Doce colegiales tiroteados en una escuela de Rio

El pasado día 9 de abril de 2011, los medios de comunicación social se hacen eco de la tragedia ocurrida en la escuela Tasso da Silveira, ubicada en la periferia de Rio de Janeiro, concretamente en el barrio de Realengo. Allí, a las 8.30 de la mañana un joven de 23 años armado con dos revólveres dispara indiscriminadamente matando a diez niños y dos niñas de entre 12 y 15 años, suicidándose posteriormente de un disparo en la cabeza.

El autor de la masacre había sido alumno de ese colegio, dónde según todos los testimonios había  sufrido humillaciones y acoso escolar. Otra razón más para luchar y afrontar el fenómeno del bullying de forma eficaz en todos y cada uno de los centros escolares. El acoso escolar provoca terribles consecuencias en determinados alumnos, pudiendo en casos extremos llevarles al suicidio, pero también a adolescentes o jóvenes con sus facultades mentales perturbadas, puede empujarles a cometer actos de este tipo.

En diversos países se han producido hechos similares, que resultan tremendamente impactantes en el conjunto de la sociedad.

El 13 de marzo de 1996 en un centro escolar de Dumblane (Reino Unido) un ex cuidador dispara matándoles a 16 niños y a su maestra. Posteriormente se suicidó. El 20 de abril de 1999, en la escuela de Columbine, ubicada en Littleton (Colorado, EEUU) dos estudiantes de 17 y 18 años matan a 13 personas y hieren a otras 23. Tras la masacre ambos jóvenes se suicidaron. El 26 de abril de 2002, un joven de 19 años expulsado de un instituto en Erfurt (Alemania), mata a 16 personas, suicidándose a continuación. El 21 de marzo de 2005, en la escuela de Red Lake (Minnesota, EEUU), un estudiante de 17 años mata a cinco compañeros y a dos adultos, suicidándose después. El 16 de abril de 2007, un estudiante de la Universidad Politécnica de Virginia (EEUU) mató a 33 personas antes de suicidarse. El 11 de marzo de 2009, en una escuela en Winnenden (Alemania), un joven de 17 años mata a 16 ex compañeros, acabando posteriormente con su propia vida. El 30 de abril de 2009, en la universidad del Petroleo de Bakú (Azerbaiyan), mueren 13 personas y otras 11 resultan heridas por los disparos que realiza un individuo contra estudiantes y profesores.

Algo común en estos episodios violentos, es el suicidio final del agresor. También lo es, el resentimiento profundo hacia el centro escolar y lo que como institución representa, que parece impulsarles a cometer la terrible acción.

Independientemente de las graves perturbaciones que sufren las mentes de estos jóvenes y adolescentes, los responsables de los centros escolares (Directores y Equipos Directivos) y los profesores en su conjunto, debemos poner la máxima atención en descubrir y atajar el acoso entre compañeros. Estaremos así contribuyendo a que este tipo de sucesos dejen de ocurrir.

Estudio sobre bullying en la Comunidad autónoma de La Rioja

En el año 2005, trinidad Sáez, Julio Calvo, Fernando Fernández y Antonio Silván, llevan a cabo un estudio sobre acoso escolar en los colegios e institutos de la Rioja. Lo encarga el Servicio de Inspección Técnica de la Comunidad Autónoma. El estudio se denomina “Acoso escolar en los centros educativos de la Comunidad Autónoma de la Rioja”.

La presente investigación persigue entre sus objetivos detectar y conocer el alcance del bullying en los centros educativos, identificar los “perfiles” del alumno víctima y del alumno maltratador, y encontrar posibles soluciones al problema desde la perspectiva de la Administración, proponiendo incluso cambios normativos que posibiliten una mejora sustancial de la situación.

Por un lado se analizaron un total de 70 casos de víctimas y 70 casos de agresores, casos de maltrato conocidos y que sucedieron durante los dos cursos escolares comprendidos entre los años 2003 y 2005. Y por otro lado, se utilizaron cuestionarios para consultar a todos los miembros integrantes de la comunidad educativa, Equipos Directivos, Orientadores, estudiantes, padres de alumnos, todos ellos pertenecientes a 38 centros seleccionados por muestreo “a propósito” por su pertenencia a ciudades grandes.

Participaron un total de 1.053 estudiantes, 331 profesores/as, 33 Equipos Directivos, 28 Orientadores, y 710 padres/madres de alumnos.

En el estudio, (no se informa de si hubo o no análisis estadístico de los datos), se contemplan diferentes variables, como el sexo, el nivel educativo (Primaria, ESO, BTO., Ciclos Formativos y Garantía Social), si es centro público o privado, y la comarca en que se ubica el colegio (Rioja Alta, Logroño, y Rioja Baja).

Un resumen de los principales resultados obtenidos se expone a continuación.

Se señala que sufre acoso el 3.6 % del alumnado, siendo “las burlas por rasgos físicos” las más recuentes (10.2 %).

Los chicos sufren más acoso que las chicas (4 % frente al 3 %) y es algo que sucede en todas las modalidades de maltrato, excepto en el “rechazo a los trabajos en grupo” en que lo sufren más las chicas (4 %) que los chicos (3%).

El “acoso” se produce más frecuentemente entre alumnos de Primaria (5.9%) que entre alumnos de Secundaria (2.5 %), siendo los porcentajes generales de maltrato muy similares en los centros públicos y en los privados (3.6 % y 3.5 % respectivamente).

Casi todos los tipos de maltrato parecen suceder con más frecuencia en Logroño, seguido de la Rioja Baja y la Rioja Alta (4.1 %, 3.5 % y 2.8 % respectivamente).

Los datos relativos a los escenarios en los que sucede el maltrato, aparecen el siguiente gráfico.

Lugares en los que sucede el “acoso” según los alumnos.

En relación al “acoso”, el 71.3 % de los alumnos/as víctimas, se “sienten apoyadas” por la familia, por compañeros y por profesores. Frente a estos sentimientos “positivos”, existen otros “negativos” como “pienso que no hay derecho a que me hagan esto” (12.9 %), “me siento mal y trato de pasar el momento como puedo” (5.4 %).

Cuentan su situación a sus padres, compañeros y amigos el 53.5 % de los alumnos “acosados”. Dicen tener problemas importantes (miedo, sufrimiento, angustia) el 30.1 % Y el 16.4 % responden al acoso de forma agresiva, tanto física como verbalmente.

Los datos relativos a las reacciones de los alumnos ante el acoso sufrido por otros compañeros aparecen en el gráfico siguiente.

Reacciones de los alumnos ante el “acoso” a compañeros.

El 66.5 % de las chicas presenta posturas “positivas” frente al 46.4 % de los chicos. La pasividad se da con frecuencia parecida en ambos géneros, y los chicos “se ríen y apoyan a los agresores” más frecuentemente que las chicas. Los alumnos de Primaria tienen más reacciones positivas que los de Secundaria (67.4 % y 57.9 % respectivamente).

Desde la perspectiva de los profesores, las conductas de acoso entre escolares se producen con cierta frecuencia. Las conductas que consideran más frecuentes, aparecen en el gráfico siguiente. Ningún profesor piensa que alguno de sus alumnos amenaza a otros “pidiendo dinero”, “material escolar” o “apuntes”. Todos los docentes presentan tendencia a no dar apenas importancia al problema y piensan que las conductas de maltrato se producen con mayor frecuencia en los centros públicos que en los privados, excepto el “rechazo a trabajar en equipo”, cuya frecuencia es similar, y consideran que las agresiones físicas son más frecuentes en Primaria que en Secundaria, siendo en esta última, dónde se dan más las “burlas por rasgos físicos” y el “rechazo a manifestar opiniones (16.3 %) o “ridiculizar en público con burlas y gestos” (15.4 %).

Conductas de maltrato que ocurren más frecuentemente según los profesores.

Los profesores, al igual que los alumnos, piensan que es el patio (20 %) y el aula (18.8 %) cuando el profesor no está presente, los escenarios más habituales del maltrato (aunque un 9.9 % de los docentes reconocen que también se produce en el aula con el profesor presente).

Los docentes dicen conocer los casos de acoso (29 %) a partir de amigos de la víctima; también de la propia víctima (28 %), y de otros profesores que no son tutores del alumno (18.5 %).

Para resolver el problema, dicen dialogar con los implicados un 23 %, y reflexionan en grupo, además de comunicarlo a los padres respectivos un 17 %. Un dato importante es que el 90 % de los docentes observa obstáculos y problemas en el momento de actuar frente a los casos de  bullying, por la “falta de ayuda de profesor” (20 %), o diferentes problemas derivados de la actuación de las familias (25 %).

Saludos y hasta pronto.

Estudios sobre bullying en la Ciudad Autónoma de Ceuta

En los años 2002 y 2006 se presentaron, respectivamente, dos tesis doctorales con estudios relativos a la violencia entre iguales en la ciudad de Ceuta. La primera con el título de “La violencia escolar en contextos interculturales. Un estudio en la ciudad Autónoma de Ceuta”, y la segunda, “El maltrato entre escolares y otras conductas-problema para la convivencia. Un estudio desde el contexto grupo-clase”. A continuación os presento un resumen de ambas investigaciones.

La violencia escolar en contextos interculturales. Un estudio en la ciudad Autónoma de Ceuta”.

Esta investigación, se integra en una Tesis Doctoral elaborada por D. José Antonio Pareja, presentada en el año 2002 en el Departamento de Didáctica y Organización Escolar de la Facultad de Educación y Humanidades de Ceuta (perteneciente a la Universidad de Granada).

Se utiliza una adaptación del cuestionario que había sido utilizado en el estudio del Defensor del Pueblo (2000), y se pasa a alumnos/as y a 11 Jefes de Estudio de cinco Institutos de Educación Secundaria de Ceuta. La muestra estaba formada por 382 alumnos de ESO y Bachillerato (mitad chicos y mitad chicas), pertenecientes a los cinco IES existentes en la ciudad, a 8 centros adscritos (dónde se desarrollan los primeros cursos de ESO) y a dos centros concertados. Un resumen de los resultados obtenidos, desde la perspectiva de las víctimas, en la categoría “a veces me ocurre” y desde la perspectiva de los agresores en función de la categoría “a veces lo hago”, aparecen en el siguiente gráfico.

Frecuencias según las víctimas y los agresores, de las modalidades de maltrato.

“A veces me ocurre” (según las víctimas)



“A veces lo hago” (según los agresores)



Desde la perspectiva de los “testigos”, los alumnos ceutíes declaran haber visto “a veces” como le “roban” a otro alumno (37 %),como “le rompen cosas” (36.2 %), como le obligan a “hacer cosas” (15.2 %), como “le amenazan” a otro alumno con armas (12.5 %), y como acosan a otros “sexualmente” (10.5 %).

Los chicos aparecen mucho más implicados que las chicas en las conductas de acoso, bien como víctimas, bien como agresores. Las mayores conductas de frecuencias de acoso se producen en 1º de ESO, y aunque en general van disminuyendo al aumentar los cursos, los maltratos de “ignorar”, “hablar mal de otros” o “esconder cosas a otros” apenas disminuyen. Quienes desarrollan la mayoría de las conductas de acoso suelen ser compañeros de la propia clase, más que alumnos del mismo nivel.

La clase y el patio son los escenarios preferentes del maltrato. En el aula suelen producirse los insultos, los motes, los robos y la indiferencia (ignorar). En el patio, las agresiones físicas, las amenazas y la exclusión social. El acoso sexual en los servicios, y fuera del centro, las amenazas con armas.

El otro estudio, citado al principio del artículo, responde al título siguiente:

“El maltrato entre escolares y otras conductas-problema para la convivencia. Un estudio desde el contexto del grupo-clase”.

Se trata de una Tesis Doctoral elaborada por Santiago Ramírez, presentada en la Facultad de Educación y humanidades de Ceuta (Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación) en el año 2006.

Se pretende con esta investigación (entre otros objetivos), estudiar y conocer los problemas de conducta que inciden y deterioran la convivencia escolar entre los alumnos de Primaria y Primer Ciclo de Secundaria, en los centros educativos de la ciudad de Ceuta.

Se utiliza, por un lado, una adaptación del cuestionario de Olweus (1993), elaborándose dos versiones (una para alumnos de Primaria, y otra para alumnos de Secundaria), y por otra, el cuestionario sobre “Problemas de Convivencia Escolar en Estudiantes de Secundaria” (Peralta 2004).

Los alumnos de la muestra pertenecen solamente a dos centros educativos (muy diferentes en cuanto a características del alumnado según el autor) por lo que no se busca la representatividad de la población, con rangos de dad de entre 8 y 15 años. A continuación os presento un resumen de los datos obtenidos. En el gráfico aparecen las frecuencias de cada conducta de acoso según la ubicación de los colegios (en el centro de la ciudad con alumnos de familia de mayor nivel socioeconómico y cultural; y en el extrarradio, con población mayoritariamente musulmana y menor nivel sociocultural).

Tipos de maltrato escolar en función de la ubicación del colegio.

De todas estas diferencias solo resultan estadísticamente significativas. Las conductas  de “insultar” (sig. 0.002), “Pegar puñetazos y patadas” (sig. 0.007),  “difundir rumores falsos” (sig. 0.026),  y  “amenazar y/o Chantajear” (sig. 0.029).

Un 57.6 % de los alumnos encuestados dicen haber sido objeto, al menos una vez durante el primer trimestre del curso de algún tipo de “acoso” o maltrato, bien sea de forma física, verbal o psicológica. De ellos, denuncian ser maltratados “casi todos los días” un 6.4 %; y un 7.6 % dicen haber sido agredidos más de seis veces en el trimestre, y un 42.6 % dice ser acosado o maltratado de forma esporádica (entre tres y seis veces al trimestre).

Un 38.3 % de alumnos se reconocen “agresores” y admiten haber cometido durante el primer trimestre alguna acción de “acoso” o “maltrato” sobre otro compañero/a. De ellos, el 30.5 % admite haberlo hecho ocasionalmente; el 3.8 %, con una frecuencia algo superior (intermedia); y el 3.1 % confiesa hacerlo de forma habitual.

Un 89.5 % de los alumnos encuestados, son considerados “testigos del maltrato”, y de ellos, serían testigos no implicados un 33.3 %, y serían observadores implicados alguna vez, en alguna conducta de maltrato (como víctima o como agresor) un 56.2 %.

En relación al género, el porcentaje mayor de víctimas son chicos, aunque no hay diferencias claras entre “agresores”, “agresores-victimizados” y “testigos”. Lo muestra el gráfico siguiente.

Diferencias según el género y en relación al maltrato severo.

En relación al maltrato “severo”, a partir de los datos aportados por la investigación, se concluye que es en 2º de ESO dónde se produce el mayor porcentaje (15.8 %) de víctimas de maltrato grave. Le siguen en importancia el 3º de Primaria (5.7 %) y el 1º de ESO (5.3 %), siendo el 4º de Primaria el nivel en que hay un mayor porcentaje de alumnos que se declaran “agresores” (7 %).

Respecto a las víctimas del maltrato esporádico y en respuesta a la pregunta “¿Has recibido algún maltrato desde que comenzó el curso?” en la categoría “a veces me ocurre”, se obtienen los datos que aparecen en el siguiente gráfico.

Diferentes tipos de maltrato desde la perspectiva de las “víctimas”.

“A veces me ocurre”


También referente al maltrato ocasional, la investigación ofrece datos y frecuencias en que se suceden las diferentes conductas de acoso desde la perspectiva de los agresores. Estos datos aparecen en el gráfico siguiente.

En relación al maltrato “esporádico” u “ocasional” las diferencias en función del género no están en la línea que muestran la mayoría de los estudios, pues en este, no se encuentran diferencias significativas entre chicos y chicas.

No se observan diferencias estadísticamente significativas en relación al género entre “agresores/agresoras” en las conductas de maltrato “insultar”, “excluir”, “quitar o romper cosas” ni “difundir rumores falsos”. Otras conductas si presentan diferencias estadísticamente significativas, como las “agresiones físicas” (pegar), “amenazar/chantajear”, que son realizadas  más frecuentemente por varones (51 % frente a 33.3 % y 23.5 % frente a 10.1 %), mientras que la acción de “reírse de sus compañeros” y “poner motes”, es realizado mayoritariamente por chicas (40.6 % frente a 25.3 %).

Diferentes tipos de maltrato desde la perspectiva de los “agresores”.

“A veces lo hago”



En relación a los lugares donde se produce el maltrato, un 74.6 % de alumnos dice que el patio es donde más agresiones se realizan. Denuncian haber sido agredidos en la clase un 37.4 %; un 13.2 % dice haber sido agredido en los pasillos, y un 11.1 % en los servicios.

En general, los alumnos de Primaria son maltratados en porcentajes significativamente superiores en los patios de recreo, mientras que los alumnos de ESO son maltratados mayoritariamente (66.3 %) en el aula.

Los alumnos varones agredidos suelen comunicar a “alguien” su situación con menor frecuencia con que lo hacen las chicas. Una mayoría de alumnos/as “víctimas” suelen comunicarlo a los profesores (41.9 %) y a sus padres (41.6 %). Dicen comunicarlo a “algún amigo” un 22.5 % y un 25 % (en Primaria) y un 32.7 % (en Secundaria) admiten no comunicarlo a nadie.

Bueno, por hoy lo dejamos. Otro día os hablaremos de más estudios relativos al tema.

Saludos y hasta pronto.

Profesor, oficio de (alto) riesgo

En un artículo reciente me refería a una campaña publicitaria de “apoyo a sus profesores” puesta en marcha por la Comunidad Autónoma de Madrid, deseando que campañas de este tipo proliferen en todo el territorio nacional.

La actitud de algunos padres convierte a la docencia en una profesión de riesgo. Con menos de un mes de diferencia un diario de tirada nacional se hace eco en dos ocasiones, de que las amenazas y situaciones de acoso por parte de ciertos padres de alumnos a sus profesores, han aumentado un 4 % respecto al curso anterior.

Un 24 % de los profesores son amenazados, humillados o agredidos por los padres o por sus hijos, alumnos a quienes imparten clase. Es un dato a todas luces escalofriante. Cuesta creer tanto afán de los padres en disculpar las conductas y actitudes de sus hijos y tanta incomprensión hacia la labor del docente. Y es precisamente en Primaria dónde suceden más problemas de este tipo… ¿pero qué educación se está ofreciendo a esos niños?

De los casos atendidos por el teléfono del Defensor del Profesor (ANPE),  un 28 % se refieren a las enormes dificultades que encuentran los docentes para impartir clase, por la conflictividad e indisciplina que se vive a diario en el aula, por parte de ciertos alumnos. El 14 % de las llamadas hacen referencia a conductas agresivas entre alumnos, y el 9 % se refieren a agresiones de alumnos recibidas por el propio profesor.

Las amenazas y acoso de los alumnos a docentes se elevan al 22 % y los daños sufridos en alguna de sus pertenencias suponen el 8 %. Un 10 % de las denuncias de profesores se refieren a fotos o blog de Internet donde alguien (padres o alumnos) cuelgan grabaciones o fotos humillantes de sus profesores.

Las agresiones de padres o familiares de alumnos hacia los docentes suponen un 2 % de las denuncias. Un 18 % comunica denuncias falsas de los padres en el juzgado o a la policía, y un 7 % de las denuncias docentes se refieren a haber recibido por parte de los padres, presiones para modificar las calificaciones de su hijo/a.

Terrible panorama. No es creíble que tantos docentes “no sirvan” para enseñar (aunque alguno habrá). Además, desde que la educación en nuestro país es obligatoria y gratuita el Estado y la Sociedad en su conjunto habrán de conformarse con “buenos profesionales” de la educación, porque es imposible, que tantos docentes cómo se necesitan tengan también lo que muchos denominan “vocación”. Las Autoridades Educativas son quienes han de solucionar este problema educativo. Y es algo, a mí entender, que en absoluto se arregla formando a los profesores (que también). Se necesita para ello, sobre todo, voluntad política.

Y deberían solucionarlo urgentemente. El futuro de nuestro pais, como el de todos los países del mundo, está en la educación que se imparte a sus niños, adolescentes y jóvenes. Y de ello dependerá que el futuro sea bueno o no.

Campaña publicitaria de apoyo y respeto al profesorado, de la Comunidad de Madrid

Desde el pasado 4 de octubre, a través de la televisión, cuñas radiofónicas, anuncios en prensa, carteles en marquesinas de autobuses, en el metro y en cercanías, así como a través de Internet en medios digitales, los madrileños podemos observar la campaña de sensibilización para prestigiar y fomentar el respeto al profesor, que la Comunidad Autónoma de Madrid ha puesto en marcha a fin de elevar la valoración social (cada vez más devaluada) de la función docente. La medida complementa a la reciente “Ley de Autoridad del profesor” que reconoce a los docentes de los centros escolares públicos, concertados y privados, la condición de autoridad pública en el ejercicio de sus funciones.

Medidas  en mi opinión, sumamente positivas y “necesarias” si tenemos en cuenta que 2.425 docentes madrileños han contactado con el servicio del Defensor de Profesor del sindicato ANPE, y en una encuesta del sindicato CSI-CSIF un 13 % de profesores admitió haber sufrido algún tipo de agresión física y el 86 % reconoce haber sufrido faltas de respeto por parte de alguno de sus alumnos. La convivencia en las aulas no es buena, y nadie puede negar a estos profesores el papel de “víctimas”.

Para los que no vivís en la Comunidad de Madrid, os pongo el enlace por si queréis ver esa campaña publicitaria.

http://www.madrid.org/cs/Satellite?c=CM_Actualidad_FA&cid=1142614540714&language=es&pageid=1171014727331&pagename=PortalEducacion%2FCM_Actualidad_FA%2FEDUC_actualidad

Por otro lado, la web «yotambiensoydefensordelprofesor» presenta un manifiesto que ha recogido 19.500 adhesiones en sólo una semana. Iniciativas como éstas, se sitúan, a mi entender, en el “buen camino”.

La educación y la formación, responsabilidad de los gobiernos,  resultan absolutamente esenciales e imprescindibles para el desarrollo económico, social y “moral” de cada país. Una sociedad que no respeta a sus profesores es una sociedad enferma, abocada al fracaso. Por eso, desde estas líneas aplaudo la iniciativa de la Comunidad Autónoma de Madrid. ¡Ójala cunda el ejemplo!

Cursos en Perú y Chile. Congreso Internacional REPSI. “Actualizaciones Psicopedagógicas”

Muchas visitas que se reciben en ete blog llegan desde Perú y desde Chile.

Por otro lado, habreis observado que muchos de los instrumentos de evaluación psicologica que os recomiendo, han sido editados y elaborados por el equipo de psicólogos consultores clínicos y educativos del grupo Albor-Cohs .

Esta semana, el Dr. Manuel García Pérez, consultor y director del grupo Albor-Cohs se encuentra en Perú, y la próxima estará en Chile, concretamente en Antofagasta, Concepción y Santiago. Impartirá cursos sobre los trastornos por déficit de atención (TDA), y participará en el Congreso Internacional REPSI: “Actualizaciones psicopedagógicas”.

Si  teneis oportunidad os recomiendo que le escucheis, merece la pena.

Los programas son los siguientes:

Espero que esta información os sea de utilidad.

Saudos y hasta pronto.

Estudio sobre violencia en la Comunidad Autónoma de Cataluña

En la comunidad Autónoma de Cataluña, el Departamento de Enseñanza y de Interior de la Generalitat, realizan, con el asesoramiento de la universidad de Barcelona y del sociólogo Javier Elzo, un estudio denominado “Joventut i seguretat a Catalunya” cuyos resultados se publican en el año 2001.

Este trabajo revisa el concepto de violencia y los distintos tipos en que se manifiesta, incluyendo el acoso o victimización escolar. Se estudian así diferentes comportamientos problemáticos, (no solo los que se producen dentro de la escuela, sino también fuera de ella) relativos a las relaciones violentas o agresivas con otros jóvenes o con profesores, el vandalismo, los robos, y el consumo de alcohol y drogas.

Participan alumnos de 110 centros educativos, públicos, privados y privados concertados. La muestra total la formaron 7.394 chicos/as de 323 grupos de educación obligatoria y postobligatoria, con rangos de edad de 12-13 años (1º ciclo de ESO), 14-15 años (2º ciclo de ESO), y 16-18 (Bachillerato y Ciclos Formativos de grado medio).

A continuación expongo un resumen de los principales resultados. Cuando los estudiantes responden a la pregunta “En general ¿tú crees que hay alumnos maltratados en la escuela?”, las frecuencias de porcentajes aparecen en el gráfico siguiente.

Datos aportados por los alumnos sobre el maltrato (percepción general).

En general ¿tú crees que hay alumnos maltratados en la escuela?

Esta misma pregunta… “En general ¿tú crees que hay alumnos maltratados en la escuela? se les hace también a los alumnos, pero referida al maltrato existente en su propia clase. Se exige aquí una respuesta dicotómica SI/NO. Un 0.7 % de alumnos no contesta y un 75.2 % dice que no hay compañeros maltratados en su clase; pero un 24.1 % opina que en su aula hay compañeros que sufren maltrato.

Los autores concluyen que 4 de cada 5 alumnos perciben que hay chicos/as maltratados en las escuelas. El estudio también analiza el maltrato desde la perspectiva de las víctimas a partir de la formulación de la siguiente pregunta genérica “¿Durante este curso te han tratado mal otros alumnos de tu escuela?”. Los resultados referentes a la frecuencia de los distintos tipos de maltrato aparecen en los siguientes gráficos.

Distintos tipos de maltrato según las víctimas.

¿Se han burlado de ti, reído de ti, o insultado?


¿Han dicho mentiras sobre ti o han intentado hacerte quedar mal?


En definitiva, señalan haber sido objeto de  “insultos  o  burlas y que se han reído de ellos  o  que les  han insultado” el 43 % de los alumnos, y dicen que han “mentido sobre el o ella, o que han intentado dejarles en mal lugar” el  40 %. Es decir, 4 de cada 10 escolares dicen haber recibido en la escuela maltrato psicológico.

¿Te han robado o te han estropeado tus cosas?


¿Te han dado golpes, patadas…o te han encerrado?

¿Te han amenazado para obligarte a hacer cosas que no quieres?

En definitiva, reconocen  “haber sufrido robos”  o que les han deteriorado  alguna  de  sus pertenencias un  16 % de alumnos, y dicen haber recibido agresiones físicas o  haber sido encerrados un 15 %. Un 3.5 % de alumnos denuncia haber  sido amenazado y obligado a hacer cosas no deseadas.

Desde la perspectiva de los “agresores”, se obtienen unos resultados similares a los de las “víctimas”, si bien, el hecho de “burlarse, reírse o insultar” es admitida por el 55.8 % de los “agresores” (frente al 43 % de las víctimas) y la acción de “decir mentiras sobre ellos o hacerles quedar mal” es según los agresores más infrecuente (17.3 %) frente a la percepción de las “víctimas” (40 %).

Desde la perspectiva de los “testigos” solo un 25 % de alumnos afirman haber presenciado que en su clase haya alumnos “marginados” o alumnos a quienes se les pegue con frecuencia y se les roben cosas. Sin embargo, el 81 % de los chicos/as encuestados, sí cree que hay alumnos maltratados en su escuela, pero una gran mayoría piensa que el maltrato se produce con poca frecuencia.

Respecto al genero, según el estudio, los chicos sufren más acoso que las chicas, siendo los primeros cursos de ESO dónde la frecuencia de las acciones de acoso son más elevadas, produciéndose mayor incidencia de maltrato psicológico en los centros privados que en los públicos y privados concertados, y resultando el maltrato físico con frecuencias similares en todos ellos.

Lo dejamos por hoy. Otro día os hablaré de otros estudios.

Saludos y hasta pronto.

Estudio sobre bullying en la Comunidad Autónoma de Aragón.

Aragón, es otra de las Comunidades Autónomas, dónde, con posterioridad al año 200o se publica y edita un estudio denominado “Relaciones de convivencia y conflicto escolar en los centros educativos aragoneses de enseñanza no universitaria”.

Este estudio es publicado y editado en el año 2006 por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón. El estudio es realizado por Gómez-Bahillo, Puyal, Elboj, Sanz y Sanagustín.

Con el objetivo de conocer la opinión o punto de vista que tienen sobre el problema de la violencia escolar los profesores, los alumnos y los padres de éstos, se enviaron a los centros educativos tres cuestionarios con 13 preguntas (con diferentes opciones de respuesta) relativas a diferentes cuestiones relacionadas con el clima de convivencia en el centro, con las relaciones entre los alumnos, con los conflictos y acoso desde la perspectiva de las víctimas y de los agresores, que fueron contestados por alumnos, profesores y AMPAS (Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos).

La muestra, representativa según los autores del estudio, de la Comunidad Autónoma de Aragón, estaba formada por 63 centros públicos y concertados. Participaron un total de 8.984 alumnos, 623 profesores/as, y 40 AMPAS, siendo la participación de los centros públicos del 77 %, y del 60 % de los concertados.

A continuación expongo un resumen de los resultados del estudio.

Ante la pregunta a los alumnos aragoneses, sobre la conflictividad existente en las relaciones entre compañeros, se obtienen las frecuencias de respuesta que aparecen en el gráfico siguiente.

Conflictividad existente en la relación entre compañeros según los alumnos.

El estudio plantea algunas preguntas desde la perspectiva de “victimas” y de “agresores”. Los resultados de estas cuestiones a partir de las respuestas de los alumnos, aparecen en los siguientes gráficos.

Datos aportados desde la perspectiva de las víctimas.


Hay diferencias significativas  en  función del genero y del Nivel educativo. Las chicas se ven involucradas en menos situaciones conflictivas  que sus compañeros varones, y en la etapa de Primaria, es donde se reconocen más víctimas.
Comunicación del maltrato por parte de las víctimas.

Cuando los alumnos víctimas comunican los malos tratos, un 24.5 % lo hace a su familia, y un 20 % a sus amigos. A los profesores tutores solo se lo comunican un 8.3 %, y solo un 2.4 % lo denuncia al Equipo Directivo del centro educativo.
Datos aportados desde la perspectiva de los agresores.

Hay importantes  diferencias de género. Frente  a un 50 % de los chicos,  hay un 72,52 % de chicas que dicen nohaberse mostrado “nunca” violentas con otros compañeros. Respecto a las agresiones ocasionales, sucede  lo mismo, el 46,4 % de los chicos y el 26 % de las chicas, admiten agredir a otros alumnos “alguna vez”.

Respecto a los tipos de maltrato, desde la perspectiva de “testigo” las frecuencias adjudicadas a cada uno al responder a la pregunta “Si existe conflicto hacia un compañero o compañera, ¿cómo se manifiesta?”, aparecen en el gráfico siguiente.

Tipos de maltrato desde la perspectiva de los “observadores”.

Las chicas ejercen más malos tratos verbales y menos de los físicos. Existe más violencia en los cursos de Educación Primaria (5º y 6º) que en los restantes niveles educativos estudiados, especialmente en la exclusión y el maltrato físico.

En este estudio, también se realizan preguntas a los alumnos/as sobre la opinión que tienen respecto al “clima del centro”. Un 14,8 % de alumnos piensa que hay un ambiente conflictivo en ocasiones, cuando se producen enfrentamientos entre compañeros;  pero ese “clima” de convivencia es valorado como “muy bueno” por el 10,8 %; es “bueno” para el 32,5 %; les parece “normal” al 41,5 %; y lo consideran “muy malo” el 1 % de los alumnos/as.

Respecto al “clima” del centro se encontraron diferencias en función del nivel educativo, siendo los alumnos/as de 5º y 6º de Primaria, quienes peor percepción tienen de ello. A medida que crece el  nivel educativo, mejora esa percepción sobre el “clima”.

Un resumen de datos y frecuencias relativas a preguntas sobre “el clima del centro” aparece en los gráficos siguientes.

Datos sobre el “clima del centro”.

Miedo a ir al colegio

Relaciones de cada escolar con los demás

¿Cómo es tu relación con los compañeros?

Respecto a cuales son los escenarios dónde suceden los maltratos, un 40,3 % de los alumnos dice que “en cualquier lugar”; un 27,9 % dice que el “patio de recreo”; un 13,7 % dice que se producen en las “entradas” y “salidas” del colegio; para el 9,9 % de alumnos, es el aula el escenario de los maltratos; y un 7,5 % de alumnos, dice que el acoso ocurre en los “pasillos”.

Además de los alumnos, los docentes (representantes de los profesores en el Consejo Escolar del centro) también contestaron a un cuestionario. Un resumen de los resultados aparece en el siguiente gráfico.

Opinión de los profesores sobre:

El clima del centro

Las relaciones entre alumnos

Las relaciones entre alumnos y docentes


En relación a la existencia de acoso, solo un 38 % de profesores afirman conocer algún caso de forma directa, y el resto considera que en su colegio o instituto no se han producido nunca ese tipo de acciones, porque nunca han observado casos de bullying en su centro.

Respecto al tipo de agresiones que se producen entre sus alumnos, opinan, al igual que estos, que los que se dan más frecuentemente son los “malos tratos verbales” (52 %), pero difieren de los alumnos en la estimación de la frecuencia de otros tipos de maltrato. Sitúan tras los “maltratos verbales” a la “exclusión social” (14 %), al “daño físico” (5,5 %), a las “amenazas y chantajes” (3,7 %), y a “otras formas distintas” (1,8 %).

En relación a los lugares en que se produce el maltrato, los profesores también difieren en sus percepciones, de la percepción de los alumnos. Mientras las opciones “en el patio de recreo” y en “las entradas y salidas del centro” presentan unas frecuencias similares, las opciones “en cualquier lugar” y en “el aula” presentan frecuencias muy superiores en opinión de los alumnos frente a las de sus maestros. Sin embargo, el escenario de “los pasillos”, los docentes dan frecuencias mucho más altas que los alumnos (más del triple). Los resultados aparecen en el gráfico siguiente.

Lugares en que se produce el maltrato según los profesores.

Los lugares en que se produce el maltrato

Respecto al mantenimiento de la disciplina, cuando se producen hechos graves, en un 60 %de los casos, los profesores lo comunican al tutor/a correspondiente o al Equipo Directivo; un 25 % lo resuelve directamente y otro 25 % lo comenta con otros docentes. Pero en general, los profesores aragoneses no tienen demasiados problemas para mantener el “orden” y una “disciplina” adecuada en el aula, pues un 60 % de docentes dice que, de ese tipo, no tiene problemas “casi nunca”, y el 33 % dice tenerlo solo “en algunas ocasiones”.

Por hoy, lo dejamos. Otro día os hablaré de otros estudios.

Saludos y hasta pronto.

Estudio sobre bullying en la Comunidad Autónoma de Andalucía

En las Comunidades Autónomas, con posterioridad al año 2000 y aunque no a nivel nacional, se han desarrollado estudios relativos al tema del acoso entre compañeros. Hoy hablaré de una investigación realizada en la comunidad autónoma de Andalucía denominada “Encuesta sobre el Estado de la Convivencia en Centros Educativos”.

En el año 2006, el Consejo Escolar de Andalucía y la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, hacen públicos los resultados del estudio “Encuesta (a Representantes de la Comunidad Educativa) sobre el Estado de la Convivencia en Centros Educativos”, cuyo objetivo es obtener información sobre el estado real de la convivencia en los centros educativos de la Comunidad Andaluza.

Participan en el estudio un total de 895 chicos/as de Educación Secundaria, 3.648 profesores/as, 1.223 miembros de Equipos Directivos, 3.027 padres/madres de alumnos y 679 miembros del personal de la Administración y Servicios.

El estudio recoge también las respuestas institucionales respecto a los conflictos, aportadas, de forma conjunta por 884 Consejos Escolares.

Una pretensión inicial era que participaran la totalidad de los centros andaluces (3.447 centros de Educación Primaria y Secundaria), pero finalmente sólo participaron un 30.8 % del total (1.063 centros), de los que el 90 % eran públicos y solo el 10 %, privados concertados, porcentaje muy por debajo del “peso real” que los centros concertados tienen en esa Comunidad Autónoma. A continuación, os presento un resumen de los resultados que se obtuvieron.

Respecto a la incidencia de las agresiones entre el alumnado, a partir de las respuestas dadas por los alumnos representantes en los Consejos Escolares, se deduce que las conductas de discriminación por “razón de sexo”, “aspecto”, “raza” u “origen cultural” son las menos frecuentes. En los siguientes gráficos, se aportan otros datos a partir de las respuestas de estos alumnos representantes de sus compañeros.

Frecuencias de diferentes conductas de acoso según los escolares.

Agresiones físicas

Intimidación


Exclusión social

Agresiones verbales

Daños y destrozos en el material de las instalaciones del centro.

Cuando se les pregunta a estos alumnos representantes de sus compañeros en el Consejo Escolar del Centro, sobre cual es la actitud que muestran sus compañeros ante las conductas de violencia, y cual es la actitud de los profesores/as ante los conflictos, se obtienen las frecuencias de respuestas que aparecen respectivamente en los gráficos siguientes.

Actitud que muestran los alumnos ante las conductas de violencia.

Actitud que, según los alumnos, muestran los profesores ante los conflictos.

El patio de recreo, suele ser, con mayor frecuencia, el escenario de las agresiones, aunque el aula, según los alumnos encuestados, también es un escenario dónde de forma ocasional, también suceden los conflictos.

Los representantes de los profesores en los Consejos Escolares opinan que de las diferentes modalidades de violencia, la “discriminación” y la “agresión física” son las menos habituales. En cuanto a la “intimidación con amenazas” y la “exclusión social” se perciben con similar frecuencia. Menos del 10 % de los docentes dicen que se producen con frecuencia, mientras que algo más de la mitad dice que son conductas infrecuentes e incluso inexistentes, y para un tercio de los profesores, solo suceden de forma ocasional. También consideran que la “agresión verbal” es el  tipo de acoso más habitual.

Cuando se les pregunta a los profesores, sobre cuales son las reacciones de los docentes ante los maltratos, un 85 % responde que “comunican al tutor el problema”, un 70 % “habla a solas con el alumno implicado”, un 65 % “habla sobre ello con todo el grupo”, un 60 % “habla con las familias de los alumnos implicados” y un 57 % “reprenden a los implicados y les cambian de sitio en el aula.

Muy pocos docentes, tras la aparición de este problema recurren al Departamento de Orientación, y si la conducta es considerada “grave”, un 45 % de los docentes lo comunica por escrito a la Dirección del Centro escolar.

La Actuación Institucional ante los conflictos, se “mueve” en una escala de medidas que van desde el dialogo a la sanción, y prácticamente nunca se solicita la intervención de agentes externos (hecho que solo sucede en muy contadas ocasiones).

Otro día os hablaré de más estudios en otras Comunidades Autónomas.

Saludos y hasta pronto.

Estudio del Ararteko, 2006

El Defensor del Pueblo Vasco (Iñigo Lamarca Iturbe) junto con el Instituto IDEA realiza en el año 2006 un estudio dirigido Por Elena Martín para conocer la incidencia de los diferentes tipos de conflictos, sus causas, las opiniones que tienen sobre la convivencia que existe en los centros escolares los diferentes miembros que lo integran, y posibles formas de resolución.

Se utilizan cuestionarios (que son enviados por correo para su cumplimentación) con preguntas relativas a normas, a abusos entre compañeros, a las agresiones producidas entre alumnos y entre alumnos y profesores, a la conflictividad en el aula, al absentismo y al vandalismo. Participaron alumnos/as de 80 centros públicos y privados. La totalidad de la muestra estuvo constituida por 3.323 escolares (1.707 alumnos/as de 2º de ESO y 1.616 de 4º de ESO), 2782 padres/madres (1.494 padres/madres de alumnos de 2º de ESO, y 1.288 padres/madres de alumnos de 4º de ESO), 80 directores/as y 1.257 profesores/as.

Los resultados más relevantes del estudio se exponen a continuación. El gráfico siguiente muestra la frecuencia de los distintos tipos de maltrato según las víctimas.

Frecuencia de los distintos tipos de maltrato según las víctimas.

Según las víctimas

A partir de los datos se observa que los tipos de maltrato que con mayor frecuencia suelen sufrir las víctimas son más de tipo verbal que de tipo físico, concretamente, insultos, rumores dañinos y ridiculizaciones.

Respecto al curso, las frecuencias de los distintos tipos de acoso, son menores en 4º que en 2º de ESO. El siguiente gráfico muestra los resultados en función del curso, y referido a la categoría “a menudo” o “siempre”.

Frecuencia de los distintos tipos de maltrato en función del curso.

Se encuentran diferencias significativas en función del género. Exceptuando el “acoso sexual”, todos los demás tipos de maltrato son sufridos mayoritariamente por chicos.

Al preguntar a los alumnos qué hacen ellos cuando un compañero/a sufre malos tratos por parte de otros escolares, y cuando se pregunta a las víctimas “¿Quién interviene para ayudarte cuando ocurren problemas de violencia?” se obtienen frecuencias de respuesta similares. Lo muestra el gráfico siguiente.

Qué hacen los alumnos y quienes intervienen ante las conductas de acoso.
¿Qué haces cuando ocurren problemas continuamente con un compañero/a?

Según los alumnos/as

¿Quién interviene para ayudarte cuando ocurren problemas de convivencia?

Según las “víctimas”

Cuando se les pregunta a los escolares “¿Con quien hablas cuando ocurren problemas de convivencia?”, una mayoría (44 %) dice contarlo a los amigos/as; a sus padres, dicen contarlo el 24.2 %; y a los profesores es a quienes menos se les cuenta; solo el 3.4 % dice hablar con los docentes.

Un 44.1 % de los escolares piensa que los profesores “no se enteran” cuando algún alumno/a tiene problemas de este tipo y es víctima de acoso.

Por su parte, los docentes (67.4 %) reconocen que el maltrato más frecuente que se produce entre los alumnos son las agresiones verbales. Un 32.4 % admite que entre sus alumnos se produce “exclusión social”, y un 24.3 % denuncia “agresiones indirectas” como destrozos y robos de pertenencias. La incidencia del resto de tipos de maltrato, según los profesores, es bastante menor que la que perciben los alumnos. Según los docentes, seguirían con un 18.1 % las amenazas, pegar con un 15.5 %; el acoso sexual de palabra 7.3 % y el acoso sexual físico 2.6 %.

Lo dejamos por hoy. Otro día os hablaré de más estudios.

Saludos y hasta pronto.