Defensor del profesor (ANPE)

Hace dos años, el sindicato de profesores ANPE puso en marcha el «Defensor del profesor» a fin de ofrecer soluciones a situaciones diversas, a las que los docentes han de hacer frente en las aulas a diario. El pasado 29 de noviembre, el presidente del sindicato, D. Nicolás Fernández Guisado, ofreció en rueda de prensa un resumen de los datos más relevantes… datos especialmente «reveladores».

En estos dos años se recibieron en ese servicio un total de 3.342 llamadas. De ellas 1.789 corresponden al curso pasado (2006-07). El mayor número de llamadas se refiere a las «conductas disruptivas», aquellas conductas con que determinados alumnos/as interrumpen las clases de una forma continuada y por cualquier motivo. Estos hechos, que han supuesto el 58 % de las llamadas, son las que más afectan al estado de ánimo del profesorado. Esa falta de respeto ante la falta de autoridad del profesor llega a provocarles problemas importantes de salud. Las agresiones físicas, según ANPE, se producen mayoritariamente en Secundaria, y suponen un porcentaje de entre el 9 % y el 10 % de las llamadas. Las agresiones físicas, que también se dan en Primaria dónde suelen ser de todo tipo (patadas, puñetazos o lanzamiento de objetos) provoca en los docentes no sólo problemas físicos sino también psicológicos. El acoso y las amenazas a los profesores, suponen un 13 % del total. Estos hechos, no sólo protagonizados por alumnos/as, sino también por sus padres, quienes también producen daños en objetos de su pertenencia. Un 5 % de las llamadas se refieren a grabaciones o fotografías humillantes, difundidas por Internet. En un 9 % de los casos los profesores afirman haber sido denunciados ante la Inspección o la Dirección del centro, por padres de alumnos, en gran medida por hechos que el propio docente desconoce. Y lo que me parece ya un despropósito absoluto es que en un 30 % de los casos, los docentes aseguren que es desde la Dirección del centro desde donde se les está perjudicando, porque algunos Directores toman medidas arbitrarias, les desautorizan frente a los padres y alumnos, y no les apoyan cuando surgen determinados problemas.

Los datos que nos presenta el sindicato ANPE están alejados de los que hace unos años encontré sólo para los profesores de Secundaria de la Comunidad de Madrid. Por lo que, teniendo en cuenta que la situación según corroboran los docentes ha ido empeorando (y que los datos del sindicato engloban a docentes de Primaria y Secundaria) me temo que los datos aportados por ANPE son solo la punta del «iceberg». Creo que son muy pocos los docentes que se atreven a llamar solicitando ayuda.

Las humillaciones y vejaciones a que son sometidos algunos profesores/as, son conocidas por la totalidad de los alumnos/as a quienes esos docentes imparten clase, y por todos los alumnos de aulas adyacentes. Me atrevería a decir, que son conocidas por la totalidad de alumnos/as del instituto. Y sin embargo, son muy pocos los profesores que se dan cuenta de lo mal que lo está pasando «uno» de sus compañeros. Os aseguro que no son difíciles de detectar si ponemos un poco de atención y de intención. Son esos compañeros a quienes una mayoría del claustro cataloga como “raros”, son esos compañeros que apenas pasan por la sala de profesores, son esos compañeros que siempre están en silencio y casi nunca hablan con nadie, son esos compañeros que toman café siempre sólos, son esos compañeros que parecen siempre distraídos, ensimismados…tristes. La mayoría de sus compañeros, como mucho…opinan de ellos que “no sirven para esto”. Y eso, os aseguro, es una villanía. Estamos intentando frenar por todos los medios el acoso entre alumnos (bullying) y…¿vamos a negar al profesor ese DERECHO?…¿vamos a negarle esa «condición» de VÍCTIMA?

Desde estas líneas animo a todos los Directores y a todos los Jefes de Estudios de los centros para que no permitan, de ningún modo que se den estas situaciones en sus Institutos. Ellos son los auténticos responsables y los únicos que tienen en su mano parar esta “sinrazón” que se viene dando cada vez con más frecuencia en nuestros centros educativos. Y por supuesto, la responsabilidad final la tienen las Autoridades Educativas con sus legislaciones inoperantes y erróneas.

Animo también a todos los docentes para que observen y presten toda la ayuda emocional posible a sus compañeros “en apuros” y animo al sindicato ANPE a continuar esta positiva labor de apoyo y denuncia.

Saludos y hasta pronto.

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