sujeto. Monjas (1994), diferencia entre el término “competencia social” y “habilidad social”, explicando que el término “competencia” se refiere a una generalización evolutiva, mientras que el término “habilidad” se refiere a conductas específicas. Las habilidades sociales pueden entenderse ( Kelly, 1982, Michelson y otros, 1987), como “un conjunto de capacidades aprendidas por el sujeto, las cuáles le permiten percibir, entender, descifrar y responder a la gran diversidad de estímulos sociales, y de forma más concreta, a aquellos que provienen del comportamiento de los otros, incrementándose así dentro de un contexto determinado, el reforzamiento social”. La práctica de estas habilidades sociales, está influida por las características del medio, es decir, la conducta social del individuo va a estar mediatizada por factores como la edad, el sexo o el status, y tanto los déficits como los excesos de la conducta social, pueden ser especificados y objetivados a fin de intervenir (Michelson y otros, 1987; Carrasco, 1991; López, 1992; Maciá, Méndez y Olivares, 1993).
Según estas definiciones podríamos decir que, el handicap que supone el que una determinada habilidad conductual dependa ampliamente de un contexto determinado, queda superado por el hecho específico de que pueden ser “enseñadas”. Pues si se trata de un conjunto de “capacidades aprendidas” significa que pueden ser enseñadas y entrenadas a fin de mejorar su eficacia. Así, Gil (1984, pp. 402), refiriéndose al entrenamiento de habilidades sociales, lo define como “aquel procedimiento, desarrollado según un modelo de aprendizaje compuesto de técnicas conductuales, motoras, verbales y no verbales”.
Otro autor, Curran (1985), destaca refiriéndose al entrenamiento en habilidades sociales que las relaciones interpersonales resultan ser algo fundamental para el desarrollo y funcionamiento psicológico, y que la falta de armonía interpersonal puede facilitar o llevar a disfunciones y perturbaciones psicológicas. Afirma que hay estilos y estrategias interpersonales más eficaces que otros en determinados encuentros sociales, y que esos estilos y estrategias, pueden ser primero especificados, y después enseñados. Y una vez aprendidos van a mejorar la competencia en esas situaciones específicas. Finalmente opina que el incremento de la eficacia en la competencia interpersonal puede ayudar a un mejor funcionamiento psicológico. A partir de ello podría concluirse, que las habilidades sociales como factores específicos concretos, son componentes de la competencia socio emocional como factor global, resultando así imprescindible contextualizar y delimitar con exactitud las habilidades a enseñar, para incrementar las posibilidades de los sujetos de alcanzar, en el campo de la competencia social, un funcionamiento realmente eficaz. Y en este caso, que es lo que perseguimos, mejorar con ello la convivencia en el centro educativo. Trataríamos de solucionar muchos de los problemas que nos encontramos en el aula (comportamientos disruptivos de adolescentes molestos y problemáticos), más que adoptando medidas correctivas o disciplinarias, incrementando los esfuerzos en desarrollar las energías y posibilidades de estos jóvenes, tal y como recomienda Goldstein y otros (1989).
Lo dejamos por hoy. El próximo día hablaré de los enfoques teóricos utilizados en el estudio de las habilidades sociales.
Saludos y hasta pronto.
el post deja mas claro el concepto de habilidad social, pero sigue siendo ambiguo .. al menos según a quien se lea.
saludos
Tienes razón…Existen muchas definiciones pero ninguna logra delimitar de una forma concreta y sin ningún tipo de ambigüedad el concepto de «hsbilidad social». En función de a quién leas, tu acercamiento al tema será diferente. Pero practicamente todas las definiciones son referidas a que cuando los adolescentes adquieren ciertas habilidades instrumentales y cognitivas, así como de control de sus propias emociones, los comportamientos violentos se reducen de forma importante. Ciertamente con esos aprendizajes los chicos/as mejoran su «competencia socioemocional», muy relacionada a su vez con la «adaptación» y con la «asertividad».
Gracias por escribir. Un cordial saludo.