Informe del Defensor del Pueblo 2007 (IV).

Continuamos hoy con el Informe del Defensor del Pueblo 2007. Este es el cuarto artículo (IV) de los cinco, que conformarán el resumen de ésta investigación.

En relación al escenario o espacio dónde ocurren los abusos, los alumnos víctimas identifican o concretan los lugares en donde otros escolares les “acosan”. La siguiente tabla pone de manifiesto los datos.

Lugares en donde según las víctimas se realizan los distintos tipos de acoso (porcentajes).
Tipo de maltrato
Patio
Aseos
Pasillos
Clase sin
profesor
Clase con
profesor
Comedor
Salida
Cualquiera
Ignorar
33.2
2.9
8.4
34.7
20.4
1.5
6.6
17.9
No dejar participar
43.4
0.9
4.3
20.9
31.5
1.3
3.4
6.4
Insultar
33.1
2.5
15.5
35
17.3
1.4
5.1
19.6
Poner motes ofen.
24.8
2.8
11.3
37.1
19.3
1
4.1
24.6
Hablar mal de otros
31
3.2
10.8
21.8
8.4
2.1
5.1
33.1
Esconder cosas
5.9
1.2
2
70.4
23.2
0.5
0.7
6.2
Romper cosas
6.1
2
4
68.7
22.2
1
1
7.1
Robar
7.7
1.8
2.4
69
17.9
1.2
0.6
7.1
Pegar
39.2
4.9
11.8
38.2
8.8
2
5.9
15.7
Amenazar met. Mie.
27.1
5.4
13.9
31.9
8.4
0.6
11.4
15.1
Obligar con amenaz.
42.1
0.0
15.8
21.1
5.3
5.3
10.5
5.3
Amenazar con armas
31.3
12.5
6.3
0.0
12.5
0.0
12.5
6.3
Acoso sexual
28
4
16
32
12
0.0
8
24

Se observa que el aula es el lugar donde se producen la mayoría de los maltratos, tanto cuando está como cuando no está presente el profesor. Si bien, la frecuencia es mayor cuando no está presente en el aula el docente.

El tipo de maltrato relacionado con la exclusión social, que se concreta en “ignorar” y en “no dejar participar” se produce mayoritariamente en el patio de recreo, seguido del aula. Las agresiones verbales, identificadas con “insultar”, “poner motes ofensivos” y “hablar mal de otros compañeros”, también se producen mayoritariamente en el aula (en ausencia del profesor) seguido del patio de recreo. Le siguen en orden de frecuencia, el aula (con el profesor presente) y los pasillos. En definitiva, las agresiones verbales se sitúan en muchos escenarios diferentes.

Los tipos de maltrato de “Esconder”, “romper” y “robar” cosas (agresiones físicas indirectas) son localizados mayoritariamente en el aula, especialmente cuando no está presente el profesor. Pero también cuando el docente está en el aula se llevan a cabo estos tres tipos de maltrato en porcentajes elevados (23.2 %, 22.2 % y 17.9 % respectivamente).

“Pegar” (agresiones físicas directas), suele producirse con mayor frecuencia en el patio de recreo, seguido del aula en ausencia del profesor.

“Los chantajes y amenazas” se producen mayoritariamente en el aula (sin profesor), en el patio de recreo y en los pasillos.

El “acoso sexual” se sitúa mayoritariamente en el aula (en ausencia del profesor), seguido del patio de recreo y pasillos.

En definitiva, el aula en ausencia del docente, es el primer lugar en que se sitúan prácticamente la totalidad de las modalidades de maltrato, a excepción de los “chantajes”, el “no dejar participar” y las “amenazas con armas”, más frecuentes en el patio de recreo, siendo éste, el patio, el segundo lugar donde con gran frecuencia se ejercen los diferentes tipos de “acoso”.

Cuando se les pregunta a los escolares que se reconocen “víctimas” sobre a quien o a quienes comunican lo sucedido, se obtienen los datos que aparecen en el gráfico siguiente.

A quien cuentan los alumnos víctimas lo que les está ocurriendo.

Los alumnos/as que sufren “acoso”, según los datos, lo cuentan mayoritariamente a sus amigos (60.4 %). Un 36.2 % dice contarlo a su familia. En los profesores/as se confía en menor medida, porque solo cuentan el problema a los docentes el 14.2 %, y son muy pocos los que hablan con el Orientador/a o con los servicios de ayuda (2.2 % y 0.9 % respectivamente). Por otro lado, un elevado porcentaje de alumnos/as maltratados (11 %) no cuenta a nadie lo que le sucede, con las consecuencias negativas que ello le puede suponer.

Cuando se les pregunta a los alumnos “víctimas” si alguien interviene para ayudarles, se obtienen los datos que aparecen en el siguiente gráfico.

Quien interviene cuando ocurre el maltrato, según las víctimas.

Las respuestas dadas, aunque no son coincidentes, están en la línea de las obtenidas cuando se les pregunta sobre a quien lo cuentan. Ello se debe a hechos como que un escolar puede recibir ayuda de otra persona a pesar de no haberlo comunicado a nadie, o dos alumnos pueden decir que “no interviene nadie” a pesar de que uno lo haya comunicado a alguien y el otro no. Se observa que son los amigos mayoritariamente quienes les ayudan (68.5 %), y un 12.9 % de escolares “acosados” dice que no interviene nadie.

En el informe también se aportan los datos desde la perspectiva de los escolares “agresores”. Al preguntarles a éstos “cuando tú te metes con alguien continuamente ¿qué hacen tus compañeros?”, se obtienen los datos que aparecen en el gráfico siguiente.

Acciones de los compañeros (según los agresores) ante las agresiones ejercidas.

Es decir, según los “agresores”, la respuesta más frecuente de sus compañeros ante el “acoso” que él ejerce hacia otros escolares, es la pasividad, e incluso, un elevado porcentaje de alumnos se “ponen de su parte” y “refuerzan sus conductas” ayudándole o animándole. Solo un 5.5 % de escolares rechazan, según el agresor, este tipo de acciones.

Cuando son los alumnos “observadores” o “testigos” quienes responden a la pregunta de “Ante las situaciones de maltrato ¿tú que haces?”, se obtienen los datos que aparecen en el gráfico siguiente.

Qué hacen los testigos ante las situaciones de maltrato.

A partir de los datos, observamos que una mayoría de escolares de secundaria (48.7 %) dicen intervenir y cortar la situación de maltrato si la víctima es un amigo/a. Incluso cuando la víctima no es amigo/a dicen intervenir también un 30.8 %. Menos de un 2 % de alumnos “observadores”, concretamente el 1.8 % reconocen “meterse con la víctima”, porcentaje muy inferior al que dicen los “agresores” que cuando ellos se meten con alguien les “animan o ayudan” (26.5 %).

Se pregunta también a los escolares, cuál es la reacción de los profesores/as ante las situaciones de “acoso” o “abuso” de determinados alumnos sobre otros. El gráfico siguiente muestra los datos que se obtuvieron.

Acciones de los docentes, según los alumnos, ante las situaciones de maltrato.

Observamos que, según los escolares, menos de un tercio de los docentes (29.8 %) castigan a los alumnos/as agresores. Afirman también el 26.4 % de ellos, que los profesores, ante esas situaciones no hacen nada, porque no se enteran (19.8 %), o porque, aun conociendo los hechos, se desentienden del problema (6.6 %). Así no es extraño que algunos alumnos/as sientan miedo de ir al colegio. Preguntados por la frecuencia con la que sienten miedo de ir al instituto, un 76.4 % de alumnos/as afirman no sentir miedo “nunca”, un 21.3 % de escolares dicen haberlo sentido “alguna vez”, el 1.7 % dice sentir miedo “a menudo”, y el 0.6 % afirma sentirlo “casi todos los días”. Los motivos de esos miedos (en porcentajes), aparecen en el siguiente gráfico.

Motivos por los que los escolares sienten miedo de ir al instituto.

A partir de los datos, observamos que casi una cuarta parte de escolares de ESO tienen (por distintos motivos y con diferente frecuencia) miedo a ir al instituto, siendo los principales motivos el “trabajo académico” y «algún»o «algunos» compañeros.

Bueno, lo dejamos por hoy. Otro día continuaremos con esta investigación. Al artículo (que será el ultimo relativo a este estudio) lo llamaremos “Informe del Defensor del Pueblo 2007 (V)”.

Saludos, y hasta pronto.



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